Nocturnos de Chopin.pdf
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Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina
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- NOCTURNOS OE CHOPIN K. Primero de Jos dos Noctur- menor y es upa composición proque integran el opus 32, los fundamente patética. Ha recibiaáles fueron editados en Í837. do el tí tu1 o de Nocturno dramáaohimezki, el minucioso exposi- tico en atención a la parte cen ar de l’a producción chopiniana, Os pasa por alto limitándose a ecir que no ocupan la más ole ada esfera. Aquel Nocturno op. Efe, núm. 1, está en si mayor, lías ternuras y en rueños de su Ese «odia se interrumpen brusca - píente con una no. a fatídica y el contraste inesperado nos liga nuevamente a las miserias terreIsaJes. XI. Segundo Nocturno del opus Está escrito en la tonalidad la bemol’ mayor y ofrece una uestra depurada y con mayor bstanc’a armónica del tipo creapor Field. ..XII. Primero de los dos Noctur* que integran el opus 37, los les aparecieron en 1840. An> figuran entre las mejores »as de esa especie, compuertas Pr Chopin y se completan mumente. El primero está en menor y parece encerrar utia da melancólica. Nostálgico y rvante en su parte primera, acceso en la segunda a un co que debe ser tañido con momiento a’go más acelerado, aunfalte l’a correspondiente iineación, y aunque algún comenffrista, por excepción, opine flo cmtraio. Tras esito reaparece 3a da melancólica de la parte iniXIII. Segundo Nocturno deJ tus 37. Está en sol' mayor y rodiga ondulaciones que hacen ensar en barcarolas o gondolemi entran el tema primero se grana formando maravillosos béseos de terceras y sextai. segundo tema, de un candor jático, ha sido juzgado por Kágowski como la melodía más fia de cuantas produjo Chopin. edks creyó percibir allí una snalidad gozosa e incluso pen en Amfortas, atraído hacia el jtdín de Klingsor, aunque Cho to jamás pudo forjar tal idea, quí las modulaciones iimalan en litarás aV material temático. XTV. Pi’mero <lc los do? Noc- restantes, tomos míe inte<n-an el onus 48. y aparecidos en 1842. Está en do tral, con su desesperado énfasis. Lo grandioso predomina a veces en e3ta obra. Aquí» según opi nión de Klecinoky, el autor se ha bía prepuesto representar la con* tricción de un alma pecador, por lo que la primera parte describe las acusaciones de la conciencia atribulada; el poco piú lento si guiente parece evocar el sonido ideal de arpas angélicas cuyas notas hacen oír un himno de esperanza; el’ doppio movimiento muestra la postrera lucha entre la vida y la muerte; y el dibujo ascendiente del antepenúltimo compás indica el tránsito a la morada eterna del aUma que ha dejado su estuche corporal y la terrenal mansión. XV. Segundo Nocturno del opus 48. Está en fa sostenido mayor y tiene cierta semejanza con el Nicturno en do sostenido menor. Falta ¡a exaltación, m^s no la nobleza ,del anterior núme ro. El interés de la obra parece concentrarse» muy singularmen'e, en el mjoJto piú lento, que se de berá interpretar en cierto modo, como si fuese un recitado. Se gún la explicación que Chopin dió a Gutmann, con respecto a ervte numero, “un tirano ordena mientras que el otro pide clemen cia”. XVI. Primero de los dos Nocturnes que integran e>l opus 55, publicado en 1844, en los postrero*3 cuadernos de estas produc ciones típicas. Ahora Chopin propende al formalismo y ofrece pocas novedades, aunque nunca falten destellos de su espíritu creador, siempre alerta. El' pri mer Noatumo, en fa menor, mantiene esa modalidad, lo que produce alguna fatiga; mas su fácil ejecución y su claridad me lódica ¡lo hacen muy popular aún. XVII. Segundo Nocturno del opus 55. Por su forma, tanto como por su técnica, difiere sen siblemente este Nocturno de los Al igual que la Bala da en fa menor y la Barcarola, muestra un estilo diferente de otros obras chqpinianas. Ahí el material temático se basa sobre la corriente continua de un bajo en tre:¿:ios» que serpentea ince santemente, tejiendo los diversos motivos en forma continuada y adornándola con variaciones tematicas en notas picadas. La for ma parece tener afinidades ge néricas con las invenciones y preudios de un J. S. Bach. XVIII. Prifnero de los dos Noc turnos op. 62, que datan de 1846. Está en si mayor —como otros des anteriores— y muestra proli ja escritura, con rasguesos y tri nos que dificultan su ejecución. XIX. Segundo de los dos No ■ tumos op.; 62. Está en mi mayor. Hay tanto énfasis en su primera parte —no sin analogía, por cier to, con algún terna de la Sonata en si menor—, como apasiona miento en Ja segunda. XX. Nocturno e ndo sostenido menor. Fué descubierto en 1894. Pertenece a la época juvenil íle Chopin y ?o estrenó Balakirev du rante unas fiestas conmemorati vas celebradas en el pueblo natal de Chopin. De él ha dicho Huneker, en sintética frase: “Es un Nocturno Jileno de vaguedades y reminiscencias.” Por los anterio res, más que por ese Nocturno, se puede apreciar la grandeza del compositor a quien el’ Arte debe tan bellas páginas de esite género poético y romántico. gentil y graciosa soberana, de chado de madres y modelo de rei nas a quien tan merecidamente adora el pueb’o inglés, no sería Oportuna y discreta, y que de lle varse a efecto causaría en Espa ña una dolorosa conmoción? Hay en la escena I del “Enrique VIII” de Shakespeare un diálogo entre dos nebíes de su corte, quienes, al comentar el viaje que el rey inglés acaba de hacer a Francia, se admiran y ponderan el orden y concierto logrados en él’; y como uno de ellos pregunta al otro a quién se ha debido tan buen éxi to» contesta éste: Alt this was arder9 d by good “discretiori9 Of the Right Reverend Cardi nal of York. “Todo ello fué dirigido por la excelente discreción del muy re verendo cardenal de York.*’ ¿Podríamos esperar los españo les que suspendiéndose la visita oficial de la Graciosa soberana inglesa a Gibraltar, saliese de su tumba por un instante inmortal dramaturgo para decirnos, cono placido, otra vez, como en sus buenos tiempos de actor: “Todo esto se ha hecho gracias a Sir Winston Ohurchi.ll, en eu sabia y política “discreción?”
- Date
- 1954