De la Religion y virtudes que debe tener El principle Cristiana

Media

Part of Excelsior

Title
De la Religion y virtudes que debe tener El principle Cristiana
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
@atQ1 \le Dl! DE LA RELIGION Y VIRTUDES QUE DEBE TENER EL PRINCIPE CRISTIANO • (Fragmento) Por el P. PEDRO DE RIVADENEIRA, s . ./. ~ ,., O hay trabajos más bien empleados que Jos que se toman en cultivar la tierra: ~\ ~;(i porque son trabajos honestos, justos, saludables. provechosos y necesarios, : .,:, . y sin los cuales no se puede pasar la vida. Son trabajos que tocan a todos, :v; ~ y que ejercitan el cuerpo de los labradores, y conservan y apa~tan el ánima de muchos vicios, y proveen de sustento y mantenimiento a toda la república. Por.que de las otras cosas que se traen a ella por industria de los artifices y mecaderes, muchas hay que son perniciosas para las costumbre~. y que hacen afeminados y regalados a los que usan de ellas.· Demás de e~to al tiempo de la neces·dad el labrador puede tomar las al'mas mejo1· que el mercader, y pesar los trabajos de la milicia, el calor y el frio, el hambre y la sed, y andar con sus al'mas, y dormir ,en el suelo, porque está ya hecho a ello: y como no tiene otros tesoros. ni otras riquezas, sino las que le da la tierra, pelea por ella y la defiende mejor que el mercader. que tiene sus bienes como portátiles, y hoy está aquí y mañana en otra parte, donde le lleva el viento de su ·mayor aprovechamiento y ganancia. Y por esto en la república romana no sólo se sacaban los soldados del campo. pero aún los cónsule~, y dictadores, y los más principales magistrados que la habían de gobernar 1 y del arado y de la azada salieron capitanes generales y varones excelentísimos. Los cualf's, después de haber vencido a sus enemigos y desbaratado sus ejércitos, se volvieron a la labor del campo: como lo hicieron Cincinato, Fabricio y Curio Dentato. Una de las mayo1•es "laban1as que soJían da1· los romanos a alguno de sus ciudadanos (aunque fue~e caballero y principal) era decir que era buen hombre y buen labrador : como dijo Ct.itón el Censor. Del cual por gran loa se dijo que era muy buen senador, y muy buen orador. y muy buen capitán general, y muy buen labrado1·: juntando con los otros oficios de tanta honra el de labrador; y así escribió algunos libros maravillosos del arte de cultivar el campo. Y el rey Ciro el menor, con ser tan grande y valeroso príncipe, puso tanto estudio en esto, que se gloriaba haber por sus manos plantadq un campo con admirable orden y artificio. Y Diocleciano ~mperador, después de haber impel'ado algunos años con gran majestad, dejó el imperio y se retiró a su tiena, donde se ocupaba en cultivar una huerta suya. Y gustaba tanto de ello, y de comer de las lechugas que él mismo había plantado, que por mucho que Je rogaron nunca quiso torna1· a tomar el imperio. y a scr monarca del mundo. Y hasta el oráculo de Apolo Délfico juzgó, que un pobre viejo y labrador que se llamaba Aglao (el cual tenia un pedazo de tierra. y le labraba, y se sustentaba de lo que de él cogia) era el hombre más dichoso y bienaventurado del mundo. Y Cicerón. y Virgilio, y Horacio, y otl'os muchos y graves autores dicen maravillas del arte del campo. Lo cual he traído, para que mejor se entienda Ja cuenta que los antiguos sabios tuvieron siempre con la tierra, como con madre de todos. y como con aquella que no solamente nos sustenta, pero nos recl'ea y da alivio con la muchedumbre y variedad de tantas y tan admirables y saludables cosas que produce, para la conservación, salud y regalo de esta nuestra miserable vida. Pues considerando esto el principe cristiano, favorezca mucho a los labradores, y al arte del campo. Tenga gran cuidado que se cultive toda la tierra que se pudiere cultivar: favorezca a los que se esmeran en labrarla: mande castigar a los que fueren negligentes: y para que todos se animen, y se ocupen con mayor aliento y alegría en cosa tan importante y trabajo<;a, déles privilegios y exenciones: no permita que se les hagan agravios, que los comisarios los coman, que los alguaciles los vejen, que todas las cargas caigan sobre ellos, ~ino que ~ean relevados más que otros; pues llevan a cuestas el mayor peso de t G da la rcpúb!ica. · Con esto habrá abundancia de pan y mantenimientos, y frutos de la tiena, que son las mejores y más naturales riquezas, y el reino estará bien proveido y abastado, y no tendrá necesidad de sujetarse a los que le proveen, y darles su hacienda, y empobrece1·se por faltarle pan y los otros mantenimientos necesarios. ·