Goyo y Blasa

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Title
Goyo y Blasa
Language
Spanish
Source
Volume II (Issue No. 49) Diciembre 8, 1923
Year
1923
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
Diciembre ESTUDIO 8, 1923 Y allí, sentada al pié de la Virgen, que cada vez le atría más y más, de aquella Virgen que, cruzadas las manos, con sus piés desnudos que apenas si pisaban la tierra, en ademán de volar al cielo hacia el cual dirigía sus mirada, parecía la imagen de la pureza en mJstico y celestial arrobo; de aquella Virgen a la que su madre le enseñó a amar y rezar desde que empezó a balbucir las primeras palabras, a la que visitaba cotidianamente varias veces confiándole con amoroso e infantil abandono todas sus alegrías y todos sus pensamientos y todas sus cuitas y todos sus secretillos, a la que pedía siempre con insistencia filial el flmor y la felicidad para todos los que amaba ... allí, a !a benéfica sombra <le aquella Madre tan pura y tan santa, en cuyo amoroso regazo se consideraba tan segura y tranquila, allí se entregaba a· la meditación de su secreta y tierna melancolía, de sus íntimos y alados sentimientos, que iban fluyendo ténuemente, gota a gota del fondo de su corazón, bañándola en una onda de blanda y arrulladora tristeza. Sus ojos mfraban entonces la azulada lejanía de los montes, las blancas nubes formando en el cielo figuras caprichosas, las bellas flores que esmaltaban las veredas del jardín, la linfa cristalina que el paisaje retrataba y ... nada veían. Veían, sí, veían algo, pero era en el interior de su alma, en esas regiones misteriosas donde brotan los rrmores y los sueños ... Y a las veces una lágrima surcaba sus mejillas ... ¿Pero qué le importaba a ella aquella lágrima consoladora, aquella tierna melancolía con la que tan bien se encontraba? ... Iba comprendiendo que por algo se ha dicho que la vida es un manjar algo desabrido, al natural, y que es preciso sazonarlo con la sal de las lágr.imas. Y por eso, aunque no se lo explicaba, aunque no podía explicárselo, encontraba una apacible quietud, una felicidad especial en aquella mezcla de angustia y de placer, de risas y de llantos, de alegría y de melancolía·, y casi tenía miedo a ciertas felicidades, en cuyo fondo solo se descubre el desprecio del hombre y el olvido de Dios. El otro día, desde una ventana de la casa que dá al jardín, sin que ella pudiera notarlo, la ví sentada a los pies de aquella Virgen tan pura y tan bella. Pero yá no había un ligero tinte de tristeza en la sonrisa de sus labios, ni hay yá un poso de sentimientalismo en la alegría de su corazón. Mientras entretegía una guirnalda de flores para su Virgen, cantaba una canción impregnada de alegría: y optimismo. De cuando en cuando levantaba la cabeza y sonreía, sonreía como antes, a: aquella Virgen que también parecía sonreirle. Y yo me quedé pensativo, sin poder explicarme el por qué de aquella sonrisa, el por qué de aquella canción. ¡Es tan misterioso el corazón humano! ... EL PEREGRINO. GOYO Y BLASA Vol. II. ONT ADO en su caballo Rocinante El pare-pare Goyo discurría Muy satisfecho con el pingüe sueldo Que el Alto Comité le concedía. Contento el Caballero iba· cantando Su dicha y su ventura por las selvas, Nuevo Quijote, planeando hazañas, Yendo en busca de alguna Dulcinea: ¡ Vaya un oficio Y una carrera, Que llena el bolso De esta manera! Canto responsos, Digo misahan, Hago comedia Y no me atrapan. Al Máximo acudió Goyo rendido Para pedir en Matrimonio a Blasa, Y el Jl!ríximo accedió, dando un suspiro, Mestizo de bostezo y risa franca. La pobre Blasa le caló al momento Al Goyo, más zopenco que otro Panza; Vió el misahan, oyóle los gorgeos, Vió su mal talle y su ignorancia crasa. ¡Vaya un asaua Tan poco listo, Tan desga·rbado Que me ha caído! De sus misahan Yo desconfío, Pues valen menos Que unos relinchos. -¿Dónde, dime, aprendiste tú el m-isahan? -Yo en secreto te afirmo, Blasa mía, Que no sé ni qué digo, ni qué canto; Ni apenas vi decir misa en mi vida. Mas ¿de qué comeré? No tengo oficio, -12Y este empleo me sale a· m.aravilla. ¿Qué importa que no entiendan lo que digo, Si yo tampoco entiendo ni una sílaba? Páguenle el sueldo Al pare-pare, Y la comedia Siga adelante. Tengo dineros, Tengo una asaua ¿Qué te parece, Blasa·, la danza? Y a pocos días se murió la madre De la Blasa infeliz, al Goyo dada, Y ella al Padre Católico suplica Que diga Misas por su madre amada. -¿Y no es Usté, del pare-pare Goyo La consorte?-Sí, Padre.-¡ Es muy extraño Que no acuda a su Goyo, el pare-pare, Que es del Máximo hereje, hl.jo mimamdo ! ... Sé que no sube Más de la nipa, De Goyo el canto, La fals"' Misa. Quiero a mi madre, Llevar al cielo; Dí Misas pronto Tú, Padre bueno ... ·MIORALEJ A: Es la farsa independiente Un sainete, una corn.edia, Y para estar divertidos Algunos van a esa iglesia. Mas para salvar el alma Y acabar con muerte buena, Busquemos, cual nuestra Blasa, La Santa Romana J glesia. P. DE ISLA. Num. 49