Fe. Hispanidad
Media
Part of Academia Filipina
- Title
- Fe. Hispanidad
- Language
- Spanish
- Year
- 1966
- Fulltext
- FE. HISPANIDAD Oogmatica de lo filipino Sefiores: Este Congreso lfisp8.n.ico de FiJipinas viene a recordaroos lo mucho que debemos, como naci6n independiente, al lenguaje espa.iiol, a Ia cultura hisp&.nica que es Ia eolumna vertebral de la cultura fi1ipina. Cuando se habla de cultura filipina, es imprescindible mencionar la lengua eapaiiola que, como vehiculo de esa imponderable cultura hispAnica, nos ha ensefiado a buscar a Dios en alas de la oraci6n y la fe, y acercarnos a El por los luminosos derroteros del arte y la belleza. Tambi.en fue ese idiorna Ia llave de oro que nos abri6 el tabemaculo de las patriaa libertades. Por eso, todos los filipinos, con raras y tristes excepcione:s, estan contestes en afirmar que ese idioma espafiol ya forma parte del alma naciorud, o, como dice el gi'a.11 nacionalista Recto, es ya came de nuestra <"ame y sangre de nuestra sangre. Si nosotros, los filipinos, Por un patriotismo mal entendido y miope y exagerado, damos carta de ostracismo a ese magn.ffico idioma, que fue y sigue siendo la maravilla del mundo culto, cometeremos un suicidio cultural. Es crimen de lesa patria, un suicidio cultural el desarraigar esa habla de esta tierra de Rizal. Para las lenguas dotado, no roben al filipino ese lenguaje divino que de Espafia ha heredado. No puedan Ia malquerencia ni un miope nacionalismo, hacer.nos perder Ia herencia valiosa del hispa:nismo. 10 En eetas tierras del sol, por imperio de la ley, ·· siga siendo idioms rey nuestro lenguaje espafi.ol. Pu.es sf. Esa lengua es nuestra. Es de esta Espafi.a oriental que no rehuye la palestra, en la lucha desigual. Desterrar el espaiiol en este momento hist6rico que vivimos es cerrar, cegar la fuente clara e inagotable que nos puede surtir de palabras que urgentemente necesitamos para hacer de nuestro idioma nacional, en an futuro mas o menos lejano, un lenguaje intemacional. Piensenlo los detractores del espafi.ol. No .nos forjemos ilusiones, no queramos enga:iiarnos a nosotros mismos. Con el tagalo y otras lenguas vern3culas del pais, no podemos seguir el paso acelerado del ptogreso y la cultura mundial. Necesitamos un lenguaje universal, un idioma de matices ecume11icos cuyos vocablos y giros lingUisticos sean asimilables a nuestras 1enguas vernaculas. Y ese idioma es el espa:iiol, euya fonologia es similar a la nuestra. Decimos "koreo" del espa:iiol "correo", y a nadie se le ocurre (ni aUn al mas americanizado) decir "postage". Decimos aeroplano, avi6n, palabras de pura cepa espafiola; y no "airplane"; "baile" y no "ball" etc. etc. Si los hispan6fobos recapacitaran un poco, y no se deja.ran llevar de su apasionamiento ni de su cspiritu de contradicci6n verian todo eso con una claridad meridiana. i Cu&nta verdad encierra aquello de que no hay !)eor ciego que el que no quiere ver; ni peor sordo que el que no quiere oir ! El filipino tiene fama de ser un ente extraordinariamente dotado para la mUsica. Algunos ban llamado a FiJipinas la Italia del Extremo Oriente o la pequefia Italia. Pues bien, aun los que tienen tanta fobia, sienten tanta antipatia al armonioso lenguaje de Lope y Calder6n, porque no lo entienden, no pueden menos de conf-esar que es un 11 idioma musical o una lengua hecha mllsica. Si, el casteUano es mllsica para el oido y man& para el alma. En el campo espiritual ese idioma, ya lo he dieho mas de una vez y no me eansari de repetirlo, tiene la gracia eantificante y la virtud santificadora de la palabra. Y no me dejar&n mentir los m8s grandes ascetas y misticos, como San Juan de la Cruz y Sta. Teresa de Jesus que usaron esa lengua en sus di&logos elocuentes, sublimes, maravillosos oon la Divinidad. Loe autos sacramentales, donde lo divino asoma, se ban escrito en ese idioma de sabores edeniales. Juan de Ia Cruz y Teresa usar<Jn el castellano, cuando tomaron la empresa de divinizar lo humano. Pod.ran desaparecer de nuestros cuerpos legates las famosas 24 "unidades" de espaiiol en colegios y universidades; pero seri obra de romanos desarraigar, arrancar de cuajo los mil y mil vocablos espaiioles que ya estan en la trama y urdimbre de nuestras lenguas vernaculas. El fracaso, aparente o no, de las 24 "unidades" se convertiria en un rotundo exito poniendo otras "unidades" en los cursos :lementales y secundarios de la enseiianza. Ya que necesitamos un segundo lenguaje para nuestras relaciones internacionales, i. y por que no ha de ser el espaiiol que es el mas asimilable a nuestro modo de ser y de pensar y mas fonol6gicamente emparentado con nuestras lenguas verna.. colas? Siempre hago rostro a la realidad enemiga. Nunca me ha gustado el derrotismo. Quiero ser optimista siempre. En la lucha s6lo pienso en el triunfo. Es la sangre de raj8s y de mArtires cristianos que eorre por mis venas. Yo se muy bien que el idioma espaiiol, sobre todo el literario, eats p8S8lldo su calle de amargura en Filipinas. Pero, se 12 tarnbien que aUn vive. No se ha rasgado todavia el velo rlel ternplo de la hispanidad. Es la noche oscura del espafiol, es verdad. Mas, Dios, que es providente, nos rnanda un Gimenez Cabal1ero, eapafiol, y un Bernal, rnejicano, hispanoarnericano, para ilurninar nuestra noche 16brega con la luz de su pa la bra bella, confortante, y el brillo ·de sus ideas fectmdas, esperanzadoras, salvadoras de la comti.n cultura. Si algti.n dia (Dias no lo permita) en Filipinas hiriese nuestros oidos el IUgubre canto del "Requiem eternam" sobre el cad.liver de la lengua que inmortalizaron Cervantes y Rizal, : no lo dudeis ! ello se debera a la inconsecuencia, !nsinceridad, ingrat.itud y doblez de almas que aparentaron, pretendieron quererla con sus labios y promesas hueras, para despues crucificarla y matarla con sus hechos y su conducta. Es el beso de1 Iscariote. Las generaciones futuras de Fi1ipinas que se verian huEirfanas de la valiosa herencia i, no tendrian raz6n de echarnos en cara nuestra parte de culpa, por nuestra apatia., por nuestra indiferencia y descuido? i Ah! Nosotros que una .v mil veces hemos jurado romper lanzas por la causa del 1•spaiiol, hagamos tm minucioso examen de conciencia, y lJreguntemonos: l. Que hemos hecho par ese idioma al cual queremos coma a la niiia de nuestros ojos? ;.Cu&ntas veces r,uJimos haber hecho un gran bien a esa lengua, y sin embargo, nose lo hicimos? ;,Necesitaba de nuestro apoyo material y se lo habiamos negado? Y otras mil preguntas m8.s que delatarian nuestra vergonzosa culpabilidad. Pues Liien, seiiores hispanistas, queridos hispan6filos, aUn es tiempo de enmendar el eITOr. La causa no est.a del todo perllida todavia. Aprestemonos a la lucha, pongamos a con1 ribuci6n todas nuestras fuerzas, que asi lo exigen los saeratisimos intereses de la patria. Si perdemos el castella.no y la cultura hisp&nica tal vez vivamos en magnificos l"&scacielos y con a ire acondicionado o refrigerado; pero vivirfamos en la mas triste orfandad, y la orfandad es un lS gravisimo mal, Ulla gnm desgracia qu_e enerva el espiritu mas animoso y. de-nodado. 1, Morir& el espaiiol en Filipinaa? Puede Eter. Quedarin gloriosas ruinas ~ todos los dialectos del pais: I cuantas voces de hisp8.nica ralz ! 1, No es esa jerigonza chabacana dialecto de la lengua castellana? Puea esta en nuestra lengua ese languaje, sublime esa uni6n su aprendizaje. Suceda a la pasi6n serena calma, y aclame al espa.fiol la nativa alma. Lengua de suyo alegre eual la aurora. tambien sabe llorar eon el que Uora. Ella no es s6lo propiedad de Espafia: es de efle mundo, entrafia de su entrafia de ese gra.n. mundo hisp8.nieo fecundo, capaz de mejorar con su fe el mundo. J Fuera un quierer irraeional, ves8nico, desgajarse del fuerte tronco hiepan.ico I Si con la Hispanidad no est& unida, esta Perla estara en el mar. . . i perdida ! SI, nuestra es esa Iengua. de Cervantes. La heredamos de hispanos navegantes; de aquella noble y ealumniada. Espaiia que hazaiia de Dios hizo de au hazaiia; que si, humana, cometi6 el"?"ores; tsrnbihn nos dio el Amor de Jos amores. Tengo para m.f que defender el castelld-no, fomentarlo y. propagarlo es "hacer pa.tria", es un acto patri6tico del m&s subido quilate, es hacer justicia a la sangre de nuestros mA.itires y . heroes que con su verbo castellano, en novelas, pi-oclamas, arengas. volantes y eseritos de todo gbiero, int~endiaron en el alma de nuestros patriotas el fuego de la lib:ertad y la independencia. Si la temAtica central de este Congreso es la din8.mica tel nacionalismo filipino, me aventuro a afirmar que la dogm8tica de lo filipino debe sintetizarse en estas dos pa1abras: FE. HISPANIDAD. Por ser este Congreso "digno colof6n de Ia celebraci6n del cuarto oentenario de la cristialtizaci6n de Filipinas'', permitidme que haeiCndome eco de las solemnisimas fiestas celebradas en Cebll, os diga: Era Filipinas flor con sus petalos paganos; mas el Dios de los cristianos la perfum6 con su ari:lor. Demos gracias al Senor: Su providencia divina hizo un trono de su amor a esta tierra fi1ipina. Y a la misionera Espafia que fue la mensajera de ese a.mor .le Cristo a Filipinas, le digo: Si, por voluntad divina, ya los politicos lazos quedaron hechos pedazos; Espafia, sobre esa ruina, en mi tierra filipina, aU.n tu imperio queda en pie; porque aquf fulge y se ve la luz de tu hermoso idfoma, y aUn nuestras almas aroma pura esencia de tu Fe. Emete1-io Barcel6n y Ba1·cei.6-Soriano Discurso pronunciado en la sesi6n de clausura del Coril!reso Hispllnico de Fi1ipinas el dia 8 de mayo de 1965. 16