Cronicas de Espana

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Title
Cronicas de Espana
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
"El desfile del amor", "el aupa", "la República" y "la berenguera"; con todos estos nombres ha calificado la inventiva popular a la actual epidemia de gripe, enfermedad que continua E-U labor en los presentes momentos, y que en pasados tiempos y en términos cientificos-médicos ya disfrutaba de varios denominaciones, "dengue", "influenza" y "trancazo"¡ la grippe, repito, ha tomado carta de naturaleza en España entera, y en lo que a Madrid respecta puede decirSe que ni uno solo de sus habitantes ha dejado de padecerla o es victima de ella en los momentos ac· tuales. Hay hogares en que yacen en el lecho todos los individuos de una familia, los pertenecientes al servicio doméstico, (luego me ocuparé de él en otro orden de ideas-), el canario y el gato; y las conversaciones giran sobre el mismo asunto, establándose frqcuentes diálogos entTe inmunes, conValecientes y futuras víctimas, acerca de la sintomalotogia, régimen médico y plan seguido para obtener una rápida curación. Todo ello mezclado con el interés por los enfermos que han correspondido a cada ciudadano. Entre los remedios más en bog::i, y no ciertamente de los que se adquiereri en las farmacias, figura el alcohol, y entre sus derivados el cognac, y hay sujeto que desde que notó, o le pareció observar que se hallaba en los prolegómenos de la grippe, comenzó a trasegar botella tras bo· tell a. En lugar de frascos de jarabes, píldoras y pociones, una esbelta botella que alberga en su seno un amarillento líquido, y como envolvente una etiqueta en que se lee "Cognac-Tres cepasPedro Domec-Jerez de la Frontera" o cosa parecida, pero siempre sobre la base bebestible. Por desgracia todo tiene su ·parte triste, y la epidemia, aunque al parecer benigna, está causando víctimas por derivaciones y complicaciones ·que se presentan de improviso, y el indice de mortandad ha tenido un triste y considerable aumento. La cuestión escolar después de varios días de transtornos dentro del local de la Universidad Central, cuyos claustros se convirtieron en local para la práctica de boxeo y lucha greco-romana entre los alumnos de opuestas ideas político-religiosas, trajo como resultado el cerrojazo del templo de la ciencia. Algo tardía ha sido la medida que ha debido ir seguida de una depuración de responsabilidades a las autoridades académicas por su lenidad, carencia absoluta de prestigio y fuerza moral, para impedir y cortar de raiz cuanto alli ocurria. Pero todo se ha reducido a eso, a cerrar la Universidad. . . y cuando se abra volver a las andadas siguiendo los mismos señores en sus cargos, y tutti con.tenti. Claro que los niños se encuentran con unaa vacaciones con las que no contaban, que las fa· milias echan las muelas viendo el fruto que la política malsana vá dando y que se ha infiltrado en sus retoños, futuros gobernantes acaso, y que como en todo impera el sistema de blandul'as, a la 'pista están los resultados que producen. El problema pues, sigue en pie y prueba de ello han sido algunos choques en las calles entre guardias y estudiantes, afiliados a grupos mo~ nárqu1cos, y alumnos de facultades, obligando todo ello a adoptar medidas extraordinarias de vigilancia. Nuestros sufridos guardias "del Orden", pedestres y ecuestres se están haciendo merecedores de una condecoración que pudieramos llamar "De resistencia física", pues tienen que pasarse días y noches en las calles sin unas horas de decanso, velando por la pública tranquilidad, sin contar con que en los momentos álgidos de revuelo estudiantil, tuvieron que sufrir insultos y tal cunl ladrillazo, con los brazos cruzados, ya que el arcaico ºfuero universitario" les prohibe el acceso a los centros docentes, que se hallan convertidos en clubs· comunistas en los que no han faltado los discursos de tonos francamente revolucionarios; y esto, en las mismisimas nariceg. de catedráticos y personalidades, cuya misión es impedir cuanto se ha dicho y se ha hecho que no ha sido poco. Para quitarnos sin duda el mal gusto de boca, hemos estado estos días en pleno perí-Odo electoral, no para Diputados que este pronto comenzará, sino para elegir a la señorita que con el remoquete de '•Mi$s España" ha de acudir al concurso que se celebrará en París, y Ver si entre otras bellezas cosmopolitas logra el titulo de ,.Miss Europa". Representando a la belleza hispana, ha !!ido elegida una manchega, coterranea del Ingenioso Hidal'°, que a conocerla hubiera añadido un capitulo más a la obra del inmortal manco de Lepanto, pues seguramente la belleza de Dulcinea la hubiera encontrado--y con razón-muy inferior a la elegida para demostrar lo que es una es·pañola cuando la Providencia echa el resto. Pero en fin cuantos elogios pudiera yo hacer son inútiles y ante vuestros ojos pongo el retrato de Ja favorecida para que juzgueis. Miss ESPAflA de 1931 También y para alegrarnos la vida.- los que somos por dicha o por desdicha ºcabezas de familia"-y no es poco el que por anticipado nos consideren dotados de ese adminículo albergue del cerebro--, hemos pasado largas horas de meditación para llenar cumplidamente las casillas de las hojas de empadronamiento, no sin cierto temor de involuntarios errores, que previamente sancionan en sus textos dichas hojas, distribuidas con aterradora cantidad. Y no es·, repito, tarea baladí el llenar las tales hojitas, que para facilitar las cosas, este año han sido 7 las recibidas en distintos tamaños y cuestionari0&, pues el Ministerio del Trabajo, nuestro admirable AyuntaOiiento y nuestra no menos admirable Diputación Provincial, con breve intervalo de dfas, acaso para darnos algún descanso y recuperar fuerzas, nos han ametrallado con una serie de preguntas sobre nuestros nombres, apellidos, edad, estado civil, puntos de nacimiento, número de .hijos, iguales datos respecto a estos que sus- dignos y amantes progenitores, cuánto ganamos y dónde, si sabemos leer y escribir, a que colegio van los nenes y desde cuando, y esto con implacable machaqueo en las 7 hojas; y como final y cuando lo lógico era que nos pagaran por este trabajo informatorio e indemnizaran por el tiempo perdido . . . dentro de unos meses visitará nuestros hogares un señor de mirada fosca, que llamará a nuestra puerta y con voz cavernosa pronuncia1 a un lacónico "¡¡las cédulas!!", nos sacará unas pesetas a cambio de un papelillo en que solo figure nuestro nombre y .apellidos, edad, estado civil y domicilio, ¡y para esto habér escrito tantas cosas, incluso de carácter íntimo!. Digo al principio que me ocuparia del servicio doméstico, y a ello voy amados lectores. Aquí, se acabó el llamar al gremio encargado de freírnos los sesos y adobarnos los riñones, ºfregonas", ''atropellaplatos" etc., pues de ahora en adelante han dispuesto denominarse "Obreras del hogar" ¿Eh, que tal? As( lo han acordado ha pocos dios al organizarse en Sindicato y a renglon seguido fijando el horario de trabajo, salario mínimo, y dfas de salida y recepción, ya que también entra en su ideario el recibir o ·hacer visitas a tus distin.guida.s relaciones, por lo cual impondrán Ja instalación en las casas dó presta'n sus relativos útiles servicios, de una habitación ad hoc, dotada de pianola, aparato de radio y demás sibaritismos modernos, y a ver quien es el guapo que en los momentos solemnes de una visita se permite solicitar la prestación de un servicio doméstico, como el embetunado del calzado, o calmar la sed solicitando un vaso de agua . Además, a las 8 de la noche dicen que termina sv cometido y tendremos ¡ay! que condimentamos los manjares y servirnos a la mesa y acaso acaS1J hacer lo propio con la Ruperta o la Rufa a nuestro servicio. ¡O témpora! ¡ O mores! Dios os lo pague chachas y corone de gloria a quien ha introducido en vuestras por lo general duras molleras, estas ideas moderna&, tras los años que llevamos de sufriros roturas de vajilla, incomibles guisados e innúmeroa desperfectos en 'el ajuar, con nuestra máxima resignación. Y no habrá lógica en el mv.ndo, si las amas de casa,-nuestras adorables caras mitades, y solteronas contumace~no crean incontinenti, su correspondiente Sindicato, estableciendo a su vez condiciones de admisión de las futuras pretendientes al principado del fogón; opino puee, que debe exigirse a las candidatas, el conocimientó de 2 o 3 lenguas vivas y alguna difunta, exámen prévio de guisos y condimentos, y otro de urbanidad y aseo, y a la que no reuna las debidas condiciones, sin mas apelación aplicarle la pena de inhabilitaei6n perpetua para el ejercicio de su profesión, anotada en carnet, ya que tal do-. cumento de identidad es de uso para todo. La política, en espera de la fecha de primero. de marzo señalada para las elecciones ya de una manera definitiva, los candidatos recorriendo sus distrito& organisando la elección y dedicándose a la busca y captura de votos, el Ministerio de la Gobernación y su titular asediado por estos, ..• y el pais viendo todo ello en medio de la mayor indiferencia, ya que por triste experiencia de tiempos pasados, le ha servido de enseñanza práctica para no ignorar que las ~rtes son un lugar más para perder el tiempo. Veremos si es cierta la tan cacareada sinceridad electoral, y si hay lugar para ella, pues a pesar de las seguridades y promesas, tengo una cierta incredulidad, y no soy solo en este parecer de que acaso no haya elecciones. Poco hemos de vivir si no lo vemos. DeCididamente, no se puede vivir sin huelgas Y llevamos ya 10 diaz sin resolver la del gremio de Artes gráficas (encuadernadores, impresores) pese a la organización paritaria, que por deficiencias de organización o por motivos que no se me alcanzan, el hecho es que van siendo ya mµchos los obreros parados en este y otras ramos. Pasados los frios el tiempo parece que quiere ser bueno 0 procurar la enmienda; el cielo de azul netamente madrileño permite al astro-rey lucir los exprendores de sus rayos, levemente enturbiados al amanecer por los cendales' de la grisácea niebla que hacen adoptar a Madrid un asi>ccto muy Londres, (este parrafito fruto exclusivo de mi imaginaci6n cálida, es de esperar sea acogido por los que supongo mis- escasos lectores, con el elogio que merece) ; pero no hay dicha completa, el campesino eleva sus quejas ante la sequía reinante, halla el terruño endurecido por la helada que le impide la sementera, el médico y el enfermo reniegan de la sequia atribuyéndole el primero los fracasos del éxito profe•ional, y el segundo la duración de sus dolencias. Pero ¡ah señores! acaso no esté lejano el día en que el exceso de humedad sea también motivo de nueetra protesta, que al cabo es condición humana el no estar satisfecho con lo que se tiene. El mundo deportivo se felicita de la rápida curación del guardameta Zainora, a quien un "accidente del trabajo" hizo temer quedara incapacitado para la práctica del deporte futbolístieO; afortunadamente no ha sido asi y de nuevo coaecha aplausos y ovaciones, totalmenté restablecido. De teatralerias nada nuevo; un rotundo fracaso de una compañía de revistas importada de la Argentina, que creyó venir a epatarnos, pero que entre la altura de precios de las localidades, lle! escaso mérito del espectáculo, him que el p.tblico se llamara andana, lo que obligó a la em .. presa a anticipar el cierre y buscar contrato en lugar de mejor acojida. Se susurra que está en vias de realización el proyecto de una temporada de ópera a base de Fleta entre otros div·os; que se U egue a vías de hecho es lo que hace falta ya que la apertura del Teatro Real es cosa que todavía debe ir para largo y ni aproximadamente se dice cuando tendrá lugar. Madrid pide ópera, harto .ya de foo: chtwles y shim.m.is, en una palabra quiere oír múaica.. Bajo las pesimistas impresiones acerca de la salud de la madre de nuestra augusta Soberana, quien ha salido precipitadamente para Londres con este motivo, cierro mi crónica de la decena; que laa malas noticia& puedan convertirse pronto en favorables es lo que hace falta. Se dice que hay crisis, pero como esto se dice todos los días, fuerza es ponel'lo en cuarentena. y con el saludo de costumbre se despide por hoy de sus queridos lectores Enero 30, 1981.