Nuestras entrevistas

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Part of Excelsior

Title
Nuestras entrevistas
Language
Spanish
Year
1930
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
¡El pobre Valdez, de ese viaje, ya no vuelve, sino dentro de un ataúd !-t.al fué el triste pronóstico y reS1J)onso prematuro que el Dr. Juan Miciano le cantó a sn antiguo y queridí.simo colega, el Dr. Benito Valdez, cuando se marchó de Manila, arterio-esdorótico, hace año y medio, o para ser más exactos, en 8 de mayo de 1929. El 21 de octubre de este año, el Dr, Valdez regresó aquí salvo y sano, o lo que es más, Vendiendo salud por el escaparate de su rostro arrebolado, mientras el cpobre» Mician~él n~ hacía un año más o menos que había emprendido el otro viaje, que ·jamás tiene vuelta,, porque prindpia y fina en la eternidad. Bajo tales circunstancias, la vuelta del Dr. Valdez, para sus deudos, amigos, pacientes y simpatizadores, que forman legión, ha sido motivo de doble regocijo. Viéronle salir enfermo, agobiado por un terrible mál que eminencias médkas del ~aís diputaron como incUrable casi, dada su edad-70 años marchitos-con la cabeza inclinada hacia abajo, cual ~i la tierra Je rciclamase ya, c·omo cosa propia. Y de pronto, un cambio de escena brusco: del andamio de un barco venido de lejanas tierras d~ciende un ._joven» de cabello plateado, de apdar marchoso dentro de su lentitud, de ojos bailadores y risa contagiosa. Realmente había motivos de sobra para que se alborotase el cotarro hípico de la localidad, y saliesen todos los jinetes a. la calle con sus bandas y sus trapos de colores vistosos, y caracolee~ sf'n por .plazas y avenidas todos los caballos de carrera de alguna importancia, para darle la bienvenida. ·-¡Caracoles! Miren nuestro presidente del Jockey Club llegando flechado y fresquito a la meta, -aq>esar de sus tres cuartos de siglo de handicap .• . -era la exclamación general entre los bienvenist.as. Don Benito, el imperturbable don Benito, el filósofo don Benito, con su buen humor de siemprt;, se limitaba a exclamar: -¡Cos-as de la vida! No me ha tocado aún la necra. ¡vaya! A vivir, que la vida es corta y ... Bueno, ¿a qué seguir describiendo la entrada triunfal del jóven viejo en la ciudad? Fué una Cosa nunca vista y sólo era un botón de muestra de las generales simpatías de que goza este veterano galeno dentro de nuestra comunidad. Cuando se le llamó, para concertiar con él una entrevista para EXCELSIOR, contestó al punto afirmativamente, pero ... -Siempre que no se hable de política, ¡estoy a vuestra disposición! Dr. BENITO V ALDEZ Y bajo esta condición, tuve esta rara oportu~ nidad de colarme, una tarde, den~ro de su cHnica de médico y de su corazón de h?mbre, dos ~it!os que siem¡pre tiene abiertos para el raciente y para el amjgo, que se llegan para visitarle. -¿Cuál fué, doctor, la impresión mis grata que recibió de su reciente viaje? -Hombre, naturalmente, mi cura::ión grac!2s a los baños que me t.omé en Nauheim, Alemania. La salud, 2.rnigo, es un tesoro que, una vez perdido, c:uest.a mucho reco~rar; y si usted la rerobra ya puede agradecérselo a] cielo, como la ma· yor bendición que' puede envi,arle a cualquier mort2.I. -¿Son verdadera.mente maravillosas esas aguas, como - cuenta el juez don Simplicio del Rosario? -Con decirle a usted que los primeros días, para ir del hotel el ba.ño, una distancia de pocos metros, tenía que usar rnch~, y a los cinco baños ya podía -ir a pie, y sent:a un alivio general y un fort.alecimiento físico, está dicho to· do. Y es que dichas aguas contienen, en ~u es· tado natural, una tan gran cantidad de ác'ido carbólico libre, que al meterse en ellas·, siente uno c·omo si se bañara en soda., ¡por las burbujas que se adhieren a todo el cuerpo, y tienen la propiedad de dilatar las arterias, ·mejqrando así la circulación de la sangre y el estado general del organismo. -Y ¿no hay manera de embotellar esa agua y traerla aquí, como se hace con el agua de Sibul o de Vichy? -No la hay, porque el ácido se evapora fácilmente y con él se pierde toda la virtud del agua. -¿Tampoco .existe otro balneario semejante? -Como Nauheim sólo hay uno- igual en el mundo: es Ruayat, una población que está al término de los V osgos fraceses, y que tiene unas aguas minerales idénticas a las de Nauhe-im. -Después de su curación, ¿qué otra Cosa le impresionó más? ,-El haber podido subir al Jungfrau, uno de los picos más altos de la Suiza alemana, más de siete mil metros sobre el nivel del mar, y visitar el famoso convento de San Bernardo, donde se crfan y se educan los ¡perros q~e llevan este nombre, dedicados al salvamento de los que s-e pierden o se hie)an entre las nieves casi perpetuas de la región. Estos enormes dogos llevan una cantimplora o barrilito de vino al cuello, y se les adiestra a buscar a los hombres en las estepas heladas, y una vez encontrados, a reivivirlos lamiéndolos primero con su lengua, luego ~ándoles de beber su provisión de vino, guiándolos finalmente, después de volverlos en si, a su sitio de procedencia. En caso de no poder reanimarlos, el perro se vuelve solo al convento, en busca de auxilio. ¡Son unos animales maravillosos! -¿Cuál fué el encuentro más inesp~rado que tuvo usted en su viaje? El Dr. Valdez reflexiona un rato y re~pon­ de: -El que tuve con el Dr. Singián en Nauheim, 'donde fué a visitarme y felicitarse por mi mejoría. El me proporcionó una de las alegrías mái:i grandes de mi viaje. - Y ¿la sorpresa más grande? -El haber encontrado en Alemania una catedral, donde de 6 a 8 de la mañana, todos los domingos, se celebran misas según práctica católica; y de 9 a 11 de la misma mañana y ante el mismo altar se llevan a cabo los ritos protestantes, como si tal cosa. Cuando yo le pregunté al doctor que me acompañaba, cómo era posible aquello, me contestó: « ¡ Eso l~ demuestra a usted que el alemán sabe practicar la. tolerancia re, ligiosa mejor que nadie!» Más tarde supe qule esto ocurría en el mismo pueblo---tuna de Martín Lutero, que de sacerdote y fraile católico se convirffió en el fundador del ·protestantismo. -Y ¿el disgusto mayor, don· Benito, ·qué tuvo en el viaje? -Ah, sí. Ahora le voy a contar a usted: iba a subir la llamada Escalera Santa_ en el Vatieano, de rodillas, como los demás visita.nt'es, cuando al ir a ,pagar al taxi que me, condujo hasta allí, me percaté de que había perdido la cartera entre la muchedumbre de devotos y de pinos que seo apiñaban a mi derredor. No perdí gran cosa ¡pss! 5 dolares, 10 liras y 200 pe,sos filipinos; pero me acordé entonces del viejo refrán latino: Roma veduta,-fede perduta, y lo reformé de es:te modo:· Roma veduta----cartera perduta. -¿Cuál ~ el l])Ueblo que más le ha gustado? -Como pueblo atractivo, París; como pueblos limpios, Berlín y Viena; y <."Orno pueblo grande, Nueva York. -¿Está usted contento de· volver a su país? -Induda.blemente, y le diré más: vuelvo contentísimo y orgulloso, porque estoy convencido, después de este viaje, y por lo que he oído de los mismos extranjeros que han viajado más que yo, que Manila es la ciudad más limpia del oriente, sin excluir Japón. Nue6tra última !pregunta fué dirigida al presidente por 24 años seguidos--casi un cuarto de siglo--del Manila Jockey Club, alma del deporte hípico del pa.ís: -¿Qué mejoras pie.osa usted implantar en las carreras de Manila, después de ver y estudiar cómo se llevan a cabo las de Longchamps, por ejemplo, en Francia, y otros hi¡pódromos visitados por usted? -¡ Uy, amigo, aquello es peor que. aquí! No se cre:a usted que allá no se hacen combinas, ni juegos. Y no es extraño, porque si usted, por ejemplo sale a ganar un millón de francos, no le importa. dar cien mil al jinete; y luego los jinetes de allá son mucho más tus.os que los nue'stros. A lo mejor, ve usted rodar a uno, .sin más ni más, o caerse de su caballo, sin ton ni son, poco antes de llegar a la meta, y todo lo que sabe usted es que se ha fastidiado y perdido tontamente su dinero ... · -¿Cómo tontamente? ¿Es que nada le importa a usted la afición? ¿No a¡puesta usted acaso, don Benito? -Me gustan las carreras como deporte. M'as no como juego. La verdad, la verdad~ído al parche, que esto es una. confesión casi increíble, y por lo mismo interesante-es que en los veintitantos años que llevo presidiendo el Jocke~ Club, ¿querrá usted creer que no he jugado una sola vez, por ningún caballo .•. ? JU ANITO ( Arriba)-Aninwdo grnpo de bellísimas se1101•itas y distinguidos r:aiwlleros que asistieron a la fiesta dada en s11 residencia por la S ra. de D. Tomás del Rio, en ho1w1· de sn hijo, que hade poco ha reg1·esado de Es¡wfw, el Sr. Benig1w dlel.Río. ( Abajo)-Halloween Party, con que la Sociedad de Hijas de Veteranos Americanos, tjeleb1·ó . la / esti1.Jidad de todos los Santos. La fotografía es de 11no de los 1•arios grupos de los nu:mcr osos invitados que _!!!_j!_f}e1:~n al baile que estuvo animadísimo. Foto•--EXf:F.1.s10R (0~~-s!_ r--~'EL -~;~~; Fl~IPINO'-' -1 socrnDAD MUTUA DE CONSTRUCCIO.N Y PRESTAMOS ~'undada en 1910 P. O. llOX IOS MANILA ACCIONES DE RENTA Y AHORRO Se facilita dinero en 1nmeiorables condicfones: PARA) adquirh· prepiedades. construcciones. J-eparación de edificios. hipotecas sobre bienes raices. Pidanse prospectos-Se remiten gratis. ANTONIO MELIAN Pt·esi<lente. MANU~L M. R1NCON Ge1·ent•.