El Misionero

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Title
El Misionero
Description
Revista dedicada a Santa Teresita para la Propagacion de la Fe en la Provincia Montanosa
Issue Date
Volume II (Issue No. 7) Diciembre 15, 1927
Publisher
Catholic School Press
Year
1927
Language
Spanish
Subject
Catholics--California--San Francisco--Periodicals
Hispanic Americans--Religion--Periodicals
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Place of publication
Baguio
extracted text
Catholic School Prcss, Baguio, Prov. Montañosa, l. F. EL MISIONERO Órgano de los Misioneros del Sagrado Corazón de .71-faria (PP. de Scheut) en la provincia Montañosa, Islas Filipinas Editor Rdo. Octavio Vaudewalle, ~ d d Rd P. Tr. F. 1 P. O. Box 1393, Manila. A ministra or o. . ., ictor anie , , Publicistas Catholic School Press, Baguio, Prov. Montañosa. S . . , A 1 ~- -1 00 Filipinas uscripc1on nua 1 • . , . , $1 .00 E. Umdos y otros Paises Extranjeros Sírvanse notificar inmediatamente a "EL MISIONERO" cualquier cambio de dirección. Todos los cheques, giros postales y correspondencias se env:arán a: "EL MISIONERO" P. O. Box 1393, Manila ISLAS FILIPINAS ... .....,,,..._,,__,..._,,,,..._,..._,.._,,,_._,...._,..,._,.._,,,,..._,..._,,,,..._,.._,.._,.._,,,,...__...._,,,,..._,,,,..._,,,,..._,,,,..._,,,,..._,_.....,...._,,,_. \ THE STANDARD PAINTER Specially \ ) M. KRAUT CHURCH WINDOWS ~ ] ART GLASS MANUFACTURER ! \ EXPERT PA!NTER \ ( EL PINTOR ALEMAN ¡ ] 16 GRANATE, MANILA, P. l. 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Pero viendo que decía la verdad, me mudé en un tris tras y salí a la calle. El espectáculo era realmente aterrador. La oscuridad era completa como si fuera media noc~e. En el cielo despejado se podian ver algunas cuantas estrellas rojas como a punto de apagarse su brillo. El aste estaba oscuro Y donde el sol tenía que salir, una especie de humo negro aumentaba visiblemente cada minuto. _:_¡Dios mío! ¿Qué es esto?grité lleno de ansiedad. -¿Qué es esto?-oí gritar a la gente que corría por todos lados. -¡El fin del mundo!-sollozó una vieja que pasaba. -¡Un eclipse!-e~clrumó un a~ mericano. , -¿Quien habla de edipses?dijo un hombre de eda~. ¿No oyes las trompetas anunciando a juicio? -No señor-interrump10 un estudiante.-Lo que V. oye es el silbato de la policía que está en la ot:r.a esquina. En medio de este ruido ensordecedor de gritos y correrías, 196 contré .... yo .... yo .... lo traigo de vuelta. Acababa de salir Emilio cuando entró el médico de casa. Echando un billete de cien pesos a mis pies me dijo:-Tome esto. Es lo que le he pedido de mas por aquella operación de su hijo. Salió corriendo lo mas pronto que pudo, porque él también supongo querría arr~glar su conciencia al fin del mundo. ¿Podéis creerlo? Allí estaba el farmaceútico con un sobre que dejó desapareciendo daspués en un abrir y cerrar de ojos. Abrí el sobre y encontré un billete de ci~cuenta pesos con la siguiente notita: "Este es el dinero que le cobré por nada mas que agua con algunas gotas de perfume cuando V. me pidió una medicina para el resfriado." -¿Qué?-me dije a mí mismo-este hombre me ha hecho pagar por lo que yo creía que me curaría y .... ¿que hubiese restituido si yo hub¡.era muerto por falta de la verdadera medicina? En ve'rdad que es una lástima no haya un juicio final a lo menos una v;ez al año, digamos allá .por Pascua de Resurrección. En este mO:men!to entró mi criado con algún dinero, pidiéndome perdón por lo demás que me debía. -¡Pero si tú n.o me debes nada!-dije extrañadísimo. En verd11d que este era el criado más fiel que había tenido a mi servicio desde muchos años. Me dijo que él había robado de vez en cuando, cómo había encontrado objetos que yo creí se habían extraviado, cómo el ladrón que había entrado en casa la otra noche no era otro que él, etc. etc. -¡Cielos! suspiré y, queriendo arreglar mis ·cuentas con Dios, dejé la casa ·corriendo, temiendo ser visitado de nuevo por algunos hipócritas mas y me dirigí hacia Intramuros. El aire estaba que sofocaba y olía distintamente a azúfre. Nunca había visto a tanta gente en las calles, llevando consigo toda clase de artículos y hasta algunos muebles. Hombres que nunca había visto en la iglesia, excepto -cuando tenían que estar allí para dar gusto a un amigo, trataban ahora de encontrar un lugar ert ella 'Y rezando emppjaban a otros para poder entrar primeros. La iglesia de Santo Domingo estaba que no cabia ni un alfiler. Fuí a San Francisco: las dos iS?lesias estában atestadísimas de gente. No solamente ví allí a muchos atJeoS e indiferentes, sino que encontré también a hombres que habían hablado y escrito contra Dios y sus ministros. Mientras trataba de abrirme paso entrd aquella inmensa muchedumbre. fuí testigo de algunas conversaciones las más extrañas: -Te digo mi amor-decía un marido a su esposa que llorabat~ digo, te aseguro que estoy muy 197 Un grupo de cruzados de Sta. Teresita del barrio progresjoo de Catamaggan, Tuguegarao. (1) La Srta. Olimpia Cabauatan y (2) La Srta. Juana Pamittan-Baquiran ganaron los premios otorgados en ,la concurso de doctrina cristiana celebrado en Tuguegarao, el 4. de Septiembre, a iniciativa del Director de los catequistas y Promotor General de los Cruzados, el M. Rdo. P. Ricardo Jamias. arrepentido de no haberte habla'do estos últimos días. -¡Qué! ¿estos últimos días dices? Si no me has dirigido la palabra desde hace doce años .... desde un año después de nuestro enlace. -Pero desde ahora te prometo, corazón mío, que te amaré muchísimo-añadió el marido con un aire de verdadera com~ punción. -Hijos mios-gritaba un rico avaro a quien conocía muy bien y quien tenia muchoo empleados,-tomad este dinero, tomádlo todo, tomad estos billetes que me oprimen el cOI:azón y la conciencia. -¿Por qué no nos diste eso 198 ayer? ¿Los días pasados?-contestaron los obreros despreciando aquel dinero ahora sin valor-¿Por qué no .pensaste en dárnoslo desde hace años? Esta reflexión era ·muy justa, justísima. Muy cer.ca de mí había un periodista que hacía pública confesión de sus culpas. Antes alumno del Ateneo y Santo Tomás había escrito artículos atacando a sus profesores por todos los medios posibles así como también a los sacerdotes. -Amigos míos-gritaba- lo que yo he escrito contra los sacerdotes es todo falso y . calum- . nia. Quei esto sirva de pública retractación de toda:s mis calumnias. ¡Dios mío, tened piedad de mí! ¡Oh si yo pudiera empezar de nuevo mi vida! -Todo eso está muy biendijo otro homb:r:e que estaba a mi la.dd---pero ¿como puedes reparar todo lo que he sufrido durante t:r:es años de prisión por mis ataques personales contra los sacerdotes debido a tus artículos que leí? · -¡Dios y sólo Dios! - contestó una voz potente. Levanté los ojos y ví a un venerable franciscano, levantado sobre una mesa que había en un rincón. -Dios en la persona de su únicb Hijo, J elsucristo, satisface por estas innumerables injusticias de los hombres. Hermanos míos, no puedo expHcar vuest:r:o temor y no comprendo vuestra actitud. Todos estáis temblando a la vista de un cielo rojo y de una densa oscuridad, signos del inminente fin del mundo y del juicio final venidero. Os asusta el pensamiento que muy pronto la voz del cielo pronunciará vuestra sentencia eterna. Pero ¿habéis dudado alguna vez que este fin tenía que llegar y que el Señor vendría a juzgaros? ¿No lo sabíais siempre? No es en vano que el sol rehuse dar su luz. Era tiempo que la luz del cielo cesase de alumbrar vuestros negros crímenes.... era tiempo de terminar con este disorden terrestre por amor al dinero y a los placeres como si la vida eterna fuese solamente un mito! En este, miramos hacia arriba y quedamos clavados en tierra. Una nube negra pasó muy cerca de nuestras cábezas: el calor era horrible, pero sentimos frío .... nuestros cuer:os temblaron .... rezamos todos en voz alta y sin ningun respeto humano. De repente la multitud entera tembló y suspiró. Un rdlámpago infernal cruzó el firmamento desde .el este al oeste .... seguido inmediatamente por el retumbar de mil truenos .... los últimos que se dejaban oir en el universo entero .... Todos trataron de esconderse, de escaparse, de busear un l~gar de salvación .... yo Me~ lo mismo, cubriendo mi cara con ambas ma~os.... al mismo tiempo que sentí ·un golpe que sacudió nii cuerpo entero .... -¡Señor mío, y Dios mío - grité con toda la fuerza de mis pulmones. -¿Qué pasa señor?-gr;tó mi criado entrando en mi habitación-¿Qué ha hecho V. para caerse de la cama? Todo había sido un sueño, una pesadilla. Había pasado, pero .... había caido contra mi mesa de noche .... :mi jofaina yacía en el suelo hecha mil pedazos, el agua se había desparramrndo por el cuarto y yo estaba todo mojado. Me levIDlté y, aunque todavía muy t~mprano, me vestí y salí inmediatamente de oasa para refrescarme en la calle, para encontrar la calma para mi ansioso corazón y mis nervios agitadísimos. -¿Pero es posiblé-me pregunté a mí mismo-que estémos viviendo aparentemente felices y sin cuidaidos, no obstante la cuenta terrible que tenemos que dar a Dios nuestro eterno Juez de las deudas que tenemos contraídas con él y con los hombres, deudas que nosotros rehusamos considerar, pero que sin embanw las ven muy claramente nuestras conciencias y nuestro Dios? Puede que el fin del mundo esté aun muy lejos, pero el fin de nuestra No es mejor el que mas reza, sino el que, sin dejar la oración, mas se mortifica por amor de Cristo. 199 vida ·puede que esté muy cerca; él abrirá el libro de nuestra vida cuando de repente cierre nuestros ojos para siempre. Este pensamiento dejó tan honda impresión en mí que de aquí en adelante arreglé miis cuentas con Dios y cambié radicalmente de vida. -¿Te llevastes un susto?-me preguntó uno de mis amigos después que le hubiera contado mi sueño. -Me llevé un susto, ciertamente que sí, y ¡ojalá! Dios haga que todos los hombres se llevasen un susto como el que yo me he llevado. -¿Por qué? -Porque entdnoes no veríamos mas injusticias en la tierra, no habría tantas prisiones llenas de bote en bote .... iglesias desiertas y todavía tan pocas.... El amor reemplazaría al odío .... la verdad a la hipocresía.... el derecho al fraude y al robo .... la paz a la ~uerra.... la tranquilidad a la ansiedad .... el paraíso sobre la tierra al infiernp anticipado. El mundo sería un lugar ideal para vivir tanto para los poderosos como para los débiles, para los ricos. corno para los pobres y nuestro planeta sería un goce anticipado de la gloria eterna. SAVONAROLA. El Cristianismo es abnegación, es caridad, es luz, es paz, es vida, es felicidad. 200 San Sérvulo 23 de Diciembre En todos los estados y condiciones de los hombres encontramos santos pero más entre los pobres y aquellos que por amor a Cristo se despojan de sus bienes. Sérvulo era un mendigo. Desde su infancia se había quedado paralítico de manera que le era imposible levantarse, sentarse derecho, llevarse la mano a la boca y moverse de un lado para otro. En vez de murmurar de Dios, o quejarse de su enfermedad, sin la cual quizás no se hubiera santificado, sufrió con toda paciencia su mal y se sometió completamente a la santísima voluntad de Dios, seguro de que un día el Cielo le recompensaría este amor verdadero a Dios expresado por una vida entera de sufrimientos. Su madre y su hermano le llevaban todos los días al vestíbulo de la iglesia de San Clemente en Roma donde vivía de las limosnas que le daban, partiendo lo poco que recogía con otros que como él vivían de la caridad pública. Sentado frente a la puerta de la iglesia encontró allí los medios para hacerse un aipóstol: ·solía .suplicar a ciertas personas devotas que le leyesen las Sagr~das E9crituras que él escuchaba con tanta atención que las aprendió de memoria, no faltando un sólo día de explicarlas a· otros para comunicarles algO' del amor que él sentía por Dios. Cuando se hallaba solo, pasaba· el tiempo rezando y cantando himnos de alabanzas a Dios. Sintiendo próximo su ·fin invitó a los pobres y peregrinos que a menudo habían participado de su caridad, a cantar por él salmos e himnos sagrados. Un día estando cantando juntamente con ellos gritó inespedaramente: "¡silencio! ¿No oís la suave melodía y alabanza que resuenan en los. cielos?" Pocos momentos después expiró · y su ~lma . foé llevada por los ángeles al Paraíso eterno allá por el año 500. REFLEXIÓN. La vida entera de este pobre mendigo condena altamente la de aquellos que cuando favore~idos por la buena sal.lid y amplios bienes se olvidan de sus prójimos: ' los pobres, los ignorantes, los. no cristianos y tantos otros mas que con alguna ayuda material o espiritual podrían conocer y servir al Señor, preparando asi su propio camino que conduce al cielo como también el de sus· bienhe201 Nuestra Señora de China Nuestra ,Señora de. China. MUCHOS CHINOS de Manila y otros pueblos visitan con frecuencia a la Virgen de Antípolo y contribuyen mucho ál sqstenimiento del culto en el Santuario de Nuestra Señora de la Paz. y Buen Viaje. Esto parece extraño si tenemos en cuenta qÜe la mayoría de estos peregrinos chinos no son católicos. Como explicación de esta singular devoción, los ·peregrinos chinos aícen algunas veces que ellos tambien veneran una Virgen en China, una Santa María, no so-· lamente en las iglesias católicas, sino también en las pagodas o templos paganos.· ¿Cual e9 la verdad de esta aserción? El puéblo chino es eminentemente tradieionalista. Desde mucho antes de la venida de J esucristo, en tiempo de Koei-Tcheou, existía la historia de un· Hijo prodigioso, bienhechor de la humanidad, iilventor de-varias artés útiles que debía ser el fundador 20~ de una nacío11 a la v~ ~ue su salvador. Uno puede decir que- esta es úna leyenda, como así puede llamar.se taníbién la h,ístoria relatada por Virgilio, el poeta latino, anunciando la venida de un niño maravill<lso que establecería el reino del siglo de oro. De todos modos es una coincidencia extraña: una Virgen madre y su hijo: Salvador. Durante el siglo XIV los misioneros franciscanos en China, en sus esfuerzos para convertir el imperio celeste, no dejaron de predicar la devoción a María y no hay duda que esta ejerció una influencia que se dejó sentir hasta en el culto pagano. Las imágenes. esculturas. aunque paganas, de Koang-Yµ. (la mujer siempre misericordiosa) y T,en-Mou (la madre del cielo) no son nada mas que toscas imitaciones .de las imágenes católicas de la Virgen Santísima. "En 1cierta provincia de China", asi escribe un misionero, "he visto una estatua de una mujer que llevaba un niño en sus brazos. En uno de sus hombros estaba posada una paloma. Esta paloma blo es acaso la imagen del Espíritu Santd? "En un templo pagano de otra provincia, la de Fokien, he visto tres estatuas sobre el altar mayor. Una de ellas, la de la izquierda {en China la izquierda es el puesto de honor) representaba al Salvador ·llevando en la mano un globo con una cruz encima, - En el mismo templo, pero en otro altar, había una estatua que representaiba una mujer cubierta con µn manto y llevando un niño en sus brazos que extendía sus manos entrelazadas hacia ella, tal ·como los católicos suelen representar a la Madre de Misericordia en estas regiones." Una cosa aun más extraña es la divinidad que los chinos adoran en el famoso templo, santuario nacional, de la montaña Taiscian, un panteón chino, en donde todas las divinidades del celeste imperio se hallan reunidas. Entre ellas figura una divinidad femenina, llamada Pisiyuen-Kiun (la reina de las nubes de color violeta y azul). También la llaman la Virgen pura y preciosa o la Madre~ Todas sus pagodas estan al cuidado de mujeres bonzas, dedicadas de una manem especial al culto de esta divinidad. Sus altares están adornados con ex-votos de todas clases y sus fiestas se solemnizan cqn, procesiones, cantos y bailes rituales. Está representada de diversas maneras, segun los símbolos que debe expresar; las más de las ve. ces lleva un niño en sus b~os; algunas veces tiene muchos brazos para expresar las diferentes formas de sus actividades benéficas. Las mujeres· la invoca.n para tener niños. La gente la llama "el refugio de los infelices" o ''la dispensadora de todas las gracias." Otra vez. se manifiesta aquí la influencia del culto cristiano. Es además cierto que más de una de aquellas vírgenes que se honran en las pagodas han sido robadas de las iglesias católicas durante el tiempo de las persecuciones. Aquí un hecho entre mil que demuestra lo dicho. En la subprefectura de TongYang, los católicos convertidos descubrieron una imágen de la Santísima Virgen en las circunstancias siguientes: en 1862, un catequista, lleganelo a Saing, vió una multitud de mujeres y hombres, viejos y jóvenes, entrar en una casa grande que pertenecía a la familia llamada Tchao, Llevado por la curiosidad., entró también en la casa y allí, en uná sala grande, vió uh cuadro suspendido en la pared. En frente de este cuadro los paganos se arrodillaban y se prosternaban como solían hacerlo . ante sus ld.olos. El catequista exclamó: "esta es una imágen de la Madre de Dios! Vosotros no podéis honrarla tal como honraís a ·vuestros ídolos." La gente no comprendió lo que el hombre quería significar. El catequista informó más tarde al vicario apostólico de Nin~-Pao a~ descubrimiento . qt.!e. . había hecho. El año siguiente el catequista 203 de Hin-hoa-fou fué enviado a Saing para tomar más informes sobre dicho cuadro: Asi lo hizo y allí explicó a Íos paganos el verdadero culto de la Madre. dé Dios. · Desde aquel día la imágeli ya no fué mas expuesta al público,. pero en su lugar suspendieron un enorme anuncio de las mismas dimensiones que el cuadro con la inscdpcion siguiente: "este es el trono de Koang-Yn, la mujer de la falda blanca." Un cristiano sugerió cambiarla por la siguiente: "este es el trono de la Madre de Dios del Cielo . .' Así lo hicieron y esta inscripción existe hasta a!hora en aquel lugar. La familia de Tchao guard'a aun el cuadro venerado por diez y ocho generaciones. No hay duda que el cuadro es originario de Europa y le recuerda a uno el tipo de Nuestra Sra. de Treille, veneradll en Lille, Francia. En el sínodo plenario de Shanghai, Nuestra Señora de China fué proclamada patrona y protectora de los cuatrocientos : cuarenta milliones de chinos. Este mismo síriodo de vicarios apostóliéos de toda China adoptó una figura interesante ·para representar a la Santísima Virgen ltajo el título de "Nuestra Señorá dé China.', Et misionero de Tone;-lu. deseando adornar su i{!;lesia al estilo chinb .iccm Ui;ia . imágeri de la Santísima Virgen, mandó hacer 204 una en la Escuela de Bellas Artes de Zikawei. Envió a esta escuela un bonito retrato de la Emperatriz Tzezi entonces aun en vida. El artista de Zikawei modificó algo el retrato, le puso una cabeza copiada de un cuadro bien conocido, colocó en la mano de la Madona un cetro y en la otra el Niño Jesús, y puso una. corona a la Madre y al Hijo. El cuadro llegó a Tong-lu el año 1909 y fué objeto de gran veneración bajo el título de "Nuestra Señora de Tong-lu." Fué esta Madona tan sugestiva a los chinos, esta Madona, vestida con los mantos reales de la ex-EmpeMéjico. Mientras arde con todo furor la persecución, los sacerdotes escondidos, con peligro de sus vidas, celebran la misa con privilegios especiales para terminar el Santo Sacrificio cuanto antes: todas las demás partes de la misa se pueden omitir e:X!éepto el of ertorio, la consagración y la comumon. A los seglares les es permitido dar la Santa Comunión La verdadera caridad se practica sin ostentación y a costa de sacrificios y privaciones; la falsa caridad. .o filantropía, se practica a son de trompeta y a fuerza de atractivos y diversiones. ratriz, que los Padres del sínodo proclamaron o f i c i a 1 m e n t e "Nuestra Señora de China." Facilmente puede uno ver porqué los chinos paganos de Manila, etc. v.eneran a la Virgen de Antipolo y honran otras imágenes de Nuestra Señora en Filipinas. Han aprendido el culto de Ella en su propio país, ignorando desgraciadamente quien es la verdadera Madre de Jesús, Dios Hombre. Oremos por los chinos para que algun día por la intercesión de la Madre de Dios se unan a la verdadera iglesia de su Divino Hijo. con sus pr.opias manos a otros y a sí mismos. El matrimonio, cuando por espacio de un mes no hay un sacetdote a mano, puede celebrarse por los contrayentes prometiéndose fidelidad ante dos testigos seglar~ con la promesa de renovar los esponsales ante un sacerdote cuando esto sea posible. No hace mucho fueron asesinados t0<los los concurrentes de una boda por tratar de llevar a cabo una ceremonia religiosa. El odio y la venganza que ya son de sí abominables, revisten la mayor fealdad y la más asquerosa repugnancia, cuando se cubren hipócritamente con el velo de lll justicia y de la caridad. 205 Carta del RCI P CI de Brabandere Trinidad, Benguet 30 de Septiembre de 1927. Mi querido P. Vandewalle: L LEGUÉ AYER de Tublay. Hasta ahora me duelen los huesos porque llegué cansadísimo.;.. Cuando escalaba las montañas o bajaba a. los valles, me parecía que el demonio mismo estaba tirándome con todas sus fuerzas de los pies y hasta de mi cuerpo entero por cada paso que daba y cuantas más puntapiés le propinaba a:l caminar, tanto más pareda agarrarse a mí y aumentar de peso .... tal es parte de la vida del pastor que va en busca de almas por las montañas. Aunque no tengo el 100% d'e salud y fuerza, pretendo sin embargo hacq el 100% de los esfuerzos de un misionero. ¿Quiere V. una prueba? Allí va. Fui a Tublay, y, aunque era dí.a laborable, sin embargo unos cien adultos se co;ngregaron en la capilla. Todos aquellos, que tenían un par de pies y no estaban impedidos por la muerte o la enfermedad y aun la gente de los barrios más distantes que habían oído de mi llegada, se reunieron aquí. ¿Cómo es posible? Me preguntará V. Es que en el camino les mandé un radiograma, no del sistema Marconi, sino de la misma invención de nuestros primeros padres Adan y Eva, el radiograma más natural del mundo: pasando a una distancia de varios centenares de metros de las casuchas que . se encuentran como nidos de águilas en lo más inaccesible de las montañas, grité con toda la fuerza de mis pulmones, y los ecos de esta gritería fueron los corderos, o sea la ge~re, alrededor de su pastor al dia siguiente. Así es como, gracias a mi radio improvisado, consigo tener en cada visita mía unos cien adultos presentes en mis instrucciones. Después de la misa, durante y después de mi desayuno, dí una audieneia pública en la cual cada 206 uno podía exponer sus peticiones, a las cuales yo contestaba segun mis medios y poderes. Uno necesitaba algunas medicinas, otro pedía una medalla de San Benito contra ratas y bichos; algunas madres de familia iban en busca de un pedazo de tela para sus últimos vástagos que ya empezaban a vagar debajo de la casa con toda la inocenCia de cuel"po y alma; otras hijas de Eva necesitaban también un pedacito de tela para sus hi_jos que iban a la escuela y que necesitaban para sus cuerpos algo más que lo que necesitan los niños libres al aire libre de la Montañosa. Últimamente se me acercó t;n comité compuesto de unas cuantás mujeres que hace sesenta años enm bastante jóvenes. -Ya ve V., Apo, que somos bastante viejas- me dijeron. -Ya loveo,aquí no hay equivocación posible. ¿En qué puedo servirlas? -Es que hace ya mucho tiempo qve estamos aprendiendo el catecismo. Es verdad y admiro su perseverancia heroica, pero es claro, a una edad avanzada, las enseñanzas ya no penetran sino a fuerza de repeticiones diarias. -Y tambien tenemos muy poco tiempo para estudiar. En verdad, estas pobres m•ijeres se dedican por la noche a enseñarse mutuamente con todo ardor, después de haber pilado el palay, cuando ya rendidas por los rudos trabajos de todo el día en las montañas. -Pero ¿qué es lo que queréis al fin?- les pregunté. -Su "caasi", Apo! Su clemenc:a .... queremos ser bautizadas ahora. Tengo que confesar que estos antiguos ejemplares del sexo debil, que no pueden llamarse doctoras de la iglesia, sin em - bargo saben ya el catecismo mejor que sus esposos y otros tipos del sexo fuerte quienes, a pesar de haberse declarado catecúmenos desde hace tiempo y juntamente con estas pobres, todavía están en el A B C en la doctrina y los rezos. "Pero ¿qué es lo que hace su catequista en Tublay? Debe enseñarles mejo~" le oigo decir. ¿Mi catequista? Me alegro que haya V. contestado con esta objecc10n. No tengo catequista en Tublay y he aquí la razón porque muchos de mis catecúmenos se han quedado siempre en el grado e en la escuela doctrinal y sin bautismo. Realmente es cosa de extrañar cómo estos pobres no pierden el ánimo. Hubo un tiempo, hace dos años, había un catequista en Tublay, pero el hombre, no pudiendo vivir solamente de"gracia y aire, y yo, no pudiendo pagarle más de P20 al mes, cantidad insuficiente para conservarle en vida, dejó el servicio y se fué a otra parte en busca de fortuna con el salario de P40 mensuales. No podía echarle la culpa, pero, el día que tuve que decirle que m;s -pobre3 recursos no me permitían aumentarle de sueldo y en el momento que salió sentí, como hasta ahora siento, en mi corazón una profunda tristeza y con razón, porq;•e cuando había un catequista en Tublay podía bautizar hasta 200 personas al año, todos S"ficientemente instruídos en la religión y, a prueba: su fiel asistencia a mis instr11cciones en cada visita. Sí, esa ha sido la obra del catequista. Y· en el camino al bajar de Tublay y al considerar los precipicios que veía a mi lado, pensé en el miedo que estos lugares inspiran a tantos, y, meditando sobre el miedo en general, me vino una idea: "¿por qué tener miedo de pedir un catequista por medio de las columnas del "MISIONERO?" Acaso-me dije-¿no habrá algunas personas amantes de Dios y generosas que reuniendo algunas · economías p1.1edan reunir la suma de P40 mensuales para sostener a un catequista en la misión de Tublay?" Al llegar a casa se presentó un hombre, cuyo catolicismo conozco, que se ofrecía a vivir en las .. montañas para hacer el trabajo La primera mano que grabó en un hospital esta tierna inscripción: Cristo "in pauperibus," presento en dos palabras la teoría de la caridad. 207 de un catequista. Es casado, su esposa es una pequeña pero piadosa mujer que maneja la aguja a las mil maravillas. En mi imaginación la veía, en su casa de Tublay. rodeada por las noches de varias mujeres alrededor de una lamparita enseñándolas la manera de hacer ropa para sí mismas y sus familias, mientras que todas murmuraban una oración o recitaban una lección del catecismo que tenían que aprender. En el entretanto, veía al marido, el catequista, en el centro de un círculo de igorrotes sentados en cuclillas, explicándoles a estos paganos y nuevos cristianos las enseñanzas divinas. Otra vez me veía en la capilla bautizando a m~1chos y, en un futuro no lejano, veía a todos los habitantes ya cristianos y mejor vestidos. ¿Qué cambio! iUn oasis cristiano en el desierto del paganismo!. Sí, el catequista debe venir; los bienhechores deben hallarse "Dios lo quiere!" Hágame pues el favor, querido P. Vandewalle, de presentar mi súplica a los amables lectores de sus dos revistas. Suyo en Cristo. MAURICIO de BRABANDERE Vengarse de una ofensa es colocarse al nivel del enemigo; perdonarle es colocarse sobre él. La C3;ridad no tiene patria. 208 De la Misión Bokod. El Rdo. P. Claerhoudt escribe: En Bisalé, hac~ poco, disfruté uno de los ir.stantes más felices de mi vida: conseguí bautizar allí al viajo Pontino una semana antes de su muerte. Estaba el pobrecito tan bien preparado y dispuesto como si hubiera sido un cristiano modelo de antaño. Ninguno en la provincia había dicho con tanta frecuencia y obstinación: "al menos no me bautizarán a mí" .... pero Pontino cayó anfermo y sentía que muy pronto iba a dejar este mundo; se acordaba de sus hijos bautizados y no quería separarse de ellois: iél en el infierno y ellos en el cielo! y Pontino pasó una noche entera en reflexión y a la mañana siguiente pidió que se le instruyera. iCómo escuchaba! Parecía que con cada palabra de la doctrina cristiana aparecía en su cara un rayo más de la luz divina! Le bauticé pues y, una semana más tarde le administré los últimos sacramentos; hay día el viejo Pontino está en el cielo: non pugna nostra, sed Dei. N. de R. El Rdo. P. Claerhoudt es un pintor famoso -como también poeta. Escribe: "Acabo de pintar tres cuadros. Tuvel que hacerlo con las puertas y ventanas cerradas porque, de ·no haberlo hecho así, la gente por sus continuas visitas me habiera impedido terminar los cuadros." "EL MISIONERO" los venderá para ~udar al · activísimo misionero a comprar algunos alimentos substanciales que hoy más que nunca necesita porque, así escribe: "Estuve enfermizo estas últimas semanas pero gracias a Dios me encuentro hoy en mejores condiciones y por consiguiente tengo que viajar mucho para compensar por el tiempo que he perdido mientras me ví obligaido a quedarme en casa. Durante estas vacaciones forzadas aproveché la ocasión de escribir el p.rimer capítulo de la serie de artículos titulados "Los hábitos y las costumbres de los habitantes del Este de Benguet." N. de R. . El P. Claerhoudt escribió la obra magnífica llamada: "Los cantos de un pueblo" que empezaremos a publicar en esta revista, el mes de Enero o Febrero próximo. Como ise anundó antes, una señora de Manila, se compromete a d>ntribuir diez pesos mensuales para el sostenimiento de un catequista en la floreciente misión del Rdo. P. Claerhoudt a condición de que otros completen la suma de P40 mensualés. ¿Quieneis están dispuestos a completar esta suma? 209 ~~~~~~~~~ ~ ~ i Delpaisysushabitantes 5 ~ La Psicología del Filipino Por el Hon. Norberto Romualdez Magistrado de la Corte Suprema de Filipinas Continuación ·Una de las·piezas musicales nativas más conocidas pero donde se nota cierta influencia europea, es el Himno Nacional Filipino que algunos llaman la "Marcha de Aguinaldo." Fué compuesta por el Prof. Julián Felipe, de la ciudad de Kabite, algunos días antes de la . proclamación en Kawit de la independencia filipina el 20 de Junio de 1898.· Para daros una idea del ambiente, e:i:i la comunidad donde el autor del Himno Nacional Filipino estaba cuando lo compuso, voy a exponer algunos datos del estado de la revolución en aquella época. El pacto de Byak-na-Bató se firmó el 8 de Diciembre de 1897. La revolución se reanudó en Kabite el 29 de Mayo de 1898. Desde 1896 algunos pueblos de Kabite habían adoptado nombres convencionales para ser usados durante la revolución, como por ejemplo, Magdaló para Kawit, Haligig ható para Imus, Mapalad para Méndez Núñez y Arcangel para Bakoor. El nombre Magdaló fué tomado del de Sta. Magdalena patrona del pueblo. Imus se llamó Haligig ható que significa columna de piedra, por Ntra. Sra. del Pilar, su patrona; Méndez Núñez, Mapalad o sea afortunado, para comemorar la victoria sobre las tropas españolas en las riberas de la laguna de Bombon en la cual está el volean de Taal, y finalinente Arcangel se dió a Bakoor por ser San Miguel Arcangel, el patrón de aquel pueblo. 210 Una fotografía de Biak-na·bató. Es interesante observar que el Prof. Felipe no compuso el Himno Nacional Filipino para hacerlo adoptar como tal himno nacional, sino mas bien, para usarlo como una marcha patriótica. Fué tocado por primera vez en el pueblo de San Francisco de Malabón, el 12 de Junio de 1898, un domingo, ~urante la misa mayor. Examinando las modulaciones de la pieza, hay que confesar que en su composición no sólo influyó la música nativa guerrera como el Estiharo o sus derivados que acabamos de oír, sino también algunas ideas musicales europeas 'adaptadas a las circunstancias. Sin ser un plagio, es simplemente una coincidencia melódica producida por la influencia de la música europea en nuestra música e inspirada por las circunstancias especiales de la ocasión. No son raros los casos de coincidencias melódicas. El Sr. Frederick Corder, Prof. de Composición en la Academia Real de Música en Londres, en su artículo "Plagio en la Música" publicado en "The Etude" hacia el año 1912, señala varias coincidencias, como por ejemplo, la melodía del lntermezzo en la Cavalleria Rusticana que se encuentra en cuatro compases en el Adagio de la Sínfonía en la bemol de Gounod. El fragmento melódico de la Sinfonía Eroica de Beethoven es semejante 1,t la Sinfonía Italiana de Mendelssohn y también al preludio del acto tercero de Lohengrin de Wagner e igualmente al tema desarrollado en toda la Redemption de Gounod. Para demostrar esta interesante y explicable coincidencia en la marcha nacional · filipina con otras piezas musicales, la ejecutará en el piano el Prof. Alejo Carluen de la Facultad del Ateneo: N~J l 'J t "¡ ,t¡. J tl J J 1 ;lfl Q Y• ll JlJ J 1iUb1 ím ;,'J tñl1: fflfij_J;tm ltj[fi r 1h 1 l!ÑfiJJJmfslilljrlJ ijf:pfilJ ffi]1 t•r r F r 1 &;r;r t riel Frrr fr~!fJ Jf r .ªJ )1;; 211 La primera parte fué inspirada rar con la primera parte de la marpor la marcha Real Española, cha filipina que se tocará inmediacuyo principio se ejecutará con tamente después. el objeto de que lo podáis campaHe aquí la primera parte de la Marcha Real Española. He aquí la primera parte del Himno Nacional Filipino. 6 '+4 ª J m J J 1 if n t t' 1 J i' Ju 1 t-if J?j J :"U N~ 5. 212 Los tresillos de la primera y subsiguientes partes de este himno, son, en mi opinión, reminisencias de las canciones bélicas filipinas ya mencionadas y que vosotros habéis oído. Otra influencia posible que predomina en estos tresillos es la del himno de Riego, el grito de guerra de la insurrección militar en España el año 1820, encabezada por P..afael Riego, quien impuso la constitución liberal formulada por el Cortés de Cadiz el año 1812. Ahora se ejecutará el himno de Riego que podréis comparar con las partes del himno nacional filipino arriba mencionadas. Este es el himno de Riego. Esta es la segunda parte del himno filipino. Creo que la tercera parte de nuestro himno ha sido inspirada por el canto de guerra francés, conocido por La Marsellesa, compuesto por Rouguet de Lisie. Con el objeto de que la podáis comparar, se tocará ahora la primera parte del himno francés y después la tercera parte del himno filipino. 213 Esta es la primera parte de La Marsellesa. t\IZllrrrrr' ,,,~r;.lrfcc f t 1-N!8. Esta es la tercera pa:rte del himno filipino. ~ 3 , '4 m 1 r r r r 1 et ü r tu 1 r r rr 1 r ' 11 Hay que observar que nuestro himno nacional parece· re111ernorar en su aire, primero el himno nacional de España cuya dominación trataron los Filipinos de derrocar. Luego, la música parece inspirarse en la música bélica de los filipinos, el pueblo en revolución y también por el aire revolucionario de España misma como el Himno de Riego, y, finalmente parece inspirarse en La Marsellesa. -Terminaré estas obs~rvaciones sobre la música, mencionando alg~nos músic.os filipinos como Solís; Solos, García, López, Adonai, Bonus, Zapata, Tolentino, Estella, Carluen, Hemandez, Abela.rdo, Santiago, Abdón, Eloriaga, Buencamino, Fuentes, Ignacio, Mossesgeld, Doronila y otros muchos. ,- 'Claro está que los aires, que acabáis de oir, son únicamente muestras de la gran variedad de la música filipina. Hay muchas · otras piezas que se cantan y bai· lan, cuya completa colección constituiría un volumen respetable. Quizás hayáis oído la '. cariñosa, la kurratsa, la katsutsa, la tirana, el inkoy-inkoy, el dal-lot, el salamp.tti, . el tiniklig y otros muchos aires que sería prolijo enumerar. Y si hubiéramos de considerar la músi~a de este país; influenciada por el gusto norte-americano, encontraremos una variedad, cada vez creciente, de one step, twostep, fo~-trot y muchos otros, sin 'excluir el jadeante jazz, tan en voga estos días, y que es ~lemasia­ do moderno para.' necesitar ejemplos en esta conferencia. Se continuará 214 ... ... , .. .... :.; Crónica Ca,tólica Roma. El Santo Padre ha concedido una indulgencia plenaria, que los fieles pueden ganar cada vez, que después de haber confesado y comulgado, recen parte del rosario en una capilla o iglesia donde haya Reserva. 561,289 niños paganos, que habían sido abandonados, fueron bautizados el año pasado gracias a la Asociación de la Santa Infancia. Esto representa 69,000 bautizos mas que el año pasado. La Asociación está sostenida J>or donaciones de pequeñuelos. En contestación al D. J. Callaban de Washington D. C., tesorero supremo de los Caballeros de Colón, el Santo Papa ha dicho: "A su vueltá llévese nuestro mensaje: es~mos sumamente agradecidds a todos los Caballeros de Colón. Les bendecimos a todos, estamos con ellos, acompañandoles en su camino siempre pr:ogTesivo." Bélgica. El voto público más antiguo conodido en el oeste de Europa es aquel de 1t1 ciudad de Brujas: cada año sus habitantes llevan en procegión lucidísima a la capilla de Ntra. Sra. de los ciégos una candela de 36 libras, en cumplimiento de un voto hecho por el Conde Felipe cuando, dos años después de la famosa derrota de 10s franceses en la batalla de las Espuelas de Oro, los flamencos ganaron otra victoria sobre sus enen_ligos del sur en Pevelberg, Flandes¡ :Este año ha sido el sesentésimo vigésinw tercer aniversario de aquel voto hecho a la Santísima-Virgen. La Universidad católica de Lo. vaina está haciendo preparativos ·para abrir un ramo de la institu. cii>n en el Congo, África .. -nrazil. . En la cima del Monte Corco.. -bado, cerea del Río de J aneiro, han ampezado los trabajos de la · construcción de un monum.ento . de treinta metros de altura, don, ·d.e se colocará una estatua del Sagrado Corazón también. de la 215 misma altura, cuyo pedestal tendrá ocho metros. se celebrarán grandes festividades con motivo de la inauguración de esta estatua, a la cual asistirán representantes de todos los países del Sur de América. Esta será la. estatua religiosa más alta del mundo. China. La Universi,dad católica de Pekin, que está bajo la dirección de los PP. Benedictinos americanos, ha sido solemnemente inaugurada. El Delegado Apostólico, Mons. Constantini, ha formado un comité de ·escuelas, bajo ht. presidencia del Rector de la U niversidad, para ayudar a defender las escuelas católiicas de <Jiina. Ha declarado que dentro de poco- sera:n ·eregidas unas diez vicarías mas a ;cargo de obispos chinos. A pesar de las ·cdndiciones nada favorables de la iglesia, ha habido un aumento de 57,00.0 católicos durante el año 1n6, lo que hace un total de 2,394,962 en .. una populación pagana estimada en 400, 000,000 . Entre 600 estudiantes chitws en Alemania, solamente uno de ellos es católico. En · Holanda la proporción es también de 1 entre 110; en Inglaterra 11ay 2 entre 300; en Francia 120 entre 800; en ]3élgica 120 entre 180. Estados Unidos . El Alcalde Walker de Nueva York estando, hace poco, en Pa216 ris fué invitado por el Premier de Francia, Poincaré, a hacerle una visita un domingo a las die-z de la mañana. "Lo siento, pero tengo que ir a misa -a esa hora en Notre Dame" contestó el Alcalde y el Sr. Poincaré tuvo quE! indicar otra hora para la entrevista. La ·comisión histórica de los C~balleros de Colón die Texas, en sus indagaciones, ha descubierto que mas de cien misioneros, sufrieron martirio, hace más de 300 anos en su labor evangé· lica en la populación nativa de Méjico... Este número incluye solamente los misioneros que fueron muertos en lo que ahora es el territorio de Texas, E. u;, antes parte de Méjico. España. De las 160 familias, del pueblo de Guarnté, 162 de. estas no poseí.. ni 'propiedades, ni sus -casas, ni sus terrenos. El · cura párroco, Rdo. Pascual Moren.o, con iá ayuda: de la· ''Acción Sodal Agraria" y de lai "Junta Nacional de Crédito Agrícola" reunió el capital con que pagó la:s casas y los terrenos de- las 142 familias. Estas, si siguen pagan.do la renta usual. serán · propietarios dé sus e-asas y terrenos después. dé un periodo de 20 añ?üs. Francia. Se ·ha formado una soCiedad en Dijon, .con el fin de reaccionar contra las .costumbres. no cristianas observadas en muchos sitios en ocasión de celebrarse entierros ·catóHcos. Los miembros de esta sdciedad se comprOmeten a guardar silencio cuando asisten a los entierros desde el momento quel se lleva el cadaver a la iglesia. Al acompañar el cadaver evitarán cualquiera conversación, dcti:pándose únicamente en pensamientos sóbre la muerte o •con oraciones para los difuntos. Holanda. La Sra. Bronsveld-Vltrirtga, durante varios años miembro ·del Parlamento Hoiandés y del Consejo Municipal de Hoorn, ha renunciado al mundo y sus· vanidades para hacerse religiosa. Ahora es Sor Juana, en el monasterio benedictino de Heide, cerca de Amberes, Bélgica. Portugal. José Relvás, miembro del gobieriio estableiddo el 'ano 1910 por el jefe Carbonari y los masones y que . ha perseguido a la Iglesia por años ~nteros, ha -•de:ciarado que la República ·ha cometido un grandísimo error en ·establecer la ' sepa:t'ación del Estado y la Iglesia; esperando- pOdar supdmir a e8ta '-última dentio de -dos o tres generáCiones. El General Cannoila, al otargar -a la Iglesia su libertad, comprendió que una naición sin religión tierte necesariamente que decaer. 217 ~~irn~~~irn~~~~~~~~ ~ ~ ~ Correspondencia , · ~ ~~~~~~ Manila, 15 de Diciembre de 1927 Mis Queridos Lectores: Estamos ya en Adviento, el tiempo de preparación para la venida de Cristo Jesús en Nochebuena. En tiempos pasados el Adviento era tiempo de penitencia que purifica el alma y el alm_a debe estar limpia para recibir a su Dio_s y Señor. Aunque la Iglesia haya suprimido casi por completo los actos de penitencia antes prescritos, esto no significa que toda penitencia debe suprimirse sino mas bien que los católicos deb:n practicarla por su propia inicia~i­ va; Esta es la razón porqué la Asociación de Sta. Teresita organizada para la conversión de la Montañosa ha designado el adviento para la práctica de la Semana de Abnegación. La mayor parte de vosotros, mis queridos lectores, sois miembros de esta Asociación. Espero que como el año pasado no escatimaréis vuestras mortiflcaciones y vuestros actos de abnegación para economizar así algo conqu~ contribuir al sostenimiento de fas m1" siones en la Montañosa. El éxito de la Semana de Abnegación depende en gran parte de los promotores y promotoras: se exigirán de ellos la distribución de los sobres entre los miembros de sus coros, y algunas visitas personales, de vez en cuando una palabra para animarlos, la anotación de las donaciones y el envió de ellas a la Oficina Central: acordáos que todos trabajáis para Dios y ved en vuestras contribuciones y sacrificios personales una limosna ofrecida a Cristo mismo que ha sido el primero, el día 25 de Diciembre, en darnos su Majestad infinita para la redención y santificación de nuestras almas. Dios os agradecerá, no lo dudéis, tal bienvenida. Vayan mis más sinceras gracias a los· que me han enviado una relación de las festividades celebradas en honor de la Florecita el día de su fiesta. El espacio reducido no me permite hacer relación de ellas; sin embargo tengo que hacer mención especial .de las Teresitas de Mandawe, Cebú. El relato de las solemnidades de las fiestas celebradas era tan interesante que sin pérdida de tiempo la envié a La Defensa para su publicación; los que la han leído deben decirse: el Rdo· P. Blanco, cura párroco de Mandawe, está haciendo maravillas en su parroquia, porqué el es el alma del movimiento misionero en este pueblo. Un suscritor del MISIONERO de Molo, Iloílo me ha enviado una donación especial. Como desea permanecer incógnito y no conozco su nombre, acuso recibo de la cantidad por medio de las columnas del MISIONERO al mismo tiempo que le envio mis más expresivas gracias por su generosidad. 218 Jaro, Iloilo, 8 de Octubre de 1927 Rdo. P. Vandewalle: Adjunta va mi limosna para las misiones como acción de gracias al Todopoderoso por mi curación y la de mi bebé, favor que me concedió por medio de la intercesión de la Florecita. Cuando el bebé estaba muy grave, le puse la reliquia qe la Santa, prometiéndola hacer público el favor si me lo concedía. Con gusto declaro haber recibido de la Santa dos de sus ro~as celestiales por las cuales le estoy sumamente agradecida. SU AFMA. S. S. X Durante las Pascuas de Navidad seréis objeto, mis queridos lectores, de innumerables dese0s de · felicidad y prosperidad. Por anticipado recibid los más fervientes votos y deseos de · todos los misioneros de la Provincia Montanosa, deseos y ,;otos ferventísimos, que vienen de corazones agradecidos, acompañados de oraciones diarias para su realización· que esqi garantizada por vuestra participadon en los méritos de los misioneros. ¡Que Dios os bendiga cada día más y más, primero espiritualmente y después materialmente. A su vez esperan que vosotros os acordaréis de ellos en vuestros fervientes deseos acompañados por vuestras oraciones y vuestra generosa ayuda: todo para salvación de las almas y para mayor gloria de Dios. Sinceramente, EL MISIONERO, 219 @~~it~irn~~Jkirn~~~~ ~ . ~ ~ Pagina Teresiana ~ ~ ~ ~~~~~~~~~~~~ ¿Lo hiciste tu Florecita Patrona de los misioneros? ANTONIO, UN JOVEN DE DILAN, me esparaba en · la puerta de la iglesia. No quiero decir que esto era un suceso extraordinario en la misión de Trinidad, pero, que Antonio Ulevaba una cara hecha mil pedazos y que nerviosam.ente estaba retorciendo con sus dedos la pu~ta de su ameriican<a. cuando le encontré después de celebrada mi ·misa, era sin duda un mal presagio. · -Paula, Apo - así empezó - Paula· de Suyo.... -Y así tartamudeaba y vacilaba hasta que le pregunté: · -¿~stá 'acaso enferma? ~Peor que eso .Apo. -:-¿Ha muerto quizás? -Casi lo mismo. A fuerza de pre,guntas pude descubrir que Paula había perdido completamente la razón, que rehusaba toda clase de comida y bebida, que tenían que vigilarla día y noche o. sino se escapaba y .... -:-Hace ya quince días que está así-cdntinuó Antonio. - Morirá pronto y la gente dice que tiene el demonio en el cuerpo. Ein verdad que esta era una mala noticia. Paula y su marido Martin eran dos neo-cristianos de lo mejorcito que había, viviendo en un barrio lejano llamado Suyo. Desayuné pues a toda prisa, hice que ensillaran mi caballo y salí en' diredción a Suyo. Pero un baguio 'había hecho de las suyas con el camino. El -lodo y los ddsmoronamientos. me obligaron a ir a pie casi la mitad del camino, lo que, 1cuando además uno tiene que arrastrar su caballo por un ·camino, enlodado, es ciertamente cierta clase de penitencia .... -Sin embar~o llegué 111 la cásuoha donde Martin y Paula, hasta hace. poco, vivían felices. . En frente de. ella ha>bía dos mujeres pilando palay; la casa ~sta.ba ll~ 220 na de mujeres sentadas en cuclillas. ¿Había empezado acaso una fiesta pagana, un caniaw, para expulsar el espíritu del cuerpo de la enferma, el espíritu que los paganos creían estaba atormentando a la pobre mujer? -Pax huic Domini-murmuré al entrar, porque en verdad hoy más que nunca la casa necesitaba esta bendición. En un rincón oscuro de la lúgubre casucha estaba sentada una mujer, joven todavía, con el cuerpo doblando, la cara negra por el tizne, los ojos revolteando ferozmente alrededor, los labios espumosos y los cabellos én desorden caídos sobre la cara, un verdadero esqueleto, medio desnuda y co1n la poca ropa que le quedaba rota a jironas por la misma mujer enfurecida: era Paula, que, quince días hace, era una mujer modesta, pero ahora más bien un fantasma horripilante del otro mundo. ¡Qué espectácu1o! Tenía uno de los brazos encadenado a un poste de la casa. Alrededor, las viejas, entre boieanadas de humd que chupaban de sus cigarros "ped-ped", fijaban en ella la visita, murmurando de cuando en cuando . una palabra de horror y de asombro. ¡Pobre Paula! Ahora se hallaba cantando o gritando, después gimiendo y llorando; una vez haciendo esfuerzos para ponerse en pie y dashacel'se de la cadena, otro vez hablarJ<io de Apo Días y de Santa María, ya en ilokano o en su propio dialecto. En verdad Antonio tenía mucha razón de decir que ·Paula estaba peor que enferma. Al principio me reconocía y me llamaba por mi nombre, pero, después de un rato, me confundía con otros Padres que había visto, hasta que por fin me tomó por uno del barrio. Mientras compadecía a la infeliz demante, me acordé que era el primer día de la novena que se celebraba en preparación . de la fiesta de Santa Teresita." ¿Quien sabe? La Santa hace tantas maravillas! Hablé con los presentes sobre la necesidad de invocar al Cielo 'cuando los remedias humanos par~cen impotentes .... -De ninguna manéra-dijo entre dientes una vieja pagana. -Quite solamente de ella aquel bautismo que recibió, y ya verá V; practicaremos nuestras antiguas costumbres, ofreceremos un caniaw y verá V. como se curará. En verdad que no e!speraba semejante petición y mi asombro aumentó aun más cuando la misma vieja me pres:tuntó cuanto costaría quitar de Pauía el bautismo, para haoeda otra vez una igorrota genuina, una verdadera . * pagana .... porque entonces "se curaría al momento." Tuve que hacer uso de toda mi elocuencia para convencer a estos pobres ignorantes de todo lo contrario y para demostrar como el honrar al demonio impediría aun más la bendición de Dios que sóla podía curar a la pobre mujer, y les dije que, si la gente rezaba, Dios tendría piedad de la demente. Hablando así, mandé llamar a los cristianos del barrio, y, cuando estos llegaron, les invité a empezar aquel mismo día una novena en honor de la Florecita para pedir la curación de Paula, y· les prometí que yo, para este mismo fin, celebraría la San'1la Misa en honor de San.ta Teresita el último día de la novena o sea el día mismo de su fiesta. Los ·cristianos promeitieron ofrecer el rosario cada día por espacio de nueve días. Era todo lo que les pedí y, bendiciendo la casa y a la enferma, me retiré. El noveno día, después de haber celebrado la misa prometida, pensaba ir a Suyo para ver el resultado de nuestras súplicaJs, pero nd pude il'ealizar mi deseo. A221 quel mismo día me encontré con algunos de Suyo que habían salido de allá hacía dos o tres días, los cuales me dijeron que Paula no había mejorado mucho "no está tan furiosa como antes, pero no hace otra cosa más que decir necedades." Pocos días después, otros, que llegaron de Suyo, me dijeron que Paula estaba completamente curada .... Y efectivamente, el 23 de Octubre b1 quien creéis que ví en la iglesia de Trinidad? Nada mends que a Paula que había venido a misa y estaba de rodillas juntamente con algunas otras mujeres. Cuando la gente había salido de la iglesia, Paula vino a verme. Era la mi.sma Paula de antes, modesta e inteligente, alg.o más débil, pero completamente curada. ¿Decidme, Santa Florecita, fué est!a curación una de las muchas rosas que esparces por el mundo entero? In Memoriam <-·+os ROGAMOS, Seiior absolvaís de todo vínculo de pecados las almas . de vuestros siervos: Filomena Car~rnnilla, Bacnotan, La Union; ( , Cipriana Enojo, Dumaguete, Negros Oriental; Adoracion Raymundo, Subic, Zambales; Lucia Limba¡rn, Tanjay, Ne¡rroi;; Oriental; Basilia Na vares, Naga, Camarines Sur; Filomena B. Montecillo, Carear. Cebu; Prudencia Lajato. Dumaj!'uete. Negros Oriental: Julian Javier, Cabanatuan, Nueva Ecija; para que en la ¡;rlorla de la resurrección vivan entre vuestros santos y elegidos. Por Nuestro Sefior Jesucristo que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amen. 222 Pequefí.a Historia de la Vida de Stact Teresita del Niño Jesus por el R. P. J. Carbone/, S. J. Continuación CAPÍTULO DÉCIMONOVENO Preparación a la primera comunión por la oración y los sacrificios T AN PRONTO como tuvo lugar aquella curación extraordinaria, toda la familia partió para Alenz6n, donde sus amigos les esperaban con ansiedad. Allí Teresa fué mimada y disputada de todos, que rivalizaban por ofrecerle nuevas distracciones. A los diez años, el corazón se deja ganar fácilmente por la ternura; pero los. sufrimientos habían madurado el de Teresa. A pesar de su juvent•id, era tan precoz, que comprendía facilmente la vanidad de todo lo que pasa, deseando volver a los "Buissonnets" para prepararse y hacer su Primera Comunión. ¡Con qué deseo esperaba aproximarse a la Santa Eucaristía! Si hubiera podido como vosotros, queridos niños, comulgar a una edad tan tierna, creo que hubiera muerto de gozo. Cuando pequeñita, veía a sus hermanas ir a la misa de gallo, les suplicaba que la llevasen para recibii, también ella, al Niño Jesús.•Y ¿quién describiría su entusiasmo cuando Celina hizo la Primera Comunión? Teresa tenía que esperar todavía cuatro años; pero no creía largo el tiempo para emplearlo en una buena preparación que le permitiese recibir a Dios. Com~n­ zó, pues, a prepararse al mismo tiempo que Celina. Esto fué la causa de que la niña oyese las instrucciones dadas a su hermana por Pa·1lina, quien todavía estaea en el mundo. Su deseo de recibir a Jesús llegó a ser tan intenso, que más tarde, hab¡endo encontrado en la calle a Monseñor el Obispo de Bayeux, venció su timic,lez natural y quiso pedirle la gracia de hacer su Primera Comunión antes de la edad reglamentaria. Pero María, queriendo enseñar a Teresa a no solicitar- un favor particular, sino hacer humildemente lo que todo el mundo, la retuvo, y la niña tuvo que esperar todavía muchos meses la visita de Jesús. Aprovechó este tiempo para embellecer más su alma haciendo pequeños sacrificios que le parecían bonitas flores destinadas Q formar en eila una cuna perfumada donde el Niño Jesús pudiera descansar con gc1sto. Algunos meses antes de s:: Primera Comunión, contó y señaló cuidadosamente sus actos de ~ir­ tud en un gracioso librito que le había enviado del Carmen su 1-:ermana Paulina. (1) Entre estos sacrificios debía contar Teresa uno bastante duro que realizaba todos los días. Le gustaba tanto la lectura, que hubiera pasado leyendo días enteros; pero por orden de sus hermanas sólo destinaba a tal ocupación media hora; transcurrido este tiempo, cerraba el libro, aunq11e esbviese a mitad del capítulo más interesante. Muchas veces en .el pensionado renunciaba a sus juegos preferidos para entregarse a los de las otras. En la mesa, si los tnanjares no eran de su gusto, los comía no obstante sin mostrar repugnancia. Tampoco se quejaba si rechazaban acceder a sus deseos. Así, un día su padre anunció a Celina que iba a hacerle tomar lección de dibujo. Después, dirigiéndose a Teresa, que· deseaba .vivamente imitar a su hermana, preguntó: (1) Este precioso libro está también editado en castellano con el título de MI PRIMERA COMUNIÓN O MA· NERA COMO SE PREPARÓ A LA PRIMERA COMUNIÓN SANTA TERESITA DEL NIÑO JESÚS. 223 -¿Te gustaría también a ti, mi reinecita, hacer lo mismo? Y antes de que tuviese tiempo de contestar con un alegre sí, intervino Maria diciendo: -Es inútil, porque no tiene la misma disposición que Celina. Hubiera bastado en aquel momento una palabra de Teresa para conseguir su deseo, pero queriendo ofrecer a Jesús un sacrificio heroico, guardó silencio .... Después de la marche de Pa11lina, María desempeñó para Teresa el papel de nueva madrecita, y sus sabios consejos, sus exhortaciones, tan profundas en medio de su sencillez, contribuyeron a aumentar su ardor por la virt ·d. Todos los días sentaba a la niña en sus rodillas preparándola p.r:tra s:i Primera Comunión, haciéndole ver que de esta gran acción dependía toda la felicidad de su existencia. Una tarde le habló del sufrimiento, y en seguida Teresa sintió iinteriormente un gran deseo de sufrir mucho en la tierra a fin de dar .a Dios todas las pruebas posibles de su amor. Se entregaba frecuentemente a la meditación y ocultándose en iin rincón de su cuarto que podía cerrar con las cortinas de su cama, reflexionaba sobre la rapidez de la vida y sabre la eternidad. A esto llamaba pensar. -Tengo apenas once añosse decía,- iY ya he :perdido a mi madre! Paulina nos ha de,iado; las otras hermanas no tardarán en 224 seguirla: .es, pues, la v•ida un sueño, una especie de antesala donde nos preparamos para comparecer ante Dios. No qr·iero perder, pues, el tiempo en bagatelas, sino guardar bien limpia mi alma para cuando me toque la vez. Estos sentimientos, eco de la Verdad divina, no le quitaron nada de su alegría infantil, aunque después de la muerte de su madre perdió algo de su carácter expansivo, aunque su sensibilidad dolorida por aquella prueba, aumentó hasta el punto de hacerla llorar a menudo por causas muy pequeñas.· Deplorando esta debilidad, determinó combatirla animos'.lmente y hacer su voluntad más fuerte. Se continuará A la izquierda, en pie, Srta Lucia Herrera, Promotora, con sus hermanas, de Dumanjug, Cebu. Cum lice11tia ecclesiastica