Verdaderos filipinos.pdf

Media

Part of La Vanguardia

extracted text
KDITOMMU Verdaderos filipinos En los sucesivos discursos por radio pronunciados recientemen­ te por lideres de la República, desde el Presidente hasla los Mi­ nistros, se ha hecho la observa­ ción de que es absurda si no to­ talmente descabellado el que fili­ pinos puedan jamas quedar divi­ vidos en la cuestión de la super­ vivencia nacional. Creemos que todos los filipinos sensatos abri­ gan el misino sentimiento o por recer. Lo absurdo de una división, sin embargo, se hace posible por la fuerza de la sangre 3 crianza, como resultado de las cuales no todos los filipinos no podrían ser considerados como verdaderos en el mejor sentido de la palabra. La cc>.aposición heterogénea de nuestra población que ha surgi­ do de una mezcla de sangres va­ ria la situación de algún modo y aumenta el problema de la uni­ dad nacional. No estamos haciendo la erró­ nea observación de que filipino que por accidente de nacimiento o parentesco, lleva un complejo y una fisonomía diferentes del usual color moreno no puede ser un buen filipino de corazón. Ni tampoco estamos haciendo la igualmente absurda generaliza­ ción de que aquellos que son tí­ picamente filipinos en la aparien­ cia externa son enteramente fili­ pinos de corazón y no podrian aguantar la implicación de ser pro-esto o pro-aquello, sin ningu­ na otra lealtad mas que a su pais y nación, sin obedecer ningu­ na otra voz mas que los domi­ nantes dictados de su conciencia patriótica. Ciertamente, puede ser posible, como ha sido posible, que algu­ nos filipinos que no aparentan exactamente serlo externamente han sentido, pensado y actuado con mayor orgullo por la raza filipina y trabajado mas podero­ samente por el bienestar de Fili­ pinas que algunos filipinos tan solo de color, dimensión y nom­ bre, que han permitido ser ins­ trumentos de la diseucion y el desastre. Es en el corazón dondo se pue­ de conocer al verdadero filipino. Aquellos que poseen una pasión por sus conciudadanos, siempre dispuestos a prestarle ayuda cuando fuere necesario, a com­ partir el alimento con aquellos que están al borde de la inani­ ción, a compartir con ellos las sanas virtudes de la raza para que esta nación pueda levantarse con dignidad como una nación li­ bre, a procurar siempre ser feli­ ces con ellos, pero también es­ tar preparados a morir con ellos cuando la necesidad y la ocasión lo demanden, a comprender ple­ namente que ningún pueblo pue­ de amarnos o enorgullcerse de nosotros mas que nuestro pro­ pio pueblo, y que nadie puede procurar nuestra propia salva­ ción mas que nosostros mismos con nuestras propias manos ai unisono; esos son los verdaderos filipinos. Entre esta clase de filipinos, es absurdo, por no decir totalmen­ te descabellado, el qne Ico fili­ pinos puedan jamas quedar divi­ didos sobre la cuestión de la su­ pervivencia nacional.
Date
1944
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted