El Padre Pedro y Juan de la Cruz y Huevos podridos

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Part of El Misionero

Title
El Padre Pedro y Juan de la Cruz y Huevos podridos
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
AÑO VI, No. 4 SETIEMBRE 1931 El )tlahrc Jchrn y juan he la Qtruz: y Hueuns pnhrihns AQUEL Domingo, por la tarde, frente a frente y de pie, al lado de la mesa, estaban Juan de la Cruz y su querida mitad, Juana .... Ma Juana con las manos puestas en las caderas, miraba a Pa Juan, indignada y casi provocadora ... Y Pa Juan no menos valiente, con los brazos en cruz sobre el pecho, miraba con desdén al objeto de sus primeros amores, Ma Juana. Ambos parecían los más i:osociables y más antipáticos seres humanos del mundo. En la mesa figuraban dos objetos a su vez los más insociables y los más diversos de la tierra: un sombrero negro y alto y una gallina blanca muerta. -"Juana, lo repito, quita aquel sombrero" gritó Pa Juan, "no quiero ir a aquella boda." -"Pero Juan .... " -"Basta ya, y te lo repito por la última vez: no iré" y diciendo las dos últimas palabras, Juan pegó un puñetazo a la mesa dos veces. "Y pon aquel sombrero en el armario donde h1i estado estos veinticinco años desde nuestra boda." No había terminado estas palabras cuando de repente se abrió la puerta de la casa y entró nada menos que el cura :párroco, el bondadoso Padre Pedro, cuyo convento estaba al otra lado de la calle frente a la casa de Juan de la Cruz. -"Buenas tardes tengan Ustedes, Juan y Juana" saludó el Padre exhibiendo su sonrisa habitual RENUEVE SU SUSCRIPCION ENSEGUIDA 98 que en estos momentos parecía un rayo del sol en medio de una tempestad. Inopinadamente los ojos del Padre encontraron la gallina blanca muerta y el sombrero negro, alto, en la mesa. Quedaba pasmado, y a su vez Juan y Juana más aún estaban pasmados. y los tres juntos con gran asombro miraban al sombrero negro alto y a la gallina blanca muerta y después con mayor asombro aún si posible los tres se miraban el uno al otro ... -"¿Qué es eso, Juan? ¿Acaso aprende V. a escamotear?" preguntó el Padre. -"No, Padre, no, no es exactamente eso" contestó Juan dirigiendo la mirada a la ventana. -"Es que debe ir a U:na boda, Padre ... Es eso." explicó Juana. -"¿Con esta gallina muerta? .... ¿Quiere asistir a una boda con una gaJ.llina muerta?" preguntó el padre riendo. -"No, Padre, pero con su sombrero negro, quiere ir a la boda de una tia." añadió Juana mas locuaz que su marido. -"¿De una tia?" -"Si, Padre, de la hermana de su padre, que en paz descanse ... " -"Haga el favor de omitir el nombre de mi padre de lo que está diciendo" interrumpió Juan con cierta amargura, "y su tia ... " __;_ .. ¿Mi tia ... ?" exclamó la mujer. -"Aquella tia" continuó el Padre del tono más paéífico, "aquella tia no pare~e ser ... muy ... muy ... popular en esta casa." -"¡Popular ..... popular!" rióse Juan .... "¡Popular!" y con los ojos largamente abiertos, fijados en los ojos centelleantes del cura, prosiguió escandiendo cada una de las sílabas de cada una de sus palabras como si hubi~ra sido el mismo Isaias profetizando: "Hace años, Reverendo Padre, hace muchos años que yo ... ó por mejor decir, que nosotros, mi esposa y yo, honestos trabajadores, hemos esperado con toda paciencia y honestidad la herencia de aquella tia. El dia primero de Abril próximo, aquella tia tendrá no sé cuantos años. y figúrese V. R., aquella tia más fea que el pe<:ado mortal, aquel espantajo ahora quiere casarse .... ó por mejor decir está para casarse con un abogado. .... Pues mi enhorabuena para la orden de los picopleitos." -"¿Verdad?" ... Ya veo;" suspiró el Cura. -"¡Verdad ... ! La pura verdad ... Pero" continuó Juan "estaba precisamente diciendo a mi esposa aquí presente que yo no quiero ir a la boda ... no ... no ... jmil veces no!" Y sacudiendo la cabeza y balanceando los brazos, Juan tomó una silla y se sentó. Y tan calmoso como la luna en el cielo de una noche tranquila, el Cura también tomó una silla y también se sentó y por el espacio de dos minutos los dos quedaban sentados sin decir una palabra, en medio de un silencio sepulcral y en la atmósfera de aquel silencio nadie y nada movía si no tias viejas y abogados en traje 'de boda. SOSTENGA UN CATEQUISTA 1 Inopinadamente el Padre Pedro tomó la ¡palabra y dijo: -"Pero, amigo, ¿qué está haciendo en la mesa aquella gallina muerta?" Juan contestó: ·-"¡Ay, Padre! Una desgracia nunca viene sola. Aquella gallina" y Juan .dirigía trágicamente su brazo hacía el cadaver en la mesa ... "aquella gallina ahí en la mesa era el animai más estúpido que jamás ha estado en esta casa ... digamos en nuestra casa. Figúrese V. R, que por tres semanas, bien contadas y mal"cadas en el calendario, aquella gallina ha queda:dó en el nido para empollar ... Por casualidad la encontré senta-· da en un rincón probablemente el segundo dia que estaba incubando ... Y esta mañana, Padre, encontré aquella gallina vieja muerta en su nido. Me acerqué, la saqué, examiné los huevos, y ¿sabe V. R. lo que descubrí? Mire, V. R. puede matarme si digo una mentira: todos los huevos eran podridos ..... ¿nb es verdad, Ma Juanai?" -"Pero, amigo Juan," contestó el Cura en tono algo filosófico, "al menos durante tres semanas V. ha gozado de la gallina." -"¿Yo?" -'-"Sí, V. mismo. Porque durante tres semanas bien contadas y marcadas en el calendario, V. ha vivido con la dulce esperanza de tener una nidada de pollos." -"Eso, sí, es verdad" replicó Juan no sin alguna mofa. -"Tres semanas de satisfac99 ción ... Pero Juan, bajo este sol del Creador, ¿qué puede V. esperar más de una gallina empollando huevos podridos? -"Verdad, Padre" contestó Juan otra vez burlándose algó y continuó: "Pero Padre, esa no es la cuestión." Y ahora tomaba su cara un aspecto de triunfo por lo profundo de la filosofia que iba manisfestar: "Esta es la cuestión, Padre y no hay otra: ¿no es verdad que aquella gallina era superlativamente estúpida en empollar huevos podridos? Esta es la cues·tión." -"Y o comprendo que .... " -"Sssst ... Sssst ... " Juan siseó y, gesticulando su dedo índice tal como un maestro de escuela y articulando cada letra de" sus palabras, repitió: "Esta es la cuestión, Padre y no hay otra: ¿Aquella gallina era superlativamente estúpida al empollar huevos podridos? ¿Sí ó no? Esa y ninguna otra es la cuestión." -"Juan, amigo mio, no puedo decir que sí, y no pued<;> decir que no." -"¿Y por qué, Padre?" -"Porque está V. presente, Juan." -"No se moleste por mí, Piadre; .puede V. decirlo con toda franqueza." -"Hum, hum, hum ... " Y ahora sucedió algo muy trágico, muy misterioso: el cura ya anciano se levantó de su silla, y tomó en ambas manos la· gallina muerta; su cara e~resaba la más LAS MISIONES ~ECESIT AN CAPILLAS 100 profunda tristeza y como si desesperase dijo con voz temblando: -"Pobrecita, gallina inocente ... pobrecita, víctima de tu sacrificio ... tu te has privado durante varios dias de tus ·paseos al rededor de la casa ... tu has ayunado durante tres largas semanas; escondida en el rincón oscuro de tu nido .... y todo eso para causar satisfacción a tu amo ..• para enriquecerle con otra nidada de pollos. ¿No es verdad, pobre gallina? Y te has sacrificado hasta tu muerte para llenar del gow de su esperanza el corazón de tu dueño ... Naturalmente era malo empollar huevos podridos y sentarte en la ilusión de huevos estériles ....... precisamente como para tu amo era infinitamente más estúpido empollar los • huevos de una ilusión suya." -"¿Qué ... ?" interrumpió Juan ... -"Ssst ... Sssst. .. " siseó el Cura por encima de las espaldas contra Juan; "Sssst. .. Sssst. .. " y volvió a colocar la gallina muerta sobre la mesa y por un momento tiró a Juan 'por la oreja .... -"Juan" continuó el Padre y Juan comprendió que la lección iba seguir, "Juan, así son los hombres ... Si su vecino -comete una pequeña falta, V. la llama una gran estupidez, pero si V. mismo comete una gran estupidez, V. la llama una gran destreza." Y ahora casi regañándole el cura preguntó a Juan: "¿Pero cómo es posible, Juan, que V. esperaba de aquel espantajo una herencia?" -"P ... P ... Padre" tartamudeaba Juan en voz baja, "p ... pp ... pppodía su-ceder q .. qq ... que sucediese q .. q .. qque ... " -"Natural" continuó el Padre, "y claro está que hubiera podido su-ceder que sucediese ... Pero aquella pobre gallina también razonaba así y dijo: voy empollar estos huevos, quizás sucederá que tenga crias." -"Quédate en la cocina ya" interrumpió Juan dirigiendo la palabra a su -esposa que algún momento había pasado al otro cuarto y ahora volvía. -"No, Ma Juana, quédese aquí" replicó el Padre Pedro y a Juan decía: "Juan, Juan, dá gracias a esta preciosa gallina que durante tres semanas le ha divertido con la dulce esperanza de tener una nidada de pollos. ¿Que más podía V. esperar de una gallina empollando huevos podridos? ... Y dé V. gracias a su tia vieja que durante años ha llenado el corazón de V. con la dulce esperanza de una herencia. ¿Qué más podía V. esperar de aquel espantajo?" -"Gracias, Padre, gracias" suspiró Juan, "He comprendid~." -"¿Comprendido?" y diciendo eso el Padre tiró la oreja del hombre y añadió: "Ya vé V. como uno debe hacer algunas comparaciones para comprender. ¿Sabe V. Juan lo que es comparar?" -"Comparar es comprender, Padre." -"A ver, Juan. V. es buen cristian<>, ya tiene confianza de ir algún dia al cielo, ¿no es verdad? AFIJ.IESE A LOS CRUZADOS DE STA. TERESITA Esa idea le llena de esperanza, pero ¿En qué clase de huevós está V. poniendo su confianza? Es decir: ¿que clase de obras está haciendo para merecer el cielo más feliz y más glorioso?" Juan miraba a la gallina muerta ... El Cura prosiguió: -"El Domingo pasado V. me ha oido predicar. sobre la necesidad de convertir a nuestros hermanos de la Montañosa y después del sermón hize la colecta para sostener las obras de los misioneros en estos parajes. A ver, ¿cuánto ha dado V. para esa obra de Cristo?" Juan no sin alguna verguenza confesó haber contribuido con cinco céntimos. -"¡Y eso es el huevo que está V. empollando para la eternidad! A ver: ¿cuanto gasta V. al año en tabaco, basi, cines, fiestas en casa y otras vanidades más?" Jllan miraba aturdido; sabía que estos gastos subían a centenares de pesos al año y lo confesó tímidamente. -"Pobre gallina. Y estos son los huevos podridos que V. está empollando para SU eternidad, en vez de reunir huevos fértiles de caridad y generosidad, dando con liberalidad de lo que después de morir dejará a otros que viven de la esperan,za de heredar sus bienes." -"Verdad" tartamudeaba Juan y Juana ahora fiel eco de su marido repitió: "Verdad." -"Pero tal como la estúpida 101 gallina, V. no sabe lo que está empollando, y @or qué? Siempre lo mismo: pudiera suceder que sucediese que vaya V. al cielo. ¿Y por qué esa ignorancia crasa? Porque no conoce el valor de la salvación de un alma." -"Pero, Padre, pobres ignorantes como yo, ó por mejor decir como nosotros" contestó Juan mirando a Juana, "¿cómo podemos sa!berlo?" -"Por eso hay que instruirse y leer. Lea El Misionero que cada mes habla de las misiones, de los apóstoles modernos, de a1mas salvadas, de sus paisanos paganos, pero capaces de ser cristianos y civilizados como nosotros. Lea, lea ... sea hombre cristiano: use sus sesos para conocer a Dios y el cielo ... Reuna huevos fértiles que darán tesoros infinitos y eternos, porque lo que se ofrece a Dios sera devuelto el ciento por uno en este mundo y en la otra vida." Y ni un minuto pasó que Juan pagó una suscrición vitalicia a "El Misionero." -"Juana" dijo Juan, "Prepare mi sombrero.'' -"¿Qué? ¿Va V. a la boda?" preguntó Juana sonriendo. -"Natural...Voy a la boda de nuestra tia ... " y compadeciéndose de su esposa, dijo al Padre: -"Esas mujeres no entienden filosofía ... no saben comparar." -"Y los que ignoran esa filosofía tan sencilla de preparar huevos para la eternidad son como aquella gallina: sufren mucho en este ROGAD POR LAS MISIONES 102 mundo y sin embargo sus penas no son más que huevos podridos que puedan causar la muerte como La causaron a su gallina, pero muerte eterna." Contratista: "Acabo de encontrar a aquel hombre que ves allá; no hacía más que pasear y fumar en los trabajos; le he pagado su salario de cuatro días y le he despachado." Capataz: "Pero Señor, el individuo había venido solamente para pedir algún trabajo aquí.'' -<!'0~Maestro: "Puede alguién decirme quién es el hombre más listo del mundo?" Alumno: "El Señor Edison: ha inventado el fonógrafo y el radio para Y al decir estas palabras el Padre Pedro se despidió y Juan de la Cruz con el sombrero puesto fué a la boda de su tia .... Una Señora joven preguntaba al carnicero cuánto costaba el jamón por libra. "Un peso el medio kilo." contestó el carnicero. -"Hombre, demasiado eso. Ahí en la otra carnicería no cuesta más que setenta céntimos." -"Entonces ¿por qué no ha comprado V. ahí?" -Porque no tenían más.'' -"Oiga Señora, cuando yo no tenga ya jamón en mi carnicería lo vendo a diez centimos el Kilo.'' contestó el carque la gente no se acuesten y usen sus nicero . .lámparas eléctricas.'' ~+---------------·--------------+ OS ROG~MOS Señor absolvais de todo vínculo de pecados las almas de vuestros siervos: Sra. Da. Gzegoria Minda, Sra. Da. Toniasa Cempron, Srta. Simf. Gucar, Prom., lnabanga, Bohol; Rosa Avila, Lingayen, Pang.; Benigno Jardileza, Jaro, Iloilo; José Diago y Gonzalez, Jimalalud, Negr. Or.; Felipa Guevera, Maria Reynoso, Pasig, Rizal; Sra. Da. Adela Lopez del Castillo, Manila; Mrs. Obdulia Quiachon, luisan, Capiz; para que en la gloria de la resurrección vivan entre vuestros santos y eligidos. Por nuestro Señor Jesucristo que con el Padre y el Espiritu Santo vive y reina por todos los siglos de los siglos. Amen . .................................... + ESTIPENDIOS DE MISAS SUN UNA GRAN AYUDA