Carta del Speaker de la Camara de Representantes

Media

Part of Diario de Sesiones del Primer Congreso de Hispanistas de Filipinas

Title
Carta del Speaker de la Camara de Representantes
Language
Spanish
Year
1950
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
PRIMER CONGRESO DE HISPANISTAS DE FILIPINAS 23 de sus edificios públicos, ni de 1?. potencia y estabilidad de sus arsenales y baluartes militares; sino principal­ mente del número de sus ciudadanos dotados de cul­ tura, de ilustración, de conciencia cívica, de carácter y de virtud. Vosotros, los hispanistas, sois los nobles apóstoles de un nuevo idealismo; los nuevos Quijotes que vuelven a enristrar sus lanzas de hidalgos, no para luchar contra vanos inútiles molinos de viento, sino para afrontar la realidad, para sentir las palpitaciones y latidos del alma y del corazón de la Patria, para compenetraros de sus angustias y pesares, y, finalmente, para com­ partir con la Patria idolatrada los ensueños y las espe­ ranzas de un porvenir de progreso, de paz, de gloria y de felicidad. Señores congresistas, estoy con vosotros . hoy, porque, como vosotros, quiero, pienso y trabajo para que la cultura hispana no desaparezca de Filipinas y para que el idioma castellano continúe siendo hoy, como ayer y como mañana, uno de los idiomas oficiales del pueblo y del gobierno de Filipinas. Hubo un tiempo en que el español parecía atra­ vesar su más terrible crisis en nuestro país. Hasta se llegó a temer que, tal vez, desapareciera de Filipinas, reemplazado por el inglés y por el tagalo. Para fortuna nuestra, durante estos últimos años, so ha observado una verdadera reacción, un súbito despertar, un rena­ cimiento fuerte y vigoroso del idioma hispano. No sólo en la prensa, en la tribuna y en los centros y estra­ dos de enseñanza se alzó la voz de alerta para la con­ servación del castellano. El vigoroso clcajc alcanzó hasta el mismo Congreso legislativo hasta entonces reacio o indiferente. Fué cuando se presentó y se aprobó el proyecto de ley del Senador Vicente Sotto. Yo, entonces, era todavía miembro del Senado, y, como senador, voté y trabajé para que el proyecto de Sotto se convirtiera en ley, porque tenía, como sigo teniendo, la firme convicción de que los filipinos necesitamos de este lenguaje para conservar los vestigios de nuestra antigua y gloriosa tradición y como medio para pro­ mover la paz entre muchos pueblos de la tierra. Vosotros, como verdaderos hombres de culture., tenéis en vuestras manos la clave de la solución de muchos problemas nacionales. Es vuestro privilegio y vuestro orgullo, como lo son también míos, trabajar por nuestra Patria. La República Filipina confronta hoy muchísi­ mos problemas de primordial importancia, y uno de ellos es el palpitante problema económico. En estos inomentos críticos, debemos mejorar y estabilizar la economía de Filipinas. Necesitamos reorganizar nues­ tras finanzas. Debemos aumentar la producción in­ terna y, al propio tiempo, poner frenos y cortapisas al desequilibrio del comercio exterior e internacicnal, al agiotaje y al estraperto, así como a las manipula­ ciones monetarias y comerciales que puedan mermar, desnivelar y hasta destruir nuestra estabilidad finan­ ciera. El Gobierno está adoptando todas las medidas y precauciones necesarias para evitar una crisis en todos los sentidos. Pero es necesaria la cooperación sincera y entusiasta del pueblo, para que, cuando so pongan en práctica las nuevas medidas legislativas y adminis­ trativas, podamos ofrecer pruebas de un máximo grado de eficiencia. En lo que respecta a nuestras relaciones con España, podemos asegurar que la República Filipina ha sido una de las naciones que gustosamente concertó con ella un tratado de amistad. Como senador, fui yo uno de los que votaron y trabajaron para que esc Tratado fuera ratificado por el Senado. La norme de nuestra actitud hacia España, es sólo ver en ella a la vieja madre, que, en este período crítico de la historia, al ver a su hija Filipinas hecha una nación libre c inde­ pendiente, vuelvo hacia ella los ojos impregnados de dulce añoranza y el corazón estremecido por la nos­ talgia y el recuerdo perdurable. La histeria del Hispanismo está directamente ligada con la historia de Filipinas. No se puede es­ cribir nuestra historia sin incluir en ella capítulos vi­ brantes de la historia del lenguaje castellano y de la cultura española en Filipinas. El lenguaje es el barómetro del pensamiento y del carácter de un pueblo. Según el gran escritor inglés Colcridgc "el lenguaje es el arsenal de la inteligencia humana, y, al mismo tiempo, contiene los trofeos de su pasado y las armas dé sus futuras conquistas.” Lo mejor del tesoro histórico de Filipinas está escrito en castellano. Los fundadores de la Nación filipina, desde los gloriosos días de los mártires de la Patria, los Padres Burgos, Gómez y Zamora, hasta la hora de la emancipación completa y definitiva, em­ plearon el castellano en sus trabajos de propaganda patriótica. Con justa razón puede decirse que el cas­ tellano fué y es aún el idioma del Nacionalismo filipino. ¡Adelante, Caballeros del Hispanismo! Desde las vetustas y derruidas torres de las iglesias y colegios antiguos, cuatrocientos años de cultura his­ pana qs contemplan. ¡Adelante, cruzados de una gloriosa cultura, defen­ sores de un ideal sagrado, apóstoles de la tradición y sabiduría de una Raza! Proseguid vuestra noble labor y sed dignos de la confianza y de las esperanzas que una Patria libre y fuerte ha puesto en vuestras manos aptas y capaces y en vuestros espíritus que han reco­ gido la esencia de una santa y sublime filipinidad. ¡Dios y la Patiia estarán con vosotros en los actos y deliberaciones de este ilustre Congreso! Muchas gracias. CARTA DEL SPEAKER DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES El Presidente de Turno. El Secretario del Congreso se servirá leer la carta que se ha recibido del Presidente (Speaker) de la Cámara de Represen­ tantes, dirigida al que tiene la honra de presidir esta sesión. El Secretario: "Manila, 10 de octubre de 1950. “Hon. Manuel C. Briones, “Presidente de Turno en la Segunda Sesión "del Primer Congreso de Hispanistas de “ Filipinas, "Universidad del Centro Escolar, " Manila, 24 DIARIO DE SESIONES “Muy señor mío y amigo: “Deberes oficiales ineludibles, cuyo desempeño coinciden desgraciadamente con la hora fijada para la celebración de la Segunda Sesión del Primer Con­ greso de Hispanistas de Filipinas, a la que he sido in­ vitado para estar en ella como huésped de honor, hacen imposible mi presencia en esc recinto. “Esto no obstante, quiero que conste que espiritualmcntc estaré con todos los Congresistas, a quienes saludo y deseo felicitar por los patrióticos y culturales fines que los han reunido, deseándoles al mismo tiempo rotundo logro en sus planes y deliberaciones. “Se reitera de V. muy atto. s. s. “Eugenio Pérez— "Speaker de la Cámara de lieprcacnlaHlcs". REMISIÓN DE PROYECTOS DE RESOLUCIÓN AL COMITÉ DE RESOLUCIONES El Presidente de Turno. La Mesa ordena la remisión de todos los proyectos de resolución que obran en la secretaría de este Congreso al Comité de Resoluciones, con el ruego de que éste los estudie y los devuelve con la recomendación correspondiente, para su consideración en la sesión de mañana. LEVANTAMIENTO DE LA SESIÓN El Presidente de Turno. Habiéndose cumplido con el programa correspondiente a este día, y no habiendo ya asuntos de qué tratar, se levanta la sesión hasta mañana, a las cuatro y media de la tarde. Eran las 7:00 p.m.