Mis zapatos

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Part of Excelsior

Title
Mis zapatos
Language
Spanish
Year
1931
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
r.:""' "'.""" ~~~=~~~-~~-, f MIS ZAPATOS ~ Y ¿por qué no he de hacer yo lo mismo que tantos y cuantos tomo colocan esta noche, en ~u balcón, los zapatos para que los Reyes les dejen algún recuerdo? Precisamente tengo unas botas nuevecitas, que en cuanto las vean los generosos mÓnarcas, les ván a entrar deseos de hacerme un regalo régio. ¡Ya lo creo! los reyes no pueden hacer regalos de otra clase. Pµes nada. . . dicho y hecho. . . pongamos las baltas en su sitio ... ¡Achiss! Caramba ton la noche, está fresquita .... ¡Ackis! Nada, ya lo cogí. . . Si estos nortes de Manila son deliciosos. . . Se está V . ahogando de calor en su cuarto, abre un momento y .... ¡ Achis! está V. una semana en destilación. Vaya, poquito que se reirían mis vecinas si me vieran en esta o·peración. . . Alrededor de• los . treinta años y poniendo los zapatitos para que me Obsequien los ilusorios reyes! Eso está bien en las criaitturas. . . pero en un hombre hecho y derecho que ya peina canas ..• es decir, que se las arranca ... hablemos con propiedad. . . es risible por demás. ¿Y por qué ha de ser risible? Vamos a ver. ¿Pues qué? Porque haya dicho el romántico Espronceda que los treinta Son la funesta edad ... etc., ¿hemos de pensar todos de igual manera? No señor, yo tengo mis ilusiones todavía y lo mismo. le pasará a muchísima gente; solo que eso de pasar por desengañado, viste rnucho. Si todos tuvieran mi franqueza, ya se ver!a quien las tiene y quien no las tiene. ¿Pero qué es~oy diciendo? Pues si me permito estas declaraciones es porque me entuentro solo en mi cuarto sin que nadie me vea, que si nó. . . ¡Cualquier día se me escapaban tales ino('encias ! ¡Inocencias! ¡Qué tiempos aquellos de inocencias!. . . Entonces me acostaba en mi camita de barandillas para no caerme. . . porque yo daba muchas vueltas dormido. . . y me cogía la mano una criada hasta que venía Fernandito y mientras, me contaba cuentos. . . . unos cuentos blancos, puros, inocentes en fin. . . Los maravillMos y sobrenaturales· hacía. que me lOs contase de d:a. . . Luego, cuando la malicia se iba abriendo paso en mi tierno corazón me gustaban verdes. Ahcra en cambio, ni mano, ni criada, ni cuento. Es verdad que ya los cuentos, sean del color que sean, me importan un rábano. . . Las cuentas son las que me quitan el sueño, haciéndome botar en el duro petate, como si este tuviel:e puntas de alfileres. ¡Solo. . . sin sueño. . . contemplando la mor.1.iecina luz de la mariposa a travéz del mosquitero que me libra de esa turba de vampiros-infa. mes trompetlros!-Vaya, vaya una música!-Preferiría una emprentada por desafinada que fuese. . . Esto siquiera me recordaría las- serenatas que hay en mi tierra por la madrugada ... Los chicos creen buenamente que es el acompañamiento de los Reyes,. . . y yo me reía de la candidez de mis hermanos pequeños; pero me caUaba tomo un pícaro, porque si hubiese dicho algo en son de burla, no me hubieran puesto dulces en las botas y. . . esto no me convenía . Me parece que suena algo. . . ¿si serán? ... Bah, bah! Peni-.amiM.to, haz el favor de callarte y de dejarme dormir, que si las campanas d~ alba me cogen despierto ... ¡Adios, sueiño! ¡Cuantos estarán como yo a es·tas horas! Pidiendo al sueño que venga a cerrar sus oj:>~ '9 sin poder conseguir ser obedecidos! Y es que estos días, el hombre solo, si no se le ha muerto el corazón, nota el v:acío a s·u lado y pide abrigo para el frío que siente el alma, peregrino errante que piensa en una madre ausente a miles de leguas y vé en aquel hogar, donde él no está, un sitio vacío, el suyo, y ve una fisonomía triste, la suya, y una familia ton el semblante n<1 menos pesaroso, la suya, y dos noches solas, tronchadas para el afecto, la de allá y la de acá. Y el que vé todo esto, coloca sus zapatos en el balcón, porque ya no le queda otra esperanza y se agarra como el náuf:iago a punto de perecer, como el condenado a muerte, a un asidero cualquiera, aunque sea falso; el caso es mantener viva la ilusión, y puesto que esta no la pierde el angelito que sueña con los dultes, el colegial que piensa en afeitarse, la niña que quiere ser mujer, Ja jóven que entrevé un partido, el matrimonio que espera un hijo, el militar que vislumbra un ascenso, el comerciante que va trás un buen negocio, y el desahuciado que tiene fe en su médico, tengámosla, que nada se pierde en ello. Y cuenta que esto que a las personas sucede, a los pueblos y a las naciones pasa asimismo". .. Ahí están, para no desmentirme, con s·us zapatitos en el balcón: Rusia con sus soviets, regenadores del mundo a su manera; París esperando extra njeros· que se d.ejen alli los cuartos.; Norteamerica soñando con dar la libertad al Universo, pero bajo S·U bandera; España queriendo reconquistar con el cariño lo que perdió por sus errores; Filipinas esperanzada .en no tener m8.s que un paDellón, pero suyo propio ... ¿No lo dije? Ya repican . .. Imposible seguir con ese mai·tilleo incesante . . . . Arriba y fuera pereza. . . . Quiere decir que oiremos misa temprano. -¿Pero y mis botas? Si yo lag. puse y ha ta sentí ruido ... Buenos dias, vecinos . . . . Pues nada, que puse mis zapatitos al relente y los reyes se los han llevado ... ¿Cómo? ¿Han sido ustedes? ¡Ah! el pequeñín!. . . ¡Hombre, que mono!. . . M.u<:hísimas gracias. . . Al contrario, e&toy agradecidt. simo, porque el nifio se ha acordado de mi y me ha dado una aJegría grandísima con sus dulces. Buenos días. ¡Ea! . . . sin un centavo en el bolsillo, échese V. a buscar un regalito para eJ niño de los vednQs, en pago de su recuerdo . ¡Quién me meterá a mí en jaleos de Reyes Magos! COLETO Grupo de invitados al simpático cparty> dado vo1· la Srta. Lett y Roa, que fué 1m verdade1·0 acontecimiento social po1· la velada qtle se improvisó y en la que tomaron parte las Srtas. Enya Gonzalez, Avelina y Purita Kalaw y la anfitriona.A la fiesta asistieron altas personalidades y tmmerosos in1:itado1C. F'o1 .. - r.sc:F.1.s1on W•·•i••'