Las mil mejores poesias de la lengua española
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Part of Semana Revista Ilustrada Hispano-Filipina
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- 18-SEMANA Las mil mejores poesias de la lengua espaiiola AL TIJMl.!LO DEL REY FIL/PE If EN SEV,iLLA SO NETO Voto a Dios que me espanta esta grandeza y que diera un dobl6n po1· describilla, porque ;, a quiCn no so·rprende y maravilla esta mciquina insigne, esta riqueza? Por Jesucristo vivo, c~da pieza vale niM de un mill6n, y que es mancilla que esto no dure un sig,lo, jOh gran Sevillo.! Roma triunfante en anono y nootf:za. Apostare que cl dnima del ·m:uerto por gozar este sitio hoy ha dejado la gloria Conde vive;_ eternaniente. Esto oy6 un v:ilent6n, y di]o ;-Es cierto cuanto d£ce voace, seo1· soldado. Y el que dijere lo contrario, miente.y luego, ~ncontinente, l·a!O el ch/.ipeo, requiri6 la espada, m.ir6 al soslayo, fuise y no hubo nada: CONZONETA Aquel si viene o no viene, aquel si s~le o nO sale, en los arnores no tiene contento que se le iguale. Aquel pensar que es amado el amantc y venturoso y tenerse por d!!doso de verse bien empleado si con esto se mantiene y que el seso no resbale, en los amores no tiene contento que Be le igual'e. Aquel mira1·se de dia ella a el y el a ella, · y esperar la noche bella y hablarle como solia; a.quel c·uando se detiene aguardando quien le vale, en los amores no tkne contento que se le iguale. Aquel pensar si me ha oido, si me ha visto por ven.tura, si llego la hora y postura Cerv~mtes que :;e hab·ia constituido; :;i en esperanza se aviene y el amor C-On esto sale, todito el mundo no tiene contento que se le iguale, AqueUas ~eiias que espere que le S<eii!iia la dama, uquel jce! con que le llama, aquel decir q1w le quiere, aquel si cuand~ conviene en cosa, que poco vale, en los amores no ii'ene contento que se le io:uale. TimConeda ROMANCE Servia e;1 0-rd.n al re·y un espaiiol con dos lanzas,. 11 con el alma y la vida a una gallarda africana, tan noble corno herrnosa., tan amante como amada, con 'quien estaba una noche cuando tocaron al ahna. 5 de Mayo, 1949 MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA (1547-1616) JUAN DE TIMONEDA (t .1583) LUIS DE GoNGORA (1561-1627) Trescientos Zenetes eran deste rebato la ca us a.~ que los rayos de la luna dt.scubrieron las adtirgas; las adarnas avisaron ,.,, las mudas atalayas, las atalayas los fuegos, los fuegos a las- campanas; 1J ellas al enamo·rado, que en fos brazos de su dama o·y6 el militar estruendo de las trornpas y las cajas. Espuelas de honor le pican y {'reno de amor le para; no salir es cobm·dia, ingratitud es dejal.la. Del cuell~ pendiente ella, ·viendole tornar la espad!t, con ld.grirnas y suspiros le dil'e aqueBtas palabraB; «Salid al campo, senor, l)a'iien mis ojos la cama; q1".e ella. me serU tam-Oien, sin vos, campo de batalla. » Vestios y salid ap1'iesa, que el ,{}eneral os aguarda; yo os hago a vos mucha sobra y VOS a iJl mucha falta. »Bien podeis .<Ialir desnudo, pues mi llanto no os ablanda; que teneis de ace1·0 el pecho . y no habeis menester armas.• Viendo el espaiiol b1'ioso cuanto le deUene y habla, 111 dice asi: «Mi seiiora, tan dulce corno enoiada, porque con honrn y amor yo me quede, cum.pla y i:ayu; vaya a los moros el cuerpo, y quede con vos el alma. ·»ConceG•edme, duefio mio. licencia para que salga ell rebato e11 t'Uestro n01nbre,, y en i·iiesfro nombre combata.;;. Gongora
- Date
- 1949