La Naval de Manila

Media

Part of Excelsior

Title
La Naval de Manila
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
o---====---~---====---o A f" ........ ~~···;·~~·~~···~: .. ;~~~¡~·-·~· .. ··¡ ¿ y ~'"'"'"'"'"''"'"'"'"'"'"'""''""'"'"'"'"'"""'"'"'"'"'""'"''"'"'""'"""""""""'"'"'"'"'""'"'"'"'"''""''"'"'"'"'"'"'"'"'~ y o--====---o--===>---o Con este títulO se celebra en la capital del Archipiélago, el día de la octava del Santísimo Rosario, o sea el segundo domingo de octubre. una de las fiestas mas esplendorosas, mas populares, mas concurridas que antaño, y aun ahora, se registran. 1Los vestidos mas ricos, las joyas mas valiosas, Ir,s trenes mas deslu111brantes se reservaban para estrenarlos este día, y bien puede asegurarse que el majestuoso templo dominicano de esta capital, era el punto de cita de lo más granado de la sociedad manilense. que acudía allí a depositar a los pies de la Reina del Santísimo Rosario el homenaje de su férvido entusiasmo, y también la expresión de su profunda gratitud por el favor inmenso otorgado a estas islas el afio 1646, al libertarlas del yugo de la herejía, (•uando los holandeses intentaron arrebatar del dominio hispano este preciado florón de la coro1rn de Castilla. Llámase esta fiesta la Naval, porque se celebra en conmemoradón de aquellas cinco memorables batallas navales, libradas entre las escasas y pobrísimas fuerzas españolas y las siete naves enemigas que se presentaron en aguas filipinas, intentando, como ya hemos dicho, sojuzgar este territorio. Fué entonces cuando se cubrieron de gloria aquellos ilustres capitanes Ugalde de Orellana .. Cepeda, Lopez, Enriquez de Miranda y otros, que vinieron des1més a la iglesia de Santo Domingo, a dar tei~timonio de la celestial protección y milagroso auxilio dispensados por la Santísima Virgen del Rosario a las armas españo.las. El 15 de marzo del año 1646, se libró la p1·imeru de aquellas batallas navales en la costa de Bolinao. De parte de los españoles, soló contaban dos humildes galeones, la Almiranta y la Capitana, tan maltrechas, tan desartilladas, tan escasas de dotación y de combatientes, que los enemigos las llamaban por burla las gallinas. Y sin embargo, aquellas gallinas pusieron en fuga al leopardo holandés ya desde aquella primera bata'lla, en que pelearon con 4 grandes naos enemigas y otra emba1·cación pequeña, durando la acción desde las dos de la tarde hasta las siete de la noche, sin que muriera hombre alguno de parte de los españoles. Pocos meses después, el 29 de julio, entre las islas de Bantón y Marinduque, volvieron a enfrenta1·se las dos naos &spañolas con siete naves enemigas que montaban poderosas piezas de artillería y 800 hombres de guerra, fuera de la gente de mar. Y sin embargo, aquella sangl'ienta batalla que duró desde las siete de la noche ha.sta las cuatro de la mañana, también reportó otro triunfo a las armas espaii.olas·, pues en ella echaron a pique una nao enemiga y -maltrataron grandemente a todas las demás embarcaciones, que se retiraron vergonzosamente, sin querer pelear aunque les llamaron a batalla, siendo lo más portentoso que tampoco murió persona alguna de los que tripulaban las naves españolas. Dos días dEfspués, o sea el día de San lgnaeio, los dos galeones españoles trabaron otra sangrienta batalla entre las islas Maestre de Campo y Mindoro, contra seis galeones del enemigo, durando la acción desde las dos de Ja tarde hasta las oraciones y consiguiendo los españoles echar a pique otra nave grande de los enemigos, causando destrozos considerables a todas las demás, especialmente a la Capitana. La cuarta batalla se di-ó poco después, cerca de las islas Luban y Ambil, contra tres naos holandesas, habiendo durado por espacio de 10 horas la refriega, hasta que maltratadas las naos enemigas, tuvieron que retirarse volviendo la espalda a los españoles. Todavía se registró el 3 de octubre de aquel año otra batalla naval en la cual la Capitana de los españoles, que estaba sola cerca de Ja isla de Mariveles, sostuvo el fuego contra tres naos holandesas de las que habían peleado junto a Luban y Ambil y que venían ya bien reparadas. Y aunque la pelea duró cuati·o horas y aunque el enemigo traía en la Capitana mas de 40 piezas y· otras muchas las otras naos, sin embargo, la nave española averió grandemente al holandés, echándole a pigue una falúa grande y abriéndole muchos portillos a la capitana, tanto que tuvieron que huir los enemigos, apagad® los faroles y seguidos de Cerca por la nave. española y por una galera que a fuerza de remos vino luego a su ayuda. En esta acción, solamente mataron los enemigos 4 hombres, dos españoles y los otros dos filipinos. El número de balas que se dispararon contra las debiles gallinas españolas, fué de cinco o seis mil, Er..viadas por las 14 naos enemigas durante las 5 acciones navales; y tan destrozadas y podridas se encontraban las embarcaciones españoJas que según dice on testigo "la madera de ellas se desmoronaba, saliendo· molida cuando alguna ha!a enemiga la pasaba de pal'te a parte." La protección de la Virgen del Rosario vióse claramente manifiesta, puesto que ya en la primera batalla, los tripulantes de las naves españolas rezaban el Santo Rosario con mucha devoción y en voz alta, y aun los que no podían subir a cubierta en la capitana, por estar desnudos o por estar enfermos, rezaban la plegaria mariana delante de una imagen de Ntra. Sra. del Rosario que estaba expuesta en el rar.cho de ios artilleros. Es también de notar que cuando la segunda ·batalla, librada el 29 de julio de aquel año el p. Lector Fr. Juan de Cuenca, de la Orden de Predicadores, capeJiá'n de la nao capitana, "en una plática muy espiritual que hizo antes de darse esta batalla, prometió y aseguró con mucha confianza la victoria en nombre de la Virgen Santísima del Rosario, con que se animó grandemente la gente". Y estando para darse esta batalla, convienen todos los testigos en que el General, en nombre de toda su armada, y dando parte de ello a los Cabos, CapitaneG y demás gente de 'ella, a voces hizo voto Y promesa a la Virgen Santísima del Rosario de hacerle una fie"sta solemne en hacimiento de gracias por vktoria que todos esperaban tener c.on su divino favor; y vendrían descalzos a su capilla del convento de Santo Domingo a darla las gracias, y acercándose nuestras dos naos,. dicen cuatro testigos que le dijo el General a voces a su Ahnirante el voto que tenía hecho, para que lo tuviese entendido él y toda la demás gente, y lo aceptó; y dicen los dos de ellos que el Almira·nte tenía hecho en nombre de su nao este voto sin saber que lo hubiesen hecho el General en nombre de toda la armada." Por eso fueron muy justamente atribuidas estas cinco memorables victorias de las armas españolas, al poderoso valimiento de la Santísima Virgen del Rosario, por lo cual, asi los generales de la armada como los tripulantes de las dos naos españolas, acudieron al templo dominicano a rendir público testimonio de agradecimiento a su celestial bienhechora, marchando "descalzos de pie y piernas al convento del señor Santo Domingo de esta ciudad" como dice un cronista, los que fueron testigos de Ia·s maravillas obradas por Dios mediante la intersesión de su Santísima Madre. Nada extraño puc.>:s, que la autoridad eclesiástica confirmase, después de juicio contradictorio celebrado en Manila, lo que ya Ja voz pública atribuía con razón, a Nuestra Sra. del Rosario, expresando su sentir en una sentencia que a la letra dice asi: "Nos el Venerable Dean y Cabildo, Gobernador Eclesiástico en Sede vacante de esta Santa Iglesia Metropolitana de Manila, Islas J.l"'ilipinas: Habiendo visto las informaciones y demás autos hechos a petición e instancia de la sagrada Religión de Predicadores, en orden a que se declare haber- sido milagrosas, y conseguídose por intercesión de Nuestra Señora del Rosario, las cinco victorias que el año pasado de cuarenta y seis tuvieron del enemigo holandés las armas cató1icas con los galeones Nuesfra Seño1·a de la Enca1-nación y Nuestra Señora del Rosario, asi en Bolinao contra naos y un chó, como en la Isla de Marinduque contra otras siete. diferentes naos de dicho enemigo, y también sobre la Isla de Mariveles contra otra.'S diferentes también de dicho enemigo; y asimismo, oidos los votoi:; y pareceres de los RR. PP. que,. en conformidad de lo dispuesto por el Santo Concilio de Trento, se nombraron y señalaron para que sobre este caso diesen su parecer, decimos : que debemos déclarar y dec!aramos que las dicha~ cinco victorias expresadas en los autos, qfü! con dichos do¡:; galeones consiguieron del enem:go holand~s las armas católicas, fueron y se deben tener por mila:igtO· sas, y haberlas concedido la Majestad soberana de Dios por medio e intercesión de la Virgen Santísima Nuestra Señora y la devoción de su Santo Rosario . En cuya confol'midad dimos licencia para que por milagrosas se celebren, prediquen y festejen, y se impriman entre los demás milagros obrados por Nuestra Señora del Rosario, para mayor devoción de los fieles con la Virgen Santísima Nuestra Señora y su Santo Rosario. Dada en Manila en 9 días del mes de .abril de 1652 años-Doctor Juan de Vélez.Maestro D. Gregorio Ruiz de Escalona-D~ctor Juan Fernandez de Ledo .-Doctor D. Alonso Zap'ata.-Br. Rivera.-Br. Amaro Diza. - Maestro Juan Bautista de Tones .-Ante mí Andrés de Escoto, Secretario." En señal de gratitud y en representación del pueblo de Manila, el Excelentísimo A-yuntamiento concurría antiguamente bajo mazas a la función solemnísima que el día de la Na.1Ja,l se celebraba en el templo de Santo Domingo . Dichosos tiempos aquellos, en que Ja fe conseguía tan señaladas victorias y en que la gratitud inmarcesible de nuestro pueblo, recordaba todos Jos años los inauditos favores conseguidos del Dios de ejércitos a favor de los que entraban en ba:f talla sin contar el número de sus enemigos, fiados solamente en el auxilio de lo a!to y en la intercesión pode1·osísima de Ja Madre de Dios, cuyo Rosario fué siempre la p' egaria predilecta de los filipinos. Hoy . . . MANUEL RAVAGO. ----·-· ----¡ 1 1 1 Dos vistas de las nu1')erosu y herl1)0sas casas de CEMENTO eo L" ADOITION. 1 LA UNICA SUBDJVISION EN MANILA QUE MAS EXTENSA Y RAPIDAMENTE SE HA DESARROLLADO EN LOS ULTIMOS A~OS La línea de casas de LA ADDITION, en lotes cuyo frente es de 30 metros solamente, ha de llegar desde LA ADDITION a la ESCOLTA Estas edif1lcaciones h.an costado ,1,500,0()0 aproximadamente. PRECIOS DE APERTURA DE LA SECCION "G" Pl.50 SOLAMENTE por m. c., para arriba. UNA OPORTUNIDAD COMO HAY POCAS ¡RECORTE EL ADJUNTO CUPON Y ENVIELO INMEDIATAMENTE! P. D. CARMANN Co Kneedler Bldg. Sírvanse enviarme detalles y pormenores sin ningún compromiso de mi parte. Dirección .. .. . . ... . . . . Nombre . . . . .. .... ... . Profesión .. .. .... .... . 1 1 · gra/fo OJJUrtfffm de izquic·rda a de1·e. cha: Sr. E. Gonznlez, Srta. C. Sobral, úr. E. Age1\ S1·tli. C. Elizalde, Sr. M. Fleta y la P1·ofesoru lglesfos. De pté y en el mismo 01·den: Srta. A. He· ras, Srta. M. Iglesias, Srta. D .. Heras y la Srta. J. Jaramillo.· · El Tenor Fleta 11 el Dr. Ager, con et" Rector de la Universidad de Sto. Tomás, R. P. Tamayo, el P. Sancho y el Dr. Anguita, rodeados de los almnnos y profesores desvués de la velada literario-musical su honor. De la 111sita que el eminente tenor Fleta, hizo en su residencia a la distinguida y conocida cantatriz S1·ta. Monse1-rat Iglesias, para ve1·la da1· lección a las m~merosas discipulas clln que cuenta: E-ato df.ó m.otivo a que se improvisara un pequeño concierto, en el que ca:ntaron la P1·ofeso1·a Srta. lglesia'S., sus alumnas, las Srto.s. Angelita Hera.s y Lo1·eto Jant:millo y por últ~ mo el Sr. Fleta; acompañando al viano a lo1t cantantes, la ·Profesora Srta. Dolf?1·es HtwaoS. En ·la fotoFleta entre el gru.po formado por las alumnas de la Universidad de .Sto. Tomás, qUe bailarcnt. la típica danza fili'fJ'ina "Ca1-iñosa". Enh'e lus que aparecen en la fotografía,- figm·an las Srtas. C. Lún, J. Conltt, E . Olega1 -io, A. Liwcg, J. Delgado, B. Loe-sin y ot1as c.uyos nombres lam.t1ntamott no 1·ecordar.