Por la Gracia de Dios y la Ayuda de Nuestros bienhechores (Quiangan, Ifugao, Prov. Mt., Octubre 2, 1934)

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Part of El Misionero

Title
Por la Gracia de Dios y la Ayuda de Nuestros bienhechores (Quiangan, Ifugao, Prov. Mt., Octubre 2, 1934)
Language
Spanish
Year
1934
Subject
Christian missions
Rural missions
Christianity & indigenous peoples
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
do en los brazos al Santo Niño, apareció a Juan Maria Hastings, mientras servía de. acólito en la Bendición del Santísimo en la capilla de Nuestra Señora de los Angeles en Gtaymoor. En la noche del primero de Febrero del año 1901, la Virgen apareció a una de las Madres de la Reparación, mostrándose envuelta en una luz sobrenatural, vestida de un manto encarnado sobre el cual llevaba una túnica azul y en la mano extendida tenía un corazón. En la mañana del Jueves 24 de Mayo, 1900, cuatro Angeles aparecieron a Sor Margareta, una novicia, mientras estaba rezando en la capilla de la Comunidad y pudo oir distintamente y hasta tres veces la palabra Lurana. Sor Lurana María, la Madre Fundadora, intentaba cambiar su nombre de Lurana por el de Francisca en el día de su 169 profesión y lo hubiera hecho a no ser por la aparición de estos cuatro Angeles. Más tarde se descubrió que la palabra Lurana se encuentra en el texto Griego del Nuevo Testamento y significa: Reparación. ·Por eso en el cuadro figuran los cuatro Angeles de la Reparación. "Domina N ostra Adunationis" es el título adoptado en latín por "Nuestra Señora de la Reparación." Con toda la simplicidad y confianza de verdaderos hijos de María invoquemos a nuestra Bendita: Madre común bajo el título adoptado tan hermoso: Nuestra Señora de la Reparación, ruegue a Tu Hijo por nosotros, para que por Tí estemos todos unidos con Tu Divino Hijo, participando en Su paz en la tierra y en Su gloria en el cielo. ---~·Por la Gracia de Dios y la. Ayuda de Nuestros Bienhechores Quiangan, lfugao, Prov. Mt., Octubre 2, 1934. Querido Bienhechor. ¡Cuántas veces durante sus viajes por los senderos de fas montañas, el corazón del Misionero se llena con sentimientos de tristeza! En su camino observa tanto en la cima de alguna alta montaña como en el fondo de algún precipicio profundo aglomeraciones pequeñas con dos o tres casuchas casi inaccesibfos en las que viven pobres paganos hasta ahora sentados en las tinieblas de la ignorancia y de la superstición. ¡Cuántas veces llegan a sus oidos los repetidos sonidos de algún batintín dando .a conocer que se celebra ·un caniao en honor del espíritu de todo mal! ¡Pobres paganos! su· vida entera no es ·más que una cadena de temor y terror que causan los espí~ .ritus a quienes no cesan de ofrecer Propague su Fe 170 sacrificios consistentes en gallinas; cerdos y carabaos. Sin embargo, aúnque el demonio parezca dominar aun estas montañas, la acción Divina no falta en revelarse a su debido tiempo, apareciendo como un rayo de luz celestial atravesando las nubes negras del paganismo. Un día, cabalgando por los montes tan pitorescos de esta región encantadora de la subprovinindicó una pierna de. la criatura pidiendo medicina para la pobrecita. Efectivamente alrededor de la rodilla se veían llagas profundas y hediondas. ¡Pobre niña! La parte inferior de la pierna se balanceaba sin vida, exhausta por la tuberculosis. Apenas podía tener cinco años; me miraba con ojos grandes y sonrientes, pero su cara pálida y contraída indicaba claramente que había sufrido muLa capilla cerca de la casa de Josefina. cía de Ifugao, me parecía oír una voz humana llamándome. Enseguida me detuve y pude ver llevando en los hombros cierta carga un hombre que andaba en los diques que separan los arrozales; subiendo y bajando, por fin se acercó a mí y entonces ví que su carga era una niña; el hombre me chísimo. ¿Qué podía yo hacer? Era evidente que ninguna medicina del mundo podía salvar a la pobre niña. Para contentar y consolar al padre, apliqué· a las llagas cierta untura desinfectante que suelo siempre llevar conmigo en mis via1es. Tanto el padre como la niña quedaron contentos. Una suscripción anual; Pl. 00 Entonces el hombre me suplicó pusiese yo "agua" sobre su hija. A principios no comprendía lo que quería, pero cuando me indicó con una señal de mano que pedía pusiese "agua en la cabeza" de la niña, claro era que quería la bautizase. Por eso alli mismo en el camino, en medio del templo de la naturaleza encantadora de la región, y usando agua de los arrozales, bautizé a la pequeña paciente poniéndole el nombre de Josefina, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Josefina estaba preparada y dispuesta a tomar su vuelo para el cielo. U nos días después el padre de la criatura vino a visitarme y me dijo con lágrimas en los ojos que que la pequeña Josefina no estaba más. "Lirio de Ifugao y Angel del cielo, ruega por tus paisanos paganos aún." Algunos meses después se ha 171 construido una capilla cerca de la choza de Josefina y allí mismo desde donde la angelita saltó al cielo, muchos vecinos regenerados por las aguas del Bautismo, constituyen un· pueblecito Cristiano en él que reinan el Salvador y Su Santa Madre. Querido Bienhechor, a V. va toda la gratitud de mi corazón por haberme facilitado los medios de realizar este oasis de Cristianismo y civilización entre los vecinos de la pequeña Josefina. Desde el cielo le mira sonriendo con sus grandes ojos, implorando sin cesar al Divino Señor para que le bendiga abundantemente en recompensa por tantos favores hechos a los más mínimos de Sus hermanos. Su siempre agradecido en el Señor. J. Moerman. ---·<P·--El Ultimo del Linaje ALIGUA era un anciano, un hombre respetado y querido por todos los vecinos del pueblo de Agjoamta donde vivía y por cualquiera persona que le conociese. Aligua era un Igorrote rico, muy acaudalado, propietario de muchos arrozales, de incontables vacas y de gran número de mangos. -"Pero el día que Aligua muera", así susurraban los vecinos de Agjoamta, "solo Dios sabe quien heredará todos sus bienes." De veras Aligua era muy pudiente, pero no tenía hijos. Un día estaba yo en Agjoamta. Entrando en la casa de Aligua no enc-Ontré a nadie sino un joven vestido al último estilo con un traje perfectallllente inmaculado, con corbata de seda y hasta con los pantalones anchos. -"Good morning, Father ... Buenos días, Padre ... " El acento inglés del saludo me Una suscripción para toda la vida; Pl S. 00
Description
English Title: "By the Grace of God and the help of our benefactors (Quiangan, Ifugao, Mt. Prov., October 2, 1934)"