Excelsior

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Title
Excelsior
Issue Date
Numero 876, Ano XXVII (20 Septiembre 1930)
Year
1930
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
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'DE LA VIDA NEGRENSE AMOR CON AZOCAR (ALIMENTO COMPLETO) Blasco Ibañez, el grande, se clasificó a sí mismo, como «el español que trabaja.» c:El español que trabaja, trabaja más que cu·alquier americano, porque trabaja por todos los españoles que no trabajan». Bien; i!l gran novelador era así, un poco extremista y siempre graciosamente expresivo. La verdad es, que los hombres de todas partes que trabajan, trabajan mucho más de lo que a ellos individualmente les conviene, y a beneficio del enorme contingente de clos otros». Desde luego, esto está mal y hace mucho tiempo que ei:;tá mal. Según parece, va pan. largo ... Mister Fairchild sabe muy bien, está muy al tanto del azúcar que se fábrica, de donde viene: a donde va, como viaja y en que clase, quien lo come, como lo come y cuanto come. Este señor, además de ser Mr. Fairchild, es la Eshdistica: afirma, que el ciudadano filipino no deglute azúcar, y si no tanto, por lo menos dice que toma unas cantidades ridiculas y que así no se vá a ninguna parte en el concierto universal. Si cada filipino introdujese en su 'estómago tantas o cuantas libras al año, del dulce elemento una vez fabricado, refinado y aderezado, la Estadistica apuntaría una línea de cifras graciosas y rientes en sus encasillados, que sería como una guirnalda de sampaguitas o de cadena de amor alrededor del nombre de Filipinas. Entonces, Mr. Fairchild sonreiría una vez, con una sonrisa de oreja a oreja, gratamente compensadora de su larga seriedad de aguilucho. Yo no sé, seriamente, gran cosa de como se alarga o se achica la transcendencia de este asunto, según se coman más o menos libras por cabeza, pero sí sé, que h significancia, calidad, distinción y superioridad de las naciones o de los pueblos, -se ha aquilatado siempre en la jerarquía intelectual y moral de los ciudadanos que asumen el glorioso papel de cprimos», traba}ando y produciendo; nunca sobre la cuantía de los parásitos, inválidos, y «positivistas» de la parte negativa, Los conocimientos de la Estadistica han producido una aseveración rotunda, seguida de un colofón implorante y humanitarista de Mr. F3.irchi1d que está muy bien. . . Su innegable competencia en el producto industrial llamado AZUCAR, es sagradamente respetable, pero nús conocimientos sobre los alrededorés de este producto y mi condición de meridional, me traen a parodiar al autor de «La barraca», 3firmando, que los filipinos se atracan, hartan, atiborran y sobrealimentan si no precisamente de azúcar, con jugo de eaña dulce, que es lo mismo, salvo una pequeña diferencia de labor intestinal. Porque el filipino que vive o trabaja en o cerca de un cañadulzal, masca tal cantidad de caña, desde antes de tener sac'3.rosa hasta que es toda dulce, que no hay más remedio que reconocer y aplaudir su colosal esfuerzo, evidente del afan patriótico de za.mparse la enorme parte correspondiente a los que se atienen modestamente al arroz con c:guinamús». ¡Bravos muchachos, valientes dalagas, mártires voluntarios de la digestión contínua ! · Sospecho que está feo, mal, que no coman todos azúcar, como he reconocido sin esfuerzo la triste situación que crea el que no trabajen todos un poco; pero esa. exposición de que aquí se .consumen cantidades lsmentablemente exiguas cpe1· cápita», contribuyendo así a la ruina de un negocio que se salvaría si cada uno se doblara la dósis, me parece teóricamente acertadísimo, pero algo utópico, ideal y fantástico como un depurado ideal socialista, finamente la· brado en color de rosa. . . . e impracticable. Haciendo equilibrios sobre un c-able tendido entre la Realidad y la Estadistica, me parece entender más viable y hacedero, lo de dirigirse a unos cuantos millones de chinos o de indios y, tocando, ora sus corazones, ora su estulticia, por procedimientos análogos a los US3dos para pervertir el gusto de los fumadores y hacerles comprar «Chesterfield> o c:Lucky Strikes>, salvar así la crisis del azucar y la situación del esforzado sector de consumidores actuales, que de verse obligados, aumentarían sus raciones por solid:iridad y reventarían patrióticamente de la manera más vulgar. No pasarían a la Historia; Filipinas perderb. sus braceros en los distritos azucareros; tendría que permitir la emigración de chinos para subtituirlos, y finalmente, ¡oh ironía!, habría que convencerles de que e) az'"ucar de c:iña se come y sabe bastante bien. Esto es pavorosamente claro, ¿no? Reventarían, sí. Los que no lo han visto no pueden imaginar las toneladas de rico jugo sacarino que pasan anu'3.lmente entre las terribles dentaduras de miles y miles de filipinos. Ved un distrito azucarero en tiempo de cosecha. Hay una briega incesante e intensa, radiante de color y de grandiosidad entre el esplendoroso verdor de los campos, bajo el baño -3.rdiente de la luz. Vénse por todas partes grandes brigadas de hombres, avanzando en los sembrales como en un campo de batalla; luchando cuerpo ·::1. cuerpo con los fantasmas gesticulantes que semejan las cañas, que van cayendo vencidas a los golpes certeros, brillantes y sonoros de los machetes. Siguen avanzando mas y más sobre la buena tierra que se va alfombrando de tisú de oro con la seca hojarasca, que como greñas de luz, árancan los e: bolos» de las cañas. Crepita la espesa mas::1. de hojas secas bajo el cansino andar de los carabaos y vacunos, con el bullir de los hombr.es, el revolcarse y i:etozar de los vaquerillos, bajo el peso de los rieles portátiles, alternando quejumbrosamente con el chirriar de los vagones que entran -!ll campo a hincharse de caña, para salir después a la segura y luminosa vía grande, camino a la fábrica. Suepa a fngor de contienda en un vivificante vibrar, grato a los oidos del que sembró, porque es el anhelado ruido de la soñada hora de lucha en que ::;e gana siempre. Hombres, mujeres, niños, animales, a~ompa­ sando la musicalid11.d de la faena, mueven mandíbulas y quijadas al unísono, masticando trozos de caña hasta exprimirles la última posibilidad de dulzor. De ver en vez, lanzan de la boc"a el agohdo taruguillo de bagazo, seco, marfileño, como de seda plisada. A lo largo de todos los caminos, en la vía férrea, junto al enorme rayo luminoso de cada raíl, lucen los taquitos de bagazo, delatando el paso de cad-:i hombre, la fortaleza de sus músculos maxilares, y la insaciabilidad de sus estómago!'i. . . Dentro de los campos por cosechar, a pocos metros de la vereda o del camino, hay siempre corros de c!esolación, redores de cañas tumbadas, rotas, pisoteadas, y sobre esto, cientos, miles de trócitos de caña masticada y ... ¡Primores nocturnos! En cuclHlas, bajo el esplendor del cielo estrellado, ¡debe ser b.n delicicso ir inascando dulcemente mientras pasa la vida tan call3.ndo ... ! En una vieja hacienda de la isla de 1'1egros me contaron la famosa historia de c:Ping» y «Meng», sucedida aHí hace tiempo. Es como la leyenda glorificadora del jugo de h. caña generosa. ' c:Ping», era un zagal de 18 ó 20 años que se esforzaba denodadamente en cargar sobre sus hombros y llenar su vagón con más caña que ningún cargador. Muchos dfas pasaban seis toneladas de caña por su hombro encallecido, gravitando sobre su espalda de efebo sudorosa que lucía al sol como una es~ultura de cobre bruñido. « Ping» quería hacer méritos ante el viejo cabo « Vadong» porque -g,maba a 13. sabros.a dalaga ·tMeng», su hija. Esta, era una fruta en su mas dulce punto de madurez; todos querían a c:Meng», la perseguían y asediaban, pero el viejo c:Vadong», con su. prestigio de antiguo cap·:it:az en la hacienda, su historia de guerr.illero revolucionario, su contundente palasan y su declarada ambición de casar a la moza c:con otra. clase de gente.», cuajaba en un formidable cancerbero que los jornaleros estimaban imposible de vencer o de burlar. c:Ping» y «Meng» trabaj-:iban maquinalmente en sus faenas siempre lánguidos y tristes. Se amaban ... Al fin, un día desaparecieron de la hacienda. Hubo gran conmoción; todos, hasta el dueño, se consideraron ofendidos con esta fuga de los am-3.ntes, mejor dicho, por la «traición» de la linda kindae. Salieron emisarios a recorrer los. vericuetos y escondrijos del monte, todos los pueblos de la provincia e incluso de la costa frontera de Cebú. En vano; no parecían. Pasaron tres semanas y el cielo compadecido de la sord:i desesperación de los infelices habitantes de la hacienda, hizo al fin causa común con su indignación, desatando la furia de una gran turbonada. En medio de la lluvia torrencial surgieron «Ping» y «Meng» de un. sembr:ido frontero a la barriada de casitas de nipa de los obreros. Estaban pálidos y ojerosos, sonrientes., fe1ices y gordos, de una gordura blandengue como la de los globos de goma con que juegan los niños. En las manos ostentaban sen".' das cañas a medio mondar y con las puntas mordidas. Lució .el sol. Todos fueron -:i ver el sitio que les sirvió de refúgio. Dentro del éampo había un gran círculo, como de unos seis metros de diámetro. Circundado de un muro de cañas enhiestas con su verde airón y su dorada base de hojarasca, formábase allí un nido, enguatado con un mullido lecho de taquitos de bagazo que reflejaba como la nacar y mentía sábanas de seda, de encaje o de espuma ... La visión apoteésica de aquel nido de amor conmovió a todos. He tenido ocasión de conocer ·a «Ping» y «Meng». Están viejos, son dos .vulgarísimas «birrias» que no llevan nada encima de la gracia poética de su hazaña. Dicen, que cuando pasan frente 3. un campo que estén segando y ven alguna caña deshojada, inevitablemente se llevan las manos al vientre y muestran un mirar empavorecido. PARCIA MUÑOZ. En el mes, Julio, de 1930.
BOCADILLOS DEPORTIVOS Para sorpresa y de las de órdago, la ocurrida el sábado p-3sado en el Olympic Stadium, cuando el llamad.o_ «Oso de Baclaran», Mariano Adriano, colocó en el mismo primer asalto una poderosa cruzada de su derecha, que vino a posarse con precisión estupenda en plena quiJada de su contrincante Irineo Flores, que se derribó como herido por un rayo. Flores, completamente mareado, intentó levantarse después del cuento de cuatro y volvió a caer sin ser tocQdo, para oir en posición horizontal nueve segundos, después de los cuales levantó vacil!lnte para volver a visitar el enlanado al compás de otro golpe en ~l mismo sitio. Irineo volvió a demostrar su v~lor, levantándose a los nueve segundos, para recibir bn tercer golpe, que produjo el cuarto derrumbe. Un nu.evo intento de Flores para incorporarfe, otro golpe de Adriano en sitio vital y la intervención del árbitro Sr. Eloriaga que dió fin a la tragedia, dando su decisión al ba..clareño, fué el resultado del encuentro entre estos dos púgiles, que produjo, como digo más arriba una verdadera sorpre~a. ya que Irineo era considerado como casi seguro vencedor. Esta resonante victoria de Adriano, está constderada por muchos aficionados entendidos comü una verd-adera casualidad, ya que la consiguió nada menos que en El primer asalto y con el primer puñetazo fuerte que pegaba. Por ello, es muy posible, Que el Stadium ~uelva a emparejarlos de nuevo, para dar ocasión a Irineo á rehabilitari:;e y .comprobar, si lo ocurrido, ha 'sido una , casualidad o si efectivamente Adriano, ha vuelto a ser lo que fué en sus buenos tiempos. La semifinal de la noche, fué muy reñida, gi:.nando por pOco margen Little Abayan a Young Duiitaguilas, a quien también los entendidos consideraban como probable vencedor. ¡noche de sopreSas ! El resto del prograrr.a, muy aceptablé. Recordando hace días las acerbas críticas de que fueron objeto los simpatizadores del Bohemi.an, por sus griterías y entusiasmos, en los que abundaban algunos adjetivos de medio calibre contra sus contrincantes casi siempre de-rrotados, tuve ocasión de leer en el conocido periódico deportivo de Bilbao, llamado también «Excelsior», los mensajes y comentarios de la final del llamado campeonato mundial de football jugado en Montevideo, en los cul).les se relah que acatado el partido que ganó el Uruguay, gracias, según reclaman sus contrincanteR, los argentinos, al juego brutal y sucio de los uruguayos y a la complacencia del árbitro lionIZ'enus, hubo hasta tiros, con resultados funestos, Yk !)ue hubo v-arios heridos y contusOs. ¡No quiero decir, los adjetivos que cruzarian el aire du1·ante el dichoso partidito ! Si los señores que no simpatizaban con los del Bohemian, aseguraban que sus simpatizadores eran unos groseros y poco deportivos, ¿que podriamos llam-ar ahora a los que presenciaron el partido de marras y que terminaron el mismo arreándose candela incluso a tiro limpio? . "' .. Uno de los acontecimientos deportivos de más nota que tuvo en su final la semana pasada, fué el reñidísimo handicap de billar que se jugó entre los socios del Casino Español, durante el cual hubo sorpresas en jugadores que fueron verd2de11~s «galloS; tap8.dos», aun ·cuando los vE'ncedores, Sres. Schick y Luis del Rio, fueron desde un princiipo considerados como los más probables finalistas. Tuve la satisfacción de -:isistir al partido final entre dichos feñores, disputado ante una distinguida concurrencia de socios· del Casino y. como un poco entendido en dicho juego, pude ver desde el primer momento, que el -Sr. Schick,- con bastante conocimiento de la preparaeión, desarrolló un juego, con el que tenía más probabilidades· de vencer, . si se tiene en cuenta que el joven del Rio, -aun cuando- domiha bastante él juego largo, este modo de jugar tiene el -inCon.:. .. veniente de que en días ·malos, le Jallan a cuS:l"quiera las mejores tiradas. El Sr._ Séhick, ·to.mó desde un prindpio la delantera,· ganand0: ·él partido por bastante margen,· si se consid~ra que ambos jugadores tenían· que. hacer el rni~mQ número de carambolas. El vencedor fué objeto de una ovación, correspondiendo el vencedor con sendos cock-tails a té.das sus amistades en celebraciOn de Su merecido triunfo. Al joven Luis del Rio, ganadoidel segundo premio, le tengo que decir que no se descor-azone por su derrota, ya que tiene mucho mérito el hecho de que· a pesar de ser un juga-:~or novel, juega bastante bien y tiene muy buen porvenir. En próximoS Bocadillos, d.aré ·cuenta de· lo lnáS sensacio~~l de los partidos de Pelota .a i·a~ queta que se c.elebran todos los _días en la c=~n­ cha del CasinO Español y que son presenciados por lo mejor de ·nuestra sociedad.
Bendita sea la situación excepcional de la Capital del Archipiélago Filipino, que la permite disponer de un pulmón tan amplio como esa hermosa balconada que comenzando en la Luneta nueva y concluyendo,~uando concluya~n Ca· vite, se asoma a su extensa bahia . Por ella no rendimos nuestro espiritu al Creador, víctimas de sofocante asfixia durante la temporada de calores, los que, por razones crematísticas, no podemos elevarnos a las alturas del excelso Baguio, compensándosenos en cierto modo la ausencia de las resinosas auras de aquellos pinares que coronan a la Ciudad veraniega, con la no menos salutífera y reconfortante bri~a impregnada de yodo, que nos envía Mariveles desde la acera de enfrente . Mucho se viene hablando y en encomi'ador sentido, tiempo ha, de las grandes mejoras que embel1ecen a Manila de día en día, merced al celo y conato que en ello ponen nuestros administradores municipales, que no obstante jugarse heroicamente la vida cada vez q!le se reunen en su vetusta y ·:ichaco~a morada oficial, no cejan en su empeño, en bien del común, para que Ja za que de antiguo es conocida en todo el Orbe como la Perla del O·riente, continúe, aunque ya desengarzada de la refulgente corona en que brilló durante mas de tres centurias, tan orgullosa de su belleza por si misma y deslumbrando como en otros tiempos, sin meternos a considerar si fueron mejores o peores, aunque con la vista fija en el punto considerado como principalisimo en ·los pueblos modernos, de que el t urismo es el que enriquece a las naciones y por lo tanto se impone el fomentarlo. Si; precisa atraer a esos viajeros que dan la vuelta al mundo en viaje mas o menos económico,-mejor más que menos-para que no dejen de v;sitarnos, tanto para que admiren cuanto hay aquí que admirar, forno para que de paso se dejen sus dólares, con ese de¡:¡prendimiento, a que ya nos tienen acostumbrados, al adquirir Sombreritos de paja o tarjetas postales de tipos del país en el mas primitivo indumento, sin pararse en gastos, con lo cual, plantarse un rato con un codak ante las murallas, indagar si el Pier, num. 7 ha sido construido aquí o lo han traído hecho de América y darse una vuelta por el Acu.m·i1.n11, para poder luego contar en su país que han conocido de visn a los habitantes de las islas, tanto de sus tierras como de los mares que las rodean, se marchan como han venido, dejando un benefic'io material muy cel'ca dE! trés con cuatro a los dueños de garajes de alquiler y un poquito mas al ba1· del «Manila Hotel», cuando se sienten sitibundos, sin perjuicio de dejarse convidar si se presenta oportl?Ilidad para ello. Consideraciones filosóficas de vuelo bajo a un lado en esto del t1:1rismo, que se presta a mucho mas de lo apuntado, el respeto a la verdad y el amor a la justicia imponen el deber de colocar en el primero y mas preferente plano de las mejoras de la Ciudad esa encantadora avenida, a la que se- conoce mas por Cavite-bulevard, que por 1a denominación que lo pusieron al bautiz!lrla oficialmente, porque con este cambio de nombre se aleja en cierto modo el recuerdo de hechos tan poco gratos como el realizado hace mas de treinta años, en que nos creimos que las cosas iban a cambiar por completo. NO; y como cambiar, efectivamente han cambiado; pero siguiendo un rumbo tan diametral~ente opuesto al que se esperaba, por lo que se pedía y se ofreció, que es hoy y aún está la pelota en el tejado, ignorándose lo que todavía pueda resultar, según sean los altos designos del Cielo, acompañados de los bajos de la Tierra. Pero hasta tanto suceda lo que tenga que suceder, demos, llenos de alacridad, las. gracias al Todopoderoso y alarguemos n~estra gratitud hasta el Concejo, merced al cual tenemos la satisfacción inmensa de disfrutar de un paseo, como acaso no haya muchos en urbes de más fusto y eso que estarnos al principio del principio de lo proyectado, que si se llega hasta al fin y así lo vean nuestros ojos, riámonos de la Esplanada de los Ingleses, de Niza, del P1·ate1· de Viena, de los Campos Eliseos parisienses, del Covent Ga1·den londinense y del Retiro madrilecambiando, puede decirse, de postura por efecto de la mejora del sitio. Antes daban indecoro~­ rnente el trasero a la bahía y ahora, un día una y otro día otra, van dando la cara remozada las antiguas y en cuan~ a las nuevas ... Esto es lo malo: entiendo que en cónstrucciones de cierta natura1eza, debe intervenir quien tiene autoridad para ello, imponiendo normas y reglas a las que deben ajustarse los propietarios, para que el ornato no sufra las consecuencias que trae en determinados lugares el que obre cada .cual a su capricho y el conjunto ofrezca la belleza que el sitio exij~. De haberse determinado así, es seguro que no habría motivo para lamentar lo que se ve actualmente, que intercalados entre lindos palacetes, suntuosos hoteles, elegantes chalets y obras hasta de grandiosidad, algunas, incluso con aspiraciones de rascacielos, tales el Club Universitary, el Recinto Militar, las residencias Zobel, Elizalde, Ossorio, Perez, Teus, La O, el Nido, el tan traído y llev-3.do Nido recientemente, por el malsano afan de los que se toman mas interés por los cuidados ajenos que por los propios, se ven al propio tiempo appa1·t11ienn con honores de avisperos y casucas con aspecto de chamizos, produciendo el efecto que causaría en una reunión de personas distinguidas la presencia de un grupo de andrajosos, pues ni siquiera las condiciones arquitectónicas· defienden su ordinario y desagradable aspecto. No es decir por ello que renegando de las nobles ideas democráticas se pretenda imponer aquí una separación de clases, pero ~o hay quien niegue que el desentono es desagradable siempre y en donde se busque lo selecto, precisa la eliminación de lo vulgar, porque lo bello jamás armoniza con lo feo. GIL A. MóN. Pasay, Septiembre de 1930. REVISTA llECENAL 11.!ISTllAIJA PRECIOS DE SUSCRIPCION ño, aunque si hay que esperar hasta que el pro- En Manila-al mes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pl.00 yecto llegue a su realización completa, me pare- En Provincias-Trimestre adelantado . . . 3.00 En el Extranjero-Semestre adelantado.. 10.00 ce que todavía ha de faltar un rato largo para que nos riamos. Las edificaciones que paralelas a la escollera Dirección y Administ1'ación: ¡l'fA. POTENCIANA No. 32, INTRAMUROS MANILA, l. F. se corren desde San Luis hasta San Antón van p. o. BOX 149 TEL. 2-16-54
rg ····=· i 1 1 1 i <· c(')f(f y baile dcidns el Gas Kitcht!11, (':n honO)' al lW<'V? dt>nlistu, Dr. F e.rnando de l.n Conr.ev6ú11 con t1sistenr:io de n11WeMsos in.vitmi:o¡.;1 enh·e los que ~<' destoco 1tn nufridp 1ilantd <f."l: . lt1:ltw~ .-sc·1ioritu~. <¡ue en fn fotografía aparecen con rl lwrsped de honor. Sim7iático grupo de bellas y t•ncantudoru8 !;eñoritas q11e lomctnín pm·te en lo vdaria ·<¡m• ·el m1lig110 y acreditado Colegio de St((. Isabel 1n-e¡;(.bl'u para deutrn de unos días. Sefwritm;·; tvia1·ín Luiiw M endez , RUa K ell-y, Pucil<t Monno, J11lia 01Toz, Elvira Al1ialadejo, MrtFina Gcn-ciu, Marim1 Gm1zalcz, Pnz .ilfoudc.z, Lydia N er y, E strrl!a Vill11m1el'fl, Anita M cdel, Cannrn CJw:nategu· í, Cr1J'lolu s~hon, Socono St:hon, Carmen A zcarrate, Josefina Po·ez, Cm1 chifa GU<'Wlrll, Pilm· R11'iz. Vo/(•nthw Rodrignc. t , Carmen Zantgozu, A nifa Suw·r:,:, Ro:,;ario Awrnda y Mercede.~ Roco. fn1oo··· E'l:.1:ELSJOll IO•·•j.11;..~
Al dar comienzo a estas cuartillas, he t;nido unos instantes de verdadero pánico; al destapar el tintero una espesa humareda salía del mismo y al propio tiempo el ruido característico de la ebullidón hizo aumentar mi sorpresa, ¡la tinta estaba hirviendo!; pacienzuda mente esJ)eré largo rato a que el negro líquido se refrigerase, y una vez logrado procedo a emborronar mis líneas que es de suponer lleguen a su destino sin sufrir Jos efectos de la combustión expontánea. Y ';'iene este preámbulo a cuento, de poner a Vds. en antecedentes de Ja temperatura que en Ja actualidad padecemos en esta amada Villa. El Tiempo, Señor venerable que no transige con bromas a su respetabilidad y a sus canas, molesto indudablemente con cuantos hace escasamente ocho días se dedicaban a motejarle de loco, y hacían campaña pro atracción de forasteros, asignando a Madrid el carácter de población ver.aniega, volvió por sus fueros y nos está obsequiando con unas temperaturas que yo no sé como las gastarán por el Senegal y el Sudán, pero que las de ambos territorios pueden codearse muy a gusto con Ja que aquí disfrutamos, y obligará, de seguir así las cosas, a que la horchata de chufas, el agua de cebada, y «el helado rico», que se venden por nuestras calles de mayor y menor circulación, se encarezcan hasta ponerse solo al alcance de los potentados. Estamos en pleno imperio de la sed y Ja población indigena no deja de tresegar a sus estómagos litros y litros de bebida, y desde el sabroso Lozoya al dorado néctar ideado por Gambrinus, nos convertimos en ambulantes hidrófilos poniendo en remojo nuestros apreciables aparatos digestivos. Señores, viva la ensalada de pepinos, el gazpacho y el picudo sorbete! Claro que como natural consecuencia, el eólico y el enfriamiento por «la indigestión de bebidas heladas» según repite el órgano de los médicos, están a la órden del día; pero ¿quién es el fiél cristiano que soporta los tormentos de la sed y se hace abstemio? Decididamente la ley seca, a pesar de sus ventajas, no podría implantarse en este país en las actuales circunstanciás. El hecho real y positivo es que hace cuatro días faltaba poco para que el brasero y el radfador entraran en funciones, y de la noche a la mañana se presentó un calor que obliga a despojarse de las prendas de vestir y andamos por las vias matritenses con la chaqueta al hombro, el sombrero. . . en el domic"ilio de cada quisque, y con un metro de lengua fuera como perro en carrera, sin que todo esto sea obstáculo para que a lo mejor en mi próxima crónica diga a Vds. que las bufandas y pieles han surgido de nuevo a la vida pública. Durante días y días han estado cruzando sobre España, y desde luego sobre nuestras cabezas, las avionetas que tomaban parte en el concurso aéreo de la vuelta a Europa, y a cada momento y no sin peligro de una tortícolis, elevabamos nuestras miradas a las alturas siguiendo in mente las preocupaciones de los tripulantes de estos apr.:rtos, que es de suponer las tendrían no solo por el constante riesgo de estrellarse, sino también por saber quienes les precedian y las probabHidades de resultar ganadores. En nuestra prensa habrán Vds. podido ver una amplia información de esta manifestación aérea, que yo declaro paladinamente he renunciado a seguir ante el posible resultado de dir con mis huesos en una casa de locos. «Llegaron la C 4, la H 45, la Z 22, y ~alieron la Q 7, la N 66; de Barcelona salió la P 9, y en Villatabardillo aterrizó por averias la R 2, y así días y días; únase a esto la dificultad de pronunciar y retener en la memoria los nombres de los aviadores extrangeros a cual más enrevesados, y convendrán conmigo en que sería una labor demoledora el seguir el vuelo el.e estos deportistas del aire; pero además, la tarea de averiguar quien llega el primero es otra faena que raya con el camelo, pues al contrario de lo que acontece siempre en estos menesteres, puede ocurrir que no sea el ganador quien arriba el ni.ímero 1, pues parece ser que en virtud de no sé que circunstancias, puede lograr la victoria el que tenga menos puntos o arribe el último. En resúmen, y como dijo ciet'to baturro, «lo que discurren los hombres para no trabajar.» Sigue notándose la falta de gente; el veraneo este año ha sido más genel'al que los anteriores y hay horas en que Madrid parece una ciudad deshabitada; únicamente por la noche es cuando se nota alguna más animación en los lugares de esparcimiento al aire libre, aunque desgraciadamente el aire no aparezca por ningona parte. Pa1·a no ser menos en este plan veraniego, nuesitros Mini!:;itros continuan abandonando la Villa y Corte, pero para sencil1os -viajes de ida y vuelta, aprovechando fiestas y festividades, y retornar a hacer nuestra felicidad. La nueva entidad política «Unión Nacionalista» o «Legionarios de España» aca~dillad& por el Dr. Albiñana y de la que ha sido nombi-ado Presidente, continúa en pleno florecimiento, y disponiéndose a luchar en las próximas elecciones, en el doble sentido de presentar su candidatura, y meter en cintura a cuantos no lleven el camino derecho; claro es que determinados sectores, y entre ellos el republicano, no ven con buenos ojos la actuación de ei:;ta organización, que tiene como insignia e idea'rio Ja estaca y su manejo; y de que sus miembros son hábiles esgrimidores han dado muestras en diversas oca~iones. Parece que sigue yendo de veras la cosa, y que antes de fin de año tendremos elecciones; el Censo está en plena elabol'ación, y por cierto que en la revisión que se hace del antíguo, apal'ecen nombres y más nombres, ilustres unos y populares otros, que es preciso eliminar para que no ejerzan el ciudadano derecho del voto, ya que hace años que no figuran en el mundo de los vivos; pero por muy minucioso que sea este trabajo eliminatorio, seguramente figurarím ejerciendo el derecho electoral personas que abandonaron esta perra vida y se encontrarán muy a gusto en regiones donde la polítiea y sus miserias son coRas desconocidas. El Presidente del Consejo asegura que el verano será tranquilo, a pesar de los rumore$ y habladurías que a cada momento circulan;· lo de la tranquilidad es de desear que se confirme, pero precisamente en los momentos en que mi pluma corre por el papel, parce ser que se ha descubierto en Francia un vasto complot tramado por elementos comunistas para producir revuelt¡is y sucesos en España y en diver!'=as capitales simultáneamente (Madrid, Barcelona Bilbao y que los complicados casi en su totalidad son españoles, afiliados al comunismo y al anarquismo, y aunque afortunadamente la policía francesa tiene los hilos cogidos, y detenidos a los elementos más destacados, esto demuestra que la tranquilidad es muy relativa, y que estas intentonas van repitiéndose demasiado. Los terremotos de Italia, han producido la natural impresión en España siendo general la condolencia hacia la hermana latina, ante la magnitud de la catástrofe, de la que indudablemente debió ser un triste anuncio el temblor de tierra sentido en Madrid y en varias poblaciones de Andalucia. El terremoto que aquí padecemos es la cuestión Peseta, a la que por repetidos remedios que se le aplican, no se encuentra la manera de evitar su descenso y que cobre fuerzas; el Gobierno sigue en sus pom· parlers sobre el asunto, pero nada, la libra y el franco tienen acogotada a nuestra simpática moneda en tal forma, que harto hace la pobre soportando el ahogo y no asfixiándose. Con la brillantez acostumbrada se celebró la Ciesta del Apóstol de Clavijo, nuestro Santiago Apóstol: los Caballeros de la Orden Militar de este noml:re se reunieron en Capítulo, celebrando una solemne función religiosa en la iglesia de las Comendadoras, y nuestra gloriosa arma de Caballería solemni7.ó la festividad de su Patrón, con sendos banquetes de la oficialidad y diversos espectáculos en los cuarteles de Madrid y provincias. E11 elemento regional,-los nobles hijos de Galicia--dedicaron el día a la diversión y el regocijo, y los dulces y armoniosos sonidos de la gaita, resonaron acompañando muñeiras y alalás en las floridas riberas del Manzanare~, donde la colonia gaJlega tuvo su punto de reunión bajo los auspicios del Lar Gallego. Las carreras de galgos con liebre autómatica, siguen siendo el atractivo veraniego, congregando en el amplio Stadium Metropolitano a gran cantidad de espectadores; yo, sentimental por temperamento y amante de la raza canina, en especial de la de caza, pues si no fuera por el perro ¡que seria del cazador?, confieso que me compadezco de estos ei;queléticos galgos otras), el 1"' de agosto. Lo triste del caso es._ _________________ ,, que por diverth· a la gente, tienen que darse es· tas carreras con la temperatura que disfruta· mos. Cierto que el hombre, por no ser menos, pero sin la menor disculpa, ya que el peno su trabajo lo hace obligado, y este voluntariamente, no vacila en revestirse de acolchadas prendas, y emprender vertigino!"'a carrera en el espectacular cdirt track»; por cierto que cada vez que se celebra una carrerita de estas, veo que acaban siempre con la intervención del méOico de turno, que bien a alguno o algunos de los corredores o al curioso espectador, tiene que asís· tirle con los recursos de su ciencia. Las novilladas nOcturnas gozan del :(avor del público; afortunadamente este año no hubo necesidad de acudir a rusos ni bet·ebere::; para atraer gente a la plaza; a lleno rebosante se verifican estas corridas con la intervención de una orquesta cómica, que interín lidia al novillo y, con un inagotable repertorio de trucos y vis cómica, ejecuta un concierto musical, con admirable perfección. A estos espectáculos ha quedado reducido lo que el pueblo madrileño tiene ¡:ara su diversión veraniega, pue¡:¡ loi:; dos o tres teatros que todavia actúan, no ponen en esl·ena nada que Hame la atención ; todo es a base de revistas de poca novedad y la t emperatura de los locales desanima a pasarse unas ho0 - ras con vistas a liquidarse. Nue~tro Patrono de Turismo, dependencia creada por el anterior Gobierno, y que tan utiles servicios está prestando a Espaila, logr•ndo que sea conocida en el extraneero y haciendo desapa1·ecer la españolada y la leyenda negra, cuenta desde hace pocos días, con un elemento que seguramente ha de hacer que este organismo rinda mejores frutos; me refiero al nombramiento de Presidente recaído en el Conde de la Cimera¡ esta Hustre personalidad de aristocrático abolengo, gran señor y conocedor de nuestro país, seguramente verá su gestión coronada por el éxito, sin contar con el entusiasmo que me consta lleva al cargo para que ha sido designado. Y como la pluma empieza· a adquirir el color rojo sintoma de la fusión, y el tintero comienza de nuevo a despedir una tenue columnilla de humo, precursora de que el fenómeno que al principio os relato se repita, ante el temor de contagiarme y evaporarme pongo punto final a la presente crónica, enviándonos un calu')'O&O saludo 30 Julio, 1930. El Comandante Sr. Plancon, de.l ,buque de la marina de gmn·1·a froncrsn. «Requlttr>, q11e ha visitado tu1est1·0 puerto, duiJ"ante la fiesta con QU.'l f11é po1· agasajado el Cómoul ci'e Francia en Manila. En la fotografía: El Comandante 81·. Planean, el Cónsul 81" Pey1·enet, y los 81"CS. R. H1·lwvier, R. Le1'Y•. L. Kahn, hijo, Boissy, Bcnnet, Beniard y Weill. Fo1..-EX<:r.1.s1on m .... ¡.:11~)
DE LOS FESTEJOS POR.EL DIA DE LA MORENETA Nutrido y selecto g1·11vo de micmln·os de la colonia cat11lcma de Mam'.la, en el Colegio d'e San Bedia, después de la m.isa soleni.ne que a.ib-n"ó la 8erie de fiestas con que este mio ho celebrado el Día de la Moreneta. Fotn-F.XU::LSIOR (O•·f') .. )
/)isting 11ido g r11J>o de la~ ~·im ¡mtiq11ÍsillH1 s y n'tiN tS Ol'grmizadom s clel bqile dado en lo:. salo1/f'S de lu Pulmo d" Mallan·(I , por ,./ ~cg11ndo cou'.v<•rsorio d(• /(1 po}J11lorísi111a sociedad Rho Af1}Jw. Dr· i::q11i<·ráo rt den'clw: S r f (IS. P. / noC'cncio, F lont O ngpin, P . ,\t/fra , Concepción L ira11co, 7n-esid<'nf <t ,· Luz Z «C'arios, CoJ1cepció11 Sf)riano, Josefina C o11d" y Bclcin IAC'sin. A i.:¡1edu t111.imaclh.-i111.o l/lff• ofnn·fo. 1 •/ s<1lú11 duninlt• ,,¡ liail1•.
LA r.ACADEMIA FILIPINA Y "EXCELSIOR" E!\ta revista que. de~de el mismo día en que naciera a la luz pública, se impuso la misión de contribuir con todas Sus fuerzas al noble empeño de mantener vivo en Filipinas el legado del jd¡oma castellano, al reanudar &u$ tareati Ja Academia Filipina, filial de Ja Real Acade. mia Española de la Lengu1 con la velada Hte-rarla de Yecepción de tr~ nuevos miembros, celebrada en el Casino Español el dia 24 de julio pasado, creyó cumplir mejor sus fines poniendo sus páginas a disposición de la docta entidad, pan que pub1icara en eUas un Boletín Oficial de sus actividades¡ ofrecimiento que hemos mel'f'cido el honor de que sea aceptado por la misma. Fué nuestro propósito comenzar en el número anterior la publicación del Boletín Oficial de la Academia Fmpina, en el que nuest1"oS lectores encontrarán, a más de un relato de su historia de~ .. d.e su establecimiento hasta la pTet.ente época, cuantos trabajos literarios, documentos de igual orden y noticias referentes a la Corporación, sus actividades y e.us hombres, deban publicarse: pero no pudimos hacerlo asi por falta material de tiempo, y por este motivo damos en este número 8 planas: las cuatro primeras correspondientes al número anterior y b.s cuatro restantes al pnsente- número.
Lf1 Sda. Cn•cencia Huir y el Sr: Willrn rd Cov, el din. de su enlnce matrimonia{ en la Iglesia de San Marcelino. En i« lotografía aparecC'n los novios con sus padrinos, Da. Adela ele Lagdt.tmco y el conoc-ido nlwgndo D. Fnin<·isco Delgado. ¡.·.,1., -EX<:F:J.SIOH m.-..¡u) r=r~-=-~¡~------=:..-.==:;; MONTE DE PIEDAD Y r.AIA DE AHORROS LA PALMA DE MALLORCA DE MANILA HOTEL y RESTAURANT FUNDADO EN 1882 ¡UNA INNOVACION! PANAl>ERIA Y REPOSTERIA Se ha aprobado rec:ientemente la sí~uien­ te INNOVAC!ON en los DEPOSITOS hechos f:"n este Establecimiento: DEPOSITOS FIJOS DE UN AÑO AL 5'/, ANUAL Se recibirán depósitos fijos desde PIOO.CO para arriba y se pagarán intereses a tipos especiales por trimestres vencidos en los depósitos retirados antes de expirar el plazo de un año. CUENTAS DE AHORROS Se admitirán en Ja Caja de Ahorros depósitos desde 1 peso para arriba al 4·'h'/, anual, CAPITALIZADO TRIMESTRALMENTE. OPERACIONES DESDE PROVINCIAS EM ILIO llE MORETA J>la7.1 •I" Gniti. Maoila TEU'.FO'.\'OS: Dfrector : 2-27-41 Oficinas: 2-13-79 P. o: Box 1071 n;,err.ián T .. lr.trrifirn '.\f'O:"iTf.PIF.OAD. MANILA Especialidad en el servicio de Banquetes poro Bodas, Bautizos y cualquier índole de fiestas. Espadoso .Y Ventilado Sa/6n Para Grandes 'R.,euniones, Baile.s .Y Fiestas. JUAN GALMES, Propieta1io SOLANA 187, INTRAMUROS MANILA TELS· _1 2. 33 50 . '2- 33 .59
illn be Siempre Pa,1·a ExCELSIOR, exclusivamente Por JOSÉ R. TEOTICO, Revresentante y Académico de In Jlenl Ac1ulemi11 de ( 'ienf"iuli !I A i·tu; ¡Cuanta aridez en la vida, cuando el dolor la desangra; cuanto amargor en los labios, cuando la pena nos mata; cuanto nos pesan las manos que cargaron con la azada, cuando el. cuerp~ se nos ~·in~e y, con el cuerpo, las ansias .... ¡Todo se va disipando, perdido entre nieblas trágic:is, sin fervores, sin estímulos, sin recuerdos, ni esperanzas! Y, ¡cuán tristes nos sentimos en mitad de la jornada! Y ¡cuán solos nos quedamos al recorrer la distancia! Abrimos el corazón al calor de' la bonanza y cuanto mas ·a.:ihelamos en nuestra angustia sin tasa, sentir el dulce contacto de una dicha que no 'embriaga, es cuando el fatal desengaño nos envuelve en su mortaja. ¿Para 4ué vivir, entonces, si la vida es una carga, si al hollar la tierra leve nos arrastran nuestras plantas hacia el abismo sin fondo de las miserias humanas1 ¿Por qué vivir, si la vida es martirio para el alma, y todo cuanto queremos es tortura y hojarasca, que la lumbre del deseo las devora y las malgasta 1 Unos ojos fulgur-antes, unos labios que son grana, un busto, que tiene todos los rasgos de una estatua, unos brazos que parecen las mismas telas de araña, donde el ingenuo se pierde, donde el incauto se mata, ¡ nad·a valen para el hombre que jamás pretende nada! ... Agosto 30, 1930. ~¡~ ~ t ~.1~t .. ® 1 G~~ o ~
y,A, ') I 114• ADMINISTRAC:ION Sta. Potenciana 32 REVISTA DECENAL ILUSTRADA Registrada en la .Administración de Correos como correspondencia de segunda clase. A. GARCIA TERCERA EPOCA Edil"'·Prop, NUMERO 876 MANILA,·20 SEPTIEMBBE, 1930 AIW XXVII Movidib en todos Jos sentidos ha sido la decena. En los círculos sociales las fiestas a granel. De ellas solo podemos apuntar un baile brillante y muy animado---el del «Rho Alpha:t, con motivo del segundo aniversario de su fundaciónque atrsjo a lo mejorcito de nuestra sociedad. El banquete, verdaderamente regio y cosmopolita. dado en el Manila Hotel como despedida al General McArthur, durante el cual se celebró un concierto en el que tomaron parte las notables cantantes Srta. Maffei, y Srta. Nolasc;o, el profesor Sr. Esteban, el violinista Sr. Vallejo, últimos conciertos de la notable c:diva~ Srta. Jovita Fuentes. En el mundo de la política, la llegada del «Speaker~ Roxas de los Estados Unidos, rec=bido entusiásticamente al ..aviso de dos toques del silbato de la Fábrica de Hielo, y cuy'3s primeras palabras han sido recomendar ·:il pueblo más empeño en la campaña que tiene emprendida par-a obtener su ansiada liberh.d. Pero de la fecha más o menos próxima o remota en que la Nación soberana ha de concederla, si la concede, ni jota. La sección de sucesos, ha acus-ado una nota sangrienta ¡ la muerte de un presidario al inten· tar con otro compañero de cadena, una audaz fuga, descubierta a tiempo. El cólera jupndo al escondite con nuestra Sanidad, pues unas veces parece haber dei-apaMesa p?'e&idencial de la cena de despedida celebrada en el Manila. Hotel en hono·r al General Douglas McArthur, que ha marchado a los EE. UU. para ocupar el puesto de Jefe de Estado del Ejército. En la fotografía: Gen. Ccllins, S7)eaker Roxas, el hue1Jv.ed ele honor, Sr. A. Luz. P1·esidente Onneña y el Magistrado Mafoolm. F°'o-SUN STVD10. los barítonos Sr. Lopez Luna y Earnshaw y la ,banda de la Constabularia. Un t.Brídge Mahjong Party., dado por J.a distinguida señora de don Antonio Brias en su residencia. Luego las fiestas con que la colonia catalana residente en Manila ce)ebró el Día de la Moreneta. comenzadas con una Mis·a solemne en la Iglesia de San Beda y terminadas con una velada muy intima, a la que asistieron casi todos los ·ll)iembros C!e dicha colonia. En los círculos mu~icales, han sido nota scbre· saliente el concierto-aniversario del Conserv-:itorio de la Universidad de Filipinas y los dos recido por completo y otras levanta de pronto la cabeza , con el consiguiente. susto del benemérito cuerpo que vela por la salud pública que, .afortunadamente sigue inalterable, a pesar del formidable y temeroso esp-antajo. Dul'ante la decena ha visitado nuestro puerto el buque de guerra_ francés c:Regulus:), cuya oficialidad y dotación ha sido agasaJada por el Cénsul de, Fr.a.ncia en Manila. Y pal'en ustede~ de contar, que con lo apuntado, queda registrado lo más saliente de Ja decena.
NUESTRAS ENTREVISTAS A las alhajas de Isabel la Católica debió el Nuevo Mundo su descubrimiento. A los lunares que tiene esta otra Isabel en el rostroy son sus mejores preseas-deberá algún. dia la mujer filipina el de~cubrimie~to de nuevos derroteros: en: el .P'?rvenir. Y decimos esto, porque esas dos magnificai:; perlas negras, o. dos lágrima~ oscuras de pena, que esplenden sobl'e el terciopelo oro y grana de su mejilla derecha, le han abierto a la mujer filipina las puertas de la La primera ei; nuestro tribuna·) supremof ante el que ella fué la primera en comparecer personal. mente, ·como- abogada; y h. segunda es la celda de la muerte en Bi· libid, donde también fi.lé· ella la primera muj~r en entrar y presenciar una E>jecución. Esos dos lunares son. el vivo reflejo de su carácter: e 1 uno se llama ·franqueza; y el segundo firmeza. I:.ejos de rec·3.tai'se de ocultarse donde na,. die los pudiese dtsctiDrii·,· se ·han· asomado a su cara abierta. y despej• da, como r.ielo sin nubes, invitando la ·admira~iQ.n o el reproche públicos. La última de las actuaciones forenses de est9. . joven abogada, de famiila de abogados- su espo:-;o, su padre político, un cuñado, una cuñada y otra concuña son todos abogados---que le han puesto en la ciclópea pupila pública, fué defendiendo a la madre sin marido y a la hija sin padre, que se atrevieron a exponer sus agravios. en el templo de la justida, y reclamar u'n m~nQrugo. Isabel Arlacho de Ocampo de pan del hombre que las había abandonado. ¡Hermosa defensa la suya, sobre .t9<1o, sabiendo que sólo la hizo en aras de la caridad cri~tiana y de la fraternidad femenina! Isabel Artacho de Ocampo fué la abogada que afrontó cuatro centurias de Tradició~ y de Prejuicio, murallón soberbio tras del cual se había pa.rapetado el dem~mdado, para negarse a reconocer en su hija natural el derecho al pan y a la vida, que sus hijos de matrimonio legal dh;frutaban. Ya saben todos en qué forma decidió el juez sentenciador '3.sunto tan deli. cado·... triunfó en toda la línea y con ·eua la causa de los huérfanol'! de la ley! •. . "' Hallárnosla en su despaclio de abogada de una empresa automovilistiM, importadol".a de esos flamantes artiJugios del síglo. p a- r a correl,l y para correrla. .. según ex. presión corriente. Vestía traje prieto de celanP.s rameado y claro quei c~ñia y desceñía sus morbideces. Su sílueta de mujer elegante y muy de hoy se recortaba como una nota alegr_e, un rayo de luz o u na ·rosa de mayo, en el fondo gris de la ofic'ina a_nónima, e idéntica a mil otras oficinas de la ciudad. - ¿Cómo se hizo abogada? -Por accidente. Mi suegro se empeñó en que una de mis cuñadas, Rosario Ocampo, se hiciel'a ab:og~pa, . cotno ~u~ J'¡erm·an9s. Y ~orno . el ser alumna de Derecho no le autorizaba a bajar de casa sola por las noches, mi concuña Rosenda Villaromán de Ocampo y yo solíamos acompañarla a sus clases nocturnas. De tanto ir a la escuela, sin hacer nada en ella, una noche se nos ocurrió a las dos acompañantes, matricularnos también para matar el tiempo. Así fué como un día nos vimos las tres juntas luciendo la toga de abogadas y cada una con el título bajo el brazo .... -¿No es su sexo una rémora para el ejercicio de su profesión? -De ningún modo. Por el contrario, la experiencia me ha. demostrado que el ser mujer e~ más bien una ventaja, aun en las v;istas, por las consideraciones que el abogado contrario, y aun el mismo juez, suelen tener con nosotros, por deferencia al sexo débil. -¿No tembló usted un poquito, cuando Su pri-· mera comparecencia ante la corte suprema? 1-Estaba ligeramente emocionada, nada más. Pero ¿temblar? ... Siempre que me venían ganas de escabullirme, yo me rehacía, pensando en que también el juez o el magistrado que tenía delante, habl'Ía pagado con seguridad el precio de toda novatada. Que me h3.ya equiVocado o pueda yo equivocarme, no me altera. Porque ¿quién no se equivoca en este mundo? Su voz queda, sus ademanes insinuantes, llevaban un acento de convicción y de energía tal, que oírla era creerla. Y si fuéramo:; juez, lo menos que podríamos decir es que, seguramente, se nos caería la venda de los ojos .... -¿Cómo pudieron enviar a la silla eléctrica a Pedro Durante, defendiéndola usted? -Porque el infeliz me cerró toda defensa, declarando contra sí mismo. Recorda.rá usted que pagó la pena capital, porque fué convicto de asesinato, por matar a otro preso, mientras cumplía condena por homicidio en Bilibid. En el juzgado de l. a instancia, donde le defendió otro abogado, admitió que el cuchillo era suyo y que lo habla tenido guardado du.rante mucho tiempo, en espe1·a de0 la ocasión propicia. Admitió también que babia atacado a su víctima por la espalda. En dos palabras: que hubo premeditación y alevosía. Otra circunstancia agravante: la reincidencia. La única atenuante de que pude echar mano, cuando llegó el asunto a la corte, fué su analfabetismo .... -Y ¿tuvo usted valor para presenciar la ejecucién de su defendido? -Me lo pidió él como una gracia última. Mi propio marido me prohibió ir. Pero mi conciencia no me hubiera dejado tranquila, de haber desatendido aquel postrer ruego. . . Fué una lucha sostenida entre mis sentimientos femeninos y mi deber de abogada.· Por fin triunfó este último, y so pretexto de ir a la oficina, fuí a la celda de la muerte. Allí, mi defendido, encapuchado y negro, me dio las gradas por cuantos esfuerzos hice por :::alvarle de la silla, primero en la corte, luego ante la junta de indultos y ante el mismo ejecutivo. Estuve a punto de llorar. Más, cuando el reo balbuceó aún palabras de excusa a.I fiscal que le había enviado a aquel sitio. Para no sentirme débil, tuve que salir afuera, ·y desde una ventanilla presencié el final del drama. -A la luz de esa experiencia, ¿aconsejaría usted a la.s de su sexo a seguir la carrera de Derecho? -Sí, porque si sobran hombres en la profesión c!e leyes, faltan muchas mujeres, que, ya ante los tribunales, o en los escaños de la legislatura, cuando les llegue la hora del sufragio, puedan defenc!er los derechos de su sexo, o votar por la refo1·ma de muchas leyes leoninas, que convierten actuahr..Ente a los hombres en una casta privilegiada e intangible ... -Perdone usted-le preguntamos por último: -¿es usted divorcista? -¡Soy católica, apostólic8., romana! JU ANITO. DESTRUYE LOS GERMENES Conserve sus uñas escrupulosamente limpias con NEKO--el genuino Jabón Germicida.. Uestruye los gérmenes más persistentes. ÜKelo para el baño. NEKO neutraliza por comrleto los olores del cuerpo-y deja la piel limpia y fresca. PARKE, DA. VIS &. COMPA~fA Detrolt &. New York, E. U. A.
Sr. Don José Castañer y Geliner, que ha fallecido recientemente en esta capital y cuya muerta ha sido muy sentida por sus numerosas amistades, entre las que gozab!l de muchai::. simpatías por sus bellas prendas personales. Era el f'inado un entusiasta y distinguido filaielista y poco antes de morir había sido nombrado Presidente honorario vitalicio de la Asociación Fib.télica de Filipirtas, siendo además socio de honor de la Ibero Car ta-Filatélica, de B~rcelona. E spaña, y del Club Nacional F ilatélíeo, de Bacolod, Negros Occidental. Ei:;tsba condecorado por el Gobierno E·spañol' con las cruces de la Campaña de Filipinas y del Mérito Militar. A toda su distinguida familia, envía ExcrLSIOR su más sentido y sincero pésame. Gn1vo de invitadns a la fiesta qu e con motivo de s11R cmn1 )le01ios dió en $1.1 1·e. <lid,encia la S rta. Magdale11.a Dre.<lbach qm~ t!Jmrec:e en el r.enfro de fo f otograf ía. •··,.•-·.\ IF.\'F.RA
Po1· ANTONIO M. ABAD París, 20 febrero. Mi querido .Julio: Por fin, después de ·~eis meses tle silencio, pueda esc1·ibirte una!!: cuantas líneas. ¿Para cantarte mis impreP.lones de viaje por Egipto, Grecit1, Turquia, Palestina. las islas del Mediterráneo, Italia y las ciudades de la Costa Azul'? ¿ Para e-vo<'ar recuerdos de Alemania, Noruega, Bélgica, Cheeoeslovaqu'ia., Alemania, Rusia, etc.? No, no y na. Tú, que has sido un trotatierras incansable, 11abe,. de esto mejor que yo. ¡No haii de saberlo cuando me consta que, por puro $p<n·t, te queda!fite un invierno entre los lapones! Ese es el secteto de que, a pesar de mi promesa, no te haya escTito en fl>eis meses. ¿Qué le digo yo a ese hombre que él no e.epa ?-me decía yo, y en Ja duda, opté por dejar pasar seis tnHe$ de ~ilencio . Pero hoy, refugiado en las poe.trimerías del invierno en esta caliente 11uite del Hotel des A-nglaii, me he acordado repentinamente de mí pals. Y el primer recuerdo de mi pais se ha concretado en tu nombre. Tú. como ya. te dije, sabe::i: ya todo esto; el trajín de t. gente que va y viene, el ruido de las grandes. ciudades, las diferentes costumbres de Los diversos paises visitados, sus más bellos panoramas, la suntuosidad de los «randes hoteles y casinos, ett'., etc. No necesitas, por tanto, saber nada cd!' segunda mano:.. Pero yo, sí. ¿Qué hay de Filipinas? ¿Qué hay de ti? Los arrepentimientos suelen llegar siempre un poquito tarde. Ahora comprendo que, si te hubiera escrito como yo te prometí, en cada hottl, en las agencias de los grandes: trasoceánicos, tus cartas hubieran salido a mi encuentro para hablarme de todo eso querido e inolvidable que he dejado a mis espaldas. En Europa nada i>@ f;abe de Filipinas. Es una verdadera casualidad encontrar una noticia en los periódicos que se re.fit>ra a Filipina~. y mayor casualidad todavía hallar aquí periódicos filipinos. Y vuelvo a preguntar: ¿Qué hay de tí? ¿Te has casado ya? Porque recuerdo que, en vísperas de salir de Filipina~, en aquella memorable noche de nuestras confidencias. tú estabas entus¡asmado con Consuelito Ferrer. e Es~ afirmabas con calor-la mu;er que me conviene. E$ ideaUsta sin perder, pc>r eso, el sentido de la realidad. efusjva, cordial y entusi&!iita por todo lo noble y i~vantado. E!'li buena sin gazmoñería, noble sin darse cuenta, culta sin ese aíre de su· perioridad y suficiencia que detestamos en cier. tas mujeres upatc-- date, dulce &in melosidad y, má3 que todo, luchadora sin epi.smo, e~ verdaderamente rara en una mujer como ella, Creo ---concluia¡-.que e.s Ja mujer ideal en que yo soñabat. ¿Y qué? ¿Te has casado con ella? ¿No te ha aceptado! ¡O has vuelto a tener un deaen¡afio más? ¡ Cué.nto apreciaría unaa cuantas Uneaz tuyas! Ya sabes que: todo lo tu~o me interesa. ¡Quiere& conte~tarme '! · Mi querido Rafael: Tuyo afectfJimo, RAFAEL. Manila 31 de Mano. Al recibir tu carta, mi primera intención fu6 darte la callada por respuesta. dtafael- me decía-es la menor cantidad posible de hombre formal:.. Pero no he podido resistir a la tentación dt leer tu carta de cabo a rabo. (Ya lo sabes: esta ea mi txpreBión favorita). Y, muy a pesar mfo, he ten'do que d.arte la razón. ¿Q\>4 p0. dr[a1 ha~1me contado que yo no supiera 1 ¿ D6n~ dt has estado en que yo no paseé a.nto mis ojos escruta dores y espect.antes! Tú no has hecho mh que pa .. r por llombAy y Calcutta. Yo roeorri un afio las ciudades de la India. No 'has visto máa que Shanghai, Hongkonl' y Cantón. • Yo he llegado a los limites del Tibet y he pene· trado en la Ciudad Prohibida, Y no habl1mc11 del Japón, de lu. islas encantadas del Pacifico, ni de ambas Américas. Pero escucha. ¡Acaso esperabas tú que e110 me interesat;ia más que a tí .mismo! Yo deseaba que me escr jbieras. no lo que haa visto, obaer· ..-ado o e.studiado, sino cómo van tu~ uunto1 durante el tiempo que ruedas por eaos mundos. ¡Qué me importa ya ~ mundo! Pero me impor. ta ese mundo que llevas dentro. Y a l leer tu carta he su:frldo una pequeña decepción. Tú apenas hablas de t[ y, en cambio, quieres saber todo de mi. ¡Oh! Te asecuro que has pueeto el dedo •n la na,a el recordarme mis entusiasmos por Con· ,melito Ferrer. ¿Un nuevo desengaflo? No lo creas, Es al10 que me ha pasado por primera vez, y te lo voy a contar con todos lC>I detalles para que, conociendo cmi historia,. puedas juz... · garrne mej or. buena. Te aseruro que yo no era a.d. es decir, como tú me conoces. Pe ro .ella obró en mí el milagro de convertirme en otTo hombre-bueno, como tú dices, aunque yo ignoro qué soy- señalándome, sin proponérselo, una nueva senda. ¡Qué parafso ei·a la tierra para mí bajo la influencia de aquella mujer! Te a~e~ro que, desde que la conocí, quedó desterrado de mí corazón ese mal que padeoomoa. los hombt-es: el aburrimiento. Só!o con penaar en ~lla el mundo se con· vertía para mí en un rompiente de luz. Pero un dla . .. P ero, ¿para qué contarte esta tri.;;:te hi!toria? Para qué evocar recuerdos que aun un.e-ran! No, no me traicionó. No te.neo por qué culparla. Yo era et único y verdadero culpable, La amé con una beatitud semejante a la que sienten lo! án¡elei ante Dio¡¡:. . . sin pen. ~•r que l'lo era más que una mujer, y que a J. gún día podrfa amar a otro hombre. La ton· templación de sus perfecdones y la promesa - ¿en buena o en mala ho ra hecha !--que encadenaba mi Jengua par:i dedrla que la amaba, fueron la causa de su gradual alej amient.o. \"a e.abes lo demás.: mi dolor. ti mayor que he sentido en mi vida. a) enterarme demuiado tarde de que su corazón ya no podrfa ser mio. mi negra destltperación, de la que sólo me salvó su mismo recuerdo, p0rqu• a un en el dolor quería demostra r que era dieno de su cariño ... Ya te lo he dicho mAs de una vez: Yo soy admirador de J eremias, pero no soy devoto ni secuidor suyo. No iba a sucumbir, no quería sutumbtr con aquel golpe. Dío$ me ~ostuvo en los m•s nearos dias de ml dolor y pen~f:, como otro~, que \l n amor asi, tronchado de improviso, podla ser curado con otro amor, Y a.si como la ca· sualidad hizo que yo la C'Onocíera, otra casuali· dad me puso al )ado de Consuelito FerreE" • ¿No sabes que el naúfra¡o-y en el océano di! loa desengañoa mucho m':i;..-se agarra a la pri· mera tabla que, en el minuto negro de la tragedia, se pone al alcance de sus manos? PoT e~o. después de Ja primera crisis. me vi&te tan en· tusiasmado con Consuelito Ferrer. Noble. hermosa, culta, de elevadisimoA ideales, comprensiva y sincera, nadie mejor que ella para cerrar, con sus dedos de enguate, la herida qut1i en mi corazón da otra• había abjerto ... sin querer. (Te repito una y mil veces que 'no la culpo). ¡ Consuelito! Desde que la conoci. mi únko norte era ella. ¿La amaba 1 Lo i¡noro. Cno que Tá sabes con cuánta sinceridad entreeué mj - -- - - - - --- - - - - -- - - - corazón a. . . la que ya tú conoces. ¿ Neceslto nombrartela? No. ¿Para qu~! T~ sabe~ tam· bién QUb, ST•cias a ella, soy ahora como soy. No te r(as: eJ hombre experimenta hondas tra$fonnaciones bajo la influencia de una mujM .,_ ________________ __. si. Sentía al Indo de ella lo que los psicólogos llaman <imt>1· d" amor, Guardaba para ella el mismo cariño, mezeJa de veneración, que Sen1in10.!l por el hombre que nos ha salvado de un desastre. Y :.ilá, en Jos mñs ocultos entresijos de mi conciencia, sentía que una vot mé decía·: e:¡ Ella te !>.alvará!> ¡Oh, qu~ dulce vida me cre1.1ba en mi d~rredoi·, en un futuro acaso cerea.no, con e!la a mi lado como una buena hermanita de la caridad restañando las heridas q'ue causaron en mi corazón unos amores desgracjados ~ Una mujer como Consue!ito, amándome con cariilo :-:anto y dt"volviéndom.e a la. vida, ¡qué mils queria! Pf'ro una mañana, al despertar~e. ~urgjó de improviso· el recuerdo de «la <>tra». ¿Qué seria ·de ella a aquellas horas? ¿Amaría aún al hombre que escogió? ¿Seria feliz! Y una g-ran melancolía invadió mi corazón. En todo e~ día apenas me acordé de CorisueJito. Y a la noche, al ir a recogerme, sintiendo- aún clavadas en mi corazón )as espina' de aquel a.mor tronchado, una voz; sigil08a susunó en mis oído~ estas palabra:s de reconvención; <i Qué egoista eres, Ju. lio! • -¿Por qué!~pr~guntérne a mí mismo. -Tú cora.i.ón--continuó ~a voz-.no te pertenece todavfa, porque aun lo posee cella>. ¡Y ya quiere~ entregarlo a Corllluelito ! ¿No adviertes, ¡necio de ti! que el corazón qu~ tú reclamarás a cambio del tuyo será todo tuyo? ¡;No adviertes que el que t ú le da~ está destroudo y ni siquiera te pertenece 1 Tú te has- Sentido infelit: ('Uando te convenciste de que aquella mujer no podria ser tuya jamás, y de pronto encontraste en las densas sombras de tu camino a esa mujer nobilísima, a esa Consuelito que tú crees que podrá, con !<US dedos de eng-uate, curarte de las heridas de un amor desgraciado. - ¿Y qué?-repliqué un poco ofendida-Yo la amaré como ella me amaría. Sabré toda.vía. pulsar rnj lira tal que arrancaré de sus cuerdas armonias jn!l.ospechadas. Llenaré su camino de flores y seré para ella esposo, padre y hermano. Ella será dichosa con mi amor como yo lo 5eré ('On el suyo. -Te engañas-in~istió la voz.-Tú amas todavia a .-Ja otra>, la quieres demasiado aún. La mejor prueba es Ja prisa con que buscaste una. mujer que p~eda suplantar en tu icorazQn el pu~sto que cla otra> dejó o_scuro con su 4esvío. ¡Qué egoista eres, Julio t Tú quieres ~I amor (t.e Consuelito, perO tú-bien lo sabes-no puede~ amarla como .. e.Ita te am'aría. Para que pueda ser a~i. es necesario que le entregues tt.J corazón todo entero, sin compartirlo jamás con na. die, ¡y tú no puede!'li hacerlo! ¿Por qué? Porque da otra> todavía no te e~ indiferente. Má~ aún: me atrevo a asegurar que la ama~ aún, la amas más que a Consuelito, - ¿Por qué dices eso? - Vamos a hacer una. prueba. Suponte td ·qué da otra>, por cualquier motivo1 rompe con el hombre que ha escorido para compañero de su vida. ¡ Qué hadas tú? Kasta aqui el diáJofrO con la voz. Te confieso hancamente que no s upe c¡ue contestar. Pero all6. en el fondo de mi conciencia. hube de reco-nocer asi : cEs \"el"dad . ¡Qué et0i1ta M>Y yo h· ¡Por qui:? Porque, dada la a·upoait:ió~ mi cor&· zón, mis fuerte que todos mis propósjtoa.. me 1Tit&ba: cTú correrlas en aieiuida a postrarte ante su~ pies para pedirle que se apiad••• de tb . Y ea verdad. Yo correr( a en seguida a po&trarme ante ena, mendicando un poco de amor. ¡Luero mi corazón no era Hbtt:! ¡Luego no po· dla, en conciencia. entreprJo a ConsueJit.o! ¡ LUE!CO yo era, en el fondo, un eran egoista ! Me pasaba lo que a ciertas per1onas QUe hipotecan bienes. de su propiedod y, sin redimirlaz. Jos venden a otros. Yo e~taba, pues, a punto de comete1· una. estafa moral, entregando a Consue-Uto un corazón del cual yo no era dueño toda· vfa . ¡Qué egoista era yo! ¿Qué pret~nsión .. ra la mfaf Buscar la felicidad en el amor de Con1ueUto. Pero Conau•li· to, ¿tncontraria su fclicirlad en mi amor! i Bastaba para hacerla feHi un corazón destrozarlo como el mio? ¡No era esto una verdadera Htafa entrecándole, a cambio dt su amor tan púro. el que yo no podría. sentir jamb? Buscar qui~n 'clcatriuse las hel"ida11 abiertas en mi alma Por la mano de una mujer, era, en definttiva, bus .. car íinkarMnte mi propia consolación, ya que no mi felicidad. y esto, en último análisis, era buscarme a mi mismo, o sea, ser un gr_an erais. ta, no lportánliom<! I• fellddad de lo0 <komás . Eta como si. a cambio de un diamante: legitimo, yu entr~ra una moneda falsa ... ¿Y qué duecho tenia yo de sacrificar la feli· cidad de una mujer en aras de Ja mfa propia? No, oo y no. Conauelito tiene derecho a Ja integridad de mi amor, y mientrag en mi corazón haya un latido pau. d a otra>, no tenro derecho de ofrecérzelo a ella. Sería estafarla, seria M!r· la infiel ab iltitio. ¡Y yo, amigo mio, no qui•ro ser infiel! He ahí explicada mi historia. Entr'e Consuelo y yo no hay máa que sincera amistad . No puedo ir más allá. No debo ir. Mi coraz:6n me trai· cionaría. Mi oonciencl• me condenarla. Cristo, desde su suplicio, me maldeciría. A Consuelo. tan buena, tan cordial, tan sincera, la qutero co· mo a una. hermana. A cambio de su cora.z6n debo darle un corai:ón todo :suyo, Intecramente ~u­ yo. Que en éJ no haya hoeco para nadie. Que lo ocupe por entero, tan enterament.e que nadie, fuera de ella, pueda reclamar en fil ni el ·más pequefio rincón. Qu& se limpie antes detodo pensamiento que no fuera el de amarla, y amarla a ella sola. Entonces-¡ y sólo entonces !-Podré a mi vez reclamar el derecho a ser amado enteramente, unicamente, exclus ivamente. " Entonces tendré derecho a ocupar fntecramente au coru.ón, ttinar en et, como ella reinaría en el mío. Mientras tanto. ¡no! Yo sabré irnponerme a Ja vo1. del eeoismo, sabr~ ser 1rande porque he sabido ~u­ frir ~n :silencio, beberme las lágrimas y estrui" r mi rn rA?.ñn . ~-r ••nP.r""~ P.!l:, l)& f'a un cnra:ón varonil, !Sentirse feliz aun en 111.-dio del mayor dolor. ¡Y quiero darme la felicidad de Mil' noble siendo cenero& o ! ¿Com.prendez ahora, amigo mio, todo el alcance de la lenta y dolorosa. tragedia de mi vida? Tu afectísimo, JULIO.
Espaii.a está realizando en su zona de protectorado en Maruec<>R 11'>1'? inttn1sa y hen11DU ohra. <le 1:ofonización, dedicando 1n·efenrnt.e y t•special atención al impo1'tantí.simo renglón de fo en.ciei1011za. a la que ha. dado 11n grnn ·ú117mlHo (',<i)faMedendo n11merosas escuelas en tuci'o r l territorio. En 1111estra fotografío: níiios moros de la t':-rC'uela ind·ígena del Zafo OHelifla) snludando u/ Alto Comisol'io :·wñor t'.on<le de .lordaComo ho 1le viajar el Santo Padre. El a11tomovil que el Papa utilizm·á n1 s11 viaje a Ca.~­ tclgcrndolfo, solo tiene un mdent.o: un cámodo siVl"'ETAS /Ión-trono, qHe ocupa todo el interior vddc1do, en tal forma que Su Santidad t1iajrr)·á, más q11r sentado, reclinado. Se ma:ntiene en secreto In fecha en que el Pavc1 tm11n·endcrá dich.o viaje. El S r. r:n-illrl'mo Beebe saliendo de la csf :>ra metálica. en la cual, -o.compañado del Sr. Otis Barton, descendió a una 1wofundi(fod ele 1.426 pie.'i, la ir1ayo-1' alcanzada hast" tthonr, vm·a estudiu1· la vida sub1n«rina del nw1· 1wúxúno a la isla Nonsuch, Be•rm11d<1. El S·f, Beebe es un notable zoologo de Nucwt Yod: que ka hecho ·imvortanfrs drsculn·imientos á'c m1e1Ja-s y desconocidw: es¡,ecies. MUNDIALES i La silla vacío! El famoso novelista inglés Conan Doyle, crt>ador del no menos famoso «delective'b Sherlo"k Hofo1es, hn muer~o recientemenf.e en Jnglntena, t11wm:iando antes al m11nci'o del espiritismo,· en el que era · 1rno de los pontífices m á:drnos, q11e n:tor1141·ía n est~ bojo mrrndo en (ispfrit H, para. lo cual dejó su morca digital y 11na palabra de contrnsc1i.a en la célebn «Scotland Yard», a fin de evitar mixtificaciones. Y sesión n ecrológ ica espfrif1'sta celebrada en Algraj'ia, a la derecha, puede observar5't tfn mce'Vo cono formado, despidiendo l<wa, fo t:ual, según ha mcmi/ estado el Profesor MHlladrn xe endurue1·á en el Valle dell' l nferno, sin (;ctwmr da1io1> a las siembras. Del eonflicto enf!re los Wn/dists y las autoridmles cg-i71cias, ocurrido el 8 de julio último, t:on motivo de la 11isitu de Mustafá Pasha Nahas. E1i la cfodad de ll:lnns11rah. mfrntras el 'Vehfrulo de Pashn Nahas se d i1·igia, ¡>01· la rnllr, p1·int:i]ml, a la ca,1w del Scrwdoi· MoJuw1ed Rey El S hinnciw·i, las tro7xts egipc-fr1s protegieron s11 1mso. De In evacuación de la Rcnania 1>01· los t.rovo.s franoesas. Un soldado francés llevando en sus bra.ws con el mayor 1·espeto be. gloriosa bandera t1-icolor al salfr 1-cis t?·opaR f1·ancesa.s de la ciudad tie Mainz. l>e1·t Hall, Lond1·es, se dejó vacia la sWa que se ve en la fotografía, pa1'a que la ocu]JaJ·a el espiritu de Conan Doyle, que solo ·vhí, <'ntre los seis mil asistentes, 1rruc pe1·sona, Sf!gÚn asegm·ó después. El f01·1nida1Jle nolcán Vesubio ha entt·ado d1~ nuevo en eri1v ci0n, que al deL-ii· de los geólogos, no puede ser causa de ninguna alarm a para los que habitun en los alrededores del -mismo, aun cuando la erupdón ha numentado en 11iolencia. li.'n la foro
Leo, corto y pego: c:La policia de Suderland, Inglaterra, tuvo a biC'n visitar la ·residencia de la Sra. Sara Shannon, descubriendo en ella una escuéla donde iniciaba a un grupo de niños en las malas artes del robo. Una de las infortunadas criaturas era su propio hijo.» Y digo yo: En Manila ~on más precoces las criaturas. La pÚlicia ha descubierto varios grupos o bandas de niños ladrones que se iniciaron en las malas artes del robo sin profesora alguna. Precocidad infantil, que diria algún psiqui-atra de esos que se dicen entendidos. Charles Peters, de Puluth, Min., Estado~ Unidos, sufría de insornio. Días y más días transcurrían sin que pudiera conciliar el sueño, hasta que, al fin, decidió dormirse definitivamente apelando al suicidio. En la carta que escribió momentos antes de atentar contra su vida, explica textualmente: «Me estoy muriendo de ganas de dormir». Y digo yo:: En Manila nadie se suicida por ganas de dormir. Verdad es que tienen el remedio a mano. No tienen más que ir a la Cámara de Representantes a oir a uno de los privilegiados c:de la media hora.' Dán el opio. Y que conste que no lo empleo en sentido figurado. Cornelio Ferreira, residente en J ohannesburgo, Africe del Sur, cuenta trece años de edad. Nació ciego, sordo y mudo. Los médicos le operaron recientemente y ahora empiez:i a recobrar los sentidos, observándose que sus facciones de idiota van adquiriendo la expresión normal. Y digo yo: ¿Cuando les operarán a algunos de nuestros concejales, sobre todo a aquellos que son ciegos, sordos y estúpidamente gárrulos en el asunto de los cocheros de las c-arromatas de alquiler? Hace treinta y tres años que una piedra llegó violentamente al ojo derecho de Stephen McCormack, vecino de Sydney, Australia, anulándole la visión por completo_ Mientras jugaba a la pelota con un '3.migo, este le dió una puñada en el ojo inutil. Después de dolorosa cura, se dió cuenta que había recobrado la vista. Y digo yo: Que Dios le conserve la vista. Y que nuestns autoridades vean si este remedio surte los mismos efectos aplicado a algun que otro agente encargado de evitar la entrada de contrabando y matutes en este puerto. Es cuestión de probar. O coger un diario cualquiera de los que aquí En la Isla de Hierro, Archipiélago Canario, se editan y empezar por el editorial. una mujer ha dado a luz seis niños durante el l:.XTRACTVS LVCl()NES CVLC>"'l'"'S - PVL'#c:>!i ANTONIO VIVES P.O. 60'.ll l'}')l ff:L. Z·6!t·49 plazo de seis meses. En diciembre alumbró un varón y hace pocas semanas dió al mundo, prematuramente, otro niño; -al día siguiente una pareja de varones; cinco días después dos niños \ más. Todos nacieron sin vida. Y digo yo: Que esta fecundidad solo tiene parangón en algunos de nuestros legisladores, que «paren» proyectos y más proyectos de ley que, desde que nacen, «están difuntos». Con la particularidad de que en h. progenie de nuestros fecundos legisladores se dán varones, hembras y. . . lo demás. En el hospital de· Carolia, en la ciudad de Stettin, Alemania, recibiose una valija de cuero y una carta en la que :::e anunciaba la llegada, al día siguiente, de Carls Mertens, para someterse a un tratamiento en dicho centro facultativo. El misterioso paciente aun no se ha presentado en .el hospital. Todas las pesquisas de la policía han resultado inútiles. Y digo yo: Como nuestra independencia. Se anun:ia, pero no llega. Y tod::i.s las misiones resultan inútiles_ El barco procedía de Chile y estaba anclado en Los Angeles. Su cargamento consistía de plonio y plata concentradas. Los bomberos no podían apagar el fuego que se había origin3.do, porque el agua hubiera producido una reacción química muy peligrosa. Parece ser que cuanto más se quemaba la mercancb., mas concentrada estaba y, por lo tanto, aumentaba más en valor. Y digo yo: Lo mismito pasa con la cooperación, plata, por lo que nos cuesta, y plomo por lo que nos pesa. No podemos 3.Cabar con ella, porque produciría una reacción muy peligrosa. Y en tanto va quemándose---cooperación, plata y plomo,-más se concentra y más vale. P3.ra Malacañang. Ha f-3.llecido en manos de los carniceros del matadero de Bagunte, Portugal, el cerdo mas corpulento que se ha conocido. Pesaba 1,630 libras y su altura era de cuatro pies. Y digo yo: ¡Bien por los portugueses! Los cerdos que por aquí pululan no sirven para el m3.tadero. Solo sirven para emporcarse en «grafts». Pida Siempre La Botella Original VINO TO NI-QUINA BOJE Para la Anemia Debilidad g Falta de Apetito Un vasito antes de las comidas, abre el apetito, ayuda la digestión y fortalece la sangre. Preparado por BOTLCA BOIE El profesor Jean Richtera, residenté en Parí~, ha descubierto que los vegetales cantan. Un !.. ________ _ nlicrófono colocado en su jardín, le ha permitido escuchar escogidas composiciones tales como un solo de judi3. y otro de cebolla; una sinfonía absolutamente vegetariana y otras maravillas similares. Y digo yo: Antes de que el profe~or Riehtera descubriese el «canto» de los vegetales, ·los qile aquí formamos pa.rte del público paciente habíamos descubierto que b.s cucurbitáceas discurseaban y que los melones cantaban sus endechas en el melonar político. Y no vale señalar, eh. El museo de Calcuta ha recibido. una serpiente capturada en el distrito de Bengala, en cuyo cuerpo se observan dh:tintamente dos pies con tres dedos c-:ida uno. Y digo yo: ,Propongo que la muy digna Cámara de Re1>resentantes envie al macero a Calcutta a adquirir dicha ~erpiente. Y que una vez con ella de· regreso a Filipinas, la suelte en la región del B3.nahaw, en don1le, dicen, se esconde el escurridizo y altanero presi<lE'nte J e Lipa, Sr. Lopez. Porque a ese señor no lo coge el macero sin la ayuda de un fenómeno al e~tilo de l~ serpiente de marras. Burlado después df apaleado, G-3.ston Herro fuC atropellado por un automovil en la capital frnncesn . Se pudo probar que el chofer había sonado la bocina a tiempo, por lo que el juez multó ·al peatón por haberse dejado atropellar. Y digo yo: Igual nos pasa aquí con el cólera . Porque esta ~eñora · llep a ncsotros, nos atropella, nos mata. Y lut'go la Sa nidad nos echa la culpa. Como si qu'5iéramos morirnos. O que nos emplumen la multa de una inyee'rión administrada por un «school hoy)) fracasado. Y ~ acabó lo que se daba, lector, hasta la próxima. Si no nos morimos de «ganas de dormir». O del cóler3.. O de asco. Digo yo .. . Distingu,idas damas y señoritas filipinas en París. Primrra fila de izqufrrda a de1·etha: Sm. Pacita de Rodriguez, henuana de Luisa Tavales. Segunda {1"la en el min11w orden: S1·ta. Pacita del Rosario y Luisa Tavala& de Cka1>l1nski conocida so1n -ano filipina que 11or tres rioc-hn: consecutivas tantó ·en uno de los teafroi; de ~<J.!!.!:!!.'.!:.._!'!~tt·ó¡;oh", «Madame B.utterfl11» .. ¡ A~9ó~~o 2~~c{~S 1 18.\2-C lnt. Azcarraga l Sta. Cruz, Manila T<I . 2·51-~ PHONE' 2 · 37-36
Arriba-.-La Srn. del Comisiomulo Sr. Osins, que también llegó con in comit.iva Roxas, rodeada de sus numerosas amistades <¡tH' f11non a saludarla. n su llegada. Centro.-El Speak<T Roxas, con s11 seiiora e hijos. Abajo.-El «Speaker» Rox(fs, ron el 81'. Os11w1ia y el S-r. De las Alas, Qlfe fueron 11 recihirle (t su llt'g"clct, en el Pin 'i. J."mM· -Sl:S .<;;T{:'DIO •• Linea. de rece7>ción formada por los autoridades prnvinciales 11 municipales, en la cena seguida de l>aile, dndn. con motivo de la ina11gHración del 1mevo Cavitolio del pueblo de Lipa, Batangnt:. A specto de las mesas c!e la cena. u la que a81.stie1·011, a más de las autoridades pro11iucialcs y municipa.les, wo·ios Senadfw es y Rep>·esentanfes, que f uernn invitados 1mra da.r un carácter ofi· cial y ele m11110~· lndmienfo a la. úumg10·11ciún.
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