El Misionero

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Title
El Misionero
Issue Date
Año II (Issue No. 1) Junio 1927
Year
1927
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Place of publication
Baguio
extracted text
AÑO 2, No. t JUNIO t927 REVISTA- DEDICAOA-A.-SANTA--TERESI - , TA- PAR~L1'- PR.OPAGACION DE LA- FE EN LA- . . PROVINCIA-MONTANOS~ Catholic School Press, Baguio, Prov. Montañosa, l. F. € 1. mision~ro (Jr[[ano de los /l/isioneros del Satrrado Corazón de ¡'V/aria (PP. de Sclzeut) eu la provincia Montaíiosa, Islas Filipinas ···-- --...._..._ Editor - Rno. OCTAVIO V . .\~DEWALLE, P. O Box 1393, Manila. Administrador - Rno. P. VICTOR FANIE;L, P.O. Box 1393, Manila. Pnblicistas - CATHOLIC ScHoOL PRESS, Baguio, Prov. Montañosa. .3uscripdó:1 Anual { P 1.00 Filipinas $ 1.00 E. Unidos y otros Países Extranjeros Sírvanse notificar inmediatamente a ''EL MISIONERO'' cualquier cambio de dirección. Todos los cheques, giros postales y correspondencias se enviarán a: "EL MISIONERO" P. O. Box 1393, Manila ISLAS FILIPINAS Pequeño Catecismo de la DOCTRINA CRISTIANA ft J .40 por 50 ejemplares ft2.50 el ciento con el gasto del correo Mandese el importe con el pedido a CATHOLIC SCHOOL PRESS PACK ROAD, BAGUIO Año 11, No. 1 Junio 1927 ~---···1 ReTista ~~da ?1 ¿! L~?a ~.~.:'Propag._ 1~.;;~ ''Créeme, hiciste bien" llA ESPOSA de Capitan Tomás se hallaba en la puer. ta de su casa esperando a su marido que había ido a Manila por· 1a venta de un carabao, cuando de pronto le vió venir de lejos: ~Aquí viene-dijo--preparemos la me"'ª· Y colocó los platos y la comida en orden perfecto. . Hay que saber que la esposa de Capitan Tomás ria era una mujer como las otras de su sexo y vocación. Estaba siempre de buen humor, lo que contribuía en gran manera a su felicidad y a la paz de todos los habitantes de su casa. Ella era de opin;ón que en todas las cosas había motivos para estar alegre y ponerse triste, pero que, como eila tenía el derecho de escoger, era infinitamente mejor, según su parecer, mirar el lado alegre de las cosas y reir. Claro está teoría es materia de discusión, pero sea lo que sea, ella encontraba la felicidad en su práctica. Tomás llegó. No venia soló, traia a un extraño. Ella ofreció asiento y refresco a los dos y después preguntó a su marido por cuanto había venqido el carabao. -Por P120-contestó Tomás. -¡P120! esta es un suma considerable. Con ella podremos pagar al casero y los impuestos. -Sí, pero la cuestión es que ya no tengo es'.! suma. -Muy bien, ¿pero que hiciste con ella? -Mientras estaba en Manila, compré una carromata que había de venta por P120. -Buena idea, Tomás. Ahora a lo menos podemos ir al pueblo en nuestro vehículo. -Pero, después pensé que no teníamos caballo. -Es verdad. -La carromata siendo pues inútil, la cambié por un caballito porque pensé en tus idas diarias al mercado. -¡Qué bueno eres Tomás! ¿Pero donde has dejado ese caballo? Yo no lo he visto hasta ahora. -Pues mira mujer .... como el caballito era un regalo para tí, pensé 2 que preferirías mil veces un reloj pulsera. En aquel momento pasaba por la Escolta y allí YÍ el más hermoso relojito que puedes imaginarte .... -¿Y vendiste el caballo para com - prar el reloj? Eres un angel Tomás: el animal necesita comida y cuidado y además puede morirse. ¡Cielos! qué hermosa apareceré con el reloj eh mi brazo. A ver, enséñamelo. -Indudablemente!. ... pero después pensé que un reloj de pared en la casa sería mejor. Los dos podríamos ver e~1 ton ces la hora exacta. -¡Válgame Dios! Tienes razón. Lo necesitamos no hay duda. Fuí realmente muy egoista en pensar en un reloj de pulsera para mí sola. -Compré pues el reloj y me pu:::e en camino para casa. Era una carga pesada y el calor era horrible, así es que no tuve mas remedio que detenerme en Pasay para tomar un refresco. -Bien hecho Tomás; nunca te reprocharé por haber tomado una bebida en un día tan caluroso co.mo hoy. ¿Y dejaste el reloj en Pasay? -Exactamente no, pero lo cambié por una pieza de sinamay. Yo sa_ bía que necesitabas otro traje y además las niñas me habían pedido un regalo y pensé que os pondríais todas muy contentas al verme llegar a casa trayéndoos la pieza de sinamay. -Seguramente que sí. Además ¿qué podíamos hacer con el reloj t Tenemos el sol en el firmamento durante el día, los gallos en los árboles durante !a noche y además oimos el silbato de la Meralco: esto es mas que suficiente para saber la hora. Créeme, Tomá:-', hiciste bien. ¡Qué contentaA se pondrán las niñas. No las diga,; nada por ahora. Yo mandaré hacer los traje., mientras están en el colegio y así les daremos una sorpresa el domingo que viene .... Ya verús ... -Espera un momento todavía. mujercita mía, aun no he terminado. Mientras estaba en Pasay pensando llevar aquella nueva carga, pasó un hombre conduciendo un cerdo. -A lo menos no tendré que cargar este cerdo- me dije y en un abrir y cerrar de ojos cambié la pieza de sinamay por el animal. -Tú sabe!: muy bien Tomás que siempre he deseado tener un cerdo. No hay necesidad de mucho gasto para alimentarlo,· limpia los alred. dores y trae una ganancia bastante buena una vez que engorda .. El otro día empeza"te a con::;truir u11a pocilga. -Desgraciadamente cuando había andado hasta Las Piñas, el.animal rehusó seguir caminando. Lo cambié pues por un cahrito grande,este animal puede ir por sí solo a casa - pensé. -¿Por un cabrito? ¡Cielos! esto es mil veces mejor que un ce r d o grunon. Tú sabes lo sucios que son los cerdos, mientras que un cabrito es, no solamente limpio sino que limpia el solar de hierbas. ¿Donde está el animal? Déjame que lo ,-ea y lo acaricie. --No lo he traído, pero hice un cambio. Imagínate que por este lado de Las. Piñas m~ encontré con un hor. bre que llevaba un magnífico ganso. Cuando ví el ave me acordé de la próxima boda de nuestra hija María y el plato delicioso que tendríamos en la mesa sipodía const>guir aquel ganso. -Eso si que es preveer Tomás, ¿y cambiastes el huesudo cabrito por el hermm;o ganso? -Claro e"tá que sí, y, poniéndolo debajo de mi brazo. llegué con él hasta Pampe\una donde oí quejidos y l_lamos que procedían de una pobre cao:ucha. Pregunté per el motivo de tales lamentos y la madre me dijo que ella y sus cinco hijos no habían probado bocado desde ayer, pues su marido esta sin empleo. Perdóname. te lo pido, pero no pude contenerme y dí el ganso a aquella pobre familia. -¿Perdonarte yo? Nunca te hubiese perdonado si tu no hubiesés hech:1 lo que hiciste: entregar el ganso a aquellas hambrientas criaturas. · Dios bendicirá tu c<1ridad, en el cielo y en 1a tierra Tomás. A estas palabras el desconocido ¡:¡ue había venido con Tomás se levantó y dijo: -He perdido. Y al mismo tiempo !acó de su bolsillo unos cuantos billetes de banco de P10; contó veinte.sobre la mesa, con gran estupefacción de la mujer. -¡Cielos! -exclamó- ¿a qué viene tanto dinero? 3 Capitan Tomás se levantó: -¡Doscientos pesos!- No es posible .... tómelos, haga el favor. V. no tomó en serio nuestra apuesta. -Perdóneme-dijo el desconocido -lo tomé muy en serio y he aquí la prueba: tome V. el dinero. -¿Qué?-preguntó la mujer cada vez mas extrañada- ¿has hecho una apuesta con este señor? -Sí-cor.testó Tomás-pero lo hice de broma. Yo no puedo aceptar esta cantidad. Tú se el juez. Escucha. Como te acabo de decir. he dado el ganso a aquella pobre familia. Continué después mi camino pensando en el carabao, la carromata, el caballo, el relojito, el reloj de pared, la pieza de sinamay, el cerdo, el cabrito y finalmente el ganso, cuando, estando cerca del pueblo, me encontré con este señor que me preguntó por qué me reía tanto. Le conté entonces mis aventuras. -¿Y qué te dirá tu mujer?-me pregunto. -Absolutamente nada- le contesté. -¿Que dices? ¿No te reñirá? -Ni pizca. -Yo apuesto-dijo él- doscientos pesos que ella se enfadará contigo, sino te sucede algo peor. -Yo apuesto que no. Aquí tienes la explicación de nuestra apuesta. Ahora · d i m e, ¿puedo y debo recibir esta cantidad? -No creo que puedas, Tomáscontestó la mujer con una sonrisa. Sí hubieses pedido la apuesta ¿de4 sembolsarias esa cantidad? -¡Nunca! exclamó Tomás ¡nunca! niese con su marido tres veces eón• secutivas .... en memoria de mi mujer que nunca podía congeniarse conmigo en n_inguna cosa .... Adios; Permaneced siempre unidos en cuerpo y en espíritu y seréis siem, pre felices. -Entonces no tienes derecho a este dinero. -Mi querido amigo~ interrumpió el desconocido. -Veo una vez mas que los dos os congeniais divinamente bien. De todos modos no tengáis escrupulo ninguno en aceptar esta suma. Desde hace muchos años, he decidido dar esta suma a la primera mujer que convi· El desconocido se marchó y nun• ca mas se le volvió a ver desde a• que! memorable día. ACERTIJOS I ¿ E:n qué se parece una misa de Requiem a un c011denado? 11 Una cajita redonda, blanca como el azahar.se abre muy fácilmente,. y no se puede cerrar. 111 El que la hace, la hace cantandcr, el que la busca, la bu!'ca Ilorandot el que la disfruta nora ve; qué es? Vueltas y vueltas doy sin cansarme, mas sin no bebo, paro al instante. IV SAVONAROLA. (Veáase las soluciones de estos a.c~rtijos en la página 24Y 5 1 O de Junio, Santa Margarita de Escocia El nombre "Margarita" significa ';perla": "Un nombre apropiado" dice Teodorico su confesor ';para una como ella." Su alma era una de las perlas más preciosas que la Iglesia Católica ha producido. Una vida de lujo en medio de los e:plendores de una corte real no logró manchar jamas su brillantez ni consiguió separarla de Él que la había rascatado con su preciosa sangre. Margarita era la nieta de un Rey de Inglaterra. ¿e ó m o consiguió santificarse Margarita en un estado donde la santidad es tan dificil? Primero ardía en celo. por la casa de Dios, porque ella le amaba. Edificaba iglesias y monasterios: se ocupaba en hacer sus vestimentos y no descansaba hasta que veía las leyes de Dios y de su Iglesia observadas por todo su reino. Si ella hubiese vivido en Filipi· nas, es cosa segurísima que e 11 a hubiese hecho lo indecible para propagar la fe en la Provincia Montañosa. Despúes, entre sus mil ocupacion~ y cuidados, encontraba tiempo para hablar con Dios--ordenando su piedad con tanta dulzura y discreción ·que consiguió ganar el corazón de su marido a una santidad como la suya. Si todas la mujeres devotas usasen tan solo su poder sobre sus maridos de una manera dulce y afable y rezasen asiduamente por ellos, habría más hombres devotos eri el mundo. Últimamente lloraba amargamente por sus pecados y rogaba a su confesor la corrigiese sus culpas. No descuidaba sus deberes para con el mundo aunque ella no era del mundo. Jamás httbo una madre igual a ella: no escatimó penas ni fatigas para educar a sus ocho hijos y la santidad de estos fué el fruto de su prudencia, celo y plegarias. Una madre que educa a sus hijos en el temor y amor de Dios es una santa. Ella era la consejera más íntima de su marido y trabajó mucho por el progreso material de su país. Estando en el lecho de muerte recibió la noticia que su marido y su primogéntio habían muerto en una batalla. Dió gracias a Dios por haberla enviado esta aflicción como penitencia por sus pecados. No hay duda que someterse a la voluntad de Dios en la adversidad es una prueba evidente del grande amor que por El se siente. Después de haber recibido el Santo Viático, repitió las palabras del misal: "Oh Señor mfo Jesucristo que por tu mueite has dado vida al mundo, líbrame" y al llegar a esta palabra su alma voló al cielo. Esta pequeña vida de Sta. Margarita nos enseña en pocas palabras como los del mundo pueden llegar también a un alto grado de santidad, si solamente conocen y practican su doctrina, raciocinan bien y tienen voluntad. - 6 • • PIE GEJfl<t TS º" ¡ • lln ruabrn nrsn be la Santísima lfügrn. A.prended de • m1 .... A SEÑOR.-\ de la casa había comprado una hermosa estatua del Sagrado Corazón de Jesús, una estatua ricamente pintada, con unos ojos precio;ms y un corazón ardiente sobre el pecho. Dejado de los pies taladrados del Divino Corazón, había escritas una~ cuantas palabras. Un secerdote había venido a bendecir la imagen; numerosa concurrencia había atend!do la solemne entronización y después de la función todos habian participado de un opíparo banquete: así se consagró la familia entera al Sagrado Corazón de Jesús. Y ahora la. imagen estaba en una habitación donde. todos los que entraban o salían de casa podían verla, aunque estaba guardada en una urna de cristal para protegerla del polvo y de las telarañas que tanto abundan en Manila. Al anochecer, la familia se postraba a los pies del Sagrado Corazón para rezar las oraciones de Ja noche y todos los viernes una lamparilla encarnada brillaba entre las flores que adornaban la imagen, mientras que una de las hijas recitaba en voz alta el acto de consagración al amantísimo Corazón .... Un día vino un sacerdote a admirar la hermo.sá imagen .... su ceño se frunció algun tanto: "No señora,-dijo él,-no debería V. haber hecho eso .... poner esas flores a los pies <;le Ja imagen .... cubren la in s c r i p ció n.f;:~mejor es que la;: quite" .... Y la señora, aunque contra su voluntad, quitó las flore~. El :.acerdote llamó a la menor de las hijas y,·señalando las palabras que hab1a ··escritas con letras de oro, al pie de la imagen dijo: ''Nena míe:>, lee lo que allí hay escrito." Pausadamente pero distintamente la pequeña leyó: "Aprended de mi que soy manso y ·humilde de corazón." ~"Señora, deje que todo el mundo vea estas palabras .... puede que le sean de provecho mas de una vez." La señora comprendió. Magdalena, una de las hijas estudiaba en rl colegio.... Era una niña virtuosa, piadosa, una buena hija .... pero .... susceptible, Como una reina no quería mas sino que se cumpliese su santa? voluntad. Conseguido esto, ella era la rnejor de la familia, pero si se la contradecía se ponía de mal humor y algunas veces hasta lloraba de rabia. Claro está qu~ la madre no daba su brazo a torcer, pero, en vez de corregir a eu hija por.medio de razones, la regañaba y c a s t i g a b a añadiendo de esta manera mas leña al fuego de su ira. Un día, Magdalena llegó tarde del colegio. y su mamá' la regañó y con razón. Magdalena se puso enseguida seria. . La comida estaba preparada. Nadie osó pronunciar ni media palabra durante la comida; cuando la madre estaba de mal 8 humor todos se sentían inquietos .... y ahora estaba enojada .... m u y enojada. Sirvieron el primer plato: Mag· dalena no quiso probarlo.... Los ojos airados de la madre estaban clavados en su hija. Los de Magdalena se llenaron de lágrimas, mas no quiso dar su brazo a torcer. "¿Por qué le regañaba siempre a ella su mamá y no a los otros?"~ pensó. Vino el segundo plato. Magda· lena volvió a rehusarlo. Esto ya era demasiado y la madre se levantó ordenado a Magdalena que fuera al otro cuarto, al cuarto donde estaba el Sagrado Corazón. Dos sillas se mr,vieron con ruido. Magdalena sollozando se levantó pegando el suelo con sus pies. La madre la siguió, sus ojos echando chispas .... y como todo5 los pequeños ávidos de saberlo todo, la menor siguió silenciosamente a su ma· má y a Magdalena para ver como acabaría todo aquello .... -Tú siempre quieres ser la reina de la casa .... tú. -Mamá-dijo la pequeña. -Tú aquí? Afuera! -Mamá lee esto-dijo la pequeña, señalando las letras de oro que había grabadas en el trono del Sagra· do Corazón .... La mamá leyó ... se calmó ..... miró a su hija mayor quien a su vez levantó los ojos .... i::us miradas se encontraron .... una sonrisa se dibujó en sus labios .... habían compren· dido .... volvieron a la mesa .... to· dos tuvieron una comida muy aleg· re ... Madre e hija y todos los de casa que habían sido testigos de este incide11te recordaron que el Sagrado Corazón había sido acla• mado "Rey de la ca!!!a" el día de entronización .... f:t era un Rey de mansedumbre .... y la mansedumbre tenia que reinar en ~u reino, porque su lema era y es: "Aprended de mí que soy mamso y humilde de corazón." .... .... Espiga y racimo El Niño Jeaus se \ta a lá colina: ¿qué recogerá? ¿que recogería.? Segando alli están1 reeoge 1.1na espiga. El Niño Jesus $e marcha a la viiia: ¿pues qué traera? ¿,pues qué- traería? Un racimo halló que da sangre viva .... Junto a Nazaret le encuentra Maria: -¿Qué traes, Amor, A mor de mi vida? ..-Prendas no encontré de mayor valía: traigo el Vino y Pan de la Eucaristía .... Venl~aer 9 De los labios de los sabios 181. Ló qne ;~e ápr~nde _en la cuna, siempre dura. 182. En cada tierra su uso, y en rada casa su costumbre. 183. Donde fueres, haz lo que vieres. 184. Paz y paciencia y muerte con penitencia. 185. Pajar viejo arde mas presto. 186. No hay manjar que no empalague, ni vicio que no enfade. 187. La sangre se hereda y el vicio se apega. 188. Quien canta, sus males espanta. 189. Donde no hay harina, todo es mohina. 190. Hombre pobre, todo es trazas. !\:tt: 191. Mal suena el don sin el din. 192. Al pobre el sol se lo come. 193. Pobreza no es vileza. 194. Pobreza nunca alza cabeza. 195. Del pobre la bolsa, con poco dinero rebosa. 196. A rico no debas y a pobre no prometas. . • ! 197. Del rico es dar remedio y del viejo,_ consejo. 198. Quien tiene argen tiene todo bien. 199. A las barbas con dineros, honra hacen los caballe .. ros. 200. Dineros son calidad. 10 ~············· .. ··········~ 1 L · ·, l 4 ~ a m1s1on i<- • 1 l ~········· .... ············~ Una pequeña apostol llODEI es una joven de Barlik y Barlik es una de tas misiones de. Bontoc que cuenta con unos 3,000 habitantes. K o de i es pues una de las 3,000 broncas montañesas que se pasan el día trabajando en los campos y pilando y cocinando arroz por las noches para la misma noche y la mañana siguiente. Tiene que robar tiempo para asistir a mis lecciones que daba una vez al mes cuando pasaba algunos días en el "paraíso perdido" de Barlik. Llega cansada y exhausta después de un día de duro trabajar pero siempre contenta y ávida de s::.ber y ganarse el Cielo y para muchas cosas mas. Un día vino a mí y me dijo: -Padre, he bautizado a un niño que se moría: ¿Hice bien? -¿Por qué no Kodei? -Porque yo misma no estoy bautizada todavía; aun soy pagana. -Y a ver ¿como lo hir.istes? -Pues mire V. Para mis adentros me dije: este niño se está muriendo, el Padre no está aquí y, aunque le llame, tardará en llegar porque vive lejos. Recordé entoncec; todo lo que V. nos enseño para bautizar y como un niño bautizado que muere va derecho al cielo. Tomé agua, la derramé sobre la cabt>za del Ii1ño al mismo tiempo que deda: N. yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo." ¿Estaba bien? Los lectores tienen la palabra. Algún tiempo después me hallaba de nuevo en Barlik haciendo mi visita mensual. La madre de Kodei estaba gra· vemente enferma. La confesé y a Ja mañana-siguiente la llevé la San· ta Comunión con Ja intención de administrarla la Extremaunción un poco más tarde porque t e n í a que visitar a otros enfermos antes de tomar mi desayuno. En esto viene Kodei bautizada como su madre, desde hace algunas semanas y ahora una ferviente cristiana. -Padre-me dice~ ¿no le dará V. algo mas? -¿Qué mas?- Je pregunto pensan· do que quiere pedirme algún alimento o alguna medicina. -La medicina de Apo Dios (del Señor Dios) Comprendí: ella pedía la Extremaunción para su madre. Hay cristianos mas antiguos que ella que temen pedir, aun mas, hablar de este 5acramento a sus parientes enfermos que estan en peligro de muerte. "Puede que tengan miedo .. ,. que les haga daño .... que.les mate .... " ¡como si la Extremaunción no hubiese sido instituida no solamente para el bien espiritual del alma sino tabién para la salud del cuerpo!. ... "la medicina <le Apo Dios." Y aquí tenemos a una joven, una pagana de ayer. Ha hablado a su madre sobre el sacramento de la Extremaunción, le ha preparadodebidamente y viene a mi pedirme le administre este último sacramento. ¿No es esto maravilloso? Abrigo las esperanzas de hacer buenos cristianos de los 3,000 habitantes de Barlik. Tengo· 1a intención de edificar aquí una capilla 11 que costará P2,000, pero, hasta: ahora no tengo mas que "Pl,000. Aun hay mas: he recibido el sueldo de un catequista para seis meses pero como no hay capilla para las reuniones de los. catecúmenos y una habitación cerca de ella para servir de alojamiento al catequista, no puedo proporcionarles por ahora un maestro permanente de religión. Y a veis que la edificación de la capilla y la instrucción diaria de esta gente todo depende de los Pl,000 que faltan. Tal es la vida del misionero: ve el b_ien que puede hacer, pero se encuentra frente a frente con obstáculo insuperable: algunos cuantos pesos que para el generoso bienhechor-significaría: alguna "medicina de Apo Dios," bendiciones sobre la tierra y en el cielo, y para los paganos: "una medicina salvadora de Apo Dios," su civilización y eterna salvación. PADRE GHYSEBRECHTS • .... . ... .... ¡ Por no remendarlo ! .El guia del museo: -A qui ven ustedes el chaleco que llevaba Lord Nelson el dia de la batalla de Trafa.lgar. Por este agujero pasó la bala que le mató. La institutriz moralizadora: -Ya ven ustedes, chicos, lo que es ia negligencia. Si este agujero hubiera sido remendado a r.iempo, no habría pasado la bala que le mató a Nelson. Glotoneria En una mesa redonda. sacaron una fuente de hermosas aceitunas sevillanas, y cogiéndolas un alemán por su cuenta se la.s echó en su plato sin dejar una .. -¡Caballero-le dijo uno que estaba a a. su lada-también a nosotros nos gustan las aceitunas! -jSí, lo creo; pero es imposible que les. gusten tanto como a mi. rz Grupo tomado de una legión de futuros miembros de la "Associación de lá Florecita del Niño Jesus" para la ayuda de la8 misiones en la P"ovincia Montañosa después de su Primera Comunión el día 8 de Abril de 1927 en la iglesia de San Nicolás, Cebu, Cebu, bajo la ·inspiración y el celo del activísimo P . Emiliano Mercado que tiene tan a pecho los intereses de las misiones . . ..... ... ..... La soludón más acertada En el comedor de un hotel hay dos inglesas. . Primera inglesa= ¡Moro, por Dios: abra usted esa ventana; me muero de calor! El moto abt'e la ventana. Segunda ingles:!~ í1\fozo, cierre tis• ted pronto ~su vehtana o pérezco! El mozo cierra y siguen las excíta· ciones: ~¡Abra usted, o expiro! -;Cierre usted, o sncumbo! Un caballero impaciente le dice al mozo por lo bajo: ~¡Acaba de una Yez! . -Pero ¿qué quiere usted que hag<a? ~Es rr¡uy sencillo. Deja cerrada la '·entana ha~ta que la primera inglesa quede muerta, ~- luego la abre¡¡ para que muera la segunda. ¡y •e quedaría tan Eresco! ~Señar ttíío=decía un éspaf'íol que dís· putaba con un extra.njero~déjetne us· ted en p11z, que no tet!go ganas de ha· blar con brutos. El extranjero se ech6 a buscar una etpresi6n conveniente y, .satisfecho por haberia encohtrado, respondió: ~¡El que habla con brutos es usted! 13 ~~~~~~~':f.~~wr.~~:t.~;¡ j . Del pais y sus habitantes ~ ~~~~~~~~"J:.~~~~~~N La psicología del Filipino Por el Hon. Norberto Romualdez #lagislrado de la lorle Suprema de Filipinas 11. Literatura Filipina (Continuación) Existe materia abundante y suficiente para escribir sobre la literatura genuinamente f i 1 i pin a. La Srta. Encarnación Gonzalez de Iloílo ha hecho una relación ba•tante completa de la literatura bi•aya para obtener su grado de "Master" en la Universidad de Filipinas, el año 1817. Hay también autores en dialecto de Pangasinan, Pampanga y regiones bikolanas. Podemos mencionar los siguientes como autores pampangos, Gil, Magat, Eusebio Guanlo, Magno Gosioco Gozum; de Pangasinan, Rafael Q. Estrada, bikolanos, el Obispo Mons. Barlin, Fr. Villareal y muchos otros. Siendo la bibliografía filipina un campo variado y extenso, que no puede ser abarcado en esta conf erencia, me he limitado a mencionar algunos autores sin detenerme a hacer un estudio de todas sus obras, tarea que sometería indudablemente a dura prueba la paciencia de este indulgente auditorio. Y sin embargo, si os hubiera hablado de la literatura producida tambien por filipinos pero en español, ingles y otras lenguas, además de la escrita por los filipinos en los dialectos del país, mi trabajo hubiera sido mucho más extenso. Por esta razón me he ab3tenido de hablaros de las obras de Rizal, Mabini, del Pilar, Guerrero, Recto, Bernabé, Teotico, los hermanos Kalaw, Bantug, Rómulo y muchos otros escritores de la nueva generación. *** Por los datos aquí facilitados podéos convenceros que los Filipinos, sucesores de una antigua cultura asiática, con historia y tradiciones 14 propias, y una literatura basada: en la de sus antepasados y cultivada por ellos mismos, habían de tener y de heG:ho tienen sus peculíaridades propias, que no pueden ser facilmen te conocidas ni comprendidas por un observador superhcial. 111. Bellas Artes Sí de la líteratura pasamos al e;;tudio de las bellas artes como la pintura, escultura, arquitectura y música, todas las cuales estan dentro del ancho campo del arte, Ye· remos que la mentalidad del filipino ha ofrecido y sigue ofreciendo bajo las circunstancias que la rodean, señales poEitivas y evidentes de su existencia y potencialidad. Es que un pueblo que, como hemos visto al hablar del sentimiento y de la idea, prefiere la hermosura a fa utilidad, tiene que ser necesariamente artista. Al hablar del arte, me refiero a aquella expresión de la be 11 e za, conforme no sólo al gusto occidental sino también a la concepción oriental. No es mi intención hacer un estudio de las diferentes arte~ a que voy a referirme aquí; me limitaré a un examen somero de todas ellas. Claro está que no püdemos afirmar rotundamente que el arte filipino está ,completamente d·esarrollado. Las vicisitudes que fos filipinos han tenido que experimentar y combatir han impedido en gran manera el desarrollo completo de sus propias ideas artísticas, muchas de fas cuales son innatas y naturales, algunas heredadas de nuestra antigua civilización India y gran parte concebida5 bajo el ambiente de este Archipiélago. He aquí lo que Francisco de P. Valladar, autor español, dice acerca del arte filipino en su obra "Historia del Arte" publicada en Barcelona el año 1909 (Vol. 2 p.310) "El Archipiélago filipino pertenece a la Oceanía Occidental (antigua Malasia o tierras habitadas por los malayos) llamados islas asiáticas. Este antecedente y Jos descubrimientos arqueológicos que han revelado restos de templos cuyo caracter es indio, egipcio, caldeo en lo antiguo y chino y japonés en tiempos más recientes: la exposición filipina celebrada hace pocos años en Madrid y cuyos principales pabellones se han conservado con excelente acuerdo, dan clara idea de las artes en aquellas hermosas islas, no bien estudiadas toda~. vía, a pesar de los notables trabajos que acerca de. este asunto pueden consultarse en el "Boletín de la Sociedad geográfica de Madrid." En verdad, los diseños filipinos, como los que os voy a presentar tomados de las cubiertas de devocionarios procedentes de Joló, revelan gusto refinado mas bien Indio que chino o japoriés. l;) Hélos aqui: Lo mi;:mo puede decirse de este disefio de la proa ,de una embarcación nativa. He aquí algunos objetos filipinos <le Bulakan que puedo hoy mostraros gradas a la cortesía de D. Jerónimo Samson, actual escribano delegado de la corte Suprema. Estos objetos son: un sombrero, algunas prendas de vestir donde hay dibujos curiosos e interesantes y que guardan parecido a los dibu· jos de los vestidos que usan las niñas en Colombo. Hoy día nuestras artes están modeladas conforme al ,estilo occidental sin destruir por completo 16 ciertos rastros de la propia individualidad, de la que es bien difícil prescindir y que merece ser amorosamente cultivada, desarrollada y perfeccionada. l. Pintura. El filipino, como os he indicado, no ha tenido oportunidad de des· arrollar su propio arte pictórico. Por esto la pintura en Filipinas se presenta más bien en sus formas occidentales. Juan Luna, F. Resurrección Hidalgo, Lorenzo Guerrero, Zaragoza, De la Rosa, Amorsolo, Asunción, Pined y otros muchos son los filipinos que han cultivado y siguen cultivando este arte en sus formas occidentales. El Sr. Augusto Fuster de la Facultad del Ateneo, discípulo del renombrado pintor español, Sorolla, aunque de distinta nacionalidad, viene sintiendo gran interés por el arte filipino. Este señor es quien ha preparado las placas que os vengo demonstrando en el decurso de esta conferencia. Entre los filipinos que se han distinguido en este arte tal como se e u l ti v a en el Occidente, Luna e Hidalgo, cuyos lienzos han llamado la atención aun en el extranjero, son dignos de especial mención. Luna ha pintado el "Spoliarium," "En el Triclinium," "Pueblos y Reyes" y muchos otros. Entre las pinturas de Hidalgo podemos mencionar "Antígona" y otras muchas más. El cuadro original del "Spoliarium" de Luna cuya copia tenemos en el Salón de Marmol de esta ciudad, está al presente en España. Tuve el placer de admirar esta obra de arte en la sala de sesiones de la Asamblea de la "Mancomunidad'' en la dudad de Barcelona el año 19.=0 llevando instrucciones del gobierno para entablar negociaciones sobre la adquisición del cuadro. Estos dós artistas, Luna e Hidalgo, tienen sus propias especialidades. La característica de Hidalgo es la exactitud de ejecución y la pulcritud en detalles. La especialidad de Luna es su genio, su ·atrevimiento artístico, muy parecido al del conocido pintor americano, John Singer Sargent. Cuadros originales de muchos," casí de todos los artistas filipinos más conocidos pueden verse en el museo privado del Sr. Ongpiu propietario del almacen "El 82." (Se continuará) 17 Los Negritos del nordeste de Luzon Por el Rdo. P. Mauricio Vanoverbert/t Misionero en la Provi11cia !1'1011ta1iosa, de las Islas Filipinas (Continuación J El Rdo. P. Vanoverbergh, Rdo. P. C. De Brol4wer, con su catequista Juan A.ndaya, ·y los remeros. 3 de MAYO (Sábado) Despues de una noche que pasé casi sin dormir me levanté, comí los cuatro plátanos, dí las gracias a los habitantes y me dirijí a mi casa. Todas me acompañaron de· sean do ver sus fotografías, pero al lado del río nos encontramos con algunos pescadores Isnegs y la tentación de pe~car tambien fué irre· sistible para mis acompañantes de manera que todos se quedaron, excepto Masigun que me condujo al otro lado del río en la banca de un lsneg. Al llegar a casa, el Sr. Padua me dijo que había ido ayer a Nagan y que allá había visto al Rdo. P. De Brouwer, misionero de Bontoc quien había dicho pasaría hoy por aquí. ¡Buena noticia! Apenas babia terminado de comunicárme· la el Sr. Padua, cuando dicho Padre llegó en compañía de su catequista Sr. Juan Andaya y algunos remeros Isneg. Este es en verdad un día memorable en mi diario. lS Hablamos, tom;1mos fotografías, recibimos algunas lacerías de carne, un poco de café y finalmente nos separamo,:. El Padre insi5tió que les acompañara a Abulog, pero rehusé diciendo que no podía de ninguna manera faltar al rezo de Jo;; Negritos esta noche. El comprendió toda la importancia de aquelia reunión, pero entonces me obligó prfcticamen te a prometerle que le acompañaría en su Yuelta a Bontoc, pasando por la provincia Kalinga. Me ofreció un caballo y todo lo necesario para el Yiaje. ¿Quien hubiera podido resistir tan amable invitación? Yo francamente confieso que no pude. Por la tarde estaba intranquilo, porque nadie venia a anunciarme la esperada reunión, y por eso el Sr. Padua y un servirdor cruzamos el rio en una pequeña embarcación para ver lo que sucedía. Llegamos a casa de Asi en donde encontramos a su mujer guardando la Cása como de costumbre. Allí nos quedamos hasta a las 5 :30. Desesperados de la posibilidad de ver llegar a los Negritos, decidirnos volvernos a casa. Entre la casa de Asi y el rio, había otra de un tal Abitto, que siempre, en mis viajes a casa de Asi, me había servido como una señal del camino que debía seguir. Esta vez nos fué imposible encontrar dicha casita. Andamos pues por el bosque por más de una hora, probando cualquiera senda, y al fin volvimos ª"·ergonzados a la mujer de Asi para pedirla que nos proporcionara un guia. Nos condujo a casa de Abitto, no sin antes reírse de nosotros. Llegados al río, mientras esperábamos la embarcación para pasar al otro lado, Herudi~ llegó corriendo diciéndonos que los Negr:tos habían llegado. Inmediatamente me separé del Sr. Padua y seguí a Herudis. Pasamos por la casa de Bugayong para anunciar la buena noticia y, durante mi e~pera allí, Herudis llamó a sus padre y a los demás parientes de la familia. De nuevo salimos para 'ta casa de· Asi guiados por una de las niñas pequeñas que no hizo otra cosa mas que gritar por todo el camino. Pronto cayó la noche y les aseguro que el hecho de estar solo en la oscuridad y en la espesura de un . bosque; lejos de toda gente civilizada, rodeado por una tribu de negros enanos, es una sensáción nada agradable; sin embargo no tuve miedo porque estaba seguro que no me sucedería nada mientras los Negrit0s estuviesen a mi lado. La descripción de esta vigilia y la oración de los Negritos se encuentra en otra parte de esta narración; solamente diré que al fin de esta experiencia nocturna estaba completamente exhausto. 4 de MAYO (Domingo) Muy tempranito un Negrito fué a Siwan para llamar al Sr. Padua, quien llegó a las 8 a. m. más bien muerto que vivo. Despues de haber tomado algunas fotografías enUn grupo de Negrito que llegaron para el famoso rezo. n:e exclamaciones. y lamentos de dolor de parte de mi compañero, fuimo; todos a casa cansadísi·mos, excepto el Sr. Padua, que parecía haber resucitado desde el momento que encontró un hombre dis~ puesto a llevarle a Abulog este mismo día. Varios Negritos nos a - compañaron y cruzamos el río en compañía de Masigun. Al llegar a Siwan, di a Masigun y a sus hijos buena parte del arroz y la sal que llevaba. Despues hice las preparacione:> necesaria~ para la salida· del Sr. Padua quien debía llevar por vapor y auto hasta Tagudin la mayor parte de mis equipajes; me quedé solamente con un saco conteniendo todo lo necesario para mi viaje por tierra. Des20 pues de un baño en el río y una sombra de desayuno, procuré descansar pero en vano, pues los Isnegs no me dejaron en paz con su continua charla. Al medio día cuando ya creía al Sr. Padua muy lejos en camino para Abulog, este apareció de nuevo para comer opíparamente y fortalecerse para el viaje. Kuliana, Sida y Carmen me prepararon la cena, prometiendo hacerlo siempre desde ahora. Les di algunos litros de arroz para sus padres. Como no tenían ningun receptáculo para llevar aquel tesoro, usaron el vestido de Sida. Desgraciadamente este estaba ya bastante requete usado y parte del arroz se desparramó entre las lamentaciones de las niñas. Kuliana se decidió entonces usar su propio vestido, como receptáculo pero lo malo es que ahora Kuliana no tenía otro qüe ponerse: el problema se resolvió para gran satisfacción de todas poniéndose Kuliana el vestido de Sida y esta última, como era todavía muy pequeña, paso adelante sin nada. 5 de MAYO (Lunes) Las tres niñas estaban con Leoncia y dos .de las Negritas que habían venido a rezar desde hacía dos días: lya con su hijo y Fermina. Dí dinero a Kuliana para que comprase un poco de comida: me trajo una calabaza medio podrida y algunos plátanos verdes: no había encantado otra cosa. En e entretanto llegó Toma, el warido de lya quien me hizo un arco para mis flechas. Durante todo el día estaba calenturiento y solo pude dormir desde a la 1 hasta a las 2:30. Una hora más tarde, fuí al río y, para gran sorpresa mía, vi una embarcación donde iban el Rdo. P. De Brouwer y el Sr. Andaya. Figuráos como fueron bienvenidos! Me prepararon la mejor comida que había probado en este páramo, pero, pai a desconsuelo mío, po tenía apetito y tuve que contentarme con un pedazo de pan con mantequilla. No vino ningun Negrito a visitarme esta tarde. ¿Por qué? Probablemente habían visto la embarcación del P. De Brouwer y tuvieron miedo. ¡Pobrecitos! Nos arreglamos para pasar la noche lo mejor posible. El P. De Brouwer medió algunas mantas y así pude dormir con más comodidad que antes. Con todo pasé la noche temblando de fiebre y casi sin dormir. (Se continuará) :.• 21 (RóNICA (ATóUCA Roma. Decretos declarando el heroismo y las virtudes del Venerable Don Bosco, fundador de la orden Salesiana--han sido leidos en presencia del Santo Papa. La familia del Papa Benedicto XV ha regalado un fragmento de la verdadera cruz a1 Premier Mussolini. El Santo Padre ha enviado un millón de francos a la Comisión Episcopal en Francia, a cuyo cargo está el nuevo sanatorio para sacerdotes y seminaristas tuberculosos. Ha comenzado el proceso de beatificación del P. Damian. El P. Damian nació eri Tremeloo, cerca de Lovain. Belgica, el 3 de Enero de 1840. Murió hace 22 37 años en la colonia leprosa de Molokai, víctima de la lepra que contrajo mientras ater:idía a los leprosos. Alemania. E:1 la villa de Eisensch!nitt, donde, como U11a segunda siega de la guerra no babia ninguna criatura que tuviera la ejad réqnerida para hacer L1 Pri:nera Sagrada Comunión este año, han suplido los hombres y las m:tjeres q:te, hace cincuen.ta año;; hicieron la Primera Comunión a los nüios y niñas. quienes normalmente recibirían la Sagrada Comunión por vez primera. Belgica. Institutos de misioneros con residencias en Bélgica. Los números que ,·an entre paréntesis indican: el primero, el número total de miembros de la Orden y el segundo el número de misioneros c'.e la Orden en el campo de acción. Benedictinos ( 14. 183-223) Misiones en Congo, Erazil, Cey.lon y Korea. Capuchinos (9,650-768) Misiones: Hi11dostan, Congo, America Central, India Hoia1:desa. Dominicos (4.900-507) Misiones: China, Jap.'',n, Congo y Mesopotamia. Hermanos de la Salle ( II ,378-850) Misiones: en todo el mundo. Franciscanos: '16,968-2,850) Misiones:· en todo el mundo. Jesuitas (18,718-3.484) Misiones: en todo el mundo. · Lazaristas (De San Vicente de PauP (3,874-581) '.\lisiones: China Cercano·Oriente, Africa. América. Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús: ( l, 200-500) Misiones: Congo, Oceanía. Redentoristas (5,000-200) Misiones: Vis Antillas, Canada, Congo. Salesianos (6,500-1, 169) Misiones: India Inglesa, Brazil, Patagonia, Sudáfrica, Congo. Méjico. Padres de Scheut (800-500) Misiones: Congo, China, Provincia Montañosa en las Islas Filipinas. La Junta General de la Liga del Sagrado Corazón, ha tomado la iniciativa de proveer oradores a las asociaciones que han resuelto llevar a cabo meetings de protesta contra la persecución en Méjico. Veintesiete confe:-enciantes de la Liga, siete de los cuales usan linternas ópticas para ilustrar sus discursos, han ofrecido sus servicios a las provincias flamencas. Holanda. A la silente procesión anual en Amsterdam para celebrar la conmemoración del milagro ele Amsterdam en las primeras horas del 20 de Marzo, han asistido este año 60,000 peregrinos venidos de todas partes de la ciudad y lugares distantes. Hungria. Acaban de ser introducidos algunos nuevos reglamentos autorizados por el M:nistro del Interior. El jurar por ejemplo, es castigado con una multa de $15 maximum o dos semanas de prisión. El acosar y molestar a damas respetables en las calles a.si como tambien otras infracciones de la moralidad pública son castigadas. Jóvenes de la escuela más moderna de Budapest que llevaban faldas cortas, medias color de carne o que usaban coloretes fueron enviadas a sus casas por la policía para que alargasen sus faldas, cambiasen las medias color carne por negras y se quitasen los coloretes y demás afeites. La policía ha recibido ordenes estrictas de castigar mt1y severamente la inmoralidad en los teatros, vaudevilles y cines. Ja pon. ''La Iglesia católica es altamente considerada y respetada en elJapon especialmente en los altos círculos sociales. No seran la mayoría, pero en la corte, en las unh·ersidades, entre los empleados y oficiales, profesores y estudiantes se encuentran fervorosos católicos y existe entre ellos un gran respeto a la fe católica. El Gobernador S.M. Yamamamoto es un católico devoto. La sociedad de Jóvenes Católicos en Tokyo cuenta con 600 miembros, la mayoría maestros y estudiantes". 23 Palabras del Sr. Calidel, em'La=ador francés ele los Estados Unidos: · Lejano Este. Hay ahora, según Moos. Freri, 2,400 sacerdotes nath-os en el lejano Este. Japón y Korea tie1;en 60, China 830, Indo China 700 e India y Ceylon 850. Suiza. El 22 de Marzo se lle,·ó a cabo la vista de un caso inusitado de un sacerdote mizo que apareció en la barra acusado de no querer declarar como testigo en una acción legal. El sacerdote declaró que se ha b i a enterado del suceso y sus pormenores por medio de la confesión y que su conciencia no le permitía violar el sigilo sacramental. El fiscal pedía para el sacerdote la prisión y el pago de una multa por rebeldía. El tribunal ordenó que pagase una multa nominal de un franco, porque según el juez, el código penal suizo concerniente la cuestión del sigilo sacramental que debía ~er legalmente respetado estaba en desuso. Hermosa Lección Una comisión, de la~ que tanto hoy abundan, se present.ó en cierta ciudad con el fin de estudiar ciert0s asuntos agronómicos. De ella formaba parte un j6\·en ingeniero que, por desgracia hoy harto común, había perdido su ·religión al obtener el titulo. Recibió hospitalidad la tal comisión Pn la más acomodada familia del pueblo, en Ja que había una jóven de simpática figura; de no vulgar ingenio, y, sobre.todo, de gran piedad y resolución como se verá. Es achaque común de los incrédulos modernos ignorar nuestra religión y Lurlarse sin embargo, de ella; no parecerá, pues, raro," que el ingeniero de 24 que hablo, al día siguiente de su llegada escandalizara a aquella buena gente con burlas inas o menos veladas de todos nuestros Misterios. La consternación de la.,familia era general, y solo se oía:r:i la$ soeces risotadas de los acompañantes del ingeniero. La jóven _inclinó el rostro, encendido como la grana, y no dijo palabra. Pasaron varios días, y casi siempre a la hora de la mesa se repetía la anterior escena con variantes ligeri~imas. Concluyó al fin su trabajo el Ingeniero; el lo creía maraYillosoyenvanecido de ser su autor, lo desplegaba con aire de triunfo ante sus amigos y la familia .. Aquellos alababan y felicitaban al ingeniero por tan buen éxito. De pronto entre aquel concierto de alabanzas brotó una carcajada sonora, estrindente, juvenil; volvieron todos los ojos al lugar de donde salía y vieron a la jóven que doblemento encendida por la risa y el rubor señalaba con el dedo los planos y hacía gestos de disgusto. La miraban todos con asombro, y su padre, entre sorprendido e irritado, exclamó: -¿Sabrer1.1os de que te ríes, niña? Ella continuaba riéndose y su implacable dedo apuntaba siempre los planos. . · El ingeniero palidecía a veces; sus labios temblaban y daba señales de gran ira, que aumentaba con la risa de la jóven. Dominándose al fin cuanto pudo, la dijo en tono seco y brusco: -¿Que ha notado V. en mis planos, señorita, que le causa tanta gracia? Haciéndo poderosas esfuerzos para contener la risa, contestó la jóven: -¡Estan tan feos .... ~ Ei;as rayas tan rectas, esos picos tan mal hechos .... : Y luego los c·olores.... ¡Vayan vaya!, exclamó dirigiéndose a los amigos del ingeniero: No se porqué aplauden ustedes esas figuras. Y volvió a resonar su estrindenle carcajada. El ingeniero que veía poner en ridículo sus trabajos, y esto por una muchacha ignorante, no pudo contenerse y exclamó: -¿Sabe V. topografía, sefiorita? -jNada! contestó ella sonriendo aun. -¿Y dibujo? -¡Tampoco! -¿Y ha visto V. muchos pllmos? -jSon los primeros! · -Me admira entonces, sefiorita su risa de V. y me parece altamente tonto y ridículo burlarse uno de lo que no entiende. Irgulóse entoncesella y altiva· y majestuosa como una reina le preguntó: -¿Conoce V. bien la religión católlca? -¡No! contestó el j.óven. ,....¿Y el catecismo caballero? -Tampooo. -¿Recuerda siquiera las ensefianzas que puso en su corazón su buena ma. dre? -Las he olvidado-dijo el jóven iocli- · nando la cabeza. -Pues entonces, caballero, estuvo V. soberanamente tonto cuando en días pasados se burló de lo que no entiende. Aquel dia la mesa estuvo en paz y al siguiente, el ingeniero y sus amigos, corridos y avergonzados, se despedfan de aquella casa, donde tan bu en a lección habían r¡cibido. El hecho es estrictamente histórico. Solución de los acertijos en la página 4. 1 E:N QUE NO TIENE GLORIA. 11 EL HUEVO. 111. EL ATAUD. IV. EL MOLINO. 25 ~~~~~~~~~~~~~ 1 ~ Buzón ~ 1 )f~~~~~~-;:~~~~~~')C Pregunta: - Muchas ve1 ·u; he oMo a los protestantes bm'larse de 1 w1 ceremonias ele nuest1·n Iglesia. Haga el (at'fft' de in· dica1•me claramente las tazones ¡;or f}tté estas se celebi·an. Respttesta:-Las ceremonias religio· sas significan seiiales ~- acciones expresivas que la Santa Iglesia manda para la digna celebración del servicio diYi· no. Es verdad, y lo admito con los adversarios, que la devoción primera y verdadera debe provenir del corazón, porque "los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu ~· en Vl'r· dad." Pero por esto no es licito con· cluir que debemos menospreciar el culto exterior aun cuando el culto interior sea esencial. A 1 contrario: la razón nos lo dicta, Dios en el Anti· guo Testamento y Jesucristo y los apóstoles en el Nuevo sancionan las ce· l'emonia.s para honrar a. Dios. La verdadera devoción no se puede ocultar por mucho tiei:npo en el corazón: es natural que se manifieste por sefiales y acciones exteriores, así como el fuego no puede q11emar sin emitir humo. Además, las manifestaciones exteriol'es de algdn sentimiento interior aumentan lo que interiormentese siente. ¿Acaso un hijo devoto puede contentarse con el a.mor interior que siente por su padre? Sus acciones, sus palabras, sus sentidos, su ·cuerpo entero rnanifestara.n lo que siente en el alma. Lo mismo debe suceder con el verdadero hijo de Dios: el hombre que devotamente se arrodilla ante el Santísimo, que se santigua con respeto, que l'ecita o canta. las glorias de Dios, que da con caridad a los pobres etc .... ordinariamente será un hombre de Dios, es decir un hombre que ama mucho a su Creador. Por el contrario aquel que menosprecia. estas acciones exteriores, será por lo general un hombre indiferente en el servicio de Dios. Así tambien las ceremonias de la Iglesia expresan lo que siente el alma del celebrante. Pero además las ceremonias hacen sentir a los asistentes que las comprenden los ·sentimi!!ntos y acciones del mismo ministro, y así les ayudan a e\'itar distracciones. Dios, sabiendo todo esto, determinó cuidadosamente muchisimas ceremo· nias que los sacerdotes judios del Antiguo Tes~amento debían estrictamente observar, como se ve en el libro llamado: "Levítico." Nuestro Seilor, aunque vino a esta· blecer una ·religión más espiritual que la antigua de los judíos, no rechazó sin e111bargo las prácticas exteriores: tomó parte en una procesión a Jerusalem, bendijo el pan y el cáliz en la ó.ltima cena y después entonó con los apóstoles un himno de acción de gracias, introddjo sus dedos en los oídos del sordomudo, puso saliva en su len¡n1a antes de curarle,~' mirando al Cielo, exclamó: "Epheta" "ábrete;'' al conferir el Espíritu Santo sobre los apóstoles sopló sobre ellos y estos más tarde co~ municaron el Espíritu Santo extendiendo las manos sobre los confirmandos. El Apóstol Santiago escribe que, cuando uno está enfermo1 debe llamar al sacerdote que le ungir& con óleo. ¿Qué son todas estas acciones. sino meras ceremonias'/ Naturalmente la Iglesia hace uso de ceremonias mucho más expresivas aun. ¡Ojala que el católico la.s estudia.se especialmente las de la Santa Misa y las de los sacramentos y asi le gustará muchísimo más asistir al Santo Sacrificio y recibir los sacramentos. 26 $$~~~$~$~$$$~$$ $$$~!$~$-~$$~~~ ~r~~~..=---==~~--~;:----=r- ;r-== - _,,...;_,~-" .. ----,;¿=~:,,..óª~ :i e orrespondencia l: •L~~.__......--==~~.,.~~..;r-""'"~"""-~~.,;_""""'-"""'--~-~~ ............. .,..,......,, ....... l• $~$~~$~¡¡$$~$$$$~$$¡$~~$$$~$~~ :\IaJJ.ila, 15 de Junio de Hl27. Mis queridos lectores:;:,__ Espero no lo tomarán a mal nue~tros suscritores cuya suscripción expira este :\'fayo, el.que les ha:i-a enviado una ·carta pidiéndoles renueven su suscripción a la reYista. La existencia de un periódico o de. una reYista de.pende ante todo, como vosotros sabeis, del ·pago tiel de los suscritores. Muchos periódicos y revistas han muerto desgraciadamente precisamente por la falta de exactitud por parte de los suscritores en pagar religiosamente lo debido. "EL MISIONERO" necesita vuestra ayuda pecuniaria no solamen-. te para poder sostenerse sino también para pJder ayudar a las misiones de la Provincia:\'.Iontañosa. de manera que, al renovar vuestras suscripciones a la vez que hacéis una obra de caridad,demostráis al mismo tiempo el amoi: acendrado que sentis hacia vuestra patria, porque el 'hacer un sacrificio por el mejoramiento de los habitantes del pais, es una prueba palpable y verdadera de amor a la patria. Hoy hace un afio que "EL MISIONERO" salió a luz. Cuenta por ahora con 1,500 suscritores cuando el "THE LITTLE APOSTLE" de la edad de cuatro años cuenta con 6,000. Ya veis que es muy grande la difereneia que existe en el número de suscritores de ambas revistas. "EL MISIONERO" debería contar con igual número: la melíflua lengua de Cervantes no ha muerto ni morirá nu·nca en Filipina!'. Queridos lectores, baced pues un ·esfuerzo en hallar por lo menos 1111 nuevo suscritor. ¿Quién podrá rehusar su. óbolo de un pesillo al año para contribuir no solamente al sostenim.ient:o del "EL MISIONERO" sino también al desarrollo de las pobres misiones de Filipinas? Cuando un país extranjero eae víctima de una desgracia y hace un liamamiento a la gene.rosidad de los Filipinos, estos enseguida responden a él con todo el corazón. Acordáos que también es una desgracia el tener aun en esta Perla del Oriente una provincia de 300,000 habitantes infieles y que "la caridad bien ordenada empieza por uno mismo.'' "EL MISIO~ERO" .celebra tener como nuevo. Prelado de la Montañosa al Ilmo. Mons. Sancho, cuya fotografía honró las páginas de esta revista el m3S pasado. :\Jons. Sancho ha sido siempre uno de los apóstoles más activos en Filipinas que han trabajado en favor de las misiones de la Montañosa: el día que salió de Tuguegarao para su nueva diócesis, todaYía envió trece nuevos suscritores al '·MISIONERO''; ahora que es pastor de sus 300,000 ovejas infieles no.hay duda que su celo y actividad no tendrán límites. Más aun: le acompaña a Vigan su activísimo Secretario, el Rdo. P. D. C. Alindayu, quien, juntamente con el Sei'ior Obispo, difundió por todas partes de Cagayan la "ASOCIACIÓN DE LA FLORECITA DE JESUS.'' Los misioneros de la Montañosa ha27 Rdo. P. D. C. Alindayu, de Cagayan cen \'otos para que Dios const-rve larg-os años a tan ilustre Obis¡:o y.a su diirno Secretario. Desde Paterson N. J. Estados üni..ilos hemos recibido la siguiente carta que prueba una vez mas como Santa reresita escucha las oraciones de aquel los que como ella ayudan a las misiones. Paterson, :n de Marzo de 1927, Rcl(•. P. VandewalJe. Manila. Hace algún tiempo mi hermana es• taba enferma y en peligro ele muerte, debido a una operación que tuvo que sufrir y mas tarde por. la pulmonía que le atacó. Mi madre la encomendó a Santa Teresita hacíendo la promesa dé mandar una limosna de $5 a las misiones si su hija se.curaba. Gracias a Santa Teresita, patrona de las misiones, mi hermana se ha curado y mi madre, no sabiendo a que misión enviar la cantidad prometida, yo la pedí enviara ta limosna a la misión másnecesit·acln que es la de la Pro\·incia Montañosa, llfrs. J. H. Koning: be llagan, Isabela, nos ha llegado una carta idéntica. 28 Rdo. P. Editor del "THE LITTLE APOSTLE" : - Aq ul le envio un giro postal de dos pesos para el bautismo de una nifia de la Montañosa. Prometí esta cantidad a Santa Teresita si me concedía el favor de curar a mi muchacha. Gracias a su intercesión y a la de la Virgen Santísima está hoy completamente restablecida.. Haga el favor de publicar este favor en su revista. Sinceramente. M. Q. B. Queridos lectores: como lo demuestran las cartas arriba publicadas, Santa Teresita, que en vida quería ser una misionera pero que no pudo satisfacer este santo deseo por estar bajo la autoridad de sus superioras quienes dispusieron de otra. manera, dedicóentonces su vida en ayudar en cuar..to podía a algunos misioneros, adoptando a dos de ellos como hermanos: ahora que está en el Cielo, no se olvida de las misiones y deja caer con preferencia muchas de sus rosas sobre aquellas almas carita ti vas que como ella ayudan a los misioneros. Cuando necesitéis alguna gracia, acudid a Santa Teresita prometiéndola socorrer a las misiones cuyos intereses ella tiene tan a pecho y ya veréis como ella amorosa escuchará vuestras plegarias y bondadosa os concederá vuestras súplicas. "EL MISIONERO." 41 .. ...... .. In Memoriam tos ROG!\MOS, Señor absolvaís de todo vínculo de pecados las almas de vuestros siervos l\'icolasa JVafíagas, Luchan, Tayabas; Pila1· Senador, Dumaguete, Or. Negros: Vicente Mm·tinez, Sto. Nifio Jimalalud, Or. Negros; J1foura Macctlino, Magalang, Pangasinan: 11:lariano Napuo, Tanjay, Or. Negros; Ildefonso Rodriquez, Manila, Manila; Rosa Gueco, San Fernando, Pampanga; Francisca Ochm:o. Duero, Bohol; Petronila ·Beroo, Duero, Bohol; Potenciano Patiag, Pedro Zabat, Agustin Fajardo, Jacinta Garcia, Silvestre Lopez, Bongabong, Nueva ~cija; Rosa Concepcion, Manila, Manila: Apolonia A.guirre. Mandurriao, Iloilo; Juliana P. Mangaoang, Caba, La Union; Dolores Reyes, Mambajao, Misamis; Gemr~o Hipolito, Sta. Ana, Pampanga; Maria San Mateo de Adorable, Gapan, Nueva Ecija; para que en la gloria de la resurrección vivan entre vuestros santos y elegidos. Por Nuestro Sefior Jesucristo que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amen. No hay dolor mas grande que recordar los tiempos felices en la desgracia. -DANTE. La soberbia, la envidia y la avaricia son las tres brasas que queman los corazones.-DANTE 29 Inmensa Muchedumbre que presencia la curación de un baldado en el coinulgatorio de la Iglesia de Lakeland, Florida, Estados Unidos. Lakeland, Florida, E. S. llL SR. FRANK QIESHL íué víctima de un accidente en las bodegas de la "Atlantic Coast Line," el día 5 de Septiembre de 1923. Después de aquella desgracia, Qieshl permaneció mucho tiempo en el hospital de la ''Atlantic Coast Line" en Waycross, Ga. en estado muy grave, y, cuando al fin salió del instituto, los más famosos médicos le dijeron que nunca mas eti su vida podría caminar sin la ayuda de muletas. Qieshl era un hombre de fe quien creía en el poder y la voluntad de Dios igualmente infinitos. Ansiaba ardientemente la ayuda del cielo cuando el poder de la tierra le faltaba y confiaba firmemente que su Padre cele5tial le devolvería su lugar entre la gente normal y activa para poder ganar asi el pan cotidiano con el sudor de su propia frente. Al principio de la Cuaresma de eí:ite año, 1927, cuenta él mismo y sus vecinos que comenzó una serie d~ oraciones, una novena a Santa Teresita, la Florecita de Jesús, a San. José y a San Antonio. Su fervor fué creciendo a medida que la Cuaresma adelantaba y, como su súplica parecía no ser oída, pafó el día y la noche del Jueves y Viernes Santo y el Sábado de gloria en la iglesia en continua oración: hay que violentar al cielo y per,severar en la oración para lograr lo que se pide hasta incluso milagros. El Domingo de Resurrección Qieshl se hallaba todavía en la Iglesia de San José de Lakeland, preparándose para comulgar. Empezó la misa de ocho y al momento ce la Comunión el pobre baldado cogió sus muletas, las colocó debajo de los brazos y con su ayuda rirosiguió despacito hasta el comulgatorio para recibii el Pan de los An:~o geles. Muchos de los que le vieron tambalearse y andando con tanta dificnltad se compadecieron de él con todo el corazón, ignorando que en aquel mismo momento sus largos sufrimientos e ii1capacidad c;e trabajar tocaban a su fin. El sacerdote le dió la Sagrada Comunión como tantas veces lo había hecho. Qieshl se levantó, cogió sus muletas y una vez en pie las depositó en el comulgatorio ~­ caminó hasta su sitio no solamente sin ellas, sino con paso firme, cabeza erguida. los hombros echados para atrás y los ojos brillando de alegria y gratitud. Un testigo ocular hablando del efecto de este espectáculo en la iglesia dice lo. siguiente: ''Durante algunos momentos la consternación reinó entre los fieles de la iglesia; cada uno quería ver al feliz Qieshl y conversar con él, o hablaban con sus compañeros del prodigio acaecido en la persona del pobre baldado; pero algunas palabras del cura, el Rdo. P.M.G. Farly trocaron aquella excitación en lágrimas de alegría: los hombres, las mnjeres y los niños, todos, lloraron de felicidad a la vista de la gran maravilla que habían presenciado con sus propios ojos y obrada por la intercesión de la Florecita, San José, San Antonio y el poder de Jesucristo resucitado. El mismo Qieshl estaba rebosando de júbilo y satisfacción por haber recobrado su estado normal y el uso de todos los miembros de su cuerpo, y, cuando la gente al salir de la iglesia le felicitó con lágrimas en los ojos, él tambien no pudo contener las lágrimas.'' Qieshl decía que se sentía desprendido de todo y que su mayor felicidad era el contemplar la alegría en las caras de aq'1ellos que le rodeaban .. "La gen te con lágrimas en los ojos trataba de hablarme, pero algunos de ellos apenas podían hablar por la emoción" decía Qieshl. Como es natural estaba nerYio~o por la excitación del suceso, pero ahora se siente rebosando de salud y energía. Sintiendo que había recobrado la salud por don de Dios, la estíma y cree ser su deber el cuidar de ella corno si nunca la hubiera perdido. Declara que no es un hombre más digno que. c~al­ quiera otra persona. Considera su curación como una demostración del poder y de la bondad de Dios. Tan profunda es· la impresién producida por el maravilloso suceso en los fieles de Ja Iglesia de San J ose en Lakeland, Florida y en el Rdo. M.G. Farly, el cura, que han decidido edificar una capilla en honor de la Florecita en los terrenos de la iglesia lo antes posible. 31 Pequeña Historia de la Vida de Sta. T eresita del Niño Jeaus por d R. P. f. Caróonel, S. J. ( Couti1111ació11) CAPITULO DECIMOTERCERO Lo" pa:<atiempos de Tere>'itfl . ~l~;:·g~· A HABRÉIS comprendido, lit~ mis lectores, que, para ser ~- nn santo o una santa, Dios no sólo pide el cumplimiento de las prácticas de mortificación, si;;o que . qniere que hagamos bien todo lo que tene· !nos que hacer, y, si por ejemplo estáis en vacaciones, que os en· treguéis ele Heno a la alegría, sin olvidar, no obstante, que sois niñas cristianas. Debéis hacer más: debéis serviros de esos descansos para elevaros a Dios. Quizá esto os parezca dificil, y para que os deis cuenta de lo que representa, voy a describiros un suceso de la santa oc1irrido en una de las tardes de asueto, del a que conservaba un recuerdo particular. Es jueves ¡gran fiesta para Teresittl Se hallaba con su hermana Celir.a, quien le acompañaba en todos sus juegos y le servía de confidente, por lo que a Teresa le costa· ba gran trabajo dejarla. Celina está de pensionista en las religiosas Benedictinas, y am:que viene a parnr la noche a su casa, dedica su tiempo a dormir o en aprender las lecciones. Esto es causa de que las niñas ansíen tauto por el jueves. El día de que os hable, es pues jueves; es decir de vacaciones todo el día. La víspera, habían organi· zado una partida de pesca para el día siguiente. No han dado las seis, y ya Paulina va a despertar a sus hermanitas. Las uiñas se sientan sobre el lecho abriendo sus ojaios que briIlan de alegría. Ofrecen su corazón a Dios, se visten, y hacen la oración; desayunan. y colocando al hombro sus meriendas, parten. El sol está espléndido y se anuncia un día de calor intenso. Por d camino cogen flores y a 8~ \·eces descubren nidos. ¡Hay que ver la expresión de Teresa al observar los pajarillos que acaban de nacer! Como es muy pequeñita, Paulina le ayuda a asomarse y la nitfa aparta con su bonita mano el seto florido; conteniendo hasta el aliento para no asustar a los pajarillos. ''¿Quieres cogerlos? - pregunta su padre - Son pinzones; los llevaremos y los meterás con los demás pájaros que tienes." Teresa reflexiona un instante. Ama a todas las criaturas creadas por Dios; tiene bonitos peces rojos en su pequeño acuario, paloi:nas. pericos, canarios, bubrelos y pardillos en su pajarera. Los pinzones que ha e:1contrado añadirían una nota de belleza al conjunto. Pero no; habría que robar~os a su madre, y la niña, que protege a todos los débiles y que teme causar daño a un insecto, prefirió pri rnrse de los pinzones. De nuevo se pusierori en marcha. Con admiración contempla Teresa los bosques. los campos. lasverdes praderas que adornan la tierra, mie•1tras sus ojos se extas:an; su corazoncito. lleno de alegría. la transporta fuera de este mundo; pues tanta belleza se ofrece a su \·ista, que oiensa en la infinita bonclad de Dios que tocio nos lo ha dado para regocijarnos. "¡Cuando uienso-ex:lama - que Dios creó el mundo <le la nada! ¡Qué po-ier tan inrne:-iso revela! El hecho ele haber crea1o todo para nuestro r'leleite me hace amarle con tocio mi corazón." Al fin se detienen en un prado que bornea un río. Instalados los enseres para la merienda, y excitado su apetito por el paseo, se disponen a reparar sus fuerzas. Aun allí, Teresa no olvida a Dios y reza con piedad la bendición y las gracias. Después de la comida muy alegre y llena de risas y exclamaciones jocosas, cada uno va donde quiere: Teresa va de una a otra de !tts herma nas, coge hierbas, flores, pesca con caña al lado de su padre y por último se sienta en la hierba conte nplando silenciosa el paisaje. Entonces, piensa en su madre .... Reflexiona que la tierra a pesar de ser tan bella, no es más que un lugar de tránsito, un sendero que conduce al Cielo, donde todo es radiante, dulce,y donde las bellastardes no terminan nunca. No obstante, esa excursión parecía que iba a terminar mal, pues de repente se anunció una gran tormenta que estallaba a los pocos momentos. El Sr. Martín llevó en susbrazos a Teresa lejos de los árboles que podían atraer el rayo, y mientras que atravesó la pradera. el rayo súbito cavó cerca de ellos. Pero Teresa no" tuvo miedo: sabía que estaba en las manos de Dios como en los brazos de stt padr~. y su aln1a pura no temía la muerte. Una vez pasada la tempestad, a través de las praderas donde las gotas de agua brillaban bajo el sol descomooniéndose en los siete colores. llegaron a los Buissonnets·, saturados de oxígeno y agradecidos a Dios por la buena jornada que les ha1')ía proporcionado. (Se continuará.) Cum lieentia ecelesiasiiea X - ---- -- ---------Uon't f orget to buy "The Psychology of the Filipino" By Hon. Norberto Romualdez of the Suprenze Oourt s the best book in the world written on this subject. 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