En la playa

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Title
En la playa
Language
Spanish
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Agosto ESTUDIO 30, 1924 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 1 ~ En la Jlaya ~ 1 ~~,~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ + § E puede ... ? ..J No me atrevo a en~ trar sin pedir· permiso al lector, pues desde que m,e dormí en esta sección de "ESTUDIO" 71ctra despertar en otra, es mucho el tiempo que ha trascurrido; y puede suceder sea ya desconocido, o haya sido olvidado csf,I! 71obre y humilde Solitario. Por eso pido licencia; y sin más cumplimientos, de los que soy enemigo declarado, me presento y ofrezco, no sé si adornado de las dotes que necesito, 71ero sí con gran bagaj,I! de bueno voluntad. Y aquí estoy; en esta playa de mis amores y aficiones, sobre esta piedra rni amiga y confidente, a la vera de las olas, de estas risueñas y coquetonas olas, qile cada v,l!z que las visito e interrogo, me hablan con lenguaje nuevo, que penetra en mi espíritu, y que yo comprendo mejor, mucho mejor que el otro que me hablan los homb1:l!s, cuando me veo obligado a sufrir el infernal bullicio de la vidn social. Es la hora del c1·epúsculo; hora de quietud y silencio, bañada de dulces melancolías que convidan a mirar al cielo; a ese cielo ubérrimo de consuelos y esp.t!ranzas, con las que el alma se alimenta, cuando hastiada de lo terreno porque la tierra no la com¡¡rende, entra en mística conversación con ese azul donde ¡n·onto parpadearán las estrellcis. Su,ena la campa ni ta del A ngelus, cuyos ecos llegan hasta aquí alegrando la soledad . .. ¡La campanita del Angelus! ¿No es ella la más dulce, la más suave, la que con su vocecilla se introduce corazón adentro, desdoblando misteriosamente los pliegues del alma, y convidándola pensar en algo que no e.• ni pertenece a la tierra.? Yo no sé si poi· estar relacionado el simpático cimbalillo con la tierna Madre de Jesús y de los hombres, pone en mi corazón 11 en mis labios, con el rezo del A vemaría, todas las dulzuras y mieles del paraiso. ¡ JV/ e es tan consolador, al ofrlo, elevar mi vista al cielo; y descubierto, saludar y felicitar a• Ma, 1 na . ... Entretanto el día ayoniza, y luchan las sombras ron la última cl<t-ridad. Y /cm olas van ac,ereándose, una tras otra, cansa:lai;, jadeantes, moribundar., sin f11/ff¡11s para llegar a mis pies, 11 besar esta piedra con sus labios de espuma. ¿De donde vendrán? ... ¿Qué playas habrán r isitado . .. ? ¿De qué e.~­ cenas habrán sido testigos en su lco·ga pei:egrinación ... ? ¿Qué habrán oido en los puertos, a la hora de los tristes despedidas . .. ? ¿Qué impresiones y recuerdos guardarán? ... ¡Ah¡ Quiú sois vosotrns, olas amigas, las mismas que un día escuchasteis, tristes como yo, aquella luctuosa despedida que hizo sangrar mi cora.::ón; y oist.eis, llorando, el último adiós que dí a aquel su querido, al que más he arnado en el mundo, confundiendo las mias con ~us lágrimas, como se confundieron en un abrreo nuestros cuerpos. ¿Lo recordáis, olas amigas . .. ? Fué en una playa, hermosa como esta. a la que acabáis de llegar, una playa henchida de luz y de vida; y fué una tarde, al desmayarse el sol, euando subí al vapor que vosotras sosteníais, acompañado de aquella persono amada, que también conocéis, porque en aquel día. de tantos recuerdos la visteis triste, llorosa, sin apenas poder hablar, fija la vista en vosotras que nos mirabais compasivas, asociadas a nuestro dolor. Allí, sobre cubierta, me dirigió las últimas palabras, que 110 guardo y conservo como preoiiada reliquia en el altar de mi corazón; y escuché con luto en el alm.i :nt posfrer adiós, empapado en lágrimas, que de sus ojos fluían cálidas y quemantes. ¡Las últimas palabrns ! pO?·que ya no he oido más su voz, que tenía el don de ·rnatar mis penas; voz de madre, ¡y qué madi· e! Ni la (!speranza me queda de oirla nuís, ¡¡ues ya se fué a la patria donde no existe el llanto, ni el dolor de las ausencias, ni las crueldades de lci muerte. A un la veo en esta hora, aún la estoy viendo, cuando el vapor zarpó, fija e inmovil en el puerto, que cada ve.:: iba quedando má.~ distante. A iín In veo alzar su mano bendita donde tantas veces posé mfa labios, y agitar el pañuelo al eompás de los latidos de su corazón destfozado como el mío. Y como si la naturaleza hubiese querido asociarse a nuestro dolor, la noche tendió el manto de sus sombras, precisamente cuando la distaneia se interponía como cortina inmensa. ¡Cuántas veces miré y volví a mirar, qu.eriendo divisar su figura en los •intermitentes y amigables destellos del faro.,.! ¿Sois vosotras, olas amigas, que tan rendidas llegáis, sais vosotras las que recogisteis, en aquella tard,<J de indecibles tristezas, las lágrimas ardientes que mi ausencia arrancó de sus ojos. ¿Las guardais tod111Jía en vuestro líquido seno? ¡Ah, yo os envidio, olas queridas! Gu~rdadlas, ,guardadlas co-,¡ cuidado, y no permitáis que sean profanadas. Huid lejos, cuando veá,is se acercan a vosotras los monstnios que atraviesan los mares. Acordaos que esas lágrimas de que vais enriquecidas, poi· ser de una madre, son santas, y están consagradas con la un.,ión del amor y del dolor. Y si volvéis a aquella playa bendita, hermosa como ésta, llegaos con respeto; y besad con suavidad y cariño el lugar donde estuvo ella, fija ,e inmóvil, como la imagen del dolor. Y después volved d,e nuevo, que aquí os espero, y contadme vuestras impresiones; decidme de aquellos lugares, de aquel puerto, donde dejé trozos de mi corazón . .. Y tú, lector, si no te par,f!ce bien hayan brotado de mi pluma esos 1·ecuerdos, dispénsame. Escribo hoy, aniversario de aquella despedidn; y no he sabido hablar más que de ella, de mi adomda madre. EL SOLITARIO. • 0••'••0 ••'••'••'•1'•1°••'11•11•11•11•11•11•11•u•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11••1•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11•11• 1'•1°••'••'••'••'••'••'•• 0•1•11•11•11•11•11•11•11•11'•1 111••1•11•·•••1•11•11º••'•1•11•11•11•11'••'·1'•1'11•11•1•'••'••'•1'11•11•11•11•11•11•11• CAVANNA, ABOITIZ & AGAN ABOGADOS Roxas Bldg. N.o 212 Tel. 572 MAXIMO VICENTE Talleres de Pintura, Escultura, Platerfo y Marmolería. Prontitud y Psmero en los Enc11rgos Im~!!Pnes, nndas, altares, púlpitos, ornamPntos d.., Iglesia, Mausoleos. '~on11mP.nt.os, Bord:1.1ios en oro, L-íµidas, etc. 830•34 R. Hidalgo, Manila Tel. 3528 ,11,11,11o11,11,11,11,11.•1o••·"•''·"·''•"•'"''•''•''•''·"•''•'""•"•"•"•''•''•''•''•''•''•'lo'•·····'·"·"·''·''·''·''•''·''•''·''·' :!!:!!:!!:!hllolloll1llollof1ollollofloU1llollollolloH0'1olhllollollollof10UoHoU1llollolloU1Uoll1llollollollolloll1llollollollollollol Vol. iv 14 - Núm .. 87