Verdad e integridad personal

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Part of The Carolinian

Title
Verdad e integridad personal
Creator
Schonfeld, Luis E.
Language
Spanish
Year
1965
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
VERDAD e INTEGRIDAD PERSONAL Por LUIS E. SCHtfNFELD, S.V.D. “Y el fuego mostrara cual sea la obra de cada uno” (1 Cor. 3, 13). LLEGAR AL GRANO de la verdad es trabajo harto dificil, por lo menos por lo que a nosotros mismos hace. “i Que es la verdad?” pregunto Pilato a Cristo. Mas, se alejo antes de recibir la contestacidn. Los filosofos aseveran que asi como la voluntad propende hacia algo por su aspecto bueno y apetecible, asi tambien la mente tiende, por su propia naturaleza, hacia lo que es verdadero. Ahondando poco mas en ello, aprendemos que la verdad es la relacion reciproca que guardan entre si la mente y el objeto fuera de la mente; que la verdad de las cosas yace, en ultimo termino, en su relacion reciproca con la mente de Dios, quien aprehende todas las cosas. Peritos en teologia dan un paso mas alia, y explican la Personalidad distinta del Hijo divino como la eterna con­ templation de la mente divina de su propia verdad. San Juan Evangelista lo comprendia asi cuando se referia a Cristo, afirmando que era la expresion del pensamiento de Dios, o sea, el Verbo. “En el principio — escribid — era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios... Y el Ver­ bo se hizo came, y habito en medio de nosotros; y nosotros hemos visto su gloria, gloria cual del Unigenito del Padre lleno de gracia y VERDAD” (Juan 1, 1-14). Cristo se refirid tambien en este sentido a Si mismo como "Camino, VERDAD y vida” (Juan 14, 6). No obstante nuestro prototipo divino en la mente de Dios y la funcion natural de la mente humana, la genuina consecu­ tion y expresion de la verdad choca frecuentemente con serios obstaculos. El poder creativo de la inmaginacion es de las posesiones mas preciadas que poseemos; pero puede llegar a ser tambien una de las mas peligrosas. El periodo de la infancia puede hallarse sumergido en un mundo encantador de hadas y creaciones fantasticas, heredado del folklore de edades preterites, y constantemente recordado en juegos infantiles y cuentos de ficcion. Pero la ficcion tambien puede llevar a fantasticas alucinaciones y complejos nocivos. La literatura, la musica y la dramatica en sus varias formas no solo nos alientan y alivian en el tedio de la existencia, sino que al mismo tiempo sirven para elevar el espiritu humano y enriquecer nuestra capacidad para poder apreciar nuestra naturaleza espiritual y sus relaciones con Dios. Por otra parte, tambien pueden desarrollar un sentido de valores excentricos. El poder de imagination es lo que conduce a descubrimientos cientificos y a la dilatation de los horizontes del saber humano. Esta misma actividad, empero, como lo atestigua la historia del crimen y de la guerra, puede acarrear perjuicios extranos y daninos, a menos que este bien controlado. iC6mo podremos dar razon de estas aberraciones de tan noble facultad del hombre? No hemos de olvidar que la ima­ gination es una facultad organica, una funcion del cerebro, y como tai es distinta de la mente o del intelecto, que es una facultad espiritual del alma. Aun los animates inferiores poseen algo asi como imaginacidn. Perros, por ejemplo, ladran mientras duermen, lo cual indica que tienen seunos ellos tam­ bien. El caracter fantastico de muchos de nuestros suenos es suficiente indication de lo que es capaz la imagination cuando no es regulada por el discernimiento y pleno conocimiento. Hacer una investigation exhaustiva y un analisis de todos los impulsos y motivos que fundamentan esos caprichos humanos nos llevaria mucho mas alia del fin de este articulo. Cada cual debe examinar sus propios problemas y tendencias personales si de ello ha de resultar algiin bien practico. Puede aseverarse, no obstante, que lo mas de la falta de honradez y de la falsedad brota de la autoglorificacion, autopromocion y autodefensa. Ese tipo general de ausencia de honradez intelectual se extiende por sobre diversos campos. Hay personas que se permiten vigorosas y categdricas declaraciones para las cuales carecen de toda base y razon. Todos nos sentimos inclinados a rotular a personas, ideas y corrientes del pensar humano, y en ese proceso nos hacemos culpables de inmenso dano, por lo menos de dano moral. “Cripto-fascista”, “cripto-comunista”, “movimientos subversivos y complots” y epitetos semejantes han sido arrojados ultimamente sin discrimination alguna e injustificadamente, si no de mala fe. Para corregir esta tendencia se requiere una sincera estima y consideration de la verdad y una positiva determina­ tion de ser preciso y exacto en las aseveraciones. Si las personas adoptaran esta norma, es probable que se hablaria menos. El hablar, lo mismo que el pensar honradamente, demandan una rigurosa disciplina de si mismo. Hay personas que nunca expresan lo que brigan en su mente. Si se tratara tan solo de observations piadosas, sin sustancia alguna; o de alabanzas acaso exageradas o de una mera verbosidad futil, ningun mal podria producirse. Pero cuando se trata de una mentelidad taimada e intrigante, el problems asume contornos totalmente diferentes. Este tipo de mente nunca sale al descubierto. Nunca pone sus cartes sobre la mesa. Nunca sabrase a que dar fe o de que sospechar en ellos. La sustancia de sus actividades son la intriga y el disimulo, si no directamente la mentira y la falsedad. No se trata aqui de una conducta de “dos caras”, sino de tantas caras con cuantas esta mente entra en contacto. No toda duplicidad, sin embargo, es producto de la malicia directa y consciente. Mucho de ella tiene su origen en la debilidad personal. La envidia y los celos son causa tambien de un razonamiento tortuoso. La solution de estos problemas debe comenzar con saber dar la cara a la verdad sobre nosotros mismos, con coraje y determination. Debe primar, en primer termino, la buena vo­ luntad para reconocer nuestras deficiencias y faltas, nuestros fracasos y nuestras culpas, tales como son en realidad, y no entrar en razonamientos o tratar de buscar consuelo en lo que Aug.-Sept., 1965 THE CAROLINIAN Page Thirty-nine podriamos llamar buenas excusas con respecto a nuestra mala conducts. Es igualemente errdneo sentir lastima para consigo mismo por el cumulo de circunstancias que exigen rendition de cuentas. “Gnothi Seauton!”, dice el antiguo adagio griego — “Condcete a ti mismo”. Si es que hemos de presentar al mundo una personalidad integral y positiva, hemos de comenzar por insistir en una transparencia y diafanidad de alma sin tacha en nosotros mismos. Esto, empero, no significa que hemos de llegar a ser introvertidos al punto de dudar de la honradez del motivo de cada acto o decision. Tampoco es la honradez del proposito garantia de que el mundo siempre nos dara credito por el deseo que tengamos de hacer lo que es correcto. Lo que los demas puedan pensar de nosotros no es de primordial importancia. Alguien, acaso, podria haberse preguntado en el curso de la lectura de estas lineas, por que honradez y verdad han sido tratados bajo el mismo epfgrafe. En alguna forma su competencia se desarrolla en esferas totalmente differentes. Sin embargo, desde un punto de vista personal, las dos van constantemente unidas en un espiritu de abnegation y de valerosa conviction. Los santos han sido hombres y mujeres que despreciaban el medro personal en bienes de este mundo cuando ello implicaba superfluidad en cuanto a sus necesidades o corruption de cualidad y motivo, y adhirieron a la verdad tan apasionadamente que buscaban la intima unidn con Dios, aunque tai determination les costara persecution y muerte. Cristo, el irreprensible lfder, declard que las aves tienen sus nidos y las raposas sus madrigueras, mientras El no ha tenido donde reclinar la cabeza (Mateo 8, 20). Como que para El no existia acepcion de personas, por lo que respecta a la verdad, fue conducido a la muerte en el madero de la cruz. Y no obstan­ te es a E), por su diafana abnegacidn, a quien debemos las bendiciones de nuestra existencia y la esperanza de una vida eterna. Lo que es verdadero, genuino y sincero siempre permanecera en credito de la personalidad humana. Lo que es falso y meretricio, simulado; lo que es ostentation y falta de hon­ radez, todo esto arrastra necesariamente a la desintegracion y quedara eventualmente desenmascarado. La norma de desarrollo para la personalidad cristiana e integridad personal es clara. La mente humana no puede hallar descanso ni reconciliaciOn a no ser en el habito de una constitucional sinceridad para consigo mismo. En ultimo an&lisis, integridad personal significa mds que self-respect. Finca esencialmente en un espiritu de desinterOs. Tan s61o inquiere por lo que es correcto y justo; busca de dar verdadero valor donde encuentra valor. Se interesa unicamente por lo que puede hacer prosperar toda causa digna, el bien comun. El hombre que es una sola cosa consigo mismo, es, por la misma prueba, un benefactor de la humanidad, una legitima fuerza de progreso, una luz en la oscuridad de la confusion, una columna de fuerza para todos aquellos que titubean en la penumbra y que sin embargo se hallan destinados a arribar a la luz. “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porquc ellos serdn saciados” (Mateo 5, 6). fl ^nspizacion iQuien me arrullaba en medio de mi sueno? iQuien me llevo a la hermosura del mundo? ?Quien me acaricio eon un amor sincero? Por quien siempre anhelo aunque lejos de mi, Es nadie mas que tu, mama. Tu eres la luz de mi infancia, la esperanza y consuelo de mi juventud; y en tus tiernos abrazos y caricias siento el amor ardiente de un corazon noble y puro. En los momentos de incertidumbre y desesperacion solo tus palabras me alivian en mis penas; eres mi consuelo en la soledad y tristeza, como en aquellas noches frias cuando me protegas. Ahora que estoy lejos de ti, tu hija que te busca, para satisfacer un deseo ardiente. Tu siempre me inspires en esta trabajosa vida; Una inspiration me das para que triunfe despues. ;Mama! — ;Que palabra mas hermosa! jla pronuntiare para siempre! ;La mantendre grabada en mi corazon! Doy gracias a Dios que tengo una madre como la mia el mas precioso tesoro que poseo en esta vida. — LOURDES B. UNABIA B.S.E. II E D I T ( (Continuation del mundo en busca de una verdad absoluta que de firmeza a su vida y a su pensamiento en crisis. Action sobrenatural, desde luego, destinada a la conservation y edification del Cuerpo Misti co de Cristo; action, por consiguiente, que debe estar vivificada por la gracia la oration. No desdenemos en modo alguno este apostolado, que es propio de todos los fieles Cristianos por el hecho mismo de pertenecer a la Iglesia; y menos en estos tiempos en que el naturalismo ambiental nos seduce, y trata de inspiramos excesivamente confianza en el poder de los simples medios naturales. RIAL la pagina 38) iAction se nos pide! Multiples son las necesidades de la Iglesia, a las que no alcanza ella con los ministros por ella ordenados para el ministerio sagrado. Este apostolado laico debe actuar tanto mas cuanto arrecian las luchas con el Reino de Dios en su Iglesia, en collaboration con la sagrada Jerarquia, apreniada siempre con la urgencia de la caridad de Cristo, action que debe alcanzar la parroquia, la vida familiar, la escuela, el campo industrial, el mundo de la cultura y los medios de difusion. # — LUIS EUGENIO Page Forty THE CAROLINIAN Aug.-Sept., 1965