De mi fuero interno

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Part of Semana

Title
De mi fuero interno
Language
Spanish
Source
Semana Volume IV (Issue No. 84) Julio 1950
Year
1950
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
De mi fuero interno Nada nos encanta tanto como la arrobadora sencillez del estilo rizalino y con esta pasión que toca a veneración a todo cuanto ha escrito el ídolo Nacional, tratamos de emularle, si cabe pretender a tan elevada aspiración— no, por cierto, en sus inimitables virtudes sin'o, siquiera la flex­ ibilidad de su lenguaje y po­ damos captar la influencia de su pluma límpida. EL AUTOR Empero, nuestra porfiada voluntad propende a vacilar, pareCiéndonos todo esfuerzo inútil cuando a nuestro paso tropezamos con obstáculos ma­ yores que nuestro empeño en vencerlos. Tenemos la marca­ da intolerancia de los que no saben disimular nuestra nu­ lidad en esos tecnicismos y complejidades del lenguaje, ya sea porque nuestra parque­ dad es rayana en el descono­ cimiento de los principios aca. démicos, y nos llamen a capí­ tulo los críticos; ya sea porque lo poco que aprendimos en la escuela, apenas sirve para amenizar lo insulso de nues­ tra didáctica, y nos azotan a mansalva con un cinismo mordaz y para colmo, nos im­ putan la insensatez de presu­ mir saber algo de lo que sa­ ben, como si “este mullo” fue­ se su patrimonio privativo. Muy de ellos es eso, (los conocemos por sus obras) de jactarse de saber manejar a capricho un vocabulario ex­ plosivo que con asombrosa destreza lucen cargado de ese sórdido arpegio de epítetos burlescos que usan al mo­ do de “appugiaturas” enlaza­ das con frases galantes que parecen un festival de articu­ lados sarcasmos. Refiriéndonos a nuestras inclinaciones, nos conforma­ mos con la austera sencillez de nuestra propia dialéctica siendo más afín a nuestros sentimientos, y como dijimos, nos embelesan párrafos como éste de Rizal sin encontrar nada despectivo en él: “Ligera como un ave, sin dar tiempo a que (ojos) pí. caros le vieran el pie. Con un gracioso movimiento del cuerpo y un pase de la ma­ no se arregla los pliegues Acaba de llegar Diccionario manual e ilustrado de la Lengua Española publicado per la “REAL ACADEMIA DE LA LENGUA” Edición de 1950. véndese en: HISPA NIA de la saya, y con una mira­ da rápida y como descuida­ da ha visto a Isagani, ha saludado, y ha sonreído.” Sería presumir demasiado, sin embargo, si creyésemos haber llegado a la perfección de su género, pero nunca se nos ha ocurrido semejante dis­ parate, sabiendo cómo care­ cemos del acumen necesario para imitarle; aunque optaría­ mos siempre por lo suyo qve se asemeja a las tendencias sobrias de nuestras preferen­ cias. Pero no nos dejan ni armo­ nizar nuestras emociones con la inspiración y con el alboro­ to que meten, nos confunden completamente; luego que es­ tábamos apuestos como unos bisoños en este noviciado de las letras, sin protestar, sólo para seguir entrenándonos, aunque a fuerza de bataca­ zos. No, ya tenemos bastante de esta intransigencia litera­ ria y estamos convencidos de que no há lugar a prosperar Escolta, 26 córner Nueva, MANILA bajo un ambiente tenso como el que nos deparan los inciden­ tes y en lugar de avivar el brío del espíritu para inspi­ rarse, en esta coyuntura, to­ do se desvanece como un casti­ llo de naipes al mero soplo del aire. El ánimo es ya un espectro resignado, y conven­ cido de su impotencia se rin­ de ante la presión de sus per­ juicios. Y uno, piensa lo de la zorra: “estas uvas son agrias.... ” FLORENCIO A. MAGNO Solano, Nueva Vizcaya Junio 15, 1950 EL POETA. (Viene de la pág. 13) gloría, vida, cantar, aurora, acaso» Todo el hondo temblor de primave­ ra. Quiso al viento nacer (yo bien quisiera para feliz cantar ) llamada ocaso, por la muerte en que siento qwe me abraso soñando a Dios en. mi fatal espera. Quiso mi voz nacer para aleffrta; dulce cantar; amor feliz que Ibega» Nunca pense que muerto cantaría. Mas siento tanta dicha en este llanto, que ya no sé (la luz de Dios me ciega ) si es muerte propia o vida lo que canto. Voy a terminar dejándoos oir una de las “Tres canciones para el tiempo*’, la del “(Futuro”), can­ ción de un lirismo purísimo y de una hondura que para sí quisieran los más orgullosos filósofos. Pero ¿qué es la poesía si no es filosofía hallada y perfecta? Futuro no ignora qué manto ponerse. Le llegan los años cansados d>° amor para siempre. Futuro quisiera momento volverse» No arroyo que lleva la copla que canta la fuente. Futuro quisiera dejar de ser siempre. Volver a ser niño que pasa, ser niño que vuelve. [41]