Renovacion del material azucarero en España
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Part of Espana Boletin Informativo
- Title
- Renovacion del material azucarero en España
- Language
- Spanish
- Source
- España Boletin Informativo (Num. 22) Octubre 1950
- Year
- 1950
- Fulltext
- cloruro amomco, donde se c-oagulan y endurecen. Si a estos hilillos se Jes da gran longitud, se denominan "r.ay6n" y se hilan tal como se hace con las largos hilos de la sed!l de gusano. Si la salida de la hilera se hace de modo intermitente, 1-os hili11os quedan de pocos centimetros de longitud, y esto es Jo que se conoce con el nombre de "fibr.a cortada" la cu.al se hila <lei mismo modo que las fibras de al~ god6n y Jana, esto es, orient{mdolas pa.ralelamente y formando con Elias nn hilo continua m~diante la torsi6n. LAS APLICACIONES El hecho de que en muchas ocasiones se prefiera obtener fibra corta en lugar de r.ay6n, obedece a que es muy frecuente mezclar estas fibras artificiales con las naturales para la obtenci6n de tejidos, siendo mucho miis f3.cil est.a mezcla con la fibra cortada que con el r.ay6n. En realidad, la obtenci6n de fibras textiles artificiales, pa.rtiendo de la madera, paja, etc., supone dos procesos industriales tot.almente distintos: Uno es el de la obtenci6n de celulos.a textil y otro el de la fibraci6n de la fibra. Un tercero es el de la utililas fibras que estudiamos se refieren pr3.cticamente a la fabricaci6n de Sniace. Los datos que anotamos de l_os aiios pasados se han de ver, p..1-r tanto, casi duphcados en el actual, ya que a partir del segundo semestre del afio en curso Fef.asa ha penet.rado en la producci6n con fuerte volumen. Tanto Sniace coma Fefasa ban empezado por poner a punto su maquinaria de obtenci6n de fibra partiendo de celulosa adquirida en el Extranjero, dn modo que, pr8cticamente, los \·olUmenes de fabricaci611 se han vista constrefiidos a adaptar.!:e a las posibilidades de adquisici6n de dicho producto. PRIMER PROCESO En realidad se actu6 asi porqu<! lo \'Erdaderamente dificil es fahricar la fibra y no la celulosa, pero desde el prim.er momento se pens6 en que hahia que llegar a la ultirnaci6n de los dos procesos, y tambien ha sido en este mes de julio cuando Sniace ha empezado a producir celulosa partiendo de I.a madera del eucalipto, Arbo) que se da muy bien en ciertas regi-ones de nuestro suelo, y que, por otra pa.rte, es uno de los que mejor celulos.a poseen. zaci6n de dicha fibra para la obtenci6n de hilos o Pensando en este primer proceso, Sniace plant6 telas, pero esto es ya propio de la industria textil, y hace ya afios extensos terrenos de eucaliptos, y hoy en La pr8ctica no va casi nunca unido a las dos pro- · cuen·ta con bosques que 1a proporcionariin una fuente cesos anteriores. inagotable de materi.a prima, ya que ir3. repoblando EMPRESAS ESPANOLAS Como al principio sefialcibamos, esta industria e~ en Espafi.a de rnuy .reciente creaci6n, y se lleva a cabo solamente par dos grandes Empresas. Una de ellas es la Sniace, que tiene sus instalaciones en Torrelavega, y la segunda es la Fefasa, establecida en Miranda de Ebro. Aquella esta constitui<la con capital privado y ha sido declarada "de interes nacional". Esta tiltima tiene parte de capital privado y otra parte de capital del Estado, siendo regida por el Instituto Nacional de Industria. Fefasa no ha empezado a produci.r en cantidad apreciable hasta estos mismos momentos, de modo que las 5.000 toneladas, aproximadamente, que en el primer t.rirnestre del afio actual se han obtenido de a .medida que los cortes se realicen, no talando sino al ritmo que aconsejen las disponibilidades de Arboles. Dej an do para el pr6ximo articulo el estudio de la evoluci6n productiva, terminemos sefialando que la obtenci6n en nuestro propio pais de fibra artificial, lo mismo que la intensificaci6n de 1-os cultivos ·algodoneros, tiende, si no a una absoluta independizaci6n en el ter.reno de las fibras textiles, si a la consecuci6n de unas cantidades que permitan aminorar los fuertes desernbolsos de divisas que siempre ha tenido que hacer Espafia para suminist.rar materia pri.ma a su industria t.extil, y que desde hace rnuchos aiios vienen suponiendo el mas fuerte rengl6n de nuestras importaciones. Renovaci6n def material azucarero en Espafia De todas las industrias existentes, ·es la azucarera una de las mas complejas, por los muy diversos elementos que la constituyen y por la vari-edad de las caracteristicas de su primera materia, que depende de las condiciones culturales y climat61ogicas habidas du. rante su ciclo vegetativo. Por difusi6n de la remolacha, previo su lavado y corte adecuado, y por presi6n de 1a cafia, se obtiene un jugo que se somete a un repetido tratami-ento qufrnico, termico y de filtraci6n para depurarlo, antes de cvaporarJo, por mUltiple efecto, hasta la consistencia de un jarabe denso que, decolorado, calentado y filtrado de nuevo, se transforma, median~ crista.lizaci6n. en una masa de la que, por centrifugaci6n, se extrae el azUcar blanco para .eJ consumo, despues de secado, enfriado y envasado, y una miel que, trabajada en una o varias veces, produce azUcares arnarillos para refundici6n y rnelaza. ESPA1'1A El bagazo de la cafia se utiliza para combustible y la pulpa de la remolacha, despues de prensada y desecada, para alimentaci6n del ganado; de la melaza, rnediante fermentac16n y destilaci6n se obtiene alcohol industrial, en sus diversas clases. Para el trasiego de vapo"-res y liquidos y para el movirniento de masas y productos, se emplean los elernentos necesarios tales como tuberias, m3.quinas de vacio, bombas, .elevadores, helices, transportadores, etc.; y con objeto de lograr la completa autonomfa en la marcha de la fD.brica se instalan centrales productoras de energia, con sus calderas de vapor y rnAquinas matrices de todas clases, cuyos vapores de escape son aprovechados para calefacciones; tambien se dispone de los servicios de horno de cal, preparaci6n de lechada y elementos auxiliares corno taller de reparaciones (forja, caldereria, ajuste, etc.), elevaciones de agua, subestaciones de transformaci6n, etc., etc. Pagina II El proceso de la fabricaci6n, <1ue :::::! realiza s!n soluci6n de continuidad, durante una temporada (campafia) de 80 a 100 dias consecutivos en el afio, tien<! que llevarse con determinada rapidez y dentro de los limites que en cada caso corresponda, pues loci.a lo que sea una paralizaci6n anormal en la mai'cha de jugos, jarabes y demits productos en curso, y el rebasar aquellos Hmites en cualquier sentido, produce phdidas considerables de azUcar y emprnramiento de la calidad del que se Janza al mercado; de ahi hts forzosas e inaplazables reparaciones peri6dicas del utillaje industral y la gran importancia que tiene el conseguir la maxima perfecdOn y simplicidad en el gran nUmero de aparatos, mitquinas y accesorios, tan diferentes, de la instalaci6n para poder ·reducir .al minimo las probabilidades de un def~ctuoso funcionamiento, que tan graves consecuencias trae consil{o. En las f;\bricas de azUcar no se hace aztlcar, sinO que, Unicamente, se tram•forma el aztlcar contenido en la caii.a o remolacha que trabajan, con los carbones, caliza, grasas, telas. azufr~ y demits materiales que consumen y con la rnano de obra que utilizan .. Por conshrniente, el costo de producci6n de! azl1car depwdera del precio a que ~e entregu<! al fabricante la primera rnateria. asi como los factores imprescindibles para su tram•formaci6n; ~· la experiench1 ha con- . Vista general de las inslaladones de h Azucarera del JalOn, firmado que, en i~~ualdad de las restantes condiciones. p~ra lograr un costo de fabricaci6n econ6mico. se prec1sa: (a) Gran cantidad total de remolacha o cafia en la campafia, y alta · proporci6n de sacarosa en ella. (b) Gran potencia de la fi1brica. es decir, elevada rnolienda diaria, p:·ro ~iempre a<Japtada a la producci6n de la zona, y utillaje industrial perfecto. En general, la amplitud de la campafia, la riqueza sacarina de la materia prima y los precios de adquisici6n de los elementos que su trabajo exige, no dependen de la voluntad del fabricante, el que, por tanto, s6lo tendri• el conveniente costo de fabricaci6n, alcanzando la maxima potencia econ6mica de su ins· talaci6n fabril y mejorUndola cuanto sea posible. Actualmente, en Espafia, hay 59 fUbricas de aztJ. car en nctividad, de las cuales corresponden 45 a remolacha y 14 a cafia y su capacidad de producci6n es mas que suficiente para abastecer el consumo nacional, que en estos momentos puede considerarse oscilaria entre 300 y 350.000 toneladas de azUcar anuales; Pae:ina 12 por tanto, en regimen de libertad de contrataci6n de primeras mat ~rias y venta de procluctos, no podr3n subsistir econ6micarnente mi1s que aquellas f3.bricas cuyo costo de fabricaci6n sea el debido, e igualment~ SU('eciera en regimen intervencionista, si )os gastos de producci6n no son los que correspondan a los precios de venta sefialados. Estanclo, pues, influenciado, sensiblernente, el ren<limiento de una f<i.brica y dep ~n diendo su costo de producci611 de la mayor o menor perfecci6n de los elementos cl ~ su instalaci6n, queda explicada la imperiosa necesidad en que la industria azucarera se encuentra de renovar constantemente su material fabril, aprovechando cuantas oportunidades le ofrezca la ciencia moderna para llegar al fin que se propona y la honda preocupaci6n que ~iente en las epocas en qu~ se ve imposibilitada de aplicar, con la amplitud precisa, t-ste criterio de renovaci6n, que siempre fue nor· ma fundamental de su proceder. De las .azucareras existentes en Espafia, 88 fueron construidas antes de 1920, y las otras 12 poste· riormente a esa fecha, y si' bien en el momento de su l'Onstrucci6n, bastantes de ellas respondieron a la mas perfecta tecnica que entonces imperaba para la indu~· tria en nuestro Continente, hoy, y como consecuenc1a de la ('om pa Ria de lndus lrias Agricolas en Epila (Zaragoza). de los conflictos armadas de estos tiltimos afio:s, hay que reconocer. Jamentilndolo, que la industria azucarera europea se encuentra retrasada respecto a la norteamericana, en cuya naci6n, no puede nega.rse, irnpera un espiritu de investigaci6n y mejorarniento mucho mi1s potente y digno de imitar; es indudable que no debe pretenderse transplantar a nuestras fabricas los ..:b~temas americanos de trabajo, pues las condiciones son muy diferentes, pero si aprovechar cuanto pueda sernos Util, para conducirnos a la meta de nuestras aspiraciones, ya que todo es cuesti6n de medida y adaptaci6n. La atend6n de los fabricantes de azUcar se fija hoy, principalmente, en los nuevos sisternas de difusi6n y tratamientos de jugos por "cambiadores de iones" y carbonataci6n continua, con clarificadores y filtros rotativos, centrifugas de azticar a gran velocidad, recuperaci6n de azticar en melazas y reducci6!l d.2 perdidas en fabricaci6n y mano de obra; en flibricas extranjeras rnodernas, se han llegado a emplear 14 centrifugas para el trabajo en tres productos de las rnasas procedentes de una molienda de 2.500 toESPA1'lA ·neladas diarias, reduciendo las perdidas totales de sacarosa en un 35/40 por 100 y la mano de obra en un 45 a 50 por 100, con respecto a las correspondientes cifras normales en la mayoria de las azucareras espaiio1as. SegU.n 1as condiciones en que se desarro11a 1a industria en cada momento, asi hay mas o menos necesidad de importar primeras materias y maquinaria, pudiendo cita.rse entre unas y otras: semi11as remolacheras, abonos, carbones, aceites y grasas, carbone'i activos, productos quimicos, chapas perforadas, cuchiUas para corta-raices y cortadoras, aparatos de medida y control, fi1tro!l rotativos, centrifugas, motores y bomhas especia1es, mciquinas y turbinas de vapor y otroii varios e1ementos necesarios para la fabricaci6n y refinaci6n de azU.cares y de sus productos. En nuestra naci6n hay importantes tal1eres que, entre otras acth·idades, estiin dedicados a 1a com~ trucci6n de material azucarero, pero no ~iendo crendores de la "idea" base del mismo, e!l forzoso acudir al extranjero para poder disponer del mas moderno y perfeccionado: las casas mas imporlantes en esto~ suministros radican principalmente, por especialidades, en lnglaterra, Francia, Belgica, Alemania, Checoeslovaquia, Suiza y Norteamerica. La industria azucarera, con campafias de 2.400.000 toneladas de remolacha, que a rendimiento normal producen 300.000 toneladas de azU.car, paga al cultivador 1.152 millones de pesetas aproximadamente, como valor de su producto, y al Estado, en concepto de impuesto, 337 millones de pesetas, y si a estas cifras se agregan lo que invierte en mano de obra, adquisici6n de materiales (carb6n, aceites, telas de algod6n, sacos, hierros, etcetera), reparaciones y dem8.s gastos, se comprenderil que el movimiento de capital que consigo arrastra esta industria es de enorme magnitud, y por tanto, la gran importancia de contribuci6n al engrandecimiento de la riqueza nacional. Los principal.es grupos azuca1·eros de Espaiia est8.n clasificados, por orden de antigliedad, en las firmas Sociedad General Azucarera de Espaiia, Compaiifa de Industrias Agricolas, S. A., y Ebro, Compaiifa de As6· t"ares y Alcoholes. t t t ESP ARA Pagina 13
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