Diario de Sesiones del Primer Congreso de Hispanistas de Filipinas Vol.1 No.1 9 de Octubre de 1950

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Diario de Sesiones del Primer Congreso de Hispanistas de Filipinas Vol.1 No.1 9 de Octubre de 1950
Issue Date
Vol.1 No.1 9 de Octubre de 1950
Year
1950
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
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REPÚBLICA DE FILIPINAS flíarío de ~rsíonrs DEL PRIMER CONGRESO DE HISPANISTAS DE FILIPINAS MANILA Vol. I SESIÓN INAUGURAL Lunes, 9 de octubre de 1950 No. 1 APERTURA DE LA SESIÓN RN;pondicmdo al llamamiento hleho el 28 de :igosto dd :\f10 <'n curso por el Comité Ejecutivo formado para organizar el Primer Congreso de HispanistM de Filipinns, cuyas ~sioncs se habí:tn fijado para. los días 9, 10 y 11 de octubrc <l<>l presente año del Sci1or, 1950, dicho Congrc>so se hn. re.unido a las cuatro y media de In tardC': de hoy, en <'I Salón de Actos de b Universidr;d del Centro Escoln.r, graciosamente crdido por ést.n. pam In C<'lcbración dc> dichas sesiones, bajo la prr.sidcncia provisional del Presidente del Comité Ejecutivo mencionado, Dr. José P. Bn.ntug, quien, con b. a.3istcncia del Secretario del Comité Ejecutivo, don Tomás F. B.urctto, como Secretario interino dr.I Congreso, dccll\ró abierta l:\ sesión. DISCURSO DE APERTURA DEL PRESIDENTE PROVISIONAL, DR. BANTUG El PRESIDENTE PROVIsIO:;.;AL. Excclcnf.isimo y revcrcndisimo Arzobispo :\'lctropc.1itano de :\fanila; Exce·· 1cnt.isimo scfior Ministro Plenipotenciario de Espafia en Filipinas; Excclent.isimos e ilustrisimos señores de las Reales Ae;i:.demias Españolas; Caballeros condecorndos por Su Santid!\d, por España y paises ext.ranjeros; damas y caba.llt"rcs: Consci(;ntc del significado del magno acontecimiento que ion.uguramos hoy, abrigo el temor de que la pcqueií.cz de mi persona no pueda corresponder, con la debida suficiencia, a las exigencias del alto cargo que vuestra generosidad y benevolencia t:m inmerecidamente me han otorp:ado. Con todo, aca.llo cua.1quier resquemor que pudiera entretener de mi incap:ici<la.d al contraer este compromiso, porque desde cst.e sitial quisiem renovar pública y solemnemente mi profosión de fe: procurar por todos los medios lícitos y posibles a mi alcance, la propulsión y conservación de la cultura milenaria hispánica en nuestro P < lÍS, porque con c-lla está íntimam<..nte vinculada la religión de nuestros mayores, que es la herencia más preciada que nos legar.\ K')paña, l\fadrc grande y solícita, creadora de n:lciones, l:i. más focunda, la más amorosa que la Historin. regist.m f'D sus p:.í.p:inn.s p;loriosns. No me a.rr('drn d frnc:lso porqtw :ibrigo b confi:mza m:i<; absoluta cm nuestros ulteriores destinos, y porque, r~unados nucs· tros esfuerzos en la tarea común, probaremos ante el mundo entero que el c~ichorro mab.yo de lo. vieja l('onn de Castilla es dign.o ele sus hcrmn.nos mayores de allt:ndc los mt1.res. Y, como ellos, trntn.remos de conservar a. través de los tiempos y las vicisitudes, esta valiosfsima hCrcncia común. La celebración de este magno Congreso, que ti('ne todos los ribetes de una Asamblea Nacional, es una de las más felices iniciativas del incansable como íntegro cn.ballcro de la corona de Italia, don Tomás Fc,rnando Bnrretto, hombre digno de sus progcnitc.res, que se caracteriza.ron sicmpre por sus grandiosas concepciones: como lo prueba. h fundación de la Fábrica de Cerveza de San :\'ligue!, que ha dado origen a una c-mprcsa capital que fn ramificándose en otras nó menos importantes y es hot dla uno de los establecimientos más sólidos y progrrSivos, de tal modo que const.ituye un lcghimo orgullo de nuestras industrias nacionales. También es justo reconocer que, al dar forma concreta a esta magna Asamblea, han cooperado para llevarla a feliz término los clCmt'ntos más ilustres y distinguidos de hi Hispanidad <'n el país, bien como individuos, bien como sociedades. Aquí est:ín congregados los miem· bros de v:uias reales Academias Españolas, como la de la Lengua1 de ?\fodicina y Farmacia, de Legislación y Jurisprudc11cia, In Sevillan:i de Buenas Letras y de Artes y Ciencias. Asi también las asociaciones hispanistas tanto locales como d<' provincias, cuales son: In Peña. Hisp:mo-Filipina, el Núcleo de la Hispanidad, la Asociación de Hispanistas, la Liga Hispanista, el Circulo Escénico, la Sociedad Talia, la Academia Cervantes, el Círculo Hispano· de Bacolod, la Asociación de Hi6panistas de Cebú, d Circulo Hispi~no-Ilocano de Vigan, y otras muchas socicdadt's estudiantiles hispanist.as de varios colegios y universidades de esta capital. No es menos digna de encomio la actitud de los Jc.fcs de estas varias instituciones educativas quie· nes, en cuanto supieron los fines laudables de este Congreso, se alistaron enseguida a sus filas, contribuyendo generosamente con sus fondos para los gMtos esen· ciales del mismo. La Universidad Católica de Santo Tomás 1 1:\. Univcr¡;¡id:\d del Ccnt.ro Escolar, la Univcrsid:td de Filipinas, h UnivNs:idad d<'l Sl~r ,de Luzón, DIARIO DE SESIONES dt! Alb:~y. l:l Norfhcm lfigh Sdwol <le Vig1~n, la Univ1~r­ ~idad de Manila, d Co)('gio de San Juan de Lctrá.n, 1·! Colegio de San Bt•da, el antiguo Instituto Ül' :\fujcrcs (hoy Roseville College}, al igual que muchas ca.sas comerciales españolas, las corporaciones religiosas y entidades particulares, se han mostmdo no menos entusinstas. La prcnsn. editada en español se ha puesto : 1• la altura de su digna misión, nobl~ y desinteresadamente, habiendo dedicado, y aún están haciéndolo, valiost.s columnas en i;ius rcspcctivi'.s public<~ciones, siguiendo paso a paso h1 .s i~ctivida.dcs de h Comisión Organizadora y los diforcntcs comités que la integran. La prensri. editnda en inglés tampoco se ha mostrado indiferente. Sea, pues, nuestro a.gr?.dccimicnto má.s sincNO a los directores de csBs publicn..cionPs, como: Voz de Manila, Las Noticia!i, Semana, Nueva Era, Ahora, La Nación, el Chronicle, í'l D01.ly Mirror, ('l Evening New.<:., y ~l Manila Times. · Dcbcmo~ recordar también v.quí la benevolencia del .Jcíe Ejecutivo de nuestra República, a.l aceptar rl nombramiento de Presidente Honorario de este Congreso, honrarnos con su presencia en esta ~~.:;ión de ~.pcrtura y dirigirnos algunas pv.labrP..S de aliento. El <lignfsimo señor Arzobispo de Manila contribuye asi mismo con su óbolo para que este acto público del HispP.nismo en Filipinas sea de lo miís lucido y solf':mne. El digntsimo seflor Obispo de N ucva Scgovia, Moni'<:fior Santiago Sancho, el no menos generoso señor Obispo de Jaro, Mom.orl.or Jo.<;é Mnria Cuenco, y rl magná.nimo cuanto piadoso Obispo de Lingayén, Monseñor :\fariano Madriuga1 se destacan entre los má.i;; f':ntusiv.st.as que respondieron al primf'f ll:m1nmicnto. Más t.:~l'<lc se mcibió li\ adhesión del ilustrísimo sefior Obispo dr. Nueva Cáccres, Monsefior Pedro Santcs. Y no 'ligamos nada de los demás nitos dignatarios de la República y de los reprcsrntantes diplomáticos y consulares, como don Antonio Gullón, quien, como enviado especial de la Madre Espafia, no puede mostrarse indiferente y ·tie1te que mirar con sin igual rimpatia y nfecto todn d .... mostraeión pt1blicn. del Hispanismo en Filipinas. ¡Ojalá. que el Todo¡1odcroso Señor de las Naciones brndiga y corone con e éxito más lisonjero lits dclibernciones de este Congreso que comienz.~ hoy! Damas y caballeros: Tengo el honor y r.l inmenso placer de declarar abierto el Primer Congrrso de Hispanistas de Filipinns. El Presidente de turno en f'Sta primera sesión, don Guillermo Górnez, Director de la Academia Filipinn, correspondiente de la Real E~pañcla, se snrvirá, de acuerdo con lo rcrnclto unánimemente por el Comité Ejecutivo, orgnnizador de este Congr;so, ocupn.r b presidencin y dirigir los n.suntos de cst.a primera iMÜÓn. (El Presiden.le de turno de la primera sesión del Congre.')O ocupa la presidencia, que abandona el Presidente Provisional, Dr. José P. Bantug.) EXISTENCIA DE QUÓRUM Leida la lista de los seflores Congl'esistas, la Mesa declaró que h:'.bfa quórum. (La lista de los señol'es Congresistas va adjunta al Diario de la lel'Ct ra y última suión, como apéndice "A.") INVOCACIÓN El PRESIDENTE DF. T f'RNO. F,J asunto Pn ordr n O! Ju in\'ocnci6n Pncorn1~ndnlla R In LH>nevolrncin drl cxcclcnt.isimo y re\'ucnrli:--;inw mon~<'iinr GahriPI :\J Hcyes, .\Ictropolit:mo de . .\J:..nil:t. El Exc,10. ,. lh.;nnio . .\Ioxs. GAnHIEL .\l. HErEs In Nomine Patri Sempitenium Deus! ¡Oh, Dios! qur con vuestm Providencia habéis dispuesto con tod:i plenitud la ad?..pt.abilida.d del lenp;uaje a los hombm;;; de todos los pueblos y edades, a fin de qUt"' se unicran y se asociaran y, ~~sociándose, l:i. religión, h ci<'ncia, las bellri..s artes y h s t.rndiciones se difundan; y ln.s idl'ologías, las caracteristiMP e, idiuüncmsia <le cada. H:lción se presNvcn, digámo.')lo :tsí, dirigid con compbccncia vuestra mirada :l cst.e Congrl"so de Hispanistits, a su.~ ilustres miembros y simpatizadores, pam qu.:- sus ncunrdos en el c:~mpo de b hi;;panidn.d en Filipinas, t.ienrl::m a promover la rectitud e ilustmr la. inteligencia contrn la ignorancia y d error, contm la corrupción, contra la pornograffo y la indrcencia.. Ceronad con <'I é,._ito la realización de los fines dr este Congr('so, p:'rn qm, se reafirme y se consolide una VC'Z más r.l h<'cho de h difusión de la lengue, culturn y fraternidad en t.odas las relaciones existentes entre Filipinn.s y su n.nt.ig11n. metrópoli, la noble y C:lt6lica España. ¡Amén! DISCURSO DEL PRESIDENTE DE T URNO, DON GUILLERMO GÓ:VlEZ El PRESIDENTE DE TURNO. Como quiera que estoy pnd~cicndo de unn afonfa aguda, rognrin n.I congmsista don Jan.quin cir San Agustin que lea d 1li!'lcurso que tengo pr<~parado para esta ocasión. El Sn. DE SAN AGT'STÍN. Con sumo gn,..;l.o, S<"flor Presidente .. "Seiíor Presidente del Comité Ej~cut.ivo, Excmo. 8r. Ministro de España, Aut<.ridades civiles, rcligiosn.s y culturales, Hispanist.as todo~ : 11Sirvan estas primems frast's para expresar mi má~ hondo agradecimiento por la honrosa distinción que se me ha Qt.Orgado de presidir el acto inau~uml de esta usambfoa de hispanist.as filipino31 primera ffi{\nifcstación formal deol deseo colectivo de conservar los rasgos hispánicos en el carácter y la cultum naeiomdf's. Nunca, ni en esos momentos inconfesables que aun los más humildes dedicamos n fantasear sobre r.l Wma df.' la exaltación de nu~stro yo, nunca, r('pito, soi\é alc:mz:tr honor tan señalado, del que soy totalmente indigno, y por el cual, os lo aseguro, brotan ahora de mi p<'cho raudales abundantes de a.sombrada. gratitud. Lamento no poder dirigiros In p:J.labra directamente, viéndome obligado por prescripción facultativa a ht1.enlo por medio de est~~ mens1ijc escrito. Confío1 "sin embar~o. que esta circunstancia no restará cnlor cordi:d a mis frases ni a YnC'stros oldos hcncvolcnci:\ p:~rn escucharlas. "A raiz del surgimiento de la República Filipina en 1946 pudo observarse en varios .-.c:etores de la opinií~ pt1blica un interés renovado hacia lo hispano, inlNés que culminó en el establecimiento de más estrcch:is relaciones con I:\ nación española.; rn h nprobación de la ley Sotto; en hi crc:ición de sociedad<:-s cervanlina.s en· escuelas y colegios, y en h\ convocatoria parn. este congreso de hispanístns que hoy comil"nz:i su larf'n. Dirhtse que <>I puí'hlo filipino, en lo!li Alborf's <l(' su '•idfl. indPp<indientf', se prrcató de 11i v1:rdad f'Til"~rrn1h f'll C'l npotrti:mn de un pf'ni;:ador frnnc~s, Jp Bon, 1londc PRIMER CONGRESO DE HISPANISTAS DE FILH'INAS se afirma •1uc un pueblo sólo pu<'<ll' alcauzar su v;rnndc•za apoyándose r.n sus trndicin1wti y t·n :-;u pasado. Diría:m que r.sc pueblo comprendió con certero ins~into que en Jcy histórica como en ley arquitectónica un edificio sin cimi~ntos pronto ~e derrumba, y apcn:\s j!;anó lihertad para labrar su porvenir sin ayuda ajena volvió la vista atrás en busca <ld basamento de su pasadc•. Y al hacerlo, tropezó enseguida con el granitico estrato de la obra española, con la fuerte argama~a de la tradi· ción española ya adherid:\ y :\un superpuesta a su propia tradición prcmaga.llánica con tal solidez que se hablan fundido en una sola, mixta de ambas. "España había vaciado sobre ,~l alm:~ filipina • J inmenso tesoro de la fe cristiana ll ~nándola de tal modo, que inHuye decisivamente en su pensar y en su sentir. Dióla la más liberal y dinámic:\ de las religiones positivas; aquella que, según observara Rodó agudament~, no lo 1::statuyó todo ni estableció a prion'., excepto para 8us dogmas fundamentales, moldC's rigidos e inHexiblcs, dejando, por el contrario, con palahras del mismo Divino Maestro, abiertas las puertas para que sus adeptos pudieran aceptar novedades beneficiosas. Asi !ns naciones cristianas lograron alcanzar cimas de cultura, cumbres de progreso in:lccesible a otros pueblos que profesaban religiones estáticas y totalitarias, consiguiendo una superioridad innegable por su cicncitl, por su rique:za y por su fuerza. Lo primero que hizo Espaiia al pisar tierra filipina fué incorporarnos para siP.mpre al sector selecto, aquel que, influido consciente o inconscientemente, por la idea cristiana, es ahora y sNá cm lo futuro el sector triunfante de la raza humana. "~~~~~~~~~diens las hojas en que \·enían noticias del suc<'so? ¿Cómo en Jos casinos y en los mercados, C'll los cafés y en los salones d único tópico <le conversación, el tema <'Xclusivo de los comentarios era 11 10 de España"? Entonces pude convencerme de que España no era n.qui tan r.¡ólo un recurrdo romántico del pasado sino algo que vivía con vida actual rn el corazón filipino, n.lgo palpit.nntc y dinámico capaz de inHuir en el sentimiento popular. Creo sinceramente que si en aquella contienda hubi('sen vencido los cfomcntos mMxistas sus doctrinas se hubieran propagado con rapidrz y adquirido mayor auge Pntrc nosotros. No: Esp:iña no es aqui b sombra de un ayer re;moto que se desvanece :\l correr del tiempo; España alienta en la conciencia y en la subconsciencia del filipino como parte importante de su caudal here· ditario, de su tradición prcit~rita. No se pul.'de arrancar del filipino lo hispánico sin dcsnaturalizarle, sin hacer de él un hombre fantástico e increible quC' estuvo durmiendo durante cuatro si~los sin tradición, o sen., sin vid:i. consciente. 11 Ensalzar y afirmar nuestro hispanismo viene a ser, en fin de cuentas, . fortalecer y depurar nuestro filipinismo, y labomr por la conservación de 103 ele· mentos culturales implantados pot· España durant<: su dominio de estas tierras es laborar por nuestra propia cultura. Nuestro& antepasados de.l siglo dieciséis f,uvi<'rc.n la sagacidad de comprender que Legazpi, aquel modesto escribano, y Urdaneta, aquel bondadoso frail-.~ , les traian una civilización muy superior y mucho máf!, humana que aquella en que vivían y se dejaron conquistar sin oponer resistencia apenas, tolerando, salvo esca.5as y esporádicas rebeliones localizadas, el dominio hispano del que pudieron haberse sacudido fácilment<', durante cerca de tres siglos y medio, hast.a el dia que se creyeron capa.ces de navegar por si solos. No quiere. restar un ápice a la grandeza de la obra de América en el cortisimo tiempo de su dominio, obra que se ha incorporado ya también a b tradición filipina, pero tengo siempre presente lo dicho por varios de los má~ eminentes gobernantes que de alH vinieron, quienes, inspirados en un alto sentimiento de justicia, no vacilaron en declarar que la solidez de la obra. americann en Filipinas fué posible porque se elevó sobre el cimiento d.~ la obra española. 11Al querer el filipino reforzar su unidad política, segunda base fundamental do su fut.ura grandeza, vudve a ha.llar en e_ l pasado la huella de España que, al someter a una autoridad única las numerosas subrazas que habitaban esta tierra., propulsó su amalgama espiritual y aun la biológica, mezclándose <'lla t.ambién por medio d~ inyecciones de su s:mgrc generosa. Por eso cuando se d()sató el lazo colonial no hubo aquí matanzas en masn., ni emigraciones trágicn.s ni partición de territorio ni guerras civiks, revelando todo ello la reciedumbre del cemento cspn.fiol que unificó a tagalos, bicolanos, bisayos, etcétera, borrando entre ellos todo sentimiento de distinción o diferencia en un plazo muy corto para est.a clase de fusiones hurnl\nas. "En el pr.::dio de nue&tro paLrimonio, en el hut:rto "El fir · d h b d d h que Dios acotó para solar de la raza, se eleva entre ' . lprno e ~ ora, ucean. 0 en su pasa. 0 ! a otros, un árbol, el más frondoso y robusto tal vez, quiz:í.~ de !º~ord.~r por f~erza cómo Espana nos l<'gó as1m1smo el de raices más hondas y firme.:3. Ya .se hizo el trabajo su idioma expr~s1v~, cl~gantc y ~onoro, usado, no sólo de plantarlo¡ de vigilar su crecimiento; de salvarlo df: por nuestros héroes nac10nales mas preclaros y f'l grupo los numeroso.s pdigros anejos a fo. edad temprana. :i.un respet:ible de los que hiiblamos Y pensa!11~s en él, Ahora :;ólo requiere ligr.ros cuidados de conservación: sino también . ~or nuestra mas~\, la . cu~l. charmmente podar las muertas ramas; limpiarlo de parásitos dest.rucemplca _numcro . .,os vocablos y g1r.os smt.ax1cos cast.ella- tares; regarlo de cuando en cuando en las horas ardientes no~ ya 1nc:ustados en ~o~ lcnguaJcs nativos. con .fuNza de la canicula. . . Seriamos en verdad estulto~ e tal, que nul}on~s ele fihpmos los c~een propios sm sos- / criminnles si por falta de ~!los se viera algún cií:\ privndn pecha.r de dondc procrden. Del mismo modo, al volver . · · . b la vista. a su ayer, ese filipino de hoy hallará en sus nuestra posteridad de sus óp1mos Ílutos y de su som ra costumbres, en sus formas soci1dcs, en su actitud ante protectora. los problemns de l:\ vicia, la sombra imbormbk de !:\ "En este día, ul primero que dedicamos dc~pués influencia psicológica andnluza, castt~llana o vasca, de adquirir la independencia poHtica a la noble y patrióf'l glóbulo hi.ip:mo qtw por hallarsu con frecuencia pre- tica labor de conservar el árbol hispánico en nuestra ~rntc y entre las células de su cuerpo, influye en su tform malaya, yo quiero dirigir a In antigua. madre, penstuni('nto y 10111~\ park t•n h dirrccióu dr. su c::iptritu. por medio de su digno representante aqui prcsenh~, 11¡,Recordáis aquellos días cuando f:Stalló en Es· un saludo de amor. Ella nos trajo su religión excclsn.; pn.fm In revolución rt:publicano·socialista? ¿Recordáis "lla convirtió nueJtras desperdigadas t.ribus·"n un pu"blo cómo f:Stf' pu<':blo, nv:i.ro en C'Xtcriorizar sus emocionef!,, sólidn.mC'nt.e int.egrStdo; ella unió su carne n nuf"st.m nrrf'h:1t:\hn d"' l:~s m:rno..-i de lo~ Vf:ndcdorcs el:• pcriú- cn.rnf: y su :>.lmn a nuestra alm:\ y C'lb _i:;emhró enl.rft DIARIO DE SESIONES ·~~~~--~~~~~ nosotros lns Rimicntcs de su Cinncia. y de su Arte. Nos dió de cuanto tEmia, desde la savi:~ de ~us venas hastu la luz de su cspiritu; ¡no <lió más porque más no tenía! Reína .Maga que cuando éramos aún un pu~blo niño nos drcndaste el oro de tu .~angr<>, <'I incicm;o de tu fe y la mirra dr tu grnio ¡que Dios te Sl!lve y t(' bcndign etrrnamcntc !" CONSIDERACIÓN Y APROBACIÓN DE VARIOS PROYECTOS DE RESOLUCIÓN El PRESJDENTE DE TFRNO El 2sunto en orden (lS el proyecto de resolución relativo a la creación de un comité que se encargue de notificar a su Excelencia, r.I Pf('sidente de la Rcpúblic~ de Filipinas, que ha sido nombrado Prnsidcnte honorario de este Congreso. Lém1f'. El SECRETARIO INTERINO. Proyecl-o, d~l Co~grc· sista. doctor José P. Bn.ntug, drl siguiente tenor: RESOLUCIÓN QUE DISPONE LA DESIG~ACIÓN DE l'N COMITÉ DE TRES CONGRESISTAS PAR A NOTIFICAR AL PRESIDENTE .DE FILIPINAS QU E HA Sll>O NúMBRADO PRESIDENTE Ho:soRAmo DEL PRDIER CONGRESO NACIONAL DE HISPANISTAS DE FILIPINAS. Los Hispaniste.s de Filipin:-,s1 reunidos en C()ngrcso, RESUELVEN: Que el Presidente de turno designe un comité de tres miembros para notificu ~l Presidente de l[!. República que ha i:;ido nombrado Predidcntc honorario de este CongN'sO, d cual cRtá debidamente organiziido y reunido, y tiene el honor de invit~r a Su l•;xcclcncir.. a su sesión inauguml. F.I PRESIDENTE DE TrRNO. ¿Adopte el Congreso Pl proyecto? (Mucho.~ Congresistas: Si.) Quedp. adoptado. De ecucTdo con la resolución que aeab:i. de adoptarse, la Mese. di::signa al doctor José P. Bantug, Pre,;idente d~l Comité Ejecutivo, y a. los se1iorcs Congrl'sistas José Razón, José Sotclo i\la.tti y Victor Molina :\1art~ll. para. integrar dicho comité de notificr ~ción. Lé:!.sc :?.hora el proyecto de Tcsdución relativo al nombramiento de un secrct:~rio y un macero para este Congreso, y presentado por el Congrc~ista señor Bn.rretto. E1 SECRETARIO lsTERlNO: RESOLl 'CIÓS EN LA Qt:E SE NO:\tBRAN 1~N SECRETARIO ,. UN MACERO DE ESTE CONGrn:so. Los Hisp~nistas de Filipinas, reunido.e; en Congreso, Ri:;srr.Lvl':~: Que los miembros Joaquin de Stm Agustfn y Ramiro Santos, sean, cerno son por la presente, nombrndos Sccrctiirio y :via.ccro, respectivamente, de este Congreso. El PnESIDBNTE DE T1·RNO. ¿Hay objeción a la adopción rlel proy('ct.o que acaba de leer .... c'! (.1.\fuchos Congresistas; NO.) Queda adoptado y, por tanto, nombrado!!: los Fcüores De San Agustfo y S:mtos S:crc· tario y :\'1n.ccro, respectivamente, de cst-c C~ngrC'._so. . Dichos eabn.lleros se servirán i~sumir sus respec- . ti \'Os eergos. (Acto ::;eg11-irlo, lus .<1eñol'es Joaquín de Sn·n Aguslin !I Ramiro Santos a.rnmeu sus res¡1ert·ivns 1·argn.~.) DISCUHSO DE D E~l ETF.RIO BARCELÓ:-.1 El P1n:sJDE~TE DE T ntxo. Tií'ne la p:llabrn el Congresista don Emctcrio BarC<'lón. El SR. BARCELÓX. Srñor Presidcntr de Turno, dignisimo Represcn~:i.nte y :\!inistro Pfonipott>neiario de España en Filipinas, Ilustrísimos huésp;~drs t.lr honor, ;:;.eñorai:; y scri:ores Congrrsistas: . Honrado con la tarea. dificil, pero para mí gratís1ma1 de condensar en un corto mensaje los sent.imientos de a.mor y gratitud a Espafia, que hoy deben rebosar en todo ce razón filipino, digno de tnl nombre, con ocasión de esb.s tbsta.; por la Hisp~idad, hubiera querido par:l. mf la máxima capacidRrl expresiv:i. en eM incomparable idioma que Santn Tcrc::;a y San Jmm de la Cruz divinizaron con sus escritoi:;; pero si, como teme-, no consigo cumplir mi cometido a vuestra sati...;facción, culp[!.d no a falta de volunt.v.d, sino a pohrru de léxico, a la <lesmedrada solvencia litcr.iria de este c>namor.:'..do de Españ.a y de todas sus cosas. Ya que m~ dan algunos minutos m:ís de los que necesito pam leeros el rriensa.je a Esp!!.ña, permitirlmr que os refiera 2.lgo del duro ca.lv&rio que ha tenido que pasar el vocablo "hispanii:ita", a.ntes de> que los orgr-.nizedorcs de cüa e.samblca se decidieran a usarlo. Llemé 1 2 atención de mis compafieros a la defir:iición di'! corle r~strictivo que al vocablo da l::i. Heal Academia E.<;p:l· flola; y temfamool, no sin rnzón, que algún aristarco desocupado, dgún purista desempleado nos colgase el sambenito· de "hambugueros", de presumidos¡ porque ºhispanist:\", según la docta corporación, es la persona versada en la lengua y literatura espafiolas. Y ninguno de vuestros c.rganiz:tdores tiene la pretensión <lt-, ser especialista en lengua y literatura hisp1ma, ni quercmos dar la impresión de que se trata de organizar un a reópago de sabios hisp::mófilos, sino más bien <lea. una asamblea o reunión de individuos, sobre todo dr. filipino ... , enamorados de Esprdla y ele sus cosas. D<'spués de una brg~ y trabajosa discusión y deliberación se aeordó usar la tan discutida y w ra ndcrida palabra de marras, por la pot1sima razón de que aquí en Filipinas "hisp:"'.ni5ta" ve.le tanto corno esp~fio­ lista o hispanófilo; es decir, tod2 persona enamorad:?. de España, de su cultura, de sus cosas es un hispanist i~. Y la Real Acadcrria Espu.fioh que tome nota del filipinismo. Y mmque, cm el fondo, estaba conforme con la decisión de la mayoría, qurrÍ:\ justificar mt '. •ot.o concurrente con otros razones. Después de mucha búsqueda me da ofr.l r&zón adicional don Julio CM:>..ri~s quien, en mi opinión, es actualmente d sumo Sil.C('r· dote de la lexicografía C'~piii1ola. Eff'ctiv:1mcntf', en su librito intituhido El Idioma como úisirnme1 1 lo y el Diccionario com.o sim.bolo, dice lo siguiente: " Por cit•rt.o que a.l usar el vocablo hispanista echo de ver que b definición del Diceioni1rio podrfa tacharse de p.ireial, pues b Academi:1, eonccntrad:i egoístamente en los mencstC'Tcs que le son propio.:;, reserva e.s:\ denominación pam ''el vers:1do en h lengua y litcraturn csp:1fiolas" sin pcns:tr quC', por demplo un mudicólogo como H. Collct o un historiador como Lummis, a más <le mercef:!r el dict:..do de hispanófilo!'l, son indud:tblr.mente hispanistas y de la mE>jor c:-!.lidad". Como wis, ~I dignisimo sr.er('f.nrio pf\rpet.uo dP. b H1•:\I Ac:ulrmi;\ Esp:\liol:l d(l 1:\ Lcng;u:\ nos autoriza n d('s.autoriz:1r a la Acndrmin. PRIMER CONGRESO DE HISPANISTAS DE FILIPINAS Ante este auditorio selecto, culto, entusiasta se robustece mi convcncimicntc de que a p<:sar de medio Riglo de auscr;cia., en el ambiente filipino aun se percibe el perfume de España. Ahora voy a lec ros rl breve ~fens::i.jc a España: Con OCl!,sión cid Día de lri. Raza, o, mejor, Dia de la Hispirnidad, 12 de octubre, fecha memorable, de dulces y gloriosos rccurrdos p:m.i. f'l mundo hispánico, los c:.,chc.rros orientales dí'l ib(;ro león tienen a honra y gloria trv.nsmitir lvs ardientes sentimientos de amor y gmtitud, que anidan en su corazón, a la amada y amante .!\fadrc España, deseándola todo género de venturas, y también triunfos y éxitos en su divino afán y sublime labor de encender toda la tierra en la caridad de Cristo, único hontanar donde se pueden hallar la.s fmmtcs del amor, de h justicie y de }:>, paz. Filipinu.~. hcch:J. a im?..gcn y semejanza de España, Filipinas obra m:t.C'stra de España, el único puesto avanzado <lcl C.üolicismo en r.l Extremo Orientr., C'S uua lámprm1. votiva que arderá eternamente .en el inmenso y eugusto templo de la hispanidad. ¡Gloria y gratitud eterna. a Espeña por la dúplice herencia de la fo y de la lengua que, si en lo humano, nos entronca. con lo más florido de la. humanidad; -en lo divino, nos hace a los filipino8 hijos y ht'rcdcros de Jesucristo Rey! DISCURSO DE D. BIENVENIDO DE LA PAZ El Pni:sJDF-NTE DE Tt:nNO. Tiene In. palabra el Congresista don Bienvenido de la Paz. El Sn. DI:: LA PAz. Scfior Presidente, damr'.s y c:1bu.llcros, señores todos de la hispanida.d: Mensaje de salutación ¿por quién, por qué y p:mt qué? Estl.S preguntas, señorc.s, obligan a unas digresiones en el envf<?.., del mensaje de sr?.ludo. Este Congreso de Hispanistas no es de meros aficio· nu.dos y cultores del español, como seria el de estudiantes de Humanidades que se solazaran desentrañando "ario", "lu.tin" o ugrkgo" u otro cl.!.udal de lenguas muertas, por motivos etimológicos en bien del léxico. Ni siquiera. es cic románticos de un ideal arrincon?..do por la ingrnlitucl. Tampoco, de nostálgicos de climas y de gentes en In lejanfo. de tierras o de historia. Este CongreEo de Hispnnista.s, el primero en Filipinas, es el de campeones de un idioma vivo, vibrante y en evolución, que informa nuestra idiosincrasia nacional, y que tiene aqui sus documentos y monumentos filosofando con !ns centurias del nombre de Filipinas, y tiene-como cd Espíritu Santo en los bautiza.dos-su templo de V!'ncración en cada individuo que habla el ('.spañol. Este Conp;reso de Hispanistas es de individuos de una raza espiritual, aqui esparcidos en Occania, como cspC'jos minúsculos, frnf!;mcntos de ese espejo inmenso, que se llama Hispnnidad, espejo en d que la raza huma.n:i ha. de mirarse, Quiéranlo o no, Ilaciones e individuos, porque sin b Hisp:!.nidad la civilización humana estaría falta de la auténtica. cívilización cristiana, sin la cual la cacar~ada civilizn.ción de los pueblos, sHÍ:\ mPra farsa cult.urnl. La civilización fué salvada. C'll las :q.~u:is ,fo L••panto por el láb1iro triunfante de In Cruz, r¡uc fué el mismo qlw, sombrc:mdo la espada conquistadora, bordó el phnctti con las flámulas gloriosas de la Hispanidad. Este Congreso do Hispanistas en Filipinas, por lo tanto, Ni de campeones de un idioma; es de familiares de esa Casa monumental, por los siglos de los si~los, pcr Jesús y :\faria, hecha hcrc<lcrn de Dios, la Hispanidad. Hispanidad, ese manto ideal, tejido con los filamentos del manto de la Virgen del Pilar de Za.rap;o?.a, y que envolviendo a. la. egregia matrona iber2.-Hii:ipania de nuestros amores-tiene sus m:?.gnificos giron('S en diez y nueve naciones de la. tierra descubierta por Colón para la civilización, y en una nación única en Oceanía, que a ella incorporó ::\fagallancs, para S<'r con los años y los siglos el faro de la civilización en el Orientf". Girón del manto de la Hispanidad es Filipinas, con su pe.rticularidad exclusiva, su unicidad en he.her sido el beso idilico de Oriente y Occidente, beso del cual vino el parto portentoso rlc triple cultura filipina, de las tres culturas consusta.nciu.lcs: la cultura autóctona r.rrancada de su geografía, In. cultura sajona afinc~da con su d~mocracia en su seguridad y prosperidad mate· ria.les; y la cultura hispánica incrustada en su alma, para transformar su etnología, modificar sus emociones, su pensamiento y su que.rer, cultura hispánica sin la cual la cultura autóctona hubiera sido de paria~, y la sajona no hubiera podido florecer aquf. Por la His'panidad, pues, ha ido el saludo de este Congreso a Madre España; por la Hispanidad dirigimos ahora nuestro saludo a los paises hispánicos como Portugal, que, con España, forma Iberia, y como los otros de América, nuestros hnmanos, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Méjico, Nicaragua, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Con la lealt2d indivisible a nuestra patria, a. nuestrn. Constitución y a nuestro Gobierno, va. nuestra lealtad a nuestra cultura filipina, que tiene su exaltación en .la cultura-motivo de este Congreso-la cultura hts· pánica. Herencia de amor, legada por Espr .. ña, y que co_n vosctros compartimos, en p1dscs hispánicos. Herencia que demanda de los hispanistas filipinos su consc>rvación. Este Congreso de Hispanistas de Filipinas tiende a trazar para las generaciones futuras la transmisión vigorosa de esta herencia. Afortunadamente, un tesoro principal de la misma, la. Religión, está incólume, pues su univer~l~dad que admite operarios de toda raza y de todo td10ma, ha contribuido a su permanencia, estabilidad y espLmdor. Sin embargo, el otro tesoro, princi~al t.ao:ibién, el lenguaje español, perdido su monopoho ?ficial al separarnos nacionalmente de España, se somct.16, co~o era natural, a Ja imposición politic:i._ y a la mfluenc1a de un nuevo ambiente nada prop1c10 para su hegemonía, e inclusive atentatorio a su existencia. Cierto que un eclipse no apaga el sol. Cincm,~tp. años de eclipse circunstancial para el e.spaliol en Ft!I· pinas, no ha apagado el sol de un lengua.Je en que cst.an redactados los fast.os de t.rcs ~iglos, fastos rlr los cuales unoR mil sctC'nta (l,070) l,J?::dof-l p;rurso/"\ Pneontré. en la sP.cci'ón V, Audicn<'.ia do Filipinas, en d Arcluvo de Indias en Sevilla, en que mis ojos húmedos por la emoción ~e fijaron ávidamente al cantact-o . de aquelloS; 6 DIARIO DE SESIONES papeles d~ barba y viDJOS pergaminos Fastos que turnen documentos en otros archivos de España y P.n la misma biblioteca del Congr.:so de Estado:; Unidos. Cincuenta. afios d,~ eclipse no han bastado a extinguir la voz de nuestros laborantes que escribieron m1 español, ni impidieron que hasta hace unos cuatro lu~troti nuestras Cámaras Legislativas y nucst.ros tribunales d1~ justicia resonaran con verbo elocuente de parlamentarios y dictamen sabio <le juristas en párrafos vibrantc,s de español. Cincuenta años de eclipse no cortaron el vuelo <le la. hoja volandera. dr. diarios en C$pa.ñol . . . y :Ll término de esos n.flos, sigue pugnando la prensa en cs.~ idioma; y podemos afirmar que de todos los diarios desde la liberación f'n 1945, el modesto diario único de Oriente en español, 11 oz de Manila fué el p~imero en salir . . . y no obstante todas las deHentajas sigue afanoso en su labor. Pero en los hogares, en hts escuelas, en los circulas sociales, en el comercio y en la calle, el :imbiente, si no adverso o extraño, es por lo menos ingrato al español ... y sólo una cruzada, una campaña. de reconquista, un programa de acción dinámica de los hispanistas locales, son los que habrán de impedir nuevos eclipses para este idioma, y son los que habrán de enriquecer l:\ sn.via que ayude a la. pervivericia. del espafiol en Filipinas. Ea en esti~ empresa gigantesca en la que sentiremos legitimo ot"gullo de emular con vosotros, en paises hispánicos. En un tiempo fueron vuestros poetas y vuestros patriotas, cuyos cantos y cuyas epopeyas hirieron la fantasb. de nuestros laborant.::s en la defensa de mwstros derechos y en el énfasis de nue5tra dignidad. Nuc&fra primcrn. Constitución de Mn.lolos, en vuestras constitucicnes republicanas hnlló inspiración. En vuestros errores hallaron lcecioncs nuest.ros f¡~~~!n~~l~~r~~ t~i:J:~ié;a~:~ :~~st~:;~i~~~os81e ~~J~e~~: San Martín, Juárez y Garcí:l :VIorcno, y más tarde otro.-, c..'\udillos VUf'Stros enardecieron n nu<':-;tros patriotas, vuestros Rubén Darío, Acuña, Vnrgas Vila, Am:>.do Nervo, Hcrcdia, Santos Chocano y tantas glorias literarias vucstr<~s df'spcrtn.ron la emulación de nuestros poetas, lltcratos y periodistas. El tremendo progreso contemporáneo de vuestro imperio cconómir.o desde Ecuador, Méjico y Perú allend1,; el Pü.cífico, hasta Cuba en las Antillas, y Brasil y Argentina mira ndo al Atlántfoo, es indice seguro para nuestros afanes E>COnómicos. Vuestro. influencia como bloque sólido en la poHtica internn.cion.a.1 la hemos sentido en el cónclave democrático de h1. ONU, y la hemos estimado en el logro de nuestro triunfo para la presidencia de la Asamblea General de las Nnciom~i'I Unidas, que tan noblemente mantuvisteis sosteniendo a un hijo distinguido de este país herma.no de los hispánicos. Es ésa una de las venturas del pueblo filipino: el contar con los países hispánicos, como los paí&;s hermanos con los cu:iles politica y <'conómicam('nt.e podamoi;; estar ligados. En la (':X pn.nsión n<'.C<'s.:iria. d(': nu~st ro comercio con PI mundo, vent.urn ('.s pnrn lo¡; filipinos el poder cspernr de vosotros, herma nos hispánicos, tas más reciprocas relacione::¡. Pero en lo que los hispanistas <l<'. Filipinas han de hallar siempre fundado optimismo Pn cuanto a ayuda franca y cordial, es en sus problemas cultuml<'S, <'n el problema mál.imo por hoy, quf! es la consuntción, cnriqu<'cimicnto y propulsión del idioma e.sp:!.ñol. Los que hemos tenido la fortuna de visit.:~r rcci<'nlemcnte a la vieja m(;trópoli españob, cuando nos unimos en la iniciat.iva de: C'Stc Con~rc~o de Hispanist:ts, lo hacemos después de haber sido testigos d<'. la írnln - nidnd que animan a España, Portugal y a otros pu<'blvs hispánicos con respecto a nosotros los filipinos. Era el 4 de julio de 1947, primN ~nivcr!iario di~ esta República de Filipinas. Por feliz coincidencia, hubo en dicho dfa una C'xcursión de hispanistas proccdente5 <le todos los países hispánicos al famo.;;o Escorial, y alli, cerca de la cám:tra de Felipe 11, cuyo nombre lleva Filipinas, era yo el único filipino que, en aquella cdebración de Hispanidad, tenía la emoción de gozar de aquella fiesta. y juntar mi oración con la oración en español que alH murmuraban devotos representantes de toda la Hispanidad. Allí experimenté lo que experimentaron <'I doctor Bantug, coorg::miza.dor de este Congreso, y otros filipinos que fueron dMpués: a saber, la fratcrnid::td que os anima, pai~s hispánicos, hacia. los de Filipinas. AIH en Madrid, en los circulos ibero-america nos, pudimos despertarnos a la realidad de que vnn a.~luti­ nándosc sentires e intcresPs de todos los pn.í.-res de hi Hispanidad en una simpática armonfa de afanes por exaltar la cultura hispánica, como la trnbD.zón indestructible de nuestras relaciones predent.r . .s y futuras. Por eso, hoy, al saludaros, países hispánico~. "spceialmente los que Wnéis vuestra representación diplomática o consula r en Filipinas, el saludo del Primer Congreso de Hispanistas en estas islas, lleva todo rl corazón y toda el alma en la ansiedad de que sirva esta ocasión para que sepáis que a.qui tenemos <'!l propósito de no faltar en esn armonia. cultural hispánica, y de procurar que nuc::;tra patri:l. esté dentro <fo fo. tr?.bazón indestructible de In. H ispn.nidnd. De ello srrvíos dar fo, vosotros los que ad honorcin representáis diplomática y corn;;ularmentc a p:?.íses de la Hi!ilpanidnd, como Lf'on:i.rdo Osario por Costa Rica, Pérrz Ros.'tl<'s por El Sn.lvador, José Garcfa. Aloni.o por Guatemala, doctor Carlos Gclano, por Nic.'t.m.gua. Y sepan ello p..'líses, como :\Iéjico, que, además de sus relnciones históricas ct"in Filipinas por el Virreina to, se distinguió ma.ndnndo aqui hijos suyos pam la batalla de liberación de 1945, y tiene a un fio.ipino, Alfredo Canndo y Casas, como cónsul ad honorcm: El Ecuador, que ha sido l., primera nación sudanwricnna en firmar tratado de amist:i.d con nuestra Rep úblic:i, teniendo como cónsul ad honorem a une de lo:-; más grandes hispanistas, don Ricardo Padilla Satnístegni, y como Vicecónsul, ad honorem t:imbién, al filipinisla l\'liranda Sa.mpedro; Cuba, cuyo cónsul ad ho11orem, Coronel Soriano, es protector de todo lo hispá~ico y filipino, teniendo como canciller al ex Dirf'ctor de El .Mercantil, Comanda-ntc, Alberto Campos; Venezuela que titmo como rf'prese:nt.ante :\ uno de los filipinófilos más ilustres, el <loct.or :\bnuf'l Sa.h:\ter. Y wpa dio también <'I ilusf.rí' Yicrcón~ul C'llc:u·¡z:Hlo don Carlos )faifa do Luz N úfir.z, de Portugal, qur t.an larga convivencia llcYa en nuestra pat.rin; y sep:i ('llo lft Argr.11tina, pa(s que con & u actual cnc:trgado interino tic PRIMER CONGRESO DE HISPANISTAS DE FILIPINAS aRunt<>:>, Jorr;e José Crc.spo-Neón, prosigue su la.bor de aproximación socia.l y r.omercinl con nuestro Gobierno, además de haberse distinguido por sus filantrópicos actos a favor de los desvalidos de Filipinas con muníficencia de su p1 imcrn dama, la señora del gran Pcrón. Todm; vesotroi., países hüipánícos, hast:L los que todavfa no tenéis Vll<'Hfros enviados o representante:-; f'n d cucrpf) diplomático y consular de rste.s Islas, rc('ibi<I el saludo de C8Ü' Congreso de Hii;panistas de Filipinas. Y un saludo cspcci.ul recibe tú, tesonero Puerto Rico, que, 3 pesar de no C'st::i.r aún en la órbita de los pucblos libres, acabas de dar pruebo. de tu miitambre hispánica proclamando en tu territorio como único lcngue.jc ofici~d el español. Pueblos hispánicos, hrí!. vos e hidal,;cs como. hijos de una Madre brava, hidalga y mártir, la l<.:spaña descubridora, misicncra y civilizadora; pueblos hispánicos r('cordad que si océanos inmensos separan vuestras tierrn.s y nut.:stro archipiélar,o, ninguna linea divisorb, imaginaria o real, os separa del pueblo filipino, porque vuestra hidalguia y VU<'stra bravura son de nuestro hidalgo y bravo pueblo que Dios quiso fncra de vuest.ra. el'>tirpc gloriosa, y recordad que entre las sombras del Asia, Malasia y Polinesis., aliada con las democracias o aislo.da y sola, en holocaustos y en apoteosis, en la j!:ucrra y en Ja paz, Filipinns seguirá honrando su apeltido hispánico y será inexpugnable como baluarte de la Hispanid2d. Recoged su saludo, paises hispánicos; d Primer Congrcso de Hispanistas cn Filipina~, os lo envía con alma y corazón. ¡ Vivit la Hispanida.d ! He dicho. DISCURSO DEL HON. PABLO LORENZO, SECRETARIO DE EDUCACIÓN F.:I PRESIDENTE D~ T1:nNo. El Honora.ble Sccrct.ario de :Educación y huésped dt~ honor, don Pablo Lorenzo, ticm~ la palabra. · F.I Sn. LORENZO. Señor Prcsidf'ntc de Turno, Excelentisimo señor .Ministro de España en Filipinas, srñorn Presidenta del Centro Escolar Univusity, scñorcs miembrm~ dr. la Academia de la. Lflngua Española, General Aguinaldo, Hcvf'r<'ndos padf<'s, damas y caballeros: Dirigir la palabra, tosca por ci.~rto, :?. un auditorio tan eminente y distinguido como es el que compone este Congrt~so de Hispani:>tas, y disertar sobre la. recia raigf\mbrn que el idiomf\ t:spañol ha. entretejido r.n la vida cultural, social y c.conómica de nuiJSt.ro pais, cquivak a pbticar sobre una materia tan dem:i.si:!do sabida que harfa de la charla insulsn y desmayada. Y tiene que ser asf, porque el lcngu1'jc en que os hablo ha dcsempcfüido un papel t:m J!:rnndc <'n nue~tra vida nacional, que uno tiene que sa cicF;O o surdo par,~ no rcconoc<'r en cada latido de todo corazón filipino la tremenda inftucncia que ejerció y aun ejerce sobre nquél. No <'S necesario df'scendcr a pormenores para ascgurnros que rl t•sp:U-101 ha f'ririqu<'cido nur.stra vida cult.ural. Por su cristalino e:rnc<•1 t.Urhulcnt.o n veces, nrnnso l:ts mn.fo;, nu('i:;f.l·o punblo aprendió, y :iprcndicndo apr<'ció l:\s humnnid:~dcs, hts nrtcs, In litcrat.ur11.., lns ciencia:;. Y este pueblo produjo filósofo.s, tstadistns, patriotas, hombres de ciencia, literatos, poetas, arti1'ta!I .. y todos ellos l~garon a las generaciones postcriorcR, en lenguaje o pensamiento cervantino Ja riqu<'za de su numen y d E'jcmplo hermoso de su ~ida. .\l<'diantc este lenguaje nuestros poetas, nuestros escritores, nuc.strcs periodistas de f'ntonccs, sintiendo en su imaginación la saeta del verbo ca:stellano, cantaron las bellezas de nucst.ras campiña~, d<' nuestros montes y nuest-ros lagos; avivaron rl fuego de la libertad, v vertieron en copiosa.e; págin~s literatura d<'I saber Y de la fuerza precursoras de todo movimiento libertario. Que el cspa.fto) ha servido para fortalecer l:l piedr:t u.ngul:\f de nuestro sistema educacional es cosa que vosotros y la histori~ a.dmitis sin mservas. Fué el lengua.je único en nuestras escuelas durantc casi tres ccnturi2,s, el vehiculo de expresión de lo que conocimos y aun conocemos como nuestra aristocracia intelectual, y fué por este me.dio cómo nuestra juvcnt.ud de entonces aprendió los hechos y las fuerzas de la Yida. Fu~. y sigue siendo, el poderoso instrumento de expresión de serios y maduros pensamientos. Gracias a. él podC'mos saborear lns producciones gigantescas de Rizal y de otros hér0t.s idos, y, al mismo ti<'mpo, sentir bs nobles emociones que producen los versos libertarios y la prosa t.P.rsn. y Hmpida de Apóstol, Del Ros::i.rio, Guerrero, Mabini, G6mez y otrcs m:is. Y no es cxngerado decir que nu::-st.ro dominio de este fonguaje fué la causa det.erminnntc de que Filipinas haya felizmente pasado de pueblo colonial a nación civil y progresiva. Que este lenguaje ha tenido el saludable efecto dv solidificar nuestra vida social es también cosa bien sabida. Como factor de unificación, <lió a los diversos elementos de nuestra sociedad un fuerte sentido de unidad, vigorizando a.si nuestros ideales de nación. La hermosura de c~tc lenguaje fué el perfume de nuestro tc-mpcram~nto nativo, el lm;t,re brillanto de nuestros negocios públicos y privados, el delicado aroma que dignificó nuestrA.s relaciones Raciales. Aun más, fué la urdimbre y In trama que entretegió nuest.ras idiosincrasias. Querámoslo o no, tenemos que admitir que este lenguaje forma hoy parte integrantt> de nuestm estructura social. Tampoco se puedo.; ne~ar que el espa~ol a.lenf.ó vigorosamente el ftujo diario dc nµc~tra Vlda económica, porque con él los conquistadores y los rcl.igiosos de antai\o enseñaron a nuestro pueblo C'l eulll\'O de nuevas plant:ts, la propagación de nuevos animales Y las ~osibilidadcs de nuevas industrias. Su uso . nos permitió vender nuestros productos a las ~méncas, y éstas1 en galt.oncs intrépidos, trajeron su n queza a nut~st.ras playa.s. En verdad, fué el medio i:ior el cual el pueblo filipino, por primera V<'Z, compre.nd1ó, Y co_ mprcndiendo tomó parte vital rn el drama cconóm1co que durante c) régimen español empezó a desarrollarse en rl mundo. Y en punto a. religión, sólo bast:~ ~eciros que u.na gran parte de nuest.ro pueblo aun dmgc sus plcg:mas al Altisimo en el lenguaj<: que apumdió rn C'I regazo de aqudla madre que se llamó, y aun con umor se ll\ llam:~. la :\·fodm Esp:~ñn. En no pocas co~narcas de esta ru\ción, en mi Jlf'fl.UC'ilo tNruf10 por <'J<'mplo, la mas:\ del pu<'hlo habh~ <'I r!!pañol, si hi<'n t.rnnsformnrlo r.n ese pintore:;co dialecto que llirnrnmos chnbt\cano. Perfilado en este idioma, aquel pueblo de cerca de doscientas mil almns vive su cuot.idi:ma cxi~tcnci:\ en lus nobl~s f.radicioncs de Castilla. No en vano el régimen p•sado le otorgó el titulo de "NOBLE, VALIENTE Y LEAL VILLA DE ZAMBOANGA." El Ir.aguaje español llegó a nues~.ras play2.s . en una época en que el filipino dirigi~ s.u. m1~~da a les ~1er­ nas inftucncias de la moderna c1v1 hzac1on y ansiaba acopbr su paso a la marcha de los tiempos. Se me p<>rmil.irá, pues, afirmar que fué verdaderamente providencial el hecho de que España trnsplantara a este pa.i~ su idioma y con él su cultura y ~cligión. , Uno y otras están aqu[ no para llcv&r una vid:' monotona y lánguida, sino una existcnch. fucrt~ y v1gorosa. El español, l'\l inglés y, espcci.a.lmcnte, . nuestros lenguajes vernáculos-el tagalo, el bisa.ya,. el 1locn.n?-:formando una trinidad, rcprcscnt~n un tipo de e1v1lización y cultura sobre cuyos cimientos hemos l.evanta.do un paRado y un prc<ient~ heroicos, y sobre ta.l~s cimientos continuaremos el edificio de un futuro brillante de progreso y de paz. Señores Hispanistas: sois la reencarnación del pasado que vuelve, y sois el presente ,Q';JC lo ·ac11udilla. Preparad el porvenir que ha de rec1b1r de vuestras manos la brillanf.e antorcha de la hispanidad. A todos vosotros, pc-rmitidmc que os exprese mis más cordi~lts saludos. ENTRADA DEL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Debidamente anundado por el congref>ista don Tomás F. Banelto, y acompañado por el Comité de not(ficación , el Presidente de Filipinas, S-u E.rcelencia Elpidio Qufrino, entra en el sal.cin, siendo recibido por los 1.ongresistas cvn nultidos aplau.:;os. DISCURSO DEL VICEPRESIDENTE HONORARIO DEL PRi'\IER CONGRESO DE HISPANISTAS, EXCMO. SR. D. ANTONIO GULLON, ~HNISTRO PLENIPOTENCIARIO DE ESPAf<A EN FILIPINAS El PRESIDENTE DE T!7RNO. El Excelenlisimo Señor Don Antonio Gullón, Ministro Plcnlpotcnci:!rio de España, tiene la palabra. El Sic GPLLÓN. Excdentisimo Presidente de Filipinas, Señor Presidente de Turno, dam:>,s y caballeros: Exoclcntisimo señor Presidente de la R,~pública de Filipinas, vuestra presencia en este Congreso de Hispanistas, es el más alto honor para. f;l mismo y el más precicso aliento para la labor que ha df! efectuar. Puesto que Ja: más alta jcrnrquía del Estado le ampara con su prot.ección y le sostiene con su a.utoridt!.d. Con viva. t'moción y con profundo respeto os sv.ludo, como os saludan todos los presentes; y al expresaros nuestra rendidn. gratitud por honrarnos con vuestm n.sistfoncia, os el<:vamos, como simbolo de la República de Filipinas, nuestros votos fervientes por la prosperidad de este querido pais y por la vuestra personal propia. Han organizado este Congreso sus cmincntcR iniciadores en las vísperas del 12 d~ octubre, Dia de la Hispanidad, que marca un hito en la historia del mundo. Efectivamente, h:icc jlu;tamcntc 458 aiio¡¡ que Cri~­ tóbal Colón i\brin un nuevo sendero a los hombres. Fué el 12 de Octubre . de 1492 cuando ~us cnra.bCtlas, 13µr~ando mn.n}s des~ono~idos, llegaban a la isla de Guanahani; y a partir de ese momento, los mapas y cc.rtas gt:ográficas, t! :>nían que ampliarse con nuevas tierr~s y nuevos mundos, que hasta entonces dormían, ignorando la cultura y la civiliz11ción. Fué ~quélla una gesta española que tuvo un desarrollo inconmensurable. Al Non Plus C:ltra, siguió un rápido éxodo marino que fué desvelando lo que hasta entonces crn un misterio. Y Cristóbal Colón emprende un segundo viaje de 1493 a 1496, llegando a Puuto Rico y Jamaica. En su tercero) 1498 a 1500, aborda h Isla de Trinidad y Venezuela. Y {'-Il su cu~rto periplo, se enfrenta ya con el istmo de Panamá .. Despué."), siguir.ron Jos bizarro¡¡ n~vcgantcs y conquistadores, urgando por i>elvas, montes y llanuras; descubriendo el inmenso continente americano, con gestas heroicas, como la de Hcrnán Cortés, que conqui~ta el imperio de }Jonctezuma en ::\·Iéjico y ?..sicntn. la dominl"yeión esparicla en la tierra firme amcrica.nn.. Aquel n.sombroso r_ contecimiento que abría pcrspcctiv~s in.sospechi?.das para el mundo civiliz:tdo, fué un aciczte y un estimulo para el hombre europeo, que comprendía entonces, que los Hmitcs del planeta se habían ensanchado desmesuradamente. Y el dán de aventuras como comezón incontenible movió lns ·naves latinas que fueron e;scribiendo nucvti.s epopeyas on todos los mares del mundo. Y dejando In. ruta. del Oeste por la del Este, llega Fernando de Mn.ga.lhines en marzo de 1521 a las islas de Sámar, a las Bisayas y de ~lind11nzo, descubriendo este Archipiélago de Filipinas, en el que encontró la muerte el 27 de abril, con s~is de sus compañeros. Y he aqui el punto inicial de una serie de expediciones españolas a este Archipiélago hasta que en abril de 1571 llega Legazpi a Cavite y funda la ciudad de ::V[a.nila, comenzando entonces, verdaderamente, esa era hermosa de convivencia que atera, estrcchament.e durante siglos, a. filipinos y a espa1,olcs. Legazpi, según Fr11ncisco Moreno, el historiador manilense de la primera mitad del Siglo XVII, fué un Gobernador, el más celoso de la honra de Dios y ser·vicio del Ucy de cuantos ha conocido el mundo''. Así debió de ser en efecto, porque los indí(!,enas del litoral, víctimas de los moros, se pusieron pronto de parle de les cspañolcs; Jo cual favonció la. conversión de los gentiles a la religión católica. Los misioneros de San Agustín, con el va.seo Urd11neta al frente, primero; y luego, los Franciscanos, los Jesuitas y loa Dominicos, desempeñaron sus apostólicn.s t:~reas con laudable emulación logrando ganar para la crist.ia.ndad a gran pc.rte de los indfgcnas, dándoles con la religión el aglutinante que vino a cohesionarlos, incorporándolos al mismo tiempo, al mundo civilizt!do. Este. es el proceso histórico, que abrt<: esa etapa brillante de l:i hermandad hispano-filipina; y que no puede Cf'rrarb., la natural, justa y bien ganada emancipación de este ncble pueblo de Filipinas, que al llegar a su mayoría de edad, siguifmdo el ciclo evoluciona! <lt' todos los pueblos, se constituye rn pais autónomo indr.pcnd.i('.nf<'. Nadie con más fervc .. r que Espniln, nadi(' con más ternura. que España, contt'mpla hoy vuestra evolución espléndida y triunfal. Si el símil no cst.uvicra ya gasPRIMER CONGRESO DE HISPANISTAS DE FILIPINAS 9 t:!.do P',drfa decirse que Espafüt, 'h:s<lc :;u vi('jo rrii;azo europeo, os contempla con orgullo, como una madre mira f'mbelC'saria a su hijo prc>dilc>cto convNtido en rC'.cio y fornido retoño. Creedlo, mi!-1 qut"fidos amigos filipinos. Dí'sde la Penfnsula Ibérica se sigurn vuc>stros fhmC's pasos por <'l sendero de la vida con Cl'C'Ciente :>..focto y con sincem admimci6n; y sólo palabms <le rstimulo, de cc)mprensión y de aliC'nto, C'scuch:tréis de nuestros labios. Yo os emplazo parn que busqu~is en nut:t<:t m prensa, rn nuestrn radio, o r.n nuestm litcrntura, b más leve cdticn., la más insignifica nfr frnRC quo purda herir vurstrn susceptibilidnd. Seria en va.no, si lo intentabai.:i, porque no fa. cncontrnrín.is jamás España no siente hacia vosotros más que c:trii10. Espaiin. os dí'SC:l ferviente y forvorcsamcntc felicidad y vcmtum y espléndido y vigoroso porvenir. Por dio, mi voz en este Congl'C~So, cs b voz de un viejo f'..migo, que viene a rccordal'Os, en vuostm empresa., cuán de comzón sigue a vuest-ro bdo, a.hora, como 1!.ntes y como siempre, b España nut-riz de pueblos; la. España que por todos los continentes fué dejando un tesoro de cultura y CÍ\'ilización cristiana. ·Tesoro de cultura y civilización cristiana que son la. cspi· ritual herencia. que h:tbrá que i!.dministrn.r con vene· mción, porque sólo ella. puede redimirnos de la esclavitud abyt ct.:i que nos !l.mC'n~za., con d n.zote rle las hordas de la barbarie, qur ya dispuan contm todas bs frqnte:ms. Recibid, con este mcnsr.je cordial, mi saludo más fro.t.erna.1; y pongamos en vuc~tras manos, señor Presidente de la República (quC' son las más autoriz~dt?,s) las nobles aspiraciones de este noble Congre:so. · SeñorüS Congresist:ts1 tengo la honra de rmunciaros que nos dirigirá l:~ pal~,hr;~ Su E:'i.cr.lcnda: r:l Presidente de la República rlc Filipinns, C'I HonClr:~blc E\pidio Quirino. DISCURSO DE SU EXCELENCIA, ELPIDIO QUIRINO, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA El EXCiifO. Sn. Qrrnixo. Amigos Congresisü?,s, damri_o; y caballeros: lnmcdint.amcntc, al ocupar f'I 2.sicnto que ahom ocupo, me cií cuenta de que f'Stoy rodNtcio dn r.lt.,mentos hispanistas como no lo f\Sl.U\'1' nunca en mi juvcnt.ud, ni mucho menos lo he estado desde que vengo prestando mis servicios en f'I Gobierno. Yo cst:tbn. cavilimdo, buscando ~lgufü\- razón con quCl poder just.ificar mi presencia :tquí como hisp:mista ; y se me ocurre en este momcrnt<: qu<' yo n:tcí rn f'l pueblo <le Vig:\-n, que antes se llamnb:t Villa Fernandina, fun<lada pcr el insigne español, Ju:in de S:\-lcedc, y por este hecho siquiC'rn ti~mbién pui'do consi<l<'f:mne hispanista como vosoh'os, porquC' n:icí •~n un puf'blo quf' consid<'ro porción de la tierra esp:tfmb.. Cuando l:i Comisión organizadom <le estf' CongrC'so fué :\- invitnrme y m" explicó f'I objet-o tic su celebrnción, i~cepté ccmplacido, ~:Ün la menor \'acibción, porque me dí cuont.:\ en sC'guicb. de l:i vi1al trnnsccndcncia dC'I nc.,ntecimiC'nto. Na<l:\ más oport.uno, cm l'ÍN!IO, que conjnncion:u· fuNzn.s dcspcrdi,!!;;~dm=. para ~ol&tr b rrafirnrnción de los v:dorC's hisp1ínicos frpntC' :1 los 1m;hlNnn:; pa\'orosol"\ que co11n1lsiomrn a amhos ~~~~~~~~~~~hemisferios 1•n C"sta hora suprema dd mundo. Además, yo no podfa pcrm:\ncccr insensible a C'Sta manifosta· ción de unid;td, porque, pnl!cisamento, vengo pidién~ dola en la. marcha. hacia la rstabilización de b Rt>públic~, tanto en lo in!('rno como rn lo C'Xtf'rno, y t:mto en l:i fe como en la ri.cción. P:tr:t nosotros QlH', como malayos, e.omulJ?'\mos con aqu<'l pas~do ideal de nul"stra historia, cuyas primeras páginn.s escribieron los primeros españoles que pisaron nul"str:is tierras y, yn. en rl periodo de rcivindica-::ión, afirmaron Rizal y su gcncrMión; para nosotros que, como filipinos, bebimos en las puras fuentes de b tradición hispánica, con cuya susta.nch hemos mol· deado esta nue~tra moderna democracia en colabor;\· eión con los Estados Unidos de América, eslc primf!r Congreso de unidad hispánica viene a r<>iniciar fa tarea que compete a la juventud que hoy se n.soma a la vida pl1blicn.. En el dcspcrtar del pueblo a les ideales de una patria propia y en nu<:!stras grandes afirmaeioncs del pasado, aquellas juventli.dcs intelectuales QUC' fueron a Espafia, nos d('jaron pauta y ejemplo. La única difcrenein.1 y ésta en favor de las genNu.ciones actuales, ~s que intcs er:t menester una fé heroica, mientras que hoy, los hechos vividos y tangibles nos llev;\n de la mano: llevamos ganada la indcpcndcncia, ltcva-mos ganada la dcmocrn.cia y hemos establecido nuestrn propia sobcrnnia. En este ~cto histórico, España. ha vuelto a nosotros, y vuelve traida por filipinos. Porque este Congreso significa, que i~quélla no se nos fué del todo, y pnrque, como bien dijo Rizal: "España t•stá. alH donde deja sentir su influencia bienhechora, y a.unqu::: dcs:tp:trcciese su b:!.ndera, qu?darfa su recuerdo, eterno e imperecedero". PMo no es sólo el recuerdo lo que nos lign a ella. No sé si muchos se dan cuentl\ de qw.~ su idioma no es para nosotros un simple lujo intelect.t.k1.l, porque el espaflol sigue siendo, como <>l inglés, nuestro lenguaje oficial, y, por consiguicnfi.·:, constituye una necesidad de orden n:Lcional. El p<>-nsamiento de Rizal y de los Padres de In. patria, su ideología y sus normas, así como los fastos de nuestra epopeya. libertaria se han expresado en español. Y gj hemos de permanecer h~alcs a ellos y m:mtcner h fidcHsima expresión de nuestra fisonomia espiritual y moral, ~in desvíos ni mixtifie3cioncs, es menrstcr conocerlos en el mismo idic,mn. en que fueron t scrit.os. Sólo una mentalidad filipino-hii:ipnna podrá en verdnd comprender a Hiz:~I. pc,rquo en los giros pClCuliaru ele su cast<'lhmo están, además, todos los matices del idioma vernáculo, de igual manera que en la múltiple diversid:id de nucslros dialectos se proyncta el español, incrust:tdo en voces que forman parte dC'l S('ntir y dr.I pcns:~r genuinos de nuestro pueblo. Y hay más. Filipinas y España. hnn llevado a cabo junt.as empresas comunes de hispanidad por estos mares del Ext-rcmo Oriente, y ésta es la mzón por qué estamos situados del lado de l:i civilización occident:tl en su vertiente hispánica. Y ('Stc Congreso llcgn. a su punto p:H:\- rl<'cirlCl a 1-:sp:uia quf\ nol'otros, \'ást.:tgos <le su progClniCl, tf\nemo.-t corazón y vduntad ahin to:-; n cuanto etc elh no:- w ng;l, pol'qur, ";iuuqu(: n•ncida de los hrnzos ·ajC'nos, 1'lla, 10 DIARIO DE SESIONES como su Quijote, llega siempre vcnccdom de sí misma~, que es el mayor vencimiento que dcSt'arsc puede", a la manera de los santos y de los héroes. Sf, España ha vuelto de nuevo a su grnn misión univcn;al y a sus eternos ideales, y pese al m:..nosprrcio de tantos venccdGrcs de los dem:ís que no hnn sabido vencerse l\ ~i mismos, supcrJ. y sobrepasa su condición matcrinl y vuela hacia el espacio infinito del espíritu. Filipinas la secunda en este cacho de suelo f;:Xtrcmo oricntnl. ¡Quién sabr si la misión de Quijote que Esp!i.ña dcsa.rrolló con doctrina y conducta, ha inspirado t:n algo a nucst.ra República en su deseo de ganar la amistad, la mente y la adhesión de los pueblos circunvecinos apenas nacid0s a la libertad, y llevarlos en comunidad de paz y bienestar hacia la sociedad internacional! Y quizás por esa misma inspiración hoy estamos en Corea, humildes y pobres como somos, luchando por su libertad y su paz y su derecho, en gesto de quijotismo auténtico. Y no es ir contra la humildrtd del corazón el proclamar muy alto la autoridad y grandeza de esa misión, según soñara el mismo Cervantes. Ñle es altamente consolador y edificante observ:tr que en cl>te hermoso recinto personajes y elementos de dii:;tintos o hasta opuestos credos polrticos e ídeologias celebrn.n conjuntamente este Dfo de la Hispanidad. Señores, r.sta vuestra unificación en hispanidad es una manera de uniros, y ¿por qué no decirlo también? de unirnos, en filipinidad. Sólo asi podremos defendernos de todos los exotismOs que quieran desfigurarnos y :trmncar de nuestra n.lma las dos grn.ndes virtudes de nuestra herencia occidental: la eatolicidnd de nuestra misión, que arranca de España¡ y la libertad y la democriicin. de nuestra convivencia nacior.nl, que nos vino de Estados Unidos de América. De ambn~ vertientes somos vértice; y de ambos brazos, el cor1u6n, porque <m nuestro modo de ser y de vivir se encarna y resume lo que arnba.s representan en la. historia del mundo actual. Señores amigos hispanistus: séame permití do deciros que me sif'nto uno más de entre vosotros y con mis palabras van mis votos por el éxito de vuestra tarea. Cur~ndo la Ley Sotto fué aprobada por el Congreso, quise dar ·público testimonio de mi identificación con vuestros ideales. Enfermo y en cama el ilustre senador difunto, fuí n su cnsa para firmar n.IH, en RU pr('Rcneia, el proyecto que ~ convertía en ley, disponiendo que el cai'itellano fuese una de las :i.signaturas en las escuelas de s-.:gunda ensefümza. \'osotros comprenduéil'I la significación que quisr dar ul acto: con mi firma rjecutiva iba el alma dP un hispanista fervoroso y convencido. Yosot-ros recordaréis que el afio 1946 se aprobó por las Naciones Unidas una. resolución que recomendaba que se retirase ele :Yladrid a los jefes de las representaciones diplomáticas extranjeras. Yo, que entooc~s era Secretario de Asuntos Exteriores de nuestro pnis, desoyendo aquella rccomr.nda.ción, hice que nuestro Gobierno aceptara. al entonces ministro cspaiiol, mi ~ran amigo, Don Tcodomiro de Aguilar, hoy embajador en Venezuela. Como sccul'la de aquella actitud mía, di instrucciones a la delegación filipina para que prohijara en las Naciones Unidas otra. resolución revocando la antigua original, y sólo ayer recibf un teleg~ama en el que se me informaba de que, efcctivamentr-, existe ahora en la Asamblea un movimiento favorable a no;, stra gestión Pues bien: si hispanismo también quiere decir, de un lado, la conservación de aquellas virtudes que formaron el carácter pristino de los filipinos, y de otro, una manera de soldar y :~fianzar los vínculos que nos unen con te.dos los países de nuestro común origen, para. formar un valladar contra. la irrupción de exoti.;;mos destructivos, que son la antitesis de nuestra fe básica, no vacilo en aceptarlo y abrazarlo como norma de mí gobierno. Dios me propicie en tan sincero propósito, y os felicito calurosamente por esta magnifica iniciativa de r<'ivindicaci6n de nuestro pasado y os agradezco mucho, J)l'ro muy mucho, la oportunidad que me habéis brindado pn.ra unirme con vosot.ros en alma y corazón. He dicho. LEVANTA:\l!ENTO DE LA SESIÓN El PRESIDENTE DE T l'RNO. Señnres Congrcsillto.s: habiéndose cumplido con f'l programa de este dfa, la :\fosa da por levantnda la sesión ha.st.n. mari:!..na, a las cuatro y medin de la t!'.rd<'. Eran las 6:30 p. m. t t *