Excelsior

Item

Title
Excelsior
Issue Date
Numero 917, Ano XXIX (Noviembre 10, 1931)
Year
1931
Language
Spanish
Rights
In Copyright - Educational Use Permitted
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pro'Pincias ALBAY EN FIESTAS Fs cosa admitida, hasta el extremo de haberse convertido en axioma, que la vida provinciana es de suyo monótona y tranquila. Esto resulta o no verdad, según como se entienda eso de la vida monotona y tranquila, que aun en las rnisma111 caoitales hay cientos, por no decir mi-. llares de ciudadanos que, alejados por completo de relaciones socialas y de fiestas, lleven una existencia tan quieta, que comparada con la vida de algunas provincias resulta insulsa y aburrida. Pero esto es la excepción, desde luego; la regla es ¡claro está!, que la vida provinciana no puede compararse en punto a diversiones y fiestas sociales, con la de la capital. Sin embargo, hay épocas en que adquiere una inusitada animación y se echa, como quien dice, la cas0a por la ventana. Esto ha ocurrido con las fiestas de Albay y Legazpi. Su rumbosidad, las procesiones concurridísimas de Cristo Rey, que han patentizado la ferviente fe católica del pueblo bicolano; las fiestas del afamado 11Bicol Meet"; la inauguración del "Albay Country Club" con grandes bailes y concursos deportivos; la toma de posesión de las nuevas autoridades de la provincia¡ la cena, seguida de baile, nunca tan concurrida y espléndida como ahora, de la Cámara de Comercio Internacional; el baile de los empleados del Banco Nacional, también muy concurrido y animado¡ la boda de la bellísima Srta. Remedios de la Sierra, son una prueba de lo que al principio decimos y parecen dar un mentis a la crisis tan honda y prolongada que sufrimos. Y es que este pueblo, sufrido de por sí, sabe amoldarse a las circunst&ncias y quiere vivir alegre y divertido, sin abatir el ánimo ni dejarse arrastrar por el desaliento, pues confia, siendo como es muy cristiano, en un porvenir próximo más grato. Pero también trabaja. El número de los barcos de altura que vienen a recoger nuestros productos ha aumentado este mes, llevándose miles de toneladas de copra. Los muelles rebosan animación; cientos de obreros, en 'largas filas indias, con sendos sacos de copra sobre sus hombros, van de los almacenes a los barcos, que no pueden contener y acondicionar en sus bodegas ' los millares de sacos de dicho producto que en ellas depositan. La canción del trabajo resuena triunfadora, y es vida y movimiento y promesa cierta de que lo indispensable y aun lo superflueo no ha de faltar en los hogares de los humildes, porque la labor es remuneradora . Baste decir que por coser un saco de copra se paga hoy igual que en los tiempos mejores. Dinero que se reparte entre muchos, así se comprende que los obreros levantaran espléndidos arcos el d!a de la fiesta en la calle de los almacenes, ayudados indudablemente por sus patrones, con los cuales están a partir un piñon, señal de que la crisis no les alcanza a ellos. Más vale así. MAYON. _____ , _________ .,. 1 LA PALMA DE MALLORCA HOTEL Y RESTAURANT PANADERIA Y REPOSTERIA ~ Especialidad en el servicio de Banquetes para Bodas. Bautizos y cualquier lndole de fiestas E•paci,,.o y Ventllaclo Sal6n Para Grande:r Reuniones, Baila y Fi~:rtas. ~ 1 JUAN GALMES, Propietario MANILA ¡ 2-33-60 SOLANA 187, INTRAMUROS TELS: ! 2-33-69 -------ALBAY EN FIESTAS La Srta. Remedios de la Sierra y el Sr. ~ ntonio Costosa después de lw ceremonia d¡: su enlac<, solemnizado en la I glesi!z Pa?Toqu,ial de Legq,zpi, el dia 12 de octu.bre último. Avudrina?4on a los cont·ray¡enf.es, la aeiíora madre de la novia. D1ia. Juanita Vda. de ·la Si~rra, y don Otistobal Cerque!la, Comandante lnspecto1· de la Constabularia en la Región Bicolana. Padrinos de velo: La Srta. Conchita D iaz y don A n-!~mio Alvarez Ortiz, ~co~pañados de las n~~ 1 ias Julita Cerquella, Peggy A lvarez y R. Tor(l)ya. Lai·ga fila de obreros t.raspo1·tando sa('08 de copru,, desde los almacenes de la Comvaliía General de Tabacos de Filipinas, al vCQJor "Kentucky .. , andado en el 1mc1·to de !Jegazpi. En el inserto: Los ob·reroa cargadores en el pantalán.
A legre gritJM de los invit.ados a la fiesta dadll. en s11 residencia vor la Srta. Feli Roxas, en fo, que la anhnación y entusiasmo no. decayeron hasta la madrugada, hora, en q11e terminó. alwmnos de dicho instituto,
Boxeo: Lo que se esperaba ocurrió. Little Pancho, en excelentes condiciones y debidamente entrenado para un encuentro ·de 15 asaltos, propinó al Uamado tigre O'Connell una paliza estruéndsoa no dejándole ganar ni por una casualidad un solo asalto. Este nuevo triunfo de Panchito, ha pues o contentísimos a todos sus e.dmiradores y en pa ticular a dos o tres de sus panegiristas, los ~is­ mos que han protestado en sendos a-rt~ulos, contra: dicho encuenti·o y que han pucE:to como base de su contrario parecer, el hecho de haCerJe pegado una primeI a vez. Estos trovadores de Jos méritos de Panchito, cada vez que 1o men· cionan lo hacen a tambor üatiente, diciendo que es el tercero de los pesos moscas en el mundo, sef;ún la para mi descabellada clasificación hecha por la "National Boxing Association". ¿Me quieren decir esos señores, a que boxeador áe calidad ha ganado little Pancho, para qce s ~ le clasifique en tercer lugar de un peso donde figuran púgiles de la talla de Nudget Wolgast, Newsboy Brown, Speedy Dado, el francis Eugcne Huat, Young Pérez, el tunecino, que acaba de despachar en dos asalt:oS al llamado campeón Genaro y al mismo Young Tommy? No niego, sin embargo, que Little Pancho sea un boxrador excepcional, tanto en la ddfensa como en el ataque; pero no posee Jos factores puñetazo y resistencia, d~da su delgada complexión, que es lo que debe desarrollar si tiene la intención de invadir los ruedos americanos para luchar con púgiles de la talla que he mencionado y no con las ºde pobre calidad que tenemos aqui. Una vez en América y con victorias a su favor, e'!I cuan· do la Comisión Nacional de Boxeo, podría. en justicia, clasificarlo. - - 0 0 0 - - - Foot-l>all: El Domingo pasado tuvo su final la lb.mada Liga Internacional, en la que tomaron parte cuatro equipos, el "ln!titute of Accounts", la "Peña Ibél'ica", el uPhilippine Chinese Collegians" y el del 11 Bohemian Sporting Club". Con Ja disolución de tres equipos que tomaron pnrte en la Liga pasada, el del San Beda, el Phil:ppine Columbian y el Aurora, los nuevos equipos del "Institute of Accounts" y la de Ja 11PE:ña Ibérica", asi como también el del Bohemian, han quedado remozados con los jugadores de aquellos equipos, prometiendo la próxima Liga ser interesante, si se consiguP que en la misma juegue el del Nomads y probablemente el del Casino, los cuales serán inVitados por los dirigentes de la M,A,F,A. Como se esperaba el equipO del Bohemian salió vencedor en la Liga Internacional con dos partidos gandaos y uno empatado; los uPhilippine Chinese Collegian", demostraron su adelanto en dicho deporte al conseguir el H!gundo puesto con dos ganancias y una derrota; el ulnstitute of Accounts" con una victoria y dos pérdidas quedó en tercer pu~sto; el equipo de la Peña Ibérica, solo obtuvo un empate con dos derrotas, debiéndose este resultado no a la mala calidad de sus componentes, todos ellos excelentes jugadores, sino al poco acoplamiento entre los mismos por no haber jugado juntos antes. --000---Hípica: A pesar de mis numerosas gestiones para !levar a cabo una carrera especial entre los famosos caballos "Gaucho" y uHandy" y decidir la supremacía entre les mismos, por motivos que no son del caso referir, es un hecho .que el destino tiene sus designios y en la presente ocasión, se puede decir que uno de ellos ha favorecido mis deseos, ya que, informado de buena tinb, puedo asegurar que para las carreras del día 30 del presente, figu1·a una de 1-1 !4 en la que corterán dichos caballos con el mismo peso: Exactamente lo que yo estaba gestionando. Y o como siempre, escojo a "Handy" como vencedor. ,.,_,_·--·--·-·-·--·-·--,---t 1 Una jícara de CHOCOLATE 1 1 "LA INDUSTRIAL" 1 1 1 1 por las tardes, es una merienda ideal. 1 ó-----·-----,-----o0o
Desde el alto promontorio que dominaba la ex· planada tendida a sus pies, los dos amantes contemplaban, con el corazón en los ojos, la casita reluciente y nueva a In que hacían la guardig, dos robusks mangales que se alzaban altivamente én el dintel. Más a11á el mar se inmergía en la febril sutileza de los cien matices de un crepúsculo de claridades evanescentes. Carmela se hallaba sumida en la beatitud de aquel silencio preñado de ensueños de novia don.de la mente interpelaba locamente ingenuas preocupaciones de esposa. Manuel apretó suavemente el talle inquieto que su brazo enlazaba y señalando con la mil'8da el valJe donde ya empezaban a arder alguna'i hogueras, dijo: -¡ Es el amor! . . . -¡Es el hogar! .. . -murmuró ella tremante de dicha. Sobre el mar surgió la primera estrella de Ja tarde . Allá lejos, a la media luz del crepúsculo, la saya rosada de Carmela parecía un girón de alegría sintetizada. Muchos años pasaron y ya la casita había perdido -el brillo de sus cañas; un tinte obscuro fué tiñendo las nipas de su tejado . Los campos aurarilleaban cubiertos del grano preciado. Carmela, a quien la maternidad había robustecido, presentaba el tipo de la campesina sana y guapa ¡ sus ojos habían cobrado la serenidad de las campiñas y sus brazos morenos y prietos honraban al trabajo sin vacilaciones . Seis criaturas coneteaban sin descanso en torno al hogar durante el día y ella, terminado el trajin diario, invariablemente, a la puesta del sol. se apoyaba en el quicio de la puerta y esperaba el retorno del compañero. Estas almas buenas y sencillas no conocian el hastío y jamás desearon un cambio de costumbres ni siquiera una pequeña transición que les revelase la novedad de una emoción indescifrada. El amor y el trabajo compendiaban la dicha de su vida apacible y humilde como las aguas de un remanso escondido. La labor y la economía de largos años les concedió el orgullo de saber que sus hijos estudiaban en colegios y universidades de Manila y los dos esposos, en sus horas de descanso, recordaban a los ausentes y la satisfacción no les cabia en el alma al pensar en lo mucho que sabian "aquellos niños" y en lo que llegarían a ser-lo que no ellos, pobres ignorantes apegados al trabajo manual. · Cuando se avecinaban las vacaciones, durante la Návidad o la Cuaresma, se reunfan los hijos en la vieja casita y la madre se esforzaba en hacer primores en la cocina y los dulces y las acharas se confeccionaban con delicadeza suma. Mas como dioen que "no todo es de color rosado en este mundo", también a Carmela le llegó el turno de contemplar la parte negra de la vida Y así fué al morirse Manuel, el compañero fue. te y abnegado. Y esto cambió por completo las co"sas. Pasado un tiempo--el del dolor que aniquila al hombre-la muerte del padre pareció ser Ja señal de una desbandada general . Los hijos demostraron más voluntad propia y los consejos de la madre no ten(an ~ el mismo poder persuasivo de antaño. Las chicas, que anteriormente no se atrevían a hacerlo ante lOs ojos del padre, se pintaban el rostro sin temor y sus movimientos eran más resueltos, tenían cierto aire de rebelión incontenida. La madre, sumida en su aflicción, no se daba perfecta cuenta del estado de las cosas hasta que en ciel'ta ocasión, en un momento en que su mente se hallaba más despejada, vió claro. ·Fué un d:a cuando todos, terminado el curso escolar, se hallaban reunidos en la pequeña sala de la casita que unas manos femeninas habían engalanado a tontas y a locas: cortinas vaporosas, cuadros de un colorido ridículo, fotografías de estrellas del cinema, flores artificiales, etc., tantas cosas que parecian reírse con sarcasmo de la estancia. -¡Ay, hijos, si vuestl'o padre viviese y vi· se toda esta balumba de objetos con que habeis llenado la casa !-objetó la madre a quien aquello le parec:a una profanación. Le dolía mucho el cambio rápido de aquel hogar que .él y ella habían soñado siempre tan sencillo y mcdesto como sus vidas. -¡Bah! Madre, por Dios. Tú serás siempre anticuada, pero nosotras no. Causa grima el vivir en una casa desnuda que parece la celda de un monasterio. En Manila, ¡ay, si tu vieras lo que hemos visto! Pero como nunca estuviste alla. . . ¡Claro !-replicó una de ellas con un dejo de superioridad despreciativa. -No, no es porque mamá sea anticuada que no pueda acostumbrarse a esto. Es que mamaíta no comprende lo que es el Arte. Como ella no ha leído mucho ni ha estudiado tampoco... ¿No es verdad, mamá mía ?-repuso uno de los hijos cruelmente indiscºreto, sin pensarlo, y acercándose a su madre con una caricia. Carmela sintió la intensa punzada de aquellas palabras dichas sin mala iptención. Y, así por el estilo, a menudo se repitían escenas parecidas donde los hijos hacían alarde de sus conocimientos y la madre sufría en silencio mientras zumbaba constantemente en sus oidos la frase "¡No comprendes! ¡No comprendes! ... " y el día mas aciago fué aquel en que sola ya en el hogar, pues los chicos se habían marchado a reanudar los estudios en Manila, sintió la vacuidad enorme de su alma. En el silencio ingrato de aquella muerta soledad, lloró desconsolademente la falta del esposo, la ausencia de los hi~ jos, de aquellos que a pesar de herirla con su saber amaba locamente. y cierta tarde en que, como de costumbre, apoyada en el quicio de la puerta parecía esperar la llegada del aquel cuyos pies ya no vólverian jamas a hollar el camino conocido, vió dibujarse en la lejanía la silueta de un hombre que se iba acercando. Su corazón palpitó locamente. Creyó por un instante, y con un extraño deseo de que así fuese, que era él que volvía compadecido de su soledad. Cerró los ojos y se apretó el pecho con ambas manos. -Buenas tardes, Carmela. Aqui tiene esto.dijo una voz de hombre extendiendo al mismo tiempo una carta. Ella se estremeció y abriendo los ojos reconoció al cartero del pueblo. ¡ U na ea rta para ella!. •. Perdida en sus íntimos pensamientos tenía la carta olvidada entre las manos . Poco a poco sus ojos volvieron a contemplar el sobre de color gris perla y a duras penas contuvo un sobresalto--carta de su Lina, la menor de sus niñas. ¿Estaría enferma? ¡Oh, Dios de bondad! ... Sus manos trémulos· desgarraron el sobre y sus ojos descifraron . lentamente su contenido . Las piernas le flaquearon y dejándose caer sobre eL peldaño de piedra de la escalera, abatió Ja cabeza como un pájaro enfermo. "No comprendes. . . No comprendes" las mismas palabras danzaban infernalmente en sus oidos, en su oerebro, en su corazón,. "------------------ y cuando recibas esto nos hallaremos en Baguio y después nos iremos al Japón y de allá, quizas, a otros sitiOs más. Alégrate, madrecita mía, 1porque soy feliz. Si no te lo participé con antelación ha sido porque temía que no comprendieses; que no ·negaras a comprender unos amores rápidos y una boda más rápida aún . Pero no te preocupes que ya le co-.nocerás a mi Johnny cuando vayamos por alli. Además de guapo, él es rico y muy bueno. Adios y cuídate mucho. Miles de besos. Te adora tu, LINA De cara al mar, desd~ Ja cima del promontorio, Carmela dejaba correr Ja amargura de su cora2ón en un llanto lento y quemante. La brisa vespertina agitaba entre sus dedos el pliego blanquecino de Ja malhadada carta. "¡No comprendes! .. . ¡No comprendes! ... " era la tortura ante la cual su ser se rebelaba con un grito de pasión. "¡No comprendes! .. . " Si, quizás, había mucha verdad en ello: ella no comprendía . Ella, triste campesina, había sido siempre para sus padres y su uposo un ser sumiso; humilde en sus esfuerzos de alzarse hasta sus deseo·s, fuerte y severa en su resignación. 11¡ No comprendes!"-y toda ella se retorcía de dolor al penetrar en la amarga verdad de aquellas palabras. Ella no era más que un miembro disgr-egado, extraviado. de una caravana que hacía un siglo había pasado de largo dejando sólo tras si la leve estela de un polvillo. áureo que más tarde otras caravanas, siempre nuevas, habían ido borrando poquito a poco. Como las sombras que envolvían sus pensamientos, la noche fué desdibujando lentamente el perfil de mujer que se destacaba en la cima del promontorio. En el último, fugaz destello de luz su falda negra ondeó en Jo alto como el vH!jo estandarte de un -imperio destrOzado, largo tiempo muerto. Ermita, Octubre de 1931.
CONFIANZUDOS :C.~cir de ellos que son una plaga, es poco todavla. No hay calamidad comparable a la que nos cae con un amigo confianzudo. Por .lo general, los que somos, asf, de poco más o menos, estamos casi libres de esta clase de sujetos. Y digo casi, porque no puede a&!gurarse en absoluto que de vez en cuando no nos~ coja alguno por su cuenta. Pero los más castigados son los que por su posición oficial pueden hacer favores. Para esos no hay más que gente que procure tratarles con la mayor intimidad. Viste tanto· eso de decir "¡Oh! ¿Con don Fulano? Lo que yo quiera ... Precisamente somos uña y carne ... " Y se quedan cortos los que tal aseguran, porqc.e, no uña y carne, sino entre uña y carne se colocan, haciendo de padrastros. Desgraciado de aquel sobre quien ponga los pµntos un confianzudo. Confianza tendrá, y tres más. Los confianzudos se dan a conocer desde el primer momento, por el aire de franqueza con que lo dicen y hacen todo. Desde el punto y hora en que os designan como sus víctimas propiciatorias, preparaos a ser graciosos, talentudos, ocurrentes, oportunos y a recibir cariños~ simos pelizcos ·en los brazos, estinjones en los hombros, palmadas en las espaldas y hasta cachetes en los carrillos y puñetacitos en la barriga. El que consiente estas afectuosas demostraciones es hombre perdido. Ya no hay tranquilidad posible para él. Detrás de esto viene el tuteo o, por lo menos, las tentativas, y en seguida ofrecimientos cie favores que no se les piden, para estar a la recíproca cuando haya que pedir algo gordo. Para los confianzudos no hay en la vida puer, tas cerradas, horas de comer ni de dormir, ocui>aciones ni secretos. Por todo pasan y todo lo atropellan: con decir: "Eso no va conmigo, yo soy de la casa," creen que han cumplido. Llegan a vuestro domicilio, os pescan en cal- · zoncillos, o en el baño, o en otra parte donde no quereis que os molesten; pero es imposible contenerles. Entran gritando: "Soy yo; conmigo- no hay cumplimientos que valgan¡ o hay confianza o no la hay." De seguro que las más de las veces os entrarán ganas de contestar: 11¡ Pues no la hay ni la quiero, ni me hace falta"; pero la consideración os sella los labios y, encima de estar violentos, teneis todav:a que darles las gracias. Y os acompañan a la calle y os echan la mano por encima del hombro, pi.ra que la gente vea que gozan de gran predicamento y pueden permitirse toda suerte de libertades. ' Hasta que l~ga el momento. que pudiera llamarse suPJ·emo. Que n el de solicitar_ algo, valiéndose de la influencia de los amigos con quienes por todos estos medios se ha llegado a tener confianza. 1 Y que no se saque raja de ellos, que ya les ha caído la lotería a los pacientes! Porque entonces se volverán las tornas y andarán por ahí echando constantemente en cara lo que han hecho. -Mire V.-me decía uno de estos confianzudos el otro dfa--que no recomendarme ese hombre, cuando yo le trataba como si ft:era mi hermano, que le' he dado la ma.t• de cigarrillos y le he pagado el tranvía lo menos seis veces, que cuando he tenido un apuro. he acudido a él con prefeñmcia a otros, dándole asi una :pruiaba de mi amistad, salir ahora con que no me ayuda. . . Eso para que crea V. en loS amigos ... ¡Vivir para ver! A lo cual no se me ocurrió contestar otra cosa que ... -Eso digo yo: ¡vivir para ver! M. ERREA. ¡- J. A. NAVARRO --1 1, f'ara- FOTOGRAFO 1 BANQUETES, BAILES BAUTIZOS Y PARTYS 1 INFANTILES Llame al 1 TELEFONO 5-64-67 1 ¡ A. lllabini 616 Ermita I +---------
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DISTINGUIDAS PERSONALIDADES QUE HAN LLEGADO POR EL "PRESIDENT CLEVELAND''. ( A(mjo) El Hon Juez TeodOJ"O cm1 sn selionr. La 81·0. del Co1·on<'l Lu.cien Swect, n quien fu.er<m a r(~cibir ni Piff 7, :m espo.<:o el Coronel Swe.et y la familia del Coronel Bowei-R. ....,.. ........ El coronel Nance con su señm·a e hija. Sra. de don Mareos Roces con su hija Isabel........,
Do.< mesas del " Lnuriol D011zri11I" dC1do ¡>Ol' D. Joaq11fo Bul inori y sn disling·11 ida se1iol'«, en el Cosmos C l>1b, " /u q11c conPlllTieron 1 ,,.omine11tes ¡iel'sonol·idGclcs y bellas seitol'ifos de lo socicclorl cosmopolita. Unu foto ele/ anhnodo !Jai/e.
Grupo de socias y . -;ocios de lu Socicd~d Electa con su1 invitados, al baile tnen.<rnal que se dió en los salones de la Pe1ia l bfrica, que fué un verdade1·0 acontecimiento Racial dudct la animación y ln aleg,.ía que en el reina1·on. I'a.uti.zo y confirrna.ción clcl niño José Sulvado,. L<we11zo Vaca y ronfirmación de las r iñ~ s M (1 rfo d e la, A sunción y María de los· A ngeles Vaca. En la fotografía aparecen con el oficiante, Monf'. Finnenrnn.11, los padrinos, el Senador Qu irino con s11 seiiora y fo, Sra. de Strauss; los 1 md1·es de los nilios, Srex. de Vaca (J. M.) y algunos invitado~.
,. .. l.a,s C(res Primds .... Adela, Oiga y. Elvira, son primas. hermanas. Las dos primeras,· hermanas ambas. • Todos los años, alternadamente, Adela u Oiga, pasan el verano con s1,1 prima Elvira. Los P•?IÍ• de ésta poS!!en un buen hotel d• viajeros y aunque la chica, por razones fáciles de comprender tratándose de dos señoras muy ricás, vive con sus tias, mientras la prima en turno para el veraneo, Elvira también se aloja en el hotel de sus padres. Un hotel ·provinciano siempre es algo triste. Viajantes-esos hombres heróicos y modestosque se detienen un par de dias a to· sumo. Gente de paso que hacen noche en el lugar. Y algún huesped "fijo", generalmente hombre ya entrado en años, de vida metódica por la fuerza del ambiente, o porque su trabajo lo exige. Cuando Elvira y su prima llegaban al hotel a pasar los tres meses de verano, cambiaba el aspecto de aquel como si lo volvieran del revtl!s. Se ofan risas, sonaba el piano, los camareros andaban rápidos, el menú participaba de la alegT!a del cocinero y los balcones del hotel eran blanco de las miradas de los -.siduos al Café de enfrente. En veÍ-dad que los hombres somos como chiquillos ante las mujeres. Su sola pres-encia alegra nuestro espfritu y no hay neurastenia, ni madurez de años, que resista a la cura mágica 9ue envuelve el at:'!Cto de una de ellas. Yo ncomiendo a mis lectores que si cualquie;.· azar de la vida, sea cual fuene, hace decaer su espíritu o inunda su 'alma de tristeza, que no llame al médico, porque es inútil. El tiene la curación en sus manos. Que repase de entre sus amigas, la que más llene sus gustos y que emprénda, sin desfallecer, la tarea de conquistar su afecto. Que no le acobarde si en las primeras escaramuzas, le dan una paliza. . . Que siga persiguiendo su objetivo, aunque-y ello es muy dudoso-no lo logre nunca. Que llegan, en fin, como antes he dado a entender, a 11crearse una ilusión." Ese ~s el secreto. Y sigamos nuestro cuento. Don Cárlos, era un huesped "fijo" del Hotel de los padres de Elviro. Sus cuarenta y tantos años, su vida muelle, sus "bastoneas" ya lejanos, le tenia:p. en ese estado un poco insipido en que los hombres ncs colocamos, cuando ya nuestro caballo corrió demasiado y no sabemos lo que queremos: Si que ncs dejen en paz o nos den . una tanda de latigazos que nos haga correr a la fuerza; . . Desesperante! Pero cuando llegaban las dos primas al hotel, don Cirios sentia, como todo el inmueble, la influencia de la bocanada de frn~ura y alegrfa que sus juventudes 1i:l'l'adiaban~ Y, don Cárlos, aquí inter-nos, era lo que se llama en andaluz uun camándula", que llevaba a la práctica aquel sistema curativo, que antes hemos recomendado. El prhr.er año, ule puso los puntos" a la mayor de las primas, Adela. Y el resultsdo no fué del todo desfavorable. Adela le cont6 sus amores con un poeta y juntos recitaban un madrigal que aquél le dedicó ... Al segundo año, Elvira-diez y seis años yase dió cue11;ta del gran interés de don Cárlos en que volviese Adela. Pero ello era contra la eostumbN y Elvira tuvo buen cuidado de que don Cárlos comprendiese que había de venir Oiga. Porque le correspondia y porque ella procuraría que así fuese. . . ¿ Celillos ! Y vino, efect.ivarrente, Oiga. Y entre ella y den Cárlos se estableció enseguida una gran C'Orriente de sim.patia. Lo de siempre. ¡ Le habla hblado tanto Adela de él. .. ! Oiga era más bella que Adela, mejor dicho, Adela, aunque. más romántiC'a, no era tan bella <."orno Oiga. La simpatfa entre Oiga y el huesped, llegó al 1~ mite de s.u trayectoria ... Elvira, Hla .dueña de l~ casa", porque Eh·ira con su geniecillo un poco dominante y su cultura muy superior a la de sus padres, mandaba ep. toda su familia, se apercibió enseguida de la mútua atracción entre don Cárlos y Oiga ... u¡ Demo· nio de primas ... !", dijo un dfa la chiquilla, ante don Cárlos, sin poderse contener. Llegó el final de la temporada veraniega. Oiga regresó con los suyos, al otro lado de la costa : y el hotel volvió a sumirse en su tristeza babi· tual, los camareros a dormir y a bostezar, el piano a esperar en un ángulo de] salón, el cocinero a repetir el menú, que era un martirio, y don Cárlos a las novelas y a retirarse temprano, después de escribir algunas noches un par de postales a sus amigas Adela y Oiga. Nueve meses de descanso. ¡ Los tristes nueve me!es de todos los pueblos españoles ... . ! Pero llegó la Primavera. Se acercaba el Verano. Don Cárlos se vistió ya de claro. El hotel comenzaba a tener un poco de más vida. · Uno de los primeros dias de mayo, apareció por allí Elvira-¡dies y siete añol ya, lector amable !-Hacia el día quince venía todos los años una de las primas. Elvira era, bueno es decirlo ya, la más bonita de las tres y. . . ¡le tenía un.a. rabia a don Cárlos ! Al verla éste, le pregunto: -Estamos en mayo, Elvirita. ¿Quién viene este año, Adela u Oiga? ¿A quién le toca ... ? -Ni Adela, ni Oiga-respondió Elvira, poniéndose seriecita. Tal vez vaya yo a pasar el verano con ellas. Este año, señor don Cárlos .. . ¡me toca a mí! EUGENIO DE LoREN A. ·=--------------------------~-----·'" 1 . DESPUES DEL EJERCICIO 1 1 · NEKO . . i . Es la primera ayuda qUe debe prestarse al cuerpo i después de un vigoroso ejercicio físico. La rica y abun1 1 ~:n~~1!ª~~~~~t:8 l~~~i~::d~f~o ~~ªK~;a~~~:rate n~\u~~1r~:n 1 apreciada por la gente más refinada. 1 1 "fl, y 2''/c mer. iodide 1 UN PRODUCTO DE PARKE DAVIS Y CIA. BOTICA BOJE: Agentes en Filipinas ·---------------~---·----------··) ·>-·--------------------·--------r ~ AllÑI' 1 zapatos para Tennis 1 ¡. No.68 DE LONA CON SUELA DE GOMA PARA SEÑORAS Y NIÑOS ........ . ... .. . . . . . . .. . P5.00 DE LONA CON SUELA DE CREPE PARA CABALLEROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PS.00 ¡ 1 ____ c_.· ALKAN, INC. CEBU . MANILA ----------------- DAVAO
l.ínea de recepción del baile de anivenar io dado vor el Norluzonfo en el. Alcrnilu Hotel. De i.zq11ierda u dere<"ho: Sr. Pimentel, Srta. Helen Bennett, Rep1·esentan.t;e Lizardo, Sr tu. Rosario Sison, Sr. A. Agcm, S1·ta. A'nita Udarbc, Sr. M. Liclurnco, Srto. Catalina Barrcto, y el Sr. R. Ban eto. Gr11110 de damas que a¡.¡istiM·<n1 a la junta convocada po1· la. se1lm·a del Secretario Alunan, vresidenta. del comité de la varticipación de las da.mas filipinas en la cam pmi..o del C1tvít·1do P.il iV'i110 de la Cr11z Roja A m eriMHR.
Lo que debo a Tomás Alva Edison Poi· WANDERER George Bernard Shaw, ese estupendo interrogante inglés, que es a veces piquete demoledor y otras pala constructiva, tuvo la hurnoradagrandiosa como- tod~ las suyas-de publicar el año pasado una lista de ocho hombres, &· quienes él llama "artífices de universos", de les cuales s6lo uno existe aún, a saber: Pitu.goras, Arfatóteles, Ptolomeo, Copémieo, Galileo, Kepler, Newton y Einstein. El único superviviente es, desde luego, este último. uEstós gran4;1es hombres-según este sAowman Shaw-han sido los artlfices de un lado·de la humanidad, que tiene dos lados. Llamamos a un lado religión y al otro ciencia. La religión siem.. pre está bien. La religión nos protegle contra el gran problema que tenemcs todos que afrontar. La ciencia siempre está mal: es el mismo artificio de los hombres. La ciencia jamás puede re! soJver un problema, sin suscitar otros diez problemas más". Pero digo yo ahora, de qué me sirve toda la sabiduría acumulada de siglos por estos ocho grandes hombres, toda su ciencia abstracta, toda su matemática pul'a, comparada con los descubrimientos prácticos, las invenciones útiles de un solo hombre, el uBrujo de Menlo Park", Tomás Alva Edison, que acaba de bajar a la tumba, la decena antepasada, en Nueva Jer&ey, a la edad de 84 años, equivalentes en realidad de verdad a unos 153 años, computados a baee de" la actividad regular de un individuo, que trabaja ocho horas al dfa, se divierte o cree divertirse otras ocho~ y duerme las ocho horas restantes. Los dos más grandes pecados de la humanidad para Edison eran el comier mucho y el dormir mucho. El comía muy frugalmente y tenfa bastante con cuatro horas de sueño al día. Al cumplir sus 65 años, cuenta uno de sus biógrafos, se figuraba que había llegado a 115 años. "Esto es---.explioó--tréajando como los dtros hombres, he hecho lo suficiente para que yo tenga 115 años. Espero seguir trabajando por 20 años más, que computados a base del promedio rle trabajo diario del hombre, me darían. 155 años. Entoncies es cuando podré jugar al bt-idge con las mujeres". ¡ El hombre, pues, que "iluminó el paso del progreso humano con sus invenciones" vivió sólo un año menos de lo que esperaba vivir! No era de la clase de científicos puros con grandes conocimientos matemátiaos y filosóficos. Su habilidad estaba en su genio inventivo, que sabía aplicar, como el Que más, una verdad cientffica a un fin práctico. En este concepto era considerado el número Uno de todos los hombres en todos los tiempos. Enumerar la lista completa de sus invenciones, que cuando recibió la Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos en 1928, alcanzaban la asombrosa cifra de 1,338, siguiendo el número de sus patentes, con un valor monetario de $15,599,000,000, ser~ a tarea imposible, debido al corto tiempo y reducido espacio de que dispongo; pero si, para dar una idea, siquiera pálida, de los bt!neficios que tú, lector querido, y un servidor, derivamos de sus inventos, todos los días de nuestra vida, voy a decirte cómo no podemos pasarnos el día, sin tener que agradecerle a cada paso al hombre que más ha contribuido en nuestros tiempos al bienestar del mundo ci. vilizado. Empecemos por la maquinilla que empleo hoy mismo para escribir estas líneas. Edison fué quien, si no la inventó, ayudó eficazmente en 1871 en la construcción de la primera maquiniUa de escribir que dió resultados. En 1906, suplementó este utiUsimo inv.ento, que ha evolucionado la escritura del mundo, con la introducción de su dictáfono. Hace un momento, ExcELSIOR me llamó por teléfono para recordarme la puntualidad-¡ divina palabra !-en la entrega de materiales, para que no se retrase la tirada. El teléfono es un aparato que,· como todos saben, ha sido inventado por un señor Bell ¡ pero Edison fué quien lo lanzó al mercado, poniéndolo al alcance de todo el mundo, inventando en 1877 el trasmisor de carbón que sentó el teléfono sobre bases comerciales y lo ha convertido en el auxiliar más útil e imprescindible que tenemos en la casa y· en la oficina, en el placer y en el trabajo, en la abundancia y en la necesidad. Soy un individuo de la clase media, que no tengo .el valor ni la paciencia de ir a patitas todos los días al trabajo, ni puedo aún permitirme el lujo de gastar coche, para ir y vlnh· de la oficina a casa. Las carromatas son una cosa muy rara: surgen como hongos de cada esquina, cuando no se las necesita ; y cuando le hacen más falta a uno, como en días de lluvia, es cuando brillan por su ausencia. Por eso, prefiero confiar diariamente mi insignificante humanidad a la ber.evolencia y a la regularidad, mas que incómoda a veces, del tranvía, inventado por Edison en 1882. No voy a las carneras, ni a la gallera, porque soy muy afortunado en amores. . . domésticosme quiere mi mujer, me quieren mis hijos, me quiere mi suegra, nos queremos todos-no ÍUl]IO, ni bebo, porque el cigarro es humo y el licor espfritu1 que no añaden ni quitan nada al placer de vivir. Tampoco visito los cabarets, porque al peligro rosa de las bailarinas se ha unido otro, el peligro negro de los gangsten. . . ¡uf! de .esos matasietes, que por cinco cuartos, si no te mandan a la morgue, te giran a la sala de operaciones de algún hospital. Mi única diversión es ir al cine. Una diviersión para mujeres y niños, si queréis. Pero ¿q~é h! vamos a hacel"? Yo me divertía ante la pantalla muda, como hoy me divierto ante la parlante, porque se divierten conmigo mi mujer e hijos, y ¿por qué no decirlo? el cine es el juego que más gusta a las almas dadas a soñar ... ¡cosas imposibles! Pues bien, este juego ilusorio fué posible gracias a la invención por Edi. son die la cámara cinemftográfica en 1891, seguida en 1912 por la presentación del kinetófono, el primer balbuceo de los modernos talkies. En casa no tenemos radiola, porque, además de estar fuera del akanoo de mi jornal de modesto pasante de bufete, estamos rodeados a diestro y siniestro, por delante y por detrás, por todos lados, de vecinos dueños de aparatos de to. da clase, tamaño y fue;rza, empeñados en una lucha sin tregua ni cuartel por darnos la 11 lata del aire" a todas horas. Yo, la verdad, quisiera ver en mi casa un remanso de paz y de beatitud, a donde no llegase el ruido de la caJle, '·donde pudiera uno recogerse como en sí mismo, en esas horas intimas gozadas al lado de la familia, en que querría uno olvidarse de que existen otros mundcs fuera del que nos ofrece el amor de los nuestros. . . Desgraciadamente, esto no es posible desde que los apara,tos de radio quebraron el cristal de la tranquilfdad doméstica, y hay momentos en que se imajl"ina uno, mesándose los cabellos y mordiéndose los labios, que en vez de estar en su propio hogar, ha ingl"esado de repente en una casa de orates ... Esto no quiere decir que soy enemigo incondicional de la música. No. Líbreme Dios de semejante falta de buen gusto. Al contrario, me gusta. No lo que se dice con delirio. Pero si lo bastante para no .faltar, siempre q~ puedo, a ningún concierto de nota. Y te igo placas de buenos cantantes ajenos y propios, algunos violinistas de renombre, pocos bailables (los únicos a los que tiene acceso libre la yaya para ·cortar la llantina de mi pequeña o soltar el contoneo coreográfico de los otros niños) y unas cuantas declamaciones, entre las que figuran dos o tres de Berta Singerman, la gra~ diva del recitado so_ noro y único ... ¡Ah! y desde luego, tengo un fonógrafo pequeño, portátil, que de lejos parece Una maletita de viaje, y es lo que los gringos¡ perdón por la palabra !-llaman tan propiamente muBic boa:. Es un aparato que de3Ciende en línea directa del que inventó el "Brujo" en 1877. Por último, escribo estas cuartillas en una tar. de plomiza. El cielo amenaza lluvia y la ¡:oca luz que entra por las ventanas pide un refuerzo. Sobre mi cabeza cuelga una bombilla blanca, que sólo espera la presión de un botoncito, para encenderse y derramar su luz lechosa sobre mi mes.a de trabajo y todo lo que hay encima de ella. Toco la llave. Es la misma luz que ha iluminado y sigue iluminando el prog1·eso del mundo, desde que la inventó el Mago de Nue. va Jersey en 1879. Y así como inventó la lámpara incandescente, mejoró el dinamo, perfeccionando al mismo tiempo Jos sistemas de transmisión de la luz eléctrica, de la calefacción y de la fuerza motriz. ¡1Todo eso, por el cual la electricidad, nervio y arteria que puebla hoy el universo de movimientos y latidos, de acción y vida, se ha convertido en la más solícita, eficiente y leal servidora de la humanidad! Todo eso y más, muchísimo más, debo a Tomás Alva Edison, luminar del siglo, que la decena antepasada volvió, "como gota que vuelve a la mar". a la Fuente de Luz, de donde procedía ... Manila, !3 de octub1·e de 1931.
• • Lindo trajecito de tul, azul celeste. La falda va adornada con seis hilfras de VO/antitMI ]Jfi~ados 1 / con otros tantos las nwngaf{, r \ /'- :.__./¡ \._... (__. Este veMidifo está hecho de organdi moteado. La falda viene en f<n-mn de campana y el cuello haciendo capa y rema.todo con un lazo. Trajecito dt~ crespón · rosa, con cuello y 1nnios de georgette blanco. El filo de la falda va haciendo hondas con un J>lisadi,to de la mdsma tefo. ......_ 1'raie de piqué blanco, muy 1n·o1>io pa >'O uso diario. /,,leva un ruellecito y ¡nnios de la. misma tila, haciendo hondas. Me parece que ya nos hemos ocupado bastante de nosotras mismas, quiel'idas lectoras, siguiendo aqt!el vulp:arísimo decir de que ''b caridad bien entendida comienza por sí misma". Ahora, si no les desagrada, h:lblemcs del tra· je que deben Jleva t' las pequeñuela~. <'Sas <'riatu· ras, ángeles de la tierra, que son car: e de nues· tra carne y sangre de nu<'stra s:tngre.
REVISTA DECENAL ILUSTRADA Registrada en la Administración de Correos como correepondencia de serunda clase. B. BLANCO TERCER A EPOCA A. GARCIA ADMINISTRA~IÓN: Sta. Potenciana 32 NUMJ:.RO 917 MANILA-NOVIEMBRE 10, 1931 MW XXIX MOSAICO DECENAL La decena acusa notas interesantes de índole diversa. · Los círculos sociales continuan animados, siendo val'ias, y algunas de calidad, Ja,s fiestas habidas. Una. sola mencionaremos: Ja recepción y baile ofrecidas en el Palacio de Malacañang por S. E. el Gobernador General y su bella hija, Srta. Cynthia Davis, a los miembros: de la Novena Legislatura Filipia . El baile, a corta temporada, cuenta l<s llenos por días, apesar de que el tiempo, que. fluctua entre seco y lluvioso, amenazó descomponerse aun mas con la proximidad de un baguio que desfogó en una cercana provincia del Sur. , La marcha del Gobernador General y las de· claraciones del Presidente Quezon SQbre la in· dependencia, que han producido no poco rt:vuelo: mantienen el interés en los círculos políticos. A lo que contribuye tambi~n la nueva misión de independencia aprobada por la Cámara, y la cues· Línea de 1·ecepción del baile dado en el Palacio de Ma.laca:ñang, po,. el Goben1odo,. Gem.>ral, Mr. Davis y su hija Cynthi!l, en ltono1· a la novena Leg-islatto-a. De izquie1·da a dercdw: El ilustre anfitrin./J con su bella hija, la Sra .. del Presidente del Senado, D. Mamwl Quczon, el Senador Osme1ia con su señora, la Sro. del Speoke1· y el Speake1· Roxas. F .. 1 .. - su:-o; STl·nio que asistió una numerosa y dstinguida ccncr. rrencia, comenzó con el ya indispensable rigodén de honor, que hoy, como antaño, inicia todo sarao oficia 1. Hasta fin de año, el ca.1·net social a;.imenta ccn las fiestas que casi a diario se anun~ian. El dinero escasea, según se afirma, como natural com·.ecuencia de la crisis reinante; pero sobran ganas de divel't.it'se, por aquello quizíi de que uª mal tiempo .. . " Que lo diga, si no. el circo "Armstror.g". que desdí' que inauguró al principio de la decena su tión del divorcio y del sufragio femenino, que a ratos mueven aun más el cotarro de la polítiLa "nota musical" de la decena ha corrido a cargo del notable trio Schneider, que ha dado dos conciertos en el viejo "Opera House", y la teatral la ha constituido el estreno, con éxito halagüeño, del drama en verso del laureado poeta Sr. Manuel Bernabé, cuya reseña 'dej:tmos para nuestro próximo númPro por falta d~ tiempo y de t>Spacio.
La campaña de la sociedad Antitubercul.osa para su colecta de fondos Mte año ha pasado como una visión fantástica, con un despliegue de colores y de bellezas, con un derroche de esplendideces y de arte, difíciles de superar. Lo decimos por la "función de las funciones", que por dos noches consecutivas de la decena ida llenó el Opera House de un público apretado y escogido, ''batiendo records".-como se mal djce ahOra-de taquilla, de distinción, de gracia y de hermosura. En erecto, en muy pocas ocasiones se vieron reunidas la aristocracia, la fortuna, la belleza, el poder y el talento como en aquella funeión. Más de PI0,000 se recaudaron en taquilla. Solamente el programa rindió cerca de P2,000, que no están incluídos en la anterior cuenta. Jóvenes de ambos sexos de los "Cuatrocienw tos" de Manila-no citaremos nombres, por no ortíitir alguno-bailanon, cantaron, evolucionaron, se vistieron y caracterizaron, ante el público. Lo que no hubieran hecho por todo el oro del mundo, lo hicieron en nombre de fa caridad cristiana. Era natural que la "función de las funciones'' diera por resultado el "beneficio de los beneficios". Pero ni uno ni otro hubiera sido posible, si no hubiera estado detrás de las bambalias, moviéndose más que todo~, estirando sin ser vista, de los cordoncitos del tinglado, aunando voluntades, superando obstáculos, allanando caminos, la ''empresaria de las empresarias". Esla distinguida señora, que rt!alizó el milagro de sacar fuerzas de flaqueza, de exprimirle a la crisis reinante el máximo jugo posible, por amor al arte y al prójimo, es Dña. Julia V. de Ortigas, la esposa del conocido abogado D. Paco Ortigas . ·.En la noche del ensayo general tuvimos Ja fortuna de ser presentados a la Srta. Cynthia Da . vis, la Dalaga de Malakañang, presidenta del comité de damas de la campaña, por la propi:l Dña. Julia, y al felicitrle a aquélla, por el triunfo previsto de la función, replicó graciosa t- inmediatamente : -La felicitaciones hay que darlas a Ja seño1·a de Ortigas. Ella se merece todas. Yo nada Dña. JULIA V . DE ORTIGAS he tenido que ver con la función. Ella lo ha hecho todo ... ¡Admirable señora ! Durante un mes o más antes de la función, todas las mañanas iba ella a la Escolta, para dirigir personalmente Ja venta de billetes ; casi todas las noches, a los ensayos, que se celebraban en diversas casas-con excepción de los dos últimos que se hicieron conjuntamente en el Opera House-para coordinar esfuerzos, atender a detalles dispersos, etc. ; y todavía tenía tiempo libre por las tardes para cumplir con sus numerosos compromisos sociales. Cuando fuimos a verla en eu hermosa residencia de la calle de Legarda, a Ja tarde siguiente de la última noche de función, creyendo alcanzarla descansando de las fatigas de la dura jornada, la encontramos vestida y en plan de bajat" una vez más de su casa, para asistir al torneo de lwsket, entre los mejores quintetos de Manila, también a beneficio de las víctimas de la peste blanca. Y hasta, si no nos equivocamos, sacrificó Ja merienda, para recibirnos durante el poco tiempo que tenía disponible. Doña Ju1ia vest'a el hábito del Carmelo. Sin la juventud, ni la belleza, de sus años de soltera, es sin embargo, de una elegancia innata, y tiene ese aire inconfundible de la mujer de gustos refinados. Llamarla chic es decir poco. En el lago sereno de su rostro digno se ritiran las dos estrellitas de sus ojos azulencos, que cuanto más se empequeñecen al sonreír mayor brillo despiden. -¿Ha organizado usted muchas funciones como ésta ?-preguntamos a la "empresaria de empresarias". -Como dirigente, esta es la primera. Pero ya he coadyuvado en otras Varias, como en las funciones benéficas del hospital de Santiago. -¡Qué es lo que más se necesita, para triunfar en una empresa así? -La buena voluntad de todos. Y de ella he dispuesto a raudales en la "función de las funciones". Nadie me regateó la suya. Y a ello, E'e debe, más que a mis escasas fuerzas, el éxito de las dos noches de arte que dimos a Manila. -¿Y las dificultades ... ? -No faltaron como en toda empresa, Pero "cuando se tiene una buena dosis de determinación y de paciencia, no hay dificultad insuperable. Cada alto en el camino es un acicate más que nos espolea para llegar a la meta. -¿Dicen que hubo una o dos alteraciones en el programa? -A última hora, sí. Pero esas son naderías, fruto de una mala inteligencia, y no en modo alguno, de una mala voluntad. Hubo quien se retiró de la función en la noche del ensayo general, creyendo que podían venir a mí con amenazas. No hubo tiempo de cambiar el programa, pero el número se llevó a cabo con nuevos e1em~ntos. Yo no quiero conceder la más mínima importancia a un incidente tan baladí como éste. Porque créame usted, a mí no hay cosa que más me disguste como las discusiones. Las cosas se hacen mejor obrando que hablando, ¿no le parece? Asentimos con la cabeza, creciendo cada minuto más la admiración que sentimos por esta mujer de acción, que detesta las discusiones. con la misma col'dialidad con que su esposo, el abogado Ortigas, se nutre y se agiganta en ellas. -¿Cómo pudo usted reunir a tanta gente buena en un solo grupo compacto, convertir lo heterogéneo en homogéneo, y hacer de muchas voluntades una sola? -Muy sencillo: aparte de que no lo hice yo, sino el espíritu de caridad cr;stiana que palpita UN TONICO QUE PRESTA VALIOSA AYUDA EN LAS CONVALECENCIAS DE ENFERMEDADES AGOTADORAS FOHMULAi Clnl'h, C11li11111.wr Bnrk U G.rn.: Theubrom. CflNIO HO Cm.; Kola0 Nut1 IO Cm.; Pyraphm1ph11r• oJ Iron 2.40 Cm.; Fin• arui ..4ramafir• to B L!r. ..4lt'Ohol 10Al% UN SIGLO DE CONSTANTE PREFERENCIA DEL PUBLICO LO GARANTIZA BOTICA BOJE en todo ser humano, no me fué dificil acercarme a todos los elementos necesarios, porque, como ya le he dicho, he tomado parte a~tiva en otras empresas idénticas. Y no solamente yo, también mis hijas, que estudiaron todas el baile clásico ... -¿También tomaron parte en la última función? -La pequeña, si, señor, asi como dos sobrinitas mías. En cuanto a las mayores, no; porque en llegando a cierta edad, ya no me parece conveniente que salgan al escenario. Para formar un buen ballet se necesita tener algo má"s que la mera habilidad coreográfica. -¿Quiénes le ayudaron mucho en su última empresa? -La figura principal fué naturalmente la presidenta de la campaña, Miss Cynthia Davis, que prestó nombre y apoyo a la función; luego, el Dr. Angel Trinidad, secretario-ejecutivo de la Antituberculosa, sin cuya diligencia y celo, nada hubiéramos podido hacer; también quiero hacer constar la gran ayuda que me ha prestado la Srta. Carmen Roco, durante los preparativos de la función. Finalmente, a todos los que-participantes o espectadores-contribuyeron al éxito ·de la misma, quiero decirles: ¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS! JUAN/TO. --~--~--------1 1 INVIERTA EN 1 ACCIONES LIBERADAS 1 al 7% •N EL HOGAR FILIPINO SOCIEDAD MUTUA DE CONSTRUCCION T PRESTA!l.101 LAS ACCIONES LIBERADAS en "El Hogar Filipino" representan la inverai6n más Be&'ura y provechosa al alcance del pdblico en Filipinas. Estas acciones de a '200.00 cada una, producen un dividendo fijo de un 4% a un 7%, dependiendo del tiempo de retiro, dividendos pairaderos en menaualidades. Pida nuestros PROSPECTOS que detallan esta forma de obtener acciones atractivas y deseables. Capital realizado ---------- Pl0,771,388.03 Fondo de Previsión y Reserva 470,230.65 Número de Accionistas 6,269.ANTONIO MEl.IAN MANUEL RINCON l'rnld•nte EL HOGAR FILIPINO El Hogar Building P. O. Box 105 · Manila ..f1•11ei,q •n: ILOll.O C:EBU ZAMBOANCA BACUIO 1.ECA.SPI -:.--------·----·-·-·-<-¡--.. Fl-IPl_AS_"-CO-MP·M-IA-DE-SE-CURO-S-~ 1 1. 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®rnriún Filósof?, Poeta, que miráis las ccs3.s t ristes de este mundo, uno, muy profundo, con -0jos de asce ta, Y otro como rosas, los dos, en m1 vida pusísteis un mal:, uno, abrió una herida; otro, abrió un rosal. Tus rosas, poeta, perfuman la Vida, la hacen bella y fuerte, - t oda Juventud- ; y tú, cruel asceta, nos muestras la Vida velando a la Muerte junto a un ataúd. Tú, poeta, suer1as vagas sensaciones que pasan risueñas como tus canciones con las que te ~ldueñas de los corazones. Me dijiste, asceta, que es triste la vida, Sé que no mentiste cuando lo dijiste. mas, dime, poeta; ¿hay algo, en la vida, más dulce que amar ? Yo te odio, asceta, porque sé que sientes con since r idad; te amo, poeta, porque sé que mientes la realidad. Filósofo, Pee ta, que miráis las cosas tristes de este mundo, uno, muy profundo, con ojos de asceta, y otro como rosas, los dos, en mi vida pusísteis un mal: uno, abrió una herida; otro, abrió un Tosa!. (Tu Ve rdad, asceta 1 hizo de mi vid a un inmenso erial; t u llanto, poeta, hizo, de mi her ida, brotar un rosa l.) A. V ALDi.":S PICA
ORO DE LEY Don Juan Vasquez de Mella (De la conferencia dada en la Real Academia de Jurisprudencia el día 17 de mayo de 1911.) Desde el dfa del Calvario, la historia ya no tiene mas que tres Capítulos: los que _ignor&n a Cristo, los que le odian y les que le aman. Todos los grupos estan · alli. Cuando veais a los discípulos pusilánimes y a los disc~pulos confisdos, mirad las escenas de la tragedia suprema. Muchas veces un sueño letal se a¡:odera c!e las almas y hasta los verdaderos creyentes ignoran el pel.igro y se duermen, mientras lc8 adversarios, auxiliados por los traidores, avanzan para eonsuinar su obra. Dirigid los ojos al Monte de los Olivos, y allf los encontrareis representados: la Verdad está postrada por la pES3.dumbre del dolor con que la agobian nuestras culpas, y suda sangre y tiene toda la vida en los ojos, y a!)ura hasta las heces del cáliz de la amargura, y no lo advierten los discípulos, que estáJl dormidos. Mirad al apóstol que todavia no ha recibido la plena eonfirmaciOn de la verdad· con la Resurrección, y lo vereis cobarde, pusilánime, negar a su Maestro repetidamente por salvar la vida y no exponerla por el que dió la suya por todos. Nos asombramos del mitin en donde blasfema el jacobinismo, y de la impiedad que ruge en la prensa y en la tribuna y en la calle: es la i"ej>rc ducción de la turba deicida que va delante de la Cruz mofándose de Cristo con el A ve. Rei Judeo.urum, o diciendo sarcásticamente que descienda de ella .1 ¡Todo está allí! Los hombres que claudican, los poderes débiles, los poderes cobardes, que transigen coD. la revolución; los que transigen en presencia de la verdad ·que es la Verdad; y los que, reconociendo que Jesús es inocente y que es justo, le entregan a las turbas, y se lavan des. pués las manos en vez de lavarse la conciencia, también están alli; allí está aquél pretor de Judea, sentado en su tribunal, que oye el clamor de la muchedumbre deicida, excitada por los fariseos, y fórmula, transigente y débil, la disyuntiva de todos los poderes que abdican en la injusticia. ¡A quien quereis que os entregue libre a Barrabás o a Jesús? Y la turba, dirigida por los príncipes de los sacerdotes y los magistrados de la impiedad, contestará: Crucifica a Cristo, ma.. ~ª a Cristo, destrona a Cristo ... ¡y entroniza a ~errer! ' He pronunciado ese nombre, y no ha sido mera equivocación histórica el poner en lugar de Barrabás el nombre suyo: pero ya que lo he prnnunciado, quiero decir algo má;is antes de concluir, que esta es la hora de decir claramente las _verdades. He hablado aquí de la escuela neutra, y él era la personai,ficaeióii de la escuela laica, que es la neutra sin la hipocresfa; pues bien; aquel hombre-que no °"ra mas que un criminal que prostituyó el vinculo familiar, abandcnando en la pobreza, cuando él vivía en la opulencia y el placer, a su mujer y a sus hijas, que deshonró la enseñanza y que insultó a Ja patria en páginas horribles; que armó el ·brazo del :regicida-ha recibido en holocausto el tributo de admiración idolátrica de muchedumbl"C!s engañadas y seducidas, y se le ha presentado a él, ignorante, rudo, sin letras, como una especie de Vairates español y de Descartes catalán, según frases de periódicos extranjeros; y ese hombre que, según st.·s rr.h mos defensores, después de haber predicado el desorden y de haber levantado cátedra de anarqu!a en la Escuela. Moderna, aunque fué el inspirador de la turbas y trazó con anticipación s:i programa. no tuvo valor, segun esos defene-.ores, y contra la creencia general que le suponfa hombre de acci5n, para seguir a sus discfpulos en la empresa y acaudillar visiblemente el motfn; ese hombre, que fué fusilado demasiado tarde ... sí, demasiado tarde, porque suplió la justicia militar una prevaricación política del poder civil, que, de no haberse realizado, le 1Jubiera llevado a la muerte una semana después de la bomba de la catle Mayor, cuyo proceso, má's grave aún que el de la semana roja, no se quiere i:evisar, esclarecer ni discutir; ese hombre sigue gobernando desde su tumba a Españ~ ! Y es preciso que por encima de esa tumba, gobierne el espiritu católico de la nación en el Estado. ¿Cómo? Quiero concluir con una frase que os voy a repetir casi literalmente y que he escrito alguna vez, aunque no creo que se haya publicado nunca: ·Cuando no 86 puede gobsrnat• desde el Estado eon el deber, se gobienm desde fue1·a, desde la sociedad, eon el derecho. ¿Y cuando no se puede gobernar con el derecho solo, porque el poder no lo reconoce? Se apela a la fuerza para mantener el derecho y para imponer~e. ¿Y cuando no existe la fuerza? Nunca falta en las naciones que no han ab!.ndonado a Cristo, y menos en España; pero si llegara a faltar pcr la desorganización, ¿qué se hace? ¿Transigir y ceder? No, no. Entonces se va a recibirlá a las Catacumbas y al Circo, pe,.o no se eae de i'odillas porque estén los idolos en el Capito1io.
oye SCHERZO r - - - 0 0 0 - - Los embozados siguieron silenciosamente· uno detras de otro, hasta llegar a los tapias del cementerio. Allí, el primero arrojó su capa blanca, que cayó al suelo, sobre "cuyo verde oscuro se destacaba, con la triste valentía de la silueta· de un sudario. El segundo hizo lo mismo y los dos quedaron en ropilla y gregüescos. Los sombreros de anchas álas que les cubrían el semblante, no permitían ver sus facciones; pero el tinte· entero y fresco de sus voces, hacía comprender que estaban en la plenitud de la vidi.. -Y a hemos llegado, dijo al cabo de unos minutos de silencio, el segundo de lQS .. desconocidos. -Me place el sitio, respondió el ot~. -Pues no perdamos el tiempo. -No teneis que enseñarme mis deberes. -No, tal, vuestros pagarés son los que voy a mostraros¡ diómelos el judío Ebrahim por treinta pistolas. -Nunca crei que tanto valiera mi firma. -Acabemos, que la mañana se acerca y estos asuntos huy.en la luz del sol. -Ya veis hace rato aguardo vuestras órdenes. -Pues hablen los aceros. Y diciendo esto, tiró de tizona descomunal, cuya punta puso ante los ojos de su contrario. Este dió un salto a tras y... . Con profunda sorpresa para su contrincante, desapareció como si la tierra se lo hubiese tragado. Una nube intempestiva, envolvió al astro de la noche en sus gasas y el lugar del lance quedó oscuro como boca de lobo. -Capitán ... Capitán ¿estais ahí? Preguntó tembloroso por la emoción, el que sobre tierra quedara. El silencio mas absoluto respondió a sus preguntas. Continuó acercándose, hasta que sus piés tropezaron con una 1·eco1·tadura de terreno. Era el principio de una sima a la que llamaban en el pueblo La boca de la vieja .. -¡Pobre capitán! ¡Dios tp haya perdonado! Dijo, y envainando filcsóficamente su espada, se acercó a recojer la capa. Sobre ésta había un objeto. Era la cartera de su contrario. Abrióla por curiosidad y encontró en ella lo que más pod: a ambicionar. Recordarán nuestros lectores que el desgraciado capitán había dicho que él pidió a Ebrahim le vendiera todas los pagarés de su contrario por treinta pistolas. ' Pues bien, dentro de la rartera abandonada sobre la capa blanca, que yacía en el suelo, encontró nuestro desconocido y superviviente héroe ... Lo que hace tiempo andamos buscando todos sin dar con ello nunca. ¡Un billete de Ja Loteria filipina! AQUILES FONTAN. +-·-·---.. ------+ p~:: ~:es~::::c~:~::::~e~:~n::~ Y 1' yo Recuerdo Desea Usted que jamás se olvida. Nada hay como la FOTOGRAFIA LLAME AL TELEFONO ~-16-U"o <:.ANGEL OVEJAS FOTOGRAFO COMERCIAi, A VENIDA RIZAL, 894 1 MANILA. l. F. --------------1o-IQI
Tres años cumple EXCELSIOR. Y aunque la criatura, como Vds. lo hl\brán visto, es precoz y hasta ºilustra", aun no se sostiene sobre sus "pinreles" como fuera de desear, para poder andar sus pasos. Claro es que la nena no tiE"ne la culpa de que le hayan apuntado los colmillos y se le haya desarrollado, por consecuencia, un hambre canina que mete miedo. La culpa es del desarrollo, del progreso. Lo malo es que mientras se desarroll& y busca público para lucir sus gracias-verdaderamenté natur&les--este se muestra parco o por ignorancia, o por tacañeria, o por indiferencia. Y. . . ¡ hasta quién sabe si por las tres cosas a la vez! El caso es que la criatura ha cumplido sus tres añitos y sigue entreteniendo a lqs que Ja Ieen, divirtiendo a los que la buscan y gustando honores a los que no tienen estragado el gu~to con relatos . de crimenes espeluznantes y cuenteCitos de subido .color y dudosa moral. Tres años son muchos años para continuar en la brecha dándole a un lector escaso en todo-en número, en gusto y en ilustración-lectura amena, lectura limpia y grabados que aunque ponen de relieve nuestras aptitudes periodísticas no son factor decisivo para poner de relieve la criltura del lector. Me han pedido que diga algo sobre EXCEI.SIOR y su tercer aniversario y lo que va más arriba es la fiel expresión de mi pensar y sentir. Limado, corregido y ajustado a pragmáticas de. circunspección y mesura que aquí nos dicta un director verdaderamente dictatorial en eso de "no zaherir". Pero, a pesar de esta compostura acomodaticia, Vds. verán que quiero decir mucho más. Y que me quedo a medias. Por eso. Por disciplina. Y porque para eso de llamar al pan, pan, y al vino, vino, los de EXCELSIOR lo hacemos con la diplomacia del tío aquel que queriéndole llamar algo al vecino estúpido que le molestaba con su canturreo, le gritó desde su ventana: -¿Querrá Vd. hacer el favor de callarse so ... ? -¿So, qué? -So mamífero. Y el otro no pudo ofenderse. Po1·que hay mamíferos y mamíferos. Y el otro no apuntaba. Y así somos nosotros. Para lo que Vds. gusten mandar. • Una de las frases de más gracia que se hicieron en la discusión del proyecto de ley sobre el sufragio femenino en la Cámara Baja, la s litó, somnoliento e inconsciente, 'uno de los diputado.J que fnvorecia la medida. Había estado hablando a favor del proye:!to ¡)or r.:~aJ de media hora el Representante Farol, cuanJo al terminar, se le acerca al solón durmiente t:n colega y le espeta la siguiente p1egunta: -·¿Qué te ha parecido el discurso de Farol? Nuestro hombre bosteza, estira lo3 brazos en un largo desperezo, y con un acento notablemente visaya, balbucea : -Mira, chico, la verdad, yo creo que este farol ya no alumbra. Se oyó una carcajada la.rga. Y Mr. Farol se sienta convencido que su colega le ha favorecido con un conientario laudatorio. Don Manuel L. Quezon ha puesto, por fin, las cartas sobre la mesa. Ha declarado que por mucho que anhelemos la lib:!rtad no debemos olvidar jamás el bienestar del pueblo. Y que aunque podamos mantenernos jinetu en brioso e independiente corcel, vamos muy bien en el machito para que hipotequemos nuestro desahogo económico y ese libre cambio tan encantador con que nos regala la nación soberana. Es la reflexión que entra con los años. ¡Qué distinto es este Quezon de hoy, a aquel que declaró que prefería un gobierno propio ir..fernal, a un glorioso gobierno extraño! Y los maliciosos lo explican: Entonces queria votos. ~hora busca la paz del espíritu y el deber cumplido. Es la transición de los años, qu_e no pasan en balde. Digo yo .•• Gandhi, 14el santo" como le apodan Jos suyos, ha visitado a los soberanos ingleses, vestido a su modo y manera. Desvestido, mejor dicho. La etiqueta palatina inglesa h:!l sufrido en este caso ur.a derrota rotunda. Y es que la democracia se impone. Y la barba del vecino destronado le fué afeitada tan violentamente, que el monarca inglés pone la suya a remojo en vaselina diplomática. Por si acaso. Digo yo .•• Este es un gran país. Aquí se sabe cómo empiezan las huelgas. Pero no se sabe cómo acaban. ' Por lo menos la prensa no nos informa sobre el particular. Ustedes habrán oído hablar, por ejemplo, de la huelga de la fábrica de tabacos y cigarrillos "La Yebana". Empezó como otras tantas. Surgen tres pelagatos que se instituyen caudillos o liders y provocan a las masas a la huelga para vengar agra:vios imaginarios o para demandar, injustamente, aume~tos de jornal. El obrero se deja llevar. Y contribuye con su jornal, primero, y con su desempleo después, a sos~ener una causa que solo ayuda al q~ la provoca. El patrono se aferra a su actitud. Se hace fuerte y no se aviene a lo que cree inju:;to. El obrero, agotados sus recursos, regresa a Su labor. Y de la huelga solo queda un recuerdo, amargo siempre para el obrero, unos cuantos liders sin empleo, y una accesoria vacia en cuya puerta se lee, pintado en grandes letras sobre un pedazo de percal blanco, el siguiente letrero: "Cuartel General de H uelguistu". r-~--~--~-----Dr. E. VILLANUEV A Diagnóstico 11 tratamiento de la. pyorrhea. por mPdio de Ell'ct1·0-dental 11 Rayos-X. Y en donde habría que añadir: "Desalojado por falta de huelguistas y de vergüenza." Ya empieza a sentirse eJ, fresquito precursor de la temporada pascual. Y ya empieza la Sanidad a ha~rnos la Pascua con sus recomendaciones a lo pero grullo. "Abríguese. Y tápese la nariz cuando s:ilga a la calle". Eso aconseja la Sanidad. Y no me negarán Vds. que el consejo ... Nuestro dinero nos cuesta. Digo yo ... ----·--·-··-·----·-r Drs. ALO!QA & DEI.FIN Especialidades m ope1·ación 1·adical de la piorrea 11 cit·u11fo ornl Tel. 2-59-87 154 Villalobos j ALBERTO BUILDING. QUIAPO. MANILA ---------------i----- ------------- ---,232 Carriedo Esq. Estero Cegado-Te!. 2-22-91 z. GARCIA y Cia. RIENF.S R.AICE5 Hermosos lotes residenciales frente al mar, Pa~y. Sección de materiales fuertes. Ca312 Plaza !\firnnda 11es asfaltadas, aceras de concreto. Plazos de '·I Tel. 2-59-19 Quiapo, Manila ¡ i~4ª~~~;ANILW Bu>G. TEL. 2-31-01 DR. C. ARCE MF.DICO Y DENTISTA 1 1 l CLl~~~~~!~~:;~~ON : C~~; ,!;!~,~;;,J R 93 L · W C M ·¡ ¡ F T l 2 41_90 Tel. 2-22-40 508 Masonic Temple egasp1, . . am a, . . e . - .. 1 --·-·----·--·----·----·----·------------<
Alegre grupo por el aniAnimado baile dado en el Plaza Hotel, vitados a la fiesta dada, en su residencia por la Srta. Feli Roxas, en la que la animación y entu­ siasmo no' decayeron has­ ta la madrugada, hora en que terminó. versario del Instituto Cervantino. Algunos profe­ sores y alumnos de dicho instituto, con sus invita­ dos.
■F" ’ i La Si ta. K ' >^-1 Donato y el Sr. 1 K' 4 ¿Wl Ricardo de León, A el día de su boda M IK|M|Bh celebrada en la Iglesia de los RR. PP. Paules, en S. Marcelino, siendo sus padrinos Da. Luisa de Donato y el Dr. Basilio • 7^ de León, tio d?l $ TO HBNh|^Rk novio. ,í ■j Grupo de invitados a la fiesta de cumpleaños H dada^ cn su residencia por la Srta. Lourdes ReH yes^ se desvivió por agasajar y atender a Z|||g IB todos, y de quienes recibió muchas felicitaciones. MhM Fotos—A. OVEJAS
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