La Arquitectura Hispano-Filipina el la antigua Manila

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Part of Espana Boletin Informativo

Title
La Arquitectura Hispano-Filipina el la antigua Manila
Language
Spanish
Year
1952
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
ARTISTl(~A---------La Arquitectura Hispano-Filipina en la antigua 1\!Ianila (Continuación) l. ('allt' de Hilhao. distrito de S. '.\'icolas. 11 "lh•s1iarramadas en n1rios di.--l rito:-:. · de j\fa11il a v mczch1das con otras casas que el crecimiento irn:esa1~­ te de la c:;q1ital ha ido apiiíando n1 su alred 2dor, se pueden, todavía .. cncon1 rar una serie de construcdo11cs que llcnrn el sello caractcrístit:o ele las tasas ¡mpulares de Espafia. En Intn1muros el sello, si no total l'll detalles, de drcoracion2s. es marnulbimo: con caSL'rones l'll los que un gran portal. de tipo rasi "st<111d;1rd" con lig-erns \·ari<1ntcs. dt-notaha la posi<:ión del propietario. Constn1ídos ésto:-; l'lTCil de las i¡ . .desias y nntros ofitialcs en el período l'spafiol. mús ESPAÑA se asemejan a _las casas solariegas. qu<' a las c:onstruc:c:1011es populares y aunque llen111 esc:udos c:on nobles ejecutorias. no res¡):mde, de manera exacta, a la c:ontepción E.:'spafiola de casa." "Por de pronto, toda la planta alta suele ser de madera, incluso las paredes exteriores, tabiques más que paredes. En Espafía, por razón del clima riguroso tlel invierno, esto no ocu-rre ni en las regiones donde más escasean los materiales de construcc:ión." "Las maderas empleadas para los tabit1ues exteriores, suelen ser de clases excelentes, desconocidas en España :-.· corrientes aquí, tales como la narra, ípiJ, dungón :-.· mola ve entre otras; utilizadas en molduras, montantes, travesaños, y paneles que llegan a tener, en muchos casos, mús tle una µulg;acla de grueso. Se c:omprende que hayan resistido el embate de las torrenciales lluvias v del sol despiadado durante largo tiempO, sín que se haya procurado .alivi1 ar el peso que los años han ido acumulando en su cuerpo.'' "En la planta baja y en .su dí.sposíeión .de conjunto, es en donde se debe de encontrar su filiación hispana. De mampostería casi siempre y, a ve~-es, de ladrillo sus muros, de unos ochenta centímetros de espesor, tienen una solidez que les ha permitido soportar las bruscas sacudidas de los terremotos que, .a través del tiempo, han i.do agrietándolos, quebrantando, en parte, su lozanía primera." "Es típica, en IntramurtJs, la disposición <le la planta baja. El gran portal de entrada adornado por pi)astras laterales, casi siempre de orden toscano, con variaciones locales. Soportan éstas la cornisa en la que la fantasía es grande. La clave, si la entrada tiene forma de arco rebajado, o la dovela centr.al, si la puerta es adintelada, lle.va la mayor parte de las vece~ un escudo auténtico, si el propietario tenia derecho a emblema ~obiliario, o una burda imitación de aquél, si sólo se ponía corno elemento decorati\·o." "Pierden estos soportales gran parte del vi~or dt> dibujo al quedar. la cornisa y a veces parte del capit('l y fuste. desdibu.iados por la sombra intensa proyec· tada por el Yoladizo del piso inferior que, siendo uniforme en saliente. no acusa debidamente el interés cll'i ¡iortal.'' "Esta ~olución, no obstante. por razones pr(u . .:titas y. en partl'. impuesta por el clima. ha sido profus:~. Página 11 2. "{';11le dl' Jahoncros San i\i1·u· lás''. mente repetida. i<lentific:únclo:-:e en el c:onc:cpto popular d~ tal manera, que :-:e considera ra como característica de Filipina:-:." · "Se lleJ.('a por el portal al zaguún. ol>ligado en todas p]las, por la nec:csidHd de apearse en Jugar resguardado ele la llud<1 y del sol. Y Juego ya, el patio. al que :-·~· pasa desde el zaguún a tran!s ele un arco de medio punto. formando como un man.:o simpl~ 1)ara pa:-:ar de h~ penuml>ra ele! zaJ.('uún a la exuberanc:ia <le luz del patio qut>, muchas \'Cl'es no tiene otro adorno qu:• algún úrbol frondoso. algún tazón de agua l'Oll un sencillo surtidor, o bien. en la mayor parte de los casos, una gran profusión <le macetas, con plantas <le todas clases." "Es sencillo y de buen efecto del'orati\'o el l'Olltraste de las plantas con las piedras ~rraníticas que pa,·imentan, casi siempre. toch1 la parte exterior de Ja planta baja, y que, junto con el juego de luz y sombra, contribuyen a dar la agradable sensación de fr~s­ cor que se tiene al contemplar estos patios." "La planta alta no tiene, en la mayor parte de los <.:asos, otro interés que las espléndidas maderas usa;J, ·Calles de Solana y Victoria. ESPAÑA 6. Calle de S. Francisco, lntru.muros. das en el suelo, generalmente de narra, tíndalo, de molave y akle, y de molave y narra alternando en franjas claras y obscuras, y que, aunque de escaso valor decorati:·o, .~on intere~antes por el alarde de calidades y tamanos. "Los calados y adornos en exagerada profusión y, la mayor parte de las veces, de mal gusto, se de~en a una degeneración de los dibujos originales realizada por tarpinteros chinos, que acaba.ron por deform~r el guslo inicial, al adaptar los motivos europeos sm comprenderlos.'' "Pero, udemús de los modelos de la ciudad amurallada. que es una adaptación, mús o me~?s. lograda, de la arquitectura españoh1 al cli~a de Fthpmas, ~.ªY otros que pueden tomarse como e.1emplares puros. "No se ~ncuentran agrupados: son como ejemplares esporúdicos que consenan sus caracteres especiales." "En los portales de las casas de lntrHmuro,s. se nota claramente la e\'olución de los estilos, a~usando­ se bien cuú\cs son los tipos nue\·os, frescos, pnmeros Y ESPA1'A lo que son imitación de éstos, así como también los rutinarios, sin valor artístico intrínseco." "En Intramuros, y fuera de Intramuros, existen casas sencill::.s, sin afectación. puramente utilitarias y réplica directa de aquellas sus hermanas que. a miles dt· leguas de distancia reciben, humildes y alegres, Ja caricia del sol español. En Extremadura, Andalucía y Levante debemos de encontrar las raíces de estas tan ponderadas construcciones." "Es moderno el interés que se ha despertado en fa,·or del arte popular que debe mirarse, no como derivación del suntuoso, formal, servido y pulimentado por artistas de renombre, sino como algo tan de carácter propio y bien definido, que lleva en sí el resumen del sentido del pueblo, a través del tiempo y sus vicisitudes. Nacido al calor de otras ideas y necesidades, y utilizando materiales distintos, tiene que dar en Arqitectura resultados completamente diferentes, siendo en realidad representación genuina de lo típico en el buen sentido. Es cur.ioso y digno de notarse que aun cuando el clima de Filipinas tiene más parecido con la zona más lluviosa de España, correspondiente a la parte Norte y parte del Atlántico, no es el tipo de construcción de estas regiones el que ha prevalecido, a pesar de ha:ber habido en todas las épocas españolPs de estas regiones que habitaban en Filipinas. Las influencias son diversas y esto nos hace sur,oner que los que las levantaron procedían de diferentes reg ion~s. y se limitaron a hacer lo que más acostumbrados estaban a ver y, por tanto, podían repetir con más probabilidades de éxito." "La más humilde de ellas, número 4, podría muy bien ser de algún pueblo de los alrededores de Granada. Sencillísima, sin preocupación de simetría, de igualdad o repetición de huecos, éstos resultan únicamentP de la solución de las exigencias mínimas de ventilación. Aquí como allí, el afán de belleza, innato en todo el mundo y en todos los Uempos, se observa en los adornos con macetas de flores que es el único lujo que sus moradorE!s pueden permitirse." "Pintadas de blanco, atraen por su modestia y sencillez, y se comprende que, acabadas de t·erminar, con sus tejados nuevos, su maderamen sin grietas y bien pintado, debían resultar francamente atractivas." "En la número 3, el caso es parecido y, desde luego, en alguno de Jos pequeños pueblos de la costa andaluza, debe hallarse el tipo que originó éste. Son allí casitas de pescadofies, limpias, blanquísimas, con redes remendándose en mitad de la calle, con el olor a mar, con Jos jazmines albahacas en las ventanas, Y ·el hablar bullicioso y agudo de un grupo a otro, a través del sol y la sombra bruscos, sin transición, entre los azules alegres del cielo y del mar. Sin las típi· cas tejas españolas, han perdido mucho de su carácter." · "La representada en la figura 2, tiene un extrt\ño parecido, sin tener ningún elemento en .común, con el tipo de construcciones vascas de tres pisos. Resulta de líneas airosas, a pesar de la poca proporción del tercer piso, que desentona completamente de los dos pisos inferiores. Es de lamentar ·el mal estado de la conservacióf!, del piso de madera." "La proporción de los dos pisos inferiores, <~7 piedra labrada, ·es acertadísima. así como la relacton de Página 13 huecos y macizos. Todos Jos huecos Jle\·an una moldura ancha y de poco saliente alrededor, para enmarccu·los y hacerlos resaltar del macizo. Los bakones, con su barandilla, quizús excesiYamente alta, adornados con balaustres torneados de madera, sin·en, ademús. para proteger la entrada de la planta ba.ht y proye<:tar sombra." "La número 1 es Ja mejor, junto con la 6 del grupo que hemos \·isto en Manila y sus alrededores. Procede de la escuela catalana, en el tiempo en que la influencia de Italia se recibía en España, a tra\·és de la Ciudad Condal. Tiene una s«.~ rie de ocho arcadas ck medio punto, i!ruales en Ja panta baja, que sostienen una galería cuya barandilla debía de ser un primer, dentro de esta clase de trabajos. Aún ahora, estando Ja casa en un lamentable estado de consenación, estos calados de terracotta, que lo mismo pueden hab~r llegado de Barcelona que de Sevilla, Je dan un en<:anto especial." "En las molduras, en la proporción, en la terraza :.· su disposición en la casa, en esta serie de arcadas de medio punto, canta el espíritu mediterrúneo en una versión lejana." "La de la figura 6 es exactamente, con toda su proporción de conjunto y detalles, con todó su carácter, una casa del mejor sabor español." "Para 1:::ontempl.ar esta casa, tiene que llegarse a ella como a los paisajes, de día y con el ánimo· queriendo ignorar los alrededores y, entonces, el efecto es total. Situada en la plaza de la Iglesia de los PP. Franciscanos, solamente una valla, de escasa. altura. impide contemplarla en todo su esplendor. Es ést~ uno de los potos casos en que el tipismo no estú adulterado por algún desliz de baja calidad y mal gusto. Los sobrios marcos de puertas y ven tanas co:·1 :=! mi..;m11 moth·o decorativo en todos ellos: Ja ¡u:ertada proporción ele los hu :.>tes en sí y en reh1ción <·on c>l conjunto el saliente de la cornisa o alero. y de los bakú· nes que con sus sombras dan moYimiento y animación a la fachada sencilla, por otra parte. y pintada de blanco muy •tczrtaclamente. el tratamiento en simetría de la planta alta, armonizando con la equilibrada disimetría de Jos huecos en la planta baja. indican l¡na dispositión innata en el constructor." "La fuerte belleza de esta obra. queda acentuada por la robustez de los balaustres en las barandillas de los balcones y por el moldura.b que los sostiene. Estos detalles son los que permiten situarla como obra probable ele fines del siglo XVII, teniendo en cuenta que. durante ese siglo, aparecieron en España innnm ~ rables construcciones de estilo parecido, principalmente tn Andalucia, en Extremadura y en Le\·ante." "Con mús personalidad y quizús también mejor consenada exteriormente que las otras mencionadas. conserva tanto de su belleza inicial que creemos, firmemente, qu~ es. con mucho, el mejor ejemplar de arquitectura española en Filipinas." "En estos y otros ejemplos que se pueden encontrar en las hlas y que con el tiempo se irún dando a conocer, se podrá hallar la trayectoria de la influencia artística de Filipinas. que si no tiene Ja exuberancia de ornamentación que en algunos países hispano-americanos, resulta tan interesante, por lo menos. como la de aquéllos." "Y es que caserones, palacios, iglesias, pinturas, esculturas, pueblos enteros, de todo tienr España en asombrosa prodigal\cla.d." "Por tenzr en profusión. pudo ciar pródigamente y con alegría; y esta es ahora su gloria mayor." .S. Calle Escuela, Intr,a.muros. P:ÍJ.!,'ina 1-1