Confianzudos

Media

Part of Excelsior

Title
Confianzudos
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
CONFIANZUDOS :C.~cir de ellos que son una plaga, es poco todavla. No hay calamidad comparable a la que nos cae con un amigo confianzudo. Por .lo general, los que somos, asf, de poco más o menos, estamos casi libres de esta clase de sujetos. Y digo casi, porque no puede a&!gurarse en absoluto que de vez en cuando no nos~ coja alguno por su cuenta. Pero los más castigados son los que por su posición oficial pueden hacer favores. Para esos no hay más que gente que procure tratarles con la mayor intimidad. Viste tanto· eso de decir "¡Oh! ¿Con don Fulano? Lo que yo quiera ... Precisamente somos uña y carne ... " Y se quedan cortos los que tal aseguran, porqc.e, no uña y carne, sino entre uña y carne se colocan, haciendo de padrastros. Desgraciado de aquel sobre quien ponga los pµntos un confianzudo. Confianza tendrá, y tres más. Los confianzudos se dan a conocer desde el primer momento, por el aire de franqueza con que lo dicen y hacen todo. Desde el punto y hora en que os designan como sus víctimas propiciatorias, preparaos a ser graciosos, talentudos, ocurrentes, oportunos y a recibir cariños~ simos pelizcos ·en los brazos, estinjones en los hombros, palmadas en las espaldas y hasta cachetes en los carrillos y puñetacitos en la barriga. El que consiente estas afectuosas demostraciones es hombre perdido. Ya no hay tranquilidad posible para él. Detrás de esto viene el tuteo o, por lo menos, las tentativas, y en seguida ofrecimientos cie favores que no se les piden, para estar a la recíproca cuando haya que pedir algo gordo. Para los confianzudos no hay en la vida puer, tas cerradas, horas de comer ni de dormir, ocui>aciones ni secretos. Por todo pasan y todo lo atropellan: con decir: "Eso no va conmigo, yo soy de la casa," creen que han cumplido. Llegan a vuestro domicilio, os pescan en cal- · zoncillos, o en el baño, o en otra parte donde no quereis que os molesten; pero es imposible contenerles. Entran gritando: "Soy yo; conmigo- no hay cumplimientos que valgan¡ o hay confianza o no la hay." De seguro que las más de las veces os entrarán ganas de contestar: 11¡ Pues no la hay ni la quiero, ni me hace falta"; pero la consideración os sella los labios y, encima de estar violentos, teneis todav:a que darles las gracias. Y os acompañan a la calle y os echan la mano por encima del hombro, pi.ra que la gente vea que gozan de gran predicamento y pueden permitirse toda suerte de libertades. ' Hasta que l~ga el momento. que pudiera llamarse suPJ·emo. Que n el de solicitar_ algo, valiéndose de la influencia de los amigos con quienes por todos estos medios se ha llegado a tener confianza. 1 Y que no se saque raja de ellos, que ya les ha caído la lotería a los pacientes! Porque entonces se volverán las tornas y andarán por ahí echando constantemente en cara lo que han hecho. -Mire V.-me decía uno de estos confianzudos el otro dfa--que no recomendarme ese hombre, cuando yo le trataba como si ft:era mi hermano, que le' he dado la ma.t• de cigarrillos y le he pagado el tranvía lo menos seis veces, que cuando he tenido un apuro. he acudido a él con prefeñmcia a otros, dándole asi una :pruiaba de mi amistad, salir ahora con que no me ayuda. . . Eso para que crea V. en loS amigos ... ¡Vivir para ver! A lo cual no se me ocurrió contestar otra cosa que ... -Eso digo yo: ¡vivir para ver! M. ERREA. ¡- J. A. NAVARRO --1 1, f'ara- FOTOGRAFO 1 BANQUETES, BAILES BAUTIZOS Y PARTYS 1 INFANTILES Llame al 1 TELEFONO 5-64-67 1 ¡ A. lllabini 616 Ermita I +---------