Refranologia

Media

Part of Excelsior

Title
Refranologia
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
ReFRBNOLOGI!\, A familia de Pablo, debía gl'an parte de su su "subsistencia", a la pl'Otección de "tío Paco", como todos llarr aban al hermanü de la madr~. Era el tío Paco un so)terén viejo, aunque b:en conservado, que había hecho frente a la vida con una decisión y una constancia tales, que la vida se dió por vencida. El vencedor se hizo rico. Con un capital bien saneado y mejor invertido, el tíQ Paco había resuelto de~cansar. Como sus necesidades no eran considerables, un median!) pasar era más que suficiente para colmar sus deseos de disfrutar los últimos años de su vida, en la mejor fo1·ma posible. La familia de Pablo, numerosa y con escasos recursos, constituyó al tío Paco, en el "refugium ·• de cuantos contratiempos surgieran en su destartalado existir. Y así, los sablazos menudeatian .Que era un gusto. Si bien es verdad que era otro gusto la forma original en que eran propinados. Un día, aparecía el propio Pablo en casa de su cuñado y le convencía de }a necesidad de cambiar el baño. Y por la.:; molestias y trabajos de buscar material y operarios adecuados, el sablazo! Otra vez, era un hijo de Pablo el que se dirigía a su tío, y le vendía un cachivache inservible. Otra, una hija le hacía algunos mimos, más algún servicio doméstico, cuya importancia no se cansaba de ponderar, y a renglón seguido, el !l:ablazo! La única que e1·a más expedita en sus procedii:nientos, era la propia hermana del "interfecto", la cual, sin rodeos ni ambajes, le sableaba a diestro y siniestro. El bueno del tío Paco, se dejaba sablear. Infelices! Que sería de ellos sin su protección?. El, que tantas veces había tenido que ser egoísta en su rudo vivir, gustaba ahora de favorecer . a sus parientes, que, por otra parte, le cuidaban, mimaban y querían. Pero el buen hombre tenía un defecto. Mejor dicho, un vicio. El vicio del regateo. Imposible era que pagara a su cuñado el precio exacto que éste ponía a sus servicios de mediador; ni que abonara a su sobrino, el valor que éste i:;eñalaba al utensilio comprado; ni que satii:;faciera a su sobrina, el importe de sus mimos; ni que entregara a i:;u señora hermana, lo que ésta le pedía. La rebaja era un artículo de primera necesidad en la casa del tío Paco. Bien lo sabían sus parientes, quienes, por esta misma razón, tasaban exageradamente sus servicios, molei:;tias o mimos.· Y así, lentamente, fué formándose el refrán: -¿Hijo, que llevas allí, envuelto tan primo,rosamente?. --Papá, un nuevo descubrimiento. Un aparato· para electrocutar las chinches. -Para el "proveedor de la real casa", ver1!ad?. -¡Claro! -¿Y cuánto le pedirás por esa maravilla?. -¡Cien pesos! Te advierto que el aparatito · los merece. -No lo niego. Pero, ¡YA VENDRA EL TIO PACO CON LA REBAJA! -¡Luisito! -¡Qué quieres! -¡Vente! ¡Mira qué he cogido! -¿Y cómo lo has cazado?. -Debe estar enfermo. O quizá estaba distraído. No se movió. -¡Qué tonto! -¡Mejor para mí! -Pero, oye, mira esos pajaritos que están volando. Se han posado en la rama de aquel árbol. Sue:ta ese pajarito, que de todos modos no vuela, y vamos a ver si cogemos más. --¡Qué rico! ¡A ve1· si cogemos muchos! -¡Lolito! -¿Por qué lloras, monin?. -¡Porque yo tenía un pájal'o! ... ¡Hip! ... -¿Y qué ha pasado?. -¡ Yo quería coger otros .pájaros! -Bueno, y ¿qué?. -¡Qué no los cogí! ¡Hip! ... -¡Paciencia, hijo mío! -¡ Es que el que yo tenía, ha volado! -Pero, ¿cómo?. -¡Lo solté! ¡Porque no volaba! ¡Y porque quería coger más! ¡ Hip ! ... -Pero, chiquillo, no sabes tú, que, MAS V ALE PAJARO EN MANO, QUE CIENTO VOLANDO. DR. CACASENO.