La baja de la libra esterlina

Media

Part of Boletin de la Camara de Comercio

Title
La baja de la libra esterlina
Language
Spanish
Year
1935
Subject
Pound (British currency)
Sterling area
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Vol. XXVIII CAMARA DE COMERCIO ESPAÑOLA DE FILIPINAS Núm. 379 La Laja de la libra egterima Ya es hora de que nada nos sorprenda en la cuestión de los cambios internacionales. Este mes ha comenzado mostrán­ donos una nueva baja de la libre esterlina, cuyo origen se­ ría difícil poder localizar. Simultáneamente han concurrido en los mercados internacionales un considerable número de factores—a cual más importante—, que han contribuido a de­ bilitar la posición de la divisa inglesa: cuestiones de política interna, comentarios de prensa sobre una posible disminución de los fondos de control, pasividad real de estos, dificultades en los mercados de primeras materias, atracción del mercado de París, necesidad de dólares por cuenta inglesa, venta de títulos ingleses por cuenta continental, etc., etc. El desconcierto mundial causado por este brusco retroce­ so de la libra se agrava ante el silencio y la pasividad casi ab­ solutos de M. Chamberlain que nada concreto responde a las diversas interpelaciones de que es objeto en el Parlamento británico. En todo caso es digno de tenerse en cuen.a que, al parecer, la Tesorería inglesa se preocupa mucho más actual­ mente por el poder de compra interior de la libra que por el cambio exterior. Tampoco debemos olvidar que en la esta­ ción presente tiene más valor el comercio de exportación de la Gran Bretaña que el comercio de importación. Los comentarios más variados* se hacen en todo el mundo. Los círculos financieros americanos, indecisos al comienzo de la baja de la libra, se abstenían de hacer comentarios muy profundos; mas, ahora, ya declaran francamente que la iner­ cia de los fondos de control ingleses hace pensar que esta es una baja preconcebida y que debe considerarse como una de­ claración de guerra monetaria desatada por la Gran Breta­ ña contra los Estados Unidos y contra los países del bloqueoro. Desde luego, la mayor parte de la Prensa americana hace hincapié en la conveniencia de que Inglaterra se acerque a la órbita de los Estados Unidos con el fin de ir a la una esta­ bilización. La Prensa francesa, respondiendo a las acusaciones de la Prensa alemana, que culpa a París de haber provocado la baja de la libra, dice que «Francia no puede provocar ni desear la caída de la libra. No puede, en primer lugar, por­ que la libra está controlada por los fondos de regulanzacíón de los cambios, esencialmente ingleses. Si estos fondos per­ miten el descenso de la libra, sólo a ellos atañe. Mucho me­ nos puede desear Francia la caída de la libra, porque toda depreciación exterior obliga a una deflacción interior de la que nadie podría alegrarse». La Prensa holandesa se muestra muy inquieta por las re­ percusiones de la baja progresiva de la divisa inglesa en el comercio mundial, creyendo, por otra parte, que en esta oca­ sión los precios mundiales no seguirán, probablemente, a la libra. En cuanto a los países del bloque-esterlina, merece espe­ cial atención la baja del yen. El Japón no se ha contentado con seguir a la moneda inglesa eri su descenso, sino que ha bajado bastante más. Ahora bien; lo que nos interesa principalmente es la si­ tuación de la peseta ante el magno problema del cambio in­ ternacional. Nuestra Prensa es unánimemente partidaria de una deva­ luación de nuestra divisa que, siguiendo las fluctuaciones de la libra, ya que la Gran Bretaña es uno de nuestros principa­ les mercados, nos deje en condiciones de luchar en aquellos mercados; mas a nadie se oculta la gravedad de un propó­ sito semejante. Siempre será muy fácil devaluar una moneda, ¿pero es que se sabe si una devaluación puede ser detenida en el momento oportuno? En términos generales puede decirse que nuestra banca es partidaria de la devaluación; ella no quiere estar ceñida siempre al franco, cuando aquel país no es el que nos ofrece mayores garantías ni compensaciones a nuestro comercio de exportación. Nuestros exportadores hallan en la devaluación la solu­ ción definitiva de todos sus problema, y cuando esto piensan se recuerdan que los países escandinavos, que también son mercados nuestros, forman parte del bloque-esterlina. Recuér­ dese que ésta es el momento de la campaña naranjera y de serios problemas para nuestra industria olivarera. En cuanto a nuestros importadores, se comprende fácil­ mente que éstos no quieran la devaluación de nuestra divi­ sa en tanto que el Gobierno no les haya aprovisionado de las divisas que esperan desde hace tiempo del Centro de Contra­ tación de Moneda; y aun solucionado este problema, nues­ tro comercio general ha de resentirse por estar tan ligado al franco. ¡No podemos olvidar los millones que nos guarda Mont de Marsans! “FILIPINAS” Compañía de Seguros “FILIPINAS BUILDING” 21 Plaza Moraga, Manila Aceptamos Seguros de: VIDA INCENDIOS MOBILIARIO MERCANCÍAS VAPORES AUTOMÓVILES FIANZAS Y GARANTÍAS PRÉSTAMOS HIPOTECARIOS SE ALQUILA LOCAL PARA OFICINAS Diríjanse a la: Oficina Central Cuarto No. 205, “FILIPINAS BUILDING” Teléfonos 21763 y 21764 P. O. Box No. 745. MANILA 9
Description
English title: "The decline of the pound sterling"