Cortando El Hilo

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Part of Estudio

Title
Cortando El Hilo
Language
Spanish
Year
1924
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Noviembre ESTUDIO 1, 1924 ICEN que los italianos apela11 aJ111ma que otJ'a. v.ez, y cuando de sofrena1· ímpetUs y n"wviosida.des se trata, al consabido refrán: "qui va piano, va lor.tano et va sano", que en mal romance quie1·e decir: "No por mucho madrugar, amane~e mas temprano". Algo de eso le sucedió a este pobre Filadelfo; lánzose al campo de /as disquisiciones roussonianas antes d.e tiempo, quiero decfr, a.ntes d,e estar bien restablecido de un monumental "trancazo" con que al Señor ie plugo l"egalarle, y por "mad1·11ga1·" demasiado hubo de suspender por una temporad·ila estax charlas ¡Jel"iodísticas con los amables lectores de ESTUDIO, charlas en las que ya llevamos ca.si dos a.ñ.os. ¡DOS AÑOS, LECTOR! ¿Tu te hs detenido alguna vez a pensar lo que .~ignifica bo1"rajear cien articulitos de "corte mas o menos filosófico-teológico", c·iencias a las que tan poca afición hay hoy, por desgracia? ¿Y has JJUl"ado mientes en lo que significa el segufr machacando u.na semana y oh·a y sostener por cien semanas una Rerista, que a tantas otras vió nace1· y morir, sin que nadie le ¡Jrestase auxilio, y sin que una mano amiga le tendies.e el cable de la espe1·anza y del aliento?. ¿Has hecho alguna vez examen de conci.encia y pensado en el capital de energfo.s que supone y las gotas de "sudor" que hab1·á costado tariiaña empresa? ¡Para que nos paguen con el .~ilencio unos, con el desp1·ecio otros, con la indiferencia lo.~ mas! ¡Y habrá aun quien.es se lamenten y llo1·iqueen de que la religión se va de Filipinas! ¡Cuanta razón tendrán quienes apostrofen a esos tales con las palabras, que su misma madr.e dijera a Boabdil: "Llor·a como mujer la vérdida de lo que no supiste d.efender como hombre! Cuando los muros del santuario se derrumben y perezcan los ministros, aun los mas elevados, entre los esco111,bros; cuando las llamas del incendio de odio feroz qu,e la incredulidad va encendiendo, desde las columnas de la prensa sectaria, en las cilmas, lleguen a lamer las piedras del altar; cuando las a ras salten hechas añicos bajo la piqueta demoledora qúe la indiferencia y el odio sectario de la pl"ensa incrédula, no contrarrestada, pusiera. en las manos de la plebe alborotadora e ir1~efle:d1,a, que ·va allí donde la lleva la voz del ¡Je1-iódico; cuando, en fin, el sol de la fe haya traspuesto el horizonte y /as tinieblu11 del error ti,endan su. negro Jnanto sobre la.s conciencias y las almas; mas de cuafro, que hoy duermen a la buena de Dios, sin ]Jl'eocupal"se para nada de alentar y da1· ayuda a la buena prensa, despertarán_,a,.medrentados y tendrán que oir, mal que les pese, los gritos de su conciencia que los acusará y hará responsables de los 1nnles qu,e ufligfrán a la patria. Cosa bien trisÚ es ver a gentes que se dicen buenos católicos, que frecuentan la Iglesia y los sacram,entos, que se reprocharían, ~omo un pecado grande, el dejar la comimión de cada día, .emponzoñando sus a.hnas con la lectura de las novelas mas escandalosas y de los pel"iódicos m,enos escrupulosos. '.Y es Jnas triste aún saber que los buenos libros, que ,en su valor litera1·io no l/ega,n acaso a fos novelas de psicalipsis, pero que les superan en t.ernura de ideas y en alteza de sentimientos, quedan do1·miendo ~l sue}lo de los justos en los estC1ntes de' las im.p1·entas, sin que haya quien se tome la molestia de ente1·arse del valor de los mismos. Estos pensamientos-desa·lentadores y a.caso importunos-han ido enervando poco a poco nuestras en.ergías y apagando lenta, pero seguramente, .el fuego sacro del entusiasmo con que pw;imos mano a la obra de la· formación y publicación de ESTUDIO, sin mas provecho de ·nuestra part.e que los disgustos y sinsabores que la labo1· literaria. y periodística lleva apar.ejados. No hay soldado, por vale1·oso que se lo quiera suponer, que despues de dos años de lucha en las trincheras, y al sentirse abandonado y aún a las veces fiera1nenle pertfeguido por los suyos, no pierda el valor y la energía; no hay manos tan firmes que no dejen cae1· desalentadas el fusil, con que tuvieron en continua alarma al enemigo, causándole bajas y mas bajas, cuando ve que hasta ·los suyos tiend.en ma.nos amigas al en.emigo por él combatid•, al paso que a él lo dejan solo y sin ayuda. Mas de una vez hemos pensado si merecía la p.ena estar luchando un día y otro sin gozar po1· una tempa1·ada. las delicias del cuartel, como diría el· veterano luchado1- y valeroso gue1Tillero Paulino, y si no nos vend1'ia m.ejor el medio compeler a nuestro general en jefe a que de la voz de "Marchen", qu,e nos ap1·oxinie un poco a los cumteles, JJ<HºCI. descansar y dormir algunas hora.~ siquiera a "pie1·na suelta", cosa que no hemos podido hacer desque 6mpuñamos las armas y salimos por estos nuevos campos de "Monti,el" en busca de "fie1·os enemigos" que combatir, y que despues nos resultaron míseros y acobardados "gazapillos". A despecho de quienes sean, el "tinhoy" c/e1·ical, que alguien se· proponía apagar de un soplo, ha lucido ya c.erca de dos años, y aún pudiera 1!,eguir luciendo muchos Jnas, si algunos col'!"eligionarios nuestros no se hubieran emperrado en chuparle el aceite. Aún así, sin ac.eite y todo, es posible que de su propia sustancia. saque los jugos n.ecesarios para su propia sustentación. ¿Quién lo sabe? El futuro es algo que perten,ece a Dios y solo a Dios, quien en ocasiones suele escoger lo que no es para confundir lo que es, y ante El cual lo grande es pequ~ño y lo pequeño grande. Por depronto "Filadelfo", y para dar por terminado este ale.gato, ha determinado colgar la péñola en la espetera y dejar en paz que duerJna Rousseau el sueño de los .iustos . .. , aunque me fuera mejor decir, que siga tostándose en las calderas fumosas de Pedro Botero. Mas, como 1w queremos que nadie pueda jamás tacha1·nos de cobarde y de traidor, ~i acusarnos d.e abandonar el campo de la lucha, cuando los tiempos son mas adversos, seguiremos disparando bala rasa y sin compasión contra todo y contra todos. Dejamos a. un lado la pluJna filosófica para embrazar la lanza desfacedora. de entuertos; y desde hoy, en 'l'ez de guerrillero regular, se1·emos luchador sin mét.odo, que ora se entretien.e en mata1· gazapos en el ".~otto", bien se entra por las columnas de la. prensa a caza de "conejos." . D,ejamos cortado, pues, el hilo de nuestra narració·a y de nuestra historia "sob1·e el origen del poder". Y con harto sentimiento hemos de asegu1·ar que lo hacemos sin haber tenido tiempo mas q11e de 1·ecor1·er los suburbios, digámoslo así, d,e la cuestión. · · FILAD ELFO. Vol. IV - 12 - Num. 96