Estudio Vol. III, Num. 59 (16 de Febrero de 1924)

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Estudio Vol. III, Num. 59 (16 de Febrero de 1924)
Issue Date
Volume III (Issue No. 59) February 16, 1924
Year
1924
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
extracted text
lL LO Vol. 111 - 11 Manila. 16 de febrero de 1924 11 Num. 59 = = ~-----~---'ifil!J,:~:gig,;~¡g¡g¡,::,l!!l!W::<lilll! ,::,;¡¡::H',::,l!m!F::'~'::,~J!,::,~J!' ,::< ll'llt ,::,J!:;p:: lfil!J;:, I!II!J,::'~'::' :¡¡;:¡¡:,;:, ltll' :;:, i: : ·o:i::g :;:' :g;g,;:,:!r.:i ,::<ll:I~ ~:<I! ~.,::<:iI:!I,::<~ll"::<:&'jj:,;:,rruJI,::<ll!'IIDl~:m~.:::<:ru!!» 1 @ ~ ' i i "" ®------------------ -___________ _____..., -·~ i ----= ~ ~ 1 : ~ ~i 1 !~~~vr~r~wro 1 M fill : f¿~j~ nl ~M~~ : ~ ~ 1 1 ~ ii;i 1 REVISTA S~MANAL 1 ~ ~ 1 l 1 ~ i 1 Esta Revista se publica todos los A ¡ i [:1 1 sábados por Alejandro de Aboiti::. ~ l ~ [~~ ! Registrada en la Administración de Correos de (~~·. ! ij ~1 ' Manila como correspondencia de se.nunda clase. V. 1 , ... [;] l TodoslostrabajosquepublicaESTUD/Osonori~"· ! ~ ~ 1 ginales !J exclusivos. Queda ferminánfemenfe ~ 1 rn ~i:: 1 prohibida su reproducción ·•1)\ 1 '.~ ííti 1 1 ¡¡¡ ~ 1 1 ~ ... , 1 PRECIOS DE SUSCR!PC!Ól{: 1 ':~ f;l1 1 1 iri l~! 1 Un a !lo . . . . . . . . . . . P 6 00 1 ~~ íítl 1 ú"11 se"zestre . 3 -o 1 iili '.~! 1, " - . . . ' ' . ' . . . . . . ' . . . . . . ' . /) 1 ~ fije ú"n trimestre.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.00 1 -.. - ~~ 1 Xúmero suelto. . .. . .. . .. . . . .. . . . .. .. . 0.15 ¡ 1 -.. 1 ~"tí mero atmsado . . O. LO "" ~-~ •• -_1 1 .; f . . • • • • • . • • • • • • • • q ,• ;]_:,,_ EXTRANJERO, Un a110 ......... ....... $ 6.00 ~ 1 Redacción l/ Administr-1ción: Roxas Bld,q. N9 212. 1 ~ [i;i j Calle David, esq. Escoltrz-Tel. 57-2.-/l.partado 16Hl.-Jfallila. ! [i:ii ~ 1 1 ~ íítl @--------------------------------- --- (!) b_Jil.·.·-_ !l'!J ,.., ~ ~ ~ ~ ~::~I!:,::<JID!:;:<I!J:!lJ:::<I!J:!!l,::<l!r1ll,::'~'::<l!JI!J,::,:;;:1!J:;:,:¡¡::it,::,:itill,;:,.!!11!:,::,:l!l! !!11!l,;;,I!JI!l:::'.!ffi!l':~:!ll:lt,~'~'::,:¡;;:¡¡;,;:'i:!ll:!!J,::'I!II!:'::,I!J:!!l~:,I!l:!!l~~,;~:r.dfil!!J;~:!!l;:<!ID!J,;:,I!J:I!l,::<:~J~,;:,~ ~~ ~ s~¿ <€)=-d ~.~ j¡®"""" - 11 SUMARIO ,1 ES LEBT El N GOTT Lactancio. ,, ~I L FUERZA PROBATIV A DEL P. de Isla. t MILAGRO 'I 1 ~¡ EL SOCIALISTA BEBEL Filadelfo. ~ ~· ]!D;!( ~¡ LIMADURAS E. L. Ferreiro. ~ ~I EL HÉROE MUTILADO "El Peregrino". l DESENGAÑOS ... P. de Isla. il HOY Y AYER Un Filipino. 11 1 ,1. ........ EMPAREDADOS-SEMANA.-TEATRO. ¡¡ ~~~ .....-==:@::::; ¿~s .... ::9: ~~ f_EVISTA J3EMANAL Enterecl as second cla.ss matter at the Post-O/fice at Manila DIREC'l'OR:-i\lrjaubro lle í\boitii! TEL. 572 ADMINISTHADOR:-1!Iirrntr í\gan P. O. BOX 1646 Vol. 111. 11 ---------===::===\\ = = Manila, 16 de Febrero de 1924. Num. 59 -======== Es Le bt Ein Gott ... UN allá dijo Eurípides que a quien Júpiter se propone estrellar, primero lo pone en berlina. O traduciéndole con alguna menor libertad, que cuando el padre de los dioses quiere perder a un hombre, comienza por privarle de la razón. De entonces acá viene la experiencia confirmando el pronóstico legado a la posteridad por el inmortal vástago de una verdulera y de un tabernero, humilde origen que no le impidió llegar a ser uno de los tres grandes poetas trágicos del pueblo artista por antonomasia. Imagínense ustedes a un viajero en camisa (de chino, por supuesto), sentado ante una mesita sobre cubierta, con una botella de legítimo "whiskey" a la vera de la mecedora, donde se balancea remolonamente con los ojos perdidos en el vacío del espacio, cuando no los clava en el frasco de licor cuyo contenido los va nublando poco a poco a medida que su dueño persiste en trasegarlo del cacharro al costal de sus pecados, el cual da vá muestras inequívocas de haber traspuesto los umbrales de la ebriedad. Y puestos a cavilar, figúrense Ustedes tener a la vista un ciudadano que habiéndose alistado en su juventud en las filas de una Sociedad universalmente respetada, alzóse un día con el guiñapo de la rebelión teñido del más rabioso almagre y estableció ranchería aparte tratando de explicar su extraño proceder con la conducta observada por los jefes del ejército cuya bandera desertaba, a la sombra de la cual no le sería posible conquistar los puestos de la vanguardia porque abundaban entre los compañeros de carrera quienes valían cien veces más. Y ese individuo que comenzó por abandonar a sus conmilitones para saciar la vanidad infantil de constituir una guerrilla al frente de la cual pudiera figurar en los combates de religión, ese oficial traidor que aprovechando la coyuntura de una escaramuza se aleja del paraje a sus cuidados encomendado y se pasa al bando enemigo en la esperanza de ocasionar con semejante deserción la ruina definitiva de sus antiguos correligionarios, sienta plaza de reformista y figura ante sus banderizos con el pomposo mote de "Fundador". Gracias a las pasiones políticas de los unos y a la sencillez e ignorancia de las masas ha conseguido arrastrar a un grupo inFebrero ESTUDIO 16, 1924 significante de Filipinos, pues, dígase cuanto se quiera, tenemos el convecimiento de que el noventa y cinco por ciento de los llamados disidentes piensan hoy tan en Católico como hace treinta aüos y conservan los mismos ritos del culto externo y hasta las mismas devociones a santos "castilas" y "extranjeros" y "frailes", habiendo cambiado inconscientemente y por engaño tan sólo la denominación. A todo eso, falto el "fundador" del talento indispensable a quien se decide a lanzar el grito de reforma, ha ido abdicando de todas sus pasadas creencias y dejando en los zarzales de la ruta los jirones de su primitiva fe, de la cual ni aun siquiera le quedan las verdades más fundamentales, pues, según los hicimos notar hace algunos meses en estas mismas columnas, ha negado yá abiertamente la misma Divinidad, circunstancia que le coloca a nivel inferior al de los habitantes del Tibet o del Senegal, a menos de hacerle acreedor al derecho de entrar en una casa de salud. No lo decimos nosotros. Lo sostienen Rousseau y Voltaire. A media que avanza el tiempo continúan las maniféstaciones de su espíritu destructor. y no sabiendo cómo llamar la atención del público, nues toda persona sensata se ha penetrado yá de lo ridículo de su situación social, echa mano de los registros de trompetería para despertar el interés de los unos y ver de herir en los otros su religiosa suscentihilidad, sin alcanzar mediante el maneio de ese sobado resorte populachero sino afianzar en todos la opinión yá muy cimentada y común de su ineptitud y desmerecimiento espiritual. En todas sus declaraciones, sean del vénero aue fueren, se encuentran siempre dos acordes pedestres, especie de "leitmotivos" de caión, de los cuales se vale el obispillo de comedia nara declarar ante los paisanos su sunuesto natriotismo y sus falaces simp<itías hacia las conquistas <le la razón, cuando son vá de todos conocidas las frecuentes Q'enufli:Yiones nor Pl tributadas a los nrohombres <le b Metrópoli actual v su nroverbü1 l desconririmiento de todos los ramos <lel saber. SPP'lín lo testifican cuantos tienen Ja onnrtuni<l::irl de tratar con él. Buena prueba de lo primero es lo sucedido a bordo del "Vizcaya", ocurrencia comentada y desmentida por la prensa ilonga y a la cual dieron interpretación patriotera algunos informantes dE!:l periodismo local. Como el "Apo" pasara tan cerca del "Vizcaya" que todos los pasajeros podían divisar a simple vista al Gobernador General, apresuróse Aglipay a salir del estado de democrática indumentaria y acudió al radio para trasmitir a nuestra primera autoridad cariñoso despacho, mientras se asomaba al costado con el intento de confirmar su comunicado cablegráfico con una mogiganga de saludo militar. Hasta aquí nada hay que no cuadre perfectamente en las leyes de la caballerosidad. Mas, leyendo venía el señor d2 Malacañán y leyendo pasó al "Vizcaya", sin cuidarse poco ni mucho de las posturitas cuartelarías de Aglipay, a cuyo mensaje se dignó empero contestar galantemente el General Wood, y aquella actitud de indiferencia debió de producir en el amor propio del renegado ilocano el efecto de un puyazo en lo más sensible del colodrillo. Y dejándose llevar del despecho quisieron él y su compinche hacer creer a los viajeros que habían enviado al Gobernador General aquel ridículo y ofensivo despacho publicado por aquellos días en algunos periódicos de esta ciudad. Ultimamente ha intentado manchar con las salpicaduras de su saña la Santa Biblia, "ese libro prodigioso en que el género humano comenzó a leer treinta y tres siglos há, y con leer en él todos los días, todas las noches y todas las horas, aun no ha acabado su lectura; ese libro prodigioso en que se calcula todo antes de haberse inventado la ciencia de los cálculos, en que sin estudios lingüísticos se da noticia del origen de las lenguas, en que sin estudios astronómicos se computan las revoluciones de los astros, en que sin documentos históricos se cuenta la historia, en que sin estudios físicos se revelan las leyes del mundo; libro que cuando los cielos se replieguen sobre sí mismos como un abanico gigantesco, y cuando la tierra pa<.lezca desmayos, y el sol recoja su luz y se apaguen las estrellas, permanecerá él solo con Dios, porque es su eterna palabra resonando eternamente en las alturas". Así opinan inteligencias tan esclarecidas como la de un Donoso Cortés, pero a ese curita renegado, que por ventura en sus mocedades de seminarista desfloró algún tratadito de hermenéutica y acaso leyó a tirones los libros de ambos Testamentos, se le antojan un centón de cuentecillos judíos y "fábulas trasmitidas intactas de generación en generación, inventadas por la primitiva e infantil ignorancia) narraciones funambulescas matizadas de misterios y milagros, las cuales no debieran de ponerse en manos de persona decente jamás". Como se ve, Júpiter ha debido de proponerse llevar al apóstata Aglipay a la perdición. Habiendo comenzado por desertar de nuestras filas con la ridícula ilusión de lleVol. III -2- Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 varse de calle a todos sus paisanos con solo empuñar el banderín de una nueva religión independiente y nacional para quedar en la poco airosa postura del gallo de Morón, ha terminado por derribar con la piqueta de su· odio al Catolicismo la espléndida arquitectura doctrinal transportada de nuestra acera a la de enfrente en el momento de la evasión. El caos intelectual donde ha venido a narar nos muestra una vez más lo peligroso de jugar con Dios. Cuando se colma la medida de su justicia, junto a cada Capitolio se yergue de pronto la correspondiente roca Tarpeya, y el "divino" N abucodonosor subirá a pacer la yerba del monte en compañía de sus bestias y el "superhombre" Nietzsche terminará sus días en la celdilla del manicomio, que según está confirmado hasta la monotonía en los anales de la humanidad. Es lebt ein Gott, zu strafen un zu nechen. LACTANCIO ~~~~~t.~~,~~~~~ .. ~~~~~~~~~c'/;~<'/.>~.-..~ ..... ~~~~~ .. / ... ~~~ ..... ~ .. ,.... 1 e DESENGA1'ÍOS... e 1 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~t;.~~t>"/,.~;~~~~-~~~~t.>~~~t,¡.t,¡.~~~ ¡§' I sup1era1s, tío amado, Las angustias que he sufrido, Pensando en vuestra desgracia En el muelle de lloilo ! Del vapor en la cubierta Solo y tristote os he visto, Buscando algún parepare O algún saludo de amigo. Ya me figuro el bromazo, El chasco y el disgustillo, Que unos súbditos os dieron Tan poco caritativos. No entiendo tal desacato, Ni tanto olvido me explico: ¡Dejarle al 11fáximo en cuadro Sus mismos ilongos hijos, Sin un coche miserable, Ni una calesa de chino, Ni un truck, ni canga, ni quiles, Ni un auto de baratillo! ... II Y al veros así humillado, Dais al camarote un brinco, Y os quitáis la indumentaria De obispillo y señor mío, Para evitaros bochornos Ante un público tan digno. ¡Adiós esclavina y borlas! ¡Adiós pectoral y anillo! ¡Adiós ilusión perdida De entrar con bombo y platillos En la: capital ilonga Rodeado de señorío, Entre aplausos y discursos De un público distingujdo ! ... ¡Dormid en mi maletilla El sueño del triste olvido! Y luégo tras el mareo Que dentro el vapor os vino; Después de aquel telegra.ma A un general remitido; Después de apurar la copa Del infortunio a traguillos, Otro mareo os ataca De vergüenza y sonrojillo. Si lo llevasteis con calma, Os aplaudo y os admiro. Pero creo que bufabais, Como bufa el toro herido Por un par de banderillas Que os clavó un torero listo. III Y ¿sabéis cómo se !!ama Ese listo torerito Que os acariciaba el lomo, Y ahora os cuelga el sambenito? Es mi pueblo traicionado, Es el pueblo filipino, Que conoce ya al farsante Que del pobre se ha reído. ¡El día que abran los ojos Los de llocos e lloilo Y conozcan bien la farsa Y vean de cerca el lío, Quedaréis en vuestra iglesia Desengañado y solito! No os expongáis a rechiflas Ya más, mi querido tío; Volveos, que os perdonamos, Al católico camino, Y daréis un alegrón A vuestro caro sobrino. P. DE ISLA. ®·······---~--~--··--------------------® ®----------~----------- ~----------1'il' ! 1 1 1 1 1 1 1 1 Tel. 802 Roxas Bldg. N.o 212 A.M. OPISSO ABOGADO 501-502 Filipinas Bldg. l CAVANNA, ABOITIZ & AGAN ABOGADOS Tel. 572 (!)------........ -·- ---·---------(!) :!)------------------ --------Ce) Vol. III -3 Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 ~l~~~~~E~l~S~o~c~i~a~l~is~');·~e~b~e~l~~~~~~I ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 11~~~ N esfuerzo más, lector amigo, y habremos . tl, conseguido despejar del todo nuestro t camino en busca de la verdad católica sobre el "Origen del Poder". Grandes han sido los obstáculos hasta aquí vencidos; y no pocos ni pequeños montones de escombros hemos tenido que q1;itar de en medio. Fáltanos uno, que por su extensión y por su grandeza, vale por todos los otros. Nos referimos al "socialismo", sistema antitético del cristiano, negación rotunda de cuanto afirma la fe. Largos en demasía seríamos, si quisiéramos ocuparnos de ese sistema sociaNstci en todos sus aspectos y bajo todoS. sus puntos de vista. Ni siquiera podremos estudiar a todos los fij,ósofos y escritores socialistas. Con uno solo nos contentaremos; con el verdadero padre y patriarca del socialismo alemán, Bebel, si bien acá y allá recogeremos textos de otros socialistas alemanes, no menos radicales y ateos que el yá citado. Y sin más preámbulos vengamos al grano. Dejando a un lado y por no interesarnos de momento las afirmaciones socialistas sobre la inminencia de una revolución violenta, que por desgracia vino a hacer vosible la guerra europea, con su séquito de bolcheviquismo, que, cual monstruo de cien tentáculos, va extendiendo sus raíces por el mundo, pretendiendo aprisionarlo y ahogar en sus garras a las diversas formas de gobierno existentes; dejando a un lado sus prédicas sobre la necesidad, no de reforma, sino de revoluciones, y sobre los medios para llevar a cabo esas revoluciones, vengamos a la concepción que del "estado del porvenir se habían forjado los socialistas alemanes, encabezados por Bebel". Hoy y después de los amargos frutos que ese estado socialista y proletario ha rendido en todas partes, sabemos por experiencia que las afirmaciones socialistas no pueden tener yá eficacia alguna en quien discurra un poco. Antes de la guerra no faltaban entendimientos despiertos qui se habían puesto al servicio de esas ideas, creyendo, acaso de buena fe, en su valor social. Hoy todos esos intel.~ctuales del socialismo están bien convencidos del engaño en que ·vivieron. ¡Quién había de decir por ejemplo a Gorlci, el. 1·2volucionario novelistci ruso que había de ser una de lcts víctimas más cruelmente verseguidas por el socialismo ruso, y que tendría que mendigar un trozo de pan en las puertas de aquellos por él llamados burócratas, y contra los que van tqrribles diatribas escribiera! ¡Y cómo ha-, bía de imaginarse Liebknecht que las tropas, bajo las ór-· denes del socialista Ebert, serian las causantes de su muerte! Mas; ¡así paga el diablo! a quienes bien le sirven. Lo malo es que no acabamos los hombres de entender estas fi/o.~ofias, ni nos sirven de algún provecho las lecciones que de rnando en cuando nos proporciona gratuítamente la F'ilosofia de la Historia . En primer término, y según veremos más ampliamente, el socialista clásico alemán y como el alemán el ruso, el italiano, el francés, el espmíol y todos los otros socialistas, no quiere nada con Dios, cuya existencia le molesta terriblemente. "No debemos omitir sacrificio alguno, decía en la .4samblea de Magdeburgo el socialista Roske, para que el a'ire de nuestra pcitria alemana se haga cada vez más irrespirable para los representantes de la clemencia di Dios. El día que se vayan, sacudiendo el polvo de sus sandalias, la gran masa del pueblo alemán no derramará por ellos seguramente una sola lágrima" (Protokoll des Pa rteitages). "En las próximas elecciones aconsejaremos al pueblo que no con/ íe yá su historia por más tiempo a los instrumentos coronados del cielo" (!bid.) "Todos nacemos aptos para gobe1·na1·nos. ¿Y quién sabe si los príncipes no son otra cosa que directores d~· empresas ordinarias, vulgares g.erentes de negocios que pueden encontrm·se a millares entre las muchedumbres?" Para hltcer corta una larga historia, que pudiéramos tejer con textos de las obras de Bebel y de los má.s significados socialistas terminaremos estos apuntes por hoy con unas palabras de un manifiesto comunista, mas no sin advertir lo siguiente. Para el socialismo el poder "no viene de Dios'', porque todo poder s117Jon2 la ex·istencia de un Estado en el cual se eje1·za, y lo más so1·prendente de la futura Historia socialista será el que no habrá Estado alguno. Esto parece un absurdo, pero absurdo y todo nadie les quita a los socialistas el derecho de hablar y escribir lo que les venga más en talante. "El poder público perderá, en el futuro estado socialista, su carácter político, tan pronto como al impulso de la evolución hayan desaparecido las dij erencias de clases y la producción esté reconcentrada en manos de los individuos asociados. El pode1· público no es en sustancia más que la fuerza de una clase organizada para oprimir a las demás. Cuando el proletariado se constituya forzosamente en clase, para dar la batalla a la burguesíci, y por medio de la revolución se haga dueño del poder, y como clase dominante decrete la violenta desaparición del antiguo régimen productivo, har;-á desap;arecer cd mismo tiempo las circunstancias y condiciones que determinan la oposición de las clases sociales y aún las clases mismas y en consecuencia desaparec.erá su misma sobemnía como clase (Kommunistiche Manifest), y nos quedaremos tan ricamente, sin rey ni Roque que nos moleste en lo mas mínimo. Aquel día, lector, vamos a estar "al p.elo". Yo, pongo por caso, no tendré yá más que hacer que "tumbarme a la bartola", y no preocuparme de si es martes o miércoles; no necesitarás sino hacer tu santísima voluntad y "aquí paz Vol. III -4- Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 y después gloria". ¡Qué bien se d.ebe estar cuando no hay escuela!, quiero decir, cuando no haya gob·ierno. Empero; a cualquiera se le ocurre preguntar ¿Y el gobierno del proletario no es también gobierno y, según las trazas, más despótico que los que hasta aquí hemos disfrutado? No deja de tener su miaja de gracia eso de que el poder político no es .ni más ni menos que el disfrute de poder mandar a los otros, qw3 dá la fuerza propia Si .ello fuera así claro es que quien tuviese más fuerza seria quien tuviera más poder .. . Y como fuerza implica no solo "puños", si que también talento, y más talento que puños, pues no en balde se dice que "más vale maña, que fuerza'', nos resultaría que, por arte de birli bfrloque, "los más pillos y los más vivos" serían los que dominasen la situación; lo cual no siempre suele ser verdad, aunque sí lo sea con harta frecuencia, gracias al "sufragio universal" de donde dicen los dem-Ocratas que sale el podir, @----.-.------------------~ 1 1 1 1 (!) • Vol. IIT GABRIEL LA ABOGADO Oticina: lli .J. Lu11.1 \lna ~eb\c\a C\)e\\c\o~a o Tel. 8536 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 -5 que no debe ser más que la exp1·esión de la voluntad del pueblo, al elegir a sus representantes, quienes .eligen a sus presidentes, que son los que "parten el bacalao". Y he aquí, cómo sin querer, venimos a dar la razón a los más avanzados socialistas. Si el origen del poder es el pueblo, como quieren por aquí tantos ilusos y como se empeñan en hacernos creer los americanos, entonces no hay más que decir que el "poder es .el patrimonio de la fuerza, no física, pero sí "bribona" de unos cuantos "listos", que se las arreglan muy guaparnente para engañar al pueblo. ¡Cuán cierto es que todos los errores están encadenados con una trabazón lógica, de que no hay modo ni manera de escapar ! Mas de ello filosofaremos otro día, qiie hoy e.~ tarde y "viene lloviendo", y me temo que alguien esté "echando chispas", por la tardanza en entregar el material. "FILAD ELFO". (.!;----------------------'\•] Dr. Miguel de la Concepcion DENTISTA 25 'I'. Pinpin cu" Gf-- . J O\\\CO Tel. 3532 ~~~\ém\\c\o Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 AS fiestas que acabamos de celebrar en honor de "el Papa de las Misiones", deben servirnos para espolear nuestra inveterada pereza y obligarnos a entrar de lleno por los caminos del apostolado. Del apostolado católico, de ese apostolado sincero, desinteresado, consolador, cuyo solo anuncio sea capaz de provocar en los labios augustos del Santo Padre aquellas palabras solemnes de S. S. el Papa Pio X quien, al responder al saludo que, en cierta ocasión, le dirigió la juventud francesa, embargada su alma de santa emoción, les dijo: Confortado por los nobles sentimientos expresados en el saludo que acabais de dirigirnos, Nos damos gracias al Sefior que, de vez en cuando, nos procura tales consuelos y concede a Nuestra debilidad el valor necesario en los combates que hemos de sostener. Vuestra protesta es verdaderamente consoladora para Nuestro corazón. Ella Nos asegura que, en medio de las dificultades por las que está atormentada la hora presente, Nos tendremos a Nuestro lado, en la lucha por el bien, a jóvenes muy queridos los cuales, unidos en ideas y en sentimientos, bajo la sombra de la bandera en la que se lee la hermosa divisa, piedad, estudio, acción, Nos conducirán a la victoria". -La unión en ideas y en sentimientos para luchar fructuosamente por el triunfo de la verdad, tan acerbamente combatida en nuestra patria, es punto menos que imposible. Para la inmensa mayoría de nuestros jóvenes, las palabras, piedad, estudio, acción, tomadas en el sentido que les atribuye el Soberano Pontífice, carecen en absoluto de significación. Y si no, concretemos. En primer término, los alumnos de las escuelas oficiales del gobierno, con la inteligencia orientada exclusivamente hacia los hechos sensibles y transitorios, son incapaces de espaciar la mirada del alma por las regiones nobilísimas de la verdad permanente. Para esta clase de jóvenes, tan numerosos por desgracia, el problema del apostolado no cuenta con los datos más rudimentarios para ser planteado. -Es una afirmación general en demasía. Hay muchos escolares, inscritos en los registros de la Oficina de Educación pública, que permanecen fieles a la religión de sus padres. -La excepción confirma la regla. Como tesis indiscutible desde el punto de vista de la totalidad moral, única que cabe admitir en esta clase de asuntos, podemos adelantar que la práctica del apostolado religioso está sustancialmente reñida con la neutralidad escolar. Los hombres arreligiosos, los hombres neutros en lo más fundamental de la vida, no pueden en modo alguno asuirar al glorioso dictado de apóstoles. El apóstol, ha dicho uno de los mayores pensadores del siglo XIX. es a la vez un vidente, un soldado y un mártir; el apóstol está hecho de luz, de energía y de generosidad; el apóstol habla como un profeta, lucha como un soldado, muere como un mártir. No hay apóstol sin profunda clarividencia de los grandes misterios de lo Infinito. El apóstol es el hombre providencial que tiene el deber de revelar al mundo los arcanos eternos del Altísimo. Y para propagar la verdad, es necesario que la comprenda y que la domine hasta en lo más recóndito de su sentido. Para estar enamorado de la verdad, se requiere verla en sus magníficos esplendores. La verdad domina al apóstol por encima de todo, se apodera de su alma con vigor indomable y le enseña el arte de reducir a los más rebeldes al yugo de la fe, y le inspira el modo de mover, de persuadir y de convencer. El apóstol es el gran estratega de la doctrina. En otras inteligencias, la doctrina es como una chispa debajo de la ceniza, en la inteligencia del apóstol es como un volcán. -No conviene extremar los conceptos del discurso ni recargar los colores del cuadro Acaban por perder la verdad y la belleza de que estaban adornados. La educación, convenientemente dirigida, es medio excelente de preparar a los jóvenes para el ejercicio del apostolado. La piedad y el estudio son los preliminares de la acción. Y no sería justo establecer como postulado indiscutible que nuestros jóvenes están privados radicalmente de los beneficios de esas dos grandes virtudes, la piedad y la estudiosidad. -La verdad es que no les interesan extremadamente ni los ejercicios de la pieda<;l cristiana ni el estudio de los problemas religiosos, cuyo cabal conocimiento es la base de este apostolado. Sin interés no es posible la educación. -El interés se puede crear. Todo es cuestión de labor metódica y de perseverancia invencible. La juventud filipina está dotada de excelentes condiciones psicológicas para ser empleada en la conquista del bien. De nuestra juventud podemos afirmar lo que, hace veinte años, decía de la francesa el famoso Conde de Mun. "Miro en torno de mí y veo el gran movimiento de la juventud, en que todos los ardores de la fe, todos los recursos de la inteligencia y del estudio se unen para el servicio del pueblo, en una pasión de amor hacia él, en un requerimiento de justicia, admirablemente sincera y desinteresada, en una sed jamás apagada de la conversión de las almas; miro, comparo y me digo que, en medio de las amarguras de la hora presente, nuestro tiempo no es un tiempo maldito; me digo que. a pesar de nuestros defectos, no estamos vencidos y que este renacer imprevisto, esta savia rejuvenecida, esta actividad incansable, es lo que perturba, exacerba y aloca a nuestros adversarios. Los que se resignan a la impotencia, los que se duermen en la molicie y toman el reposo por la paz, son los únicos dignos de lástima a quienes podemos considerar como definitivamente derrotados. Y, por el contrario, los dichosos, los favorecidos por la suerte, aquellos a quienes pertenece el porvenir, son los hombres de lucha a quienes las tormentas de su tiempo han arrojado a los campos de batalla, encontrándolos perfectamente aparejados para el combate". Vol. III -6- Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 -i Lástima no fuese verdad tanta belleza! Como aspiración es admirable, como hecho real, inadmisible. El único tópico que interesa algo a nuestros jóvenes es el de la independencia de Filipinas. Pensar otra cosa es cerrar voluntariamente los ojos a la luz de la evidencia. -Las reservas vitales que se emplean hoy en defender erpleito de nuestra patria, podrán consagrarse más tarde a empresas de no menor importancia. Las energías existen ; veamos de encauzar las por los derroteros del apostolado. -Nada haremos sin crear antes una conciencia social y religiosa bien documentada. -A ello se encamina nuestra propaganda. E. L. FERREIRO. Grandiosa Manifestacion Catolica CON MOTIVO DEL TRIDUO DE FESTEJOS EN HONOR DEL PAPA DE LAS MISIONES E grandiosa en efecto podemos calificaJ' la manifestación de amor y simpatía, que a la Cátedra de S. Pedro ha dado el pueblo católico de Manila. Cuantos hemos tenido la dicha de asistir a los actos que, con motivo del segundo Ani1:ersario de la Coronación de nuestro Pontífice reinante, llamado por antonomasia el Papa de las Misiones, se han celebrado en esta Capital, jamás podremos olvidaJ' las impresiones que han dejado en nuestro corazón, dulces unas, sublimes ot1'as, gratas y consoladoras todas para los que siempre creímos ser el pueblo filipino de los que caminan en las avanzadas del Catolicismo. Amaneció el dia 10, un día claro y despejado, antojándosenos más diáfano el ambiente y más azul nuestro hermoso cielo oriental, cual si quisiera ser en ese día digna techumbre del grandioso acontecimiento que, bajo su azulada inmensidad, iban a celebrar los hijos de la tierrn. Eran las 61/2 de la mañana cuando pletóricos de entusiasmo y rebosantes de íntima deleitación, nos lanzamos a la calle, ávidos de adentrarnos los encantos de aquel alborear y de contemplar aquel afluir de católicos de todas las clases de la sociedad hacia el campo de la Luneta. Y en el camino, con esa amable fraternidad que el Catolicismo establece siempre entre sus hijos, pero en especial en días tan solemnes, no podíamos menos de consagrar una sonrisa de satisfacción y un cariñoso saludo a los que como nosotros, con la misma alegría santa en el corazón, se dirigían al lugar del magno suceso. Llegados que hubimos a él ofrecióse a nuestros ojos el más grandioso espectáculo que jamás pudimos imaginar. Rodeando el altar en el que se había de inmolar la Hostia santa y ansiosos de ver llegada la hora tan suspirada, había una ingente muchedumbre de católicos, cuya magnitud apenas si podía abarcar la vista. De entre aquel inmenso racimo de cabezas humanas se erguían, airosas y flotando al viento, las banderas e insignias de las Cofradías y Asociaciones católicas Vol. 111 -7 de Manila. Pero lo que más nos llamó la atención f ué el ¡·er mezclados en santa democracia al rico !J al pobre, al sabio !J al ignorante, al alto empleado civil y al humilde artesano. Porque estaban allí representadas dignamente, en número y en calidad, todas las clases de la sociedad manile11a. Y así pudimos 1·er al lado del elevado funcionario de nuestra Magistratura el entusiasta y joven cadete de nuestros Colegios católicos: al lado de la respetable dama de nuestra aristócrata sociedad la sencilla y simpática dalaga del pueblo: al lado del potentado mercantil el oscuro y laboJ'ioso obrero. ¡Sublime espectáculo, que solo la Religión del divino iVI aestro puede hacernos contemplar! Y llegó el augusto momento del sacrificio de la Misa, y yá no encontramos palabras en nuestro pobre lenguaje !)ara expresar, siquier pálidamente, las bellezas y encantos que tuvimos la incomparable dicha de contemplar. Un pueblo entero cantando las divinas alabanzas; un pueblo entero ol'eado de una ráfaga de amor y santidad que flota en el ambiente; un pueblo entero postrado de hinojos ante el símbolo que lo enalteció y glorificó; un pueblo entero rindiendo un tributo de a mor al Dios de los A mores; el representante de la autoridad más gmnde y augusta del universo elevando en sus manos consagradas el Cordero inmaculado, adorado con encendidos afectos del corazón, en medio de un silencio imponente, por un pueblo entern . .. ¡ah! son cosas demasiado sublimes y divinas para cantadas por los que tan solo medios humanos poseemos. Cuando terminada la santa ceremonia con la bendición del Sr. Delegado de S. Santidad, oímos los vivas lanzados por uno de los presentes y contestados con indescriptible entusiasmo por toda la multitud allí congregada, creímos volver a la realidad de la vida, después de habeJ' vivido unos momentos en otras regiones que en nada se parecen a las de la tierra. Y vino después el desfile y atónitos ante su brillantez y policromía no pudimos sin embargo contener un sentimiento de pena y nostalgia, por no poder hacer más duradera (Pasa a la pag. 10). Num. 59 Febrero VISTA PANORÁMICA DE LA GRUPOS DE CADETES DEL ATENEO. AL FONDO EL ALTAR Febrero ESTUDIO LUNETA DURANTE LA MISA SOLEMNE MOMENTO DE LA ELEVACIÓN Febrero ESTUDIO 16, 1924 (Viene de la.;pp.g. 7). aquella, hora en la que de tantos encantos y bellezas habíamos gozado. Al día siguiente en el magnífico salón de actos el Colegio de Letrán tuvimos ocasión de asistir a una de las mejores Veladas, que se han celebrado en Manila y que será, no cabe dudarlo, de eterna recordación. El salón, yá de suyo elegante y suntuoso, estaba realzado por un artístico caballete, en el que, profusamente iluminado y engalanado de flores, campeaba el retrato del inmortal Papa de las Misiones Pío XI, objeto de la velada. Con harto sentimiento omitimos la descripción de los elocuentes discursos pronunciados por los oradores que dirigieron la palabra, ya que los límites de esta reseiia no nos permiten alargarnos m_ás y la prensa diaria les ha consagrado largas colu1flnas. Baste decir que los tres oradores respondieron dignamente a la distinción con que les honró el Comité encargado de la velada y que los números de música y canto corrieron a cargo de los elementos más notables del prestigioso Colegio de Letrán, que no es poco decir. Lo que si queremos hacer notar es el discurso improvisado que pronunció el Sr. Delegado. Monseiior Piani es un orador de gran talla: posee, entre otras muchas, la rara cualidad de subyugar hasta a los más refractarios a toda clase de entusiasmo, como pudimos muy bien notarlo en su discurso. Y es que sabe decir las cosas, hasta las más sencillas, con tal fuego de entusiasmo, con tal acento de convicción y con un ademán tan ajustado y preciso, que se conquista el ánimo de los oyentes y cautiva sus corazones, sin apenas darse uno cuenta de ello. De ahí que cada párrafo, cada frase del Excmo. e Ilmo. Delegado fuese interrumpida por una salva de aplausos espontánea y frenética. Cuando todavía resonaban en el ambiente los brillantes acordes de la Marcha pontificia, abandonamos con sentimiento aquel salón, en el que por espacio de dos horas habían floLA ELEV ACióN tado los efluvios de la ciencia y el arte rindiendo un tributo de admiración a la magna obra misional del Catolicismo. El día 10, último del triduo y fecha de la Coronación del Papa de las Misiones, se celebró en la Catedral la Misa anunciada en los programas. También tuve la suerte de asistir a tan grandiosa solemnidad y para abreviar solo he de decir, que pocas veces se ha visto tan lleno de fieles el vasto templo de la Catedral de Manila: que la interpretación de la inspirada Misa de "Angelis", dirigida con insuperable maestría por los PP. Benedictinos y cantada por todos los Colegios católicos de Manila, y muchísimas otras personas que se agregaron a ellos, alcanzó un éxito que superó a cuanto esperábamos nosotros y que en una palabra la solemnidad del acto en nada desmereció del celebrado en la Luneta dos días antes. Ofició de Pontifical nuestro amantísimo Prelado el Excmo. e Ilmo. Sr. Arzobispo. Hubo representaciones nutridas del elemento eclesiástico y civil, sin que tampoco f altas e el Excmo. Sr. Delegado. Digno final de tan fausto acontecimiento, que hará época en los anales del Catolicismo de Filipinas, fué la grandiosa recepción que el Representante de su Santidad dió por la tarde en el Palacio de la Delegación Apostólica. Podemos decir sin temor a equivocaciones que ante él desfiló, en ordenada y simpática peregrinación, todo el pueblo católico que asistiera a los actos religiosos de las solemnes fiestas, ansiosos de besar el anillo pastoral y dar una vez mis elocuente testimonio de su adhesión y amor a la Cátedra de S. Pedro. Así terminó el triduo de festejos que, dando un ejemplo de Catolicismo práctico, al mundo entero, ha dedicado el pueblo de Manila al Papa de las Misiones Pío XI. De todo ello nos ha quedado en el corazón, un consuelo para el presente y una esperanza para el porvenir: consuelo por lo que hemos visto: esperanza por lo que esperamos ver. LA BENDICIÓN (Fotos de F. Montes.) Su Excelencia el IWmo. Sr. Dele= gado dando gracias despues de la Misa. (Cortesía de EJ:celsior.) Vol. 111 -10- Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924· 1 ~m~atec\ac\os ~~~~~~~~~~~~~.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ONORABLE don Vicente Sotto, Diputado por el Segundo Distrito de Cebú, ¿en qué quedamos? Nos vuelven a asegurar qu?- los Católicos os han comprado. Y el mismo informante nos certifica que vos os habéis dejado vender. . . o comprar. Nosotros seguimos sosteniendo la imposibilidad de ser verdadera semejante información. Y ellos continúan erre qu? erre dándonos todo género de seguridades sobre la veracidad de este cambalache periodístico. Nosotros defendemos a capa y espada la in~orruptibilidad de vuestro cívico valor. Y ellos nos salen siempre con que no todo el monte es orégano ni oro cuanto reluce . .. Así no podemos proseguir. Es necesario saber la verdad. Hon. Sotto, ¿en qué quedamos? ¿Se ha vendido Usted o no se ha vendido a los Católicos? ¿Es cierto o es falso que los Católicos le hay in tapado la boca con un puñado de billetes? ¿Se fundan en algo o carecen de fundamento nuestros informantes? H on. Sotto, ¿en qué quedamos? Que se sepa la verdad. Sea cual fuere. Duela a quien duela. El público tiene derecho a conocer los derroteros de una publicación. Si "The lndependent" calla porque los Católicos le pagan su silencio, que lo diga muy clarito para que sepa a qué atenerse cada lector. Honorable Don Vicente Sotto, Diputado por el Segundo Distrito de Cebú, ¿estáis vendido o no? QUIEN pueda en una batuda de triscas volatineras lucir sin alguna duda, ninguno como TIJERAS. SAN. TXO. Decía Napoleón Bonaparte que al hombre dispuesto a venderse se le debe comprar. Y Napoleón Bonaparte conocía muy bien a bs hombres, porque los había tratado en toda su imponente fiereza durante los días sin máscara de la revolución. Si, pues, el H on. Sotto estaba en condiciones de alquilar la libertad de imprenta por el disfrute de una talega de pesos, comprendemos que algún Católico se haya adelantado a ofrecérselos en la creencia de hacer con ello un beneficio a la comunidad. Pero ¡recato! por lo que no pasamos es precisamente por esa disposición espiritual del "valiente" periodista, gloria de Cebú. Y por otra parte, es de tanto peso a nuestro entender el prestigio del informante que no nos es dado dudar. De donde, tornamos a insistir en nuestra preguntica. Honorable Sotto, ¿en qué quedamos? Incorruptible desenmascarador de todas las hipocresías sociales, ¿es cierto que esta nueua Dálila os ha cortado vuestra lustrosa y abundante cabellera? Si como reza el lema de "The Independent" "hay que exponer al enfermo en las gradas del templo, sacrificando a la verdad todo", ¿será posilJle que le hayáis condenado definitivamente a la camilla del hospital? ¿Y todo por una bolsa de monedas de sacristía? ¿Y todo por el dinero de los curas, o, lo que aun sería peor, por el dinero de los frailes? ¡Tendría que ver! Los frailes colocando un candado en los labios del Honorable don Vicente Sotto, Diputado por el Segundo Distrito de Cebú. En los labios de Sotto, el "incorruptible", el que nunca se vendió a nadie ... ¡Vaya una carica que iban a poner los electores de don Vicente, los cuales se figuraron que "Tio Tijeras" acabaría con todos los hábitos y sotanas del Archipiélago./ Vol. 111 - 11 -- Num. 59 Febrero ESTUDIO FúCAR de más breves racha~, por sorber en las chorreras de lo ajeno, hasta las cachas, ninguno como TIJERAS. SAN. TXO. Lo cierto es que a todos trae intrigados la pertinaz mudez del semanario de Sotto. 16, 192.'. Se dedica de lleno a decir disparates contra el estadista más grande que posee el pueblo Filipino. Lo cual equivale a la estéril tarea de roer la lima o de dar coces contra el aguijón. Porque el fin de cuentas todos los lectores de "Tío Tijeras" están convencidos de que el pobre diablo padece de manía persecutoria. Se le ha metido en la mollera que si no es para estas horas Presidente del Senado o Gobernador del Archipiélago se debe a su ilustre compoblano. Y no hay tal. No ocupa puesto alguno en el Gobierno porque todos están convencidos de que no posee sino un talento: el de alborotar. · Prueba de su esterilidad es la labor realizada desde que le nombraron Diputado por el Segundo Distrito de Cebú. ¿Qué papel ha representado en la Cámara Baja? ¿Qué discursos ha pronunciado? ¿Qué proyectos de leyes tiene presentados? Nada. La carabina de Ambrosio. ¿Y para eso tantísimo interés en ocupar una poltrona del Congreso? ¿Y para eso aquellas campaiias rastreras contra el república más brillante de cuantos tenemos en Filipinas? ¿Y para pasarse el tiempo gastando pólvo.rJ en salvas arrancó los votos de los pobres electo. res, prometiéndoles atar muy pronto los perros con longaniza? Pues, valiera más que se estuviese "duermes" o siquiera manejando las TIJERAS de la redacción de su semanario "The Independent". Cuando menos le tendrían por "periodfata cmsagrado", consagrado en la maestría de usar las Tijeras. PÁJARO que desentona con músicas ratoneras indignas de una persona ninguno como TIJERAS. SAN. TXO. Aglipay se resiste a reconocer la inspiración de los Libros Santos y los declara absurdos. En cambio, el renegado ilocano no tiene inconveniente en confesar la cálida inspiración procedente del jugo de las cepas. De todo el Antiguo Testamento apenas cree sino en la borrachera del bueno de Noé. ¡Ah! es decir, nos aseguran quienes lo saben de buena tinta, que también cree que pudo haber hecho uso de la palabra la mansa burra de Bala:in. Lo cual, después de todo, no habrá de sorpren~lerle gran cosa, pues la experiencia nos ensefía casi a diario la posibilidad de semejante aconteci."lliento. El resto de la Biblia se reduce en su estimaci 5n a un depósito de fabulillas que únicamente las gentes ignorantes pueden creer. En lo cual yá no estamos de acuerdo, porque de ser eso verdad, Aglipay sería quien prestara a sus narraciones mayor fe. En efecto. Ese cura apóstata pertenecerá si se quiere al número de los habitualmente iluminados por el espíritu. . . devino, como dirían sus pariparis. Pel'O tiene la mente oscurecida y es un alarbe si se le mira por el ángulo de sus conocimientos científicos. Hace y:í muchos afias (y esto nos lo asegura quien le ha tratado muy de cerca en los dos últimos lustros) i·ive de espalda hacia todos los ramos de'. saber. Por ignorarlo todo, desconoce hasta el inglé ~. "Y aquí lo parla un muchacho", que dijo el portugués. Y se comprende. Porque bueno estará él pa --a enfrascarse en el estudio cuando sus aficiones le llevan precisamente a desenfrascar . .. No nos admira que se le antoje demasiado re ::io el contenido de la Biblia. Vol. III -12- Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 ¿Cómo la va a desmenuzar si no es capaz de leerla en su lengua original? ¿Qué se le entiende a él del hebreo, ni del griego bíblico, ni menos todavía del caldeo, del arameo, del asirio, cuando sabemos que anda mal para traducir el latín? Bueno, hermano. Seguid siendo muy devoto del patriarca diluviano e imitad de cuando en cuando, siquiera para diversión de las gentes, a la aprovechada compafíera de Balaán. QUIEN tiene terribles idas por sus furiosas denteras e impaciencias recocidas, ninguno como TIJERAS. SAN. TXO. • •• -et El Aglipayanismo es Herejía 1 1 @~·-·-·-·-·-·--------~------~·------------------ .............. ··········-····---------<! FUERZA PROBATIVA DEL MILAGRO ·ti. JOS, escribe el P. Ugarte de Ercii lla S. J. (La Epopeya de Lourd es) , si bien puede valerse para el milagro aun de los malos, no lo hace, ni puede hacerlo para autorizar una doctrina falsa. En efecto ¿cómo es posible que Dios, interponiendo su autoridad acredite y justifique un error? Puede Dios en efecto, permitir el error, pero no puede autorizarlo, no puede refrendarlo con el sello real de su omnipotencia, verdad y majestad soberana. Puede Dios hacer milagros por medio de los malvados, impíos y paganos; mas no puede ser que hagan milagros verdaderos contra la fe o en favor de falsa doctrina". Santo Tomás exporte clarísirnamente la anterior afirmación: "No puede suceder, dice, que uno que anuncie falsa doctrina, haga verdadeJ'os milagros, los cuales sólo por virtud divina se pueden hacer; porque sería Dios testigo de falsedad, y ésto es imposible". Y mucho menos podrá hacerse el milagl'o en confirmación de un absurdo; pero sí para comprobación de un misterio, que no es contra la razón humana; sino sobre o superior a sus fuerza.s. Nuestra débil razón, a la manera que la potencia visiva de los o_io.s y la auditiva del oído, tiene una esfera de acción limitada; (1lcanza ha.sta cierto punto que podemos llamar non plus ultra, no más allá. Pero Dios infinitf'.rnente sabio 11 poderoso, puede traspasar estas fronteras de lo finito, pu e¿ e remontarse por espacios de.sean ;e idos e imposibles a la potencia humana, puede sin sombra de duda revelarnos lo que e.stá más allá. Luego, si consta claramente que lo ha revelado, le hemos de creer. Y como estamos seguros de aue Dios efectivamente nos ha comunicado verdades de orden sobresensible; y sabemos además que ha obrado maravillas que traspasan las fuerzas creadas, nos hemos de rendir ante la evidencia · de sus maravillas y le hemos de creer. Nos responden algunos enemigos de la fuerza probatoria del milagro en confirmación del dogma católico, diciendo: todas las sectas tienen sus milagros; luego aunque existan, no prueban la fe cristiana. ¡Bien! A lo menos esta clase de incrédulos son Vol. III - 13 mucho má.s moderados que los autores de la "Catequesis" aglipayana, que a boca de jarro nos salen con que los milagros son imposibles. Si se trata de los que ha obrado hasta el presente el Máximo con sn séquito de parepares, creo que es verdad, pero para ellos únicamente; a no ser aquel ridículo conato de falso milagro del Molawe, que fué objeto de una novena y todo, según dicen, del mismísimo Aglipay. Vamos, pues a responder a los que afirman que en todas las sectas hay milagrns, diciéndoles, que podrán sel' fábulas, o supercherías o prestigios; pero nunca verdaderos milagros. ¿Qué hicieron los Magos de la corte de Faraón, sino remedar imperfectamente los verdade}·os milagros del gran legislador Moisés? Y a veces, ni al remedo llegaron. Es instrnctfro leer el mismo texto sagrado: (Ex. 7). "Y echaron cada uno sus varas, que se convirtieron en dragones; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos". Y cuando Moisés con1· irtió en sangre el agua de los rios y fuentes de t,'gipto, di.ce la Escritura: "Y los hechiceros de los egipcios hicieron otro tanto por sus encantamientos. 111 ás adelante, cuando hiriendo Moisés el poli· o de la tierra, lo convirtió en mosquitos; "hicie1 on lo mismo los hechiceros con sus encantamientos, y no pudieron. Y dijeron a Faraón: aquí está la mano de Dios", confesando su impotencia, aun para remedar los prodigios del enviado de Dios. También nos refieren Plinio y Heródoto que habiendo fallecido un tal Aristeo, poco tiempo después lo hallaron vivo. Pero Máximo. de Tiro nos dice que el tal Aristeo aún no había muerto, cuando cundió la voz de que había resucitado. Y ¿qué crédito daremos a los admiradores de 11Jahoma, que nos dicen que de un tajo partió la luna por mitad? A lo menos en este punto creamos al falso profeta que confiesa en el Corán que Dios le negó el poder de hacer milagros. Todo el mundo conoce el ridículo milagrn de Calvino, y la farsa inventada para resucitar a un deudor suyo lamado Burlens. Este debía dinero a Calvino, y se lo perdonó a condición de que se fingiese muerto, u se levantase, al mandárselo él. Acud1"ó Calvino, rodeado de immenso gentío, que iba a presenciar el milagro; mandó al infeliz BurNum. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 leans que se lernntara del féretro, y ni por ésas; ¡levántate! ·repetía con voz muy entonada y segura, ¡levántate! y. . . el muerto de burlas, quedóse muerto de veras. Ya decía en su tiempo el famoso Erasmo: "Todos los protestantes juntos no han sido capaces de curar un caballo cojo". En 1545 trajeron de Misnia a Witemberg una joven endemoniada. Púsose Lutero ante muchos doctores a recitar e:rorcismos; pero la joven quedóse tan endemoniada como estaba. Así lo cuenta Federico Stáfilo, que presenció el hecho. Dicen también algunos: si el milagro tuviese fuerza probativa, ¿no hubieran acaso creído los judíos, que ]Jresenciaron tantos? Verdad es que muchos no creyeron; pern también lo es que muchos cre11ernn a vista de los milagros. De 'zas vrincivales, creyeron Jairo, Lázaro, Zaqueo, Sóstenes, el Centurión, José de Arimatea y otros. Del pueblo, creyeron tres mil, al oir el primer sermón de S. Pedro, y cinco mil en el segundo. Es cierto que otros no creyeron, porque eran "sepulcros blanqueados", "hijos del diablo", "hipócritas", según e:rpresión del mismo Jesucristo; eran "hijos de víbora'', según S. Juan Bautista, "duros de cerviz'', como afirmó S. Esteban, y "merecedores de ser abrasados por los fuegos de Sodoma" según Flavio Josefa, historiador judío. El Sanhedrín mismo nos confirma la fuerza probativa, cuando exclama: "¿Qué hacemos? Ese hombre obra muchos milagros; si, le dejamos impune, todo el mundo va a creer en él". Finalmente el sabio P. Ruiz Amado S. J. en su obra La Verdad desnuda escribe: "Decís que Dios hizo los milagros para fundar nuestra fe. Pero ¿por qué no hizo sencillamente que todos creyéramos? Y a que ésto estaba en su mano como alumbrar a los ciegos. ____ Sencillamente porque quiso que la fe fuera libre; que pudiéramos creer o no creer, con el fin de que la fe fuera meritoria. Si Dios nos hiciera creer, como hace a los pajaritos cantar; o hiciera los milagros delante de cada hombre, con tal evidencia que no pudiera dudar, como no puede dudar de que el sol alumbra, entonces la creencia dejaría de ser fe, porque no sería libre ni por ende meritoria. Dios ha dado argumentos suficientes para que podamos creer. Pero no nos ha forzado a ello. Pues quiere premiar a los que creen y castigar a los que no les da la gana de creer. P. DE ISLA. AL MARGEN DE LA VIDA -:üh ,.., '·t•'~ '") ~~-4~ EL HÉROE MUTILADO ~~·'.Y,, • ~ YER lo ví sentado en un banco, a la ·~· ~ sombra de una palmera y en lo más 1( )r, escondido del parque. Su rostro trisi11' i.1 te y pensativo, con el gesto de suave ~v~C!.7 melancolía que há tiempo suplantó a ·~ f'~t+J~,,...i su sonrisa buena de niño, contrastaÍ ('(~¡(?l~ ba grandemente con la alegría y opS~f;-l timismo que se derramaba· a torrentes por cuanto había en derredor. Declinaba yá el sol y sus últimos reflejos iluminaban el ambiente con una luz misteriosa y agradable al sentido, poniendo en los objetos matices de encantadora poesía. La b::nda de Música acababa de preludiar un valiente paso-doble de aire marcial, y sus notas ruidosas y brillantes parecían caldear el aire de vida y movimiento. En torno de la música la inquieta chiquillería ponía: una nota de simpatía con sus vueltas incesantes, con su alegre vo;:erío, con sus risas cristalinas, que un himno de júbilo, una canción risueña, un arpegio dulcísimo semejab::n. Un poco apartado de sus ruidos platicaba pacífican-,:mte un grupo de burgueses.. . Más apartada todavía, bajo un dosel de arbustos florecidos, una linda pareja tejía el eterno idilio. . . Recostado sobre un árbol, ora escuchando los acordes de la música, ora hojeando el libro, un estudiante repasaba sus lecciones universitarias .. _ Una; niñera, tierna adoles~ente de azules ojos y cabellera rubia, arrullaba al nene lloricón, tarareándole una canción de cuna. A la ro-ro mi niño cuando se enfada, hace unos pucheritos de a media cuarta. Por los caminos de menuda arena y entoldados de árboles corpulentos pasaba toda suerte de personas, y por el cielo y por la tierra parecía cruzar una ráfaga de belleza y alegría, que hacía a todos más hermoso el vivir. Sólo él, el héroe mutilado estaba triste y pensativo cual si quisiera re(!ordarnos con su tristeza que esta es la vida: una mezcla de risas y de lágrimas, de penas y alegrí::s. Yo pasé junto a él mirándole con cariñosa compasión, respetando su dolor. Porque yo que conozco su dolor, no conozco, no sé de la palabra consoladora que pudiera curarlo. Aún recuerdo, como si hubiera sucedido ayer, el momento de intensa emoción en que lo ví por última vez con su sonrisa buena de niño en los labios y la alegría franca y juvenil en el rostro. Fué allá, a los promedios de la gran guerra, de la tragedia mundial. Era una mañana de sol y de aromas: el puerto estaba inundado de una muchedumbre delirante de entusiasmo y patriotismo. Confundidos con los acordes de las músicas militares se oían vítores y saludos, vivas y hurras a los bravos compatriotas, que, desde la barandilla del magnífico transporte que había de llevarlos al teatro de la tragedia; contestaban tambien con vítores y saludos a aquella manifestación cariñosa de los hermanos que quedaban en tierra. Iban serenos, sonrientes, con la esperanza del triunfo impresa en la faz. Entre ellos se destacaba, por su porte y galla·rdía, un joven que ostentaba ufano en la bocamanga los galones de oficial. Era el héroe mutilado que ayer ví triste y pensativo. I'ero, ¡cuán diferente aquel día!. . . Más sereno, más sonriente que los demás, con su sonrisa buena de niño, él que era un gallardo mocetón, daba la impresión de un héroe legendario: la embriaguez ansiosa de la gloria pa1·ecía rebosar de su corazón. Ví, que sombrero en mano, saludaba cariñosamente a un pequeño grupo de mujeres, un tanto separado de la multitud delirante. En aquel grupo estaban la buena madre, la buena hermana y ella, la buena prometida, doloridas todas, pero resignadas y animosas. La fé en el triunfo de que estaba poseído el bravo oficial, parecía repercutir en el corazón de las buenas mujeres. Pitó estridente la sirena, subieron de punto los vivas y los saludos y a poco el barco se entraba, raudo y majestuoso, bahía adentro. Cuando yá se perdía a lo lejos aún Vol. 111 -14 - Num. 59 Febrero ESTUDIO 16, 1924 ví al héroe que, descollando sobre los compañeros daba el último adios al grupo de mujeres. Y ví entonces resbalar una lágrima de los ojos de ella. ¡Quién me dijera que un día había de llegar a conocer la falsedad y mentira de aquella lágrima, que tan sincera creí entonces! ... Llegó el oficial al teatro de la tragedia y allí, al frente de su puñado de soldados, vivió los días angustiosos de la campafia, la gesta gloriosa de los combates, las noches inquietas de la vangu::rdia, las largas estancias en las audaces avanzadas, mientras ks balas silban lúgubremente aullando a la muerte ... Como si la suerte, enamorada de su bizarra juventud, le amparase, sonreía al peligro, se erguía ante las colinas erizadas de fusiles y asaltaba a pecho descubierto las trincheras. Y en su pecho la Medalla militar fué alguna vez recompensa justa y digno re~uerdo de su bravura. Pero un día ... una bala enemiga, en un combate sin importancia, hirió en la pierna al mimado de la suerte, al que había salido ileso de las más rudas acciones. Pocas horas después, el bisturí del cirujano, amputaba la pierna herida. . . ¡Trágica, tremenda, fatal suerte la del oficial, la del héroe, inútil en plena· juventud, privado de movimiento cuando para sus ansias eran estrechos todos los caminos del mundo!!! Es este el mayor, el más triste y cruel dolor de la guerra, deidad maldita que no se sacia jamás de inmola:r: a los mejores. Y yá no hubo más remedio: inútil para· la guerra, había que pensar en el retorno al hogar, resignándose a aquella desgracia para siempre yá. Y se embarcó de nuevo con rumbo a la patria y en el camino no podía menos de pensar en sus adentros. Y ella, la buena prometida, ¿qué hará cuando me vea así, pobre inválido de la guerra?. . . ¿:\fe recibirá... me querrá todavía?. . . Porque yá él había comunicado a las buenas mujeres la fatal desgracia y el retorno al hogar. Y no sabía por qué, ¡pero le decía unas cosas tan tristes el corazón! Verdad era que volvía coronado de laurel, premiado con medallas. . . pero es tan humano el humano corazón! .... Y llegó al puerto sin encontrar en él la multitud delir::nte de entusiasmo que dejara, cuando salió para el frente. Mas, ¿qué le importaba a él, si estaban ellas?... Y se asomó ansioso a la barandilla y vió, sí, vió a la buena madre, a la buena hermana, pero yá no vió más y ... tampoco quiso ver más. ¿Qué más le hacía falta ver?... Ella, la buena prometida no estaba con su madre, con su hermana! ... Atracado el barco al muelle bajó la escalerilla trémulo de emoción: al pié de ella le esperaban los brazos de su madre y de su hermana y en ellos se refugió el héroe, llorando de alegría, llorando de tristeza, buscando el calor del maternal regazo como el único bálrnmo a su dolor. Camino del hogar, apoyado en el brazo de su hermana, marchaba el héroe, cuando yá no pudo resistir a preguntarle. -¿Sabía ella que hoy llegaba? ... -Sí: se lo dije yo misma. -¿Y no ha venido? ... -No. Ni vendrá yá. Pero no pases pena por ello. No era digna de tí. .. porque, ¿sabes? ya no te quiere así. Nada contestó el héroe al oir la revelación de la terrible verdad, pero en su rostro quedó impreso el gesto de suave melancolía que aún no ha abandonado. Por eso ayer, al verle triste y pensativo en el lugar más escondido del parque, pasé junto a él mirándole cariñosamente, respetando su dolor, pero pensando al mismo tiempo: Mereces la mayor felicidad... Una felicidad que te compense de toda la tristeza de tu juventud impedida, de tu juventud desangra'da en los campos de batalla., donde no crecerá jamás una flor que valga lo que ese dolor inmenso de tu alma brava·. Mereces, sí, la mayor felicidad. Y vendrá: vendrá porque la mereces. Confía y espera: pasará por tu lado, esperando tus caricias, quizás cuando menos lo pienses. EL PEREGRINO. Vol. III li'-----------------. . . . . . . . . . . . . (j AQUENDE y ALLENDE los mares ... por su n.ristocrática a ¡nriencia y su exactitud cronométrica, la. popularidad de los famoso;:; relojes PARA SEÑORAS 'Tenemos hermosísimos RELOJITOS PULSERA de oro, y de platino, con y sin brillantes. Magnífic,1s pulseras de oro, extensibles; también de seda fina de fantasía. PARA CABALLEROS Tenemos preciosos RELOJES DE BOLSILLO, de oro, de una y dos tapas, lisos y grabado,;:;. Variedad en esferas, tamaños y formas. También de oro plaqué, plata y níquel. RELOJES PULSE~A para coballcrns de diferentes metales, con sus res pectivas pulseras extensibles. 'También de seda blanca y negra, de cuero. 1. V '-\_ - - - - - -~::-----:... ~···· ~--.l.. ·--~J~·Üz ~~~~,-~. ~-~:---s¿ -'---"" ~ la Estr~lla del Norte LHY HtRM \NOS, INC. ! 1 1 1 1 ' ' ' ' 1 1 1 ' 1 1 1 1 1 ' 1 ' 1 1 ' ' 1 ' ' 46-50 Escolta Tels. 250 y 25l 1 ILOILO ••'•=~A ___ C_~~-B_U _____ l @>-·-------- N 59 15 - um. Febrero ESTUDIO 16, 1924 r~--~-·-5F5J5$'0RT'ESI ~~~~~~~~~~~~,_~,.~~"'}.~~~~~~i'~"/;~~., .... ~~~~~,.._~~~~~~~ LOS JUEGOS DEL CARNAVAL resulte vencedor en los encuentros de d1·án dos medios de satisfacer sus afiEstan de enhorabuena los aficiona- estos días que lo será de Filipinas. e iones: /as carreras del carnaval, al dos al deporte yá que, debido a los ¿Cómo es posible no ser campeón de fl'rminar las cualis se hará la extrega monerosos cam7;eonatos que se 1'ltn a Manila siéndolo de Filipinas? de los J!remios a las personas favorecelebrar estos días, ]JOdní disf rntar A nuestrn modo de i:e1· el último cidas por la suerte, y las brillantes cada cual de aquel deporte que más campeonato rmula a los anteriores, y, c.i:liibiciones hípicas que darán los gide su agrado sea. Habrá juegos de siendo asi que el Bohi!mian no ha de netes cosacos en el campo de juegos pista y campo, basket-ball, base-ball, ganar el campeonato oficial, por no del canwi:al. Es este último, un esvoley-ball y foot-ball, todo bajo la di- tonw1· ¡Ja1·tc en la f,i[Ja, no tiene de- /Jf?ctáculo desconocido en Filipinas 1·ección de la asociación del carnaval. rccho a llr1111ro·se campeón sino des- hasta el presente. Han dado yá comienzo los to1·neos de pués de dcrrota1· al equipo que i·esulbase-ball y ]!isla y campo. tare vencedor en el campeonato de la FOOT-BALL Próximos a cerrar la edición se nos ha informado qne el Bohemian no toma parte en este campeonato y que se presentan solamente el Cantabria y el Club Filipino. Estci decisión del Bohemian no ha sido del agrado del 7JÚblico, yá que éste deseaba V.er de nuevo frente a frente a los equipos rirales: Canta brin y Bohemian. Debido a ésto, tendremos que al igual que el año pasado habrá en l\lanila dos campeones: el Bohemian que lo es de esta capital y el equipo que P. A. A. F. ¿No será el motivo que haya impulsado al Bohemian a obrar de esta manem el recurrdo de la derrotn que suf riem el aiío pasado a manos del Faremborosi, y el des:>o de celebrar el Carnaval sin tener que pensar en continuados ."11 trenam ientos? Porque debe de ser }JO('O agrndable tener que pensar en jugar al foot-bnll después de un continuado trasnochar ... EQUITACION. Los aficionudos a lu equitación tenLA EXPOSICION DEL CARNAVAL Con mayor esplendidez que en años anteriores se ha preparado ln grandiosa exposición provincial y local. Han concurrido la mayoría de h::is provincias y gran número de casas comerciales de .esta capital. Nuestra enlwrabuenn al Director General de la Asociación del Carnaval, D. Arsenio Luz, que tan a la perf eccion ha sabido organizar la exposicion haciendo que mediante ella podamos conocei· las distintas actividades a que se dedican los habitantes de nuestras provincias y los resultados que de su traba io obtienen. SEI\11.A:N .A Filipinas, al igual que el pueblo americano, guardará treinta días de luto oficial por la muerte del ex-presidente Woodrow Wilson, ocurrida en Washington el 3 del mes actual, hecho luctuoso que ha conmovido a todo el mundo dada la simpatía de que gozaba el finado por sus esfuerzos por la paz mundial y la libertad de los pueblos sometidos. Filipinas guardará memoria imperecedera del finado que en su última etapa presidencial recomendó oficialmente al Congreso americano la concesión de la anhelada independencia. Otra vez la benemérita Compañía de J esus sufre la· pérdida de uno de sus virtuoso miembros, pues el 4 de los corrientes, por la noche, entregó ~u alma al Criador, en el Colegio de S. José, el R. P. Mariano Hernandez, S. J. a los sesenta y un años de edad. Desde su venida a Filipinas, ha;:ia ·el año 1904, se dedicó a las tareas del misionero habiendo sido después y por bastant~ tiempo capellán del Hospital de S. Lázaro y la cárcel de Bilibid, hasta que hace dos años cayó enfermo de parálisis. ESTUDIO ruega a sus lectores una oración por el finado sacerdote a cu~os hermanos de hábito envía su sentida condolencia. rLUROSCOPY ESTEREOSCOPY DR~N~N~~.· '-1 TC&l\f=J 'AB_O~RATORY 11 C~BIBJ!Q}'W.'._C. i!J PHONE 37% RADl8CRAPHY TREATMENT Vol. III El Senado americano ha aprobado una resoluciém en la eme pide al Presidente Coolidge reauiera al Secretario de la Marina Edwin Denby presente su dimisión. Parece ser esta: actitud del Senado obedece a cierta alegada responsabilidad del Secretario en unos arriendos aceiteros. Entre los nombramientos confirmados por el Senado, pocas horas antes de clausura!·se el segundo periodo de sesiones de la Legislatura. figura el del Sr. D. 1 Mliguel Rornualdez, corno alcalde de la Ciudad. y el Sr. D. Felipe Agoncillo corno Secretario del Interior. Ambos ya han jurado y tomado posesión del cargo. No pertenecen a ningún partido y son miembros de la Asociación de Veteranos de la Revolución. El Gobernador General ha estampado su firma a la ley de presupuestos de este año, vetando sin embarg·o ciertas partidas, las correspondientes a las diet¡is de los ayudantes militares del Ejecutivo que habían sido suprimidas por la Legislatura, y las de los gastos de los guardacostas del gobierno. Por despachos cablegráficos recibidos de Washington se sabe que el Speaker Roxas ya ha expuesto ante el comité del Senado americano de Territorios y posesiones insulares, las razones que anoyan nuestra demanda de indepencia inmediata y absoluta, habiendo, según los aludidos despachos, causado favorable impresión en el ánimo de los miembros de dicho comité, tanto republicanos corno demócratas. En vista de los alarmantes informes que todavía se vienen recibiendo -16 - acerca de la actitud belicosa de los fanáticos colorurns de la provincia de Surigao, el Gobernador General tiene intención de marchar a aquella región, según manifestaciones suyas a la prensa diaria. Quiere ver personalmente si la situación creada por aquellos fanáticos es realmente grave, que justifique la adopción de medidas más enérgicas que las empleadas hasta hoy. El Tribunal Supremo ha emplazado a ciertos miembros y empleados del Senado para que expongan sus razones por que no debe concederse el rnandarnus solicitado por el Senador Alejandrino, quien, como tal vez sabrán ya nuestros lectores, es objeto de una medida disciplinaria consistente en una: suspensión de un año de todos sus emolumentos, prerrogativas y derechos como senador, a consecuencia de su incidente con el senador Vera. Representa al recurrente el conocido abogado D. Gregorio Araneta. Donde quien que vUUe Vd Lbs Malete~ y Deules RIU Or-•n Comodidod y Segurtdod. Num. 59 _ _ _ _ .,,.; 1;;'f-_ _ _ _ _ _ _ _ _ - - - - - - - • • • • - • • • • • ~ \-] ALMANAQUE 1-1 ~~~~~~~~[)13~~~~~--~~T ierr a Santa Para el Año 1924 \ Ilustrado profu.;;amente con hermosos grabados de vistas de la Tiet'ra Sant1 y lujosamente impreso. Contiene artículos y cuentos muy interesantes, entre los cuales merecen mención; L't custodia de TiErt·a Santa en Jo-, cu::itro último.;; año.-; L• paloma de Nazaret; El Santu;i,rio del nacimiento; Cómo S. Francisco de Asís fué a Jeru'>alem; El de-;ierto de·S. Jnan Bautist·i; Lo-, santos Tnocentes; Jo,;é el Negro; El Sepulcro de Lt Virgen María; Proverbios ái:abe_s; etc., etc. Puede adquirirse en la l'orterh .del Com·ent.o de 1 PP. Franciscrnos, M'1nila, por una limosna destinad L para los S:rntos Lu~ares. 1 1 1 1 1 ! 1 1 1 1 1 Revista. Católica Filipina que se mete por todos los pueblos del Archipiélago y visita las cinco partes del mundo. 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Para Filipinas ...... _.. . .. P 3.00 por afio Número suelto, no atrasado ..... 0.-10 Atrasado .......... ,, 0.50 PACO ADELANTADO Se arlmit.eri 11nuncios Dirección y Administración BoLETILV P. O. Box 147 llcLESI Asr1co Manila, P. L ~~----·-·-·-·-·-·-·-·-·-·-~~- ••• •@ @• 1 • • • • • • • • • • . . . , .. • . . . . . . . . . . . - · • • ·~· 1 • • • • ·@ SO/JO HASTA ABRIL Dos Revistas JlOr poco más del Jlrecio de una sola SEMANARIO INTERNACIONAJ 1 HISPANO-Al\!ERICANO por los Padres J esuítas. FCNDADA EN 187;) Precio de suscrición: Para Filipinas 1' J.00 al año Suscrición A E../i:ttdlo REVISTA SEMANAL Precio de susc!_.ición: Para Filipinas t-~ 6.00 al año. Combinada Qf studin y SÓLO SIETE PESOS (-P- 7.00) moneda filipina, o su equivalente, por un año Se reciben susericiones combinadas a ambas revistas, a partir de esta fecha y hasta el 111es de ahril de 1924, en la Auministración de ESTUOJO, por -P7.00 al alío, PAGO ADELANTADO. Diríjanse al Administrador de ESTUDIO, P. O. 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