Estudio Vol. III, Num. 69 (26 de Abril de 1924)

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Estudio Vol. III, Num. 69 (26 de Abril de 1924)
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Vol. III, Num. 69 (26 de Abril de 1924)
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1924
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Vol. 111 11 Manila, 26 de Abril de 1924 Num. 69 1.Gna ~ntttna mujeres rtt el ~rpulrrn r'orregqio. f.lfuseo del Prodo, .lfadrid) SUMARIO ¡SURREXIT! ALGO DE ECONOMÍA SOCIA= LISTA AL R. P. IGNACIO CORDERO EL SAYAL EVANGÉLICO FUERZAS AUNADAS LA DIVINIDAD DE N.S. JESUCRISTO LO QUE SIEMPRE SONR.íE Paulino. Filadelfo. P. de Isla. Julii.11. Farmer. P. de Isla. "El Peregrino". ~~ '\ ' ~ ~ - I~ I~ l EMPAREDADOS-CORRESPONDENCIA ADMINISTRATIVA .t ~~;::.=-=-=-=~:"":;;:=· ::::::-:===~~~· ~ fZEvISTA pEMANAL /;'11tered as 8ecund class matter at the Po81-0f/ice at Manila O!H,JWTOl{:-Alej.mllrn llr .!\buittz TEL. 57:! A DM!NISTRADOl{:-lllireute Agntt P. O. BOX 10-16 Vol. 111. Manila, 26 de Abril de 1924. Num.69 Agradecemos de corazón las cariiíosas frases de aliento que estos días hemos tenido la satisfacción de escuchar. A un no han transcurrido cuatro días desde que servimos a nuestros queridos leyentes el extraordinario de Semana Santa y llevamos recibidas muchas y significativas enhorabuenas por el contenido del número y lo excepcional de la impresión. A pesar del empeño puesto en juego nos fué imposible entregarlo antes al público, porque la falta de hábito de los impresores para ese género de trabajos contribuyó al retraso que somos los primeros en lamentar. En sentir de un admirador de ESTUDIO, no se ha hecho labor más artística desde Pinpín aquí. Aunque se nos antoja exagerada la f mse, merece nuestra gratitud la intención donde inspirada está. El resultado obtenido se debe grandemente a la tenacidad y gusto estético del Sr. Aboitiz (José A.) estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santo Tomás. Quedan nuestros esfuerzos bien pagados al saber que han sido del agrado del lector. Abril ESTUDIO 26, 1924 ¡SURREXIT! ~~~~~ 4ii'f UÉ ,¡ .,it, .de "''P"''" que, do ·1:1 l:.t como la chispa de fuego r~: ·¡.-·· ¡: t : .. :·~. agostado cañaveral, re~orno ~ : ·•· :!: de un cabo al otro la crndad ''ªl '. J.'ft2 de i cid a, despertando las ~!:""·~·;:,:; ~;it adormiladas esperanzas de i~•!~c.\'·.;,"S'!"··' los alebrados Apóstoles, el + '~f.1~' sobresalto en los capitulares del Sanedrín, la zozobra en el Sumo Sacerdote, la extrañeza en el P1:etor Romano, la curiosidad en la plebe, dispuesta por ventura a ~c!amar de .nuevo a Aquel cuya muerte e_x1g1era a gntos tres días antes, y la alegna en las devot.as mujeres que le acompañaron cont_ra viento Y marea por el camino del Calvar10 y ~e mantuvieron firmes hasta recoger el cadaver sagrado al pie de Ja Cruz. En los días sucesivos al de la Resurrección aparecióse el Salv~dor a un puña.do de _ amigos, y como ellos . <;Iieran testimonio ?el acontecimiento, acaec10 entonces lo qu~ viene sucediendo en las diecinueve centurias de existencia de la Iglesia Católica, .c'l.lantas veces registran los anales de su acc1dent~d.a historia la intervención más o menos d1s~­ mulada de la Providencia, la cual se permite acaso el lujo muy justificable de introducir alguna excepción en el curso normal <;le la naturaleza, sin retocar por ello en lo l!:ªs mínimo el orden sorprendente de la creac10n. Había también en Jerusalén un grupo numeroso de "científicos'', los cuales tenían por nombre Saduceos, y comenzaron por.º??ner al runrún creciente de la desapanc1on del cadáver la clásica sonrisilla de incredulidad, porque en su filosofía no _ podía, tener cabida la resurrección: despertose luego en ellos el temor de la posible veracidad del sucern y, muy expertos e~ _la política .de odio e intriga, nada les ocurno tan expedito J?ªTª ahogar en la cuna el rumor de las apanc10nes como sobornar con dinero a los guardas del sepulcro, a la manera que ~abíar:i los otros comprado días antes con tremta siclo~ de plata al discípulo traidor. ' Aquellos "científicos" negaron nrimero campanudamente la realidad del.hecho V pusieron después en juego los reg1s~ros de su artería para eclipsar con la mentira la verdad, mas eran yá incontables Jos oue acudían a curiosear la losa removida de la espelunca funeraria e iba en aulll:ento el nú_~ mero de los videntes del resucitado, cuya atestación ferviente no podía ser contrarrestada por la fábula inverosímii de haberse atrevido los fugit_ivos de Getsemaní a burlar la vigilancia de los centinelas encargados de la custodia del ajusticiado y quebrar el sello impreso sobre la lápida molar por Jos junteros del Sanedrín. Tan lejos se hallaban los apóstoles de estar prevenidos a favor de Ja resurreción del Nazareno que cuando se lo oyeron anunciar por vez primera a. las mujeres la mañana del domingo, las motejaron de ilusas y soñadoras; y cuando otro día se apareció a la multitud en Galilea, si los unos prestaron fe, todavía algunos de los testigos pusieron en duda la realidad de la visión; y cuando más tarde se presentó de improviso en el Cenáculo, no se resignaron los allí reunidos a dar crédito al atestado de los sentidos hasta haberle visto comer y aun el incrédulo Tomás exigió como condición de asenso introducir los dedos en las llagas del Salvador. Tan poco inclinados se sentían a esperar la resurrección del Crucificado, como afirman los falseadores sistemáticos de la historia, que la primera impresión causada en ellos por las apariciones era inevitablemente de sobresalto y "se figuraban habérselas con algún duende o fantasma", y la misma María de Mágdala le confundió con el hortelano de José de Arimatea, y Cleofás y su condiscípulo de Emaús ni siquiera sosp~­ charon quién fuese su compañzro de camino, y a Simón y los otros, _como le. divisaron en Ja orilla del Lago despues de la mfructuosa noche de pesca en Cafarnaúm. no les pasó por las mientes "estar viendo a Jesús". Si Strauss se obstina en reducir la Resurrección de Cristo a "un hecho puramente psicológico", Hausrath le sale al paso y desposee de toda autoridad al afirmar "ser insostenibles las conclusiones del autor de "Leben Jesu" en su aspecto histórico, filosófico y religioso", y el mismo Renán le a~a­ ia al calificarle "vacío de hechos y demasiado uniforme en sus procedimientos", como a rn vez ün escritor orotestante considera la voceada obra de adulteración histórica del· orientalista francés cual "una de las tentativas más desacertadas" (une des tentatives les plus manquées). Los ra~ionali.stas s.e zahieren mútuamente con la mcons1stencia de su argumentación. Los "científicos" de todas las épocas, "quelli che si dicono- spiriti liberi-perche Vol. lII -2- Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 hanno disertado la Milizia per gli Ergastoli" en frase de Papini, han seguido la pauta trazada por los Saduceos jerosolimitanos cuando acaso se les ha colocado sobre el tapete un suceso cuyo desarrollo no cabe en los límites de la naturaleza, pues incapictados para dar una explicación satisfactoria del fenómeno, acuden en cada caso a lastrapazas de escenario o al manejo de paralogismos con que llevar la confusión al ánimo d2 las gentes sencillas, nada habituadas a ¡i.brirse paso por la gándara de las opiniones con la zapa del examen personal. • Y siempre terminaron los pleitos en el correr de los siglos al talle del de Jerusalén, donde la verdad quedó al cabo sobrenadando en la charca de las pasiones de escuela o partido, siendo la insistente negativa de los adversarios de la Resurrección del Crucificado causa principal de haberse multiplicado los testimonios del acontecimiento central del Cristianismo, como todas las herejías contribuyeron de maravillosa manera al estudio y afianzamiento definitivo de las tesis combatidas y el racionalismo y la hipercrítica de los protestantes liberales y de los modernistas ha proporcionado beneficios incalculables al edificio dogmático de nuestra Religión. La Iglesia Católica está muy habituada a verse a punto de sucumbir, pero le acompaña en los altibajos de la jornada, no la esperanza, sino la seguridad del triunfo final, cimentada en las palabras de su divino Fundador, según el cual las puertas del infierno jamás podrán contra ella prevalecer, y como hacía notar el desventurado La Mennais "la liberté de discussion sert tres réel: '.ement, malgré les apparences contraires, la cause du chistianisme" (aunque parezca otra cosa, en todo tiempo ha estado al servicio del cristianismo la libertad de discusión~ . ¡ Surrexit ! fué el santo y seña de los Discípulos desde la mañana del domingo inmediato a los días de la Pasión de su Maestro. ¡ Surrexit ! vocearon jubilosos los primeros cristianos, condenados a reunirse en las oscuridades de la Catacumbas, cuando Constantino dió el edicto de Milán. ¡Su· rrexit ! se oyó exclamar en todo el occidente al saber que se había hundido el poderío de la cimitarra en las aguas de Lepanto. ¡Surrexit ! musitamos todos emocionados cuando vimos descender de la Cátedra de Pedro la Encíclica "Pascendi", golpe de gracia que hirió de muerte al Modernismo, amalgama de todas las herejías. ¡ Surrexit ! vociferan en estos mismos días los buenos Católicos franceses, viendo yá apagadas las hogueras de la persecución oficial. Es la eterna historia de la obra del Nazareno. Siempre perseguida y siempre triunfadora. De continuo en los lindes del abismo y a poco airosa sobre la cresta de las olas iracundas. No ha menester del patrocinio de los poderes terrenos, pues es más consistente porque descansa en Dios, y al fin de cuentas Hilft Gott uns uicltt, kein Kaiser kcorn wrn lzelfen, c¡ue hace decir Schiller a uno de los personajes en "Wilhelm Tell". PAULINO. ~~~_,, ... , ...... ~~ ... ~~"',¡.....,,.~~~~~~")..~""~~<(,~ ~ Sección Administrativa ~ ~,.~~~~~ .... ~,...,_~~~~~~~~~.,, ... , ... ,,,,~ .... ,. .... ,~~~ ... ,: ... +.~ ......... ~~<f¡,.~,.,,~~~ ... ,"', ... ,~~~~ ... ,~ ... ,~~ ... ,. ... ;"';."';:';.~,.,,, A beneficio de nuestros lectores hemos establecido la suscrición combinada de ESTUDIO y de la Revista Católica de Texas, haciendo una rebaja tan considerable como cada cual puede calcular. Pero deben tener presente que esta Administración de ESTUDIO solo se encarga de recibir la suscrición combinada, expedir el correspondiente recibo al suscritor y comunicar a la Administración de la Revista Católica las señas de los suscritores. De que para las reclamaciones de número de dicha revista, cambios de dirección preguntas, etc. deberán dirigirse a la propia Administración de la Revista Católica. El Paso, Texas y de ningún modo a esta de ESTUDIO. Advertimos a nuestros lectores, que po:· razón de haberse aumentado considerablemente el número de nuestros suscritores coJ motivo de la "suscrición combinada" y por la simpatía y entusiasmo crecientes, que en todas partes se va despertando hacia la revista ESTUDIO, manifestados en las continuas peticiones de números atrasados, ya no nos será posible servir en adelante los númel'os de ESTUDIO, correspondiente a los meses de Enero y Febrero de este año. Rogamos a nuestros suscritores trimestrales de provincias se apresuren a efectuar el pago anticipado de su suscrición, si desean continuar recibiendo ESTUDIO. De no hacerlo a tiempo se exponen a que se les sus:Jenda el envío de la revista o a que se multipliquen los avisos, originando así trastornos en esta Administración. Vol. III -3- Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~-~~~~~~~~~~~~~ 1 Algo de Economía Socialista 1 «~~~~~~~~~~~~~« .. ~~~~~~ Hay un refrán latino que d·ice : "Primum vivere, <leinde philosophare", que a otros ha placido más expresar en los siguientes términos : "Melius est vivere quam philosophare". Todos esos latinajos v.ertidos al ro1nance quieren darnos a entender: "Primero vivir y después filosofar" y, "mejor es vivir que filosofar". Esto lo sabe de memoria cualquiera que no sea un ••abúlico". Váyanles mis lecto1·es a los ••1:1?dactores de la revista de '•Pastas Verdes" (Véase lo que sobre las dos primeras y las dos últimas páginas de Independent dice en los sabrosísimos Emparedados el autor de los mismos) con que ••discurran y filosofen un poco y no digan-mejor sería: copien-tantos dislates como copian. De seguida les saldrán al paso con que 41 Mejor es vivir que filosofa>"', y a ellos para vivir no les hace fa.ita más qu,'! 41 agarra.r unas tijeras" cortar unos f.rozos de .. literatura" de lo peo1· y lanzarla al mercado. No es posible negar, y no seremos nosotros quienes lo nieguen que la producción y la distribución de la riqw:za ejercen grande influjo en la vida social y política. 41 Tant& vales cuanto tienes" dice un refrán antiguo, y aplicada esa teoría a las naciones ha vznido a convertirs,e casi en un principio de Derecho Internacional. Hasta que los Estados Unidos no se p1·esentaron al mundo europeo como los "banqueros poseedores a.~ reservas inniensas del "1•il metal", se los tuvo en poco en los grandes cfrculos diplo· máticos. Desde que ab1"ieron sus arcas y lanzaron a U·avés de los mares miles de millones de dólar.es y convencie1·on al mundo de su inmensa potencialidad económica, no hay nadie que no se sienta orgulloso de estrechar la mano del .. típico tío Sam", siquiera vaya v,'!stido de mzrcachifle. Y lo mismo ha sucedido siempre. Al rico se le desprecia, tal vez, en lo íntimo de la conciencia; pero se le da siemp1·e en las ndaciones sociales el sitio de distinción. Tiene la bolsa y quien tiene la bol.~a manda. Y<i lo dijo nuest1·0 poeta '•Pode>·oso caballero es Don Dinero", y en nuestro i·efraneJ·o, que es un sabrosísimo compendio de filosofía popular, qu,e todo bien mirado es lo mejor filosofía, encontram&s a. cada paso adagios, que nos enseñan el gran valor social y político del ••dinero". No seremos, '}nles, quienes nieguen a los socia.listas el valor social y político del dorado metal. Ni deb.e gloria.rse Marx de haber sido quien descub,.ió ese gran principio. Mucho antes que él había existido nuesfro buen D. Quijote, quien hubo de ofr no pocas veces de labios de ... u escudero Sancho sermones graciosisimos sobre el valo1· grande que en el orden social y representativo tienen los ••escudos" y las ''peluconas". Lo que en modo alguno ¡>uede pasar en buena lógica y lo que pugna con los principios más elem.entales de la sana razón y del ·más ·rudimentario sentido común es el <ifirrnar, que toda la v·ida religiosa, política, e intelectual de un período, de una época histórica esté determinada por la producción. ¡Ni tanto ni tan calvo-! No s,e necesita un conocimiento extraordinario de la Historia para saber que un San Francisco de Asís y un Sto. Domingo de Guzmán, pongo por caso, han influido más, mucho más en la civilizacion europ,ea, que todos los multimillonarios y ricos del mundo, en su tiempo si es que multimillonarios había por aquel entonces. Y San Francisco 1w tenía un céntimo, como no lo tenía Sto. Domingo. Precisam.ente fundaron sus Ordenes sobre la más absoluta pobreza. Y lo mismo pudiéramos decir de otros muchos hombres insi,qnes. Cervantes fué pobre y vivió pobre, como fué pobre Shakespeare y pobres fueron la mayor parte de los grandes g.enios, que con sus inventos· han revolucionados las ciencias, que a su vez han venido a revoluciono r las industrias, frastornando el orden económico. Estudiando esa Histo1·ia de la Humanidad nos encon1 ramos con que el Cristianismo ha ejercido en ,el mundo un influjo espiritualista de proporciones trascendentales. Desde Cristo a nosotros el mundo es de todo en todo diverso y el influjo de las enseñanzas del Divino Maestro es de sobra conocido y confesado· para que nosotros nos detengamos a demostrado. La mujer fué libertada del estado de esclavitud en que vivía, pm·a ser declarada compañera y copartícipe de los derechos del hombre; rompiéronse la. ~ cadenas de los esclavos; reformáronse lo.~ individuos ; quedó restaurada la familia; reivindicáronse los derechos inherentes a I« personalidad humana ; mejoró el tristísimo f!.~tado en que t·ivían los pobres y los desgraciados; l-Os info1·tunados recobra.ron su dignidad; se recordó a los hombres la fraternidad universal, que la antigüedad había perdido de 10ista por completo, y que sin embargo Cristo quiso que fuera, como lo había sido antes, el único funda1nento serio sobr,e el que pueden basarse las obligaciones sociales. Jesús proclamó la igualdad substancial de todos los hombres. Con El quedó planteado resuelto el p1-incipio fundamental del derecho de todos los h<>mbres a la libertad. Proclamó la paz, la unión, el amor y la justicia nitre todos los hombres; depositó en el mundo un fe'rmento que lo ha ido pinetrando poco a poco con su virtud; que lo ha trabajado lenta , pero p»ofundamente y que ha con:seguido despe1'tm· en él ideas y hábitos desconocidos hasta su apm-ición en fin, hu revolucionado el mundo ,en el orden espiritual, en el orden científico, en el orden social. Y sin emba1·go, Cristo no fué un economista; ni es el evangelio un texto a.~ economía política y social. Lejos de enaltecer Jesús las ventajas de la, economía y multiplicución de las riquezas, sin condenar la posesión de éstas, nos enseño, con su ejemplo y con su doctrina, a no poner en ella.s nuestro co1·azón. El medio social en que CJ·isto ejerció su apostolado; los apóstoles que escogió para que f11esen los continuadores de su obra d.e revolu . ción social; el género de vida que con aquellos sus primeros discípulos llevó; sus enseñanzas concernientes a la pobreza ?J a las riquezas ; todo cuanto .en el Evangelio leemos acerca de la posesión de los bienes y sobre el uso que de ellos d:!bemos hacer; todo pone de manifiesto que para Jesús, cuyas doctrinas han cambiado la faz del mundo y marcan Vol. lll ,_ Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 el punto de intersección del mundo antiguo y del mundo ?noderno, del paganismo y del cristianism.o, la economia tenia escasísima importancia y las riquezas eran más bien un enibarazo y un obstáculo para la consecución de la propia y de la aj.ena pe>"fección. Sintetizand-0 mi pensamiento, pcf..ra que los 14 socialistas de por aquí me entiendan", digo que es un absurdo monstruoso, que pugna con la expi»iencia y con la historia, ~l pretender, como pretenden los socialistas a /emanes y tanibien los que vor aquí {fallean de socialis·mo, que tod11 la vida intelectual político, moral y religiosa de las sociedades dependa y esté determinada por la producción o por el aspecto económico de cada época histórica. Si con imparcia-lidad esfl~diamos la historia, veremos que siemp1'e sucede to <·onfrm·io. La vida política y económica de los pueblos depende de su moralidad, de su.; ·valores científicos, ele Rus energías vitales. En todo el curso d.e la Historia no se registra influzncia mayor ni iJ'misformación tan grande como la causada por el cristianismo; el movimiento espiritual determinndo poi· la aparición de Cristo en la tierra y por sus divinas enseñanzas no pue4e ser negada¡ y con todo; en esa iJ'ausfonnación sor¡n·endent.IJ no ve·mos la intervención económica por ninguna pa1·te. El Mahometismo, fo Reforma , el Humanismo han tam..bién ejercido profunda i1tjl11encia en la formación de las sociedades occidentale~. tal cual hoy las encontramos, ?J continúan ejerciéndola e11 cierf<t.~ ('sfcras sociales. Serin un absurdo histórico y un desconocimiento craso de lo elemental de la Histo1·ia de l<t Humanidad el negat las p1·0/undas huellas qne en las púginas históricas de su tiem,¡;o y en el carúcte;· de sus contemporáneos dejaron marradas hombres como Alejandro, Constantino, Carlos V y Felipe II, Enriqu2 Vil/, Snn B.enito, Sto. Domingo, San Francisco, San Ignacio de Loyolu y cientos y miles y mi· llones más, cuyo catálogo seria interminable. Y no creemos que la Historia- dé pié para suponer que todos esos grandes hombres fueran pr. ecisam.ente unos grandes economist«s, q11c rinieron a enseñar ciencia econó11 . .:('o-polít·ica. "FILAD ELFO". ~~~»~~»~«~~~~~~~~~ ~~"';-'¡,.~"'~ .... ,..,.,.,,";.~~t,.'-."',,¡.f;;.~,.,, ... ,,,,,,;,,.', ........ , ..... ,""~<'#"",).~~~~~~~~~ .... 1 ~ Al R. P. Ignacio Cordero ~..,., J ~~~~~«~~~~»~~~~~~~«~ ... ,~~~~,~~,'!:~,~":J .... /,"',.",",', .. , .. ,~~~~~~,,~~~ Vol. III ASTOR de Jesucristo, que te ha enviado A cuida1' del 1'cbaiio, a tí confiado, Sufre con mansedumbre, sufre con calma, Y obtendrás del tri/lnfo la hermosa palmo.. E.'res manso cordero, que entre las fieras , Por imitar a Cristo sufres y esperas; No te espanten los dejos dr-1 sesengafio, Por alejar los lobos de. fli reba11o. Ve del Calvario, Padre, con esperanza Las punzantes espinas, la Cruz y lanza. ¡Después que Cristo al mundo, le dió la vida, Rasga el mundo su pecho con honda herida! ... ¿No ves el rostro :;cmto.' a,bofeteado Ante la infame chusma, por un malvado? ¿No oyes las blasfemias y el clamoreo, Que a Jesús declararon, de muerte reo? Es el pueblo que un día, de pie<lad lleno, Entonaba él "Hossanna" al Nazareno; Es la palma y el ramo de verde oliva, Con que a Jesús golpea la turba altiva; Y es la hiel con que a ))larga los labios simios De un Dios que prodigaba amor y encantos. , . ¿Qué maravilla es, Padre, que sufras pruebas, Y el cáliz doloroso con Cristo bebas? Alza la vista al cielo; ora y espera; Olvida a quien tu rostro, injusto hiera; ¡Que a quien a su verdugo por Dios perdon,a, En la Gloria le aguarda rica corona. P. de ISLA. -6- Núm. 69 Abril IADIE vea malicia alguna el título con que encabezamos este artículo y encabezaremos tal v e z, otros. Nadie tiene derecho a buscar tres pies al gato, pues es difícil llevar el bicho al agua. Somos gente pacífica. que con nadie se mete, si bien estamos tan acostumbrados a los dicterios y vejaciones de unos y de otros, que nada nos interesa ni nos importa nada. ¡El sayal Evangélico! Cosa santa y buena, si las hay. Como que muchos de esos sayales, si la historia no miente, y dicen que la historia no miente nutica, son veni.dos del mismo cielo. Ejemplo el escapulario del Carmen, dado a S. Simón Stock por la Virgen; y el hábito blanco de los Predicadores, traido por .María desde el empíreo y entregado al santo fraile Reginaldo de Orleans. ¡El sayal Evangélico! Ropaje de gloria, en el que refulgen las virtudes de cientos y miles de santos y de santas. Ese sayal vistieron San Benito y San Gregorio Magno; San Beda el Venerable y San Gregorio Séptimo; Santo Domingo de Guzman y San Francisco; San Antonio de Pad.1.1a y San Nicolá.s de To/entino, para no mencionar má.s que algunos de los que con gloria llevaron el sayal evan.qélico. ¡El Sayal Evangélico! T1Ínica de gloria, recamada con la pedreria de los más grandes .sabios que ha conocido el mundo cristiano. Con ese sayal evangélicco iban 'vestidos durante su i•ida mortal Tomás de Aquino y Duns Scoto; Victoria y Cano, Santo Tomás de Villanueva y Fr. Lufa de León. ¡El Sayal Evangélico! que huhieron de arrancar a 1•iva fuerza, para imponerles las ropa.s pontiffoales a San Pío V 11 BcnP.dicto XI; a. Sixto 1' y a Benedicto XIII; a Eugenio JI! ¡¡ a Inocencia ///. ; F:l Sayal Evangélico!. que brilla con la santidad de Catalina de Sena y de Rosa de Lima, de Teresa de Jesús y Rita de Casia. de Coleta, e lnes de Montepulciano, de Rosa de Vitervo y Catalina de Riccis; de Teresita de Jesús y Sor Bárbara de Sto. Dom;nao. ; El Sayal Evangélico! que traYo!. III ESTUDIO Para mi amigo Aurelio. jo a Filipinas la civilización cristiana y e/, espíritu occi.dental de amor al trabajo; de paz y concordia; de justicia social y de honrado vivir. Verdad es, ¡sayal glorioso!, que no te prestas fácilmente a las combinas y trampas financieras; pero también es cierto que, con gloria y sin el menor menoscabo, te vistieron estadistas como Gimenez Cisneros y Vicente Ferrer, el santo del compromiso de Caspe; el Prior de la Rávida y Fr. Juan Perez de Marchena; Fr. Diego Deza y Fr. Ceslao Rutten, el "socialista blanco". que ha causado el estrago y el terror en las filas del socialismo rojo belga y del mundo entero. Es vei·da.i que ese pobre sayal evangélico no es la me.far garantía de éxito comercial e industrialista, pues no es fácil que los que lo viste11, vendan su religión y su conciencia por un pla.to de lentejas; y para conie1·ciar y prosperar económicamentie en los tiempos que corren falta mucha.s veces, por no decir que siempre, vender al diablo el alma por unos cuantos pesos; pero también es cierto que fué un hombre, vestido del sayal de franciscano quien fundo el prime1· Monte Pío. ¡El Sayal Ei•angélico! ¿Mas para que continuar, Aurelio del alma. cantando las glorias de ese Sayal, que en sus inicios pudo ser un vil y despreciable saco, cc1íido a los lomos por una cuerda de espai·to, pero que m.uy luego se trueca, gracias a las virtudes de quienes lo visten, en manto regio, en el que esta.n entretegidas todas las virtudes y los dones celestiales todos? Ese saual han vestido santos y sabios sin cuento: ese sayal fué la mayor gloria de q1denes, para vestirlo, se habían despojado de las vestiduras pontificales y de los mantos regios. Por ese sayal cambiaron los cetros y las mitras prelados excelsos y gobernantes podero.~os. Con ese Sayal llegaron hasta las gradas del trono pontificio los numerosos Papas que las Or·denes Benedictina, Dominicana Franciscana y otras han dado a la 1 glesia de Dios; ese Sayal han <•estido desde hace muchos siglos todos los Pontífices Romanos, - 6 - 26, 1924 que al despojarse de la púrpura cardenalicia para ser elevados a la Cátedra de Pedro y desde ella. regir al mundo, como Pastores Supremos de las almas, visten el "blanco sayal" de los Hermanos Predicadores, sublimando así ese, hoy tan despreciado, Sayal Evangélico! El Sayal Evangélico vistieron los confesores de Carlos V y de Jt, elipe JI; de Luis IX y de Eduardo VI, para no decir nada de los Reyes Católicos de Espaiía, de los Cristianísimos de Francia y de los Soberanos del Sacro Romano Imperio. Ese despreciado sayal lo vistieron Victoria, Padre del Derecho Internacional; Cano, Padre de una ciencia nueva que se conoce por Ciencia de los Lugares Teológicos: Soto el organizador y sistematizador de la Etica y del Derecho Natural; Suarez el autor de las Questiones Metaphysicae y del "Defensio Fidei;" Vicente de Beauvais, el primer autor de Enciclopedias; Fr. Luis de León el gran lírico y cantor de las bellezas de la vida del campo, Fra Angélico y Fr. Bartolome, Fr. Ulma y Fr. Andrés y tantos sabios y hombres de letras, y tantas cumbres del arte. Y no digamos nada de las mujeres que se han adoi·nado con ese Sayal Evangélico. Su número es incontable y su valor no puede apreciarse. Con estos ligeros toques y estos pequeiios recuerdos bien podemos comprendei· que pueden aun darse católicos que hablan con risa despectiva y con intención maliciosa del ¡Sayal Evangélico!. Ciertamente: ¡Allí donde el Sayal Evangélico falla, deben brillar las levitas santificadas por el amor! JULUN. Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 l ~~ Fuerzas aunadas @®iill»·· 1 ~~~,~--~=---~~---~~~//,,,•,•,'h< es el imperdonable delito de la naturaleza que eleva· irremisiblemente a la consunción y a· la muerte?-El estancarse, el quedarse inactivo e inmovil. La inacción es un pecado de la naturaleza y, como todos los pecados, lleva en sí el castigo. Las aguas estancadas se corrompen y son semilleros de epidémica,; pestilencias. El no ir adelante es volver atrás; el no hacer nada es atrofiarse. El dinosaurio de enormes proporciones, el gigantosaurio que medía cien piés de longitud y era tan grande como una casa, el tiranosaurio que tenía la fuerza de una locomotora, el dragón aéreo .. . todos los gigantescos monstruos de las edades prehistóricas, ¿dónde están?-Todos han pasado al estado fósil, porque, mientras la vida y la natura leza se desarrollaban en su derredor, ellos dejaron inactivas sus energías que se enervaron por el no uso. El Egipto y la Persia, Asiria y Babilonia y todos los grandes imperios de la antigüedad, ¿en qué han parado? -Cuando dejaron de crecer de conquistar, ílereciei'on. China se circunvaló con una enorme muralla y se estancó durante mil años. Ahora es el juguete de las naciones extranjeras y de sus extranjerizados hijos. Es ley inviolable de la naturaleza que el no crecer es decrecer, y que el que no se mueve, perece. Individualizando este principio universalísimo y tra3cendental en la vida católica y en el movimiento religioso, vemos que tiene una aplicación más literal e ineludible. El Catolicismo posee una fuerza dinámJca· expansiva que no le permite estacionarse en una fósil petrificación. La virtud divina que le anima le hace más activo y vital, no puede permanecer oculto sin manifestarse en nuevos brotes y en exuberantes eflorescencias. Cuando no da señales de esa actividad, hay que diagnosticar su estado como endémico y decadente. ¡Muy férreas han de ser las murallas que obstruyen por completo y herméticamente el paso de un potente foco de luz y de calor ! Tiempo hubo en que la vida: católica en F ilipinas parecía estar condenada a cadena perpétua, es decir, a una soporífera inacción que tarde o temprano tendría que degenerar en muerte por consumción. El dinamismo propio de toda idea bien arraigada no se manifestaba por ninguna parte, y en cambio la pasividad y la apatía, preludios de la extinción, parecían haber invadido el organismo religioso. Por no luchar y ejercitar sus fuerzas, se consumir.: la virilidad del antes robusto y frondoso árbol de la Iglesia. Mientras sus enemigos se envalentonaban con sus aparentes triunfos, y con atrevidas bravatas se pavoneaban como si fueran dueños únicos del campo, ella cual tímida y vergonzante paloma, esquivaba todo encuentro Y se contentaba con lastimeros y jeremíacos trenos. Mas ahora, a Diós gracias, Vemos que el enfermo no estt.ba desahuciado; no sólo da señales de vida, sino que esa vida es pujante y potente. Síntomas de ello son esos valientes adalides de la verdad que en la prensa ·Y fuera de sus confines pelean bravamente en defensa de los fueros religiosos de sus mayores. Prueba de ello son también esas agrupaciones católicas que en diversas provincias y bajo distintos nombres, se van levantando lozanas en el campo antes agostado y ahora fertilizado por la savi8. del espíritu cristiano, las cuales no sólo no temen dar. la cara en públicas manifestaciones de fe, sino que son además los obreros más activos en la· demolición de los fuertes enemigos y en la propagación de las ideas sanas y salvadoras del cristianismo. Desde estas columnas y con todas las fuerzas de nuestras palmas, no podemos menos de a·plaudir a los Caballeros de Colón, a los Defensores de la Libertad, a los Hijos del Pueblo, a los Defensores de la Verdad, y a otras varias asociaciones católico-patrióticas, como retoños de la abundante vida· de la Iglesia Católica en Filipinas, como un barómetrO' que indica la potencialidad de esa vida, como salvadores y salvaguardi~s de la Iglesia y de la patria, como ... pero esto mer~ce párrafo aparte. Las ramas que se desgajan de su tronco pronto aridecen. Esas asociaciones católicas, para conservar su verdor y lozanía, ha:n menester mantenerse injertas en el fecundante tronco de la Iglesia, porque solo así les es dable producir frutos sanos y santos. Esto es imprescindible para su conservación. Pero hay otro requisito que fomentará su desarrollo y propagación. E sas asociaciones son fuerzr::s; pero fuerzas sin unión son como un hombre sin ideal. La fuerza es el vapor que mueve la máquina, la unión el timón que la dirige. Esas fuerzas católicas aunadas elevarían su potencia y su valor muy considerablemente. Dispersr:.s harán mucho bien, pero en un campo lim.itado Y en. una reducida escala. No es necesario agruparlas y fundirlas en una sola organización ; bien pudieran ellas conservar su a utonomía propia y moverse cada· cual dentro de su esfe.ra independientes las unas de las otras, yá que v na sana independencia no sólo es agradable, mas también e~ un muy activo t.cicate que estimula a trabajar por s1 porque se trabaja para sí. Mas, ya que todas tienden a! mismo fin, y que para conseguirle emplean casi los mismos ~edios, bien pudieran por lo menos apa·labrarse y conferenciar mutuamente para ver de realizar del mejor modo posible esa unificación de fuerzas que reportaría f.'m duda gran copia de beneficios. Sí, pero, ¿cómo realiza~· esto? . En ESTUDIO ha abogado más de un escritor, especi.almente nuestro caro amigo, el entusiasta y ático Ferreiro, por la celebración de un Congreso nacional católico. En bien peinado diálogo ha discutido y deducido los ventajosos resultados que reportaría. E ste de la agrupación <le las entidades católicas. sería otra cuestión a discutir que_ bien merece los honores de su pespunteado cálamo. Ammo y haldas . 13n cinta/ Parece que alguna vez se ha pensado seriamente en la celebración de ese Congreso. E sa sería la mejor ocasión para discutir y llegar a una conclusión práctica sobre la· propuesta agrupación de fuerzas católicas. Fuerzas aunadas se c·.t?ntuplican. FARMER. CAVANNA, ABOITIZ & AGAN ABOGADOS Roxas Bldg. N.o 212 -7 Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 ,, ...................................................................................... ,, .. , .. ,.,, ....... , .. , ....................................................................................................... ;-; ..... , ......................................................................... .. <!lri.atu !J fllll a ria ílagC.nlrun .l!a11teq11a. (Galería //acio11al, Londres.) ""0·;¡·:""i:ú"'"""""""'""'"'"'"'"""""""""""·""""·"·""'"""""""'"""""""""""""'"""""'::::::""8"'·.::""""""""'·""""""""'""""""""'"'"""'""""'""""""""""'"'"'•"•"""""'"'""Ñi1;;;-:·"!i'9' Abril ESTUDIO 26, 1924 1 semanas han transcuriido sin que hayamos puesto las manos en la masa. con ma. Si en Jerusalén hubo un Judas qu(i por treinta miserables siclos se comprnmetió a traicionar a su Maestro, no nos faltct aquí un Aglipay que deserta de sus filas y le «·ende por ambición. Si allá sostuvQ con juramento falso el Apóstol no haber conocido en los días de su vida al Galileo apresado en Getsemaní, no nos faltan Catf.licos que imiten su cobardía a cambio de conser· rar una colocación. Si el apocado Pretor Romano condena al inocente por temor del populacho y se laca luégo después las manos como queriendo eximirse de Inda respon.~abilidad, la numerosa prole de los Pilatos de todas las épocas sigue imitando la comedio de su digno predecesor. Si los Docto1·es del Sanedrín buscan la perdición del Justo en 11omb1·e de la Ley, a diario se repite la inicua persecución so pretexto de convenh1c.ia social o seguridad nacional. Y a este talle podrwmos parangonar cada pi11 c~lada de la trar1edia desarrollada hace yá diecinueve siglos en la Ciudad Deicida con las ins'antáneas tomadas de la actualidad. Y pudimos habe1· presentado el esbozo de alu1 mos retratos en el ·extraordinario de la semana anterior. Pern no. Ni estaba el horno para emparedar/os ni la Magdalena para tafetanes. Hemos preferido sumirnQs en la contemplaci<Ín del suceso central de la historia, que divide en dos porciones los anales de la humanidad. Hemos embriagado el espíritu en la medita :ión de las espeluznantes consecuencias a donde conduce la COBARDIA, cuando las circuH-stanci·:s nos colocan en el caso de obrar. Y es claro. En el huerto de los Olivos, y en ~/ Pretorio, y en ca.sa de Anás y Caifás, y en la rn.ta del Calvario, y en la cima del Gólgota y a lx puerta del sepulcro, hemos JURADO seguir combatiendo a favor de la Divina Víctima hasta moril". ¡Hasta morir! . . . A menos que el sueño s e apodere de nuestros compaiieros de campaiia como de los pobres Apóstoles en las soledades sombrías de Getsemaní. Que todo puede suceder . .. cuando el valien ~r- Pedro se echó a domir a un tiro de piedra de su Maestro habiendo momentos antes prometido de/rnderle hasta morir. Todos estamos amasados "del mismo· frágil bT1·ro", que, al fin de cuentas, sólo las apariencias otorgan a las porcelanas de Sevres categoría sn •erior a la de los botijos de Alcorcón ... Y en definitiva es harto más fácil dormirse sobre el muelle lecho de los laureles conquistados que en los momentos precedentes a la batalla sJbre desnudo pedriscal . .. Y, pues, los tres "héroes" del Tabor sucumbieron a las sugestiones de Morfeo cuando su Maestro les recomendaba velar . . . A nadie habrá de sorprender que otros "hé,.oes" de bastante menor talla moral cambien la garita por la hamaca y prefieran las ca1icias del paypay a las molestias del fusil . .. "En avancant dans la vie. dice Cherbuliez, o• \ apprend a ne plus s'étonne1· de rien". Y nosotros hemos adelantado yá en la vida b bastante para no sorprendernos de ninguna mutación espiritual. Lo hacemos constar para tranquilidad de lo3 8ervidores incansables de la causa, los cuales vacilen. po.r ventura viendo a otros titubear. Vol. IU -9- Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 Yá nos tiene oportunamente advertido Dios que, como así le pluguiere, puede cuandoquiera hacer de las piedras mismas hijos de Abraham. Y a lo mejor, cuando en los momentos de peligro se conducen los "hombres" como mujercillas, escoge Dios a las mujeres para convertirlas en heroínas de la Pasión. El que se sienta desfallecido que se vaya ll paladear la sabrosa pitanza del hospital. . . En las avanzadas sólo le podemos servir el seco pan de munición ... Y aun ese cuando le haya . . . Casos se dan de tener que ayunar de sol a sol. . . Suponíamos a todo soldado al corriente de los azares de la vida de campaña ... Por eso no lo quisimos desde un principio. advertir. Yá se sabe para lo porvenir . .. Y dicho cuanto precede, como quien no dice nada, querrán saber los lectores qué aires circu· lan por los campos de anticlericalismo. Y, pues, se nos antoja muy razonable su curiosidad, procuraremos satisfacerla en lo posible. El Dr. D. Trinidad Pardo de Ta vera, el "polígrafo tautólogo", no nos ha contestado todavía _ porque no ha hallado quien le dé la ayuda en Filipinas. Y antes de declarar su impotencia a sus admiradores, se decide a darse una vueltecita por ·! los Estados Unidos, donde espera hallai· ayudas de todo género. Nosotros nos alegramos hondamente de la determinación tomada por el ilustre Doctor. Porque tenemos el firme convencimiento de que al torna1· de la Metrópoli dejará muy gentilmente clavada el asta . .. de su bandera. Que no sabemos cuál es. Y volverá a sus "patrios lares" . . . Bueno, esto es una frasecilla de cajón. Cualquiera sabe cuáles sean los "patrios lares" del Dr. D. Trinidad H. Pardo de Tavaa. De la suei·te que su "poligrafía" es muy discutible, la "patria" del Dr. se la disputan los es· paiioles, los americanos, los filipinos, los frances es y hasta . . . los vascos. Algo parecido a lo que sucede con Homero o con el inmortal Cristóbal Colón, el cual se lo apropian lerenses y genoveses, aunque "pa mi que" era Gallego el gran descubridor . . Vo faltará quien me agradezca esta pequeña desmostrnción de sentido común. Decíamos que cuando el Dr. Tavera vuelrn a Manila i-endrá con el asta en la mano y aquí se ·1 .·g a armar la de Sansón con los Filisteos. Aquel buen hombre, casado precisamente co;, una filist ea, se sintió ofendido por los compoblanos de su mujer. Y ocurrió/e una verdadera diablura. Reuni ~ trescientas raposas, atólas poi· el rabo de dos en dos, colgó/es una tea encendida en la atadur11 y las lanzó por los sembrados de los ofensores. Tocaron éstos al arma, refugióse el mozalbete hebreo en la tribu de Judá, la cual temerosa de los asaltantes entrególes el autor de la travesura atado de pies y manos. Como Sansón estuvo en medio de sus enemi:Jos, rompió las lazadas de un ímpetu, apañó de v.na quijada de asno que por ventura a mano hal1ía y mató miles de filisteos. Esperamos que el Dr. D. Trinidad H. Pai·do de Tavera torne de su viaje con parecidos arrestos a los de Sansón. Es más: lo deseamos. Tenemos ganas de lltchar. Nos aburre la vida sin las peripecias de la c:cistencio de campaiia. Puede creernos el Doctor. Colegio de Sta. Isabel¡ ¡ Autori zado y Reconocido por el Gobierno de las Islas ~ Fi li~ioas ~ Para expedir DI PLO.IIAS .r 7'/JTLOS i Dirigido por l.s Hijas de la Caridad r/e S Vicente de "''"' ::¡:_~ ~ ~~¡obj e to de este Colegio es educar a sus a}u.,.-·nas en ~ el seco de la religión católica y darles a. Ja vez una es· ¡ ;;;:~~::::~::.~~~ji~~";'.~,,.,:::: ":,~;· ¡ ................................................................................................................................................. Fondos de la Libertad Hemos recibido del R. P. Mariano Losada la cantidad de P3.00, con destino a los Fondos de la Independencia. ' ~ ............................................................................................................................................... ·---- - -------------------- - ---- - -· ----------------V~I. III - 10 - Núm. 69 Abril ESTUDIO LA DIVINIDAD DE N. S. JESUCRISTO. (PREAMBULO CONTRA ALGUNOS ERRORES DE D.G. AGLIPAY). 26, 1924 ,~:. UESTO que el desventurado Gre- Santo Evangelio jamás ha encontrado la Iglesia t gorio Aglipay cada día se osten- con sus sapientísimos Doctores y Maestros ninf : ta más insolente, inconsecuente e yún error, ningún concepto equivocado o juicio \ impío; puesto que en su pobrísi- falso en materias científicas, dogmáticas, histó.. ma obra la "Cotequesis" concede ricas, legales, etc., ni pudo tampoco hallarla, como ~~:r a lo más y como de pura limosna palabra de Dios. T~tj;~'·J§¡ :.tri";{· el dictado de hombre divino, a La mala fe. tiene también muy mala vista; ' t· , N. S. Jesucristo, para arrebatar- la impiedad rabiosa o mansa, unas veces alaba en le a renglón seguido la gloria de N. S. Jesucristo su sabiduría y penetración, y la verdadera divinidad; puesto que en su última otras no le permite pasar del rasero común y orprotesta de 12 de Enero de este aíio de 1924, con- dinetrio de los hombres vulgares. Pero. una obra tra la enseiianza de la Religión Católica para los no se juzga sólo por los juicios etpasionados de niíios católicos en las escuelas oficiales ha echado sus detractores; y una doctrina no se rechaza por el resto, y se ha desatado en invectivas, calumnias, las aparentes razones apasionadas de sus advermalignets interpretaciones y palabras indecorosas, sarios e impugnadores; sino po1· lo que vale en sí contra la adorable Persona del Dios.Hombre, Je- misma, por lo que juzgan de ella los inteligentes, sucristo N. S., creemos que será provechoso a los los desapasionados y cuantos se toman el trabajo bondadosos lectores de ESTUDIO tomar el agua de investigar po1· cuenta propia la veracidad de desde su fuente y dar una información algo más una doctrina. amplia, sobre el debatido tema de la Divinidad Nada menos que cinco g,roseras calumnias de Jesucristo, tan indignamente impugnada po1· imputa en pocas líneas al mismo Dios, este miseel apóstata Aglipay. rabie apóstata y sacrílego pseudo.obispo, que haEs sentencia antigua que "la soberbia de los ría muchísimo mejor en corregir sus 1·erdaderos que odian a Dios, va siempre en aumento", y no árores y herejías. debía faltarle la perfecta aplicación al infeliz he- Según dice Aglipay, N. S. Jesucristo suprireje. mió el trabajo, predicó la vagancia, perdonó a una Vémosle primero en la pag. 55 de la "Cate- mujer adúltera, puso como modelo de buena adquesis" contentarse con responder a esta pregunta ministración a un ladrón, y no permitió que un 'que él mismo formula: "¿Jesús fué hombre o hijo fuese a sepultar a su padre. Dios? y responde: El mismo Jesús se llamó a sí Pero ¿no ve el falso obispillo de Batac, que mismo hijo del hombre", como si considerase a N. interpreta pésimamente las palabras de N. S. JeS. Jesucristo como puro hombre. Pero en la pá- sucristo, y le supone intenciones que jamás tuvo? gina siguiente. ya le apellida hombre divino; "por- Y pues quiere Aglipa¡¡ argíiir contra el mismo que consta que Jesús era un hombre perfecto, se Dios. tomando palabras de la misma Sagrada Espuede decir que era hombre divino; en él prevale- critura de la cual hace objeto de burla, oigan los cía la parte divina sobre la humana", o como e.r- lectores de ESTUDIO las palabras del Seíiol/' conplica él estas últimas palabras: "tenía más de tra este perverso hereje y calumniador. Dios, que de hombre". Es gratuito suponer que supiimió el Salvador Pero cormo arrepentido de haber concedido l:i ley del trabajo, cuando en una de sus hermosas esta última afirmación, retrocede y e~:clama D. Parábolas, hallándose Jesús en una navecilla, enGregorio: "pero no exageremos tampoco la di- $eiiando a la muchedumbi·e, que le escuchaba desvinidad de Jesús . .. Como si dijera: no llega Je- de la ribera del mai-, puso el ejemplo del labrador, sucristo a ser Dios; ni a los honores de la Divini- 11ue salió a sembrar, o sea a trabajar al campo; dad; lo más que le concede el infeliz hereje es una en otra Parábola trata de /o.s jornaleros, buscados especie de mesticería o mezcla de divinidad a N. para el trabajo en sn Vilia . El mismo Jesús tras. Jesucristo. bajó hasta la edad de 30 aiios en una carpintería; Este libro de la "Catequesis" se imprimió en buscó para el apostolado a obreros, a pescadores; 1911 y desde aquella fecha Aglipay ha ido dando y la Santa Iglesia, continuadora de la divina obra tumbos hacia el abismo de su obstinación; y las del Maestro, prohibe bajo pena de pecado mortal graciosas concesiones estampadas en su libro, son trabajar en los domingos y fiestas de guardar, a 11a letra muerta, desde que acaba de publicar su no ser por motivo de necesidad. piedad, caridad o impía y descabellada protesta contra la enseiíanza que lo e.'rija el bien común de la sociedad; y ya se religiosa en las escuelas oficia/e:~. pam los rat6ii- supone que no prohibe de ning.ún modo ni bajo cos, en Enero último. ningún concepto el trabajo en los días que llama. En este reciente documento, inspirado en el mos laborables. más crudo racionalismo, llama el sacrílego após- , ¡Mucho esaúpulo es el de V., D. Grego1·io.1 tata a N. S. Jesuc1,isto: reformador judí<i, como Se deshace V. en invectii·as contra toda la Santa si se tratase de cualquier aventurero ?I que ~nsPiíó Biblia. llamándola colección de 'cuentos judáicos gravísimos errores. Afirmación calumniosa, y y paganos". lihro que "está en flagrante contrasacrílega, fundada en aparentes razones de pié de dicción con todas las ciencias", que es "contrario banco. y en una pésima interpretación de algunos a la i•erdadera Historia", que es "(la C1·eación) hechos y palabras del Se1íor ! un cúmulo de absurdos cienUfico.f', etc. etc. ; ¡¡ Llamamos error a todo concepto equivoeado o se.·hace V. del escrupuloso y queda como espautajuicio falso; ahora bien, en todas las páginas del do. atribuyendo falsamente a N. S. siniestra in. Vol. III - 11 - Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 19211 tención al suprimir unas líneas de este mismo Libro, que V. detesta y condena. · Y ¿no ve V. que se trasluce la mala fe e hipocresfo de V.? Si V. cree "con firme convicción" y "se ve obligado por pati-iotis1110" a estampar tama1ias barbaridades y sandeces conti·a toda la Biblia, no se 1 •e el matico de salir a. la defensa de unas líneas de este mismo divino Lil>ro; a no ser vor el prurito de inquina y de hacer quedar mal ·ilada menos que al mismo Dios, a N . S. Jesu.c1'isto. Bueno será también notar aquí de paso, que en el misahan s'.lcrílego e idolátrico de los pnreparcs, se lee el misal, que no es otra cosa que. nna coleccióu de trozos escogidos de la Sagrada Biblia. P11cs bien ¿en qué quedamos. Selior hereje? Si V. cree en lo 111ie escribe, ¿cómo peunite V. qu<' se enoaiie al pueblo, 11 se lea a grandes_y a clu cos, l<> que V. después condena que se ~ns~ne en las escuelas? ¡Vaya una manera de raciocmar! ;Pobre pueblo manejado por tan inconsecnente hereje! f,uego nos sale D. Gregario con que Cristo "predicó paladinamente la vagancia". No lwml1re, no: ni predicrí la rayancia paladinamente, 11i dP ;1ingún modo. Lo que prohibió Nuestro SeiiM fué el exceso, la solicitud, la congo.Ja, el trnba,10 corvornl recio 11 duro al modo de los paganos. . Y en 11.uena lógica nadie puede ded11cir, que se prohil1e la cosa misma, cuando única mente se rcprneban los excesos. Así por ejemplo, D. Gre!JOI io, el prohibir que no se b~ ba hasta el mar~o, hasta perder el mundo de vista, ha.sta embriagarse, 1 10 es prohibir a nadie lo coni·emente bebida, tomad(( coi/ moderación y prudencia. Pues ahí tiene V., el caso : dice Nuestro Se;lor en S. 'Mateo, cap. 8. v. 25: "No os acongojéis. por el cuidado de hallar que come1', para sustentar i·uestra vida, o de dónde S(lcaréis. vestidos para cubrir vuestro cuerpo". Pero de ninguna m(lnera prohibe Jesucristo el cuidado o el trabajo de buscar lo necesario para la vida; sino la inquietud y demasiada solicitud, que nace de la falta de confianza en 1(( Divina Proridencia. (S. Tomás 2, 2.55, art. 6). Y así prosigue S. Mateo: "no andéis diciendo acongojados: ¿dónde hallaremos que ~omer y bebed ¿Dónde hallaremos con que vestir11;os? como hacen los paganos, los cuales andan ans10sos tras estas cosas. Buscad primero el reino de Dios Y su justicia, y todas las demás cosas se .os darán . por a1iadidura. No andeis, pues. acongoJados por el día de maiiana; que el día de maiiana harto cuidado traerá por sí; bástale ya a cada día su propio afán o tarea. Conste claro, como la luz del sol, que N. S. Jesucri.~to prohibió la congoja y exceso de cuidado por el día de rnañan<i; pern de éso, a predicar paladinamente la vagancia, media un abismo. ¡No calumnia1·, D. Gregario, no calumniar! . _. . .. ¡Y luego nos viene el hombre justo, el V(lrón puro (que lo oiga el difunto Sr. Tinfo) esca.ndal~­ zándose de que el Se11or no condenase a una infeliz adúltera! El caso fué, como refiere S. Juan, que "los escribas y fariseos presentaron al Señor una mujer cogida en adulterio, y dijéro.nle: Maestrn, esta mujer acaba de ser sorprendida en adulteiii>. Moisés en la Ley (Levítico, cap. 20.10) tiene m(lndado apedrear a las tales. Tú, a ésto ¿qué dices? Lo cual preguntaban para tentarle y poder acusarle". "Mas Jesús, como desentendiéndose, inclinó. se hacia el suelo y con el dedo escribía en la tierra. Y como porfiasen ellos en preguntarle, se enderezó, y les dijo: El que de vosotros se halle sin pécado, tire contra ella primero la piedra. Pero oída tal respuesta, se fueron descabullendo uno tras otro, cqmenzando por los más viejos, hasta que dejaron solo a Jesús y a la mujer, que estaba en medio". "Entonces Jesús le dijo; Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado? Y ella respondió: ninguno, Seiior. Y Jesús compadecido le dijo: Pues tampoco yo te condenaré. Vete y no peques más en adelante". Y ahora le pregunto a D. Gregario : ¿qué hubiera V. hecho, si se hubiera hallado presente en este caso? Y o creo que se hubiera marchado con sus amigos y maestros los judíos. ¡Cómo había V. de tirarle ninguna piedra, V., que es tan . .. justo y . .. tan puro! Y si el Seiior no la condenó, hizo, muy bien; porque ellos eran los ejecutores de la ley Mosáica, y no la quisieron cumplir; y si la perdonó, también hizo muy bien, sin que por esto aprobase el ,Se11or el pecado cometido, sino que recomendándola 1¡ue no rolt·iera de nuevo a cometer el adulterio, la mandó en paz. ¡Aquí queda V. D. Gregorio, retratada de mano maestra! Dos p(llabritas sobre la absurda calumnia de que N. S. Jesucristo " pusiera a un ladrón como modelo de un buen administrador". Há más de mil y quinientos aiios que el sapientísimo Doctor de la Iglesia S. Agustín e:rplicó con gran sabiduría el sentido de estas expresiones del Seiior, diciendo: no le alabó del hecho, sino de la industria. El amo de que habla el Santo Evangelio fué quien alabó no la infidelidad de su administrador, sino de que se hubiera este portado con tanta sagacidad y previsión. Precisamente al correr públicamente la roz de los desfalcos 11 mala administración del mayordomo, su amo le pidió cuentas, 11 no quiso que cuidase en adelante de su hacienda. El amo al fin de todo, viéndose esta vez tam. bién defraudado· en sus bienes alabó la astucia, el ardid, la maña y artificiosa sagacidad empleada, para robar ta.mbién esta última vez a su amo. No, D. Gregario; puede V. dormir seguro, y estar tranquilo de que N. S. Jesucristo ni alabó a los ladrones, ni los recomendó como modelos de honradez y justicia. Y ponemos punto redondo a las atrocidades y despropósitos de D. Gregario Aglipay, contestando a su última puntada, con responderle que N. S. Jesucristo nos indicó en este pasaje de S. Lucas, cap. 9, 60, la prontitud con que debe seguirse el divino llamamiento 11 que nadie ha de abandonarlo, ni dife1'irlo por nada del mundo. "El que ama al padre o a la madre más que a mí, no merece ser mío" (S. Mateo, cap. 8.37), había dicho el Señ.or. Deja tú a los muertos (o a los que no tienen fe) el cuidado de sepultar a sus muertos; pero tú (que eres llamado de lo alto) ve y anuncia el reino de Dios. Palabras con que nos enseñó el Divino Maestro que los que de veras quieren seguirle, deben desprenderse de la atención y cuidado de las cosas temporales, y mirar sólamente a desempeñar el ministerio a que son llamados. Y basta por hoy para poner las cosas en su punto, 11 para que no se crea tan de ligero a un escritor de mala fe, como es el apóstata D. Gregorio Aglipay. P. DE ISLA. Vol. III - 12 Núm. 69 Abril ESTUDIO 26, 1924 AL MARGEN DE LA VIDA . . , . . . . . . . ~~~~ .... ~ LO QUE SIEMPRE SONRIE magníficos y severos cultos : impregnados de una vaga y doliente melancolía, que cada año la sentimos más intensa y cada año también la com¡n·endemos menos y recorrimos a pié y descubierta la ca~ beza las Estaciones. ¡Qué noche aquella, la del Jueves santo, preñada d.11 un misterioso encanto, que se adentr~i en el corazón y que, sin saber por qué, e1npaña po1· decfrlo así la voz en la garganta, poniendo en ella un tono más acariciador, ••más tierno y cariñoso! ... ¡qué íntimo, qué sugestivo ese continuo encontrarse con fieles que van a v·isitar al S,11ñor, ese manso murmullo que 7Jrod.ucen las oraciones recitadas en voz queda por las calles, esa policromía en los vestidos de fiesta de las gentes, esa severa y magnífica suntuosidad de los templos, ese no sé qué ,espacial de que todos van poseídos y que hace que miremo.<; a todo.i con miradas de simpatía y atra.cción! . . . ¡Oh y cómo ya por la noche, en la soledad y silencio de la habitación, cuando nada turba la augusta calma del a mbíente iluminado por una luna más blanca y misteriosa qu,e nunca, la imaginación, sugestionada todavía por la dulce y melancólica poesía de la tibia tarde se complace en evocar el recuerdo de otras tardes y de otras noches de Juev,es Santo, en las que la delicada flor de nuestro juvenil corn - zón se entreabrió al calor del sol de una dulzura que todavía no había sufrido engaño! . .. ¡Y cómo, sin poderlo remediar, acude una lágrima a nuestros ojos, que resbalu después mansamente, como un tributo rendido a algo que no sabemos definirlo, p,'1-ro que sentimos vive allí en /,) más puro que sentimos viv. e alli en lo más escondido del corazón, sin que ni el tiempo ni el desengaño hayan conseguido darle muerte! . .. Pasó, sí, esa semana de suaves melancolías y de reposos espirituales; y de la noche a la mañana. entramos de lleno en la semana de Pascuas, esotra semana en la que todo se nos antoja florido y risueño, más fresca y bella la aurora, más dulce .el canto de las a11 es, más delicado el aroma de las flores y más franca, más expansiva la alegria de las gentes, por ser sin duda reflejo del gozo y serenidad del alma en sus horas de mayor dicha y bienestar. Por ~so ya el prinier día de Pascua, me lancé a la calle ávido de emociones risueñas y floridas como el dfo, y anduve a la ventura por pla.zas y paseos buscando, como we decía aquel mi amigo, la risa y los lugares donde se ric, con la esperanza de encontrarlo tambi.en allí y abrirle .,¡ chorro de ni.is íntimas confidencias. Pero no estaba allí como tantas otras tardes ha estado desde que se obre} en él aquella maravillosa traWJfonnación, que el muy ladino solo a.t'P·ibuía a la suave música d.e la voz de su prima. Un poco extrañado de no encontrarlo allí y un poco también amostazado porque noté que era poca la animación Y· el concurso de gentes muy reducido, cuando yo esperaba todo lo contrm-io me dirigí a su casa, tornándome en el cam.ino, sin saber por qué, un poco serio y pensa.tivo. Y allí me lo encontré, traginando por su habitación, mientras tarareaba alegrement.e una tonadilla: muy en boga. · Me detuve en el dintel de la puerta y de un vistazo observé todo ,en desorden : maletas abiertas 7>or el suelo, ;·opas de todas clases en mesas y sillas. -¿Qué haces, chico? ... pregunté al fin, en viMa de que él seguía tarareando su tonadilla. -Pues ya ves: preparando la escapada. -Pero, qué, te vas? . .. -Mmíana m-ismo,-respondió sin mirarm.'J, como si se com7Jlaciese en útl1·igarme y mortificarme. Yo me senté en la primera silla desocupada que encontré a mano, y en tono indiferente, con ánimo de desquitarm.e, le dije con sorna. -Supongo que algo especial y extraordinario te hará salir de tu retiro, porque como sueles amptiar tus estudios durante las vacaciones, no c1~P.O te vayas ahora de bureo . . . -Bueno .. . eso era antes, ¿sabes? . . . cuando todav,ía 110 buscaba los lugares donde se ríe. A hora 1ne voy de vacaciones, así, de vacaciones. ¿Te vás enterando? ... -¡Si, hombr.e, sí! Demasiado me entero. -¡Se qucdC1- la ciudad tan triste en estos meses de tic »ano!. . . Todos se van . .. -Los que pueden, hijo, los que pueden,-respondí con am"rgura. -Y . . los que quier.en,-contestó él por decfr algo. Si, chico, sí; la ciudad, además de quedarse ahora triste, tiene la inquietud ansiosa de un etern-0 acecho, en la que todos parecemos piezas d.e caza y cazadores. E s un ruído incesante, prisa, tumulto, voracidad, enloquecimiento . . ¡qué se yo! algo que fatiga, que cansa, que produce horribles torcedores. El aire está podrido, el sol ,enfermo, el agua envenenada: los pájaros tienen cárcel y las flor.es también. Es una existencia de pesadilla . Por eso al llegar esle tiempo los ho1nbres huyen a la sierra, a- la montaña, a la humilde y poética aldea de los valles. Mi o. migo se va enm·deciendo notablemente y yo le escucho más pensativo que antes y con envidia, con doloJ', con una impresión muy especial. -Por eso yo también,-prosigue vivamente,-siento la necesidad de reintegrarme, po1· decirlo así, a la tierra madre, tan bella y tan hermosa. Si; quiero huir de lo ct>'ti/icioso y quiero respirm· el afre más 7mro y libre de las cumbres, y correr po1· el bosque o entr.e los picachos y beher de bruces el agua del regato, fresca y limpia, tan fresca y limpia, que llena el alma de emoción, como si bebiésemos de una vena de la tierra, sang1·e del µuro y generoso cora.:ún de la Natu.ral:!za . .. y embriagunn.'! ante la belleza del sol que nace o del sol que sl' pone, ante al aspecto fo.ntástfro de mi risco, de la hermosa figw·a, nunca revetida, de cada árbol, de un relaje . . . Aquí se detiene mi amigo y yo, cada vez más sorprendido, más t risfe y pensativo, le digo. -¡Elocuente, amigo mío, elocuente estás!. . . Hiett ~e re1:ela la íntima satisfacción de que estás voseído. ¡Irle ol,'!gro, hijo, me alegro! ¡Quién pensara oyéndole hace unos meses que hoy hablaría~ así! . . . -Y adónde vás? .. . -No sé, chico: adonde me lleven. Esta respuesta acaba de desconcertarme. -¿De manera que no vás solo? . . -¡Naturalrnente qu.e no! . . . -Y se puede saber quien te acompaña? -Pues vienen mi madre, mis tíos. . . y (aquí se detiene un momento) mi prima. Vol. 111 -18- Núm. 69 Abril ESTUDIO -¡Ah! v<11n.os, vamws! •.. -¡Qué? . . yá volvemos a las de antes? . . : ............................................................................................................................................ .. -No, hombre, no: el que vuelves eres tú. Callo y me sonrío. El tambien calla y sonríe, ¡>ero hay en su sonrisa un vivo destello que no hay .en la mía. Por decir algo, e:r:clamo. ¡Nada, nada; que goces y disfrutes mucho! -Así lo espero y lo deseo. Tuve que despedirme. Mi amigo se .excusó de acampa. ñarme porque tenía que hacer todavía unos enca»gos que le habia hecho su p,.ima. •:.:::::'',,,',,_! C~:~~e~~~~;i~Y~~~~~~,~1:~3l~r~es Admissioo fee I" 5 Day Sclt0lars Tuitioo. Primary Course P 4 moothly Iotermediate Course P 6 moothly. Half Boarders Boards aod Tuitioo. Primary Course P B moothly, Ioterruediate Course f' .16 moothly. Extra Sludies Solfeggio P 2 Piaoo, ·two lessoos a week P 8 Piano three lessoos a week P 10 Drawiog - ¡No faltaba más! ¡Estás cumplido. ¡Salud y felicidad, que bello es vivir! < P 2 Drawiog and paiotiog f> 4 mootbly. "· -Y m.tJ he mm·chado, solo y triste, calle adentro, hacia la ciudad que tiene la inquietud ansiosa de un el<'rno acecho, ve>rnando en la felicidad dz mi a migo y en que lodo sonrie donde el amor sonde. :::.:_¡:',,_: s~~:~~~E:s~.~~~L Adm issioo fee P 15 Board P 30 moothly Freoch :,:_-,_::. Lessons one hour P 2 Piano Lessoas one hour ~ 2 Gallt' llnron .. \\1 .; ¡o .Mani11t Te/eJJhone fj{fi/ . Vol. III EL PEREGRINO. ............................................................................................................................................... :. FORM. No. 3500 THE GOVERNMENT OF THE PHILIPPINE ISLAND8 DEPARTMENT OF COMMERCE AND COMMUNICATION8 BUREAU OF POSTS MANILA SWORN STATEMENT (Requfred by Act. 2580 The undersigned, A. DE ABOITIZ PINAGA, owner and publisher of ESTUDIO, pu. blished weekly in .Manila, Province, P. L, after having been duly sworn in accordancé with law, hereby, submits the following statement of ownership, Management, cir.culation, as required by Act. 2580 of the Philippine Legislature ; NAME Editor A. DE ABOITIZ PJNAGA. Managing Editor A. DE ABOITIZ PINAGA. Publisher A. DE ABOITIZ PINAGA. Business Manager VICENTE AGAN. POST OFFICE ADDRESS P. O. Box 1646. Owners or stockholders holding one per cent or more of interest, stock, bonds or other ~ecu rities : NAME VICENTE AGAN A. DE ABOITIZ PINAGA. POST OFFICE ADDRESS. P. O. Box 1646. Bondholders, mortgagees, or other security holders of one per cent or more of total value: (If no outstanding securities state; state nature of security·if any). Manila, March 31, 1924. (Sgd.) A. DE ABOITIZ Y PiNAGA. ( Owner or Publisher Subscribed and sworn to before me this 31 of March 1924; the declarant having exhibited his cedula No. F-55255 issued at .M"aiila on February 28, 1924. Not. Reg. no. 13. Pag. 88-Book L Series of 1924. (SEAL) NOTE : (Sgd.) BENJAMIN O. GOSIOCO (Signature of officer administering oath) Notary Public My com. expires on Dec. 31, 1924. The above declaration shall be signed by the owner or publisher himself, and not by . any employee of the publication. -14- Núm. 69 1 ESTUDIO 26, 1924 ~cuuc~c_!J ·,-::x: __ I su suscripción a ESTUDIO por un año más y 1 Abone V. un peso 1 A Recibirá entonces, además de ESiU)JO, el Semanario Hispano-America1H\ de información, propaganda y controversia iteui.ata (!Jató liru cuyo precio de suscripción por un ailo es de Cuatro Pesos 1 1 1 1 1 1 1 Remítanos V. siete pesos (-P- 7.00) para ambas suscripciones. 1 r ~ 1 ----······~ E../+ucllo >-------A! ~ ) 1 ' 1 P. O. Box 1646 MANILA Roxas Bldg, 212. 1 1 ®--- ----~ ............................................................................................................................................................ ¡',::l ¡Ahra HOY una cuenta de ahorro, y sea un metódico economizadorl Nuestro departamento de ahorros le pagará a usted un interés anual de 4 1/2 por ciento sobre las cuentas de ahorro de un peso, computado trimestral mente. Philippine Trust Company Edificio del Monte de Piedad-Te!, 1256 Transacciones bancarias extranjeras y domésticas de todas clases. ........................................................................................................................................................... ~~~~~~~- -~~........................................................................................................................................................... RIZAL PARK Co., lnc. El mejor medio de ahorro. Compre un solar para tener su propio bogar. No pague más renta. 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En este Colegio se sigue estrictamente el plan de estudios del gobierno así que las niñas salen perfectamente preparadas para estudiar cualquier carrera universitaria. El colegio posee completos y modernos laboratorios de Biología, Física y Química. También se ensena Mecanografía, y Taquigrafía por los sistemas de Gregg, Gregg-Pani y Paragon. En los estudios de piano, las alumnas pueden seguir a su elección, el método del conservatorio de Manila o de Madrid, por tener profesoras Doctoradas en ambas instituciones, Las clases comienzan el 15 de Junio. Para más detalles, pueden dirigirse a la Madre Directorn. 211 ANDA , MANILA . ....... 1,,.,,1,.1,,.,,.,,1.,1,, ............................................................................................................................................................................................... ,, ................................................................................... . Vol. III -15- Núm. 69 Abril ESTUDIO GRAN COLEGIO CATÓLICO ONCE Senadores de la talla del Presidente QuEZON, ENAJE, VERA y ARROYO; VEINTE Y TRES Representantes entre los cuales figuran los Honorables AQUINO, PADILLA, AVELINO, MENDOZA y PERFECTO son suficientes para acreditar el valor educativo y la formación cívica de una Institución. 26, 1924 ____ __,., 1 1 1 1 1 1 1 1 1 , • ~¡~,.m~~!~~~s~om~~q~!~!~~ • 1 y prez de la Patria. Vol. III Este Colegio ofrece cm·sos completos desde la Primaria al College, con cursos de Preparatorio de Derecho y Preparatoria de Medicina. Instrucción en Inglés y según las normas del Bureau of Education, sin descuigar el CASTELLANO que los Directores de LETRAN juzgan de importancia y de necesidad en Filipinas. A Cargo de RELIGIOSOS DOMINICOS ESPAÑOLE8. Para más informes diiigirse al Secretario Las matrículas comienzan el l.º de Junio. - - -- - - - -- - - - - --·- -- - - - - - - P. O. Box 146, Manila. -16- Núm. 69 1 1 l "LA REAL Y PONTIFICIA Universidad de Sto. Toreas es la instituciún docente que más y mejor lrabajú d11r;10te tres siglos para prop,tgar y conservar la cultura superior en el Archipiélago Filipino". Tesis demostrada en el Discurso de apertura del curso pasado. FACULTADES: ... ~Medí · c1oa. .. 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1: 1 1 1 1 1 1 1 1 - 1 1 1 1 1 ' 1 '1 1 1 I ¡ En todas las fa c:ullades, 111enos en Farmaeia, se inclu yen dos aiios de preparatorio. 1 1 1 En Farmacia se admiten desde este afio Jó1.r'nes de ambos sexos. En su Impl'enta, montada a la moderna y 1·0 11 opel'arios maestros en el arte tipogl'áfico, se editan: ll!?stuMo, r füilctín ~clcsiilstico oc .filipinas,\ ! ~~ltu_:~ocinl, J _li1_n_it_a_s_, 1 1 ífolchn oc In Flni~1crsioai), 1 ! LJoj~~-~~atcci~mo, 1 1 Boletín oc la lglcsia oc San lgnacio~ ! 1 San luan fjcigl)ts'Ucw9.-¡ Direcciún Postal: «Universidad de Sto. Tomás" Postigo, 139, Intramuros. P. O. Box 147. 1 1 1 Dirección Telel'única: " " " " " " 1 ¡ 1 1 ------~-ll lJniversidarl de Sto. Tomás. P. Redur de Sto. To111ús Secretada Imprenta 12:12 1t73 t t fi t 1894 ®-------1 .......................................................................................................................................................... . A ce"1te Ref1"naro s t Siempre re~~0~1i~eJ~~ ensa Hoy •I alcance de todos, en latas y botellas ·. ¡ ... ................................ , .......................... y•11•11•11•1 ........... ... , .................... .......................................... :·· La Flor de la Isabela Gran Fabrica de Cigarros, Cigarillos y picaduras de la COMPAÑIA GENERAL DE TABACOS DE FILIPINAS Oticina central: 212 M. de Comillas Td. 25b0 CIGARROS DE LUJO Y POPULARES EXPENDIO: 63·67 Escolta Y en todos los kioskos, clubs, taba! ............................................... ~.~.~~.~.~~ ... ~ .... ~.~~~.'..~~ ............................................. .. h ........................................................................................................................................................... . ' 'L '-OR M.WOR _,, ANTON'O '"EO Y n I, •. ; :!12 '.\tag;i)l~nes P. O. Rox 57 '1'~1 . lOHH -~· ........................................................................................................................................................ i ' l I! BOLETIN EGLESIASTIGO DE FILIPINAS OROANO OFICIAL INTERDIOCESANO CUYA ::;usCRIPCIÓN ES OBLIGATORIA PARA TODO El.Cl.ER<• PUBLICACIÓN MENSUAL Editada por la Re'\l y Pontificia Universidad de Sto. Tomá" de Manila. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Para el Extranjero-6 Pesos filipinos o$ 3.00 por a!lo. Para Filipinas ... . . . . . .... f" 3.00 por ano Número suelto, no atrasado ... ., 0.40 Atrasado ........... . . ., 0.50 PACO ADELANJ'ADO Se admiten aouncios Dirección y Administración BoLETILV EcLESI ds1'/co P. O. Box 147 Manila, P. l. ,¡ 1 ............................................................................................................... , .......................................... . MAXIMO VICENTE Taller de Pintura. 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Un t-jemvlo viviente de forta~ .:::¡:':,:_~. lti~~ ~~i~t.~=~:~ má~ que P 2.(10 al año eo f.'i1ipio11s )' f' 3.00 en el extrao¡ero. IJIR~~CCION Y AUMINISTHACLON Ver¡tar•, 1223, Quiapo-MAN!LA-'J'eléfooo 373~ . ........................................... . F elicísimo ~ - Feria Gabriel La O FERIA & LA O ABOGADOS Chioa Bank Rldg., Juan Luoa1 Maoila. Tel. 1792. Dr. Miguel de la Concepcion DENTISTA 25 '1'. Pinpi11 Tel . 3532 .. : ........................................................................................................................................................ .