Los Negritos del Nordesta de Luzon

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Part of El Misionero

Title
Los Negritos del Nordesta de Luzon
Language
Spanish
Year
1926
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
·16 Los .Negritos del Nordeste de Luzon Por el Rdo. P. Mauricio Vanoverbergh Misionero en la Provincia Montañosa, de las Islas Filipinas Prólogo Desde el 5 de Abril de 1924 hasta el 3 de Junio del mismo año, me ausenté de Baguio con motivo de una expedición que hize al nordeste de Luzon, cuyo objeto era. hacer un estudio de los l'\egritbs de aquella región, tal como era el deseo y la orden de mis superiores. Durante los quince años de residencia que llevo en las provincias y subprovincias del norte ée Luzon, he tenido la oportunidad de familiarizarme púC•' mas o menos con os idiomas y las costumbres de las dos tribus cristianas.(llocana y Cagayana) y de las seis principales tribus paganas(lsneg,Kalinga. Bontok Igorrote, Ifugaw, Kankanay y Nabaloy) quienes habitan en aquella región. así s que me será muy facil distinguir entre las costumbres propias de los Negritos y las costumbres copiadas de la-; otras tribus vecinas. Es cosa <le notar, que entre los de la tribu pagana (,· basta que una persona, ya sea hombre o mujer haga cualquid cosa. para que le imite la tribu entera, existiendo sin embargo, una diferencia marcada y notable entre las costumbres de las seis principales tribus paganas. Hay Ciertas costumbres entre los Negritos que son idénticas a las costumbres de las tribus circumvecinas, que en cambio no son practicadas por otros Negritos que viven con - otras tribus. En vista pues de esto. sería absurdo deducir que tales costumbres no son de origen negrito, porque de serlo, serían practicadas por todos los Negritos en general. en dondequiera que estuviesen. El Sr. Guillermo A. Read, dice que es costumbre entre los Negritos de Zambales el · cambiar los nombres de sus hijos· en caso de enfermedades; si nos fijamos sin embargo un poco ma-o, veremos que esta costumbre e,; común entre los paganos y _ aunentre las tribus cristianas del norte de Luzon; en cambio enrre los Negritos con quienes he estado viviendo. no se encuentran ni rastros d esr a costumbre. De igual manera podemos deduc.ir tambien que esta costumbre tampoco es de origen negrito. Acerca de este particular, les hablaré más detalladamente un poco más adelante. Me veo obligado a exclamar con San Pablo: "Ostium enim mihi apertum est magnum et evidens ' (1 Cor. XVI, 9). Si hubiese podido estar mucho mas tiempo con los Negritos, las hubiese conocido mas a fondo, por tener la ventaja de haber ganado su confianza desde un principio, habiendo tenido al mismo tiempo oportunidad de conocerlos a todos, porque fuí presentado a los Negritos, no solo de Nagan sino ]'asta a los de Ballesteros incluso, y de haber tenido tiempo, hasta a los del Rio Grande de Cagayan. Me tenían los Negritos mucha confianza aunque noté qt1e no se atrevian a acercarse cuan<lo me veían en compañía de otras personas. El día que sali de Nagan. mas de veinte negritos que vivían en los lugares vecinos, venieron y. despedirse de mi, no faltando algunos que se echaron a llorar cuando me vieron en la banca, dispuesto ya a partir. Con todo, he sido en verdad muy afortunado en descubrir ciertns datos hasta .ahora desconocidos, segun mi parecer, y que hoy facilitan mi relato acerca de los Negritos. He tenido tambien la gran ventaja de vivir con Negritos puros.e.xcepción hecha de lo;; hijos de Francisca, una negrita cristiana que había estado viviendo en Tuaw desde su niñez y cuyo marido no es negrito. Por otra parte debe comprenderse que es imposible segun creo yo, encontrar Negritos en el nordeste de Luzon que no hayan tenido contracto ninguno con otras tribus, porque segun tengo entendido ya no existen negritos puros, teniendo todos. los que hoy quedan alguna relación con las demás tribus ya sea viviendo con ellos, o sea por trafico u otros medios. El libro del Rdo. P.W. Schmidt 17 titulado "Die Stellung der Pygmaenvolker in der Entwicklungsgeschichte· des Menschen"' y el folleto "Questionnaire Ethnographique et Sociologique" del Sr. Jose Halkin, me han servido sobremanera durante mi expedición, pudiendo hacer tambien algunas deducciones mas con la ayuda del folleto titulado: '·Negritos de Zambales" por el Sr Guillermo Allan Read, que tuve la ocasión de leer a mi vuelta a Baguio. Desde las columnas de esta revista quiPro hacer constar mi profun< 'o agradecimiento a cuantas personas facilitaron mi viaje con su valerosa ayu<la; agradecidísimo estoy al Rmo. Dr. D. Santiago C. Sancho Caragnan, Obispo de Tug11egarao Cagayan, por los valiosos regalos que hizo a mi humilde persona cuando fuí a visitarle; al Rdo. P. Zacarías de Luna, cura párroco de Tuaw,Cagayan, en cuya residencia fuí objeto de la más cordial hospitalidad y de quien obtu e numerosas e importantes informaciones. Reconocido es t o y tambien al capitán de la Constabularia Sr. Lizardo gobernado:- de la subprovincia de Apayaw y a su amable , y distinguida Sra. por su valioso ay11da en mi viaje a N agan asi como por los cuidados que me prodigaron cuando a mi vuelta caí enfermo; y últimamente a los PP. de Bontok asi como a su catequista el Sr. Juan Andaya por lo mucho que me ayudaron en mi viaje de vuelta a Baguio. (Se continuará)