La Ilusion

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Part of Excelsior

Title
La Ilusion
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Bajo el blanco temblor de gasas y de encajes, parecía una flor. ¿Azahar? ¿Lirio? ¿Nardo? El la vió a lo lejos, en las sombras de la luna y las bombillas de colores que fulguraban sobre el destechado sa1é:n del festival, al estru~ndo de los músicos metales que rugían como diablos un jct.:.z sonoro. Y se acercó a ella: -¡,Mascarita? La mujer se volvió, en silencio, en pudores acaso. -¿Tan bonita y tan sola? -Ya lo vé usted. -;.Se ha extraviado, por. ventura, su galán? --No. -¿Entonces ... ? --He· venido sola al baile. -¿Soltera? --¡Quizás! --¿Casada? -Quizas. -¿Viuda? -Quizas. -¿Esfinge?, misterio?, arcano?, imposible? -Nada de eso. · -¿Puedo yo acompañarla? ··---1 t 1 i 1 i 1 Su exquisita limpieza agrada a todo el que los fuma. Frescos, Fragantes, Precio Popular 30 por 10 centavos 20 por 8 centavos -------·'!' ··---·-----------·-Tanto honor .•. ! -¿lle eonoce usted! -!Y uated a nil! -¡Quién BO:V yo! -Jacinto Alba. -¿Y uated! -¡La ilusión! JI Dos horas antes, en el lujoao comedor de au casa, Jacinto Alba y Angela Ventura, su mujer, convertlan su hasta aquella noche apacible sobremesa en un campo de agramante. . . -¡Te empeñas en ir solo al ballet -¡SI, señora! . -Dejándome sola para ir a divertirte t6, egolsta, cruel! · -Nada de eao 1 Hay bailes en los que las arionu,' fljate que subrayo lo de ..,;;o,..,., no deben ir acompañadas del marido. Y uno de ellos es el baile de máscaras de esta noche. -¡Y por qué vas tll! -Yo aoy un caballero. -¿Y es diferente, no! -Muy diferente. -¡Pués sábes lo qué te digo! -DI· lo que quieras. Ella se levantó aporreando la mesa eon sus manitas trémulas lf haciendo caer, al golpe, una rosa deshojada. -Qae como vayas al baile t6, yo me largo a casa de papá; y no me vuelves a ver el pelo como no sea en un baile de eaoa de máscaras a los que no deben acudir ariora1, ffjate bien que subrayo lo de ..,;;o,..,., porque van los tioballero• como t6, subrayando también los caballeros 1 -¡Angelal -¡Lo que has oldo 1 Giró aobre sus talones leves y desapareei6 por el cortinaje de flores rojas, arrastrando al partir sus sapatillas como dos joyelss diminutos de oro. Alba se alzó a su vea; encendió un cigarrillo; mandó a un criado por su sombrero, y vestido ya, bajó por las escaleras de la cocina al jardln, y de alll, en su eoehe, se dirigió a la fiesta. Su mujer!... Pobrecita!, iba pensando. En dos años que llevaban unidos esta era la primera vea que tenla que representar semejante comedia! Pero, i bah!, alguna ves tenla que debutar él, y lo de esta noche, como debut, no habla estado del · todo mal 1 ¿Qué cumplirla su amenaza y se lar. caria a casa de su padre por unos dlaa, unas horas acaao? Mejor para él! Ya estaba un poquito cansado de Ange)ita en dulce diariamente ! Y a era hora de trocarla por un· diabillo de la cáscara amarga! m En un rincón apartado del salón, en las aombras de la luna y las bombillas -de colores, después de bailar con ella y no separarse de ella ni un instanto, se dejó ella besar los labios perfumados. -¿Me amarás siempre, siempre? -Te adoraré de hinojos como un eselavo a su princesa. -¡Y tu mujer! -¿Mi mujer! Mi mujer no es eomo tú, dulce, alada, divina! No tiene tus labios fragantes ni tus ojos heehieeros! ¿Por qué no te arrancas el antifás y me dejas besar tus ojos? -¡Porque temo perderte! -¡Jamás! Levantó sus tinos y desnudos brazos y eon ambas manos se quitó la venda de seda de rósa. El pegó un salto atrás: . -; Ange)a!. • • i Ange)a ! . . . ¡ Ange)a ! ... Ella se llevó el Indice a los labios: -Chito... No alborotes!... Yo no aoy An· gela, yo no BO'I/ mujer .. . -Angela, perdón! .. . -Yo aoy la mariposa de oro y rosa que llaman ilusión los hambres como tll !