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All published works in ESTUDIO are originals and exclusives. Reproduction is prohibited.
Issue Date
Volume 1 (Num. 26) 30 de Junio de 1923
Publisher
Alejandro de Aboitiz y Claudia R. de Luzuriaga.
Year
1923
Language
Spanish
Subject
Philippines--Social aspects--Periodicals.

Philippines--History--Periodicals.
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Place of publication
Manila
extracted text
Lo - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - Vol. 1 ,, Manila. 30 de junio de 1923. 11 Núm. 26 =========-================-=========-------·- ---- - - - ___ --- - ( Corf Psín dP "Free Press") 'I' ' ~ ~¡OMEGA! E STUDJO Reuista Semanal Esta Reuista se publica todos los sábados por Alejandro de Aboitiz y Claudia R. de Luzuriaga. Registrada en la Administración de Correos de Manila como correspondencia de segunda claae. Todos los trabajos que publica ESTUDIO son originales y exclusivos. Queda terminantemente prohibida su reproducción. PRECIOS DE SUSCRIPCION: Un año . . . . . . . . . . . . P 6.00 Un semestre . . . . . . . . . . 3.50 Un trimestre . . . . . . 2.00 Número suelto . . . . . . . . 0.15 Número atrasado . . . . . . 0.40 EXTRANJERO, Un año.. $6.00 ... Redac'é:ión y Administración: Roxas Bldg. No. 212, Calle David, esq. Escolta.-Tel. 572. Manila. EG)l marca del reloj que S I nos honra con su grata visita nos dará oportunidad de poder enseñarle nuestro inmenso surtido de preciosos Relojitos-Pul sera de oro verdadero1 con y sin brillantes, para ambos sexos. debe llevar un buen CATOLICO que quiera ser siempre PUNTUAL en las reuniones religiosas, misas, etc. Para ellas, con bonitas pulseras extensibles de oro, o pulseras de seda ; y par~ elles con pulseras flex:bles de oro, o pulse· ras de cuero. .--='e-=· -======= Enrcred ª" sccond c/ass mattcr at the Post-O/fice at MANJLA. D:RECTOR:-Alejandro de Aboitiz TEL. 5Z2 ADMINISTRADOR:--Claudio R. de Luzuriaga P. O. BOX 1659 Vol. J. Manila, 30 de junio de 1923 Núm. 26 PIOXI Todos los Romanos Polltífius, du;dc San Pedro hasta el actual, Pío XI, tiiciernn 1111 algo q11e los distinuue a los unos cfo los otrns !J lei; da su propia característica. Así co 1110 ··10 es cosa jácil, y pudiera decirse más bien ser ;mpusib'.e, enconfrnr dos hombres que ten.oan los mismos ras,qos fi.~011ú111icos, así es empresa ardua, por no decir i111posil!le, encontrar dos Ronw.no::: Puutíjices cuyos acf1wcio11es 110 se distinga'// perfectame11.tc, fe11iendo ('nda cual sus rasgos distintivos. Y es que Dios, que cumu cabeza "incisible" ria<' los destinos de :;n Iglesia, di' esa Iglesia ta11 tomf}(lfido rn todo tiem]Jo, ho tenido .';11.11w cuidado u1 PSW{/CI'. paro q11e riJan los destinos de rso lalrsia, hombres prnridenciales, y en absoluto r1nnonia con los necesidades sociales de rrquef:os que integra11 el c11e1·po místico de Jesurristo. Así cenws 11!1e ol tiem1Jn de la i1trn:;irín d<' los bárbarns, po1;e en la Sill~1 de Pedrn a un Lew1 el Grande, co)'((zrín de acero, tem piado al fuego del más nrdiente amor al prójimu, y que no teme presentarse impávido ante el f ernz .4tila !f hacerle retrnceder de las puertas de Roma; má.! larde, y cuando ya las olas del l1m·l>arismo lu inunden todo y todo lo m·rnstren !f asolen, se presenta1·á el Gran Grego1·io, santo y sabio, fuerte y dulce de carácter, que con su dip/omacio !! con su tacto e.rr¡uisito sabrá enr·au.wr Iris fller:.;us bárbaras !! co11 cllaB ir modelando pueblos nuevos. A 'a tiranía de los soberonos alemanes OJJ01ídrá Dios el pecho de acero de un Hildebrando, el gran Gregorio VII, tan calumniado por los masones de hoy día y TJO/' lo;.; "liberales" de ayer, que no han t1uerido molestarse en leer la historia, y que aun hoy, y después de tantas investigaciones h istóricl'J.s, sig1wn con la misma cantinela ocusadora, rle Gregario Vil, al que el.los se Cf)tnplacen en llamar injusta y tontamente el "Tirano H ildebrando." Cuando la voz de Pedro el Enr1daiío conmueve con sus t1·ágicas narraciones a los pueblos europeos, Dios depara a su Iglesia un Urbano JI, hombre lleno de amor los Lugures Santos, qui!. con su verbo de fuego, abrasa ros cornzones de cuantos caballeros habían acudido al Concilio de Clermunt y los lanza a la reco11q11,ista de la Tierra Santa, f>afo el "liderato" de Godofredo de Bouillon, el primer Rey latino de .Jenuwlén. Y riniendo a nuestros tiempos, en que tanto 11 tanto ha tenido y tiene que luchar la Iglesia contra todas las fuerzas del infierno, que contra cf/a .-;e han de m.odo especial crrn_jurado, nos e11c01ztrrww.-; con que 'los Romanos Pontífices, QW! no han recibido su nutoridad, ni tienen su repre.-;entacián de niurnín hombre, sino del mismio Dios, de quien son 1 us fid eico 111 iw rios. han respondido ndmirablemente a /ns necesidndes propias de la época y 11 o ha !J más que estudiar lo Filosofía de lo Histu1·ia de esos siglos y darse c11enta e.rada de sus 01·rmdc<; males 11 misc1·irr,: .. parn conrencerse, si se la compara con la actuación de /o:; Papas, de la gran i:errlad que está eJ11·e1·n1da en ',a p1·r1mesa de a."i.·dencia que .Jes11.<; diera r1 Pedro, y a sus suceso, es los Obispos de Roma cuando le cunfes<Í nor lliio de Dios. Á. mediados del ·siglo- XIX ·.l lil>eralismo .<1':' había dcsbordndo 11 todo lo nrrnllaba y cnvvlrfo rn sus ncgrns ondas; predicábasc por doquier r' r1erecho de la rnzón a gozar de tWít !. ':rrfad omuítnorla y sin tmbas; cuando en Ew'<J))a se agitrr.ba.n lcts grandes cuestiones de la Inspiración y de la Junio E:'.TUDIO 30, 1921 Re1•elación divina terriblmneíiti-.co1nba(ida por----·· la g1;f>-:r1~n~e1i1·oñra~. --sembr-tt-n-·u_o_r_u~·ifi~;.­ los #i6l0gos y filósófo8 féídoñiitíslas, Dios depara doquier y odios en todos los contzínies ?i 1'encil'os un Pio IX, el Pontífice de carácter amable y alta- en todos los pueblos, lw dejado etl, pot:; d-e sí Uí1 mente p1·ogresivo en el buen sentido de la pala- campo rle deso~ación y de miseria. éi1frnese ame_ bra y con el cual hasta llegaron a entusiasmarse na~:ador ei ha m brc por casi toda! ltis naciones los mismos masones, quienes ·se for.iaron ilusiones europeas, aun aquell.as que ao ptfrtieipnron en (le ganarlo para su partido, llegando a propalar la gran catástrofe; desquicictdas estt:íit l'ás indw:inentidamente que se h.abfa hP.Cho uno de 'los ~u- trias; las clctscs, antes poderosa~ ?J ficas, sufren yos; pero que cuando ll!lga el momento oportuno hoy el atennzmr¡;ento atormentadlfr th!. hambre publica uri S11llabus, que es 11 ha sido el torredor que les muerde despiadado las enh;añtis¡ los sade lós malos, y convoca un Concilio General, el bios de Aust1'ia, de Rusia, de Alf>manitt y Hunprime1'o después del de Trento, en el que de modo gría. arranstran una vida pob1·e y 1tti8erable, daro y definitivo se determinó cuanto se refiere pues los salario,~ no bastan po,ra cnbrir las más n la aivúia Revelación, en la famosa Constitu- perentorias necesidades. ~ión '.'D:e Fide Catholica." El fuego destruye cientos de hogares en: EsMás ta'i·de las masas obreras cornfonzan a mirna y en toda el Asia Menor 11 la Traci'á;· .Rusia a&ttat·se a cuz a das por los falsos redentol·es; el ve morir de hambre a cientos de 1hiles d~ sus óhf~ti: social sufre g1·.aves trastórnos, graCi'<is a hi,ios, sin que el gobierno de lo8 "so11iets" 7)ü'edh las precli''caciones de Mar:r y de ot1·os seclorios, o quiera poner remedio a tanta miseria; las naque sembraron la anarquía en las filas del prol.e- ciones balcánicas ·ven aparecer en sus horizonte.</ tariado, y se aprovecharon de las desdichas de el espectro aterrador del hambre, que va sega.nlas masas para lanzarlas en pos de reivind'icacio- do cientos y miles de vidas. nes absurdas y en pos de idea!:es utópicos, empeo- Sobre la Cátedra de Pedro en Roma, pone rando en vez de mejorm~ la t'l'i'lte sit1wción dt? Dios un hombre providencial, que con mano prólos traua.iadores. diga distribuye abundante sus escasos recursos. Será entonces, cuando aparezca León XIII, ¡Parado.fa admirable! El pobre prisionero del el Pontífice de los Obreros, y que en su famosa Vaticano-porque pobre es el Papa, di,qan lo qui! Encíclica "Rerum Norarum" echará los fimda- quieran los difamadores de oficio, que hab'an si .. 1. numtos indestructibles de la verdadera Sociolo- documentación y por hablar-encuenfra en las ,qía, la. Sociología C·,·istiana, con la cual arrnados arcas de sus hi,ios, los católicos de todo el mundo, los sabios cristianos opondrán círculos obreros cientos, miles, millones de lfrns, que con mano a las casas del pueblo; sindicatos libres. a los pródi,qa distribuye entre los necesitados, quedánIÍnicos; instituciones cristianas, a las socialistM. dose él con lo más estrictamente necesario par<~ Al morir León XIII, el 1;iundo ansiará una cubrir los mú'tiples gastos de la Curia Pontireconstitución doctr1~nal 11 social y tal se1·á el ob- jicia. ¡El Pontífice y Padre de más de trescien,ietivo de todo el reinado de Pin X, "Insfourar tos millones de hombres, que le aman con todo todas las cosas en Cristo. El modernismo levan- su corazón y que por él están dis7Juestos a dQrlo tará orgulloso la cabeza, creyendo introducir en todo y a perderlo todo, tiene que men(ligar !(las filas católicas la división 1,1 el desorden; sal- mosna !J ·1icrlir de puerta en puerta, no Pfil'n sf¡,, drále a~ paso Pío X y en su famoso Sylabus y en que él bien poco necesita, sino para la "Humo.su Encíclica "Pascendi", la más grande quizá nidád Doliente" para el "Mundo Famélico"! ¡Y gne haya salido de la plum.a de ningún Pontífice hay aún quienes se entretienene en acusar de Romaiw, pondrá fin a las falsas ideas, que, hasta avaro al Sucesor de Pedro! ¡Y hay aún qnienes entre los escritores católicos, principiaban a hacen argumento contra lá Iglesia de Roma, de cundir. los millones que ellos se imaginan tirnenc el P'ónBenerlicto XV, el gran Diplóma,ta, que bien tífi'ce Supremo! No saben o, si lo saben njYwi·'enpuede sufrir parangón con Leon XIII y Bene- tan ignorarlo, dónde van a dar esos millones, y dicto XIV, el Gran Lambertini, será el Pontífice cuántos cientos y milr.s de bocas han cerrado al que predique ince.'lar1te !:a Paz, cuando los pueblos hambre! ¿Cuándo hicieron ot•·o tanto los .fefes europeos se destrozan fieramente los unos a lo3 de las otras confesiones? ot1'os. Planteará en sus alocucio1ies los términos Si se me pidiera que en vna frnsc cm·acteride una paz duradera, que más tarde desfiguró Y .znse el Ponti-ficado rle Pío XI no sa1Jria decfr más mal presentá el Presidente Wilso11 en sus "arclú- que ésto: ·•p'¡o Xi ES EL GRAN LIMOSNERO famosos catorce puntos," de que tanto se ha ha- JJF. LOS PUEBLOS HAMBRIENTOS DE 1.,/.1 blado y de los que y sobre los que tanto se ha DEV AST AD.4 EUROPA! escrito. Nadie trabajó tanto como el Pontífia Esa es y será en el futuro su nota caracteRomano en pro de ·¡a paz Europea y mundial Y rística. y la Historia recogerá en sus rfle,i(Wes como testimonio perenne de sus labores, ahí esta pá.r1inas las sumas cuantiosas que en dar de comer la e.<;tatua levantada en la. capital misma del Im- al hambriento y en 1'estir al desnudo cmpleJrí verio Turco, y en cuyo pedestal están escritos Y Nuestro Actual Pontífice y Padre de tó·dó,c; los compendiados, en unas cuantas frases, los mé- fieles. ritos 1:ndiscutibles de Benedicto XV a .ser con FILADELFO~· toda justicia. llamado el "Angel de la Paz" en Europa. Esa providencia amorosa de Dios sobre su Iglesia, dándola en cada tiempo ia cabeza "visible" que nie.ior se compagina con las necesidades 1 del mundo, no ya sclo el católico si que h11sta del mundo disidente y enemigo, cú1nplese tarnbién, y el actual Pont-l.tice Pío XI. CAVANNA, ABOITÍZ ·& AGAN A:BOG~ ito:ras Bldg. No. 212 J- <le m-0do a.dmirable, en nuestro Santísimo Pa(fre, ·----------------------·-- ---·-- - - - - - - - - - - -?- Núm. Z6 Jnnio. ----- ----------------..... ---~----~ ·-"' -- --·-----·---"'- --------~ S TU DI O_ -· _ .. . _ ------ ----· -S. S. el Papa dando la bendición. (En el círculo de la portada aparece S. S. dande la bendición desde el balcón del Vaticano, a la numerosa muchedumbre cong-regada en la plaza .. Vol. l. -a- Núm. 26 .. . Vno de los vensadores má,'> ¡wofundos del siglo XIX, escribía, desde Roma, a un amigo suyo. No o~ hablm·é, •wi querido amigo, de los edificios y de los campos cT;, Roma. Turba mi alma mw 1 . 'i" /,;11 en que esos esplendorPR fi . .• stres no son más que la ·' "mll1'a de otra belleza. Roma se me (lparece en .<;us Aprístnles, e11 ese Peseador de un lnyo de Galilw, que se vi1~0 dr af"í 11n dia a alojan;1 rrl pie del l' i minal, trayendo 8olo consigo uí1a nal<rl•ra qne le había dicho en s11 pcqu·dio pais un ho;nhre cn1ciftcado. ''Tú eres Pedro y sobn esta pi'edra edi/icrr d mi lglcsfo.'' La ]IJlesia católica -estahl1 ya tll el mundo; su germen de1J(1sitad<>. desde el princi1n·o en el ~wno 'de Adán / Y eng1·osado por los :,;iglos, había recibido, en fin, de lá sangre S(llWe el 11ertida, por el amor eterno, una savia de wnidad más poderosa que todas las dfoisiones y que corria abun(i'anteinenfe p01· las auotadas 11é<nas del géne'l'O humano. Pero est'a Iglesia uníve?·sal, destinada a fltravé.r;ar todas las vicisitudes de los tiempos, n·ecesitaba de una fuerza que mantuviese en ella. lo triplf? unülad de vida, de inteligencia y amor que había recibido de su divino H1·quitecto; porque no basta haber redbido, es necesario conservar. Si Jesucristo hubie1·a. permanecido 1.•isib/e .~oln•e la tiP; íTa, el mismo hubÍC1'a sido la 1 .fuerza que lo hubieJ·a reducido, . f/'aido todo a sí; el centro de donde hubiesen partido y ·a don1 de hubiernn vuelto; para difun\ dirse de nuevo, todos los rayo.s ' de la unidad. Per(I le :oluqo no J inmortalizrrr entre 'llOsoiros s1 1 presencia sengil>le, dejarnos 811 pf1·sona escondida ba.io .~ímbolo;:; de v1~do, 11 s1.1 palabra encerradn f"YI la tradición y en la E scritura, cosas todas que, no pndiendo d•, fendersc por sí mismas contra la división, necesitaban de U14 depositario, uno y permanoote, que fuéta. ·el órgano sup1·cn10 d~ la palabra evan,qélica y la fuente fom'.olable de la comunió11. universal. Era preciso que perm.a.nPciendo .Tr.sucristo desde fo nlto del cielo, como e/, ví.ncnlo misterioso de su I glt;SÍO., tU'viern en este mundo un 11icario que BITUDIO 30, rn23 ·!,,.~ \~ \ \ , 1 ~ ¡ ( ~ 1 1 ¡ 1 \ 1 1 ~ 1 1 ' ~ 1 \ 1 ~ , J \ \ j ~ / ' ·, --···-.. ,,_____~,,El día 25 celebró la festividad. de su &anto S. E. lllma. el Sr. Delegado de S. S. en estas islas Mgr. Guillermo Piani. A las muchas felicitaciones recibidas de sus amantes hijos en Cristo, ESTUDIO une la suya humilde pero cordial y aprovecha la oca~ sión para hacer votos de filial y respetuosa adhesión al digno representante de Su Santidad. fuera su lazo l'isible, su onículo vi11if:nte, su unidad madre y maestra. Corría el. tercer alio del apostolado de Jesús. Acercábanse los acontecimientos rnás trascendentales. de la histor ia del humano línaje. El R edentor del mundo, caminando por los alrededores de Grtli!ea, detúvo¡;e zm dia, al caer de la tarde, cerca de las fuentes del Jordán. Orrí ser11ín costumbre. Y hallándose solo con sus d1-sci¡¡¡1/os, les di1·igió esta pregunta: ¿Qu ién diCPn los homlires Vle soy yo? Sabe J eslÍs los rumores populares que sobre su divina personft. circula.ban; pero quiere ofrecer a sus discípulos la ocasión de -4afinnar sus creencias frente a las errón eas 11 ersio11es del v ul.r;o, estableciéndose, de esta sue1·te, un abismo entre los fieles creyentes y los que no admiten la divinidad de Jesucristo. Los discípulos le respondieron : Un(Js dicen que eres Juan Ba utista; (JtJ'os que Elias y otros que J eremías o alguno de losant ig1ws profetas. -Y 1 ·osotros, r eplicó .Tésús, ¿quién decís que soy? Pedro toma la palal>ra, en nombre de todos y dice : T IÍ eres el C1·isto, Hi,io de Dios vico. - J es1ís le responde : Bienaventurado eres, Simón , hijo de Jonás, porque >1t. la carne ni la sangre te han revelado lo que Núm: 26 Junio ES'.'GDIO 30, 1923 ------------------------- -------yo soy, sino mi Padre que está en los cie~os. Y yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infi(:rno no pr~1Jale­ cerán contra ella. Y yo te daré Iris llaves del R(Jino de los cielos y todo lo que !.igares sobre la tierra, ligado quedará en los cielos, y todo lo que de~:ligares sobre la tierra, desligado quedará en los cielos." En estas palabras está contenida la promesa hecha por Jesucristo, de Nmferi:r a S. Pedro el gobierno supremo de su Iglesia, promesa que fué cumplida después de lo resurrecdón. Analicemos/as brevemente. Jes1í~ fe licita a Pedro, porque ni la carne ni la sangre le han re1•f!lado esta doctrina sl'.no el Padre eterno que está en los delos. "La carne y '.a sangre," expresión figm·ada, muy frPcuente eHtre los rabino.;;, significatfoa del hombre cons'derado en su naturnlPzrr, corvora,1, en su innata debi1idad fueron quienes determinaron en los iudios la. creencia de que Jesús 'era Juan Bautista, E 1ías, Jeremías o uno de los profetas: solo una revelación dr Dios, podía enseñar al mundo la 1.Jerdadera ltaturale::.a del Mesías prometido. Y esta rf'velación. grada providencial 11 extram·dinarfo. fué tenida por Simón, h·'io ile Jonn.c;. el cual no duda en vroclamar solemnemente la di11inidad de Jesucristo. Jesús. hondnmentc conn1ovido nor la f P precisa, fervorosa, dr Pedro, determina recompensarla y haee, a su ?• 0 z. esta confesión, de excepcional importáncia para el reinado m.es?'.anfoo y sumamente al9riosn. para. e!, humilde hijo de Jonás. ''Y 110 te digo que tú ere.e; Pedro 11 sobre esta piedra le1mntnré mi lalesia y l ns puertas del in fiPr1w no prevn' ecerári cordra e17a." Cuanrlo Simón. hifo de .Tonás, fué p1·f'sentado JlOr Andrés n.1 Señor, le miró el Sn7va.dor 11 dijo: Tu eres Simón, hiin d" Jonás. ffr te Unmarás CPfa.<;, que se interpreta Pedro. En la 1w•·.c;ión qriena se usa, unas 1ier"s Petros y ntras petra pern s•'.emprP parn desiq_ nar una fum·za extraord1nar1n.. una duración permanente. Es evidente, digan los nrotec:+n.ntes ln aue quiPrnn, que J esut~1·i.<;fo SP diri.ie (1 PPdro 11 110 al rnlrwin nmnstólico en rumeraT. Las palabras no rmeden, ser rn.ás claras y precisas. Seríri absurdo, vor otra parte, el afirmm· que, Vol. l. en un asunto de tan capital importancia, la sabiduría encarnada no se había expresado con perfecta diafa1iidad. "Tú m·es Pedro. . . A tí te daré las l:laves . .. " La piedra sobre la cual va a fundar su Iglesia es Pedro, no r.1 mismo Sa 1 vador del mundo. "Tú eres Pedro y sob1·e esta piedra." En castellano y en latín hay diferencia entre Pedro y piedra, Petrus et petram, pero no la hm; entre los dos ref eridos vocables en el ·siro-ca:deo, lengua en que se e:rpresaba Jesucristo. Tú eres Kefa y sobre esta Kefa, se diice en el te.r;to nriaina,1 en que fué redactado el Evangelio de S Mriteo, donde constan las palabras que 11enimos e:ram inando: como si dijera: Tú eres roca y sobre esta roca, no solire aquella, ni sobre la de más allá. sobre ésta, edificaré mi'. Iglesia. Pedro, roca fundamental del edificio de :,a Iglesia, es la autoridad suprema ~dn la cual sería impotente para realizar ll fin a aue está des•:na.rla. La autoridn.d es la bn.se de toda sociedad. En conceJJto de -intendente aeneral, de ief e visible de Ta Ialesia, S. Pedro debía, recibir 11 e.iercer "el poder de las llaves", es decir, la autoridad universa\ ya quP poseer las llaves de una. casa, tener el derecho de abrir y de cerrar las puertas a su ta1ante, es la prueba más inéquivoca de u;i poder ilimitado: Todo lo que ligares en la tierra., ligado quedn.rá en lo~ cielos, y todo lo que desligares sobre la tierra, des'.igado e.<;frtrá. rn los cielo.<;,'' Jesucristo, resucitado, cumnle la promesa que hiciera a Pedro, y le constituye Jerarca supremo de Sllt Iglesia. Cuando acabaron de comer, escribe ~­ .Tuan, dijo Jesús a Simón Ped1·0: Simón, hi.io de Jonás, ¿me amas tú más que éstos? -Si, Señor, tú sabe8 cuanto te amo-Apacienta mis corderos, respondió Jesús. Después, renovando la preguntClr-Simón, hijo de Jonás, ,;me ama3?-Sí, Señor,· respondin Pedro, tú salios cuanto te omo -Apacienta mis corderos, dijo Jesús. Finalmente, por tercera vez, interpelando el Maestro a Pedro. le pregunió: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció con esta nueva prenunta 11 contestó: Señor, tú sabes todas las cosas, tú sabes que -5yo te arno.-Jesus le dijo: Apacienta mis ove3as. · La pa'abra apacentar del texto griego, significa regir, gobernar. "Sólo Pedro, escribe un gran apologista, queda encargado de la grey, de los corderos y de las ovejas, de los simples fieles y de los pastores subalterno's; a é~, le compete guia1·l os a los pastos de Cristo; y como las almas ún:camente se nutren de la verdad de Dios, d·~ la fuerza de Dios, dei amor el<! Dios, incumbe a Pedro, ti furr de Pastor su]Jremo, comunicar la verdad por la dnctrina, la fuerza 71 el amor por los .'lacramentos. .Jesús !e confía lrt ru.'1todia de estos i;1.corru.ptibles tesoros. La lalesia, como poder jerárquico, reside íntegra, en <51, de hoy en adelante. La palab1·a del Señor acaba de crea.ria en un instante, a orillas del la.go nquel donde había prometido a Pedro convertirle en pescador de hombres." Todo, dice Bossuet, está sometido a !as llai·es da.das a Pedro, todo, reyes 11 pueblos, pastores y ovejas. Pedro es el Sumo Pontífice: Pedro es el primer Papa de la I gle.<;ia. Serafín BALDUQUE Escriba con una pluma-fuente "SWAN" Se verá V. complacido con sus servicios. Tenemos un completo surtido y podemos. proveerle de la que prefiera FRANK & CO. lnc. 137 Escolta, Manila. f"LUl'IOSCOPY ESTEREOSCOP~ RADllCRAPHY TREATMENT Núm. 26 Junio ESTUDIO --- -·-··------···----· ·-----·-----. ·-·--·-··---·· ·- -··- --·- --·----·- ··-· - ·-· -... -·-·- .. ·-- ---------------. :o, i 9:.!~l [ ~ ¡ 1 LA CUESTION ROMANA :¡ ~~:S:-~~~~+T~~~-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Hé aqw un problema de gran resonancia, que se lfUlf" cita periódicamer.h· con ocasión del fallecimiento del Vicario de Cri!>to y d n:>mliramiento de su sucesor. La prensa mundial, y especialmente ia de los países Católicos, pone espita a sus más solertes escritores para plantear la ecuación E'n conformidad con las indicacionés diplomáticas más aceptabi'es, y se nos suelen servir en los días precedentes al Cónclave un acorvo de estólida.s profE·cías, cuyo único fundamonto descansa en la ignorancia religiosa del plumista de ocasión. Aun recordamos las cábalas de algunos paiódicos a raíz. de la nominación del Patriarca de Venecia para la Sede Papal. Conmenz.aban pcr asegurar haber sido siempre muy estrechas las rdaciones personales entre el pur· purado véneto y la familia real italiana y deducían luégo con paralogismos, modelos en el género, la vzcindad de un arreglo definitivo entre d Vaticano y el Quirinal. Todo ello paramentado con infinidad de randas retóricas, .sobradas para comunicar al escrito, en estimación de los leyentes sE·nciilos, aires de verdad. Y sentóse el Cardenal Sarto en la Silla de Pedro, y empuñó con vigor in 1sperado el timón de la barq.iilla dd Pescador de Galilea, y g..: bernó por más de dos lustros la Iglesia Cató!ica, y en la primera coyuntura donde las circunstancias le obligaron a emitir su parecer sobre la inicua expoliación de los Estados Pontificios, el Papa Pío X, el voceado amigo de los mor.arcas italianos, confirmó dE· todo en todo las enérgicas protestas de sus predeceso· res: el ;,,ansfrimo e irreductible Pío IX y el sa.oiente y diplomático León Xlll, mentado como cic:ópea figura en el mundo del sa!.icr. Y cuando L tccó su turno a Benedicb XV, perteneciente a la ncble:z:a itálica, arreciaron los cálculos y las predicciones, llegando al apogeo al saberse sus disposiciones sobre el s<.rvicio mili'.ar y la intervención de los Católicos de I: olia en h política de su nación. Pero el inmortal Pontí.'ice de la Paz no introdujo un solo retoque en d programa trazado _,,Dr el noveno de los Píos y ob· servado con re f;giosa escrupulosidad de cuantos le han seguido en el régim!!n de la Iglesia Universal. Llega Pío XI. Hombre d,· gabinete, criado en el apartan,:ento de arch¡'vos y bibliotecas, a donde apenas alcanzan los ccc.s d'!l ruido mundanal y de los pleitos int · rnacionales, ye liguró la mayoría habérs2las con quien, por consagrar t : das &L''1 energías al cst,.,dio, poco o nada pudo otear en hs jarales sitt•ados más a'lá de los ana· queles de su librería, y cuando, al b endecir al pueblo ro· mano reunido el día de su elección en la plaz.a del Vati· cano, persistió en salir al balcón, contr.i la costumbre seguida por lor. Pavas ant<-·riores, un rugido de enlusia•mo se dejó oir en el cam~o anti-clerical. ¡Al fin, el Pontífice Romano i/,a a czdcr! ¡Como hada el presente, no podía continuar! Una vez. más han salido fallidos los pronóstfros de los profetas de redacción. El Papa Pío XI ha dirigido al Orbe Católico la Enoíclfoa ina!:g'..lral de su Pontificado, la cual viene a ser a un mismo tiempo documer.to histórico de alcance extraordinario y mensaje doctrinal de sorprendente majestuosidad,. Jc;nde se dilucidan punfos tan inh resant«s ce mo las causa1 y remedios del desordz n mera/ y social, el papel que pudiera representar la Iglesia en la comunidad de lo.s pueb-fos, acción colectiva e individuc:l Je la jerarqiúa eclesiástica, los errores del moder· m'smo, las iglesias Jisidzntes, relaciones entre el Poder ---------·--- -----·-·- ------------Vol. L -G(Cortesía ele /a Rr :·i~trt "Ecos") S. E. Jl!ma. l\fogr. lVI. F. O'Doherty, Arzohif;JJO de Manila. religioso y la" Potencias seculares y derechrJs d .,· la Sobe· ranía Papal. Al desarrollar el último pur.to, traza con mano segura las líneas lfalientes donde descansa d inicuo robo de los Estados Pontificios 11 e vado al cabo por las tropas italiar.as en el decenio de 1860 a 1870, latrocinio coronado con ia toma de la Cii,;daJ Eternn , Capital del Orb-, Católico, . S ede de su legítimo Rey el Pa!Ja, a quien habrían respetado indudablemente las bayonetas del .piamontés, si, a cambio de un puñado ele zuavos, hubiesen encon· trado junto al trono de Pío IX las tropas de Novara o la1 hordas J.,· Menelik. Pío XI declara en su Encíclica habE·r tenido fa des· tri.:cción del Poder Temporal el carácter de una " vicien· cia hostil" y sigue tenitndo hoy el de una '·'violación del derecho,", creando para la Santa Sede una "condición anormal", motivo de grave y permanente triste:z:.1 paru los fieh-s del mundo entero. Y con manifiesta lfolemnidad, •·enueva y ha;:e suyas las enérgicas protestas de Pío IX, de León XIII, ele Pío X y J2 Benedicto XV, en n::imbr!.· de los derechos y d-" la dignidad Pontificia, yá que los inapeables J :·signic s de la Pre v 'dencia le han encomenc!ado sL' :1 .<cnsa y rEivir.dicación. Y da la ·raz.Ón por que resulta inaceptable ·y " .:inormai" la llamada "ley de g:rrantí.:is", según las disposiciones J"-· la cual ha de ejercerse la Soberanra Je los Papas. )líim . :!'i .Junio E~ T l. U I O Pues descansando exclu11iv.:imente en una ley del Estado italiano, cuyos gobernantes pueden creerse en todo tiempo muy dueños de mcdificarla y aun de abrogarla, habiendo asimismo de ser ellos los árbitros de su aplicación e inh.T· pretación, resulta evidentemente incompatible ccn la libertad y la dignidad cfr la Sede Apostólica y con las justas exigencias de la Soberanía Pontifical. Como se ve, si se examina la historia con mirada imparcial, de la excomunión lanzada por el gran Pontí· fice de la Inmaculada contra los expoliadores, hasta la bendició;a papal otorgada desde el balcón "exterior" por el actual Vicario de Cristo, ninguno de los Sucesores de San P .. ·dro ha cedido u11.:x pulgada del derecho inmortal, de que son guardianes, aunque todos ellos hayan estado en cada momento igualmente dispuestos a dar fin a 141 violenta situación, como los autores del despojo quieran avenirse a un arreglo, donde al Prisionero del Vaticano se le garantice la absoluta e indispensabk independencia territorial. Los Papas han llevado siempre la transigencia hasta la misma front€ra de lo lícito, y buena muestra de ello dió el mansísimo Pío IX con los revolucionarios de los Estados Pontificios, al ilusionarse con aquietar la fiera satisfaciendo una tras otra sus incontables caprichos; pero, cuando el dar un paso mát equivaliera por ventura a traicionar sus s-:igrados deberes, se yergue sobre su pe· de.tal inconmovible la estatua de la V ._·rdad y a las rec.'amaciones de la muche.du·mbre amotinada ar.te el palacio del Quirinal (entonces • todavía resid .. ·ncia del Padre Santo), opone aquel mentado tríptico que la historia cuidará de conservar en sus archivos, como el "veni, vidi, vici" de Cesar: "Nen pcsso, non debbo, non voglio". la "ci.estión romana" continúa hoy tan en pié como el veinte de septiembre de mil ochocfrntos s.ten:a, cuando entró en la Ciudad Eterna el ejército usurpador. Y la blanca silueta dd solitari·> del Vaticano seguirá turbando los suzños ambiciosos del sacrílego piamon:és . . . . JUAN CANNOVA. (Cortesír: dr " La Dr.fr11qa") LA JERARQUÍA ECLESIÁSTICA DE FILIPINAS; (faltan dos obispos.) --------------------\"ol. l. -7- Núm. '.!íi Junio ES T lj lJ l J 't-0, 19'.!'.{ ----------\ ¡:,~-- . .,,. ---..... ~ - ..... -- ~ - -~- -...., --_ .... _- --'4>::-~~::· --~== --.,- . ~--=-- ~ ... ___ --=-~-- ---~~-i 1 ~ . . .. EL PAPADO Y LA INQUISICION ;¡ i •~::::--_,.-~:;----~~:::-----,.._-:-----.._.-:--w~:--T~''c:T'.':C..,._?~--;::. .-:;-;T~:':_.);::fc::-~;:;.~;;:;f-~_;:_:,:.~_;:_;__;:::~x:.::::~-- .:::~ • 1 1 Plumistas hay tan desco:iocedores ele la grados de penas, correspondientes a otras tan1 historia que no aciertan a emborronar una sola tas reincidencias, y la última de ellas rezabct cuarti.lla de ataque contra el Catolicismo sin así: "Se le partirá con hierro candente el labio sacar a colación las hogueras inquisitoriales, superior y se le cortará la lengua, de manera pintándonos al Papa y a los Obispos en el acto que no pueda en lo sucesivo pronunciar tales de acarrear leña para mantener el fuego, y a reniego3.'' Ordenanza terrible que fué sucesifrailes y curas danzando placenteramente en vamente aprobada por Francisco I, Carlos IX, derredor de la llama donde se quemaban por Enrique IV (el gran amigo de los protestantes docenas los hereies, por el único crimen de no y hugonote él) Luis XIII y Luis XIV. avenirse al humillante yugo de la política con- El Parlame11to de París dictó contra el blasventual. femo Badier, que había apelado de la sentenPero; ¿está conforme con la realidad afir- c=a del preboste Zilloy, otra no menos espell!zmar que el Papado fuera tan devoto de la In- n.ante: "Ordenamos que el preso sea primero quisición? En cualquier hombre de ilustración colgado y estrangulado, y después quemado Y mediana, toma esta pregunta aires de insidia y reducido a ceniza." · de celada, porque debe conocer lo mucho que Voltaire, el mismísimo Voltaire, exigió que han trabajado los Pontífices Romano3 para sua- fuese encerrada en la Bastilla una pen:ona que, vizar la rudeza de los c:t.stigos impuestos por según él. había incurrido en la falta de blasembrionarios códigos de las naciones semi-civi- femar del "santo nombre de Dios", y acabó poY lizadas. obtener una real orden de prisión, por la cual Para medir con precisión las propor- fué encerrada Sebastiana Travers en la Salpcciones de un hecho hi,"órico, es de absoluta triere el 6 de diciembre de 1730. necesidad conocer a fondo el teatro en que se Calvino condenó a la hoguera, cori apro· desarrolló. Colóquense las Cruzadas en el siglo bación y aplauso de Melancthon y demás proXVIII o la Revolución Francesa en el apogeo testantes de nota, al español Miguel Servet, por del feu~alismo y se nos quebrará el juicio pri- el crimen inaudito de no hallarse conforme con mero que arrancarle una explicación razonable- el Credo calvinista, y, d. )lesar de las relede ambos sucesos, que, encasillados en su co- Vl'nh·<>· prend .. s del doctor hispano, fué ejerrespondiente fecha, resultan perfectamente culada -la ... en"f'rncia con tal lujo de sarcasmo explicables. y crueldad. que sólo podríamos encontrarle paLa afeminación de co3tumbres reinante en ~eio remontándono3 a 103 días de Tiberio y Nenuestro siglo, no alcanza a comprender lo:; pro· cederes Jel tribunal de la Inquisición. Ma:.; si cuanto; se dedican a escribir sobre puntos históric-0s se tomaran la molestia de estudiar antes de vaciar el tintero en el papel, se convencerían que la; leyes inquisitoriales eran hijas de las co:.tumbres de la época, y que todos los código3, a la sazón vigentes en Europa, única parte civilizada entonces de,} globo habitado, daban quince y raya a la legislación del Santo Ofic!o. De ahí que afirme el escéptico novelista Valera "la Inquisición española ca3i era benigna y filantrópica comparada con la que en aquella edad durísima hac!an tribunales y gobierno.> y pueblos en otras reg:ones." Y ni uno solo de los eruditos de redacción se lanzará a intentar la demostración de lo contrario, aun cuando no por ello dejen de gritar, a la manera del vil populacho en día3 de mo· tín, contra una Institución que querrían que fues.e como elfos la soñaran, para co!ocarla a modo de banderín de combate en la picota del ridículo o de la execración universal. Pero, entremos en materia para contestar a la insidiosa cuestión del Papado y la Inquisición, y permítasenos primero algún rebusco de pasadas leg '.Jlaciones. Según las letras patentes de Felipe de Valois de 12 de febrero de 134 7, al blasfemo reincidente se le partía con hierro candente el labio inferior, hasta que lo!; die·ntes quedaran al descubierto. La ordenan· za de Luis XII del año 1510 establecía siete Vol. l. rón. Y a las puertas del si~lo XIX asesinarctn villana y cobardemente los revolucionarios franceses a Luis XVI y J\.faría Antonieta, y Robei:n!erre llevó a la 1zuillotina a Dantón, y él acabó a su vez, guillotinado por la Convención, ~ muchos de la Convención tuvieron que entregar su cabe·~a a la cuchilla del verdugo'. por orden de sus mismos compañer?s. Y asi podríamos am·ontonar casos, demasiado cono· cidos en la historia para que los de la acera de enfre·nte,_ no obstante su probado atraso en achaques históricos, se vean obligados a reco· nocer la crueldad que ha reinado en el ramo de Justicia de los siglos pretéritos. Los Pontífices Romano·s, lejos de dormirse y permitir con su aquiescencia el desarrollo de - tan bárbaras costumbres, han levanta:do Ia voz, siempre y cada vez que la oportunidad les abría camino, para ver de suavizarlas. El Legado dd Papa intervino en dist'.nta> oca3'.ones, por indicación de Su Santidad, para la enm!enda de la legislación francesa contra. los blasfemos, y motivó sus más enérgicas protestas en la ejecución del infeliz La Barre en 1766. El Papa Inocencio IV reprobó con dulzura a Luis XI tle Francia la crueldad de las penas aplicadas á los blasfemos, a tenor de la ley del remo. Más tarde volvió a insistir en un breve, -8Junfo l4.:8TUl>l11 para que el rey disminuyera los castigos decretados y suprimiera de todos modos, cuando menos, las "mutilaciones, fuesen cuales fue· sen." Y así siempre. Mas resultaría mi trabajo interminable si tratase de hacer un recorrido histórico de la actuación suavizadora de Jo3 Romano3 Pontífices en las legislac'.ones de los diver;:os estados sobre los que tuvieran algún ascendiente, y pues la pregunta va dirig~da a inquirir la conducta de los Papas con relación a la Inquisición, descendamo3 a este part!cular, ;¡Jara limitarnos, a apuntar, nada más, los hechos. Bueno será recordar aquí d paternal co.n· sejo de Sixto IV a Fernando e Isabel, Reyes de Castilla: "La misericordia de lo• <:ulpado:; es más agradable a Dios que el rigor de que se quiere usar, como lo prueba el ejemplo del Buen Pastor corri.endo tras la oveja descarr:a. da." · Y c·1ando más tarde se quiso e:;tablecer el nuevo tribunal en los reinos aragonese;:;, sur· g:eron algunas dificultades y "la corte de Roma manifestó decididamEnte inclinarse a favor de ·lo:; que ;:e oponían al planteamiento de la Inquisición". Si tar.tas ganas hub:eran ten~do los Papas para implantar inquisiciones en los diversos estados católicos, no cometieran la tor· pe'la de d~aprovechar aquella oportunidad. Cuando ·en España se descencadenó la persecución contra Jo3 judío·.>, la mayor parte de estos desgraciados apeló al Sumo Pontífice, de la violencia que se les hacía, y el Papa "se apresuró a reprender el destempilado celo de los inquisidores y aun a amenazarles con su deposición, porque no f-e sujetaban a las regla3 de derecho." AqueHos judíos tenían del Padre Santo idea muy distinta de la de tantos moder· nos enemigos del Pontificado. Papa que se ponía frente a frente· de la monarquía más po:lerosa del mundo para defender a unos judíos perse· guidos, revelaba un corazón dulce y magnánimo, engastado en carácter indomable e independiente. ¿Podría ofrecernos la ma•I llamada Reforma un solo ejemplo que parangonarse pudiera con tan sublime muestra de Caridad? "En la hiatoria de la lnqui.sición, dice un ilustre historiador, ocupan una buena parte las contestaciones de los reyes con los Papas, donde se descubre siem.pre por parte de ésto3, el deseo de limit~ .. el Santo Oficio a los términos de la justicia y de la humanidad, y por la de aquéllos, su resolución de sos~ener a todo trance las sen-· ,tencias de aquel tribunal". Pero los combatien· tes de mala fe nunca quieren darse por entendidos de la verdad histórica. ¡Es tan cómodo es· cribir a salga lo que saiiere, en vez de tomarse el trabajo de estudiar! Es tan fácil engañar a público poco ilustrado! Cosa corriente es tropezar en los anales de la Inquisición, con reos que acudían a Roma, no para pedir razón de un desafuero, sino porque estaban seguros de encontrar indulgen· cia. Dosci.entos cincuenta refugiados e'3-pañoles fueron convictos en 1498 de haber recaído en el judaismo, y esto no obstante, no ~e ver:fi:có una sola ejecución capital; impúso:::ele3 al. :'guna penitencia y, al ser absuelto, pudieron volver a sus hogares sin nota de ignominia. Vol. l. . ¡ A principios de esta semana salieron para Leyte, acompañando al digno Sr. Obispo de aquella Diócesis, Mons. Hacbang, nuestro amadísimo Prelado el Sr. Arzobispo de Manila Mgr. O 'Doherty y el Illmo. Sr. Obispo de Nueva Cáceres, Mgr. J. B. Mac Guinley, quienes han ido, en representación de la J erarqía eclesiástica de Filipinas, a la toma de posesión ' ¡'¡, ¡i del Illmo. y Rvdmo. Mons. Sofronio Hacbang, ¡ hasta hace poco Administrador Apostólico de Calbayog y recientemente nombrado por el ! Papa Obispo en propiedad de la mencionada ! Diócesis. Todo ello debido a la benéfica influencia de los Papas, que, lejos de "cruzarse de brazos", como insinúan calumniosamente tantos escritores venales, aprovecharon siempre toda oca· sión propicia de arrojar el agua de la miseri· cordia sobre las hogueras del rígido tribunal Roma envió frecuentes amonestaciones y aun conminó varias veces a T orquemada, con· tra cuyas gestiones llovían quejas fundadas, al parecer, y el inflexible Inquisidor tuvo que mandar en tres ocasiones a Ja Ciudad Eterna un agente que defendiera su causa ante el Pon· tífice, hasta que el Papa Alejandro VI, movido de tan repetidas acusaciones y tomando por pretexto los achaques del íntegro dominico, nombró en 1494 cuatro coadjutores que tem· piaran el exceso de su rigor. Horrorizado Clemente VII al escuchar la relación de los fieros estragos que sufrían los judios en Portugal, Italia y otros países, "mo· vióse a tender una mano protectora sobre aque· Ha miserable grey, y expidió una bula que per· mitía pasar libremente a vivir en sus dominios (en los dominios del Papa) a cuantos judíos hub~eran abrazado por fuerza la religión cris- 9 - Nú111. '.?(i Junio ESTUDIO --------------~------------------------·--·-- -----·-·----------· - -·-tiana, y se les prometía la libertad de profesor la ley de Moisés"; bula confirmada por Paulo 111 y Julio 111, sucesores de Clemente, y en virtud de la cual pasaron a Ancona, dominio Pon· tificio, multitud de hebreos, que hallaron en el territorio de la Iglesia el puerto de salvación que en España se les negara. "No pueden defenderse los actos todos de la Inquisición española, escribe un autor nada tildado de clericalismo, y por más que no se conozcan las circunstancias especiales en que la misma se encontró, ha de decirse que hubiera procedido harto mejor si, IMITANDO EL EJEMPLO DE LA INQUISICióN DE ROMA, hubiese evitado en lo posible el derramamien· to de sangre, y no hubiese desplegado el excesivo rigor que ha suministrado pretexto a los adversarios del Catolicismo para dirigir a éste tan tremendos e infundados ataques". das partes se presencian escenas que angustian el alma, ROMA es una excepción de esa regla general, ROMA que se nos ha querido pintar como un monstruo de intolerancia y de crueldad. Es cosa verdaderamente singular que la Inquisición de Roma no haya llegado jamás a la ejecución de UNA SOLA PENA CAPITAL, a pesar de que, durante este tiempo, han ocu· pado la Silla Apostólica Papas muy rígidos y severos. La conducta de ROMA en el uso que ha hecho del tribunal de la Inquisición, es la mejor apología del Catolicismo con· tra los que se empeñan en tildarle de bárbaro y sanguinario." ¡Fenómeno sorprendente! Cuando "en to· dos los puntos de Europa se encuentran levan· lados cadahos por asuntos de religión, y en lo· Terminamos, por no fatigar al lector. Y leído cuanto precede, ¿puede un escritor, como estime en algo su honradez y se te·nga por caballero, endosar al Papado los muchos lunares que registra en sus anales la accidentada his· toria de la Inquisición? LUIS VARGAS. -- --·-----·---------- -----,~P~e~n~sª~º~d~o~e~n~R~i~za~l~~~~~¡ _::.~:='=.:.:.=:=:== == : =:=:J:::: : === :=:=:= =: == : : : : : :=: : := : : : ::::: : : '-: -Yo soy un enamorado de la no'che. Cuando el silencio se ha hecho ya en el sagrado recinto de mi hogar,-un hogar en el que encuentro la mayor parte de la felicidad de que puedo gozar en la vida, porque he puesto teda mi voluntad de hombre en que sea una prolongación de aquel otro .hogar, mil veces bendito, en el que se deslizó mi bulliciosa infancia,uno de mis supremos y más íntimcs goce3 consiste en pasar las primeras horas de la ncche en la soledad y retiro de mi azotea. ¡ Y. qué detenida y morosamente saborea mi espíritu el tropel de imágenes fantásticas y legendarias narraciones que van apare"'iendo ante la imaginación, como e;vccadas al mágico conjuro del misteric de la noche! ... ¡Oh! El misterio de la noche! Jamás he podido explicarme por qué al advenir esas horas nocturnas, preñadas de mil extraños ru'dcs en medio de sn silencio augusto, invade tcdo mi ser esa especie de melancólica tristeza., semejante a la que se apodera de nosctrcs al recordar la persona ausente que ncs ama. Todo lo que entonces siento y veo en rededor, todo me habla de muy distinta manera de coffio me habla durante el día: las caprichosas flores de las macetas que adornan la, balaustrada de la azotea y que ten tanto mimo y cariño cuidan las delicadas manos de mi esposa; Vol. l. el canario que duerme en un rín' ~.n de la jaula, suspendida del d;ntel de la puerta de cristales; el agua del surtidor que se desha~e en menudas go~as sobre el :.riullido cesped del jardín; los graves maullidos del perro fiel y a.migo, que se me antojan lamentos perdidc-s en la profundidad de la noche; el estridente ruido de les tranvías, pero que hasta aquí llega sordo y apagado, cual un trueno lejano en no::he de tor - menta: el agua del mar rompiéndose en el acantilado de ia costa, que a veces me suena como a alef res risas de ninfa, a veces como gemido~ tristes de ·esclava y siempre como un suspiro prolongado y dele-roso ... todo eso en fin que yo me complazco en aspirar con fruición ccn todos los sentidos de mi cuerpo y todas las potenci2s de mi alma en estas horas tan deseadas y queridas para mi, tcdo eso n:.e habla y me dice y me sugiere infinidad de cosas que yo siento en lo más hondo de mi ser, pero que no acierto a exp1icsT. Cuando la noche es· serena y está el firmamento tachonado de e¡;trellas y la luna riela en la diafanidad de este cielo oriental, me gusta embriagarme tle la¡; armonía.s y bellezas de la naturaleza. Cuando la lluvia me impide gozar de esas bellezas en la dulce calma de mi azotea y me obliga a refugiarme en la habitación contigua ;-que siempre me ha gus- 111 - tado tener el gabinete de estudio y traliajo. vecino de la<; flores y les pájaros, entonces pienso, medito o leo ... Esta noche la lluvia me ha ccntrariado y me ha privado de mi rato de vigilia en la azctca. Heme quedado, pues, en mi habitaci5n y después de contemplar unos momentos, con infantil curiosidad, las espirales de humo que se escapaban de mi cigarro, he abi:rto al azar uno de mis libros predilectos, escritos en la lengua de Cervantes, en esa lengua en ·la que tan majestuosamente suenan las palabras que correspon. den a mis más fervientes y cálidos afectos. Y he leído absorto, medio distra.ido por espacio de un tiempo, no sé cuanto, páginas y más páginas, hasta que al fin se han fijado mis ojos y mi entendimiento en un párra.fo, que me parecía escrito con caractere.s de fuego, con carácteres de oro. ''Querer ;-decía así.-Querer; he anuí el secreto. Se habla de fatalidades de raza, de herencia y medio ambiente, ma.s no hay estcrbo que resista al impetu '·de una acerada voluntad. En cualquier país, en toda ocasión, un hombre, un hombre solo, con Ia luz de su ingénio y de su inmensa voluntad, puede, si Dios lo quiere, levantar a pulso los destinos de su patria y enderezados al porvenir.'' Y al llegar a este punto no he i'\ú111. :!(i J1111io ESTUDIO ------- ------ - - - podido leer más, porque como si grandeza, a ella consagró, con cee;:;as palabras fueran uh conjuro, lo y afan de apóstol, el inmenso ha aparecido ante mi imaginación, poderio de su férrea voluntad. extática de asombro, una gran fi- Rizal vió lo que su patria podía, gura, llena de vida, radiante de merecía llegar a ser por la faciluz, pletórica de fuerza,la figura ladad con que supo asimilarse la del Gran Kalambeño, la figura del civilización que una nación hidalDr. Rizal, la figura del hombre ga y genercsa,-¡ madre antes que cuyo heroismo y sacrificio, cuyo nada !-trajo a su suelo con la e:xaltado patriotismo he procura- Religión católica~ Rizal vió, medo en toda mi vida tener delante jor aun, intuyó el porvenir de su de m's ojos y adentrados en mi ,Patria, pero vió tambien los decorazón como un ejemplo y esti- fectos de su pueblo,-¿qué puemulo para laborar por la patria blo no los ha llegado a tener?en que he nacido y que él adoró vió tambien que sus hermanos con tanto frenesí. necesitaban un poco de luz en la Porque eso fué Rizal, si; un ccnciencia y algo de calor en el hérce un gigante de la voluntad, corazón, y consciente de las oblipero de una voluntad que ilumi- gaciones que la patria exlge de nada por los vívidos destellos de sus hijos en todo momento, pero su preclaro ingenio y puesta to- sobre todo cuando llega a sentir da entera al servicio de nuestra nobles y legítimos anhelos de nuepatria, ha venido a ser en el tras- vos horizontes, de nuevos caminos curso de les años el faro de luz al desarrollo de su existencia, emque guía y endereza nuestros pa- prendió, con un fervor de ilumisos para no perdernos en el seguí- nado y arrestos de coloso, la magmiento y consecución del ideal, na, la gigantesca obra educadura que él nos dejó marcado y seña- de su pueblo, para disponerlo a lado, como preciada herencia de recibir, sin que le hirieran sus resu vida heróica. flejos, los primeros rayos de la Eso fué Rizal, si; el talisman, aurora del sol que había de alumvoluntad, que jamás llegó a do, blega.rse ni por nada ni ante nadie. Porque ni en su vida públiblica, ni en su v' da privada, ni en el destierro, ni en su dolorosa peregrinación por extraños pueblos, jamás se apartó ni un ápice en el camino señalado y emprendido por ella. . . Por ella desarrolló todas las facultades de su ingenio y tedas las be1lezas de su a!ma de artista; por ella acometió todas las g·randes empresas, que son cual jalones que marcan las fases más culminantes de su existencia; por ella arrostró toda suerte de sacrlficios e inmolaciones, incluso el de la propia vida, cuando creyó que era lo único que le faltaba ofrendar en aras de su patria. el secreto de su borrascosa y agi- brar el día de las libertades. tada existencia fué ese; querer. ~ Y en esa obra venció y superó Vidente de los destines de nuestra todos los obstáculos, lo mismo los patria, ansioso de su emancipa- de casa que los de fuera, merced ción y liber~a~·--~e_s_':l_ gl~_ria !__su - al ~petu arr~l~dor de_su_~r_a_n __ Media noche era pcr filo, cuando la gran figura de Rizal se ha esfumado poco a poco en mi imaginación. Y al hacerme cargo ele la realidad presente, he pensado, con tristeza y amargura, si tal vez Rizal pudiera justamente reprccharnos la falta de entereza y voluntad de que hoy adolecemos sus compatriotas en la realización del ideal, que él acertó con mano maestra a mostrarnos y ;:;e- 1 na_arnos. PAMIKA. .·~:~.::;;_~:::...-;;;_2~~--::':',..~-- ::~_;:_ ;:-::-.:/, -_::_~----"'" .... --- ~,...,-~ -...., ___ ,_..., ~- :: .... ~--- :_-...,_; 2~;_ ::~>- -::~;_;-~; ~~;- .l' 1 0! ~ ~,~1,: H ~ ~ ~ Para que la familia ;; ~ goce de la vitalidad , ~ necesaria está reco- • ~1- mendado el uso de fa, >' ~ . ~ ~' ". ~ Leche Malteada 1.-lORLlCK'S • Los ancianos hallan en ella el reconstituyente que j 1 necesitan para sus fuerzas agotadas. Los enfermos la ''.1 ~' 'i_ nece.;itan para su convalescencia Los a<lultos para ad- 4' J 'quirir el vigor que gastan en la brega diaria. Las madres, '1 ~, para la lactanc' a de sus hiJ' os. Los niños, para su desa- , , • rrollo. 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Era el 24 de ago>!~o de 1572, día en que la sa:ita Iglesia Católica celebra la fie~ta de san Bartolomé, de donde le viene el apodo al e¡p3luznante acontecimiento. Habíase derramado la secta protestante, especialmente la rama Calvinista, por toda Francia, y para mediados del siglo XVI adquirió tal pujanza y poderío, que po.1ía ·en constante sobresalto a la Corona y, de rechazo a toda la füició11, snscitando agitaciones populares por a~w1tos baladís, saqueando ciudadeE y comarcas por un quítam:i allá esas pajas, prcvocando batallas campales por repulgos de empanada y hasta en' regando al enemigo común poblaciones fronterizas. Fra .. 1cia caminaba de tmnbo en tumbo, gober;1ada por un rey tímido e imbécil entregada a los manejos de la Reina Madre, astuta hembra que pasaba por todo a cuenta de salirse con la suya, y agitada a cada trinquet3 por los poderosos cabecillas de la secta calvinis ·a, conocedores de la flaqueza de la Corú3 y dispuestos a no dejar perder la primera coyuntura de colocar en el trono de san Luis a un secuaz del hex<Jje ginebrino. No se resignaban los católicos a perder la partida, siendo como eran mayor.fa en la nación, y trabajaban por rn parte, aunque no siempre con tanta unión y gobierno como sus adverrnrios, en reconquistar el 1 erreno cedido y •en conservar hasta la última pulgada del que poseían a la sazón. Francia envidiaba la paz interior de la vecina península, mantenida ll13rced a la vigilancia de la Inqutsición, porque tres guerras religíorns, la de 1562-1563, Ja de 1567-1568, y ia de 1569-1570, sufridas en el corto intervalo di2 ocho años. la había .. 1 abocado a tal estado de anarquía, que le quitallan todo prestigio en 1e1 exterior. Carlos IX formó el plan de desentenderse de la media docena de turbulentos, únicos causantes del ma13star general, y el año 156!) el Parlamento ofrecía tm premio de 50.000 escudos a quien aprernra al Almirante Coligny, jefü del partido calvinista. recompensa que, según prome3a del rey, sería donada al esbirro, ora lo trajera vivo, ora lo entregara muerto. Maurevel intentó quedarrn con la bolsa, pero sólo consiguió asesinar a ún miente del Almirante. No debe soprenclernos la confabuladón tramada entre Catalina de Médicis y sus hijos, Carlos IX, Margarita de Valois, casada más tarde con Enrique de Bórbon, e Isabel, csporn de Felip•J II de España, para quitar de en medio a quienes turbaban el reino, pues semejant2 proceder estabr, de perfecto acu2rdo con las ideas de asesinato político reinan 'es en el siglo XVI, cuando los principios de !a mornlidad soc'al y los de la política Cristiana e>tablecidos por la teología de la Edad Media, habían sido reemplazados por la doctrina laica y semi-pagana del Maquiavelismo, qu:? proclamaba sin embozo el derecho del más fuerte o d2l má~ taima:lo. Coo1 la paz de Sa:i Germán, firmada en agosto de 1570, desapareció ern tira:itez entre la Corte y los Pro'13stantes, rcstablecióse el orden, intervinieron Coligny y los suyos muy activamente en la marcha de l~ política exterior, desp2rtancl.o con su i nfi ner.cia los celos de la Reina .M:atlre, cc·ncertóse el ma · rimonio de Margarita con Enrique y todo Vol. L parecía caminar a la umon, citando en agosto •la 1572 vió frustrados el Almirante sus deseos de declarar la guerra a España y lanzó en pleno concilio de magnates el guaate a la Corcna, amenazando con guerra intestina, sí no se llevaba a efecto la internacional. A los pocos dfas se celebraba con pompa inusitada el enlace de Enrique y Margarita y cua•ro más tarde disparaba Maurevcl, por disposición de Catalina, un tiro de mosqwJto a ColigRy, sin otro rentltado que una ligera herida, mny basta;1te para ppner en vilo a todos lor, protestantes, coi1 eviden'e peligro de nueva guerra de raligión. Como viera la. tenaz italiana su castillo do naipJs por tierra, no le ocurrió otro escape de aquel callejón sin salida, sino la matanza de todos los calvinistas de Francia, que, en opinión de los políticos contemporáneos, jamás hubiera pa,!,ado por la cabecita de la maqtúavélica hembra. de halier sido más certero el disparo de Manrev1e1. Pero, ta_1tas y tan recias amenazas de venganza de los Hugo!lotes, of~ndidos por el a~esü1ato frustrado de Coligny, llegaron a sus oídos, que, victima del t:irror, trató de convencer al rey de la ineludible necesidad de la matanza por ella proyectada. Consiguió el asentimiento dJl abúlico monarca, dióse a los jefes de las 1 ropas real€s la orden de cuidarse de los protestantlJs n.:>bles, encargése Mardal con el pueblo amoti11ado de atacar a los qne osaran saHr a la defen<a de los perseguidos y decidióse no dar principio a la hecatombe ·hasta haber acabado con la vida de Coligny. A filo de media noche del 24 de agosto, a la convenida señal d:?l toque de las campa11as de la torre de san German l 'Auxerrois, arnltaron los partidarios ele Gtúsa la ca>a del Alm'.rante, prop~nóle Besme certera puñalada, anpjó su cadáv·3r a la c:ille, colocaron su cabeza en nna pica y con. tinl'aron la ma' anza hasta los últimos arrabales de la cind~.cl. y, e:1 días suce3ivos; .hasta los confines de la nación. El número de asesinados ·~n Paris asciende, según el prote5ta11te Ra:1ke, a dos mil, y segú:i el Martirologio de los Hugonotes a 15.J 38 en toda Francia, aun cu:tncl.o no s.e hace mención en él sino de 786 muertos. Hé ahí el suceso narraio con toda claridad. De la verdad histórica se o btien'3n las siguien' es deducciones: 1) que fué una matanza política, cometida e:i nombre de los inmorales principios del maquiav'zlismo <y cuyo bla::ico era un partido que inq1úetaba a la Corte; 2) que no fué premoditada, ni Catalina llegara jamás a ella si hubie<.e cense guido deshacerse de Coligny en el ate •• tado d 3 Maurevel. Vc~mos ahora brJvemen' e las relaciones existentes e_1tre El Papado y "La Hugono~ada.·:· Siempre y cada vez que hemos tenido la oportunidad de desbrozar alguna cucEtión histérica, hicimos notar de pa>o la necesidad abrnluta de colocarse el historiador en el escenario del hecho estudiado, para no cometer la torpeza imperdonable de medir los sucesos con instrumentos impropios, y· c0rrer, por ende, evid:inte pel!gro de faloear la verdad. t. A fii1es del siglo XVI eran todavía muy deficientes las vía3 ch comunicación, los correos llegaban a su destino cuando podían, la posta ve1úa a ser su más rápido vehículo, ann no soñaban con la invención del telégrafo y dábanse todos por muy ~atisfechcs en el caso ch llegar, y cualqtúera que fnese la tardanza, la corre~pondencia a la persona a quien iba dirigida. In3vitable consecuencia de semejante estado de cosas era que en Ma:lríd o en Londre~ se entJraran de las nueva1 de la nación vecina tarde y al rev~s. y que a Roma llegaran las noticias, relata:las casi siempre segú:1 I~ -Junio ESTUDIO las conveniencias y miras políticas de las cortes europeas. Siempre se le había dicho al Papa Pío V que los Hugonotes eran la causa de las guerras civiles de Francia y de las matanzas y depredaciones cometidas en dicha nación, y muy puesto ec1 razón parecía considerarlos como partido d.J rebeldes que debilitaba y dividía con sus incesantes levantamientos ·el reino fra.ncés, precisamente en momentos tan críticcs para la Cristiandad, necesita::la de la fuerza de la unión, si se había de acabar con el poderío otomano. DeEeoso de establecer la tranquilidad en los dominios del rey Cristianisimo, e::ivió el Papa en 1569 a Carlos IX un iejército de seis mil hombre~ al mando de Sforza, con el fin de ayudar a las tropas reaD~s en la tercera guerra religiosa, y si la victoria de Jarnac le llenó de regocijo, la paz de 1570 derramó en su espíri·u la más viva inquietud. Su talento político comprendía que jamás sería posible la tranquilidad ele no tenninar con el Calvinismo, y bien claramente lo declaró en carta a lo~ Cardenales de Barbón y Lorena, y en las declaraciorJ.}S hechas al embajador esilañol don Juan de Zúñiga en 1537, sin que pueda de ellas tomarse pie para suponer la intervención papal en las intrigas de la corte fran. cesa, puef, cinco años antes de Ja matanza de san Bartolomé, dernprobó tenninantemenlf.} los manejos de Catalina por cleshacene del Almirante Coligny. No faltan historiadcres qlV.} sugieran la idea de que el Cardenal Alessandrino, comisionado por Pío V en 1572 para penuadir a Carlos IX de las conveniencias de formar un:i Liga Cat'lica contra los Turcos, hubiese tenido algo Q.ne ver con los criminales deóignios de Catalina; pero pa:::a co::ivencerse de lo contrario no hay sino tener presente que después de haber hecho lc3 imposibles por evitar e). enlace de Margarita de Valois con el prohestante Enrique de Barbón, escribió en febrero a Roma un informe que terminaba con ·estas palabras, saturadas de desaliento: ''Abandono Francia sin haber conseg1údo nada; tanto valiera no haber venido.'' Tampoco faltan quienes arrlljcn la sospecha sobre Salviati, pariente de Catalina y Nuncio de Su Santidad en París por los días de la Hugonotada, haciéndole conocedor de los planes de la Reina Madre; p3ro aun cuando ésta le había hablado el año anterior de proylllctos de venganza, jamás creyó él en su realizacion, ni participó palabra alguna rnbre el caso a Roma, silencio que le reprochara máJ tarde el Cardenal Como" Secretario de Estado .de G11:gorio XIII, creyéndole al corriente de los preparativos de la noche San Bartolomé, de lo cual se justificó tan cumplidamente Salviati, que ha~e decir al historiador protestant.} Soldan: .. ' 'Hay documentos comprobantes de haber ocurrido 1 odos los. suceRos re~ a~! o: ado,; con la mantanza de los hugonotes fuera de toda inf!uencia romana, y es muy de notar la admirable conformidai entre las relaciones de -------·~-------··--·-·------Salviati y las confesiones del duque de Anjou. Por lo tanto, añade, toda teoría de premeditación o de inteligencia con Roma, es ya cue;.tión mandada retirar.'' En mayo de 1572 había falleddo el Papa Pío v. Su sucesor G11egorio xm recibió el 2 de setiembre las primeras noticias de lo acaecido en París, y algunos días más tard:i súpose todo por correos e;;peciales que narraron los suceso~ a gusto de la corte francesa. Según las relacio::i.e~ del Cardenal de Barbón, ' 'el Almirante era tan malvado que había conspirado contra la vida del rey, de la reina, y de sus hermanos, y él y todos su> favoritos y secuaces constit1úan una ba:i.da de a0 e·inos.'' El Nuncio Salviati c::i' cna ba un h;mno de alabanza y de agradecimiento ''a su Divina Majestad, porque se complacía en proteger rle un modo particular al Rey y la Reina-Madre.' ' El Papa y todos los purpurados formáron:n la idea de que el rey Cristianísimo habíase librado de bien tramado coniplot y C]ue las rnngrientas cscllnas de París eran consecuencia de la~ rignro"as mMidas adoptadas por la corte para librarse rle tan temibles adversarios. Era, pues, conforme a razón, que Roma demo.o;tr:u·a su alegría y diera gracias al Altísimo por hab)r conservado la vida de un Rey, cuya de~aparición hubiera acarreado a Francia tan recios trastornos que la incapacitara, por ventura, para luchar contra el Turco, pesadilla a la sazón, de toda Europa. De haberse ,enterado el Romano Pc.ntífice de la verdad de los rnc:isos de~arrollados en París el 24 de agosto, cuán lejo3 estuviera de aplaudir la matanza de San Bartolomé, ni ninguna medida de su es~cie lo demuestra bien a las claras la indignación provocada en Gregario XIII cuando el Cardenal de Lorena quiso pre~entar en el Vaticano a Maurevel: ''Es un asesino!'', díjole el Papa por toda contestación. Que Pío V condenara las intrigas tramadas contra la vida del Almirante Coligny y que Gregario XIII se negara a recibir los respetos de Maurevel, fueran por sí solo dos hechos bastante convincentes de la inflexible rectitud del Papado, que si estaba ganoso de ver establecida la unidarl de doctrina en todo el mundo, jamás consintió en el empleo de medios reprochables, ni se doblegó nunca a las paganas doctrinas d:'I la maquiavélica "raison d'état", según la cual, justificados quedan los pasos qu:i nos conducen al apetecido fin. La matanza de la noche de San Bartolomé es 1m hecho histórico que sólo el desconocimiento de documentos y de escritores concienzudos d:i ambos bandos puede atrib1úr a maneios directos d,:i la Santa Romana Iglesia, por io que "TODA TEOR.íA DE PREME TTACTüN O INTELfGEXCTA CON ROMA, repetirémos con el protestante Soldan, ER YA CFERTI(JN MANDADA RETIRAR.". Q. Q. RUCHO. COLEGIO DE ST fl. ROSfl AUTORIZADO Y RECONOCIDO POR EL GOBIERNO DE LAS ISLAS FILIPINAS para expedir DIPLOMAS Y TfTULOS dirigido por las HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAUL Este Colegio t~ene por objeto educar cristianamente a la juventud ,dando a las niñas la educación intelcc~!ual, moral, religio::;a y social propia para imponerlas en todos los conocimientos necesay[o3 y útiles a la mujer en cualquiera de los estados a que está llamada en la sociedad. Para mas informes dirigirse a la Madre Superiora. Vol. l. -13- Núm. ~G Junio ESTüDIU = EN L.A PL.AIJ.A El inerme anciano de trnnquilo aspecto, po1·te mesurado y nevada cabellera llegó jadeante á las puertas de la orgullosa Roma, y penf!tró en la ciudad, apoyado en tosco báculo, con los 7Jies llagados, empolvada la túnica y sudoroso el rostro por el cansancio y traba;ºos del camino. Era Pedro, el rudo galileo, el fa1noso pescador de Tibcriadcs. Aunque no fue llamado el primero para formar parte del colegio apostólico, Jesucristo, el Hombre-Dios, al ausentarse del mundo, lo eligió como cabeza de todos, y quiso que los Apóstoles estuviesen subordinados a él, como a centro de unidad. Fué con.~tituido por el mismo Jesucristo Piedra y Fundamento de la lgle.~ia, Rector Pastor y Maestro de todos los fieles, Pontífice: supremo, Mona.rea visible del reino 1•isible de Dios en la tierra, e.~ decir, de la Iglesia católica, apostólica romana, la única 11e1'dadera, fundada por Jesucristo Dios y Hombre verdade1'o. A él, a Pedro, y en él a sus legítimos sucesores confirió el mismo Jcsus el Primado central y universal de toda su l glesia; el cual no es sólo un Primado de honor por su elevada 7¡osició11, ni un Primado de excelencia por las dotes personales del indiiiidzw, ni un simple Primado autoritatiro creado por delega.ci'5n de los demás miembros; sino un Primado de 1>e1'dadera, real y universal jurisdicción sobre todos los fieles rccib "do directa e inmediatamente del Hombre-Dios, de Jesucristo. A "Pedro y a sw; sucesores los romanos Pontífices nombró y constituyó Jes1rn depositarios del dogma, de la doctl·ina JI 1•erdades reveladas, de esa revelación divina que eon la venida di' Jesus, llegó a su punto culminante, a su complemento y perfección, en la Reli,qión católica, apostólica, romana ]JOr El fundada: pnes la humanidad ya no tiene que esperar otra miel'a revelación, ni otra religión, ni otro M esias; porque los labios divino-humanos de Je.~11s pronunciaron la última palrtlira, el Ú 1timo E1>rmr¡elio y la última revelación, q11I' El depositó en manos de su Vicario. Y porque Jesucristo quiso confiar ese depónito d;vino, esa revelación dfrina a su Vicario, pum que éste la custodiase, enseñase e interpretase, quiso también el mismo Jesus conceder a su Vicario el don de la infaliEPISCOPADO bilidad, don sobrenatural, en virtud del cual asistido el Papa por una gracia y providencia especial de Dios, citando como Docto1· y Maestro 11nil'ersal de la l glesia define solemnemente una doctrina sobre la fé o la moral ¡¡ara que sea creida por los fieles, no puede errar, es infalible; 11 lo es porque así ha querido Dios gamntizar sus definiciones solemnes y dogmáticas, a fin de que el asentimiento racional y libre que medic:nte la gracia dfrina prestamos a las verdades reveladas superiores a nuestro entendimiento, 11 que lct Iglesia nos propone para creer, descansase segurísimo en el argumento 11 motivo .~obrenat11ral de la autoridad de Dios que re1·ela la verdad, y del magisterio infalible de sn Iglesia q11e así nos lo enseña. He ahí porque, como ha dicho un autor moderno, el Papa, considerado en sus relaciones con Jesucristo, es un MTSTERIO, ob'eto de una ley profunda; y considerado en sus relacir.nes con la Iglesia, el Papa es un 111/LJ\GRO, ob;eto de un asombro sin límites. Es el prodigio permanente del catolicismo. En él se encuentra lo que p11diéramos llamar do lile per.~on'llidad: una la del hombre, débil, flaco, tierra 11 ]JOfro como /ns demás; o si. quereis la del .~ubio, filósofo, artist~, doctor prrrt'cular, todo lo q11e ta ·nbién puede .~er patrimonio de oh'os; la otra, la per.~onalidad propfa, exclusiva, ún.;cn, del Papa, del Vicririo de Je,011cristo, del 111,rnrtrnienfe de Dios: el Doctor 11ni?>ersal, el Maestro infalible de la Iglesia, que no puede ermr, en cuanto atañe a las definiciones dogmáticas sobre la fe y la moral. De rofri scqunda personalidad se dcri"a la f11er::a, la solide::, lo. constancia, la 1•erdad, la luz, el amor, la 1•ida del Vicario de .Tesurristo en la tierra. Considerado el PaJJ~ al tra'l!PS de ese prisma, del prisma de la rerelación 11 de la fe, .~e explican s11s obrn.~. ~11s triunfos, su duración, .~11 do rinio que rcnrP al tiempo 11 al espac;o, su ascendiente mora', su grande-:(!(, su QU'D DIVINUM, e"e poder 11 autoridad s11perim·es a1 de todos los reyes y emperadores del m11ndo, los más grandes que en la tierra existen, pue,q para encontrar ntro ma11or poder ha11 qne snH1· al cielo, y buscarlo en Dios; 71o"q1ie nn hay poder, ni autoridad, ni persona alguna que pueda interponerse entre .Jesucristo y su Vicario, entre Dios -------------Vol. J. -14y el Papa. ¿Cuál hubiera sido la obra de Pedro en la Roma de los Crsares, si no hub:"ese ido investido de esa autoridad, de esa personalidad augusta? Pero aquel débil ·e in,1nr·;~ cmciano, sudoroso, apoyado en tosco bácu!D, eni el enz;iado de Dios, el Vicario de Jesucristo, el I'?p<t. ,.1sistido del cielo, y sin más an1ta3 q>ie una Cruz, im]Jlanta la Re'igio11 ,¡,. f J csucristo en la capital del miwdn, . eligiindola como centro del cato1i- . 1 ci.rnw. Y bien ]Jronto Roma ·. . había a!liergado los dioses tod'IG 1 mganismo, abraza la 1w eva Rrl.' · t gión 11 confiesa la unidad de Dio~, 1 , adorci como Dios y Hombre verdadero a Jesucristo crucificado. Sobre las r11·inas 11 e.scombro,q de los templos de Venus, alzáronse mfl;~stuo­ sas las Iglesias cristianas r11 honor de la Inmaculada; y a la gene; acio11 de las doncellas y matron~:s ron•anas, t>íctimas del lu 'o, del sensualismo y el vicio, ~ucedió la casta y purísima generacwn de vírgenes cristianas que exhalaron fragancias de c1 ¡ndor._ 11 aromas de pureza. Y a lo escla1 itud s11cedió la libertad, y al odio la mansedumbre, 11 a la depredación 11 a los dcspo 'os la ca1··ioad y la li 'llOSna. y el va lacio de lus Césares vió enfrar la nnev11 Rciioión dentro de su.~ muro.~; y la g1mrdia pretoriana tinta siempre en sangre, dcpw:o rn ferocidad y se re vis lió de dulzura. No importa que a Pedro y 11 .~u< sucesores costara la realizacin,i di] la magna obra torrentes de sangre. Esa sangre bañó al mundo y lo fecundizó; y sobre las t·uiiws del paganismo germinó la se;n '1hi !J s11rqió la verdadera civilizaci1'.n de! cri ·tinnismo, a la que debe Euro¡>t! Indas sus grandezas 11 glorias. Y ele Eu1·opa pasó al nuevo mundo, y l/P-[JÓ o Filipinas, que con la nueva R'!liy ·".''· 1 ccibió el progreso y la civi/i.;acinn que tanto la elevaron sob1·e lrt i dl'más nacioues orientales. Esa es la obra de Palr'I y F11.q sucesores i¡n favor del mu11rh. Maní! estemos nuestro amnr, 1111e:{fra , , gratitud y fili~l carHi.o ~l Vii:m·io ~e · 1 Cristo en la tierra, medza11!c wrest1 a obediencia, nuestra in.¡ue/ira11tal1l:1 . 1 adhesión, m<cstra reverente su¡,¡_ sión a sus disposiciones ¡¡ e1i-;e1•r 1- 1 za_s, y nuestras or~~io~es ,p~ra ,CJ_,1~c 1 Dios lo conserve y ,¿1)1 ., .(,, K1 1 s L ,,_ migos. j Ef, snuT.·lWO. ! :\" tÍ.!l!. ~r; Junio ESTUDIO 30, 1!)23 RIZAL CATOLJCO :=:=:= =:= : =:=:=: =:=:=:=:: =:=: : = :=:=:=:=: ;:;:;:: = : =:=:=: : ;:;:1: : : =:= Era El 30 de dicif:mbre de 1896. Había yá sido juzgado el Dr. Rizal por los tribunales militares, y, como a la luz de los Códigos Metropolitanos hubiese sido hallado culpable de rebelión, le sentenciaron a la p~·na capital. A las 3 de la mañana co· menzaba un P. Jesuita la Santa Misa, a instancio del mismo reo, el cual entretanto "se volvió a confesar por cuarta vez permanec'.ó luégo arrodillado, con el devocicnario en la ma· no, el E'scapulario de la Virgen y una medalla en el ojal de la americana." Según las declaraciones juradas del P. Pío Pi, Superior a la sazón de los PP. Jesuitas en Filipinas, "hubo al principio no por:a dilicult:id en convencer y persuadir a Rizal, y fué nec~·saria no breve discusión, que sostuvo principalmente el Padre Balaguer, para hacer revivir en aquella cz.lma las antiguas creencias y sentimic.lfli(•s cristianos", mas tanto pudo la bondad del disertante y tan manili•·sta se vió la gracia de Dios, que no conten· t., con avenirse a firmar la retractación redactada por el c't:ido P. Pi, quiso el Dr. Rizal reforzarlá con adiCam•·ntos muy significativos, como puede juzgar el lector: "Me declaro católico y en esta religión en que nací y me eduqué quie"ro vivir y morir. Me retracto de "todo corazón d•· cuanto en mis pa"labras, escritos, impresos y conJuc"fa ha habido contrario a mi calidad "de hijo Je la Iglesia. Creo y con"fieso cuanto ella enseña, y me some"to a cuanto ella manda. Abomino "de la Masonn·ía, ·como enemiga que "es de la Iglesia, y como Sociedad "prohib;da 0por la misma Iglesia. "Pu·de el Prelado Diocesano, como "autoridad superior eclesiástfoa "hacer pública esta manifesta· "ción espontán•·a mía, para "reparar el escándalo que mis "actos hayan podido causar, y para "que Dios y los hombrf.'s me perdo"n n.-Vanila 79 de Diciembre de "l ·q96.--José Rizal." De la existencia y lef!itim:Jad d.:l documento de retractación no es ra· znnable dudar, so pena de echar por tierra, como el pa!urdo d-l cu•·nto, trd" ctrantt> no haya pasadn al nlcan· ce de nuestros propios ojos. pues son tan r~· .. p..,tabi~s, socialmente hablando, '"~ n~r•,,na~ que deponen con jura· mento haberlo tenido en sus manos, que o se Ja crédito a sus dec1aracio· nes o Jebe Jesterraru• de la Metodología histórica el uso Je t-da prueb:i testifical. . M. cuando fa mu<'r!e de Rizal, ante •el Abogado y Notarfo don Daría Bugal:al y Arauja, en Madrid, el 25 de Abril de 1917). Le Rev:sta del señor Retana "La política de España •·n Filipinas" la insertó, afirmando su autenticidad. Los cinco periódicos entonces existen• tes en Manila, a saber, "El Español", "El Comercio", "La Voz Española" "Diario de Mani.'a," "La Oceanía Española" dforon cu•·nta de la conversión y retractación del Dr. Rizal, los cuatro primeros el 30 de Diciembre y Y el M. l. Sr. D. Tomás Gonzákz Feijóo, Secretario de Cámara y Gobierno del Arzobispado de Manila, declaró ante el Notario D. S. Gramunt y Juez de Tarragona, el 1 de Mayo de 1917, que "el Dr. D. José Rizal y Mercado escribió y firmó una retractación de sus errores reli~iosos, en la qu•· de un modo especial Y ex· pr:so abominaba de la Masonería . .. que en el archivo de la Secretaria del Arzobispado estuvo la mentada re· tractación, hasta E'l veintiseis de Ma· yo de mil ochocientos noventa y nue· ve, fecha en que, por tener que regresar a España, hizo entrega de todo lo perteneciente a Ss·cretaria a su sui el último el 31 del mismo mes. Los dos únicos diarios madrileños que po. dian permitirs•· el lujo de tener co· rresponsal en Manila, estamparon en el número correspondiente los telegramas donde se hace constar d texto de la retractación. "Al volver a casa el Padre Babguer desde la Real Fuerza de Santiago, y mientras !!.'ra Rizal llevado al lugar del suplicio, me entregó a mi dicho documento auiÓKrafo, y, quP.· dándcme copia d!!l mismo para nu~»s· tro archivo, lo entregué luégo, en la misma mañana, al Señor Arzobispo personalmente a quien visité en su Jlalacio." (Declaración jurada del P. Pio Pi ante el abogado Dr. D. Joaquín Dalmau y Fit.-r, en Barcelona, el 7 Je Abril de 1917 ). El Ilmo. Sr. D. Silvino López Tuñón declaró asimismo b'ljo juramento ante el abogado y Notario de la ciudad de Granada, don Francisco Villarejo y González,_ el 23 de Abril ele 1917, "que ~:sf.e e9crito .-!e profesión de fe y retra<:tación lo tuvo en sus manos y lo leyó ínfogro, devolviéndulo enseguida al Señor Arzobisp~ y que esto recuerda que tuvo lugar en d salón que está a la derecha en la fachada y llega has•a la P.•n••ina que mira a la calle del BeateriC'." "Acompañado de les Padres, del oficial del piqu• h', de dos oficiales más y Je mi, arrodillado ante el alfar, con todos los presentes, lee con voz clara y serena la retractación ~ nr él firmada". ' (Notas "'~l fusi'amiE':ito J, Rizal, escritas por don Ra'ael D,..minp'.leZ, oficial que acompañó al r,o, desde que entró en cap;lla hasta el mom~·n.to de la ejecución). "Pocos días después del fusila"'iento de Rizal, ví en el Palacio Ar· zobispal de Manila, leyéndola y te· niéndola en mis manos esa retracta· ción, donde se retractaba de cuanto hubiera d:"cho, escrito o hecho con· tra la Iglesia y ele un modo especial y terminante abj'.lraba de la Masone· ría" (Declaración jurada dd lllmo. s,... D. Go•11ar Castaño, Fiscal de S. --15! " ce sor. Para anular testimonios tan fehacientes sólo queda E'l recurso de presentar otros, no menos explícitos ni menes solemnes, de testigos que depongan bajo juramento hab•-rse desarrollado los acontecimfontos E'n far· ma distinta a la declarada por los precedentes, porque, como arriba hemos indicado, la sola sospecha de que r10'ligiosos, sacerdotes seculares, oficia· les del ejército y Fiscal se confabularan para comunicar apariencias de veracidad a la supuE'sta fábula de la cr.nversron es minar por la base el edificio de la historia. Ni nos parece más aceptable la malévola insinuación de quienes pn'firiendo acaso el triunfo de sus pro· pósitos sectar:os al buen nombre del Dr. Rizal, que en la retractación aña· Jió las palabras "espontánea y volun· taria'', porque, como dijo al Padre Balaguer, "la hacia de corazón, que si no, no fa hi::iera", dejan apur.tar la posibilidad de haber desempeñado el Gran Patrºota En capilla la come· dºa de la strmis:Ón y docilidad por ver de crnsegi·;r de sus senten~iadores la. remisión de la pena cap;ºtal, a guisa de mendrugo de pan. HombrE' de convicciones arraigadas al repetido martilleo de la adversi· dad dctado de carácter férreo e irre· duc;ib!E', incapaz de arquear el espi· nazo o doblar las rodillas a la pre• sión de ajena voluntad, sincero hasta la trasparencicr en todo el curso de su jornada, enemigo instintivo de cuanto .tuviese aun los refkjos de la hipocresía. intrépido hasta la temeridad, habituado a jugarse la vida cuantas veces, y fueron muchas, levantó su \ 1 1 ~úm. :!G Junio voz de protesla contra la política del dom:nador, ni n•Js asiste siquiera d derecho de pensar que todo cuanto habló y obró la víspera y el día mismo de su ejecución hub:"era tc·nido ni las salpicaduras del cálculo y de la ficción. Cab,· en nuestra mente que, debi, litado por la,; repetidas oleadas de las angustias morales, o temeroso de v.r fracasadas sus legítimas ideas de nacionalismo, o movido a lástima a la vista de su madre yá muy anci.:ina, o atraído por el espejismo de brillante porvenir, o acariciado pcr el recuerdo de la "dulce extranjera", cediese a los deseos de continuar vivic·ndo y acucfiera a sus mismos verdugos en demanda de piedad .. . Mas, no se nos alcanza que eí G1·an Kalambeño recurriera a la vulgar maniobra de rdractaciones flcticias y al cumplimiento de prácticas <'n disonancia con los dictados de s!l privileg;ada inte'igencia, para gr.:.njearse una sola hora más de existencia, ni para comprar por tales vías la absoluta libcTtad. Opinar de otro modo equivaldría a desco17.ocer b historia entera de Rizal. Rizal se retractó de sus yerros doctrinales voluntariamer>te, espontáneamente, cuando sus antiguos Profesores del Ate"ºº lrnbieron conseguido llevar a su despierto entendimiento la luz de la verdad, que, mer.:~J a los vaivenl!s de su agi'ada carr<ra pv1· el mundo, había s•rfrido un eclipse ~em­ poral. No nos molesta que todas las sectas q!licran para sí la fortuna de contar entre sus adeptos al inmortal Mártir de Bagumbayan, purs ese afán es signo indicativo de la magnitud del amor de todos los Filipinos, hacia ES 1' UD I ·J el defensor de sus aspiracion•·s nacion.Jles. Pero, la historia es la concatenación de los hechos narrados con la balanza en fiel, y ni éstos pueden fabricarse a capricho del escritor, ni quien tuviere la honradez indispenrable a t ::>do cronista imparcial debe ¡:.ermitirse rdocar una til"de de los ac~ntecimir:ntos, cuyo desarrollo se hubiere propuesto narrar. La falsificación conscÍEnte y voluntaria de los sucesos acarrea al c:ibo sobre u" ana· lis:a el ominoso estigma de traidor para con la posteridad. Si nuestro Héroe Nacional l1ubiesE· n' ::·cr:o rechazando las rep ti das y desinteresadas insinuaciones de los rapresentantes de la lgl.-sia Católica, fuiranos muy sensibl•, es verdad, y lamentáralo hondamente nv:estro corazón de Católicos Filipinos, mas lo r:conoceríamcs sin rodeos ni eufemis .. mos, como tributo debido a la ortodoxia de la historia. Si el día supremo de su partida para la eternidad DONDE EL QUE REINA ES DIOS ne s lo pr ·sentaran quienes t•1vier.;; b e .orrfunidad de acompañarle dando fervienfrs Ó<culos al mandil, y ccn el triáng'.llo y la escuadra co 'gados al cuello, ¡vive Dios! que lo sintiéramos a par de muerte, mas renunciaríamos al cambio de bastidores y decoración, porque, pesE' a quien pesare, las cosas son siempre como son y no cr~no nosotros querriames que fuesen para c · bo y cohecho de nuE·stra pasión partidida o personal. Si el Dr. Rizal h!lbiesc entrado en el cL'-~dro sosteniend~ s!l filiación masónica y haciendo ahi,,~cdamente del sordo a las propuestas de tornar al ·:o, I!:J~~ seno del Catolicismo, cuyas dulces en•eñanzas comunicaron al correr de los días t.:zn r:sueña pátina a su vida d~ colegial, tendríamos a todas horas en nr..estros labios una oración que depositar sobr•· su tumba, pues fofinita ~s la Misericordia de Dios, pero no osaríamos hurgar sus restos, en nuestro prur:"to y antojo de terg:v~rlar la . ¡ realidad. Podrá proporcionar satisfacción a los secuaces de la Masonería haber tcn:'do alistado entre los suyos durante algún ti: mpo al gran Riz.11, pero los Católicos Filipinos viv:remos saboreando el meloso recuerd,, de haberte vi.t:> volver a sus creencias de colcg.'al en los solemnes momentos que precedieron a su presentación en el tribunal de Dios, cuando todC's las cos'as de tejas abajo aparecen a los ojos dd creyente en sus verdnderas dimensiones y se le proyectan en la r: • "nte ostentando su legítimo y peculiar cclor. Poner en tela d,· j!licio que el Dr. Rjzal murió en el Catolicismo y abj: ·randa de la Masonería, equivale a taparse los ojos para no ver la luz o a manchar su memoria con el borrón de una imaginaria doblez. Y si la imparc'alidad requnida en el historiador se da de puñadas con la pr;mera parte del dilema, la segunda e<tá en abierta pugna con el amor y la v n'?ración que todo buen Filipino dt·be al más brillante Defensor de nu:?stras Libertades, en cuya frente colocaron SU& mismos ejecutcres el sigilo d,, la inmortalidad. ¡ Pa:r: eterna .Y l(lor ·a perdurable al alma dd Dr. losé Riza'! J. WELMAN. E. GASKELL & CO., lnc. Dr. Miguel de la Concepción DENTISTA 103 Juan Luna Agencia de Aduanas Bodegas Afianzavas Tel. 2425-2426 Tras porte Mari timo y Terrestre Bodee•s 21-35-47 Barraca TeL 2424 AGENTES Nippon Yusen Kaisha Prince Line Far East Service White Star Line Bibby Line Cunard Line Sperry Flour Co. Importa.dores y Exportadore! Vol. l. Pier Tel. 2427 25, T Pinpin, DIRECCION D.ABLEGRAFICA: WARNER. CLAVES STANDARD. P. O. BOX 294. W ARNER., BARNES & CO., LTD. LONDON MANILA E ILOILO London 0ffice 10-11 MINCING LA~E. E. C. 3. New York Agents LEDWARD BIBBY k CO. 135 Front Street MANILA -16~ Tel. 3532. AGENCIAS DE SEGUROS Law Union & Rock Ins. Co., Ltd. (Fire) The China Fire Ins. Co., Ltd. (Fire) The Tokio Marine & Fire Ins. Co., Ltd. (Fire '. & Marine) The Yangt!ze Ins. Association, Ltd. (Fire, Marine & Motor Car) The Fuso Marine & Fiire Ins. Co., Ltd. (Ftre & Marine) Manufacturers Life In~. Co., (Life) El Ho¡a.r Bldg. ~Íl'I!. :_?(j Junio 118TUDIO --------- ------- - - -------- -----------===:::::; ... := r== =:::::::::::: ... -~ ESE RIZAL NO ES RIZAL ~\ ~;:::;:::::;:o::~:::;:::::::::::::::::::::::::::::::::;::::::::::::::::::-c::=:::;.i~:::::::c¡;; :; :;¡¡;;:;¡;§':; ;: :!:: ::::::::: :::::,=:: :::::::: :: :::: ,::=: :: :::::::::::::====:=::;:::::::::::::: :;:::::::: _ Lamentábase hace al¡¡unos días uno ·de los diarios local ea, , y suponemoa que con ra.zón, Je los rdoques intro· ducidos al correr del tiempo en el retrato del Dr. José Ri.zal, y au6Uroba haber de verle a la larga tan _desfigur ~do que ni le r~:conocieran l s~s mismos compañeros, gracia& a los grafo irrespet'-'""º y o uda.z. arti1.ticos de tanto Fotó,;.;logros Con tanto o máa juatificado mot·.-.,¡, pudiera el colega co¡¡er. el cielo con las n1anos al notar cómo ciertos escrito~es, soplados sin duda por s~·c­ tarisñ10 destructor, vienen C(lrÍcatu1·izando la personalidad de nuellfro lléroe. Nacional, cuya conservación intacta e impoluta debie_rCi merecer muy mayor atención que el resguardo de fos rasgos fi!lonómicos, de secundaria in.portancia. cuando entra'!- con aquá. !fa en parangón. Como se 11Íenta11 lmti,.;.aáos de haberle vi.to volver lu. espald'!' • !a Mas'?nería y dar "e•_puntáneo" y volu_ntario beso de pa.z u fo band.-ra del CatolicÍl1mo,_ qu_e¡ ria11 borrar de au vida esa página yforiosa y, en su anhelo de amen¡¡uar t:! alcance de la conversión, ae acogen a explicacionea hiatóricamente inadmisibln, fruto privativo d., la imaginación y no cosecha de la realidad. Soñaba el ci11¡¡0 que veía . .. Noa ha dejado un poco de amargura la lección de un ·artículo .de Wenceslao E. Retana, escrito E'n no· viembre de 1908 y reproducido 11n el número de "The lndependent" correspondiente al 30 de diciembre último, donde, a nu•dro •ntender, queda muy mermada la ¡¡rande!ISCI moral del Mártf.r de Ba¡¡umbayan, a causa de loa móvilea atribuído• a su converaión. No lea e• poaible nE·¡¡ar el hecho, porqu11 eatá en la conciencia de todo hombre imparcial, y R11· tana le •eñala por -11éne•is d •entimentalismo, al a•egurar cómo "Ri.zal no pen1ó. Ri.zal se conmovió", _que "obró ainceramente, pero. . . •u~e•­ tionado; funcionó el. aentimiento, no funcionó la ra.zón", que "fué una concesión romántica del poeta, y no un concesión meditada del filó.ofo". A.í, como auena. ¡Y publicado por quienes ·a cada triquitraque ae pregonan admire.dores del •r•.n ·Rize.I ! No es menester haberae internado en ·las eactibroaidad~·• de la p•icolo.,¡¡Ía humana para recostnruir con las áfirmacione• acotada• una peraonalidacl adoce-natla, con ili-áte.•i• .-. emocion•·s que é'1 ·el -·momento deei.iuo den al trast,. t•on un hiatorial insu· Vol. I. perable de independencia per•onal, propensa a las flaquezas de la au¡¡:eatión, predispuesta a aacrilicar •u• opiniones bajo presión extraña y a ser juguete de cualquier sofista, a con. dición de condimentar sus paralo¡¡ismos con los brebajes del Helicón. Yá que no esté acorde con la ver• dad, habría de parecernos empero muy acomodado a la trayectoria del plcn de con,bate la fábric:i de falsedadce hi.tóricas adecuadas al ~·nsal· zamilcr.do de este o aquel pzrsonaje de nuestr.:i devoción, p•·ro o revela mL·cl1a lorpez.:i d inventor cuando crnborrct:a a aquel a q:.iien :;e prol>or1e 1·ea:!z~r. o manilic~fa rnuy u lu.s ~l;,r"a:s sale aborrecibl<> aqu~l ;,;obr., el cual arrojare a sabiendo& la mu. grienta jerapellina del baldón. Como lo:< adversarios del Catolici.mo y los ocaaionales admiradores del 1·enon:bradó físico pisano quisiesen dar realce a •U convicción cientí· fica del -sistema hdic;c,;nlrico, l"' l1acen exclamar; lu,;go de hab,,r o:scuchado la pública condenación de su doctrina: "E pur si muo ve!". la cual exclamación, puesto que haya sido declarada falsa por la escrupulosa crítica hiatórica, comprend~-mo• la. razones de hab.rse prop3.gado de a··neración en generación, porque demoatraría la tenacidad del sabio y pondría de rdieve su rebeldía a la impoaición de las jueces y la torpe.za de ~stos al exigirle una actitud externa en pu¡¡na con su viaión interior y al darse además por satisfecho• de una ficticia abjuración. P.-ro, al fin de cu .. ntas, si -non e vero, e ben trotrovato. Mas, es muy otro el proceder d!'l Sr. Retana y de quienes tan sen•ilmc·nte le copian del trabajo de jor de propia por eximir.se acuso ·E·scribir cosa melabran2:a, sin parar miente• en la conveniencia .o peligro de servir al público lo caza.-lo a tijer:i en culo ajeno, a!U& ..:u.c1.ndo fuera co'1<>cid" la intenció,, del atJlor. O no sienten lo.• cantare" del ·Gran Kalambei.v ·tanta admiracián l1acin su obr&, cuanta experimentaban los otros por la de Galileo, o tienen para la inv.-ntiva bastante meno& habilidad. ¿Qué no• importa haber sido éste o aquél el mativo -de una ·faNlOtlfl. ,abdicación de doctrinas >' .pJtincipioa, csi sólo el señorío de las ideas morales -¡¡aranti:aa a la ve.z la interior unidad y perfección -dE' la per.sonali4CJ(l humana, sin la cual no puede darae el -17verdadero carácter? ¿Qué ae nos diera de haberae doble¡¡ado la iloluntad •ele Rizal, "no como concE.·•iÓn meditada del filósofo, sino como concesión romántica del poeta,,, •i, a pesar de las protestas de la concier.:cia, acabó por avenirse en {,ftimo resultado a algo contrario a su manera de pensar, ora fuese c~·diendo a i ... s instancias de la amistad, ora por apoi:amiento es~iritual ante las ame1.aza• del tribunal sentenciador? ¿Qué más da la calidad, del est_ímulo impulsor de una caída, cuando cualqr.úera de ellos o igualmente de¡.dc~ivo de la dignidad? Y si la . hi,,ioria ne.> nú:.· autoriza para .J"'~ oti:o 1note a la "espontánea" con11~r$•On del Dr. Rizal (errare h_umanum e•t_!), ¿a qué empeñarno& en manosf.ar el léxico ¡...ara escoger otro vocablo consonante con nuestro sectarismo11 aunque no e.tuviera de acuerdo con la realidad? Ccmo Cutólico11 Filipi11o__., _st: tW• lle1,u el u/mu de ,.ati:Jucción por liaber visto al D.,fensor dd Nacionalismo volver al seno de la Iglesia Católica11 "l!n la cu.:¡/ nació y •e educ;~'', porque, 'peuetrad03 de la verdad do: nuestro Credo, querríamos que lo prof es.:ira la humanidad entera, pero de· un modo especial aquéllos a quienes guardamo& férvida predilección._ Pero, &i esa vue(ta no fué aino "u.na concesión romántica del poeta", si lu voluntad indomable de· Ri.zal, de la cual diera tan gentil número de pruebas en el curso de su existencia, quiao amoldarse a una demoatración ~ •ensiblería, explicable en una débil mujercilla, mas denigrante para el Fundador de .c1µ1lquier partido o •ecta docfrinal, c-uando, colocado en el trance Je vencer o morir, viene a ser el blanco de las miradaa de sus aecuaces; si la repetida confesión de sus posible& flaquezas, ai el haberse alimentado Je/ Pan Eucarístico, si el oir la Misa con palpable& muestras de devoción y com· ·postura, no fueron manifestaciones "espontáneas" del Héroe Nacional, habríamos preferido verle en la ,hora ~uPrema culnrnado del .triángulo y .la escuadra y ceñido del mandil. Es nece&ario disecar con desenfado los estados p&icológioa del individuo 011-ya curua .meritoria nos -proponemo• tra.zar, porque ·casi todos loa actos humanos .ofrecen doble aspecto, y, sel(Ún se les contemple por el anver-•o o el reverso, derramarán aolt!!e el campo moral del hombre 1011 reflejos Núm. 26 Junio B8TUDlO :;o, 1n23 ------ - --- --------- - de la honradez o de la crimincdidctd. Dando de mano a nuestra admiración y entusiasmo por el Dr. Rizal y ateniéndonos exclusivamente a lo.s documentos históricos de los testi11os presencia/ea y de los coetáneo.s, de 11ravedad indiscutible, aunque desigual, hemos de acogernos, luégo dd examen, a uno de los brazo& de este dilema: O la conversión fué sincera c, mo toda la vida de Rizal, y en ese c.:.so su figura aparece engrandecida u los ojos de todo pensador equilibrado, sea de la escuela que fuera, ¡.c,rqt.e nada ennoblece tan legítima· mente al amante de la sabiduría como .1 reco11oc1mie11to de hJber incurrido rn error; O /ué se11tin1ental ··conce· "''"" del poeta", Je puntu con la ".-.;r1ce!liÓn meditada del filósofo", y en tal supuesto quedara muy desme· rt.!cidu la grandeza moral demostruda p"r el il1utre Kalamb.,ño en el ca111i110 de su accidentada carrera. Y "" vule d.:jarse llevar de romut1· ticismos ñoños y protedar de las con· ~ec:u°'ncias dt:Mpués de liaber adm:tido luM premi•t:.t•, pues o •e rechazan éata., apoyado en razone•, o se Joble11" lu cabeza al peso contundente de lu conclusión. Y ésta no puede •er más sencilla y natural: La conducta del Dr. Jos.; Rizal, durante las veinti· cuatro últimas horas de su preciosa vida, fué obra de la hipocresía o re· !lultado de la sinceri.'ad. Y ¿quién será el Filipino que alce la mano para votar en apoyo de la primera supo:iición? Ruumamos. A) El Sr. Retana re· conoc-e el "hecho histórico de la "conversión" del Dr. José Rizal. 8) El Sr. Retana afirma no haber sido "sincera" la conversión, y la atribuye a "una concesión romantica del poeta". Bourqet, "el heroísmo de loa hom· bres de ideas consiste en amarlas lo suficiente para atreverse a gritar al reconocer su error: ¡Me he equivocado!" Hé ahí reducido a caricatura el C) El Sr. Retana no aduce docu- Misionero de nuestra Libertad. Aquel mento ni testimonio alguno en apoyo hombre que había invertido todaa .sw de <u afirmación. Y nada monta en his- _ energíaa intelectuales en flagelar el toria el "magister dixit", pues los hechos, hechos son. D) El Sr. Reta na arroja sobre el Dr. Rizal recio baldón, disimulado Lajo el disfraz de vulgares eufemi11nos, pues si la conversión no fué "sir.cera", h canducta del Héroe Nac :,rn:>.I fué "hipócr:ta". Por lo cual 11ing-Ún buen Filipino puede pasar. E) Cuanto decimos del Sr. Reta· na l'uede aplicarse a cuantos rapro-· ducea su es.:rito con tan evidente deacon~ideración. F) Nosotro• hemos demostrada la "sinceridad" de la conversión con lar. p1..l&bras del mismo Rizal, transmití· Ju l'Or teatigoa presenciales de calidad. G) Nos hemos contentado con aducir loa testimonios de los con· tempor.lneo•, 1in detenernos a dar· '""• mediante contorsiones intelec· tuales, esta o aquella interpretación H) Preferiríamos haberle viau> 111or:r abrazado al triángulo y al mandil, a suponer en su conducta doblez o ficción. 1) En estimación de todo filósofo, queda engrandecida la figura moral del Dr. José Rizal con su "espontánea" retractación, pues, en frase de farisaísmo, e'! entonar himnos a la l ndependencia de la Patria y a la emancipación individual, aquel Escdapio que por el ejercicio de su carrera se había habituado a exami· 1.ar las llagas humanas y a mirarla.1 frente a frente, que juzgaba como la mejor de la.s terapéuticas 11ociales la áe "exponer al enfermo en las grada.1 del templo, sacrificando todo a la verdad," laubría e11 la hora má11 solem· 112 de "" .. orprendente jornada in· currido en la debilidad de r.::oresentar una comedia, ora con el apocado de· 11ignio de alcanzar indulgencia cuandu ib<t a coronar con el iacrificio de la exi.tencia una 11ida consugrada poi· entero u la conquista de la nocionali· dad, ora por dejar.te arra•trar de un sentimentalismo enlermiz.o, de:1per· tado por ventura al choque de los risueños y plácido• recuerdvsi de 11u• impresiones de cole11ial. No lo duden lo.s sectario& _qu11 por conseguir desfigurar la conver .. iOn del Martir de Bagumbayan, 1:ienen t~aba­ jando tan intere.sadamente en levantar un edificio histórico P.n cor.traclic • ción con la realidad: ESE RrZAL, NO ES RIZAL. J. WELMAN. ------ - ------··--- -· MAXIMO VICENTE Taller de Pintura, Escultura y Plat"ría Prontitud y Esmero en los Encargos lmáirenea, andu, altares, púlpitos, ornamentos de lrlesia, Ma111ol-, Manumento1, Bordadoc en oro, Lapidas, etc. 1130-34 R. HMl.lp, Manila Tel. 3528 Miguel Rosales G. de Bustillo ABOGADO Oficina: 969 Isaac Peral Tel 2580 Notaria. Publica Resi<lencia 514 l'niún. Paco Tel. 4489 FERNANDEZ & ANS.ALDO (:aaa6a Feru.Jld .. ) (A.JIPI A.nlal.40) .A.bogad.ot y Mot&riol PúbliOOI a-1, lT,, llu1la CASA CATóLICA Excelentea y bien ventilada1 habitacionea. Precios económicoc, y e1peciale1 para e1t11diante1. Gral. Luna, 8 lntramuro1. TEL. 3004. Abra HOY una cuenta de ahorro, y sea un metódico economi:zador ! 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Si del:Ís que retractó; Pero fint:ió eón fa.'sía 'Y fui pU'°" hipocreiíá, E:te Rizal, n., ·ea Rizal. ¿No I~ vieron én la cárcel P-ostrio.do ante Dios de htnojoti, Ch11ralllos ilúil vivo~ oJós iñ el CriUo ile-1 altar? Si áfirmais que foé forza·da Á'll\J'ella piedad sincera, Q\it- ff'ngió lo q\lé no erá ... Ese Rizal, no eá Riíi:al. V'engi<I:, venÍ"lt el docultiénló, Ei<d'ilmÍ'is -Con mi.Ja fe ... . ¡Quizás sustrilíilo f'Qé P.or mil.no if'e un criminal! Si il'é'c'ís qu~ escriblo Su prc;¡tlfl re.tt-1'dotción, Mu1tía t.11te le. Nati.;~. E.•c ltiról, no r:it 1'isal. Aquél insigne patt-ióta Murió impávido y creyente, FijR <:n Dios su h~t-mosa !renté Y en sus labios la plegaria. Y si hos dai~ un Rizal Frío, protervo e lwflexibll? Y ,.¡ rnlomo Dioil inse,.~iblfo, E~c itíraf1 11~ ¡.,. /tfa;al. Esh\ 1:tá.ti1ta glljnoa•, Al r~splandor ile la rrlU~t'"'; L~ est:r!Mó IUZAI, di! \U~t't~ Que jamás ,e borrará. Si decís que "no peni<ó", Que fué mera "ilugestión" "Romáhtica concesión" ... Ese Rizal, no ea ltizal. Acorj,alailos, decís: Q•lé fué un Rizal mujor!I; Pui!i dió la espalda al m•mtil, Y " la Cruz beso de paz. ¿No vc's que le calumni&iA, Y que ¡•feais su hermosura, Apocand1J su figura"! Ese Rizal, nó es lti>zal . Dejad1'e goz.,r trllnquil·o En la ,.;,gión del Amor; EL HOOAR FILIPINO Sociedad Mútua de. Ccnslrucción y Préstamos MA1'Il.A, I. F. i1IAGNIFICMi INV:ERSlONES DI~ CAPITAL EN ACCIONE.S PREFERIDAS (de renta): Se emiten rnedianie el pago de P200 por ace10n y devengan 8-010 de interes pagaderas trimestralmente. ACCIONES ESPECIALES (de renta y ahorro); Se emiten mediante el pago en una vez del 8-010 del valor para de la acción P200, o sea Pl60 o mediante entregar mensuale~ de PHI por act'ión, o multiples de 10 hasta llegar a los Pl60. Devengan el dividendo mayor que declara la Sociedad, del cual una parte pri11cipal se paga al accionh;.ta trimestralniente y el resto se acumula a la Acción, haSta llegar a 'su valor de vencimiento. ACCWNES ORDINARIAS (de ahorro): Se emiten mediante pago de una eantidaJ fija (desde Pl.00) rnensual y devenga11 mayor interés qu~ Jos depósitos ·en ninguna otra institución. • '' /''·. • ,\ ~ Y 1in tnitntil'1u @·11 ... .,..,., ... ; :·. Sn noble ej'!IMpl1J imit•d. E,e Riz1d qu~ soñai1, De hipócritA y cobarde lllff\8, Nb ea el Rizal de KailRmb1q Ese Ril>al, no i.s Ri%al. Porque fu.; Riul un #f!"Ítt Que abarcó de una mirada Sn vid" enterll paaad!l Y 1,. """d"' que a Pio~ va; Y se "'cordó de la im11..bt .JcoÚ$, qui: pl:lr recr•~ Entalló en !!I Ateneo Como Aren pt-ovidenci•I. Y aquell1t efigie bendita Del Sagrado Cora:i:ón Iluminó su r&zÓn Con un rayo ce'estial.. Y este Rizal convertido, Este Rizal valeroso, E:o:te Rizal fervoro1Jo ES1'E RIZAL, ES RIZAL. />. Je ISLA. ( 1). -Poe~ía inspirada en d artíc11lo de ig-ual título, de .T. Wdman, puhlicadn en ESTUDIO del l~ de En<',.o, d·e 1923, que a petición di' 11'11 nwro~os lect01·es, rep1·od11cimos <'TI otro lug-ar d· (>~te número. Lo~ l..ill bl'i fi<'a n t P~ Para M otm·<·s q ur ll<:va.11 la 111ar<'a ' MOTOR ,. OILS ~on lo~ nH.•jore~ µara :-;n <·o,·lH', tnw o tradorH. OBLIGACIONES: Se emiten mdiante el pa·g-ogo de PLOO por cada una, deveng·an 7 oio de intés pagade1•0 trimestralmente y s-m retira'bles con aviso de un año anticipado. Para más ponrieno1·es: Secretaría de EL HO'GA'R F:ILIPlNO, Galle Juan Luna. NO SE ARRIE'SGUECO.MPRE SOCONY! A. MELIAN, Gerente. -19- Vol. l. ~ r ~\ 1 • • • '' • Junio 1Jisti11ciú11 y ú1111wtíu. Si1111H1tía de ¡iorte de lo 1101·ia !J disti11ciú11 dl' parte del JIOl'io. To,/e., f11ero11 las 11ofus solicntcs de la bod(( cc/clirnda hace díus en /111rfl11111 ro.,. ¡.;¡ fl'lll)llo 1·scoyidn fur rl hcn11os" trn1¡1/n dr Sin, lJn1ni11yo. )" rl oltn1·, rl de la l"fryr11 o·cclso cid Uo.,a rio. 1','/ fcm¡iln //1-11" cstalw dr lo /11:: 1¡111· irrudinbfl /Jl"IÍdir;rr dr lrrn 111úll i¡1/1·s /iombil/a., i11cu11descc11trs q1:c adnr1111/ic111 el oltur. )" fe1<tiyo.< de oq11rl ,-i11111, 1111 yr11po de ucln sole11111ídisli11.r¡11idos mic111llros de /u co/011iH española dr c.,to capital. El/" crn /o si111¡1<Ílic11 Srtu. Co11c/iil11 Fcr11rí11<lc.:, del p11cb/o ¡u1111l""ll!fllClln de s,,11 Fcr1111nd•J. J~·¡ 1·rn r/ 11¡mcs/o co/1ul/crn /!, ill!ln11in U. SriT1111n, 111ie111bro rl,./ ('11.,; 110-Espo 110/. Los 1ucr1·0:-. rs¡1nsos coyrrrí11 r/ "'f,rf111.:1ii" !/ fr11s 1111 dclieio."' 1•i11jr de 11111·ios, 1irnlo11r;urá11 Cll E~¡}(lii11 1,, tr1111111rnd11 r¡11c lrn11 dado 1•n lla111111· fu cfr /1111f1 de 111ie/. Se lo d1·.w·u111"' larga y ff'/icí.,f11111. .lf,,chu cu11currcorio !I 1111ry disfi11.'ll' ¡,¡,,. TI,,,, fi,·.du 01111·11i:-;in1u.. f r 11 flt'OHI rri 111 ¡,.JI/ o ,¡,. lo:; 1111i '; _{ (' ~ fif'rs. . \·),· ·,,,. dirho dos ae,111lccimic11/11.-;. ¡r,, /111111.i:o. }. 1111 0110111risficn. ;')11c c11f1;11/o f11é? /;'/ do111i11yo 1ir1.wdo, 11111· la lflnlr. f;'I /11f1Ur del /)(111fi:o f11é fu hcr1110.w1 a11111¡11c 1·rd11eidu iylesiu de /u l"í1·!fn1 d1• f,011rdcs, q111• tr111ta otrac1·iá11 e ·cn·c e11frr n11est1·11 co1111111idad. Hm11 '"·' se1,, de lo fu1·dc y el tn11p/o !Jll estaba oc11p(ldo 111á.< q11e s11.ticie11te11·c11ie pnr disti11,q1tidos ca1"'1/cros, clP[/U11fcs d11111r1s 11 her1110·'(IS .iórc11cs. Q11el"Ír111 ser lc.,fiy1Js del feliz in!JH'SIJ d~ 1111 i11f1111fl' eu el seno amoVel l. _j •' ESTUDIO roso de la l"crdadera Iglesia. La 11eújifa ern la hermosa hija del rep11tado doctor Enrique Lopc.: 11 Va. Do/ore.< ,Vficiano. El i/11st1·e S11perin1" de lo.~ I'ad1 es Ca}Jllchi11ns f11é q11ie11 11d111inistró el So11to Sacra111c11lo a la micra cri.<t iu 1111 1¡11e rccil1ió el bo11ito y pozmlor 110111/ire de Con11e11. Su., ob11clos Da. E11riq11cfa Ro111i1·r~· dr Lo}Jc: y D. J11r11t Micio110 f11cro11 s1rn })(rdriHnR. /,11ryo /u eo11c111-rc11cia de in1·itados g11.<tú supernlwnda11te111cnte de 1111u .fiesta e11 cosa del disti11g11ido ab11clo, el Dr. illicia110, r¡11e e11fo11ce.~ ccle/Jrnba .<11 0110111ástico. /<,'/ bcrnquctc sen•ido f11é de los 111ás e.rcc/e11tc co1110 cn11fiado a /u ¡)("rici11 del SI". E111ilio Gon::alc~·. )" /11 l"l'llllÍÓ11 d1tní súlo h1rnlo las 11111"/'c; ¡¡ c11 lrrn 1rncos horn.~ lo.< 1111·itudn., hie11 )llldiern11 co11.1·r11cer.,c 11w1 1·e.;: 111rí., dr lo r1111rrhilid11d de /o., r111 lit rin11e». l"ayu 11 '"'los 1111eslro 111á.~ ef11si1·r1 fclicitoció11, !/ q11e lfl 1111e1·u rri.,tiu11u, "' Íf111ul </llr s11 disli11g11ido a/J11e!o, rl Jh . . 1T icia 110, goce de hu·yo c.fi.,_ lr11cirr. Otro lwdo. T'ro/,,,hln11r11fr r/1·11frn de dios lr11drrí /11yar. 1~·11,, '"' lo .<i111¡Hífiru 11 r11/(n hijo dd oqri1·11/lor 1·s¡wiiol de Ca)li;:, D. .f11rrq11i11 Fc;·11a1nlc.-: He1T1•rícrn . 1" él el up11csfo co111a11du11tc de lo rn11.<lalJ11loria, D. A/011.,0 Gut11.,fr10. Se dice r¡11c esta liorla, que tul 1•ez se celc/Jrc e11 /11 rapitnl ilo:nga, dará l11yu1· a 1111<1 .tiesta brillante. Diy11H 111c11fc se /iCfil11 de la seiioni Ucunón. lrn cclcbrndo In de D. A11to11io FJ1é el 24 del corric11te. 1\'o h11bo juz.:·, 11i h11bo /Juilc, Jlfl"ll /wbo cosa 111c.ior y 111cí., crnienu. U1w ueladita en la que lo111c0"011 Jiª rte peq1tc1lo8 H rt·istas. Lo hir:ie1·011 l>ie11 y slls 110111/n·es -20•¡·l•::1 .l _., 111crcce11 co11sig11ar.se .l/ allí l'Hll: lo., hcrmr111os A11to11io y Cun11e11 Ra111011, .llilnyritos Dorch y las her111a11cts Carmen 11 Alicia Gimenez, Adclitu Go11zale::, Ricardo Gimenez, Ernesto Lordi.:alrnl, Sáfira Lahcrna, CarmcncifH Rn/1/cs, María Roble.•, Anito Ua1110:>, .(':rmi11ia I'11.i11ltc, Mrrnud ZuyHli11rrin y Fer111i11 Lrwi11. El ¡irog ra 11w es e.i;tenso 11 110.• lwstarrí decir q11c compre11dfo 111í111cros de u in/in y piano, canto.,, diálo[!OS, bailes !J 1111 .i11g11cfe có111ico. Lo 111á~ meritorio del progro11111 ern el q11e a/g1111os de los 111i111cro.~ liternrios f11c>"al1 orir;i11tiÍc., dci 111ycnio de 11110 dr lo., chicos, E1·111:sl" Lurdi:obal. Otro 11ucrn 1-risl ia 1111. El ¡¡¡·i11w~¡1'11itn de /ns s,·u. dr Grnhu111. Fué IHnrfi.:udo el dn111i11yri "11 /f( rnpi/lr1 del Coleyio dr la 1L,u11ci1í11. Le sora ro 11 de pi/ri lo Srt et. ¡~·¡,," ,1[11fl< r, c11 l"l'J11"r.,c11lr11·iú11 de d•>i1·1 Ama!io l'Hoii. 11 l'I ronncido c>11;.rrcia11fe de c.,111 pla.rn, el Sr. [{o, 1 ,-. Trns e/ brwti.:o hubo 11110 ficslu en cO-"' de /ns 1·.,11t11rosns /HH(,,., del 1111r1·n rrislirrno. f,rrs /11n·r1s 'rui/.sc11rric1·n11 ur;rndn/1/c., . f)I r" l1urlu. Lo frcho dr e.,fn n1111 sr ig11 •10. /'ero 110 ¡,,, dr fardar 1'11 sr1ÍJ1'i'<'I'. EllH es /u disti11g11ida Cl((lll/O siu1/)(ÍticH ¡¡ c11/ta Srta. Rosario L1•r;111·da. Y él, el lr111 cow1cido y rep;r, :l/o .'I ;oven docto;· don Basilio l'c1ltf -"'· Co11 da1· s11s 110111bres ya ,,. ¡11";c;'t' 0111itir toda predicciú11 .,obre ic~ 'irillc111tc: 1¡11c habrá ele rc1•estir fslf ¡1ró:ri•110 "co11fc1·i111ic11to. Por nclelrrntado c11ricr11ws u io.~ 11orws 1111cstn1 fclicitaciú11. :llás tuulc dorenw., a los /c-·fc>1·,•.; 1 11cjo1·cs y 11111¡¡nres detalles. )" /wstu el 111í111cro pró . .-i111••, lf'"·' ya esto se (/lm·go 111á., de la ~·1enia. LIG/A. ---Núm. 26 1 J 1 1.i ''( ) ¡ 1 ATENEO DE MANILA. BAJO LA DIRECCióN DE LOtíPP. JESUíTAS AMERIC NOS EL ATENEO ofrece EDU AClóN en su SENTIDO COMPLETO; un desarrollo completo y armónico del HOMBRE ENTERO, o solo intelectual y fisicamente, sino también MOI LMENTE. La RELIGIÓN y fa FORMACióN l CARACTER se consideran como asignaturas Se da enseñanza a vuestro . ijo, y se le pertrecha de los conocimientos nec sarios para una carrera útil y h')nrada en su propio -~'s. Los mejores elementos de la educación occide tal se han e-0mbinado con !as necesidades oriental s. El propósito es hacer buenos ciudadanos de ~sta nación; sensatos en el pensar, honrados en el viV¡ir y verdadero! amantes de la Patria Filipi'la, , · ::..A lSCUELA PREP. DEL I TENEO. En deferencia a los deseos de mu,•.hos ::rntiguos a~umnos, que quieren que sus hijos rel iban SLI educación completa en el Alma Mater de sus padres, el Ateneo mantiene una escuela completa de grados para alumnos internos. Se admitirán niños mayores de ocho años que reunan los requisitos ~ostumbra­ dos. Las c'ases serán muy reducidas y o se aceptarán más de cincuenta estudiantes. , ' ' Para informes dÍrigirsea1-s;~t"etari11 P. O. Box 154, Manila, P. l. ., •' j< 1 ¡¡1 ;:((::::::::::::::=:=::::=· s::= ==~==;::: :::=::::::::::= :::= :::= :::= :::==::::::::::=::;:_::;:: ::::::::::::::::::::=::::=~\ ~;..;::· ::::::::::~:::.:::=::::; ~-------------- \·~----La Flor de la Isabela Grcn Fábrica de Cigarros, Cigarrillos y Picadura de la COMPAAIA GENERAL DE TABACOS DE FILIPINAS Oficina central : 212 M. de ComillaEJ Tel. 2580. DE LUJO Y POPULARES ESCOLTA '' ~ ~ (:1 1 rlanila Harness Co. 56-58 Escolta Tel. 1797 PRECIOS 628 Ave. Rizal P. O. Box 1921 SIN COMPETENCIA BAULES-MALETAS-SACOS DE MANO MONTURAS-POLAINAS-CINTURONES-PORI AFOLIOS-MONEDEROS-HEBILLAS y otros muchos efectos Confeccionamos a medida y hacemos grandes rebajas al por mayor PIDA NUESTRO CATÁLOGO RIZAL P ARK Co., lnc. - - - 0 - - El mejor medio de ahorro. 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