Cronicas de Espana

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Title
Cronicas de Espana
Language
Spanish
Year
1929
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
Fulltext
~t-¡¡····~C¡¡¡¡R¡¡¡¡¡O¡¡¡¡Il¡¡¡¡l¡¡¡¡¡C~A~S~EE~E~S~P~A~n~A~ ... ~ .. 1 1 IA ve1·bena celebrada en el Ministerio del Ejé-rcito, la nocbe del 16 de ju:io en honor de los aviadores, ha constituído, como ya anticipaba en mi anterior artículo, la actualidad de la decena. Ha resultado una fiesta bl'illantísima y un verdadero éxito de organización; el público numerosísimo predominando el elemento militar, aun cuando el civil tampoco fué escaso, pero las condiciones del lugar no permitían mayor número de invitaciones, y no fueron pocas las personas que tuvieron que privarse de asistir a este acto, no obstante haber hecho toda c'ase de gestiones para lograr la anhelada invitación. El bello sexo, obligatoriamente ataviado con el castizo mantón de Manila, pl'enda 01·ig·inaria de esas hermosas tierras orientales, sin rival en su fabricación, <'ontribuyó a la brillantez del acto, aportando su presencia, y eran las 7 de la mañana cuando se retiraban los últimos invitados, ... y cuando el anfitrión, el infatigable Presidente del Consejo, se retiraba también, nó en busca de un merecido descanso, sino a reanudar sus trabajos de Gobierno, dob"emente penosos después de las horas agradables que acababa de pasar. El jardín del Palacio de Buenavista merecía esa noche el calificativo de ascua de oro; las guirnaldas de farolillos de colores aclarando los árboles, los reflectores instalados entre los macizos de flores y las estatuas, las cornisas luminosas dibujando las fachadas, formaban un deslumbrador conjunto, contrastando con la severidad ele los tapices y reposteros que omaban ba!cones, pasos, y encuadraban tribunas. D:stribuídos por el jardín hab:a b.::mdas militares, pianos de manubrio, el clásico puesto de churros, varias fotografías instantáneas rifas, horchaterías etc. ; y para que todo fuera completo una inoportuna tronada que descargó un fuerte chaparrón a las diez, se disipó pronto, quedando una noche fresca y agrl!-dable, con el cielo tachonado de estrellas, que sin duda quisieron asomarse a aquella sucursal del cielo, en que un trocito de Madrid se había convertido. La orquestina y el ;azz del Real Cuerpo de Alabarderos acompañaron con sus acordes al animado bai~e hasta bien entrado el día. Un delicado lunch fué servido y los invitados salieron encantados de las .horas pasadas y lamentando que la fiesta no tuviera una repetición . Y sí la tuvo, pues el Gral. Primo de Rivera, . militar entusiasta de nuestro ejército, no queriendo privar a las clases subalternas de tan ag1·adable fiesta, en la noche del 17 invitó a suboficiales y sargentos a disfrutar de la verbena, pero no olvidando que tamhién las familias de ullOI ,. otros tenían deseo de asistir, estas fueron invitadas; en los jardines todo estaba igual que en la noche anh~rior, y los 3.000 invitados que a~istie­ ron, disfrutaron de iguales diversiones que pocas ho1·as antes, sus superiores jerárquicos. Asi se practica la democracia, tan distinta de b. que profesaban nuestros antiguo~ políticos que la confund:an lamentablemente con la populachería. La festividad de la Virgen del Carmen, se ha celebrado con el esp;endor de costumbre, por el arraigo que el culto a esta Virgen tiene, a pesar de su abolengo 2\_ndaluz, entre los "gatos". Por la mañana los marinos tuvieron su aco.dumbrada misa en el edificio del nuevo Ministerio, reuniéndose después la marineria a disfrutar de las delicias de un rancho extraordinario, para celebrar Ja fiesta de su Virgen Patrona. Por la tarde en varios templos salieron las acostumbradas procesiones, destacándose la del Barrio de Chamberí, en la que figuran los típicos gigantes y cabezudos, la dulzaina y el tamboril, disparándose en el trayecto cohetes y ruedas de fu~gos de artificio, siendo la imagen de la Virgen conducida en andas que transportan marinos de guerra. En la actualidad el barrio chamberilero celebra su verbena. y como estamos en la época clásica de ellas, es de ver el trasiego del "cambio de lo~al'' de puestos, carr,:useles, tíos vivos, etc. pues desde San Antonio hasta e~ mes de octubre, las mudanzas son continuas; desde el Paseo de la Florido. donde se celebra la primera tienen que trasladarse al de Atocha para la de San Juan Y San Pedro; de aquí a Chamberí a la del Carmen; el 20 volver a la 1',lorida para la de Santiago, y enseguida a los barrios bajos a las verbenas de San Lorenzo y la Paloma, para finalizar con la de San José de Calasanz, que cada año tiene un lugar asignado para su celebración. El tiempo ayuda a estos entretenimientos veraniegos, pues las noches son digna continuación de los días, en lo que a temperatura se refiere, y el térmómetro es un encanto mh·arlo a las 12 de la noche y verle marcar sus 27 y 28 grados centígrados¡ claro que e~ un consuelo relativo, pues durante el día pasa de los 35. o, enmedio de las maldiciones de los madrileños, que añoran la brisa del Guadarrama, "que no apaga un candil y mata a un hombre", según frase local, y claro es, que al llegar al invierno protestaremos de los rigores de la temperatura, pue¡:¡ es propio de los humanos el espíritu de eterna protesta, y no habían de escapar de ella los fenómenos de Ja naturaleza en forma de calor y frío. Continuamos corregida y aumentada con la "uueromanía", pues en mala hora se le ocu~rió venir a Madrid al Doctor en cuestión, lo que ·por poco origina un conflicto de órden público, pues la muchedumbre puso sitio a la casa en que estuvo alojado el famoso médico, y dia Y no· che estuvieron las inmediaciones de aquella, convertidas en un campamento; hubo enfermo que allí se instaló y pasó cuatro noches con sus correspondientes días, en espera de que le llegara un problemático turno. Para poner el posible orden en aquella avalancha fué preciso el servicio constante del Cuerpo de Seguridad a pie y a caballo, pues entre enfermos, sus .respectivos familiares, mirones, curiosos, y coro general, a tOdas ho1"S.s la. concurrencia era extraordinaia; por haber había cojos y mancos, acaso en espera de que el Dr. Asuero les proporcionara con una simple aplicación de su método, los miembros de que carecían. Total, que el Doctor tuvo poco menos que salir de huída ante el peligro que corría, que la mayoria de los aspirantes a consulta se quedaron a la luna de Valencia, y que aquí continuan las discusiones acerca de si es una cosa seria y permanente, o se trata de una curación pasajera la que se logra por este nuevo p1·ocedimiento médico. reros bufos, qu1za más toreros que muchos de los de 10.000 pesetas por corrida, y .menos bufos que los mismos; en estas corridas vamos viendo además desfilar por el redondel a los lidiadores portugueses, llamados "pegadores" y "Homens de forcado" espectáculo a mi manera de ver poco agradable, pues se trata de la lucha del hombre con el toro de poder a poder, y asidos a los cuernos derribar a la res en tierra¡ afortunadamente los novillos están embolados pues de tener su cornamenta libre de trabas, tengo una leve idea de que los derribados serían estos terriveis y lusitanos "homes". Uno de estos días actuarán los Charros mexicanos, eSpectáculo mas atra~ yente, pues se vé lazar al toro, cabalgar sobre él, y ademas son hábiles caballistas cosa cada vez 'más rara por estas latitudes, porque la afición al hipismo se reduce ya a los 40 H. P. únicos caballos que ~e multiplican por desgracia del pea. ton ¡ en Madrid ya hay 33. 000 automoviles, y encontrar un "simón" es poco menos que imposible. Por \•ariar desfilarán en las novilladas nocturnas, los consabidos argelinos a correr la pólvora, y los cosacos rusos, pues todos los años recibimos estas visitas co!-lmopolitas, y para que nada fa. te terminan estas novilladas con el pueblerino castillo de fuegos, cosa que al vecindario de la Plaza le debe resultar muy agradable sobre todo al que está en lo mejor del sueño, pues el que a la una de la mañana le arreen al pa· cífico durmiente dos o tres descargas y un par de docenas de disparos sueltos, es como para contribuir al fogueo, pero soltando un par de tiros al organizador de este sonoro fin de fiesta. En el Circo continuan actuando los luchadores de greco-romana, estos caballeros de andar hierático. occipucio plano, y mirada contemplativa; ¡y h'umor y necesidad de ganarse el cotidiano condumio se necesita para liarse a tortazos, con la temperatura que se disfruta, y forcejear y darse golpes, con lo bien y comodamente que se está sentado en una meceqora abanico en ristre ... y oyendo a la costílla lo caro que está todo y el problema de economía y de esforzar la inteligencia para mandar a la plaza, a la encargada de salteamos los riñones o de rebozarnos los sesos, vulgo, la criada! . . . Vais a estar de enhorabuena, pues Fleta, nuestro enorme tenor vá a actuar en Manila, aunque En la plaza de toros han dado comienzo los fes- ignoro la fecha¡ tengo la absoluta certeza de que tivales nocturnos a base de las cuadrillas de to- aquellos que ya lo han oido, no dejarán de escuRf'u11iá11 i11.fa11til 1·el<•1'rrrdu 01 nrno de D. En1'Í4JIH' Zoln·I, ¡mm feRtejaT el cumplcwios de rm liijn Fenurndifo, que ,·umplió seiR a1ios. En la fotografío a11m·ecen: El fe~;tejudn con R1fR amigui· ffls lo.~ hijos de loR Src.~: 'l" Brim: (D . Antonio), Rnc<'R, [..,11z11riu.ga, Q11ezon, Pomar, Pe1·ez (D. Lu.·is) CnrtubifM·fe, friarte, R111'in (D. Pedro), Eliwlcle (D . .Joaquín y D. Angel), Ros"les, Caldenin, Di11, J<ahn, Graba y Zol,el. 1A1 Y" fumosísima fuente Arroyo, de /loilo, an· tes y des1méR de que RUS figums de cemento fm•n111 1ni<licamente vestidoR (/ un costo de f;J ,. 700.00- ¡Vayan tmjer.it0Hf-V<t1'<1 no ofender a la mo1·f1l y cumplir al 1111'.imo. tiem¡w mw de tus elementules obrns de misericordfo: Vestir <ti clexn11do . ......, DE ILOILO Gi·upn de simpáticas y d11sting11idas se1ioritas, organiw· clonor de un baile, que 1·cs11ff,j un 11crdodero acontecimie11to social po1· la nume1·osa y se· lectn concm'1·encia que n~11dió. De i::quiercla " de1·echn, senl(I· claR: Srta.<:. Curmencita Ru· cho, Asun~ión Fernández !I Morfo /nni: de 1>ie: Eugenia. Ro<:hu, Teoclora Tejido y Ca· simfrtt Fernárule: ':. <'harlo de nuevo y pa1·a los que sea desconocido, procurarán repetir, una vez hayan disfrutado de su debut; sin que pretenda actuar de crífr•o ¡Dios me 1ibre de ello! una de las operas en que para mi gusto está mejor este baturrico, es en "Carnwn", obra que supongo llevará en su repert~do, y si mi consejo tiene algún valor. dcbe:s oírsela, y felices los que disfruten de esta nota de arte, pues aquí tenemos que contentarno,::: con las estridencias de !os por desdicha numerosos ja:.::.:-fiand, alternando con las melancólicM notas de Jos tangos argentinos, en Jos que no logro salir dt> una duda horrible: la de no sabe1· qué t:enen pe~r. s! la letra o la música; esta dcs,'.e luego ei-; deplorable, pero .... ¡hay ·que ver la letrita ! y todavía algunos ridiculizan el canto flamenco, p< r lo de la puñalá, er sim.inte1'io, "mi pare con fo le11y11a f11era ngoni1wndo en su t·atre". y cMas parf'cidas. Pero señores, ¡no hay derecho a colocarnos la historia trágica de la mi/onga, y de la pi-i•a, aderezada con cocaína, morfina, y demás estupefatientes como ahora se llama a este conjunto de marranadas olibles' y . bebestibles! Además, señores, además, nuestro Cantimploras ROCES & Co., INC. her:1ico CuE>rpo de Menegildas, se dedica a martirizar nuestros o!dos con 1os tangu:tos en cues · tión y hay patio de vecindad en que a la vez cinco tiples ( ?) nos destrozan el timpa no con "\ tango qt1e ef'té a la orden del día; mientras el aroma a {·hamusquina que se aspira, dá a entender c¡ue la filarmonía y los deberes culinario"• son fran-~amente incompat'bles. Se ecl:a uno a la calle en busca de un relath·o descanso auditivo, y lof altavoces, y los quinteto . .- de ciegos con a~ompañamiento de canto. qne a veces corre a cargo .de- una respetable dama en meses mayores, continúan nuestra tortura martil'ando el oído, en especial con aquello tan manido de "R1 '111ow1". ¿No la conocen Vds?, pues que sea enhorabuena, pero como oigo que empieza a preludiarla un gramófono cercano, salgo a la calle de estampía y doy fin a mi artículo. UN 8EÑOR flE LA CORTE.