El Retorno

Media

Part of The Carolinian

Title
El Retorno
Creator
Oquiñena, Maria Paz
Language
Spanish
Year
1965
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
CVCNTO El Retorno Por MARIA PAZ OQUINENA Secretarial II En Resumidas Cuentas... (Continuation de la pag. 49) cera gratitud a Espaila catdlica, y muy especialmente a sus Ordenes religiosas. De hecho fueron ellas los factores de nuestra civilizacidn filipina, y fueron ellas las que realmente asentaron los fundamentos de nuestra nacionalidad filipina.” REBECA miraba a la casa y le parecia extrano como la habian llamado desde esta casa, m&s o menos sencilia, ya que todos sus clientes eran gente adinerada. Pero cuando la sirviente le abrid la puerta, se dio cuenta de que la casa era rica y amueblada con gusto excelente. Habia,cuadros de buenas firmas en casi todas las paredes, no amontonados de cualquiera forma, sin ton ni son, sino colocados en su sitio exacto. Ella se sentfa admirada. —tViene Vd. de L6pez y Cia? — le preguntd la sirviente. —Si; y you soy Rebeca Tucumfin. —Pase, por favor; le mostrard su trabajo. Se trata de un retrato. —Qud desperfectos tiene? —Yo no lo he visto; pero creo que le cayeron encima unas manchas. Seguramente habri que raspar partes y pintarlo de nuevo. Eso lo decidiri Vd. Le abrid la puerta de una habitacidn. Esta se vio inundada de luz que penetraba profusamente por una ventana enorme. En el suelo, apoyado contra la pa­ red, habia un gran cuadro. —Este es, — di jo la sirviente; — Pida lo que necesite; yo estard en la otra habitacidn. —Gracias — respondid ella; — llevo todo lo necesario en este maletin. Me pondrd a trabajar en seguida. La sirviente la dejd sola y Rebeca en seguida prepard sus utensilios. Un trabajo agradable, ciertamente; pero fatigoso. Siempre lo mismo; horas y sentada ante pinturas, a veces sin valor alguno, pero que sus dueiios se empenaban en restaurar. Se puso a retocar el cuadro con la cabeza hundida y los ojos semicerrados, pues lo conocia de memoria. Cada matiz de luz, cada pincelada eran familiares para ella. Perdid la nocidn del tiempo y se sumid en su propio dolor, como si aquello no fuese realidad sino un sueho. Las ldgrimas le mojaban el rostro y llegd un momento en que tuvo que detenerse — y lanzd un sollozo. Fue entonces cuando oyd la voz. — iAnorando? Se volvid poco a poco sabiendo a quien iba a encontrar. Y la vio, en efecto. detras de si, tan buena como habia sido siempre, quiza mds avejentada, pero con aquella sonrisa que muchas veces le ha­ bia consolado. Los ojos de la anciana senora tambidn estaban nublados. — Estabas mirando el retrato que me hiciste, dijo la anciana con voz baja y tensa.—iQue estabas rememorando, Re­ beca ? i Por que Horas ? — Recordaba aquella tarde — susurrd — en que salt de tu casa para irme con Antonio. Tu no querfas que yo me casasecon el, porque decias que solo estaba detrds de mi dinero. Yo no quise creerlo; tapaba mis oidos cuando me lo decias, Me fui con 61 sin tu consentimiento. Des­ puds de casamos, Antonio gastd todo el dinero que heredd de mis padres y luego me dejd plantada. Pero, ipor qud hablamos de eso? Todo parece ya tan lejano. Han transcurrido siete aiios. Solo lo recordaba como una cosa del pasado, tia Rosario. Mird fijamente ala anciana y preguntd: — 4L0 has hecho a propdsito? iSabias al hacer el encargo, que iba a ser yo la que vendria a restaurar el cuadro ? — No sabia quidn iba a venir, Rebeca. Simplemente queria que este cuadro estuviera en condiciones para conservarlo toda la vida. Su voz se hizo ronca y, sin embargo, para Rebeca le sond con una extraiia suavidad. — Te das cuenta como nada ha cambiado. No te guardo rencor por que me hiciste. Tu estds llorando, y esas ldgrimas me lo dicen todo. iQuieres volver a vivir conmigo, Rebeca? Rebeca dijo que si, sin pronunciar palabra. En seguida se levantd y muy agradecida abrazd a su querida tia. De que la Cristianizacidn de Filipi­ nas fue en todo sentido obra de la gracia divina lo evidencian las siguientes estatisticas (de 1964): a) POBLACION: Habitantes ................... 28,866,476 Catdlicos (82%) ......... 23,537,554 No-catolicos (18%) . .. 5,328,922 b) JERARQUIA: Archidiocesis ..................... 8 Didcesis............................... 19 Prelaturas Nullfus ........... 11 Vicariatos Apostdlicos ... 4 Parroquias ......................... 1.581 Sacerdotes ....................... 4,175 Diocesanos..................... 1,935 Regulares ..................... 2,240 Religiosos ........................... 8,406 Varones ......................... 3,118 Mujeres .......................... 5,288 c) INSTITUCIONES: Seminarios ......................... 44 Mayores......................... 14 Menores ....................... 30 Seminaristas: Mayores......................... 1,014 Menores ....................... 2,785 Escuelas catdlicas............. 1,442 Alumnos............................... 604,037 Y asi concluimos con una cita de la Pastoral de los Obispos: “Realmente, la Divina Providencia ha escogido nues­ tro pais para que fuera el "faro del catolicismo” en el Oriente, como dijera Juan XXIII (Discurso al Presidente Macapagal). Bien podemos aplicar a nuestro pueblo las palabras que el Senor digiera a los Israelitas: “Fijard mi Taberndculo en medio de vosotros y no os desechard mi alma. Andard entre vo­ sotros y serd vuestro Dios, y vosotros serdis el pueblo mio" (Levitico 26, 11-12). Rompiendo Lanzas . • • (Continuacidn de la pag. 50) republicas hispano-americanas, cultivad el idioma espanol, porque su cultivo os hermanara mas con todas aquellas re­ publicas donde otrora ondeaba el pabe116n espanol. Si, adem&s del ingles, quer&s aprender otra lengua mundial de gran porvenir, aprended la lengua espanola. March-April, 1965. THE-CAROLINIAN Page-Fifty-one