El Misionero

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Title
El Misionero
Description
Revista dedicada Santa Teresita para propagacion de la fe en la provincia montañosa. (Magazine dedicated to Saint Therese for the propagation of the faith in the mountainous province.)
Issue Date
Año I (Issue No. 11) Abril 1927
Publisher
Catholic School Press.
Year
1927
Language
Spanish
Subject
Catholic schools--Periodicals.
Christian saints--France--Periodicals.
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Place of publication
Baguio
extracted text
AÑO 1, No. H 4ERIL l927 REVISTA- DEOICAOAt-A-SANTA-TERESlTA- PARA-LA- PR.OPAGACION DE LA- FE EN L~ PROVI NCI~ MONTANOS.lt Catholíc Scb.ool Press, Baguio, Prov. Montañosa, l. F. €1 mision~ro (Jrgano de los Misio1teros del SaE:rado c:.ira¿ón a·c -11aria (PP. de Sduut) e11 la provi11cia ,ffonitlliosa, Islas hºHpi11as Eclitor - Rno. OCTAVIO V.ANDEW.ALLE, P. O Box 1393, Manila. A-Lninistrador - Roo. P. VICTOR FANIEL, P.O. Box 1393, Manila. Pu: 11 icistas - C . .\.THOLIC ScHoOL PRESS, Baguio, Prov. Montañosa. .3uscripción Anuai ~ P 1.00 Filipinas $ 1.0'.> E. u~1idos y otros Países Extranjeros Sírvanse notificar inmediatamente a ''EL MISIONERO" cualquier cambio de dirección. Todos los cheques, giros postales y correspondencias se enviarán a: "EL MISIONERO" P. O. Box 1393, Manila ISLAS FILIPINAS Pequeño Catecismo ele la DOCTkINA CRISTIANA fl' J .40 por 50 ejemplares fl'2.50 el cien to con el gasto del correo· Mandese el impófte con el pedido a CA THOLIC SCHOOL PRESS PACK ROAD, BAGUIO Año 1, No. 111 Abril 1927 M1ttnnn1ttnn..-nn 1 1·.. E 1 misionero Revi15ta dedicada a Santa T eresita para la Propagación de la fe en la Provincia Montañosa • ~~-~.~-~-~-~--~-~~~=~~ La mujer más hermosa m BUELITO acaba de dar una carta a Juan su fiel servidor para llevarla a correos: -Y s0bre todo no te ol vicies de mandar certificar la carta. El muchacho sale del cuarto, y a.buelito, tomando EL MISIONERO" trata de interesarse en una carta escrita por el Hno,Eduar do i:elata11do la urgente suplica de la gente de Naneng, Lubuagan. para co;:tc:ar un catequista porque tambien ellos quieren hacerse cristianos como sus demás hermanos Filipin'.ls, pero no tienen a nadie quien ' les parta del pan de la vida," que le.; enseñe a conversar con el Todopoderoso. La revista cae de rns m a n o s temblorosas. En vez de seguir con la imaginación a Tos misioneros en sus carninatas mil y mil, acompaña a Juan que va camino al correo ., .. el clerk certifica la carta.... la mete con sumo cuidado en un saco especial.. .. el bulto sale de Manila aquella misma noche .... ~e dirige al norte .... de~pué;: al este .... y al cabo de una semana cae en las manos del Rdo. P. Rillie~ misi-Onero de Lubuagan. Los ojos del sacerdote a pe n a s pueden creer el conten~<l~ de la carta: 1"500 p!lra<un rat-ekquista en Naneng· .... segun la pfltición dt:!I Hno. Eduardo. Y abuelito corre en espíritu hacia Naneng .... allí ve eR una escuela a dncuenta ni·ños escasa-roen.te vestidos ... les escucha .l'eaitar sus primeras oraciones ..• contempla a la Majestad Drv.ina inclinandose hacia la tierra recibiendo;•las ino cent~ suplicas ..•. oye1 las or.aciónes para eI bienhechor .... los niños hacen su Primera Comtmión y el St:ñor de cie!os y tier.ra desde los pequ~ños corazones rebosantes ·de amor, ""e·son-ríe a abuefüo \Y abuelitt1 se sonrío con la som•i<?a del "euge serve bone"-del alma invitada por ei Infinito a tomar posesión del reino que el Padre Eterno há preparado por toda la eternidad para elfa .... el alma de abuelito. - Oh si solamente pl:l'diera mandar todo~ los 'años la misma suma 322 a N aneng !. ... para escuela católica .... la puerta del Cielo para cincuenta niños .... y la mía tambien ¡Ah si wlamente me ayudara mi hijo! .... está haciendo tanto dinero .... aquí nos hace vivir en esta casa con todo el esplendor y toda la comidad de un palaci J romano de los tiempos antiguos ... pero no ..... mi pobre hijo no tiene el valor de rehusar nada a su esposa .... Ayer mismo pagó unos mil pesos por su último vestido que ahora mismo lleva ella puesto en el carnaval. ... bailando .... en compañia de su marido, a la vista de Lu 1 ú su hija .... una niña de solamente diez años •... *•* -Abuelito ¡espléndida! ¡magnífica! .... que contenta e;:;toy .... contentísima!-Y la niña baila de gozo batiendo sus manecitas. ¿Que hay nena? ¿Que es lo que pasa? -¡Qué fiesta tan bonita .... ¡cuantas miles y miles de luces eléctricas! -¿Y había mucha {:;en te? -¡Oh sí abuelito! muchísima gente .... pero de todas las señoras mamá era la más guapa .... se llevó el primer premio. ¡Qué rico .... qué rico! ¡ Mi mamá la más hermosa de todas las mujeres!., .. *** A la mañana siguiente abuelito muy pensativo estaba sentado a la mesa. Su hijo con su esposa y Lulú no habían bajado todavía .... Por fin llegó Lulú, su cabello enmarañado, sin calcetines pero !indísima en su bata japonesa. Papá y mamá llegaron un rato después, ambos algo pá:idc.s y evidentemente rend:dos aun por la larga vigilia de aquella noche gloriosa. -Ah sí, abuelito, había que verla! .... mamá era la más hermosa de todas ... MI mamaita-parló la pequeñita, limpiándose la b o q u ita después de un sorbo de chocolate y saltó de alegría batiendo otra vez las manos .... la niña estaba contentísima .. .. Los pintados labios de la madre se sonrieron dejando entrever dos 'hileras de diente.a como perlas. Se rió .... estaba satisfecha .... satisfcchísima .... en el tercer cielo de la gloria mundanal.. .. y < stampó un sonoro beso en la mejilla de la inocente criatura. -¿Sabéis quien era ini mayor admirado?-preguntó la señora- Aquí está .... mi lindo pajecito d~ ayer noche .... mi carísima Lulú .... Dime amor mío ¿quien te dijo que era yo la más hermosa de todas las mujert>s? A ver ¿quién te lo dijo? -Todo el mundo lo decía mamai ta.: .. todos. pero todos querían verte y casi se peleaban por contemplar siquiera una vez a la reina más hechicera del baile. Por donde pasabas, había un sursurro de admiración: 'mirad·decíar:- aquí está la mujer más bonita del mundo.' De nuevo la madre besó a la pequeña Lulú diez, veinto veces .... sin terminar. -Gracias Lulú por tanto entusiasmo. Graba profundamente en tu cornzón la gloriosa fiesta de anoche .... recuerda siempL· a t il ca· ísim;i mamá, Ja reina de ayer noche. admirada por todo el mundo .... Más tarde. cuando seas madre y abuelita, dirás a tus hijos y a tus nietos. qu(~ en el horizonte de los tiempos pasados ves siempre a tu p,opia madre, y que era la mujer, la más admirad il. la más bonita, en un baile del carnaval. Abuelito. silencioso hasta entonces, no pudo aguantar mas e;;ta e~cena y con rostro severo dijo a rn hijo que se retirase a su cuarto para vestirse. -Basta ya de estas fiestas y concursos de belleza. Es hora ya de que Lulú vaya al colegio. Llévala o si no llegará tarde. * * * Lulú y su papá han salido. Abuelito está solo con su n u e r a. Volviéndose hacia ella, la dice con voz seria e imponente recalcando cada sílaba de su:-: palabras: -Cuando yo tenía la edad de Lu1 ú tambien he tenido la satisfacción y el orgullo de poder d e c i r cierta tarde: ¡mi madre es la más l~ermosa de todas las mujeres! Estas últimas palabras hicieron que la "mujer más hermosa de tm baile" tomase un interés evidentí:oimo en la declaración de abuelito. Se inclinó hacia adelante, cruzando sus desnudo" brazos recargados de braz;1 letes: -¿Verdad?.... La bisabuelita de Lulú era tan atractiva? Yo no sa· 323 bía eso. Creí que era solo una dama agradable. simpática, distinguida. -Una tarde la \'i realmente hermosí-ima .... sí, tan hermosa que su imagen nunca se ha borrado de mi mente. Hace cuarenta años que mi madre murió. Cada vez que durante mi vida me he acordado de ella, la he visto siempre tal como estaba aquella tarde, mús bon ita, más hermosa, más encantadora que una reina .... -¡ Fn un baile, abuelito? Pero su mamá no iba a los bailes sino muy raras veces. -Y sobre todo nunca llevó consigo a su hijo cuando tenía sus diez años solamente .... no desarrolló en el corazón de su hijo el amor al mundo y su vanidades. Prefería aco:otumbrarle desde su más tierna edad a conocer, amar y servir a los pobres .... y a Dios en Jos pobres .... Aquella tarde cuando ví a mi madre tan hermo;;a, no era en un baile, era en una pobre casucha donde no había nada que comer .... era en una mísera cabaña al lado de un hombre moribundo .... entre una madre desesperada y unos hijos llorando por el hambre que les de voraba las entrañas .... allí mi mamá me parecía más bien "una Providencia visible," un ángel de Dios cuya sonrisa celestial ahuyentó los tormentos de toda una fami~ lia, que una criatura de esta tierra: dibujó una sonrisa en la cara del agonizante, alivié el corazón triturado de una madre .... y trocó las lágrimas de una miseria negra en 324 nítidas perlas de gratitud y alegría .... La mujer más hermosa "del baile" saccudió i.mperceptiblemen te sus desnuda.;; espaJdas. - Y piensa V que en nuestro siglo tiene una tiempo de visitar a los pobr.esP .... Abuelito pro.9iguió y su voz paternal se hizo cada vez más alta. más solemne, más sublime, más d viná .... -¡Ah sí. que e a hermosa! .... que. estaba gloriosa! .... en la tenue oscuridad de aqueUa casucha st:s largos cabellos., tal como una aureola luminosa rodeaban.su cara angelical. Sus ojos brillaban con la llama de una luz cele;,tial. En sus manos. llenas de donativos, que tenían el don de calmar la fiebre ardiente, de cubl!ir una desnudez vergonzosa y de .apagaE un hambre devoradora me parecía ver multiplicarse los mila.gros-de Cristo .•.. a mí parecía más poderosa más deseada, más admirada, más amada que todas las reinas de este mundo, cuando a sus pies yadan un moribundo sonriente de esperanza, arrodillada una madre consolada, y jugando unas cuantas inocentes criaturas ahora felices. rivalizando todos con un santo fervor para cojer sus manos e imprimir en ellas el beso de lfa gratitud .... Ve allí la visión incomparable que he guardado de MI madre de:-sde hace cuarenta años. Quien podrá guardar un recuerdo de su madre más inspirador, más sagrado, má~; celes.ti al? Tu hija sí, se acordará de tí rná;; ta de y vera tu belleza y tus gracias coronadas .... en un baile .... el recuerdo. tuyo !>iempre estará asociado con el mundo y sus falsas diversiones .... Ese recuerdo no tendrá nunca ninguna influencia sobre la vida moral de tu hija .... jamás la inspirará con algún noble deseo, con algún gran ideal.. .. tu hija no verá en ti ningún ejemplo grande ... en cuanto a mí, nunr:a en mi vida he pensado de mi nfadre "in recordar su sonrisa angelical en aquella cabaña miserable y sin preguntarme en lo más intimo de mi conciencia: soy acaso digno de M 1 madre?' SAVON.AROLA. Recomendamos a nuestros lectores el alma del M. Rdo. P .. Mateo O'Callaghan iSitpe1·i01· de los PP. Redent•,ristas en Filt:pirws quien pa.só a mejor vida el día S de Abril a las 12: O P.M. El frnaclo ha sido siempre una grande y valiosa ayuda para los misionero;; de la Provincia Montañosa por la cual todos los Misioneros del Inmaculado Corazón de María le tendran siempre presente en sus oracienes y en el Santo Sacrificio de la Misa. R. l. P. 325 25 de Abril, San Marco$ Evangelista San Marcos fué conwrtido a la fe catól'ca por San Pedro a quien acompañó despues a Roma comJ su secretario e intérprete. San Pedro en ;;:u primera epístola a la iglesia Asiáiica llama a su compañero "mi hijo Marcos". Como San Marco~ babia oído con mucha frecuencia relatar a San Pedro las obras y enseñanzas del Divino Maestro, los Romanos le suplicaron escribiese para ellos la substancia de las disertaciones de San Pedro, así fué que San Marcos escribió su evangelio, llamado tambien mucha5veces Evangelio de San Pedro. ~an Marcos fué enviado a Egip•to para f~ndar la iglesia de Alejandría donde abrió tambien la primera e:ocuela de los cristianos de la cual habían de salir más tarde muchos doctores ilu&tres. Uri día fué cogi_do por los paganos, arrastrado por las piedras y arrojado despues en una cárcel. Al día siguiente sufrió el mismo suplicio y, habiendo siclo con:;olado por una visión de ángeles y la voz de Jesucristo, San Marcos fue a recibir su eterna recompensa. No hay duda que la vida ejemplar y el celo espiritual de San Marcos se dében a la meditación de la vida de Jesús. Los ejemplos y las palabras de Jesucristo meditados con frecuencia son "la verdad y el camino" que nos conducen a la "Vida". ¿Qué es lo que vosoLros sabéis de la vida y enseñanzas de Jesucris ·o? ¿Os proponéis a obedecer e imitar al Maestro y al Juez cuando leéis su vida y w doctrina? ¿No leéis · ácaso el evangelio más bien por curiosidad que por meditar y ·aprender sus em:eñanzas? Cada ves'que leáis la vida de Jesucristo, manife5tad vuestro deseo vehemente de vivir una vida semejante a la de Nuestro Salvador, elevad al Cielo una oración pidiendo las gracias que se requieren para vivir co1~10 otro Jesucristo; ved tambien lo que tenéis que· enmendar en vuestra conducta, y observad vuestras acciones diarias para ver como y hasta que punto sois fieles a vuestras santas resoluciones . ..... ... ..... '·1. ¿Que es la instruccion sin DiQs? Un peligro espantoso para la sociedad.-Gufzot. Una necesidad de combate sin tregua por la.s familias.-Cousin. ·. La realización de una loca y emin,entemente peligrosa · · -Lord Derby. Un sistema pernicioso. -Gladstone. Una violación de los derechos de la conciencia humana.-,-~oberto Pell. Un vehículo de escepticismo. -Le Play. Una potencia para el mal.-Rendu. 326 ~ ......................... ~ ~ . 1 . . , ~ 41 ~ La m1s1on ~- • ~ . ~ . ~ ....................... ~ Novissimi erunt primi ... . Los últimos seran los primeros llJAY DÍAS de mortal tristeza en la vida de un misionero. no cuando ante una comida pobre recuerda 1 os opíparos platos de su casa, no cuando tendido en el duro suelo piensa en la comodidad de los días pasados, no cuando rodeado por extraños e indiferentes paganos. ve en sueños su hogar católico que voluntariamente ha abandado. si no cuando cuen_ta las almas que Dios le ha confiado para llevar al Cielo y quienes, no obstante sus esfuerzos sobrehumanos y sus con:. tinuos sacrificios corporales y espirituales, se re5isten a sus repetidas súplicas y permanecen sordas a las palabras de salvación y no parecen sino que rechazan el Cielo mismo, la Cruz y hasta el mismo Dios. Pero si es sumamente desconsolador y desesperante ser impotentes testigos de esta resistencia diabólica contra todo lo que significa caridad cristiana, mucho más dulce y consoladora es la satisfacción que siente el obrero de Dios cuando una de estas almas obstinadas abre rie pronto sus ojos a la luz de la gracia, se coje a la mano salvadora del Redentor, y suspira llena de gratitud al Cielo: ¡"gracias Dios mío '! entrando al mismo tiempo en el Paraí> o. Hace algunos días, celebré mis~ en la capilla de Tublay. La pequeña iglesia estaba llena y muchos recibieron la sagrada Comunión: el Pan de los Angeles que dá fuerza y valor para luchar contra el asechoso enemigo; despues de la mi~a, rezamos juntos la!' o~aciunes de gracias. no olvidándonos de la gente del puebl.o y sus barrios que estaban ausentes, especialmente los enfermos y moribundos. He aquí que, despues de nuestra última oración. vino a mi una vieja y me dijo:-Padre, en la cabaña próxima a la mía, hay una mujer muy vieja que está a las puertas de la muerte. He hablado con ella sobre el sacramento del Bautismo y ella parece que está dis· puesta a recibirlo, quién sabe, si V. viene, quizás .... La buena mujer no había terminado aun de hablar cuando pedí a varios de mis cristianos más valerosos que me acompañaran, porque conocia el lugar donde la moribunda vivía y sabía tambien que necesitaría de la ayuda de ellos para llegar hasta su corazón y entendimiento .... ellos rezarían mientras yo la instruía y convencía .... ellos invocarían al Ángel Custodio de la moribunda y al Angel de los misioneros: la Florecita. No sé decirles si este plan fué o no del agrado de Satanás, pero lo que sé es que empezó a caer una lluvia torrencial igual solamente a la que cayó cuando San Benito obstinadamente se despidió de su h~rmana Sta. Esco!ástica. De un santiamén los senderos de las montañas, materia de poesías y cantos se convertieron en ríos y torrentes desbordados e impetuosos. Subimos y bajamos, calados hasta los huesos, trepamos y nos deslizamos hac'.a abajo y de una manera y otra conseguimos llegar a la cabaña de la moribunda Patak en la aldea de Pakdal. Imagináo" una viejecita pequeñita, más un esqueleto que un ser hermano, retorcida debajo de una sábana sucia, tendida en un suelo asqueroso, bajo un techo cubierto de hollín y lan¡ando unos quejidos lastimeros que anunciaban el fin de sus días en este valle que de veras había sido siempre para ella uno de lágrimas .... ¡pobre gente! Ella era vieja .... muy vieja.... tenía hijos, nietos, biznie· 327 tos.... pero aunque la muerte la tenía en sus garras, todavía podía hablar y conservaba el conocimiento y me habló a mí diciendo que todo había terminado para ella aquí en la tierra. Y cuando le hablé de la vida eterna despues de la muerte y de la felicidad celestial para aquellos que siguen a Cristo, el Dios hecho hombre, que vino a este mundo a enseñarnos lo que tenemos que hacer para reunirnos con Él en la glC'ria, una sonrisa se debujó en sus labios secos. y cuando la dije que Dios esperaba muy poco de su parte para estar "hoy día con Él en el Paraíso," se puso muy contenta. -¡No-exclamó ella-nadie me ha amado tanto, tanto como Jesús!y una lagrima brilló en sus ojos. -Abuela, te gustaría ser bautizada ?-preguntó uno de sus nietos. -Claro está que sí--contestó ella fijando su mirada vidriosa en el crucifijo que puse delante de ella. Aqueí "claro está que sí" me pareció tan simple, tan veraz y tan rebL1sante de gracia que descendía del Cielo a petición de los cristianos que oraban detrás de mí, que me pareció sentir en aquella mísera cabaña el susurro de un ángel venido del Paraíso para traer a aquella pobre anciana el manto de la inocencia, la garantía del perdón y amor de Dios: sí, aquel milagro de su infinita misericordia se llevó a cabo antes de abandonar yo la cabaña .•.. la bauticé .... había más jubilo en el Cielo por el renacimiento de esta viejecita pagana de las 328 montañas que por la perseverancia de noventa y nueve justos en los valles cristianos, y, bajando la escalera de aquella ahora prodigiosa cabaña, mi corazón, tantas veces sangrando de pena y dolor a la vista de los miles que se píen· e ·, saltó de júbilo y de gratitud por la salvación de aquella pobre servienta de la undécima hora: Cristo podía recoger una vez mas los frLnos de su pasión y muerte. * * * Ayer noche, cuando todo se hallaba ya sumido en las tinieblas. llamó alguien a la puerta de casa. -¡Adelante! Entró un joven, llamado J ose, uno de nuestros antiguos maestros. -Padre-dijo él-por favor. podría V. venir mañana por la mañana despues de misat Acabo de saber que mi madre se ha puesto muy grave y está en peligro de muerte; temo que muera sin bautismo. ---Yo conocía a su madre: tri u chas vecelt había hablado con ella acerca de Dios y de su doctrina y del ejemplo de sus dos hijos que habían sido buatizados, pero siempre se hizo sorda a mis palabrns. No reprochéis tan to a esta pobre gente ignorante: el bautismo significa, para ellos, el eterno adios a todas las supersticiones que ellos han oído siempre deben de ser practicadas, o sino, el más terrible castigo vendrá sobre ellos, sobre su familia, sus campos, sus ganados, s1,1 todo. No les culpéis demasiado: desde su niñez han r-ido hablar de los espíriritus de sus parientes que viven en los montes ); que les vigilan día y nrche, dispuestos a atormentarlos dondequiera que estén o vayan, caso que los vivos no sigan el camino qu.~ ellos siguieron durante s11 \·ida m0rtal. No les reproché:s dema;;iado, vuelvo a repi~ tir: crecidos bajo la continua presión de amenazas abrumadoras que prono~tic<in toda clase de sufrimiento;; en caso de ofender a sus mayores y antecesores. su creencia pueril en estas c:andeces se ha convertido para ellos en una segunda naturaleza: pedirles que se bauticen signífica negarle~ su misma naturaleza. Culpad más bien a los miles y miles que de;;de su niñez han aprendido de sus padres y ma·estros la senda segura que conduce al Cielo y sin embargo prefieren las tinieblas del pecado y por su vida renegada niegan la verdad, en la cual nacieron. Hablo al jóven de mis dudas arerca de la huerta voluntad de su madre en abrazar nuestra fe, pero ¡él suplica tan bien y con tanta insistencia!-el amor para una madre es completamente ciego y el hijo facilmente espera com:eguir para ella aun lo que parece imposible-que yo decido seguirle a la mafíana siguiente. -Oiré misa mañana-dice el jóven -rezaré por mi madre como lo he hecho siempre desde que me baut i c é, y comulgaré. Dígame, ¿puede Dios negarme la conversión de mi madre? -Tu madre recibirá el bauti,mo, hijo mío. Mañan·a iré contigo. * * * El patio de la cabaña es t aba completamente lleno de gente: mala señal, el fin debe de e;;tar cerea, pen'Jé, cuando esta mañana llegué al lugar donde estaba la enferma. En la pared de piedra que rodeaba la casa había algunos manojos de palay secándose al sol: signo evidente de muerte inminente. E5ta mañana había rezado para !a mujer durante el i;:acrificio de la mii;:a y en mi camino la había recomendado al patrón de la buena muerte, San José y a la Florecita de Jesús, patrona de los misioneros especialmente en casos desesperados. Una verdadera miseria humana, la mujer yacía en un rincón oscuro de su negra cabaña en compañía de la más cruciforme miseria y rodeada por media docena de· mujeres que estaban fumando. La pobre enfer~ ma me reconoció a mí y .a su hijo y nos miró mientras trataba de recobrar su respiración. Su hijo se sentó al lado de su madre. -Madre- díjo él- estoy aquí, tu hijo, y he traído al padre conmigo; mira, está aquí. Mamá, tu estás énferina, muy enferma: dicen que puedes morir en poco tiempo, tu sabes que tus dos hijos creen en . Dios, nuestro bwm Padre que está en los Cielos, Padre tambien de los Igorrotes jóvenes y ancianos. Mamá, he venido a pedirte el último favor, el más grande que puedes concederme y qne he pedido a 329 Dios ... y es, mamá querida, que tú ta m bien creas en Dios y pidas c·l bauti;:mo. Esto únicamente consolará a t11s dos hijos,· pensarán que tu está-= esperándoles en el Cielo .... tu bauti•mo será para nosotros el mejor legado que puedas dejarnos. Sé que tu has rehusado muchas veces el bautismo, pero sé tatnbien que prometiste pedir' el bautismo el día de tu muerte. Quién sabe mamá, es: e e<> quizás el momento. Mamá compadécete de nosotros, tu;; dos hijos del alma .... Y el jóven lloraba y gemía mientras pronunciaba al oído de su madre moribunda aquellas palabras brotadas del (:Orazón. La m u j e r volvió una vez su cabeza, su cara se retorció convulsivamen te, de nuevo·movió la cabeza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha y de;:pues quedó quieta con sus ojos fijos en un rincón de la casa; al fin miró a las mujeres que le rodeaban y volviéndose a su hijo le dijo: -Si hijo mío, deseo ser bautizada, quiero ser vuestra madre hasta el fin. Inmediatamente empecé la última instrucción y, despues de un rato, la regeneré con las aguas del santo Bautismo, la puse el nombre de Teresa: otra rosa arrancada antes de marchitarse para ser deshojada ante el altar eterno de Dios . *** A mi vuelta a casa, me encontré en el camino con dos igorrotes paganos, el uno llevando un humeante atado de paja y el otro un jarro 330 de vino de arroz y medio coco. Silenciosamente· se subieron a u na montaña donde esperaban encontrar el alma de su compoblano infiel que había muerto, y, a unos cien metros más lejos, en la aldea de Yopoan, había muchos o t ro;¡ muy ocupados en preparar algunos sacrificios supersticiosos alrededor del cadaver. ¡Pobre gente! ¡Cuanta y cuán grande es su ignorancia! * * * . Cuando llegué a casa, encontré a José de Tublay,que vino a !'Uplicarme fuese con él para enterrar a su abuela que había miado. al Paraíso. Esto es para mafü' na. Gracias a Dios: estos que piden el bautismo en sus últimos días son más y más numerosos. Queridos lectores, elevad una oración de vez en cuando por nuestros igorrotes para que muy pronto reconozcan la verdad y así encuentren el ca· mino que conduce al Cielo. M. DE BRABANDERE. Misionero, Trinidad-Benguet . ...... ... ..... ACERTIJOS l Dos compañeras van a compás con los pin delante y los ojos detráe. 11 Nunca podrás alcanzarme por más que corras tras mí y aunque quieras retirarte, eiempre iré yó tra~ de tí. III Ni me oyen, ni me ven aunque jamás me oculté. Voy el mundo recorriendo a todos !!iempre afligiendo tengan o no tengan fe. Me paro ante un chiquitin, un labriego o un señor; vi si to al rey y al pastor aunque ellos quieran huir al oir hablar de mi. (Veá:nse las soluciones de éstos acertijos en la página 33&) Entre marido y mujer: -EL-No hubo ningun imbéeil que te hiio el amor antes de tu matrimonio? -Ella.~Sí, Seilor; -EL-Pues debi9te casarte con él. -Ella.~Es lo que hice. Entl'e amigos: -Dime, Juan, de donde vienes eon esa cara tan triste? .;._Del entierro del amigo Luis. -Como? Ha muerto? -Supongo. 331 De la Misión Niñas y niños <k K iangan contenttsimos de sus vestidos. Kiangan. Agradecidísimos estamos a la Sra. Fausta Labrador por la caja de vestidos que nos ha enviado pa· ra los pequeñuelos de la misión. Adjunta va una fotografía de los afortunados todos perfectamente vestidos, y algunos de ellos por pri· mera vez en su vida. Es evidentísimo que los panta· Iones de J uanito, el pequeñuelo sentado en primera fila, necesitan algún arreglo, pero J uanito crecerá y cuanto más holgados los pantalones tanto mejor correrá.... Al· gunos de los vestidos parecen haber sido hechos a medida pues tan divinamente bien les caen a las niñas y a los niños: en verdad que cada uno de ellos aparece el ciento por ciento más digno que antes. Estos vestidos los llavarán pues· tos los pequeñuelos hasta que se rompan (accidente común entre los niños) o hasta que esten completa· mente inservibles por el uso (que habitualmente sucede con los vestidos de los pobres) pero en el entre tanto los pequeñuelos habrán cultivado los principios de la mo· 3:)2 E11tre cielo y tierra (o mejor, aguas) en el puente colgante de Dalupirip. destia que es el primer paso y una grande ayuda. para conservar la moralidad. Por eso, Dios QL:e aborrece los pecad05, que ni nombrarse debieran, bendecirá sin dt:da alguna a las personas genero;as que visten a los desnudos porque Él mismo dira: "estaba desnudo y me vestísteis .... " acción que ejecutan las personas caritati\·as cuando dan a los pobres vestidos con que cubrirse. Rdo. P. E. McGuínneas. El Rdo. P. McGuinness, Vicepresidente de la "Extensíon Society" de Chicago, lU., E. U. ha dejado las hospitalarias playas del país de las tres mil islas. Durante los tres meses de estancia en Fili~ pinas ha visitado el Norte y el Sur, hablado con los ricos y los pobres, con los nativos y los extranjeros, y ha buscado informaciones de fuen333 La salida del Rdo. P. McGuinness, a bordo del Pres. Lincoln. De izquierda ri derecha: Sr. Lo/tus, PP. O. Vande'IJ:alle, Toomey, M orrow, -~1 cGuin1tess. Faniel y lll oran. tes fidedignas sohre el estado y las necesidades de la Iglesia de manera que su 'o '. s rá e= cuchada por los católicos americanos y será de mucho valor en las futuras actividades de la más grande organización de Jos Estados Unidos que ayuda a las misiones, no solamente en e. l l\ue .o Mundo sino tambien en todos los continente:; éle la tierra. Agradecidí"'imos estamos al Rdo. P .. M:::Guinness por su celo apóstólico demostrado en sus vi~itas a las misiones de Baguio, I togon, Dalupirip, Baul'O, Bontoc, Kiangan, etc. gratitud que se extiende tambien al Rdo. P. Morrow, secr'etario del Exmo. Señor Delegado Apostolico de S.S. Mons. Piani, quien se sacri· ficó al igual que el P . McGuinness para ver la obra· de los misioneros en la Provinda Montañosa. Todo" lo~ Padres de las misiones, qu~ han tenido la dicha de saludar a los dos celosos sacerdotes, han admirado su heroi~mo en sufrir las innumerables fatigas durante sus viajes por la Provincia Montañosa y hasta han hecho votos de guar· darles entre ellos como colaboradores en la viña del Señor, porque han reconocido en ellos las virtudes que se requieren para ser verdaderos misioneros apostólicos. Pt>ro, aunque este deseo es imposible realizar, su ayuda espiritual y material no es por eso menos esperada y asegurada: que Dios les recompense por sus esfuerzos en sostener las misiones que han visitado y admirado. ·-m4 rc~~~w-;¡~~:e.~~;-,w;~~:e.~~ l ,.,~ ¡ Del pais y sus habitantes ~ N ~ í:w;q,~~~~~1:#:~~~~~~/.l La psicología del Filipino Por el Hon. Norberto Romualdez Magistrado de la lorte Suprema de .Filipinas 11. Literatura Filipina (Continuación) Este documento e-; tambien una e;;critura de traspaso de un terreno otorgada en Tondo el 15 de Febrero de 1613 por Catalina Bayiya a favor de Andres Kapi de Dilaw (antiguo nombre del hoy distrito de Paco,' Manila) por 70 "salapis." Como se observará ninguno de estos último!' nom_bres citados son de origen español como los que ahora llevan muchos Filipinos. Esto es. así, no precisamente porque los filipinos que llevan apellidos españoles Hean descendientes de españoles, sino porque el 21 de Noviembre de lS-19, el Gobernador de Filipinas, Sr. Clavería, ordenó que los Filipinos adoptasen apellidos españoles. Claro está que lo~ ape~ llidos chinos no sufrieron ningún cambio.· El gobierno español con~edió privilegio especial á.la comunidad mestiza-china, y de una manera muy particular en Manila y en alguno que otro pueblo importante donde dicha comunidad tenía su organización municipal conocida como "Tribual de me;,tizos Sangleyes", diferente del "Tribunal de Naturales". · La palabra "sangley" es .una corrupción española de la fra::e china "sang lay" que sig;;ifica "quien viene", expresión que usaban los chinos cuando llegaba un barco procedente de China. Los chinos en tierra harían esta pregunta a los de a bordo para saber· quienes venían y para enterarse si venía algún pariente o amigo. Los naturales, al oir decir a los chinos esta ftase. entenderían que significaba "chino". Perdonadme por es~a digresión. Estos dos documentos que acabáis de ver son_ los mismos repr~<lucidos por el Magistrado Villamor en su reciente obra sobre Jos alfabetos filipinos cuya transcripción, transliteración y traducción han sido preparadds por un servidor a petición suya el año 1917. Hay tambien tres pedazo;; de F;l primer documento contiene una descripción de algunas aves y algunos animales considerados co,mo mitológicos. El segundo pliego 335 tegumento interior del sépalo de la palma "bonga" donde hay escritos antiguos caracteres Bi~ayos que se conservan en la Biblioteca y Museo de Filipinas. Aquí está una de ellos: contiene ,algunas instrucciones de la manera como un hombre debe visitar la casa de una mujer.' He aquí el segundo documento. 336 El tercer pliego trata de los mitos con algunos datos c incernientes a ciertos dioses, co;11enzando Ninguno de estos documentos lleva fecha Pero a juzgar por la manera como estan escritos, pude- . mos decir que deben haber sido redactados después de la conquista española, porque el uso de las letras filipinas no está conforme al antiguo sistema Malayo, sino que adopta el silabeo castellano. Estos tres últimos documentos se encontraron en una cueva dentro de la jurisdicción del municipio de Pontevedra, Negros Occidental, hace diez o quince años. Tuve tambien el privilegio de preparar la transcripcºón, transliteración y traducción de estos tres documentos a petición del Sr. Artigas, jefe de la División Filipiniana de la Biblioteca y Museo de Filipinas, publicándolas después en su número del mes de Septie:r.bre de 1919 el "Philippine History por "Bathalá", el dios principal de la fábula filipina. Aquí tenéis el tercer documento: Quarterly", una revista editada por la Universidad de Filipinas. Antes de terminar es.tas observaciones respecto .a los antiguos alfabetos filipinos, permitidme os suministre algunos datos morfológicos que pueden servir para descubrir el origen de la escritura nativa. A este fin presentaré algunas comparaciones, tomando, por una de sus bases, el alfabeto usado en el edicto de Asoka en la India que fué promulgado algunos siglos antes de Jesucristo. Este alfabeto aparece en un libro titulado: "Tabel van oud en niew indische al.. phabetten" escrito por el holandés K.t'. Holle, y publicado en Batavia el año 1882. Para no cansaros mucho, me limitaré tan solo a explicaros ta pos\ble morfología de las letras filipinas A,B, y T . .L~·¿s_ ,'.4: Í, -~";' y. " , - ~ i)\ (< ) (.~,;., • • ~-A~~ \r: --~-ti:~-- t·-i 1 <lJ J Y '·V < ti '·"/~ .5[ .. ": tt4f,~x l """'!'~ - ._. ___ , ~-~:~, ; ,, ' '. -~;., -~~ ·J{, ... •'\j l(¡ . .¿ _ ... : t 1 ·-,~··-~ ~' ~11' · " '~ ··lJ.; v_ . ~ ... ~ . .,,. "", ;;.; ... ~. ~""'·'.. ;...,.:-• . -: ·. " ' . '"=:'' ., k~ ''V" ~' .V.:' 1.{.; + < · A '-J -~......,...._,_ .. , ·~ ... ,,~ .¡,.~~, ---~ ~ ·~- . Es curioso ob~ervar que las li neas fundamentales de la antigua A hebrea y fenicia se encuentran en la A filipina. He dicho al hablar del sistema monetario que la unidad monetaria que se 11saba en los 1 i.~mpos antiguos era la cabe; a de un buey. La gente de entonces debió de haber tenido Ja misma. idea al representar tanto su vida económica como su escritura pues, como vemos, ha adoptado la 'letra A que tiene la figura de una cabeza de buey para la primera letra de su alfabeto. En Hebreo Ja letra A se llama "aleph" que significa buey. He aquí en e~te mismo cuadro una po· sible morfología de la letra basada en uno de 103 cuadros contenidos en un manuscrito preparado . . por E.P. Roe titulado: "The a!phabets 337 of various languages arranged JlCcording to their families." Le sigue después la letra B cuya posible evolución es ésta: La B. acrósitica de Lybia se lla· ma erí Hebreo "bap" que significa sol y esta representada por un círculo que en el manuscrito Hebreo ocupa el lugar de la letra B. En cuanto a la T aquí está su posible evolución. 338 En el antiguo alfabeto Hebreo a la letra T se la llamaba "teth" que significa '·serpiente" y se represenra por esra letra de la cual las otras ligúras que se ven en este cuadro, aparecen como transformaciones de la figura original. 8. Ortografía. . .\hora os hablaré algo sobre la ortografía filipina. Al discurrir sobre la ortografía me referiré la que hoy usamos, eeto es, a los caracteres rom<:nos que constituyen la ortogra'ía nativa en uso desde la llegada de los españoles hasta ahora. La ortografía filipina, en este respecto, merece especial atención, pues existe confusión en cuant_o a cómo haya de ser, lo cual debido, primero al hecho de que el alfabeto romano ·no es exactamente adaptable al sonido de las palabras fili · pinas, y segundo, a la insuficiencia de las reglas ortográficas españolas e inglesas aplicadas a la escritura filipina. Los puntos principales, en que nos diferenciamos en ortografía del ingles y del español, estan en el l!ISO de las letras c, f, j, 11, ñ, q, x, v, cuyos sonidos españoles no existen en nuestros dialectos o pueden representarse por otras consonantes. No tenemos el sonido de la "C" ni el de la "Z" y ··V". ;'Cecilia," "zapato·•, "Visayas" se pronuncian "Sesilia'', "sapatoº', "Bi,oayas". El sonido de la letra "C" como en Ja palabra "code" (código),puede ser representada por la letra '·k" del mismo modo que puede representarse Ja "k" por el sonido "cu··. "Bulacan", "Bicol", ''Antique"pueden e~cribirse"Bulakan · ', "Bikol", '·Antike". Tampoco tenem~s el verdadero sonido de la '"j"' ni de la "g"; para estos sonidos tenemos Ja "h" que . es siempre aspirada en los dialectos filipinos. "Bojo)", "Pam bu jan" pueden muy bien escribir"e ''Bobo!", "Pambuhan"; ni tampoco exi~te el sonido español de las letras "lP', _"ñ", ···ch"; "x" ni el sonido ·ingles de la "Z"·. "'Mallari'', "bañaga''. ·"Pticha", "Luxo", "sazad" se escriben más propiamente "Mal. yari", ''banyagá'', "putsa", "lukso", 1' sadsad". · De estas diferencias en el uso de ías letras españoles e inglesas, nacen las' distintas maneras arbitrarias de escribir las palabras nativas, haciendo innecesariamente Complicada nuestra presente ortografía. (Se continuará) Solución de los acertijos en. la página 330: 1 LAS TIJERAS 11 LA SOMBRA 111 LA MUERTE Los Negritos del nordeste de Luzon Por el Rdo. P. Mauricio Vanoverbergh Misionero en la Provi11cia Montañosa, de las Islas Filipi11as (Continuación) April 29 (Martes). Aun no sabía a punto fijo hasta donde podía fiarme de la promesa de Asi, pero era muy probable que nadie había llegado. porque esta mañana el Sr. Padua se encontró con una negrita del otro lado del río, la esposa d'e Bugayong, quien había dicho que no había Negritos por ahora. Esta mañana, el Sr. Padua partió para :\Tagan para pedir al maestro que entregase nuestra correspondencia a uno ele los niños de nuestros vecinos, siempre que hubiese alguna carta para nosotros; temíamos que no sabiendo nuestros nombres enviasen nuestras cartas de vuelta a Kabugao. Todas estas precauciones re~ultaron sin embargo supérfluas pues no recibimos ni una sola carta durante toda nuestra estancia en Apayaw. Como Masigun no a p a re cía, mandé a un Isneg al otro lado del no para que invitase al hijo de Masigun o a cualquier otro Negrito para llevarme a su casa. A eso de a las 11 a. m. el pequeño Herudis llegó con su peq 11eño arco y flechas; después de haber comido algo (que por cierto es un pecho digno de mencionarse, porque el maestro en Nagan había dacio al Sr. P ad u a una lata de sardi1:as. verdadero convite para gente hambrienta) Herudis y un servidor nos clir;gimos a Futtul, donde estaba. pretendían, la casa de Masigun. Vadeamos el río y después de una caminata de algunos minutos. perdí' el tacón de mis zapatos: esto era el preiudio de mis muchos infortunios en este viaje memorable. Por cerca de tres horas anduvimos ya sobre guijarros ya por entre malezas de caña con hojas cortan tes; de vez en cuando vadeamos esteros enlodados o afluentes poco profundos del río A bu 1 o g. Estando ya cerca de Futtul tuvimos 'otra ve¿ que vadear el río; ahora el agua me llegaba hasta el pecho: una experiencia bastante peligrosa y por eso estm·e cavilan.do continuamente si no había otro medio de cruzar el río a nuestra vuelta. Penetramos dentro de una vudadera cabaña de cañas arqueadas, en donde mi guía anduvo derecho como una lanza, mientras que un servidor me adelantaba con la cabeza y las espaldas lo má,; inclinadas posible. Por fin llegamo;;; a las mismísimas casuchas fotografiadas el sábado pasado: una de estas había pertenecidc, a Masigun, 340 pero no había nadie en la casa y, lo que era peor, la~ habitaciones P5taban completamente abandona - das. é Cué hacer? Herudis se internó en el bosque con la e~peranza de encontrar a su contrado allá a nadie. No había otro remedio mas quf> volver atrá!', tanto mas que el tiempo amenazaba llover copiosamente. Mis zapatos estando en condiciones perfectamente inadecua<las para su uso, Un experto tirador padre, porque creyó haber visto a su perro ver!Ír hacia él;\ después de algunos momentos el niño salió del bosque y me dijo que no había encaminé descalzo p()r algún tiempo, pero la arena y las piedras quema· han como brasa y tuve que calzarme de nuevo. Tomamos un camino más accesible ·al río pero u11a vez allí notamos que las aguas del río habían crecido y efectivamen~e, de:-:pués de haber vadeado las cuatro quintas partes. nos vimos obligados a vo ! ver atrás porque el agua ya nos llegaba hasta la boca y seguíamos hundiéndonos mas y mas, y lo peor er.1 que ninguno de nosotros sabía nadar. La corriente era tambien mucho más fuerte: había llovido rnuch;1 mas arriba en los monte::-. Nos cobijan¡os en una casita de Negritos porque la lluvia estaba prúxirna a c:1er. Quise encender un w baco, pero el t;1 baco y los fó~fo­ ros se habían echado a perder. ¡Paciencia! Herudis propuso salir en busca de· su padre. Le concedí eI permiso y, dejando su arco y -sus flechas . dentro de la casucha, empezó la bo:;queda. Mas tarde oí decír que• habiendo vagado algún tiempo ~e encontro con algunos llokanos qµe habían venido a mi encuentro ·y quienes se pusieron muy contrariados al no hallarme. El niño había llorado amargamente. Al salir de mi casucha se encontraro:1 con algunos Negritos que les informar-<:m que me habían visto vadear el río trücando así su ansiedad en alegría. En el.entretanto el tesor, ro municipal .de Tawig había bajado al río en su embarcación y yo le su· pliqué que me ayudase a pasar al otro lado; esta es la razón porque Herudis y los Ilokanos no me habían encontrado en la casucha. 341 Quizás diréis que era muy ctuel de mi p¿¡rte el abandonar al mño Negrito, pero hay que recordar que el niño no hubiera tenido la menor dificultad en hallar su camino y que además está acostumbrado a dormir y a vivir al ai.e libre, lo que precisamen.te no es el caso para un pobre servidor. Aquel viaje a Siwan quedará siempre grabado en mi memoria. Confiando en mi conocimiento del camino y del río,. pensé llegar a casa en poco tiempo, pero ¡qué desilusión! Había andado ya cerca de medía hora cuando llegué a un sitio que reconocí por haberlo pasado hacía algunas horas; reconocí hasta las huellas de mis pies en el lodo y por consiguiente no. podía haberme equivocado de camino. Confiadísimo pues, me interné en la maleza de cañas, proseguí unas treinta yardas y me encontré en un espacio libre sin ninguna salida. Sin tiendo sin embargo seguro de la dirección, ine abrí carr:ino por entre las malezas, lastimándome los pies y las piernas puesto que iba descalzo. Por fin de~pues de una terrible lucha con las hojas cortantes y afiladas como navajas, una lucha en la cual fuí yo evidentemente el vencido, salí del laberinto y seguí andando por la ribera del río segurísimo deléxito de mis pronósticos. Había andado cerca de un cuarto de hora, cuando, para mi gran sorpresa. me hallé otra vez en el mismísimo lugar que hacía poco había reconocido por las huellas 342 de mis pies en el lodo. Esto era ya demasiado. Entonces discurrí que debía haber seguido un afluente estantío del río y esta era la razón de mi Equivocación. Efectivamente había sido muy estúpido al no percatarme de la ausencia de la corriente y el no haber observado la dirección tomada por el río. Sí hubiera hecho uso de la más mínima de mis facultades de •>bservación, hubiera mirado al agua y visbera estaba solamente cubierta de guijarros o hierbas, pero otra cosa era cuando la orilla estaba muy alta y pendiente del agua. El río era muy hondo en varios sitios y la corriente había cavado muchas cuevas en el lado de la colina. Ramas de árboles, hierbas largas y otras basuras se habían amontonado aquí formando un refugio ideal para los cocodrilos. Me habían dicho que estos animales suelen es· El Rdo. P. Vanoverbergh descansando cerca de las ruinas de un castillo negrito. to que aquel río no era el Abulog con su rápida corriente, y hubiera sido más precavido en elegir la dirección que debía tomar. Decidí firmemente no apartarme mas de la ribera del río, porque de esta manera, siguiendo el Abulog, tenía que llegar necesariamente a mi casa. Este estratagema e r a muy facil de seguir mientras la ricaparse al oír el menor ruido. Tomé pues la precaución de revolver el agua y de remover los depósitos <;:on una caña l·arga antes d.e aventurarme en cualquiera de estas cue· vas. Así, después de mucha ansiedad e indescriptibles fatigas, llegué a casa mojado, sucio y sin calcetines, pero si, con zapatos inservibles. (Se continuará) Alemania. Recientemente se han puesto 2,000,000 de libros en el "índice" del gobierno. Este acto no fué instigado por unos cuantos severos. moralista!' o católicos, sino por una burocracia alemana que cree que así protejcrá mejor 110 solamente al público en general sino tambi~n y de una manera especial a la juventud del país. Congo Belga. Según las estadísticas del año 1925 la vicaría de Leopoldville comprende 125,000 millas cuadradas con 650,000 habitantes entre los c'Uales hay 61,227 nativos y 1,726 europeos católicos. En esta mision 48 ruisioneros de la Congregación del Inmaculado Corazón de Maria de Scheut, Bruselas, residen en doce misiones principales. I 28 religiosas belgas enseñan en las escuelas o son enfermeras en los diferentes hospitales. Además hay 843 catequistas y 41 maestros todos nativos. El promedio de la asistencia diaria en las escttelas católicas es de unos 2,000. Hay 40 jóvenes nativos que estan estudiando para sacerdotes. 343 Estados Unidos. Miss Grace Minford, bija de un millonario, rehusó su parte de una herencia de dos millo11es de dólares que le dejó su padre al morir porque no quiere abandonar su vida de religiosa y era la voluntad de su padre de que su hija no heredase nunca n:. un céntimo si persistía en ser religiosa. Ena por lo visto prefiere las riquezas imperececeras. Francia. La famosa carta escrita por los profesores de Universidades francesas que viajaron por la Am¿rica del Sur, pidiendo la reapértura de los noviciados religiosos en Francia, ha sido publicada con el consentimiento del gobierno. Se dice que se ha hecho esto para preparar asi la opinión pública en favor de un proyecto de ley legalizando la reapert~ra de los noviciados de las ordenes religiosas que han sido expulsadas. -"¿Por qué hay más hombres en las c~rceles que mujeres?" fue la pregunta publicada por un periódi. co de Paris en un concurso y el premio se adjudicó a la contestación . ·t"~,.- ' ,. s1gmente: · Hay mas hombres en las cli-celes que mujeres, porque hay más mujeres en las iglesias que hombres.'' -El famoso santuario de Lourdes es visitado cada año por unos 30, ooo enf~rmos. Durante el año 1925, 248,4cio peregrinos fueron a rendir homenaje a la Vil'gen de Lourc1es: De Bélgica: 20.900 De Espa1'ía: 17,830 De Inglaterra: 5,365 De Portugal: 3,300 ::Je Holanda: De Estados Unidos: De Austria y Yugos]a,·ia: De Canadá: De Brazil: De Australia: De Méjico: De Venezuela: De Polonia: Del sur de Africa: De San Salvador: De Chili: De Hungría: De Bolivia: Total: De Francia: Número total: 2,905 2,070 360 285 235 200 160 130 l 10 70 70 55 25 15 59.460 224,940 . 284,400 ¿Donde está el santuario p,rotestante que puede· gloriarse de tan crecido número de peregrinos? ¿Si no hubiese milagros en Lourdes, como explicaríamos esta continua afluencia de peregrinos y especialmente de enfermos? Guatemala. Esta república, que cuenta con más de dos millones de habitantes católicos, que en el mes de Mayo último cayó en manos de un gobierno anti-católico, encabezado por el General Orellana, quien empezó una persecución más feroz aun que la de Méjico, ha recobrado su libertad de religión con el advenimiento del nuevo Presidente, Señor L. Chaco, quien ha revocado todas las leyes anti-católicas ce SU predecesor. Haiti. Despues de varios años de interrupción, las relaciones diplomati· cas entre el Vaticano y la República han sido reanudadas y Mons. Caruana ha sido noml:•rado ''internuncio''. Indo China. Hay 6 conventos de monjas car" melitas en Indo-China aunque al presente no haya más que ·l, 200,000 católicos con l,roosacerdotes nativos. Méjico. El Santo Padre ha nombrii.do a Mons. P. Fumasoni-Bionc;li sucesor d.e Mons. Caruana, Delegado Apostólico de Méjico que fué expulsado de este país el año pasado. El nombramiento es temporal y durará mientras existan las circumstancias extraordinarias que actualme1:te no permiten residir en Méjico al Delegado de S. S. Calles ha cedido las dependencias de varias iglesias de Méjico a federaciones de libre pensador·es y a otros amigos suyos de su misma calaña, para utilizarlas como oficiüas o almacenes etc. La persecución se hace cada día más y más intensa. Cuando los soldados llegaron a Córdoba para arrestar a un sacerdote católico, los habitantes !:e pusieron tan indignados que, despt~es de haber escondido al sacerdote, expulsaron a los secuaces de Calles. ¡ Muy bien hecho! Polonia. Por haberse convertido al catolicismo, el Arzobispo Morosoff de Varsovia fué arrastrado por las calles por sns anteriores feligreses rusos ortodoxos quienes intentaron quemarle vivo si no volvíaa la iglesia rusa. Gracias a Dios fué librado al último momente pero ya herido de gravedad. Palestina. El Presidente del "American-Jerusalem Bible Institute"de Los Angeles, EstadosUnidos,Sr. A.J. Futterer se encuentra hoy en Palestina en busca del Arca de la Alianza que desapareció en la: toma de Jerusalem el año 587 antes de la venida de Jesucristo. Según una tradición, dicha Arca ha sido escondida por el profeta Jeremías. El Sr. Futterer espera encontrarla en el Monte Nebo. Portugal. El Gobz"er110 d~creta extender la obra misionera. -Convencido el Go8-1.j bierno de la gran obra realizada por los misioneros católicos en las co• lonias portuguesas, que compren· den un territorio de más de un millón de millas cuadradas con una población de más de 8.S'X>,ooo, ha decretado la reorganización de las misiones en el África y en Tim·or, y el que se conce.da a las misiones un estado legal, a la vez que se provea generosamente a.todo cuanto sea 11ecesario para la obtt:nción y sostenimiento de los misioneros. A tomar esta determinación se ha movido el Gobierno,dice en su decreto por la convicción íntima que tiene de que las misiones católicas son uno de los medios más poderosos para levantar el nivel moral de los nativos de esas colonias, para la adecuada formación de la familia, para la recta constitución de las organizaciónes nacionales, y aun para el progreso delaagricultura, industria y comercio. Suiza. El 12 de Diciembre pasado, hubo un culto y una procesión en que tomaron parte las _sectas más varfadas: sacerdotes de los viejos católicos y de las iglesias griega y rusa, ministros anglicanos, siete pastores suizos, un oficial de la "Salvation Army" y un predicador presbiteriano. ¿Al meditar en sus doctrinas tan diametricalmente opuestas, que habrán pensado de aquella unión superficial? . - . . . . . . . . o 346 :r~M~t~~~~~!$~-~~'~!'~~U!l~I :f e orrespondencia 1: •L~~~-~~~~-""··"-"'-'-~""'"·, · .. ~--e-----~~~ .. -.· ----'• ~~$-$$~~$$$~$$$,$$~,,~,$~$~$~$ Manila 15 de Abril de 1927. QUERIDOS LECTORES:Hace poco el editor de esta revista fué preguntado, por uno de los profesores de uno de los colegios más renombrados de Manila, la siguiente pregunta: "Padre, desearía comprar el ljl- ~u del cual el "THE LIT'l'T_L ·iPOS-· 'l'LE" saca sus ed'.to'rl~les, ¿donde podré conseguirlo'i" El edit11r,-·;pensado que aquel señor pedía una copia de la vida de Sta. Teri;.:;it.a en vista deque dichos editoriaies están relacionados con la vida de Sta. Teresita, contestó que la vida de la Santa se vendía en cualquiera librería de la ciudad de Manila. - Pero ya tengo la vida de Sta. Teresita - contestó dicho profesor;- lo que yo deseo t-ener es el libro que contiene las mismas consideraciones, es decir, ei;:as lecciones sobre la educación de los niños, tomadas de los ejemplos, palabras y hechos de Sta. Teresita durante su infancia. - Entonces querido señor -contestó el editor,-siga V. suscribiéndose al "THE LITTLE APOSTLE" y tendrá V. despues de algun tiempo el libro que V. pide; el libro a. que V. se refiere no existe por ahora: los editoriales aludidos se escriben exclusivamente para el "THE LITTLE APOSTLE" y se publicarán tambien más tarde en "EL MISIONERO." -Padre, -contestó el señor, pierda V. cuidado: seguiré siempre susc-ribiéndome al "THE LITTLE APOSTLE." Es la única revista que leo desde la primera hasta la última letra. Si es que me gustan tanto sus editoriales es porque tengo hijos que educar y además me gusta tambien muchisimo leer las descripciones de las costumbres dP nue<:t!'rc hermanos en 1a idó;iiifio~a.: · · Algunos días despues el mismo profesor nos trajo diez nuevas suscripciones prometiendo muchas más despues de las vacaciones "porque" - dijo él: -"todos los estudiantes deben leer su revista." I?arece ser que el hecho del P. Allndayu pidiendo por telegrama diplomas por centenares tendrá que ser publicado mensualmente, porque, al como hemos publicado no hace mucho, dicho Padre nos ha enviado otra vez el 17 de Marzo el siguiente telegrama: Tuguegarao, 17 de Marzo. ENVIO NUMEROSAS INSCRIPCIONES. SIRVASE MANDARME DIPLOMAS TRESCIENTOS INGLES. DOSCIENTOS CASTELLANO, INSIGNIAS GRANDES. P. ALINDAYU. Testigos oculares de la devoción a Sta. Teresita en Tuguegarao han dicho que alli casi todo el mundo lleva las insignias de la Santa. Manila 12 de :Marzo de 192í. EL }JISIONERO. Manila. "Rdos. Padres: - Hace unos días tuve la oportunidad de leer unas cuantas página8 de vuestra revista "EL MISIONERO," dedicada a Santa. Teresit.a del Niño Jesús para propagación de la fe en la Montañosa." ·'Vuestra edición es de sumo interés; asi es que ruego a la Virgen Santísima que me ayude a colaborar en tan benévola y caritativa obra que vosotros cum µlis generosamente a costa de un sin fin de sacrificios." "Adjunto les remito tres pesos (P3. OO.) En caso de que tengan revistas editadas en Ingles y en el dialecto Tagalo, tengan la bondad de remitirme una en Espai'l.ol, otra en Ingles y otra en Tagalo." ''Que Dios les conserve para bien de la humanidad." _ "De Vds. s. afmo s. s. q. b. s. m." P. N. Gadarraga. 34¡ M. R. P. Octa\'io V:rndewalle. Editor de "El Misionero." Rdo. Padre: - Muy agradecida a Sta. Teresita por un favor obtenido por su valiosisima intercesión, i·uégole tenga a bien publicar esta carta en la revista "El Mi· sionero" para que se extienda 111ás y más la devoción a tan glbriosa Santa y confíen todos en su poderoso vali· miento. En cumplimiento de la promesa que hice a Santa reresita para conseguir esta gracia· le envío P5.00 para las misiones de la Provincia ~lon­ tañosa. De V.R. respetuosa ser\'idora Una socia de la "Cruzada de Santa Teresi ta." Así es como la obra de la civilización y cristiánizaciún de los paganos gracias a la multiplicación del número de nuestros suscritores y asociados de la Cruzada de Santa Teresita del Niño .Tesús va progresando cada día mas y· mas. ."EL MISIONERO." -·~ ....... .. t In Memoriam OS ROGAMOS, Seflor, absolvaís de todo vínculo de pecados las al· mas de vuestras siervas Veneranda Mm·tinez, Atimonan, Tayabas; Bibiana Canlas ele Nm:arro, ·san Fernando, Pampanga; Mm·ce'lina Cope, ':rondo, Manila; 1'eresita Jiai·amarn, Carear, Cebu: para que en la gloria de la resurrección vivan entre vuestros E'antos y elegidos. Por Nuestro Seil.or Jesucristo que con el Padre y el Espíritu Santo viw y reina por todos los siglos de los siglos. A meh. ~--···--···--le 1 1 1 Pagina Teresiana 1 1 1 »1••········-~ Una lluvia de rosas I STA. TERESITA cubre el mundo con sus rosas de bendiciones y favores tanto para el cuerpo como para el alma y así como parece que nadie la ha invocado en vano, u~1 obsen·ador imparcial tiene sin embargo que reconocer que sus fragantes rosas caen ante todo sobre los misioneros y los que más les asisten en sus obras de redención como son aquellas almas ignoradas por el mundo que, e:icerradas en un c.cmvento, invocan día y noche al Todopoderoso para que su reino se establezca tambien en donde hasta ahora se le ignora. Ya que la mayoría de nuestros lectores son seglares, para su edificación damos aquí otra prueba más que tambien ellos pueden lograr por intercesión de Sta. Teresita del Niño Jesús cualquiera gracia, especialmente si la piden en unión de los más favorecidos por nuestra Santa Patrona. He aquí lo que nos relata una religiosa qne fué testigo ocular del milagro que a continuación referimos. Desde Bordighera en la costa del Mar Adriático escribe lo siguiente: "Desde la última quincena de Febrero de i925, habíamos estado cuidando de una joven enferma de r 8 años de edad, cuyo estado foé. agravándose tanto que una de nuestras hermanas se vió obligada a quedarse con ella día y noche. La joven tenía gran devoción a Santa Teresita del Niño Jesús. En Abril empezó una novena en su hot:or, que debía terminar el 30 del mismo mes. En la mañana del 1 de Mayo, llevamos al cuarto de la enferma un cuadro de Santa Teresita que colocamos sobre un altar. "La enferma dijo de pronto: 'Santa Teresita, dame, te suplico los pétalos de una rosa, de una rosa encarnada como aquella que veo cerca de tu cuadro, como prueba que me curarás'." "El día tocaba a su fin y nuestra enferma sufría como de costumbre. A eso de a las 8 sin embargo se cali:nó y conversaba tranquilamente con una de las hermanas. De pronto ambas percibieron un susurro tenue, y vieron al mismo tiempo sobre la cama 'una rosa encarnarla esparciendo su5 pétalos.' Se parecía a la rosa que estaba cerca del cuadro. En pocos momentos la comunidad e:ltera se había congregado en el cuarto de la enferma juntamente con dos sacerdotes que habían sido notificados. Los petalos de la rosa celeste yacían en la cama; todos entonamos el Magnificat. En eso acudieron las niñas de la Academia quines desfilaron por el cuarto de la enferma para besar los pétalos antes de que. estos fuesen enserrad.os en un relicario. La noche sig tiente la niña estaba algún tanto mejor aunque no curada del todo, Esperábamos un segundo milagro. Santa Teresita no podía rehusarlo y menos aun en el mismo día de su c;anoniz.ación. Estábamos convencidísimas: 'el milagro tendría lugar en la noche entre el 16 y 17 de Mayo'. ''La noche del 16 de Mayo, la enferma estaba tan extraordinariatnente inquieta que dos hermanas tuvieron que quedarse con ella por la noche. Quince minutos antes de-a las 11, la niña <lió un grito de alegrfa.: '¡Rosas!' '!rosas!' exclamó. Tres hermosas rosas yacían en su cama: una grande, blanca, en el acto de esparcir sus pétalos, una rosa encarnada y un capullo. Las rosas centinuaron cayendo por espacio de, ocho o diez minutos. La superiora estaba en el cuarto en el momento que caían las rosas. 349 Había oído quejarse a la enferma y se babia acerc-ado a ella. Otra hermana y una servidora dormíamos en un cuarto contiguol habíamos velado la noche antetior. Nuestra superiora nos llamo dide1~do: '¡Rosas! ¡rosas! Ni siquiera tu· vimos tiempo de termü~ar de vestirnos, pues fuimos olando al cuarto de la enferma. Allí recojí un puñado de petalos uno por uno. Eran blancos y encarnados que ninguna de n©sotras pudo ver hasta que se posaron en la cama y saba11as de la enferma. Solo la enferma ha-bía visto como ''Sta. Teresita, rodeada de una luz, las hacia caer" La enferma se sentó en su cama como si estuviera en un extasis; sus ojos fijos en la pequeña imagen que ahora conservamos en nuestra capilla. ''En pocos momentos toda la comunidad había acudido al cuarto ce la enferma. Once de nosotras Yimos caer los petalos de las rosas y claro esta que uos faltó tiempo de reunirlos todos. A medida que caían, algunas de las hermanas gritaban: ¡uno más! Sta. Teresita!' !uno más, pero cuando por algunos momentos cesaron de caer ento1 ces exclamamos todas: ¡más! ¡más! juno más, Sta. Teresita! A media noche cantamos el Magnificat y recitamos las oracioTies de la novena. La Madre Superiora recito el 'Veni Creator" y despues nos retiramos todas en silencio. Según el deseo expresado por la joven, ahora curada, la Academia fué dedicada a Sta. Teresita. ' ' Pequeña Historia de la Vida de Sta. T eresita del Niño Jesus por el R. P. /. Carbone!, S. J. (Continuación) CA PITFLO Pa~eos co11 su padre. A.SI TODAS las tardes Teresa iba de paseo con sn padre. ¡Bello rnadro formado por un padre de cabellos ya blancos que llevaba de la mano a su rubia hijita! Un día que dos personas pasaban, viendo a la niña, comenzaron a elogiarla en vozalta. El señor Martin les hizo la seña de que se callaran: le molestaba que su nüia oyese Jos elogios que de ella se hacían, pues la educaba de tal manera que la niña ignoraba en absoluto sus encantos. Al final de los paseos entraban siempre a hacer una visita al Santísimo Sacramento: esto tenía lugar.ya en una iglesia, ya en otra; pero siempre era fácil a los habitantes de Lisieux saber cuál habían elegido. Os reiréis de esto pensando en el medio de .que se valían para ello: pues es muy sencillo. Los paseos de que os hablo eran siempre de DECI.MO Los porque de Teresa. tres. ¿De tres? Sí, de tres, pues el tercero era un hermoso perro blanco que ,.a y ,·iene delante de Teresa y su padre. Este perro se llamaba Tom y era valiente y listo como él solo. ¿El señor y la señorita entraban en la iglesia? Pues Tom, sabiendo que tal lugar no se ha hecho para los perros, quedaba esperándoles en la puerta. Cuando la visita se le hacía larga, daba unas vueltas por los alrededores, pero en seguida volvía a su· puesto. Comprenderéis fa. cilmente que con un signo semejan te los habitan tes del barrio supieran que el señor Martín y su reina e~taban en Santiago; San Pedro o en la capilla del Carmen. Pero ¿qué decía a Dios la santa en estas visitas? Lo que ingenuamente brotaba del corazón: 11 Dios mío, yo os amo;quiero amaros por todos los que no os aman; quiero seros siempre fiel y consolaros del olvido de tantas niñas que no piensan en V os.'' Os extraña donde Teresita aprinclió esas cosas. Pues sencillamente: observando y preguntando, ya que, en el tiempo que duraban los paseos, los porqué no cesaban nunca: --Papú ¿qué le dices a Dios cuando le visitas? ¿A quién has saludado hace poco? Yo no he visto a nadie .... Y su padre le repetía lo que decía al Setior en el Tabernáculo y le explicaba que, por respeto a la Santa Eucaristía, saludaba siempre cuando pasaba por la puerta de una iglesia o ante un Calvario pararendir homenaje a la pasión del Señor; y; en fin, ante los Sacerdotes por el carácter sagrado de que estaban revestidos. Teresa, tan piadosa, admiraba la conducta de su padre, y continuaba preguntando: -¿ Por qué dices a María que pague pronto a los vendedores? -Porque no hay que vivir a expensas de los demás. Es una gran injuSticia hacer trabajar al prójimo sin preocuparse _de rn retribución. "Escucha niña, una historia verdadera, pero bien triste: "Una pobre viuda con cuatro hijos trabajaba día y noche en su oficio de modista para ganar el pan de su familia. Pero las grandes señoras pagaban mal y algunas no la pagaban. Iba dos, tres veces a 3.51 una casa y siempre la despachaban. 1 'Como ella era digna y tenía conciencia, quería pagar sus cuentas a sus proveedores. y llegó un día que en la casa no había nada qué comer y los pobres niños tuYieron que acostarse sin cenar. "Esta miseria negra y triste duró varios meses y, al fin, la pobre mujer suci.;mbió víctima de ella, dejendo a merced de la Providencia aquellos cuatro huerfanitas.'' Durante la relación de esta historia, Teresa, bajando la cabeza, lloraba. -Papá-dijo angustiada,-¿que habrá que hacer para que esto no vuelva a ocurrir? -Recordar las palabras de Tobías a su hijo: ellas me impresionaron desde la juventud. Recuerda que el obrero merece su salario y no te duermas una sola noche sin hatxrselo pagado. Entonces la n.iña, mirando a su riadre con admiración dijo: --¡Oh, papá! Si los hombres del Gobierno te conocieran, te harían Rey y nunca sería Francia más dichosa. Pero más quiero que no te conozcan porque serías desgraciado, ya que ésta· es la suerte de todos los Reyes. Este arrebato de entusiasmo fué seguido de un silencio tras el cual Teresa prosiguió: -Papá, ¿por qué vas todas las mañanas de invierno a misa de seis, pudiendo ir más tarde ? -Tienes razón, hija mía. Podría ir más tarde, pero me gusta más esta misa, porque en ella estoy en compañía de los pobres. -'Por qué la llamas la misa de los pobres? -Porque es la única a la que pueden acudir criadas y criados, pues más tarde ya 110 estan libres. Y tengo otra razon que voy a co11fe:.-arte: es para hacer penitencia. La penitencia expía no solamente nuestros pecados, sino los de e:;os mal vados cuya alma negra necesita de nuestra penitencia para volverse blanca. Teresa se queco pensativa. Compre11día bien que haciendo prácticas se corregía uno de sus defectos, pero no se explicaba cómo podría salvarse a los pecadores volviendo a su alma la limpieza primitiva ... En este momento, los paseantes se encontraban ante un río donde los nenúfares cruzaban a su antojo. De pronto oyeron un ruido formidable. -¿Qué es eso ?-dijo Teresita. Y al mismo tiempo vió la cabeza de Tom que emergía de entre las flores. El señor Martin, riendo, llamó con un silbido a su perro que vino sgcudi?ndose el agua. -¡Vaya! mi pobre Tom. Ahora estás bien: quldate tranquilo y no te sacudas cerca de nosotros-dijo Teresa. Apenas había acabado de decir estas palabras, cuando Tom se revolcó por el polvo y en un momento se puso de modo tal qtte parecía un montón de basura. -¡Qué feo te has puesto! exclamo 'l'eresa. -¡Ya lo creo! como que Victoria tendra que darler un buen bañ©i cuando Yolvamos- exclatnó su padre.- Ves, mi pequeña keina? Esto es la imagen de un alma que se arrastra en la maleza del pecado y necesita ttna mano caritativa que venga en su ayuda. En esto llegaron a la puerta del "chalet" Teresa había andado y hablado nrnclfo.y se hallaba alterada. -¡Ay, Paulina, qué sed tengó!dijo tan pronto como puso el pie en ta casa. Y Paulina, ignoranda la conversacion habida entre padre e hija, insi!luo; ~ Te privarías de beber por salvar a un pecador? Era el momento de practicardo que comprentlic durante el paseo. -Sí, Paulina--contestó, dando un suspiro que revelaba la grandeza de su sacrifitio. Al cabo de un momento, Pauli11a, a quien la mortificación de su hermana costaba más que a ella misma, le llevo ttna bebida reft-escante. Teresa no sabía si tomarla1 temía no salvar al pecador, y entonces Paulina le explicó que si tras el merito del sacrificio venía la obediencia, ambas cosas eran suficientes para salvar dos pecadores en lugar de uno. (Se continuará.) Cum licentia ecclesiastica € 1 misto n ~ro <Jr,rrano de los Misioneros del Sar;rado C..irazó11 a·c .liaría (PP. de Sckeuf) e11 fa provincia ,ffonta1iosa, Islas Filipi11as Editor - Roo. OCTAVIO V.ANDE\V.ALLE, P. O Box 1393, Manila. A-1.ninistraclor - Roo. P. VICTOR FANIEL, P.O. Box 1393, Manila. Ptt: 11 idstas - CATHOLIC SCHOOL PRESS, Baguio, Prov. Montañosa. 3uscripción Anuai" ~ P 1.00 Filipinas $ 1.0~ E. U:1idos y otros Países Extranjeros Sírvanse notificar inmediatamente a ''EL MISIONERO" cualquier cambio de dirección. Todos los cheques, giros postales y correspondencias se enviarán a: "EL MISIONERO" P. O. Box 1393, Manila ISLAS FILIPINAS Pequeño Catecismo ele la DOCTkINA CRISTIANA ·,·'~ fl' J .40 por 50 ejemplares fl'2.50 el cien to con el gasto del correo · Mandese el importe con el pedido a CA THOUC SCHOOL PRESS,;·'" PACK ROAD, BAGUIO .. ' Don't forget to buy "The Psychology of the Filipino" By H on. 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