D. Florencio Gomez Parreno

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Title
D. Florencio Gomez Parreno
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
n. FLORENCIO GOMEZ PARREIQO ORATORIA FORENSE Si aigun:\ \'ez cabe ~atisfacCión a un JH'O{·esado en medio d<' ht desgracia que 1P atormenta ; si puede ~u comzún ha11ar <·onr-;uelo en medio del dolor que le devora: es sin duda, <·uando los he(·hos ~t· en(.'argan de presentar la verdad de las cosas como real· mente fueron en si, cuando el tiempo toma a su c:uidado la a\'eriguación de los suce.;;os que dieron lugar a los JH'o<•edimientos <.'l'iminales, ('Uando el tiempo y los hechos vienen de ('onsuno a justifi<·ar su inculpabilidad. No sabemos qué futalidad suele presidir en los tri!ües a<·ontec·imientos de la vida del hombre, que desde el momento mismo en que alguno dl' ellos liene lugar, se apoderan de él la maledicencia y la envidia; y sin conol'imiento, sin datos, :-;in ante(,:edentes, esparcen por donde quiera una relación absurda, exagerada ('aprithosa ('ontra e) desventurado que en el hecho de ver:::e sometido a la actiún dt• )os tribunales <le ju:-:ticia, ·tiene dere<·ho a todo respeto, a toda consideración Ue parte de lo:-: demás. La envidia de unos, la garrulidad ele otros, la lig:ereza de aquellos y las malas pasiont:s de éstos se reunen admirabl~ <> insensiblemente con una prontitud extrnordrnaria, para formar la opiniún púhfü·a contra el procesado, y presentarle desde los primeros instantes ataviado rnn los inmundos and1·ajos de las más abominable <'l°iminalidad. De esta suerte se apodera de todos los únimos el terror y la indignM•i c~ n contra el únito ohj<•to de los procedimientos judiciales: de este modo ~·e extravía la razón de tocios: y harto ~e akanza si algunos mús reflexivos, sofo(•ando el fue !·te im1•ubo de la voz pública así formada . clan entrada a la duda, siquiera deploren más de veras la dcsg!·acia oeurl'ida. Y ¿t:ómo rnntener el estrago que esa pública voz ext1·avia<la produee ('Ontra la honra y existenl'ia del procesado? ¡<·úmo estorba1· que aun el juez llamado a dirigir la sumaria no 'esté afe<:tado, y participe i-;in advertirlo de la imp1·t•sién que en su alma c·ause la relación primera que de la desgraciada ocuneneia cin·ulú! Fatalidad ten!ble que una vez v otra vemos justificada en la pn:íctica. No bieu ha teni<~o lugar un desagradable fü•ont<.'<.·imiento, cuando se alza imponente un grito general, demandado ju:-:ti<:ia contra el culpable; repite ese mismo grito Ja humanidad; la moral y la sociedad ofendida:-: reclaman castigo también. El público en los primeros momen;.os mira <.·omo criminal al que solo es acusado; poseído ele una profunda incli~:naciún ¡•ide venganza sin advertir que la soeiedad, representada por la lt•y, está int('l'esada en el ea:-:tigo. En tanto el infeliz acusado, alejado aun de las prendas más < -ara:-: a su alrr:a no cuenta con otros elementos para conjurar la brmenta que st• le\·anta co11trn él, <1u1: el testimonio de su conciencia y la divina ju~ticia: y t·omo la mano del homb1·e se ab!'e pronta y fúei:mente para la acusación, como en los primeros momentos de ia c<·unem·a es t•n demasía débil. impereceptible, casi nula, la voz de Ja humanidad, s1 el acu:-:ado compai-ece ante el juzgador con Ja posible <:onfianza que presta al <.·onveneimiento de no haber cometido un daño a sabiendas, aunque eon ·el más hondo pesar <ll' haber sido causa involuntaria de él, atribuyese rn <·onfianza a perversidad escandalo~a: si se presenta afligido al eonsiderar que un ~wlo golpe le ha robado a la persona a quien amaha, ll' ha privado de la paz y 1lu:zuras que en el ~·e no de su id:)latrada famili? disfrulaba felizmente, ha puesto <'n duda 8U honor y labrndo ~u desg?'aca en todos lo~; sentidos; interprétase su aflnión como el mús ineoncuso testimonio. como la prueba más inefragable de su culpabilidad en ¡el he<.·ho que nadie eomo él deplol'a tal ve;;. j Misp·able condición humana! Pue:-: bien: he ahí ;o que ha sm·e:liilo contra el desfoi-tunado D. Gabino Ranz. Apenas tuvo lugar Ja desagradable ocurJ'(•nt:ia que cada oía llora más su corazún, cuando se espan·ió por todas pa1·tes la notitia no como realmente fuera en sí, sino desfigurada por la <.·alumnia ponzorlo!';a, que sil•m. pl'e pre~ta ~l::-> neg!·os l'Olore:-: al genio del mal; y no ¡;:atisfecha con el estrago que pt">duda la mentida ,rela<·ión que contra D. Gabino Bcinz, de labio en labio circulaba, invadió el terreno de la p1 ensa pública, y con más :-:ai1a, < ·on mayo1· malignidad ajH\l',.!<."iú con:-:ignada en varios periódicos de esta corte, que sin :l<h"el tirio quizú, contribuyl'l"on a extraviar la opinión y a prevenir d<!Sfa\'ol"ablementc lo~ á11.mos l'Olltra el ¡n·o<.~~ado, víctima a un tiem¡)() de ~u infortunio y de la calumnia.