La Congregacion de la propagacion de la Fe

Media

Part of El Misionero

Title
La Congregacion de la propagacion de la Fe
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
312 La Congregación de la Propaga* ción de la Fe Introducción. La misión de propagar la santa Fe por todas las naciones hasta el fin del mundo fué confiada por Cristo a Su Vi­ cario en la tierra: el Sumo Pontí­ fice. La misión de Un Obispo está circuns rita por los límites de su diócesis y la de un cura por los confines de su parroquia. El Juez eterno juzgará a cada uno de ellos según los esfuerzos des­ plegados en el cumplimiento dé sus deberes dentro de su jurisdic­ ción. Sólo el Sumo Pontífice está encargado de todos los fieles y solo El tiene el deber de vigilar todo el rebaño del Señor: el mun­ do entero. Antes de existir la Congrega­ ción de la Propagación de la Fe. Durante siglos, eran más bien iniciativas privadas las que se em­ peñaban en convertir y cristiani­ zar los paganos; circunstancias históricas que ya no existen ahora y Ja falta ó dificultad de comuni­ caciones entre las naciones lo ex­ plican. Asi, por ejemplo, San Bonifacio había sido misionero en Frisiapor orden de sus superiores locales; más tarde fué a Roma pa­ ra pedir al Sumo Pontífice una misión oficial para trabajar como misionero entre los Alemanes (719). El Apóstol de la Frisja, San Wilibrordo, había trabajado muchos años entre los paganos de este país, antes de comunicarlo a la autoridad suprema de la Iglesia (695). San Amando (en el prin­ cipio del siglo VII) con la aproba­ ción del Santo Padre fué Obispo de la parte Este de Bélgica, pero tres años después, inspirado por su celo, salió de su diócesis para hacerse misionero en la parte Oeste del pais. Asi es que en es­ tos tiempos parece haber faltado un plan determinado de acción misional, como también cierta co­ ordinación y un fin determinado. Aún en los tiempos de los gran­ des descubrimientos y hasta el siglo XVI, erán individuos, go­ biernos y Ordenes religiosas los que por su propia iniciativa se de­ dicaban a obras misionales entre los, paganos. San Francisco Ja­ vier fué al Oriente a la petición del Rey de Portugal y obedecien­ do a la autoridad de su superior religioso: San Ignacio. ' Roma no le asignó ningún territorio deter­ minado, ni una misión limitada en algún pais. Inconveniencias de este S’stema. La falta de cierto plan determi­ nado sin duda no ha sido sin de­ trimento de las misiones, y más aún cuando más se habían exten­ dido y multiplicado. Algunos RESIDENCIA DE “EL MISIONERO” 313 países fueron enteramente priva­ dos de misioneros, mientras que en otros abundaban los sacerdo­ tes. Naturalmente surgieron ma­ las inteligencias entre las varias misiones como también entre las Ordenes religiosas puestas al cui­ dado de las mismas. Donde fal­ taban iniciativas fuertes, allí las obras misionales se convertieron en obras de rutina y el progreso fué retardado. La expansión ac­ tual de las -misiones modernas exigió pues alguna dirección co­ mún para crear más unidad de acción y de espíritu. Fundación de la Congregación de la Propagación. El tercer General de la Socie­ dad de Jesús, San Francisco de Borja, y el embajador Portugués en Roma suplicaron al Sumo Pon­ tífice crease dos comisiones, una para trabajar en la conversión de los infieles, y otra para procurar la unión de las Iglesias disidentes del Oriente. Gregorio XIII (15721585) creó la “Congregación para los Orientales” y Clemente VIII (1592-1605) trató de establecer otra para ocuparse de las Misio­ nes, pero no la llevó a cabo. En 1613, Tomas de Jesús, Carmelita Belga, publicó un libro: “De procuranda salute omnium gentium” y en uno de los capítulos expuso la idea de la creación de “Una Congregación para la Propaga­ ción de la Fe”. Otro Carmelita, Domingo de Jesús y María, futuro General de su Orden, y un Capu­ chino Jierónymo de Narni movie­ ron esta idea de manera tal que las altas autoridades de la Iglesia tomaron interés en la proposi­ ción. En 1621 Gregorio XV decidió la creación de esta Congregación y el 14 de Enero 1622 la Propaga­ ción de la Fe celebró su primera sesión. Por abreviación dicha Congregación se llamó y se llama: La Propagación ó la Propaganda. Al dia siguiente después de su primera ses:ón, el Secretario de la misma dirigió una carta a todos los Nun­ cios Apostólicos del mundo, pi­ diéndoles informes sobre la obra misional hecha y a hacer en favor de los paganos en sus respectivos territorios. En 1622, el 2 de Ju­ nio, el Santo Padre publicó su “bula” creando definitivamente la nueva Congregación. Tres Siglos de Propagación. Al principio, la Propagación se componía de trece Cardenales, al­ gunos Prelados, varios Religiosos y un Secretario. Se reunían una vez al mes bajo la presidencia del Santo Padre, y dos veces al mes en la casa del más anciano de los Cardenales. Trataban de todo lo concerniente a la propagación de la Fe por el mundo entero, vi­ gilando el trabajo hecho en las Misiones y nombrando y trasla­ dando a los misioneros. Los gas­ tos fueron sufragados por el Su­ mo Pontífice y las limosnas reco­ gidas entre los fieles. ROBERTS 31, INT. 78, PASAY 314 La Labor formada por la PRO­ PAGACIÓN durante los tres úl­ timos siglos ha sido maravillosa. Conocemos las Misiones solamen­ te por lo que leemos en las revis­ tas misionales y algunos periódi­ cos católicos, y poco sabemos de de las dificultades y obstáculos con que ha tropezado la Propaga­ ción. Francis Ingoli, el primer Secretario de esta Congregación (1622-1649) enumeró algunos: la ingerencia de los gobiernos Espa­ ñoles y Portugueses que preten­ dían dirigir las Misiones como si hubiesen sido en cierto modo el Papa mismo; las disensiones y ri­ validades entre algunas Ordenes Religicfcas y entre sacerdotes seg­ lares, etc. La Tarea Principal de la Pro­ pagación siempre ha sido la de sugerir, imponer METODOS y normáis de evangelización y hasta ahora vemos como todavía insiste en los mismos principios: “El Mi­ sionero Católico tiene una misión católica y no nacional; la evange­ lización debe adaptarse al carác­ ter del pueblo y no se debe impo­ ner la .civilización europea; los Misioneros no intervendrán en cuestiones políticas del país; su objeto final siempre debe ser: el establecimiento de la Iglesia de manera que pueda subsistir y con­ tinuar por los nativos del pais.” La Colección de los documen­ tos más importantes publicados por la Propagación durante estos tres últimos siglos, “Collectanea de Propaganda Fide” ahora forma dos tomos grandes con una serie de 2300 números. Hasta hace poco, la JURISDIC­ CIÓN DE LA PROPAGACIÓN comprendía varios territorios que poco a poco han cesado de ser Misiones. En 1908, el Papa Pío X quitó de la Propagación los paí­ ses siguientes: Inglaterra, Escocia, Irlanda, Holanda, Luxemburgo, Cánada, Los Estados Unidos de America y Terranova. Desde 1916, las Misiones del rito Orien­ tal, sustraídas de la Propagación, están bajo la jurisdicción de una Congregación autónoma que se llama “de las Iglesias Orientales.” Financieramente la Propaga­ ción ha sufrido grandes pérdidas durante las guerras de la Revolu­ ción, y en 1870 gran parte de sus fondos fueron iconfiscados. Aho­ ra sus ingresos que provienen de fundaciones son pocos, pero cada año las limosnas para su sosteni­ miento aumentan en casi todos los países católicos. La Propagación de la Fe boy Dia. 1-SU COMPETENCIA. La Pro­ pagación nombra a los Vicarios y Prefectos Apostólicos de las Mi­ siones y vigila la labor de los Mi­ sioneros. Bajo su jurisdicción exclusiva están: los seminarios para futuros misioneros; las socie­ dades de sacerdotes seglares des­ tinados a las Misiones (e. g. de las ACORDÁOS DE LAS MISIONES EN VUESTROS OFFRECIMIENTOS DIARIOS 315 Misiones Extranjeras de París, de las Misiones Africanas de Lyon, de los Padres Blancos ó del Car­ denal Lavigerie, de los Josefinos ó Padres de Mill-Hill, etc.), algu­ nas congregaciones de religiosos misioneros (e. g. de los Padres del Inmaculado Corazón de María, ó de Scheut etc.) y de Religiosas misioneras (e. g. de las Francisca­ nas de María, de las Canonesas de San Agustín, etc.) y las activida­ des de las obras para propaganda misionera (Propagación de la Fe, Unió Cleri, etc.) 2—TERRITORIO; bajo la ju­ risdicción de la Propagación es­ tán: a—todos los países en donde la Jerarquía eclésiástica no ha si­ do establecida: allí en vez de Obis­ pos, hay Vicarios y Prefectos Apostólicos; són casi todos los países aun paganos y aun algunos países cristianos, pero no-católi­ cos, como: Noruega, Suecia, Di­ namarca, Islandia, Finlandia, Schleswig-Holstein y los Estados Balcánicos, b—ciertas regiones en donde exis­ te la Jerarquía de la Iglesia pero su organización eclesiástica aún está en sus principios (e. g. India, Ceylon, Japón, Australia). En pocas palabras: la Propagación de la Fe tiene bajo su jurisdicción: en Europa: los países Escandina­ vos y los Balcanes; en America: las partes en donde viven sola­ mente los aborígenes del país; casi toda Africa, Asia y Oceania. 3—ORGANIZACIÓN: En 1926, la Congregación de la Pro­ pagación de la Fe se componía de veintidós Cardenales bajo un Pre­ fecto quien desde 1918 es el Car­ denal Van Rossum. A su lado están algunos especialistas conse­ jeros y varios empleados de dife­ rentes grados. 4—PROCEDIMIENTOS. To­ dos los asuntos que se mandan a la Congregación, primeramente ván al Prefecto para ser examina­ dos: todos los di as el Secretario se entrevista con él. Cada semana el Prefecto, el Secretario y algúnos de los más altos empleados se re­ unen para decidir sobre las cues­ tiones corrientes. Las más im­ portantes se remiten a la asemblea de los Cardenales de la Congrega­ ción. Dos veces al mes el Carde­ nal Prefecto presenta su reporte al Santo Padre quien a su vez, en dos otros dias de cada mes, conce­ de una audiencia al Secretario que entonces le somete las deci­ siones a firmar. AYUDAD A LOS POBRES IGORROTES