Bocadillos deportivos

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Part of Excelsior

Title
Bocadillos deportivos
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
BOCADILLOS Reincidimos, por nuestra antigua afición que se reanima ante la perspectiva de un partido--el decisivo de la copa Elizalde, disputada por tres años consecutivo~ntre el equ '.po del "Nomads" y del Casino. Cuando llegamos al campo del Club inglés.en la calle de San Marcelino, ha comenzado el pa1·tido. Por el "Nomads" juegan: Morrison, guardameta; Redfern y Hickey, zagueros; Lees, Yule y Reedjik, medios; y Spence, Dunn, Mendez, Cleland (capitán) y Moreno, delanteros. Por el Casino: De la Riva, guardameta; Nieto y Mendezona, zagueros; Gutierrez, San Juan y Pujalte. medios; y Fanlo, Ugarte Miranda, Uriarte -y Morro delanteros. Arbitra D. Calvo. Del partido que presenciamos podriam:>s· decir lo mismo, con ligeras variaciones, de lo que dijimos_. d'el partido "Chinan-Internacional" en el pasado número de esta revista. En términos generales, juego incoloro tranquilo y mesurado, con destellos de entu&ia~mo y de codicia en los jugadores del Casino, <lurant~ el. segundo tiempo particularmente. Ligero dominio de los "N omads'' en la mitad del primer tiempo, que marcan su primero y único tanto, después de unos cuantos pases, los precisos y suficientes para rebasar los defensas del ¡;Casino", lle~a1· al mareo y rematar de cerca. Se vuelven las tornas. La presión y el dominio e!> ahora de los del "Casino", quienes, tras de rebotar el esférico ineie1·ta y ei'rátieamente. 11instrumentan" una serie de pases largos J-ecbos a gran tren y registran el tanto del empate, seguido, cuando ya finalizaba el primer tiempo, por otro que deja e) tanteador aun más a su favor. Segundo tiempo. Juego parecido al del pl'imero, aunque un poco más movido, porque los del "Casino" ponen mayor entusiasmo y brio en el ataque de ~u linea de delanteros, que servida eficazmente por la linea de medios y sost&nida firmemente por los zagueros, en esnedal por Manolo Nietó, que se multiplica, colo-cadísimo, vuelve a perforar el marco británico. declal'ando sin embargo el arbitro nulo el tanto por "offside" que no comprendemos claramente. Menudean los "offisides" y las manos, las famosas "manos· que se sentían pies" de que hablamos en nuestra crónica anterior. Tl'~S "e~eapa~ das,, peligrosísimas de los "Nomadas", que po·nen en inminente riec;go la portería del "Casino", DEPORTIVOS defendida bizarramente por De la Riva, que para, con una violenta y oportuna "estirada", un "shoot" rasante. Vuelven a menudear los "offside,, y las manos en el campo del "Nomads", y como consecuencia de éstas, tres "penalties" contra los ingleses·, el primero tirado flojamente a las rodillas del guardameta, el segundo, a las nubes, ignoramos s·i de intento, y el tercero, colocado en las manos de-1 portero, que a duras penas- repelió el balón a muy corta distancia. Continua el dominio de los del Casino; el juego se anima un poco más; el delantero derecho español creyéndose en un laberinto, estandQ casi solo y muy próximo a la portería británica, hace una serie cas-i inacabable de regates completamente inútiles, en su firme deseo de marcar ''personalm·ente" un tanto y haee que su equipo pierda dos o tres magníficas ocasiones de apuntarse uno más: hasta que por fin y gracias a un precioso centro del extremo derecha del "Casino", rematado soberbiamente con la cabeza por su centro delantero, queda el tanteador con tres "goals" a favor de dicho equipo y uno a favor del "Nomads." Poco después, Ja "pitada" final. Nuestra opinión: en el equipo del "Casino" mayor cohesión y rapidez, por lo que su triunfo se 11mascó" desde un principio; en el equipo del 11Nomads" el compá,a y la afición solamente. Total : eme s.¡ded game, o lo que es lo mismo, dicho en buen romance, un eqU:ipo victorioso sin contrincante virtualmente. En cuanto al juego: amfatoso, casi "familiar", con momentos-.de--brue· quedad correcta y válida. Figul'as del partido: Manolo Niéto, el "enorme" de antes-, que aun conserva espJéndidamen· te sus facultades; San Juan, que jugó con precisión y cabeza, y. Miranda que hizo otra ufae· na" igual. Y Morrison, guardamenta del "Nomads" hace ya más de un lustro y medio, o sea cuando el futbol estaba en su edad de oro en Filipinas. Y nada más. Abandonamos el campo con el público que, CO· mo nosotros·, se retira tranquilo, satisfecho, comentando cordialmente las incidencias del partido. De pronto, llegan a nuestros oídos unos aplausos y unos vitores: el capitán del "Casino" recibe la codiciada copa. Y la supremacía. disputada hace tre& años, ha quedado establecida. Hasta ahora. KICKER