El Dr. Percy stickney grant

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Part of Estudio

Title
El Dr. Percy stickney grant
Language
Spanish
Year
1923
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Agosto ESTUDIO 26, 1923. ·::~::t:r~~:~~:dfil...~::::~~:::q~~::::~::;ci'"~~:~:::~~:~~~:::~:::~:r~:::~:::.:@Bl::~~~:r.~~:®m:::cOOBJ~~, _, El Dr. Percy Stickney Grant .. ~;;:!!;l!!P;;¡g¡¡¡p::,lfil!!J>::,l!!Jl!i'::'i!!:@:;l!lJl!F;:,l!lll!F::,ig!!!>::'i!l'filii)>::<!!l!!M;l!!!!!P::<irul!F:;l!l:@<:;l!!J!!F:;l!!Jl!P:;l!íl!íF;:,¡¡;¡g,;:,l!i:®':;!!!Jl!';;[!W;:'l!!ll!ll!!F::4i!J1i!>i;l!i:¡!¡;,;:,ll!l!l:o:l<~::,J DeRcartado teníamos este asunto de nuesfro temario y habíamos yá dejado a nuestra pluma trazar, en rasgos generales, unas cuant.os idea.s qu..' a nosotros se nos antojaban ser de capital importancia sobre el tema atrayente y sugesti,vo del individualismo religioso, plaga que hoy pa·decemos por obra y gracia del hipersensibilismo de unos y acaso la falta de táctica de otros. Empe1·0, bien p,ensado ·todo y deseando am¡Jliar nuestros estudios sob're el dicho tema pareciónos m.ejor y más seguro-j tristes tiempos los nu.estros en · que siemp1·é ha de buscar el esc1 rito1· católico lo más seguro y no lo más cont'eniente y necesario! -continuar, ni envidiados ni envidiosos, con nuestros pastores protestantes y con los comentarios que a sus dispara tes vamos poniendo, sin p,erjuicio ni escándalo de nadie, lo cual no es poco, dada la tendencia de algunos a escandalizarse de todo y de todos. Como en est.e nuestro estudio-el cual corno ve el lector va para largo-liemos, al fin y a la postre, de toparnos con lo que en Religiones Comparadas lleva el nombre de. cristianismo personal, dejamos para entonces .el estudio completo y acabado, en cuanto de sí dé nuestro pob·re y desmedrado intelecto, del tema tan sujestivo del individualismo religioso, plaga, vuelvo a repf!tir, que padecemos gracias al hipersensibilismo de quienes debieran ser ·más calmosos y tomar las cosas cual vinieren, t,eniendo siempre presente que allí donde las dan las toman, y que los principios tienen qw~ so· p1-incipios aunque hieran en lo vivo a quienes tienen demasiado sen.~ible la hepidermis. Hemos dejado bien sentado en nuestros estudios anteriores que el caracter fundamental del p1·otestantismo, desde su origen a nuestros días, es el Individualismo contrapw:sto al Catolicismo~ Desde ,el momento en que se siente como la base de toda religión el principio de la "Inspiración Individual", contrapuesto a la enseñanza lnfalibli de una Cabeza Sup,.,enia Directo1·a, se introduce en el seno de la niisma el Individualismo; cada cual tendrá perfectísimo derecho a sostener las doctrinas que le vinieren más en tal<tnte, sin que haya un Director que ¡JUeda levantar su voz autorita1·iamente y con derecho a i·mpone>' su propia interpretación. Y puesto el hombre de estudio en esa pendiente tan resbaladiza de la interpreta,,.. ción de los Textos Sagrados según sus caprichos, será muy natural el que ruede por ella hasta llegar al fondo del más crudo y desverg_onzado racional·i.smo. Remos estudiado en nuestros dos artículos últimos cuan grande sea la d,escomposición que de algµnos años a esta parte se nota en el cuerpo del p1·otestantis·mo luterano, que es el · más "sabio" de todos los vrotestantismos. Hoy vamos a ocuparnos de la disolución del protestantismo episcopalíano) que ha Sido tal vez el más conservador de todos los protestantismos. "Orthodoxy changes with .the times". Las creencias camb'ian con los tiempo!!. Tal /3S el principio sobre el que se ha. desarrollado recientemente dentro dil .<;eno del Protestantismo Epúicovaliano una discusión doctrinal, que ¡;ucde dar al traste con esa rama del protestantismo .. F1ozdándose en ese principio-cuya veracidad supondríu que lo que fué ayer cierto hoy no lo es, y qu,e el Credo de los pasados siglos no 7mede se1·vir como Credo de nuestros días-el Pa.<Jtor Percy Stickney Grant ha sostenido desde· su púlpito d~ la Iglesia de la Ascensión de New York las ideas más avanzadas y crudas del rac10· nalismo más liberal y más crudo. En expresión de la vrensa teológica de Estados Unidos, Grant ha roto y se ha libertado por completo de toda cad. ena dogmática y teológica g1·acias a ese gran principio del cambio de . dogmas según las condicion.es de tiempos y de lugares y personas. ¡Quien con tn.l religión no se conforme tiene, en Vol. II. verdad, tragaderas bien estrechas y es d~ bien amplios deseos! Y a no le basta al protestantismo· decir que cada cual piense y, crea lo que le venga mas ,en talante y lo que le pare:.:ca mejor; le da además derecho para creer hoy lo qu,e podrá negar mañana, y para negar mañana lo que ayer- creyó. ¡Y a esto se llama romper las cadenas teológicas que encad~man la mente y la someten a dogmas Y cre,encias ! ¡Y es posible que aun haya ent.re nosotros quienes se adlliieran a sectas que tan lejos llegaron-porque debían llegar-en sus conclusiones racionalistas! Para el Pasto1·, D1'. Grant, rector Of' la Iglesia EpiscGpaHana de New-York es preciso comenzar asentando 'nuestras cre.f.>,ncias sobre la necesidad <{e mudar los dogmas y cre.encias en conformidad con las necesidades d2 la época. La 71rimera consecuencia que el mismo deduce es que, "Cristo, siendo imagen del Padre, no tiene el mismo 71oder del Padre, ni es Dios como El", o lo que es lo mis· mo, 11os retrotrae a los tiempos el.el primer Concilio Ecuménico d,e Nicea, en el que fueron condenados Arrío y los Arrianos, Rus seguidores, por afirmar exactCJtniente lo misnw qu,e Grant. ¡Y quien dude de los progresos dogmáticos del protestanti.~mo Episcopaliano será un discamisado intelectual!!! ¡Vayanle a un pastor norteamericano con cuestiones . de Historia! ¡La historia son ellos, como lo son todo! Al igual que su colega Yatho, tamb(en Grant fué llamado a cuentas por su obispo, Guillermo T. Manning, quien en carta atent-isimu y llena de todo género de suavidades ven·ia a decir al rebelde pastor, "o dejas tu pastoreo o te excomulgo a menos que confieses que Jesús es v.erdadero Dios". ¡Y nos acusarán a los ·católicos de pobres mentalm1ente porque nos sometemos a l,os mismos deseos de nuestros legitirnos pastores! Nosotros preguntamos a to· dos los protestantes habidos y por haber si fué otro el lenguage usado en todos los tiempos por los Romanos Pontífices, contra los cuales tanto papel y tinta gastaron los 8,Qctarios, cuando condenaban los errores protestantes. ¿Con qué derecho pretende el obispo Manning hacer abjurar a su pastor Grant, despues que han sentado como base de s¡¿ sistema la lnspfración Individual y el Espíritu Privado? ¿Ni qui.en será un obispo pa1·a condenar· de herejía a un Pastor, cuando dentro del Protestantismo caben perfectamente todas las interpretaciones? ¡Consecuencias de las incons~cuencias/ A los requerimientos. de su obispo contestó el pastor neoyorkino en té1-minos qu,e aquel calificó de vagos e imprecisos ("vagu.e and ambiguous instead of clear and exvlicit"), librándose así de ser sentenciado po1• un tribunal eclesiástico ¡Tribunales eclesiásticos dentro del s,eno de la reforma! ¡Y en los Estados Unidos de América! ¿Quién hubiera jamas sospzchado tal? ¡Y que nos hablen de la Inquisición y de la "tiranía espiritual romana.! No bien había Grant recibido la carta famosa de su obispo (¡ ¡¡) cuando ni tardo ni perezoso, subiose al púlpito de su / glesia y "reafirmó su apostasía." entre los aplausos de una congregación integrada. .en su mayoría de judíos, negros y chinos y que no cabiendo en los recintos de la Iglesia se desbordaba hasta la calle y tenía qu,e ser contenida po1' la polieía neoyorkiM. El punto en discusión y que había tenido fuerza para congregar tanta clase de gentes de tod<i credo, color Y raza, es un terna que se está dis~tiendo desde hace dos mil años; sin embargo la circunstancia de lugar ha hecho qu,e esta controversia sea una ·de. las que mas han lla.mado la atención de la p1'ensa estadounense. Figúrese el lector que la Iglesía de la Asunción .está entre la ·Quinta, (Pasa al pie de la Pág, siguiente,) 4- Núm. 34.