Bajo otros cielos

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Title
Bajo otros cielos
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
BAJO OTROS CIELOS Washington, D. C. Enel'o de 1929. · (":" STAMOS en pleno invierno. Esta afirma., el . civn parece una pC'rogrullada pel'o es la .:}~:J pura verdad y no hay mentil'a alguna en u: · decirlo. ¡El invierno! ¿Pero qué es el invierno?, pregunto yo. Para los que nunca han sufrido un invierno se figuran que es la cosa más divertida del mundo. Yo, que he sufrido ya diez y ocho inviernos seguidos, les digo a ustéde~ que es la cosa más desagradable del mundo y no tan saludable e higiénica como afirman muchos. Estamos gozando ahora de una ola de frío espantosa. Poi· ejemplo, en la calle la temperatura es ie 10 grados sobre cero. Eso es simplemente una infam~a del tiempo. Esto quiere decir que si uno está en Ja calle por espacio de 25 minutos se le hielan las orejas, las narices, las manos y Jos pies. Si a esto le llaman cosa higiénica, que venga el Moro Musa y lo vea. Si uno pone un vasito de agua al aire Jibre, al cabo de 10 minutos el agua se ha convertido en una masita de hielo muy dura. Dicen los entusiastas del invierno que esta estación es la más saludable del año y que el frio se · lleva a pai::eo a los microbios. Yo puedo afirmar que esto es una simple mentira. Veamos el por qué. En la actualidad hay en Washington una epidemia de influenza o "flu" como se dice. El Departamento de Sanidad tiene anotados más de mil casos. Y los que no se registran ascienden probablemente a otros mil. Total, dos mil casos de ºflu". Durante todos los inviernos gozamos de otra epidemia: la pulmonía. Ahora hay como mái:: de 400 caso-; registrados. Por el Canadá, donde el frío es todavía más duro que en esta capital, hay una epidemia de difteria. Todas estas calamidades provienen del invierno. Repito que si esta estación es la más saludable, entonces tengo que confesar que estoy equivocado de punta a punta y que mi concepto del clima es erróneo en todos sentidos. A mí no me entra el invierno ni a tirones. Me gustan la primavera y el verano. El otoño es la cosa más melancólica que puede uno figurarse. Eso de ver como las hojas de los árboles van cayendo al suelo una por una. todo amarillas, muet·tas, faltas de savia, es una co~a sumamente triste para mí. Nacido en una tierra corno esa en que los árboles permanecen de un color verde todo el tiempo, me produce una me ... lancolía sin igual contemplar los árboles de por aquí sin una hoja, sin nada que. indique vida. Por eso espero con ansia la llegada de la primavera en que veo como se pueblan de hojas verdes los árboles y de hiel'ba las prade1·as. Acaba de clausurar i::us sesiones la Conferencia Panamericana de Arbitraje y Conciliación. ¿Fué un éxito o no lo fué? Puedo asegurar que fué más bien un éxito que un fracaso. Las opiniones cambian, pero ec; imposible negar que se ha llegado a un acuerdo en Jo que toca a la conciliación y al arbitraje en este continente. Se firmaron una convención sob1·e arbitraje y ot1·0 poryecto de protocolo sobre conciliación y. además se llegó a un arreglo amic;toso en la cuestión peliaguda de Bolivia y Paraguay, que amenazaba con una guerra en pleno continente americano. Argentina La u:ñora Sofia clitl Campo, famo1a ~oprano rl1ileo:1 11ue tomO parle en •I 1iltimn conf'ierlo f'•lehrado p•or 111 Uni011 J•onamefinna en Wul1inJ.lon, fué la única nación americana que no concurrió a la Conferencia Panamericana. Los argentinos creen con razón o sin ella, q'Ue en esto no me meto yo, que los norteamericanos no juegan limpio con ellos. Lo cierto es que de todas las repúblicas americanas Ja Argentina es la que nunca concuerda con las opiniones de los yanquis. Desde la celcb1·ación dP la Sexta Conferencia Panamericana en La Habana, en enero y febrero del año pasado, en que el entonces Embajador argentino en Washington, Dr. Honorio Pueyrredón proclamó la igualdad de tarifas aduaneras en el continrnte y perdió su punto, los argentinos no lcis tienen muy buena voluntad a los norteamPl'Ícano~. Cuando el Pre~idente electo Hoovel' andaba por las calles de Bueno~ Aires oyó unos cuantos vivas a Sandino, el ºhéroe" nicaraguense para los argentinos y el "bandido" para los norteame1•icanos, que no deben habel'le hecho una impresión muy ag\'adable, aun cuando Hoover no Pntienda ni jota de español. Pero la Conferencia de Arbitraje y Conciliación puede decirse que fué un éxito rotundd para los norteamericanos que la convocaron. Es muy temprano aun para predecir lo que resultará de esta conferencia. Hay que dar tiempo al tiempo. La música hispanoame1·icana se va propagando por todos los ámbitos de los Estados Unidos. Esto se debe a Jos esfuerzos incesantes que pat"a diful'ldir Psa música está haciendo el Consejero de la Unión Panamericana, Mr. Franklin Adams, que ha tomado el asunto con verdadero calor y ha conseguido ya triunfos resonantes. Los fines que persigue la Unión Panamericana no sólo ababarcan el mejoramiento de relaciones amistosas entre todas las repúblicas americanas, el fomento del comercio interamericano, sino que incluye la difusión de la música de aquellos países en los Estados Unidos. Se han celeb1·ado ya eñ Washington, bajo los auspicios de la Unión Panamericana, cuarenta y tres conciertos de música iberoamericana exclusivamente. Estos programas se difunden por el radio de suerte que sus oyentes ascienden a miltones y millones de personas en todos los rinccnes dP los Estados Unidos. lajul;Ín •illi1m J. S11Hn1r<I. Uorc:.-lur .i,. la lland1 dc:I 1 j.:r .. 11., ,¡ .. li•· [.1;111.,. lmul"'• 'I"" mar1·l111d piua Sc:\illl ,. lmm•t tt.1rlf' "'' la f.'f'o•ifiVn lh.-ro.omf'ru·ana . Fl 11111ahl,. ,. .. li•111 lc.:111110 l:ofoii,11i1ii. de: 111 A·i: .. 111 11. 111tc: lon•Ó 1111rl,. "" ,.1 i1lt1mn .-undul" "" la U11i.i11 1'11111111ntr1rau11 "" • •·hin~lc.n. En el último concierto celebrado en diciembre pasado en honor a los delegados a la Conferencia Panamericana de Arbitraje y Conciliación toma· ron parte tres arti:;;tas iberoamericanos, todos ellos notabiJidades en el ramo a que se dedican. Sofia del Campo, famosa soprano chilena, Dyla Josetti, pianista brasileña, y Ennio Bolognino, celista argentino, ofrecieron al público todo cuanto pueden dar de sí en el divino arte mu..;ical. La Banda del Ejército de los Estado-. Unidos, una de las mejores con que cuenta este país, marchará para Sevilla en mayo próximo a fin de dat• una serie de sesenta conciertos en la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Sólo tocará música del Nuevo Mundo y a su viaje de regreso pasará por Madric:J, Barcelona,' San Sebastián y París, ciudades estas en donde también dará conciertos. Los músicos están muy entusiasmados con este viaje y la banda en pleno está tomando leccione.., de español. Esto, c1·een ellos, es de la mayor importancia, pol'que los músicos tienen deseos de entablar amistades con las sevillanas y esto no se puede hacer de otro modo que aprendiendo el español. MANUEL B. MONTES.