Idilio singular
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Part of Excelsior
- Title
- Idilio singular
- Language
- Spanish
- Year
- 1929
- Rights
-
- Fulltext
- IDILIO SINGULAR He l'f'Cibido un soÍ>l'e perfumado cont~niendo la siguiente notita: ANGELA MARÍA: Tengo una duda muy grande · que quie1·0 que V d. me la ·resuelva. Un joven muy simpático me a.sf>dia, 11 co1no yo suelo ir sie111p1·e hif'n acom1xuiad.a, el sitJio en que puede camfú01· algunas 7Jalaln-as <'Dnmi· go es la iglesia los dom !ngos. El joven no me disgusta, pero su desparpajo al al)'·oximarse a mi en la iglesia me 1n·eocupa,, po1·que puede ente1·arse mi mad1·e. y po·rque creo que la casa de Dios no es el lugar más aduuado 1w1·a estas entrt"vistna, ¿Que hago!-MARI Luz. Hace tiempo, pero mucho tiempo, que los templo~ cobijan bajo sus bóvedas. y en el breve tiempo de una misa, corazones que lat~n al unísono. Padres que vigilan a sus hijas como fe1·oces ~abuesos a quienes no ~e les escapa jamás la presa, hatlan en )as iglesias un rato de descanso a ..,u inintenumpida vigilancia. Y es entonces cuando la ju. ventud f'ie aprotecha pa1·a decirse con los ojos, y hasta con los labios, lo que no pudie1·on decirse en otras ocasiones y otros sitios. ¿Que a va hacer Mari Luz? Pues seguir como hasta ahora. No la diré que no se preocupe, porque eso no puede ser. El desparpajo de su pretendiente, por una parte; por otra, el recinto sagrado en que tiene lugar la l'onda. ¡Pe· ro aumentan tanto el encanto de un palique los peligros ... ! No, Mari Luz, no. No es que yo le aconseje haga cara al mozo en el templo en que se ven. Si pudiera V d. vel'se con él en otra parte, há2'alo y digale que la deje orar tranquila cuando vaya V d. a la iglesia. Pero si no fa dejan a sol ni a sombra, si el muchacho es simpático y bueno, si Vds. se quieren y el niño alado se empeña en hacer de la casa de Dios el único sitio de cita... ¡Qué le van Vds. a hacer! Pueden Vds. hacer una cosa. Y deben hacerla. Prometer a la virgencita que les mira protectol'a desde el alta?", que en breve tiempo habrán Vds. de jurarse amor eterno en la misma iglesia que bajo sus bóvedas protegió un idilio tan singular. Pero mucho ojo Marí Luz con el mozo simpático que no se atreva a prometer tan feliz desenlace... ¡Mucho ojo!