Capitulo primero

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Part of El Misionero

Title
Capitulo primero
Language
Spanish
Year
1926
Subject
El Misionero Año I (Issue No. I) Junio 1926
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
30 to podéis muy bien imitarla. Dificil es imaginar cordialidad más sencilla, mayo:- abandono entre un Radre y sn niño. Las primeras palabras del' 'Padre nuestro que estás en los Ciclos'' la habían de tal modo impresionado, que de ellas hizo la norma de su existencia y de su muerte. Leed esta Vida, hijos wíos; los detalles me fneron dados por las propias hermanas carnales de Tere- · sita. Es más: yo transcribiré mas de una vez, sin cambiar un ápice, lo que ella escribió de si misma por orden de su supetiora, o bien emplearé las expresiones que ella mismo usó. Entonces, dejadme ir a invocarla bajito: os ama tanto, que no dejará de bendeciros y daros' 'rositas'', como ella decía tan bonitamente, es decir, gracias con las que Dios le ha llenado las manos, para que las deje caer desde el cielo a la tierra de vuestras almas. Reccgedlas p!"eciosamente, n o las dejéis marchitarse y haced con ellas ramilletes que depositaréis como lo hacía Teresita a los pies del Niño J esus y de su divina Madre la Virgen María. J. c. CAPITULO PRIMERO \'acimiento de Tere,.ita [ SE TRATASE DE CONTAROS un cuento, niilos míos. sin buscar más, comenzaría, como en todos los cuentos, por estas palabras: Una vez, en medio de una bella noche de invierno, vino al mundo una niña ... Mas, como que no es cuento lo que voy a referiros, sino una historia verídica, completamente cierta, la empiezo más seriamente, cual conviene a la historia de una joven santa. Fué el 2 de febrero de 1873 a las once y media de la noche, cuando Teresfra nacíó en Alenzón de la Normandía; en esta belia provincia del N.O. de Francia adornada de hermosos bosques, pintorescos ma. nantiales y esmaltadas praderas don. de pacen infinidad de rebaños. En este día, el frio era intenso y una gran capa de nieve cubría los campos. · Cuando se quiere designar un 'alma pura, 'suele decirse "es blanca como la nieve". Pues bien: ~arece que el Señor quiso aquel día dar a la tierra el color de un alma que supo mantenerse blanca hasta su parti~a a los Cielos. Ya llegará el momento de contaros la muerte, de esta florecita de nieve; entretanto, os diré que hoy vive, siendo la dicha de sus padres. El señor y la señora Martin, padres de Teresa, eran buenos cris~ tianos, es decir, cristianos verdaderos que supieron acoger, como un precioso regalo del Cielo, esta su novena hija. Tenían ya cuatro ninás y habian tenido cuatro angelitos que vivieron corto tiempo sobre la tierra. La recién nacida fué anunciada alegremente por el padre, que se precipitó a despertar a las mayores. María, que tenía trece años, se incorporó en la cama mientras que · Paulina que no tenía más que once, se habia levantado para correr hacia su hermanita. El paare prometió enseñarles la pequeña a la mañana siguiente, obligando a las niñas a dormir hasta entonces; y temiendo no poder contenerlas a todas, no despertó a Léonie que tenía nueve años y mucho menos a la preciosa Celina, que tenía tres. Volv:ó luego a donde estaba su mujer y la encontró con las manos juntas en ademán de orar. ''Rezaba por esta hija lo mismo que lo hice por las otras, dijo la Sra. Martin; pedía a Dios que lo fuese consagrada, pero sobre todo que jamás manche su alma un pecado mortal, antes se la lleve desde ahora como hizo con nuestros hijitos que y;i, como los ángeles, '·olaron al Cielo. '' Excusado será deciros como pasó cl siguiente día: las niñas, con sus menudos pasos y sus alegrías, formaban una música infantil en su continuo ir y venir de la cuna a la cama de su madre. Desde las primera!' horas de la mañana ya estas cuatro angelicales criaturas que se llamaban María, Paulina, Léonie y Celina, rodearon la cuna de su hermanita. Hablaban bajo por temor 31 de despertarla, hasta que Celina, no pudiéndose contener, subió a una silla, y batiendo palmas y dando gritos de júbilo la quiso besar. Naturalmente, al beso sonoro de Celina siguió el despertar de la pequeñita; ¡pero que despertar! Fué saludado con aclamaciones entusiastas: - - Mamá-decía una-¡que guapa es! ¡si le vieras los ojitos .... ! ¡son del color del cielo! -¡Se ríe!-decía otra-¡oh si, se ríe, si! Ven a·verla mamá. Y la tercera se extasiaba ante la pequeñez de sus manos, cuales besaba con transporte. Los padres de Teresita hubieran querido presentarla a la Iglesia el mismo día de su nacimiento, como hicieron con los otros; pero con pena por su parte, tuvieron que esperar la llegada del padrino. ¡Treinta y nueve horas sin tener derecho a la herencia del Cielo! La piadosa madre encontraba el tiempo largo y no apartaba sus ojos del bebé; pero al fin el 4 de febrero, el agua santa regeneró el alma de la niña. Tuvo por madrina a su hermana mayor María y recibió los nombres de MARIA FRANCISCA TERESA. Aprendan de aquí Jos padres de familia como antes que todo deben tomar un grandísimo interes por el porvenir espiritual de sus hijos y tengan al mismo tiempo en cuenta, que quien trae hijos al mundo, tiene · la obligación de proveer a estos hijos de los medios para ir al cielo. En los padres de Sta. Teresita <.• 32 tienen un ejemplo; estos consagran su hija a Dios y ruegan por ella para que nunca jamás manche su alma ningun pecado mortal', prefiriéndo mil veces verla muerta que mancillada su alma. La mandan bautizar sin pérdida de tiempo, porque saben que los niños pueden morir inesperadamente y si mueren sin recibir antes las regeneradoras aguas del Bautismo no podrán entrar en el Cielo. (Se continuará) NOTA: Conforme al Decreto del Papa Urbano VIII, declaramos que al hacer las relaciones de los milagros que se mencionan en esta vida, no es nuestro intento darles otra autoridad que la puramente humana, sin prejuzgar para nada el juicio de la Santa Iglesia, al que nos somete~1os sin reserva. Para Vivir Largo Tiempo?-Vivid Moderadamente Un centenario que acaba de morir en Francia a la avanzada edad de 108 años, mientras en vida, era frecuentemente preguntado como se las arreglaba pa.ra vivir tanto tiempo. El simplemente contestaba: "pues es muy sencillo: haced como yo, comed poco y trabajad mucho." Y en verdad, este anciano dictó una ley que la ciencia reconoce como exacta y verdadera bajo todos Jos puntos de. vista. Las estadísticas han probado que hasta la fecha ni un solo rico ha podido llegar a la edad de cien años. Las mismas estadísticas sobre millares de nonagenarios nos dicen que las costumbres de abstinencia adquiridas durante la juventud son las mejores garantías que existen para llegara una edad avanzada. SeseT,1ta por ciento de los que llegaron a la edad de 95 años usaron moderadamente el tabaco y el licor, han comido ló suficiente y trabajaron al aire libre. Por otra parte, parece ser que el trabajo aunque sea pesado, es un factor necesario para los que desean llegar a la edad de cien afl.os, porque se ha visto que ni siquiera uno de los que han llegado a tan avanzada edad ha tenido una niñez.o una juventud holgada. En fin, de cien defunciones prematuras en el mundo entero, 88% son causadas por el exceso de comida. · Dé "la France Agricole" Solución de los acertijos de Ja · pagina 7: 1. EL SOL. 2: LA LENGUA. Cum liantia uelesiasti&a