Nuestras entrevistas

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Part of Excelsior

Title
Nuestras entrevistas
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
li\IQJJ~?'>'ií~ffeJ?'> ~li\l'ií~~WD?'>'iíffeJ?'> ERNESTO VALLEJO ~~ N una salita en donde abundan los instrui'. ~J. · mentos musicales, destacándose una fla:~. mante radiola sobre todos, nos recibe un ...,,. hombl'e pequeñito, vivaz, arrogante y trajeado a la manera de Nueva York. Es Ernesto Vallejo, el mago del violín, a quien no hace much% años recordamos haber visto con los pantalones hasta las rodillas y un violín más grande que él, asombrando al público de Manila con la magia poderosa de su arte. Acaba de llegar y viene gratamente impresionado de los hombres y las cosas de América. Es más, tiene palabras de gratitud y cariño para la tiena en que triunfó como muy pocos, en donde deja una estela luminosa de gloria. -¿Es usted de Manila? --Sí, señor. -¿Quién fué su pl"imer profesor de violín? --Mi padre. -¿Qué edad tenia usted? -Cinco años. --¿Cómo? ... - ¿Y después? -Verá, usted, después la Asociación Musical ele Filipinas me protegió. Me regaló un violín "de verdad" y me costeó un profesor: el Sr. Ahclón. Con el maestro Abdón estudié durante cuatro años, y fué durante ese tiempo, cuando el Dr. Aristón Bautista me tomú bajo su protección y estuvo haciendo por mí lo que todos saben y conocen. - ¿Fué el Dr. Bautista ~uién le envió a los Estados Unidos? -Sí señor. Fntn E:u:F.LSUH~ (:t.lnntes) - ¿A qué Estado? -Nueva York. -¿Y allí? ... -Allí tuve por profesor a Mr. Erans Raneiser. -¿Ha dado usted muchos conciertos en América? -Sí, señor: muchos. -·¿En qué Estados? --En Nueva York, Florida, Palmbeach, Toledo, -Cinco años, sí, señor; a esa edad ya tocaba Ohio, Boston, Filadelfia, Washington . . . yo el violín, solo que mi violín, entonces, era de -Y e>n Manila, ¿cuándo da usted su primer hojalata. concierto? -El día 18. -¿Espera usted mucho de él? -He puesto todo mi corazón y espero mucho, mucho, del público de Manila. -¿Piensa usted yo} ver a América? -Sí, ~eñor. -¿Con qué objeto? -El de dar conciertos y propagar la música filipina. Allá, siempre que pude la interpreté C'n todos mis conciertos. -Además de en los Estados Unidos, ¡,ha dado usted conciertos en algún otro pueblo? -En Hongkong y en Shanghai, a mi vuelta a Filipinas. -¿Ha impresionado usted discos fonográficos? -s· sefior; de la Columbian. -¿Qué me dice usted de los 3l'tistas filipino~ en América? -Que lleYan una vida lánguida, pobre, triste. -¿Todos? -Sí, ~wñor; en América, como en todos los países del mundo, para triunfar hace falta ser un l 1 1 genio. Las medianías no prosperan en ningún país. El compañero Montes va a tomar la nota gráfica de la entrevista y vemos en los brazos de Vallejo recostado como una amada sobre el pe<'ho del amante un viejo violín. -¿Es su compañero de armas y fatigas? -Sí, señor; es mi último violín. el que me l'{'galó en Nueva York el millonario Mr. Seligman. El lo adquirió por diez mil ($10,000.00) dollars, v(•inte mil (P20,000. 00) peso.'i nuestros para regalármelo. Sin querer, posamos solm_. el viejo instrumento la mirada as:::imbrada. · Y sin querer también viene a nuestra memoria el otro violín, a:::¡uel d(' hojalata que fué el primero a cuyo destemplado son, de$pertó el alma divina y musical clcl mago impond<'rah1e del violín. ·r 1 i ·;· 1 ·:· ' 1 1 1 1 1 ' 1 1 1 1 1 1 ¡ DE- HILO FRANCESAS 1 1 1 1 1 1 ! 1 1 ! 1 1 1 1 1 1 1 ; 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 ·:· ·:· ·~· LAS MEJORES I ' ' 1 1 1 ' 1 1 ·:· 1 .:. 1 1 ·:·