El milagro del convento (Bienaventura Comunista de Creteil)

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El milagro del convento (Bienaventura Comunista de Creteil)
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Od ubre ESTUDIO 27, 1923 j,~1MJIIDmfilJit:Jf~F~:.;~;~.;~::ig~fl!fil!M:.;~?:f!IDJ!b:~JI;:::[ffjj];;:.;g;;::!filgl:;:-m;~.;l!!J~;::.;~;:~~;mJ~:.;:ID.llf:;-:~!llJ;~.;OCl!J;:¡:~~1:~:¡:§®:i:fM::::lHlliP:f~~ ·~¡ El Milagro del Convento 1 (BIENAVENTURANZA COMUNISTA DE CRETEIL) ~ i!!f.;¡,§r¡;~:~~!lllf.:í~~¡g¡~:.;¡g¡,f!¡;;¡:~:¡:!ill!!l:::.;¡gm>::.;11;~:¡~:'.k@;;¡:fni[t!~:.;~~::.;!ffm!~.;!IDfffi~~:¡:[filf~~-~~:-lfilffi"-~fM~:'~~f:l!ru!l~:-!IDi!?:f!ID!!l~:-~;;¡:~~IIDHP!:'l!!i~ .. t!! Hablar hoy de bienaventuranzas comunistas, despues de los frutos sabrosísimos de paz y de fraternidad que han proporcionado a sus semejantes los "santos" Lenine y Trozlcy en Rusia, BelaKun en Hungria y Stambolisnlcy en Bulgaria es algo que pasa ya. de lo fantástico y linda con lo ridículo, por su "utopismo," valga la frasecica. Ysin embargo, ahí tenemos a los "monjes laicos" de Creteil, que no se asociaron los pobrecicos con otro ideario que el de lab1·arse y labrar para sus semejantes la bienaventuranza .comunista. ¡Pues no es poco! Corno los antiguos monjes se reunie1·on bajo la dirección de un San Antonio, Padre de los Eremitas, y despues S. Benito fundó conventos y abadías en sitios inaccesibles, que poco a poco se fueron convirtiendo en animados centros de población; que reunidas formaron provincias y las provincias naciones; .así ahora estos modernos errnitaiios quieren có,menzando en el corazón mismo de la sociedad moderna, París, ir creando centros nuevos do el comunismo reine, hasta que el mundo sea una "balsa de aceite" hirviendo donde sobrenaden cadaveres de cientos de miles de pacíficos ciudadanos. ¡El ideal es verdaderamente ideal! Y a vi1nos como habían comenzado la vida en el Convento láico, y cuales eran los medios de ganarse la vida con que contaban. Todos se dedicarían a ... empastar libros de otros, y a emborronar papel con las cuartillas brotadas del cerebro . . . tambien de otro. "Y la verdad es, dice Carrillo, que al principio los sueños de los cenovitas literarios (¡) parecieron en vias de realización; sino integral, al menos relativa." ¿ C enovitas literarios? ¿ Leoncitos a mi? En verdad que la calificación tiene gracia. Y o desearía saber si no fueron hombres literarios-de letras-los discípulos de Sa,n Benito, a, quienes debe más el mundo de las artes, de las ciencias y de la litera,tura que a todos los modernos literatos juntos. Ahí estan las biblioteca,s nacionales, formadas en sit ma,yoría con los despojos de las bibliotecas benedictinas y monaVol. II. ca,les en general, que no me deja,1 ·an por mentiroso. Pues y los hijos de Santo Domingo, San Francisco y S. Ignacio; para no decir nada, de los Ermitaños de S. Agustin y de los Carmelitas, Mercedarios y Recoletos, no han contribuido en nada, a la cultura literaria,? ¡Vamos que "tié" gracia eso de salirse a,hora, con el califiwtivo de "monjes literarios" aplicado a, unos cuantos "bohemios" que no tienen mas mérito que el de ha,ber hecho una de las mil locuras que parece son hoy elemento necesa,rio e indispensa,ble para, obtener el calificativo de esc1·ito1· literario! Mas prosiga,mos, lector y no quera,mos meternos en filosofías y discursos que sería el cuento de no acabar nunca. "Algunos poetas a,dinerados, como el conde M ontesquieu de Fezensac, el príncipe de Liguori y Valentine de Saint Point, tuvieron la coqiieterfo de hacer imprimir sus libros en las prensas de Creteil" "Si continuamos asi:, asegura,ba Linard, tendremos la mejor clientela, de París y haremos fortuna." Mas no era, solo la cuestión de las impresiones lo que les sa,lía bien· abundaban "aindemás" las "voc~ciones" y no pasaba seinana sin que algún nuevo "neófito" se llegase a, las puertas de la abadía pidiendo por mor de la,s letras . .. de imprenta, que les "vistiesen la, cogulla" de los "monjes de la bohemia liternria." Empero o el "Abad" se rnostraba inflexible en la, Cidrnisión de postulantes, o estos, a,l cabo de bien poco, encontraba,n que se les que1fa meter gato por liebre. Solo uno llego a ser definitiva,mente admit·ido, viniendo una vez 1nis a cumplirse aquello de que son muchos los que llaman, pero pocos los que entran. "La Gloria., dice Gomez Ca,rrillo, mostrába,se ha,lagadora con los jóvenes a,póstoles. Ca,da semana algún nuevo adherente iba a llama,r a la verja del parque (mia,que llainar a, las verjas. ¡O tal vez estos monjes no tenían puerfos de entrnda sino que a usanza de los simios escalaba,n las verja,s ! ¡Qué cosas tienen los "litera,tos" aun los de la ta,lla de Carrillo! ¡Que de sorprendente tiene el que los de por aquí es-14ci·iban tan reinawdarnente mal, siquier se llamen maestros de la lengua!) pidiendo que se le admitiese en calidad de novicio. Entre estos uno solo logra, entrar Ci formar parte del grupo primitivo; el poeta unanimista (¡vaya un poeta,!) Jules Roinain ¡F'eliz mortal ese Roma,in, el poeta unanimista, que tuvo la incomparable dicha, de que se le a,brieran de par en pai· las rejas, digo las puertas, aunque en buena, lógica las rejas debieran ser, pues a, ellas llamó segun el gran cronista parisino, de la abadía, laical! No lo fueron wnto el futurista M arineti, el anarquista (vaya una gentecica) Mecislas Gelbert y el viñetista, Pinta, quienes no pasaron nunca del refectorio, en el que se celebra,ba,n los ágapes fraternales, y del salón en el que cada velada e'ra, nna fiesta,, y todo ello gracias a las idem de una,s rnity señora,s "rnonjiws", las esposas de Vildrac y de Barzon que cornpa,rtieron el retiro de sus esposos. ¿ Que le parece de este detallico al lector? ¿No es cie1·to que tiene su sabor? ¡Y que no seria pequeño el comento que se hiciera,, de, darse ta,l caso en un convento de frailes de verdad! A tanto llegó la cosa, y tanto bombo se dió a la Abadía laical que, aunque parezca mentira,, es cierto que Alexa,ndre Mei·cerea,u, el "gua,rdian del Cenovio", pudo escribir con toda verdad : "La, pi·ensa del miindo entero--rnenos la de Filipinas, suponemos nosotros, pues por aquí nunca se dió gran importancia a tales aconteei'rmientos-ha,bla con entusiasmo de nuestra, obra. Recibirnos la visita de todo lo que queda, en el mundo de foitrrieristas, evolucionistas y falansterianos (¡Buena gente!) Muchos aprobaban nuestra regla (lo mismo que el Papa aprueba la de las órdenes religiosa,s. ¿Puede darse imita,ción más ridícula?) ; pero los más severos nos censuraba'fll por 1·eserva,rnos al,qunas hora,.~, fuera de las de trnbajo inaniial, para consagra,rlas a. . . ¡las musas! ( B onica consagración! ¡ Ridiez con los "frailes la,icos" !) Una discfoula de Reclus nos inanifestó el· desprecio que la, merecíamos por no deja,r la puerta abierta pa,ra que pudieran entrar Núm. 43 Octubre ESTUDIO 27. 1923 a compartir nuestra vida todos los mendigos y todos los vagabundos del planeta. Un ilustre pedagogo, en fin, nos pregiintó si profesábamos el comunismo integral en asuntos de a ... Todo aqiiello era muy pintoresco y hab1·ía podido en resi¿midas cuentas darnos lo agradable, pero no lo útil. Teníamos el circo, en efecto, no teniarnos el pan." vivir, de ahí que la abadía vino muy p?'Onto a dar las últimas boqueadas, segun veremos en la segunda parte de esta verídica historia. Y corno sin pan nadie puede JULIÁN. i:::qg¡~~~:;:~!ffil!l~:~~:!!IDMJ:;:<IDlll:::~:::~;;..~~ ~~:qgruJ;;:~::¡~;::~!!!l;fl!!i@n!;::~:;:!~:;·~1iJ:ffi~:mJí;!J~;:::@g)~fm:::!~:;:4ID.!!l;~;;:!!filW;~~ í PASTOREO 1 ~ ~ ;;~;::<!fil!l~:![R;~;;~~;:!!filHl;::qmru;;:~;::!¡gm¡~:4g¡[;J;;:4;;1~,;~¡g;:~!~T!fil!];:!igJ¡gj::f~::!g;f~;:!¡g;[E'.;;:!l;f[gp;:!(!![;!?;:!'.!ffi1>::! ~:;:!~;::!tIDnJ ~:!lill!l:::!~!ffi~~!¡¡;:fH:~f[filj Siempre pensé que el protestantismo en Filipinas tiene aires de plebeyo, ya por Ja índole de fU proselitismo ya por el rango cultural de aquellos a quienes se ha encomendado la labor "evangélica." A pesar del derroche de millones y del lujo de intensa propaganda, no ha logrado a]:¡rirse paso a las inteligencias serias y reposadas que aquilatan el valor intrínseco de la doctrina y con respecto a las cuales el estruendo revistero y el cacareo de plazuela es en absoluto contraproducente. La verdad religiosa es como el aceite que se infiltra suavemente, nutre y fortifica, al reves del líquido corrosivo del error que causa sensaciones fuertes y penetra produgiendo llagas y resquemo1es. De ahí que el neófito católico sienta una mansedumbre parecida al bálsamo que le nutre el alma y Ja fortifica para la lucha con las pasiones levantiscas, las cuales logra al cabo domeñar, y adquiere un exterior pacífico motejado muchas veces de cobardía por Jos neófitos del Protestantismo quienes al volver Ja espalda a la fe de sus padres se ven atacados de una fiebre acometedora que les delata y convierte en implacables enemigos de todo el que no piensa como ellos. El error siempre ha sido bullanguero siempre ha apelado más a la sensación estrepitosa que al manso raciocinio de la convicción ; es la práctica de aquel dicho de los estudiantes de humanidades; quod deficit in scientia, suplatur in trompetis, vaya en ruido Jo que faifa en ciencia. Recuerdo de mis días de colegial que el profesor de canto ·quiso que aprendiéramos una pieza polifónica que había de llenar un número en el programa de una velada escolar; había entre Jos cantores uno muy nervioso, de voz estentórea, para quien el compás era una atadura insoportable; no iba mal la cosa, hasta que llegó un crescendo que él aprovechó para dar expansión a los pulmones ; íbamos subiendo la gama, cuando a la mitad del camino el Gayarre nos dió la última nota en un grito aterrador; al batutazo consiguiente del maestro, él contestó muy ~resco: ello no irá a compás, pero va fuerte. As1 son en su mayoría los apóstoles de Lutero, que no guardan el compás de la investio-ación, ni tienen en cuenta que a su bdo hay ot;os que van en busca de la verdad por el camino de la armonía que ellos destruyen. De esto es buen ejemplo un Pastor de muy modestos antecedentes en su tierra natal y que fué a América y volvió conv:ertido ~n ferviente propagandista. El por lo visto !e3:o aquello .de "oportune et importune" Y se olvido de la primera parte y adoptó la segunda como norma de su conducta, que es Ja norma de sus colegas del mismo tipo de soldada. Su campo de acción son Jos estudiantes que asisten a colegios católicos y les sorprende cabalmente cuando ellos están más metidos en el estudio de sus lecciones; quieran que no Je han de oir y allí se pasa las horas muertas haciendo preguntas a las cuales el joven estudiante no puede contestar, o por estar muy fuera del círculo de sus actuales ocupaciones o por estar presentadas con tan capcioso artifi.cio que es necesario un buen curso de dialéctica para su desenredo y aclaración; entonces él se pone muy hueco y le dice limpiándose el sudor de Ja frente, ¿ve V., ve V. cómo no debía V. ir a Misa? ¿ve V., como eso de la confesión es una tontería? ¿ve V. cómo es verdad que el Papa se lleva la gran vida allá en su palacio de Roma con el dinero que le mandan los tontos de Jos católicos? Pero ya Je ha sucedido encontrarse con quien sabía dónde tenía la mano derecha y al preguntarle i. que dice V. a eso? le sale muy cándidamente con el socorrido "you are not enlighted" V. no está iluminado, con lo cual el contrincante queda desorientado, pues se le traslada súbitamente del terreno racional y disquisitivo al de un misticismo intuitivo del que él mismo no tiene noción, Pero que obliga al estudiante a quedarse con Ja boca abierta. Eso es lo mismo que preguntar sin voluntad de oir la contestación Jo .~ual ha sido práctica del Protestantismo desde el día de su nacimiento; no hay objeción, ni reparo puesto por él a la Iglesia Católica, al que ésta no haya contestado cumplidamente; llevamos ya cinco siglos de dimes y diretes; no sale a la .calle folleto nuevo protestante que no traiga las mismas cuestiones y la fo;lesia no se cansa de repetirle siempre h misa doctr!na, la misma solución; sin embargo, el Protestantismo no se entera, al menos P.l Protestantismo filipino ( ?) . ¿No es eso mala fe? ¿no es eso terquedad irracional? es eso, más aquello de bullanguero y Jo de no guardar el compás; el día ~ue los protestantes supriman el bombo y los P.latillos, se acabó la música, y si con bombo y platillos se les pone delante un director que les obli2'ue a guardar el !compás, Jos que amen la estridencia y el barullo se le desbandarán v los oue queden caerán en la cuenta de oue sin la unidad no hay armonía posible y, fascinados oor la bellez:i de ésta, nri .o~itarán ojo de la batuta v gozaran de las delicias que gozamos los católicoB ni1P. no quitamos ojo de la batuta one emouñó S. Pedro Y que han heredarlo todos los Pontífices Romanos hasta S. S. Pío XI. RO MULO. ~1 Suscríbase a ESTUDIO~~ Vol. II. 15 - Núm. 43
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1923
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