Pagina Teresiana

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Part of El Misionero

Title
Pagina Teresiana
Language
Spanish
Source
El Misionero Año 1 (Issue no. 9) Febrero 1927
Year
1927
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
284 �--···-------1 I I Pa gina T e r e s i an8. I �U*11••····-� Un Caso de Estigma ILES y miles de personas han acudido estos ultimas dias a Konnersreuth, una pequeti� aldea situada en la fronte­ ra entre Czecho-Slovakia y BaYa ­ ria, para \·er a Teresa Nuemann, una humilde joven de 28 atios, que se cree tener impresas las llagas de N uestro Senor. Tan grande ha sido el numero de peregrinos que han ido a veda qtte el cura de K.on­ nersreuth se vio obligado a r>edir qtte cesasen las- visitas. * * * La modesta y scncilla joven pa­ rece sufrir como San Francisco de Asis cuyo septimo centenario he. mos celebrado el atio pasado. Tam­ bien nos recuerda a la Venerable Catalina Emm_erich, annque la jo­ ven no ha oido hablar nunca de ella. Los mediCos, estupefactos, no saben ascribir las llagas y sufri­ mientos que padece la joven a nin­ guna cosa natural. La prensa ca­ tolica de Czecho-Slovakia y Bava­ ria se ha ocupado mucho del caso in vestigandolo profundamente. El Rdo. P.J.Naber, cura parroco de Konnersreuth, una persona al­ tamen�e ilustrada y que goza de es­ tima universal, ha dado los detalles siguientes respecto esta joven ex­ traordinaria : Teresa es la hija de padres hu­ mildes y la mayor de diez herma­ nos. Es casta y bien educada. Es­ tu vo empleada durante algunos a­ Iios en una taberna local, cuando, durante un incendio ocurrido el ve­ rano de 1 9 1 8 , se desmayo de re­ pente y fue hallada padeciendo de una lesion de la espfr1a dorsal'. ·Mas tarde sufrio varios ataques de para­ Iisis y contracciones musculares y acabo por quedarse completamente ciega en 1 9 1 9 . En este estado miserable se vol­ vio con gran devocion a la Floreci­ ta de Jesus y el dia de la beatifica­ cion de la Santa, el 29 Abril de 1 923, cuatro atios despues de ha­ berse quedado ciega, recobro por completo la vista. . La lesion de la espina dorsal continuo sin embargo y los medicos ftierou impotentes . en curarla. Tenia una pierna encogida hacia arriba apretando la otra. El 1 7 de Mayo de 1 925 el P. Na­ ber fue llamado subitamente para que fuese a ver a la joven a quien enccntro con los ojos fijos en algo invisible , sus manos extendidas co· mo para alcauzarlo y su cara radian­ te de alegria. Aquel dia, despues de una paralisis de seis atios y me­ dio, Teresa se sento de repente, pero continuaba padecienc'o au n mucho. El P. Naber la pidio ex­ plicaciones y ella le contesto lo si­ guiente : "estando en oracion , apa­ recio uua luz maravillosa ante mis ojos y una voz suave me pregunto al mismo tiempo si deseaba curar­ me. Conteste que para mi era igual recobrar la salud, o seguir sufrien­ do, o morir, segun la voluntad de Dias. La voz me dijo entonces que me aliviaria un poco, pero que me seria aun permitido sufrir mucho, mas, que no me desesperase por esto. Por ultimo me dijo la voz: ' · Por los sufrimientos se han salva­ do mucho mas alma_s que por los sermon es mas elocuentes. ' ' Estas palabras se encuentran en la sexta carta de Santa Teresita. La afeccion de la espina dorsal desaparecio, y , el dia del aniversa­ rio de Santa Teresita, la luz mara­ villosa se dejo ver una vez mas y la misma voz misteriosa dijo a Te­ resa N eumarin que era la voluntad de Dios que ella se levantara y ca­ minara sin la ayuda de otras perso­ nas. Desde entonces se ha levan­ tado y se enctientra muy atareada. Este atio, al principio de la cua285 resma, Teresa tuvo que guardar de nuevo cama. Algun tiempo des­ pues, empezaron a sau grar sus ojos y fue de mal en peor. El P. Na­ ber dice que cua11do fue a verla, el Viernes Santo en compatiia de otro sacerdote, Teresa parecia una mar­ tir. Estaba postrada en cama; de sus ojos brotaba sangre que corria por sus mejillas y su cara estaba palida como la muerte. Sufrio la agonia de la muerte hasta a las tres de la tarde, hor_a en que . m u r i 6 nuestro divino Salvador. Despues de esta hora se calmo algun tanto, pero el sufrimiento continua basta la matiana del Domingo de Res�­ rreccion cuaudo parecio renaccr a una vida nueva. Durante su agonia, el Viernes Santo, Teresa vio la pasion de Cristo, tomando tambien gran par­ te en ella. Sintio, segtin ella, un dolor agudo en sus pies y manos; ahora se ven en estos miembros llagas redondas de las cuales brota regularmente sangre todos los Vier­ nes. En el costado izquierdo . se abrio una Bega algtin tiempo antes de Pascua de Resurreccion y de es­ ta brota tam bien sangre de vez en cuando. Los medicos no son capa­ ces de dar una explicaci6n natural de estas heridas. ' ' Hasta aqui el P . Naber. * * * Un corresponsal de un periodico cat61ico de Viena que fue a Kon­ nersreuth para averiguar los hechos relatados confirma la historia del P. Naber con el testimonio de mu­ chos testigos. 286 "Encontre a Teresa Neumann en la iglesia; aunque no la conocia, inmediatamente estuve bajo la im­ presi6n de que ella era la persona a quien yo buscaba, porque su figu­ ra atrae la atenci6n del que la ve, por la expresi6n sobernatural de su cara, y partic.:ularmente por la hermosura radiante de sus ojos. Des­ de la media noche del jueves hasta la tarde del Viernes, reaparece el mismo fenomeno de Ia pasi6n. Los sabados Teresa Neumann esta or­ dinariamente tan buena y fuerte que puede ir a la iglesia. De Buen Humor Como prueba de q ue hay mas ostentaci6n que fi!osofia en rehusar ·los benefic ios, cnentase que Xen6crates rehus6 un dia cien libras que le ofreda Alejandro, diciendo que no las necesitaba. . -\ lejandro mas filosofo esta vez que Xen6crates, exclam6 asotnbra­ do : -j Como! t N J tienes ningun ami­ go qne pueda necesitarlas? jTodas las rique zas de Dario no me han bastado para contentar a mis ami­ gos, y tu no puedes distribuir cien Ii bras entre los tu yos ! j Miserable filosofla ! En un sal6n debfa pronunciarse un discurso relativo a los derechos de las mujeres. Ocupados ya todos los asientos, un caballero vi6 en­ trar a una senora y se levant6 para cederle el puesto ; mas antes le dijo : -l Es V. acaso de las que reclaman los mismos derechos que los hom­ bres? -j Ciertamen te ! repuso con firmeza la senora. - ( Cree V. que la mujer debe go­ zar de iguales privilegios de el hombre? -Si �eiior . -En ese caso, permanezca V. en pie y comience a disfrutar de sus dere<·hos. y torn6se a sentar. JI. Dos gastr6nomos andaluces dis­ cudan, con la exage racion indigena, cual era el mejor modo de comer la caza. - Yo - decia uno - cuando ma to una chocha, · la cuelgo de un clavo por el pico y le ato algunas alon­ dras, que han tornado el gusto de la becada. -Yo-contest6 el otro-hago lo mismo, solo que tiro la chocha y las alondras; -'-Y q ue se come V. ?-pregunt6 el primero algun tan to. asombrado. · -'-i El cla vo !