El Misionero

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Title
El Misionero
Issue Date
Año I (Issue No. I) Junio 1926
Year
1926
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
extracted text
Año 1, No. 1 Junio, 1926 --------1 ReTiata ~~ad~!.! !.?eü~ !r~laOPrnpaga1 ción de la Fe en la Provincia Montañosa ~----------~~ "El Misionero" URGE HOY LOZAKA Y llen.a de vida una nueva rev1sta-.. EL MISIONERO," que en combinación con el " LITTLE APOSTLE OF THE MOUNTAIN PROVINCE" viene a constituir el órgano oficial de los Misi911eros del Inmaculado Corazón de María en la provincia Montañosa. " EL MISIONERO" y el " LlTTLE APOSTLE," son dos revista~ íntimamente relacionadas, con la única diferencia que "EL MISIONERO" en vez de dirigirse como el "LlTTLE APOSTLE" a los de habla inglesa, hace uso de la meliflua lengua de Cervantes y se dirige de una manera especial a todos aquellos que fueron y son testigos de la benemérita labor que en estas Islas ha obrado la siempre generosa y siempre católica España; a todos aquellos que de .la hidalga nación hispana, recibieron la verdadera fe, esa fe que santifica y salva, y que gracias a este precioso 1egado y herencia de inestimable prerio, sienten hoy en sus corazones, esa llama ardiente de caridad, esa sed devoradora que Jesucristo sien. te por .las almas. "EL MISIONERO" se propone demostrar y hacer comprender a sus amables lectores, ta miseria en que yacen sumidas en la provincia Mr1ntañosa 300,000 almas ignorantes de la existencia del verdadero Dio;;, abrigando al mismo tiempo la esperanza de poderlas cristianizar. esto es civilizar, pues su conversión al catolicismo significa su civilización. " Filipinat' no stá aun totalmente civilizada, y para que os convenzais basta dirigir una mirada a la provincia Montañosa donde hay 300.000 almas completamente desconocedoras del beneficio de la civilización." .-\sí se expresan vuestros enemigos políticos, ved aquí el arma poderosa de que se valen para hacer que las demás naciones os tilden de país incivilizado y para hacer que nunca consigais vues- ¡1 tra ansiada libertad. _,,. 2 Si, Filipinos, es verdad . que en la isla de Luzon de vuestra querida Filipinas hay aun 300,000 almas que no gozan del privilegio de cultura y civilización. Pero no hay duda que si estuviéseis mejor enterados de la deplorable situac·ón en que se encuentran vuestros hermanos en la Montañosa, hubiéseis hecho lo indecible para borrar esa mancha del e orazón de vuestra querida patria. El enemigo va enseñoreándose de vuestro campo de acción; las sectas protesta1Úes invaden cada día más y más la provincia Montañosa para arrebatar a Jos pobres Igorrotes el derecho que tienen de conocer y servir a Dios. y ser instruidos e:1 la verdadera religión. Católicos r¡ ipino;;, os cruzareis de brazo~, y conse tireis que estas 300,000 almas cuya libertad está en vuestras manos seé¡ln para iempre de v. estros enemigos? Consentireis que Jos del bando opuesto hagan más por el error que vosotros por la verdad. Ah, no! no lo comen tireis. Que hacer pues ? Permanecereis indiferentes? Dejareis que la igno~ancia y el error triunfen sob e · Ja verdad? No, y mil veces no. A la defensa pues católicos! Llegó Ja hora de despertar de vuestro letargo y de hacer frente al enemigo, sonó la hora de que reflexioneis seriamente sobre el porvenir de vuestra querida patria. Ya es hora de que dediqueis vuestra aten: ión, vuestras energías y vuestra ... cción para que se deslinden de una vez y para siempre los campos entre la verdad ,Y el error. entre Ja religión y la im¡::iedad. cooperando con e;;os abnegados, valientes y heroicos misioneros c¡ue han dejado a sus seres más querido-, han abandonado patria y hogar y se han despre ·dido de tqdo lo que tienen, para que? Para redimir a vuestros hermanos, para morir si preciso fuera por su salvación, en una palabra para la civilización y el prcgreso de vuestra querida patria. Y en cambio de tantos sacrificios, que es lo que estos magnánimos misioneros piden de vosotros? Poco, muy poco. Solo os piden que os intereseis má- en su labor, que aporteis vuestro grano de arena haciendo un pequeño sacrifici:> , si es que sacrificio puecle llamarse el desprendero . .; de la modes1a suma de un peso que es lo que cuesta fa su~cripción anual a la nueva revista ··EL MISIONERO." Y ahora decidme, tendreis corazón para negar cosa tan insignificante a lo~ que tanto trabajan r se sacrifican por vuestros hermanos ? Verdad que no ? Demostradlo pues, suscribiéndoos hoy mismo a esta revista que sale hoy por primera vez a la 1 uz; es una de las obligaciones que os impone vuestra condición de católicos y buenos ciudadanos. Hacedlo por el amor de Dios, por la salvación de vuestros hermanos, para la gloria de Dios y de vuestra patria, y estad seguros que Dios os bendicirá y os Jo pagará con creces.