Martin Alonso Pinzon

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Part of Espana Boletin Informativo

Title
Martin Alonso Pinzon
Language
Spanish
Year
1953
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Alíon.~o X de l;isHlla (1221-128-1) figura acaso Ja mús representatinl d2 los grande:-; tiempos de la Estuela. la llama "luz de E~•pafia y de la Cristiandad'', Fué Ja de Salamanca la primera Uni\·e:·sidad donde se profesó el sistema de Copérnito, en 1543, mientras Domingo de Soto explicaba experimentalmente en 1545, medio siglo <1ntes que Gnhleo, <1ue Ja \"elotidad de los cuerpos.en ·el campo de la gravedad es proporcional al tiempo de Ja caída y no el espacio recol'l'ido, según se \'·é!nía creyendo erróneamente desde Aristóteles. A finales del siglo XVIII, otra vez la. Universidad de Salamanca renueva el panorama espiritual y literario español con los pensadores y poetas de Ja llamada segunda Escuela salmantina : Meléndez Valdés, Quintana, Gallego, Marchena. En aquel tiempo pasó por las aulas Belgrano uno de los fundadores de la Argentina. Ayer mismo, Ja figura universal de Miguel de Unamuno, uno de nuestros máximos líricos y prosistas, viene a simbolizar que la Universidad de Salamanca ha sido el más alto índice y ·exponente de España, fiel a las alternativas de nuestra historia, y madre de las primeras y mús ilustres Universidades de América y de Filipinas, como recientemente ·en Jos Centenarios de las de Lima y Méjico fué proclamado. La Universidad de Salamanca, al disponerse a celebrar el VII Centenario de su primera constitución y eleYación a Estudio General, s.e dirige a todos Jos Rectores, a todas las Universidades del mundo que quieran unirs·e a esta solemne conmemoración que habla de vínculos universales de paz, de Cristiandad y de cultura. Martin Alonso Pinzón La empresa del descubrimiento de América-pese a la nacionalidad de Cristóbal Colón-fué una empresa castellana. El geno\·és halló en E.spafia un dima histórico propicio a las misiones Ecuménicas y una preparación marítima esencial para las grandes m·enturas oceánicas. Sin referirnos a los lauros ganados por lo.s catalanes en el Mediterrúneo y en el Atlúntico. las fachadas atlánticas de Castilla habían proporcionado, de:::de el siirlo XIV, excelentes buq.ues :-· atrevidos naYegantes. La marina cantúbrica imperaba en Jos mares del Norte. mientras, en los estuarios de la costa andaluza, herda el espíritu de de~cubrimiento, :en contacto con las marinos me.diterráne< >s :-· en noble emulación con los portugueses. En esta zona hispánica nacieron los grandes auxiliares de Colón en el primer viaje trasatlúntico, entre Jos cuales se contaba Martín Alonso Pizón, figu!·a destacada en el descubrimiento de América, tanto por Ja colaboración que prestó al Almininte, como por sus priopk>s proyectos personales. Miembro de una \·ieja estirp~ de marinos de Palos de Moguer, en Huel\·a, donde nació hacia 1440 Martín Alonso dedicó.se desde su ju\"entud, con sus hermanos menores Francisco Martín y Vicente Yúñez, al tráfico y comercio marítimo. Navegó por el Atlúntico y el Mediterrilneo, adquiriendo suma práctica en el arte de marear y reuniendo una fortuna no despreciable. Interesado por los descubrimientos lusos y por Ja fama de la existencia ele islas v tierras más allá de.! Océano, Martí.n AJ.on.so aprovechó un viaje a Italia para consultar una carta !reográfica que se hallaba en la librería de Inocencio VIII en Roma. Se ha aducido que .este mapa fué el elemento e~enc:ial dzl desi:::ubrimiento de 1492. Aunque esta aseveración sea exagerada, puede afirm.arse que Colón contaba con medios similares, y que, en todo caso influyó grand€mente en e) apoyo que ios Pinzo.nes dispensaron al descubrid:Jr para aprestar la armad~t <le 1492. ESPAÑA Puesto en relación Martín Alonso con Cristóbal Colón por el padre Pérez, del convento de la Rábida, en un momento de desaliento para . e) genovés, celebraron varias conferencias a mediados de 1492. No se sabe con certeza cuáles- fueron las conclusiones a que llegaron, pero sí es cierto que Miartín Alonso se<·undó Jos proyectos de Colón, no sólo ofreciéndole su auxiJ." o material, sino el enorme crédito de que goz.aba entre los ¡marinos de Palos de Moguer. En este momento, paree-e indudable que la .acción ejercida por Martín Alonso fué decisiva para la organización de la empresa. Gracias a él, Colón pudo obtener un tercer buque, y substituir, con otros mejores, los dos primeros que había fletado. Emprendida Ja navegación el 3 de agosto de 1492, Martín Alonso prestó relevantes servicios al Almirante. El capitán de la Pinta, además de su pericia náutica, revelada e.n la reparación del timón de su carabela, contribuyó en dos momentos solemnes, al feliz término de la empresa. El primero, cuando se produjo el malestar de Ja marinería en la Santa María, que calmó con palalJr.as de una en.erg!.a sin igu.al; e! segundo, cuando el 7 de ·octubre, .no avistanch tierra, atonse.ió al Almirante_ E ·l cambio de rumbo hacia el SW., medida que debía llevar la flota colombina hacia las Lucay.as y Guanahani. En consecuencia, .no son ciertas la sreticencias de Colón sobre Ja intervención de Martín Alonso en el. desco.ntento de Ja tripulación de la Santa María, ni las imputaciones de desobediencia con que Je calumnió desde las páginas de su Diario. Estas imputaciones se ponen de manifiesto a raiz de la separación de la Pinta de las dos restantes carabelas el 21 de noviembre de 1492. Colón atribuyó a Página 21 :\l.\HTI:"\ ..\1,0:\"SO l'l:"\Z<•:'.'11 (IU0-1 - 19:0 La gesta colombina tm·o aspecl,os ((UC ,..,u11erahan la 1m..,il1ilidad indh·.idual dl'I ~,·nio 11ni1molor. N~esilaha colaboradores, y el almirante lus tun1 en ll~<,1 ·hermanos l'in..:Un, 11restlgios~~s y ''x1wr1t~" .marinos de Palos de Moguer. Es11e«:.ialmc1tlc J\larlin Alonso, capil;\n de la Pinta, la nao \·ent.uru .... a d<'•"de la que se .divisli tierra americana, fué desl;i<'ado auxiliar. l'ero no 11udo ~ozar del lriunío a su retnriw. pues voh·ió e·nfermo, y murió a los 11ocos dia,..,, en l'alo-;. Martín Alonso las peores intenciones, cuando en realidad el marino de Palos se le volvió a juntar el 6 de enero siguiente en la costa septentrional de la Espafi.ola. No parece que entre los dos personajes existiera mucha concordia, posiblemente debido al carácter en extremo receloso d1::l Almirante. En el viaje de regre.so un temporal separó la Punta de Ja Niña (14 de febrero). de modo que .siguieron rumbos distintos. La Vinta navegó con sumas dificultades hasta el 4 de marzo, fecha en que avistó las costas de E:->paña y pudo refugiarse en el puerto de Bayona, de Galicia. En la misma fecha, Colón llegaba a Lisboa. Desde Bayo.na, Martín Alonso dirig'.ó un correo a los Reyes Católicos; pero éstos no quisieron recibirle sin ir acompañado del Almfrante. Entonces puso proa a Palos, donde entró e~ 15 de marzo, el mismo día que también Colón recalaba en este puerto. Pero mie,ntras el Almirante se preparaba a gozar de b fama histórica, Martín Alonso, aquejado de grave enfermedad, era retenido en su lecho de muerte en Palos de Moguer. Murió a Jos pocos días, probablemente el 31 del mismo mes, sin que pudiera defender, ante los Reyes Católicos y ante la Historia, la parte esencial que tuvo en el descubrimiento del Nuevo Mundo. Uno de los más audaces constructores de la estirpe: el ingeniero español Torres Quevedo, por Miguel Sánchez Mazas Hace ahora cien afi.os, veía la luza en un pueblo santanderino. Santa Cruz de lgufia. uno de esos genios sorprendentes que. de cuando en cuando, echa al mundo nuestra raza; pero esta vez fué un genio de un estilo, en cierto modo. inesperado, sobre todo para Ja España de fines del siglo XIX. Porque el hombre de quien hablamos reunía en su espíritu. por un lado, todas nuestras cualidades peculiares, - ·entendimiento creador, improvisación, formación autonóma, sin maestros. ori~dualidad para resolver, a su manera, tanto los problemas teóricos como los prácticos- , y, a la vez, una forma de talento ooco habitual, ya, entre nosotros. desdE' el gran siglo XVI, y en ciertos aspectos, desde siempre: talento matemático y lógico de excepcional rigor y claridad: talento. además, de una rara sutileza ·e ingenio para la realización técnica, para la imaginación y puesta en marcha de los mús audaces y desconcertantes mecanismos. Este hon:ibre prodigioso. cuya plena madurez científica resnlandecía y producía en todo el mundo frutos grandiosos por los últimos florones del imperio; éste hombre que vearrimarse. miserablemente. al muro de las lamentaciones y de las claudicaciones, tras de la pérdida de los últimos gorones del imperio; éste hombre que venía, humildemente. a refutar que fuéramos un pueblo puramente lírico. guerrero y artista, en el momento en que más fácil se hacía creerlo, se llamaba- es preciso que el orbe de len~ua castellana no olvide su nombre glorioso-Leonardo Torres Quevedo. Construir una máquina alf?ébrica, conducir desde un aparato que utiliza las º"das hertzianas- el telekino-un barco lleno de pasajeros, fabricar un auto~ máta aiP.drecista que siempre !?ana matP.máticamente. la partida-y aue. el año pasado, en la Exposición Cih?rnética de París, aún nareció milaJrroso a los mús célehres e,snecialistas en Ja nueva y extraña ciencia.v. ::ti mismo tiemno, levantar e) t?iJ?antesco transbor. dador sohre el Niágara. dP. tensión invariahlP y resolver aauel nroblema, de la indeformabilidarl de los OT::inrlPs dirif!ihles. que angustiaha, hach1. 1914, a l:i. nariente aeronáutica, son cos::ts demasiado ,extraorrlinari~s para no causar el asombro de una Eurona civiJi?:arla aue repetía mecánicamente, aouPJlo de aue Africa aca~o empiece en Jos Pirineos. ¡Habíamos vuelto. nor ventura. a aouel hermoso tiempo en oue nrecisión y Jrrandiosidad encontraron fórmulas de síntesis ,en el alma hi:mana; a los día:-:. por desera~ia bien ('('\rtos. Pfl 011e un maestro Ciruelo lograba aouP.\Jos pro. ,.i;'!ios de relojería que hoy envidiamos en Sui1.:i.. y un Herrera alzaba la gran fábrica escurialense? Rigor y ESrARA Leonardo 1~urres (tue,·edo (1852-1936) Audacia, matemútica e ingeniería; delicadeza, finura lógica en el proyectar, impulso grandioso, imaginación, voluntad y temple de hierro en la realización; teoría y prúctica; habíamos vuelto de nuevo a la vieja y chí.sica armonía que-parecía mentira hacia 1898 -fué nuestro patrimonio? Sólo queremos aauí-brevemente-recordar un nombre, no describir ni enumerar siquiera sus obras: léanse sus éxitos en las revistas españolas y sobre Página 2:1