Un Cuentecito

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Part of El Misionero

Title
Un Cuentecito
Language
English
Source
El Misionero Año 1 (Issue no. 9) Febrero 1927
Year
1927
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Aiio I, No. 9 Febrero 1927 ---1 El Misionero ! R..Uta dedicada a Santa Teresita para la Propaga1.\t cion de la Fe en la Provincia Montaiioaa �-------Ufe Un Cuentecito llEBRERO .... alga fresco par la mafiana .... pear para las cabellos cortos, las faldas y mangas cortas y .. .. para las in­ teligencias tambien corras. Un grupo de peregrinos terres­ tres esca)an )as ultimas Cuestas de la senda casi vertical que conduce al Cielo. Claro esta que todos van a pie­ es que el camino para el Para{so es estrechlsimo y en el no cabe nin­ guna clase de vehiculos- algunos tropiezan de vez en cuando; en una palabra, despues de unos cuan­ tos suspiros mas y algunas paradas para recobrar la respiraci6n, poco menos de una docena de personas Hegan alga intranquilas a la gran puerta de oro. <-· San Pedro esta en su oficina. Tring ... . ! ringringring .... ! rrrrrrr rrrrrrrrrrrring ! -Mira quien esta alli, querido,­ dice el guardian de las Haves celestiales al angel portero. . Y el hermoso espfritu abre una ventariilla y saca fuera su cabeza dorada. -(De donde vienen, hijo mio? -De Filipinas, gran San Pedro. -Hum .... hum .... mas y mas reducido es cada vez el numero de per­ sonas que nos Hegan de la Perla de! Oriente estos ultimas veinti­ cinco afios. lCuantos son? * * * �Deja que entren en el vesdbulo. Una vuelta de la enorme llave, un crujido de la cerradura .•.. y na­ da mas. El postillo de la verja gira; San Pedro esta esperando, alga inclina­ do sobre sus enormes libros, lim­ piando sus gafas. -Que pase el primero ! Es una mujer de unos cincuenta y cinco afios que lleva tres enor­ mes devocionarios, unas veinte no­ venas, do;; rosarios y un escapula­ rio de diez puigadas. -lComo te llamas? -Ca .... Ca .... Catalina. San Pedro hojea algunas paginas del libro de oro de la vida. -Catalina. Esta bien. De Manila . l no es verdad? -Si, senor San. Pedro. 258 -No te llamaban el peri6dico am­ bulante? -«'.Por quien lo dice V? -Tu has muerto de repente de un ataque de coraz6n, mientras esta­ bas en la puerta de tu v e c i n a, char)ando con otras tres chismosas, criticando la conducta de todas las personas que viste aquella mis­ ma manana en la iglesia. -Puede ser, senor. -Treinta y cinco anos de purgatorio, con un ansia ardiente de ha­ blar y chismear, pero sin ninguna 1msibilida<l de pronunciar ni una sola sllaba y eso para expiar tus chismografias en las puertas de las vecinas, en el mercado y hasta en la misma iglesia. -Pero .... -Aqui no hay peros que valgan ... . ChsssS!!t .... Chssssst.... vuelvete ... . un poco mas aprisa! *•* -Numero dos! Entra- una senorita de unos diez y nueve. afios. Parece bonita y buena .... pero sin duda no ha he­ cho caso ninguno de las enseiian­ zas del Santo Padre condenando las ultimas modas paganas. Su Angel Custodio se averguenza de verla, se ruboriza y cierra los ojos. San Pedro con voz paternal le llama por su nombre: -Oye Maria, tu volveras a la tie­ rra y alla te quedaras hasta que tu cabello haya crecido ; diras a tu ma­ ma que alargue tus faldas; te com­ praras un par de medias muy tupi. das y recordarfls que caras bonitas no necesitan ni afeites ni pinturas. -Si, _San Pedro. -Y cuando vuelvas aqu!, no aparezcas como venida de la provincia Montanosa. Cuida que estes ves­ tida. No te olvides de decirla a tu mama que ella es responsable ante Dios de la manera de vestir tuya y de todas tus hermanas. Vete a­ hora y alegrate de poder salir tan facilmente de aqui, porque la mayor parte de esas mariposas como tu no tienen la suerte de comenzar de nuevo sus vidas. * * * -Tu .... un poco mas de prisa .... tu nombre. -Franci,;co .... Capitan Francisco de Nueva-Ecija para servir a V. -Capitan Francisco. ya lo veo. Uno de aquellos tantos que nunca se han confesado desde la revolu­ ci6n y se averguenzan de recibir la Santa Comuni6n .... gracias que has tenido una buena madre y un� santa esposa: rogaron por ti y su­ frieron mucho por tu conducta .... tu caso es muy complicado .... terri­ blemen te complicado .... a d e m a s alll veo unos cinco o seis mas de tu calafia esperando. Tendreis to­ dos que esperar hasta que haya­ mos celebrado sesi6n especial para ti y esos otros cobardes. En el en­ tretanto os quedareis de pie en la puerta, alimentandoos unicamente de agua fria. * * * -V. ahora, senora. Es una buena viejecita al estilo antiguo, de la provincia de Batan­ gas. Se acerca despacio, apoyada del ala derecha de SU sonriente an, gel custodio. El gran San Peciro vuelve tres, c-uatro paginas del Ii­ bro de la vida mirando con toda afabilidad a la re-;petable <lama. -Teresa .... ah ! aqui esta escrito .... una buena familia cristiana.... el marido no una persona facil de ma11ejar .... casi siempre murmu­ rando y grufiendo .... diez hijos, e­ ducados toc!os en escuelas cat61icas especialmente en un hogar cat61ico bajo el cuidado amoroso de la ma­ dre .... mucho 6rden en la casa .... caridad y oraciones como en los tiempos de la dominaci6n espafio­ la .... ha trabajado mucho, sufrido con paciencia y, como abuela, ha sido el alma y vida de la familia .... -Ah gran San Pedro ! si me fuera dado empezar de nuevo mi vida, harfa muchlsimo mas y mejor. -j El tercer cielo para ella ! Cerca de la Madre de Dios,al !ado de los martires. * * * -<!Quien mas? .... Llega una solterona vieJa, algo desaliiiada, de apariencia algo po­ bre y como poco alimentada, mas resignada y virtuosa. Su angel pa­ rece muy feliz. -Agueda L. Una vida oscu�a y _solitaria .... rehus6 casarse para po.:· der ayudar y sostener a sus ancia· nos padres .... una vida de pobreza - cristiana .... casi completamente abandonada y hasta despreciada por algunos, pero paciente y per­ donando siempre.... ocupando en la tierra un lugar muy reducido y mucho mas reducido aun en su propia opinion. Dale un trono de 259 los mas brillantes que. hay en el Paraiso, cerca del gran Maestro. * * * -Adelan1e, �por que titubeas? -Sr. Rico, un comerciante. -'-()tro trascordado .... ( que es lo que veo en mi libro? Especul�cio� nes iHci tas, ganancias injustas ... : un coraz6n de piedra para los po­ bres.... jamas ni siquiera medio centimo para la iglesia .... ni un so­ lo pemamiento para los paganos de la Montafiosa, dandose cada dfa unas ocho vueltas por la Lune­ ta de Manila en un flamante Pac­ kard y eso, despues de pretender que no tenia dinero para obras de caridad ... en su casa el mas lujoso mobiliario pero con servidumbre mal retribuida. Tu eres uno de esos que el �efior mismo se reserva para juzgar. j Sal de aqui! j Afue­ ra ! Si te necesitamos ya te llama­ remos. * * * -�Hay alguifo mas? Entra un hombre de unos cin­ cuenta afios .... sus manos son as­ peras, su �·uerpo abnormalmente delgado y ·extenuado ; sus ropas limpias pero zurcidas en v a r i a s partes .... -jDios mfo! jque esqueleto ! <!De que has muerto? -De agotamiento, Sari P e d r o. Tenia una familia numerosa .Y te­ nia que trabajar dia y noche. Era un agricultor y la cosecha no siem­ pre era de lo mejor; V. ya sabe: Ios baguios, la comaHa, las langos­ tas .... las siembras crecen facilmen­ te en Filipinas, pero estan sujetas 260 a muchos enemigos dei;;tructores. -l Y perseveraste co mo buen cris­ tiano? -jAh! lo confieso; algunas veces lo encontraba muy arduo y estaba a punto de desesperarme. P6nga­ se en mi lugar .... pero entonces me acordaba de las palabras del Sal­ vador hablando de las azucenas de\ cam po y de las aves del aire, y, a la vista de mis tres hijos y cin.co hijas que yo querla educar a toda costa en escuelas y colegios cat6li­ cos, trabaje mas que nunca dia y noche y lo he logrado. -Bien hecho, bien hecho hijo mio -,--:.conte�t6 San Pedro. -A n g e l, llevale a San Isidro.... pero una pregunta mas. lDe donde eres? -De Macabebe, Pampanga, San Pedro. -jAh! ahora comprendo. * * * Una promotora de los Cruzados de la Florecita es la ultima en en­ trar; lleva la insignia de la Asocia­ ci6n en su pecho. San Pedro se sonrie al verla, acordandose de su trabajo arduo de ap6stol y mirando en el libro de la vida. lee .... "Srta. Paula, una de las primeras promotoras de los Cruzados para la conversi6n de la Provincia Mon­ �afio;:a .... ochenta miembros .... que pagaron todos fielmente cada afio las limosnas de la semana de ab­ negaci6n: j gran Dios ! r_ Como te las arreglaste para hacer que todos pagaran su contribuci6n anual ?" -Hable a mis miemb1 os sobre las misiones y podia hacer esto porque estaba suscrita al ''THE LITTLE APOSTLE" y al "MISIONERO;" los miembros de mi coro se conmo­ vieron al oirme hablar de los nobles y constantes esfuerzos de los misio­ neros y de las miserias de nue­ stros hermanos paganos y asi se animaron a ayudar a las misiones. -j Bien hecho, Srta. Paula! V. ha sido un ap6stol en la tierra. Vaya a San Pablo que el es el encargado de los ap6stoles de hoy dia j el le dara un trono a lado de los ap6sto­ les del tiempo de Cristo. Angel, acompafiale, la segunda puerta a la derecha! . SAVONAROLA • .... ... .... ACERTIJOS I al aire vuelvo a parar. Pequefiita, pequefiita Ill y negra como el carb6n Todos afirman que soy doy vida al tomar vida la causa de muchos males; y despues la pierdo yo. me acusan de criminal II me tratan de vil e infame, El sol fue quien me di6 vida, maldkenme con frecuencia, y el sol me suele acabar; y lo extrafio es. que, no obstante, hago a la gente asombrar, todos me quieren, me. adoran y aunque del agua nacida, y no me desprecia nadie. (Veanse las soluciones de estos acertijos en la pagina 288)