Rousseau y el origen del poder

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Rousseau y el origen del poder
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Octubre ESTUDIO 27, 1923 1 ©------ · - - ----------------- --' Rousseau y el Origen del poder Rosseau tal vez no necesite vresentcwión para niuchos de nuestros lectores. ¿Quién, aun que no sea mús que de oidas, no conoce al arch~".fanioso creador d,el tipo del "hombre salvaje," que, en virtud de un pacto social con ot1·0 de sus semejantes, deja las "selvas prim.itivus" en dond.e vivía tan "ricamente," vara adunarse en sociadad con otros y vivir tan "perrísim.atmente" corno hoy vivimos? Cierto que en esa teo1·ía rousseauniana d,e lo que menos hay es de eleniento lógico; pero, de la faibta de lógica vive el niundo, según vengo predicando hace tie1npo a algunos de ?nis amigos, que no acaban da convence~·se d,13 la rectil1td y veracidad de mi tesis. Al demonio se le ocurre que, estando el hombre de las llcavernas" tan ricamente, en las enmarañadas espesura del bosque, luchando a vedrada lhnpici con las fieras y las alirna:Jias, sin ?n,ás aspirciciones ni niás deseos que ganarse a fuerza d,e lucha con tigres y leones, rinoceronte y chi,mpancés, si es que chimpacés hcibía entonces el sut.ento de cada día se le nietiera en la 1nolhera el deseo de perder aquella tan grande dicha para asocictrsa a otros hombres, que en ,exvresión de otro filósofo-¡caray con los jilosofos!-vienen siendo para sus senwjantes lobos sanguinarios que no quieren d,e su semejante 11 más que la sangre y el peUejo, para hartm· su hwmbre," [;1, quier con los pellejos pocas hamibres se pu.eden rnatar J Pues lo que a nadie se be ocurre, ocurriósele al autor de "Eloisa11 y de "Emilio" y se les ha ocurrido a 'm/u,chos d,1Jsde entonces, que no en balde die.e la Escritura santa que el "stultorum nu1nerus" es infinito. Haciendo Rouss,eau, el hombre de las ocu1Tencias ilógicas, niención del origen divino de todo poder, pone en evidencia su falta de verdaderos conocfoiientos filosóficos y deniit.estra haber sstudiado 1nuy soniermnente las enseñc mzas cristianas sobre esa tesis. Al tratar de ella ?nete, con perdón del lecto1· sen dicho la "pata hasta 1nás allá dal corbejón y se ,encenaga, según costumbre, en el fango que é¿ mismo produjera, al desfigurar las verdades cristiancts, que pretende en mal hora combatir. "Todo poder, escribe viene de Dios; yo lo confieso; pero también las enferm,f!,dades vienen de Dios; y por esto ¿deberá decirs.e que ?ne sea prohibido llamar al ?nédico" (Contrato Social L. 1, c. 3). ¡Vaya! Que tal afinne el padre literario de "Em.ilio y de E lo isa," una pare jita que da la llora, es algo petra hace'i· caer 11 pa tras" al mas ''pintao" ! Primera1nente no se que relación podrá haber entre la teoría del origen divino diel poder y el que se llcime al rnJdico cuando se esta enfermo; se me figura que la niisma que exist,e entre los términos de la clásica distinción del c . .. y las teniporas, salva sea la frase . Si con eb!.o quiere el (jccintor de Eloisa significar, que todos los seres finitos vienen de Dios, sin que ello excluya en la producción de algunos la acción de las causas S,f!,g'U ndas, santo y bueno; pero entonces ¿a qué argüir con los católicos? ¡Pues menudas "~apatiestas" que han arrnado entre sí los tomistas de cepa l,egítima y los que dicen ser:l'J, sobre el influjo de la Causa P'i·i?-nera en las causas segundas, cuando estas son causas libres! ¡Ahí es nada! Tal vez Rouss,eau y 'ntuchos d2 1nis lectores, sin hacerles injuria alguna, pues, al fin y al cabo, deben dar gracias a Dios que no los quiso en el número de aqitellos qiie hernos d.11 calentarnos l1os sesos en estudiar y descifrar tale$ énigmas, nada o muy poco sepan sobre eso q11e en Filosofía escolásticct se conoce con el nonibre de premoción iísica y de conCUl'SO simultáneo; 1nas créannie si les digo que todo ese ' 1 linglao" y todo ese zafarranc'ho se forma ,en derredor precisa-mente y para explicar cómo Dios produce todas las cosas, sin excluir que tarnbien las causas segundas obren. Y de esto ?Ú una palabra 'más, que se indig,esta facilrnente. Pero si quiere Roussaau d.ecir olra cosa, a saber, que el poder, como todo ente finito tiene en Dios su origen, pero que h . fuerza del hombre es quien lo conquista derrotmido e sus sernejantes y subordinándolos ~l yugo de su /brutalidad, según que parece indicar cuando afirma rnuy graciosa1nente que utwmbién la pistola del ladrón ,es un pode1·," entonces senti?nos decirle que anda muw alcanzado ele conocimientos filosófico-cristianos; que desconoca por completo la tesis cristiana y que está hablando del arquitrabe, como pudiera yo hablar de las consteUaciones nue~ a·mente descubiertas. Los legistas cristianos y los teólogos escolásticos, defunsores de las doctrinas cristianas, saben ?nuy bien, tan bien JJOr lo menos como los eneniigos de la Iglesia} que ,el poder no debe en modo alguno ser confundido con la fuerza bnlt a. Sabían los antiguos escoCásticos distinguir y dist-ingidan, al hablar del poder, entr,e el físico y el moral, y estaban muy al tanto de que para gobernar no hace faLta el pr¿1nero sino el segundo. El presidente Wilson enf~ermo y cadttco, agobiado por traidora enfermedad que le privaba del uso de sus 1n'i,f!,mb1·os, gobernó y rigió con su poder mcral a ciento diez millones de cfo .. dadanos amzricanos, cada uno de los cuales tenía niás fuerza física que el derrotado de ufos catorc,e puntos." "Rousseau, dice cuerdísima1nente Balmes,-y perdónesenos que le citemos tan crecido núm.ero d.~ veces, ya que entendemos que lo bu2no aún repetido hasta la saciedad ?10 cansa niás que a espíritus preocupados-por ?nostrarse ingenioso, se ha hecho fútil; ha sacado la cuest.\'.'.in de su terreno, por el1 prurit<> da salir con 11,na oc1lrrencia picant.e." j Y cuantos Rousseaits hay por estas t?erras de Dios! Cuá.ntos "sietemesinos literarios," nacidos antes de tiempo a la v1'da pública en la revública de las letras y de la~ ciencias, que ar1.dan haciendo el "dcvnddy" y el "oso" al pretender dar rnueslras de priv-ilegiado ingenio! Cuando hablamos de poder civil, el 1nás boto en la nicltzria entiende, que no vuede fratarse del pod,er físico, sino del 1noral, que debe llieva1· conio condición indispensable la legitimidad, el derecho ~e mandar a los oll"os !J de que los otros le obedezcan, y a la fuerza bnita no se hizo ja1nás obedecer a un honibre. El castigo, la fu,erza física podrá ser fuente de esclavitud, pero no de obediencia. Y se pregun~a ¿donde (Jstá el origen dz esa fuerza moral, que hace que unos hmnbres se sometan a otros niás débiles y pobres de fuerza física qu2 ellos? ¿De donde vie- •. ne qiie, siendo verdad aquelLo que los caballeros aragoneees diz as,eguraban a su Rey, cuando es~e juraba los fue'i'OS en La Seo rJ,e Zaragoza: "Por que cada uno dJ. in.osotros valem.os tanto como Vos y todos juntos más que Vos, os facznios Rey," se Silbordin.en unos hmnbres a otros? Se suele confundir frecuentemente el significado ele estos dos térrninos: Poder y Potestad. Cuando nosotros hablanios de poder civil, y lo mismo de cualquie1' otro po71er, a nienos que lo califiquemos de físico, entendemos Vol. U. -4- ~úm. ·13 · Ocklbre ESTUDIO 27, 1923 siernpi·e Potestad que es el poder del ord,en moral. En el orden moral, la ilegitimidad, la fuerza bruta, el brio 1nuscula1· no vale nada, porque no es potestad, no es u.n ser, no .es nada. Y seria inútil el buscar en Dios el 01·igen de la nada, del desorden, de la brutalidad. Pa1·a t,erminar este articulillo diremos, recopilando lo expuesto y dibujando ·más y niás la tesis c1 istiana. El poder dimana de Dios, en cuanto que El es la fuente de todo derecho, de toda justicia, de toda legitimidad. Y cuando decinws que todo poder viene de Dios no lo entendemos del poder físico sino del moral\ del que afirmamos que solo de Dios puede haber venido, ya que en. Dios es donde reside la plenitud de todo ,el ser. Echense, pues a un lado todos los jaques y m.atones que en el vigor de su brazo y en la potestad d,e las a »mas de combate quieren fundamentar su reino. Dentro del cn'stianismo no hay sitio para ellos. Su poderío está fu nda11ientado en la fuerza bruta qu,e es siempre o casi siempre enemiga de la fuei·za moral; y la l glesia solo da cal' ta de cfaadanía a esta última. FILAD ELFO. ñ n::;:::t;. ü :;;:. .. J:i:J:l :;;:.:u .;!:;;(~ n :;::'1 .fil(:;::l!t.n;.::~,~-r.>:::~]1:; ~~'.ifíi1::;:.rn·if:;;:·ff,1!::::~Ki:~~~ ~ ~ f~ AVISO. ~, ; Para la mejor marcha de la admi= i ~ nistración, rogamos a todos nuestros ~ ~I abonados y favorecedores que todas i~i ~! sus remesas de dinero las hagan im= \~l ·t :' personalmente a favor del ADMINIS= f:J '~~ TRADOR DE "ESTUDIO". Roga mos r~' ,~! asimismo a todos los que nos favore= (~ ~ cen enviándonos trabajos de colabo= f ;: [~ ración, los escriban e n una sola cari= r~· ~ lla del papel y a máquina, a triple es= !~' ~J pacio. ,~, ~ Toda la correspondencia adminis= ~ ~~ trativa deberá dirigirse al Sr. Admi= • ll:i nistrador, y toda la de Redacción al ~' 1~1 Sr. Director, Apartado N.o 1659. Ma= ; :, ~ nila. f ~ .. ;;:~'Wlf:;::wE.>:::1r:j>::~'lf:r;:::!Jru';;::'H"i?~::·u E ;;::'itF.:::dlf1~:;::F.1f!~::.::ff:lt:::<~ru>:::in1 ANUNCIOS PROFESIONALES ®¡ ~~~IL SERVIC;~RCOMMERCI-: COURSES BY CORRESPONOENCE WRITE THE COSMOPOLITAN RUSINESS COLLEOE MANILA P. J. 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Tel. 802 Real 1 H, Manila T el. 232 oo-----------------------@ .:.• ) ------------------------® V.OL. 11. -5- Núm. 43
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1923
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